Hay algo que refuerza la bondad en el mundo muy fuertemente, ese algo es la caridad. Algunos tienen muchisimas posibilidades de ejecutarla y otros no.No hay que preocuparse si uno no puede dar, pues D-os conoce las posibilidades de cada uno.
Ahora en la actualidad es muy dificil saber a quien dar, pues hay chicos que piden pero estan manejados por adultos que satisfacen sus deseos y no el hambre de los niños. Hay gente mentirosa, engañadora, etc etc. en fin lo que vale por sobre todo esto es la intención de dar. Supongamos que una persona dice: «no le doy a fulanito porque nose si es verdad lo que me dice», esta persona x refuerza su ego con ese pensamiento, uno debe dar sin interesarle a quien se le da y despertar bondad en el prójimo (sea una persona buena o mala).
Esta escrito: «Entonces dijo Hashem a Moshé:´Levanta tu mano hacia el cielo para que haya oscuridad sobre la tierra de Egipto, y la oscuridad se tornara mas espesa aún´ (que la oscuridad de la noche). Moshé levanto su mano hacia el cielo y hubo una densa oscuridad en toda la tierra de Egipto, durante tres días. Nadie pudo ver a nadie, ni nadie pudo levantarse de su lugar durante tres días…»
Ustedes dirán, ¿que tiene que ver este texto de la torá con la caridad?
paso a explicarles «Nadie pudo ver a nadie», alegóricamente: la peor oscuridad es aquella en la que uno – No puede ver a otro – , negándole la atención que aquel pudiera requerir. El que – no puede ver a otro – támpoco puede – levantarse de su lugar -, es incapaz de despegarse de su chatura humana y espiritual para crecer y evolucionar (texto extraído del libro Torat Emet)
Así uno debe y tiene la obligación (según sus posibilidades) de atender las necesidades del otro. Uno no debe pensar que esta haciendo caridad sino más bien justicia, pues recordemos que el mundo esta en equilibrio; si una persona es adinerada, pudiente, es porque hay otra persona que esta sumida en la indigencia; si una persona puede tener hijos, es porque hay otra que no puede tenerlos, y asi con cada situación.
Aqui les dejo una historia:
«Los discípulos de Rabí Ieshaia Mushkat de Praga le formularón la siguiente pregunta:
– Leemos en el libro de los Proverbios: «La caridad salva de la muerte». ¿Pero de que sirve la caridad, si los años que vivirá una persona ya han sido establecidos por el Creador?
– El que da caridad a los necesitados en mayor medida de lo que efectivamente puede – respondió Rabí Ieshaia pausadamente – tiene un argumento poderoso para plantearle al Creador: «Así como yo he dado más caridad de lo que determina la Ley, también Tú puedes otorgarme más años de los que originalmente fuerón determinados para mí.»
Mi intención con este texto no es dar una enseñanza sobre la caridad, sino más bien reforzar esa caracteristica tan hermosa que todos en grande o pequeña medida podemos llevar a cabo.
Ayudemos a los necesitados y támbien a nuestro Moré que encarecidamente nos pide una mano.