Todas las entradas de: Yehuda Ribco

Las pequeñas elecciones

De pequeñas elecciones se hace nuestra vida.
Son esos ínfimos momentos, tan breves que hasta parecen insignificantes, que forman nuestra existencia.
Los grandes eventos, las festividades, las bodas, los divorcios, las despedidas, pueden tener un enorme impacto, pero no sostienen el esqueleto central de nuestro ser (por regla general).
Parece paradójico, que esa palabrita que impensadamente pronuncias, sea para bien o para mal, devenga en un torrente de alegrías y logros, o en una avalancha de reproches y sufrimientos.
Parece de cuento, que esa oportunidad de hacer (o no hacer) ese simple gesto, fuera la que precipitara un acontecimiento insospechado.
Tus decisiones, las más pequeñas, las constantes, las cotidianas, son las que marcan como eres y como serás.

Si llenas tu pantalla (conciencia) de pensamientos amargos, imágenes tortuosas, deseos reprobables, ácidas aficiones, no te quejes si luego te sientes invadido por ideas siniestras, sentimientos angustiosos, pesadas cadenas.
Si te dedicas al chisme, la envidia, el menosprecio, la desvergüenza, después no reproches si tu alma está solitaria, desamparada, falta de energías vitales para encarar el desafío diario.
Si te enojas, te ofuscas, reprendes incendiariamente, eres quejicoso, no aprendes a saciarte con tu buena porción, ¿cómo pretendes estar en armonía contigo mismo, con el prójimo, con la existencia?

Son pequeñas decisiones, esas que sin darte cuenta vas tomando, aunque hasta creas que no decides nada.

Te invito a que comiences el día eligiendo la vida, la salud, el bienestar, la bendición, la bonhomía.
Toma en cuenta el primer rezo que la tradición ancestral judía ofrece para comenzar a nutrir el alma desde que despierta: “Te reconozco y agradezco, rey que vive y existe, el que me hayas devuelto a la vida consciente, con suma amabilidad, pues tú posees enorme confianza (en mí)”.
Ni bien despiertes haz carne estas palabras, saboréalas, siéntelas, víbralas, hazlas realidad.
Siente el gozo, la plenitud, la satisfacción, el real orgullo de saberte amado y respetado por el Creador, quien confía en ti y por eso te ha entregado el precioso tesoro de vivir un día más.
Tienes otra oportunidad para aprovechar y conquistar nuevos territorios para el imperio del Bien.
Tienes la chance de reforzar tus conductas nobles.
Tienes la ocasión de revertir los actos negativos y reconstruir las sendas que te llevan al Shalom.
En ti está el poder para hacerlo.
Depende de ti.
De lo que escojas para ti.

Llénate de pensamientos de justicia y bien, enfila tus pasos hacia lo que es bueno, entonces notarás que tus ideas son luminosas, tus sentimientos agradables, las molestias como si no existieran, los problemas como trampolines para alcanzar nuevas y mejores alturas.
Depende de lo que escojas, de cómo vayas ubicándote en el entorno, de lo que asocies para ti.
Cuanto más te vincules con lo que es vida, más vital serás.

No hay magia, ni secretos, sino simplemente voluntad y confianza.
Recuerda que no hay momento despreciable, decisión inútil, cada cuestión es de peso y puede ser la que depare tu futuro.


Nota sobre la imagen que acompaña el texto.
Ambas elipses de la izquierda son rojas, en tanto que ambas de la derecha son cyan.
De acuerdo al entorno parecieran ser de colores diferentes, cuando en esencia no lo son.
De acuerdo a lo que vamos poniendo alrededor de nuestra conciencia, se van creando ilusiones ópticas, pensamientos erróneos, sentimientos penosos, que nos apartan de la senda del bien.
Cuando escogemos vivir con honestidad, pureza, simpleza, agradecimiento, vamos depurando nuestro entorno, posibilitando que destaque con nitidez nuestra verdadera esencia celestial, nuestro espíritu luminoso que requiere una conexión saludable con nuestro cuerpo para manifestar plenitud, gozo y bendición.
De ti depende, en buena medida.
Tenlo presente.

Resp. 876 – ¿Es malo practicar boxeo?

Guerrero nos consulta:

Estimado Moré: antes practicaba el boxeo, solamente como deporte, y me sentía contento con ello. Sin embargo, ahora que (gracias al Eterno) soy profesionista ya no me pongo los guantes. Siento que me hace falta canalizar mi agresividad y mi stress, y eso hace que me ponga de malas, sea huraño y me sienta ansioso. ¿Me recomendaría practicar nuevamente el box u otra actividad similiar? De antemano, muchas gracias Moré y que Dios le bendiga.
Ignacio Bernal, 27 años, médico, Guerrero, México.

Seguir leyendo Resp. 876 – ¿Es malo practicar boxeo?

Resp. 875 – usar joyas relacionadas con idolatria

Ferrsum nos consulta:

Al utilizar joyas Que consideraciones debemos tomar los noajida para no infringir la prohibicion de idolatria, eh leido en el libro del Gentil Justo el concepto pero me gustaria saber si se puede ampliar sobre el tema, ya que en el capitulo 6 inciso 11 indica que se pueden usar cruces como memorial,(que no es mi intencion usar) a que se refiere especificamente con lo de memorial, y en el verso 13 a no ser estricto con el uso de medalla para la suerte si se viaja si la imagen es venerada.
Fernando Zapata, 33,Courier, Guatemala, Guatemala.

Seguir leyendo Resp. 875 – usar joyas relacionadas con idolatria

Resp. 874 – borrarme un tatuaje con otro encima?

BERNAL nos consulta:

MORE YEHUDA RIBCO. QUIERA EL ETERNO ENVIAR MUCHAS BENDICIONES SOBRE USTED Y SU CASA, POR SU GRAN LABOR EN PRO DEL NOAJISMO. LE RUEGO ME ORIENTE CON LO SIGUIENTE: HACE MUCHOS ANOS ATRAS PERTENECI A UNA LOGIA QUE TENIA COMO EMBLEMA UNA CRUZ CON UNA ROSA EN EL CENTRO, Y ME LO HICE COMO TATUAJE. EL QUE NO SABE RELACIONA EL DIBUJO CON EL COLGADO, Y ESTO ME MOLESTA, YA QUE NO TIENE NADA QUE VER CON EL. VIOLO DE ALGUNA FORMA LAS NORMAS NOAJIDAS SI ME DIBUJO OTRA COSA CON LA INTENCION DE BORRARME ESA CR
DANIEL BERNAL, ESPECIALISTA EN SEGURIDAD, PANAMA, 49

Seguir leyendo Resp. 874 – borrarme un tatuaje con otro encima?

A veces es un elogio si te dicen: “Como burro”

El viejo burro de un campesino cayó en un pozo.
El animal rebuznó por horas mientras el campesino pensaba qué hacer.
Como el burro ya estaba viejo y el pozo seco, se le ocurrió que si echaba tierra dentro solucionaría ambos problemas de una vez: taparía el pozo y sepultaría al burro.

Pidió ayuda a sus vecinos, quienes le ayudaron a echar tierra al interior del pozo. El burro, empezó a rebuznar con más fuerza, como pidiendo clemencia, rogando por su vida.
Pero después de un rato se hizo el silencio dentro del pozo seco.
La gente ya no lo oía, tampoco miraban para dentro a ver qué ocurría; imaginaron que ya había sucumbido bajo la tierra

Al poco tiempo, para sorpresa de todos, emergieron las orejas del asno.
Éste se las había ingeniado para sacudirse la tierra que le arrojaban encima, y se iba elevando, centímetro a centímetro, rumbo a su liberación.
¡La tierra usada para matarlo, era la que aprovechaba para salvarse!

Cuando llegó a la superficie, de un salto salió del pozo, y huyó a la libertad.

 

En algún momento de nuestras vidas podemos tener la sensación de haber caído en un pozo y, para peor, estar siendo abrumados por más y más problemas que nos asfixian y quitan la libertad.
El secreto para salir de la angustia, es utilizar nuestros recursos para cambiar el destino de lo que nos oprime, es decir, usar también la fuerza negativa en nuestro provecho.
Cada uno de nuestros problemas es como un escalón o un trampolín.
Es posible salir de los más profundos abismos si no nos damos por vencidos, ni nos frenamos por nuestros conflictos internos y preocupaciones así como tampoco por lo que opinen los demás.
Con determinación de ser libres, con confianza en nuestras fuerzas, con especial confianza en el Eterno, con la convicción de que los problemas no son el final sino un medio para el crecimiento personal.

Ser tercos, pero con conocimiento y claridad de pensamiento.
Ser flexibles, pero con cuidado de no traspasar los límites saludables.
Ser duros, pero no violentos.
Ser leales, pero no ciegos.
Estar bien parados en la realidad, pero no dejar de soñar un mundo mejor, que comienza por construir shalom en el interior.

Maradona como metáfora argentina

Maradona Hand of GodSe dice con frecuencia que la solución a los problemas de la África subsahariana es la educación; que los recursos naturales abundan y si solo se pudiera proporcionar un buen nivel educativo a la gente el continente despegaría. No necesariamente. Miren el caso de Argentina. Todos los recursos naturales que quieran, una bajísima densidad de población y, a lo largo de la mayor parte del siglo XX, índices escolares que no han tenido nada que envidiar a Europa occidental. Pero hoy, en un país que hace 100 años era uno de los 10 más ricos del mundo, la tercera parte de los recién nacidos están condenados a crecer en la pobreza, si es que logran crecer. Ocho niños menores de cinco años mueren al día debido a la desnutrición en un país que debería ser, como hace tiempo fue, el granero del mundo. Semejante aberración florece en un contexto político en el que a lo largo de más de medio siglo juntas militares han alternado el poder con Gobiernos populistas, corruptos o incompetentes. El actual Gobierno peronista de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner (como el anterior, de su marido Néstor Kirchner) es más afín al de Hugo Chávez en Venezuela o al de Daniel Ortega en Nicaragua que a los Gobiernos pragmáticos y serios de Brasil, Chile o el vecino Uruguay donde, por cierto, hoy se consume más carne per cápita que en Argentina. ¿Dónde ha quedado la famosa Justicia Social proclamada hasta el cansancio por el peronismo que ha gobernado la mayor parte del período democrático instaurado en 1983? ¿Cuál es el problema?

El problema es Diego Maradona. O, para ser más precisos, lo encarna, como símbolo, Maradona, el «Diez», «el Dios Argentino», el ídolo nacional por goleada. La idolatría a los líderes redentores, el culto a la viveza y (su hermano gemelo) el desprecio por la ética del trabajo, el narcisismo, la fe en las soluciones mágicas, el impulso a exculparse achacando los males a otros, el fantochismo son características que no definen a todos los argentinos, pero que Maradona representa en caricatura payasesca y que la mayoría de la población, aquella misma incapaz de perder la fe en el peronismo, aplaude no con risas sino con perversa seriedad. El punto de partida es la negación de la realidad. Este es el terreno en el que opera Maradona y en el que su legión de devotos se adentra -como por ejemplo los 20.000 que fueron al aeropuerto de Ezeiza para darle las gracias tras la desastrosa actuación en el Mundial de Sudáfrica- para adorarle.

Esos mismos que disfrutaban como locos con las grotescas actitudes y dichos del ídolo -«¡que la chupen!»- fueron en manada a vitorearlo al llegar a Buenos Aires después de la goleada de 4-0 que Alemania le propinó, expulsando a su selección del Mundial. Presos de la nostalgia, no olvidan nunca que «ÉL» hizo el famoso gol con la «mano de Dios»; o sea que su mano y la mano de Dios son la misma mano. «EL» es uno con «DIOS». La manada entonces, mientras grita para adentro, «¡Si estamos unidos a Dios Maradona compartiremos toda su gloria!», grita para afuera: Maradooooooona, Maradooooooona. Y no olvidemos el dicho nacional, al mismo tiempo jocoso y lleno de convicción, «¡Dios es argentino!».

Diego Maradona fue un monumental jugador de fútbol. Pero la fama justificada no da títulos, ni derechos, ni conocimientos para opinar con absoluta certeza acerca de casi todo y al mismo tiempo desautorizar a todo aquel que no esté de acuerdo con sus ideas. En Argentina, mientras avergonzaba a algunos, hacía gritar de entusiasmo a muchos más. Creían, orgullosos, que unidos al » ídolo» todo el mundo «se la chupaba». En realidad el que se ha chupado todo, desde alcohol hasta cocaína, ha sido Maradona. Nadie lo acusa ni lo maltrata por su triste enfermedad. Solo se trata de señalar su soberbia desconsiderada, de carácter profundamente narcisista, base de sus penosas afecciones del alma, metáfora de la patología crónica de un país.

Hace 15 días Maradona dio su primera entrevista desde la debacle de Sudáfrica. El ex director técnico de la selección argentina, al que se le oyó diciendo minutos antes de aquel partido que su equipo iba a dar una lección de fútbol a los alemanes, no ofreció ni análisis, ni explicación por la derrota, salvo decir que el portero alemán estuvo «muy seguro» y después del 2-0 «nos vinimos abajo». Con un poco de suerte (la magia de la suerte lo abandonó, ¿el otro Dios estaba en su contra?) el partido se hubiera ganado. Culpa por el desastre no aceptó ninguna.

En cuanto a la victoria argentina 4-1 el mes pasado contra el campeón del mundo, España, bajo el mando de un nuevo seleccionador, confesó que prefirió no ver el partido. Claro. Porque ver aquel partido hubiera significado chocarse con la realidad y arriesgar salir del autoengaño enfermizo que le permitió afirmar en la misma entrevista que -avalado por el ex presidente Néstor Kirchner, que en una reunión la semana pasada le «felicitó» por el Mundial- él seguía siendo el candidato idóneo para dirigir la selección. «Daría la vida», dijo, «daría un brazo» por recuperar el puesto.

El fracaso de Maradona en el Mundial fue el espejo del fracaso de Argentina como país. Por un lado, una falta de rigor y humildad en la planificación; por otro, un derroche de los recursos disponibles. Talento sobraba, salvo que por amiguismo, ceguera, populismo patriotero o sencilla idiotez Maradona decidió no convocar a la mitad de los mejores; no solo no explotó los recursos que tenía, no los quiso ni ver. El nuevo seleccionador, Sergio Batista, puso en el campo contra España a cuatro jugadores básicos que Maradona ni siquiera había convocado para Sudáfrica y lo que se vio fue un equipo sólido que hubiera sabido competir contra Alemania, como contra cualquiera en el Mundial. Es decir, el sentido común existe en Argentina; solo que demasiadas veces, obliterado por la luz maradoniana, brilla por su ausencia.

En el sistema maradoniano solamente brilla la ilusión. Dentro de este sistema de pensamiento las cosas terminan no teniendo ni pies ni cabeza. Resultado: fracaso en la vida y arrastrando en el fracaso, en este caso, a la selección argentina, pero también se puede arrastrar a toda una nación. Recorriendo la historia del siglo XX sabemos la potencia destructiva de la ilusión cuando no es contrabalanceada por la realidad terrenal, nunca tan agradable ella como los espejismos de la ficción.

Cuando llevados por la fantasía se eligen directores técnicos o presidentes o sistemas de características populistas, autoritarios y antidemocráticos, con pocos pies sobre la tierra, el resultado inevitable es el fracaso. Un director técnico que no tiene ni ha tenido capacidad para manejar su vida, que además no es director técnico (por preparación) y por lo tanto al titularse así toma las características de un impostor, tuvo como resultado el descalabro de la selección argentina. Puede ocurrir nuevamente algo similar con la Argentina misma si los directores técnicos, léase la pareja que lleva siete años en el poder, siguen el camino compulsivamente repetitivo de la tergiversación permanente de la realidad. El endiosamiento de seres Ídolos-Dioses a los que no se debe criticar, como a Perón, Evita, Maradona, Cristina Fernández o Néstor Kirchner, intocables seres sin errores, lleva al fracaso reiterativo y doloroso que arrastra a millones de argentinos al sufrimiento. El granero del mundo se va convirtiendo en un país lleno además de granos de pústulas creadas por el sistema: fracaso, pobreza, desnutrición, inseguridad, criminalidad, destrucción de las instituciones, ataque permanente a la prensa opositora, ataque a la ley, destrucción de la educación (eso también) y llegamos entonces a que la fantasía de ser un pueblo «protegido» por los Dioses cae en una triste y ridícula realidad.

Las sociedades propensas a alimentar estas ilusiones, caen en la seducción hipnótica de líderes de estas características. Son sociedades cerradas, como dice Karl Popper, con un fuerte carácter autoritario, convicciones inamovibles y preponderancia al pensamiento mágico. En estos casos el horizonte de expectativas está absolutamente distorsionado por las ilusiones y las consecuencias se traducen en un sinnúmero de fracasos compulsivamente repetitivos. Decía Albert Einstein que la locura era repetir lo mismo una y otra vez, esperando diferentes resultados. Eso es lo que propone Maradona al reafirmar su derecho a dirigir la selección de fútbol. Al apoyar su estrambótica candidatura, los Kirchner, eso sí, están siendo consecuentes. Ellos también piden, pese al fracaso mundialista de su gestión, como el de los regímenes peronistas que los precedieron, que se prolongue su dinastía en las elecciones generales del año que viene. Es probable que lo consigan. Sería la victoria del pensamiento mágico maradoniano, sobre el que el sol de la bandera argentina nunca se pone.

Autor: John Carlin, periodista, vivió 10 años en Argentina; Carlos Pierini trabaja como médico psicoanalista en Buenos Aires.
El País, de España.

Tomé este texto para que nos sirviera como análisis de lo que ocurre en la religiones, en las sectas, en las creencias.
No tiene la intención de criticar a los argentinos, sino vernos a todos nosotros y descubrir cómo endiosamos ídolos, negamos la realidad, vivimos de ilusiones, fracasamos en aquello que podemos triunfar, etc.

Una piedra en tu camino, un tesoro en tu camino

En el país en donde los reyes solían ser sabios, una vez, uno de ellos colocó una gran roca en medio de un camino. Se camufló a un lado, para ser testigo privilegiado de las reacciones de la gente ante tamaña dificultad.

Muchos venían y la pasaban haciendo un rodeo.
Infinidad despotricaron y de paso echaron culpas al gobierno, a los dioses, a los astros, por provocar un disgusto en su transitar.
Multitudes giraban y regresaban, mascullando vaya uno a saber qué cosas.
Estaban los temerarios que se atrevían a escalar la roca, a riesgo de resbalar o cortarse, pero con la meta bien clara de cruzar a cómo diera lugar.
Un par se sentó a estudiar la situación, para finalmente darse por vencidos y volver por donde vinieron.
Ni uno, ni tan siquiera uno hizo nada para sacar la piedra del camino.

Pasado un largo rato, apareció un hombre que trató de mover la roca a un lado para así despejar el transito por el camino.
Empujó con empeño, se laceró un poco su piel, sudó la gota gorda, se cansó, pero al final la pesada piedra cedió y fue permitiendo que el hombre la corriera y abriera el camino.
Cuando alcanzó su objetivo altruista, desinteresado, generoso, falto de egoísmo, notó por primera vez que en la profunda marca dejada por la roca había un bolsita. La abrió y encontró un abundante tesoro junto a una carta escrita de puño y letra del sabio rey, quien quería recompensar de esta manera a la persona que resolviera el problema de la roca en el camino de tal manera de favorecer al prójimo sin esperar nada a cambio.

Contento, el buen hombre reforzó su creencia de que cuando se actúa con bondad, generosamente, no solamente se evaporan los problemas, sino que se obtienen enormes beneficios.

Analiza: ¿cuáles son los obstáculos en tu camino?
¿Cuál es tu patrón de conducta ante ellos?
¿Qué acción diferente podrías intentar para obtener mejores resultados?
¿Cómo podrías beneficiarte por beneficiar generosamente al prójimo?
¿Cuántas veces has fracasado por no encontrar que el tesoro estaba al disolver con tu capacidad la dificultad que tenías frente a ti?
¿Qué es el éxito verdadero?

Comparte con nosotros, si quieres, tus respuestas.

Ay… las buenas intenciones…

En un instante te presentaré un email que he recibido, muy importante y muy interesante.
Vale la pena tomarse el tiempo para leerlo y aprender de él.
Podrías salvar tu vida o la de alguna otra persona.
Luego del mismo, lo aprovecharemos para aprender acerca de otro aspecto de la vida, en ese caso el espiritual, que te dará posibilidad nuevamente de salvar vidas, no solamente en este mundo, sino en la eternidad.
Vayamos a la lectura detenida y consciente del email:

Errores comunes a la hora de dar PRIMEROS AUXILIOS

En un mundo ideal, todo el mundo estaría capacitado en primeros auxilios. Sin embargo, cada año mueren en el mundo miles de personas por desconocimiento de las primeras maniobras frente a una emergencia o -lo que es peor- por aplicarlas mal, basadas en ideas erróneas. Una firma de beneficencia británica, la St. John Ambulance, lanzó en Inglaterra una campaña para recordar qué se debe hacer frente a algunas situaciones muy habituales. Y elaboró una lista con los 10 mitos más comunes:

Mito/Error 1: La ambulancia llegará en un minuto.
No si usted acaba de llamarla.
Según Paula Casal, instructora de Primeros Auxilios de Cruz Roja Argentina, "en nuestro país, lo mínimo que tarda en llegar es entre 15 y 20 minutos. Por eso hay que activar el servicio de emergencias lo antes posible pidiéndole a alguien que llame al 107/911 o haciéndolo uno mismo".

Mito/Error 2: Es mejor no hacer nada antes que arriesgarse a empeorar las cosas.
"Si alguien está sangrando y uno no hace nada, puede perder demasiada sangre, entrar en shock y morir" recuerda Isobel Kearl, de St. John Ambulance. Si alguien está inconsciente y respira, pero no está en la posición de recuperación, puede atragantarse con su propia lengua o vomitar o tener un ataque cardíaco (la causa de muerte más frecuente en el mundo occidental en adultos mayores de 35 años).

Mito/Error 3: Si le sangra la nariz, hay que inclinar la cabeza para atrás.
Esto es lo que hace el 30% de las personas, según St. John Ambulance, aunque eso puede hacer que la sangre pase por la garganta y cause vómitos o coágulos que podrían llegar a las vías respiratorias. Lo que debe hacerse es inclinar la cabeza hacia adelante, tapar la nariz y respirar por la boca. Si sigue sangrando 30 minutos después, vaya a un hospital.

Mito/Error 4: Las víctimas de un ataque al corazón tendrían que acostarse en lugar de sentarse.
Una de cada diez personas creen que esto es una buena idea, pero que puede dificultar la respiración. "Las personas que cursan un ataque cardíaco deben colocarse en una posición cómoda para ellas; normalmente se sientan porque eso les facilita la respiración. Lo principal es que se queden tranquilas y de inmediato llamar a emergencias", advierte la instructora Casal.

Mito/Error 5: Si un brazo o pierna está sangrando mucho, hay que hacer un torniquete por encima de la herida.
Si bien el 58 por ciento de las personas cree que habría que proceder de esa forma, la medida es totalmente errónea. Es una maniobra que puede interrumpir todo el flujo sanguíneo y causar, además, daño a los tejidos. "Jamás se debe hacer un torniquete" dice Casal. Y agrega: "Lo que hay que hacer es una presión directamente sobre la herida con apósitos estériles y limpios para lograr que coagule y disminuya el sangrado", indica Casal.

Mito/Error 6: Nunca jamás se debe mover a alguien después de un accidente de tránsito, aun si no está respirando.
Está muy bien preocuparse por una posible herida en la columna (algo que haría el 43 % de las personas involucradas en un hecho de esa naturaleza), pero es más importante asegurarse que la persona respire. Si está inconsciente, compruebe que sus vías respiratorias estén libres inclinándole la cabeza hacia atrás y levantando levemente su mentón. Aunque haya riesgo de lesión cervical, siempre hay que priorizar las vías respiratorias.

Mito/Error 7: Si un chico toma lavandina hay que hacerlo vomitar.
Esto puede causar más daño cuando el vómito abandona el organismo. Según Casal, "ante una intoxicación, hay que llamar primero al Centro Nacional de Intoxicaciones y seguir sus indicaciones. Jamás hay que provocar el vómito, salvo que el cuerpo lo manifieste solo".

Mito/Error 8: Si alguien se está asfixiando porque se atragantó con algún objeto extraño, hay que ponerle los dedos en la garganta.
Eso haría que el objeto se vaya más abajo. Si está tosiendo, incentívelo a que lo siga haciendo porque ésa es la manera que tiene el cuerpo de expulsar los objetos que obstruyen el paso de oxígeno. Una vez que dejó de toser, y si sigue sin respirar y cambia el color su piel, realizar la maniobra de Heimlich, conocida también como "estocada abdominal".

Mito/Error  9: Si alguien sufre un ataque de epilepsia, hay que ponerle algo en la boca, una cuchara tal vez.
Nunca hay que colocarle algo en la boca mientras se manifiesta la convulsión: se estaría tapando la entrada más grande de aire. "No hay que pensar que se va a tragar la lengua: la lengua es un músculo que está bien adherido. Sólo hay que controlar la duración del ataque, colocarle algo mullido debajo de la cabeza para amortiguar el golpe y dejar que la convulsión pase sola. Luego llamar al médico", puntualiza Casal.

Mito/Error 10: Si alguien siente que se va a desmayar, debe colocar la cabeza entre las piernas.
Si lo hace, puede caerse para adelante. En lugar de eso, acuéstese y espere a recuperarse. "El cuerpo compensa sólo la falta de oxígeno en el cerebro por lo que, si se mantiene acostado, se le va a hacer más fácil al corazón bombear y así redistribuir la sangre oxigenada a todos los órganos", finaliza Casal.

Ay… las buenas intenciones…

Ya habíamos enseñado en otras oportunidades acerca del peligro que representan las buenas intenciones pero faltas de conocimiento.
La persona quiere obrar bien, hacer lo bueno, pero carece del conocimiento y preparación adecuadas, lo que suele terminar en agravar el conflicto o empeorar la situación.
Ejemplos abundan, en cada uno de los planos de la existencia.
Los diez mitos o errores que hemos publicado más arriba pueden servir muy bien para que lo confirmes. Tomo solo uno para recalcarlo, el del objeto en la garganta. El apuro, el deseo de colaborar, la buena intención, la ignorancia, el miedo llevarán a que el “buen samaritano” introduzca sus dedos en procura de extraer el objeto que obtura las vías de ventilación de la víctima. Pero, con tan mala “suerte”, con tan escasa ayuda del “destino”, que empuja más profundamente el objeto, haciendo imposible el rescate de la víctima. Por querer ayudar, resulta que mató a su desamparado. Y no es un cuento de ficción, ha pasado y sigue pasando. Pero, si el bien intencionado hubiera estado en posesión de conocimiento, seguramente hubiera intentado un procedimiento alternativo y con mayor efectividad.
En el plano espiritual, por supuesto que eso también acontece.
Ejemplos sobran, por lo que tomaré unos pocos.

1- Siendo gentil puedo (y debo) celebrar el SHABAT.

2- Puedo creer que Jesús fue un buen hombre, un ejemplo a seguir, quizás hasta una especie de Mesías; sin por ello creer en la trinidad, ni en que era un dios, ni patrañas por el estilo.

3- Puedo asumir que ser noájida es un escalón intermedio, una identidad incompleta, una escala en un viaje hacia mi conversión hacia el judaísmo.

4- ¿Qué hay de malo que “estudie” Torá, aunque la ley espiritual es clara al respecto de que como gentil no me corresponde?

Y así, tú y yo podemos confeccionar una lista de errores y mitos, que basados en buenas intenciones, terminan por llevar a la muerte (siempre espiritual y a veces también física) de quien camina en esta especie de oscuridad.
De paso, es frecuente que esos lidercillos enfermos espirituales/emocionales, que un día son pastores, al siguiente “rabinos mesiánicos”, luego cabecillas supuestamente noájidas y más tarde vaya uno a saber qué cosa, se aprovechen de los temores y buenas intenciones de quienes les prestan atención. Estos piratas de la fe, que navegan de un mar al otro, pero siempre diezmando y aprovechándose de la gente, insistan en fomentar mitos, inventen patrañas, repitan hasta el cansancio lemas enfermizos, manipulen y vejen sin compasión, y hagan que la persona no se sienta segura, sino con constante temor de esto o aquello y que por buena voluntad sigan esclavos de tales piratas de la fe.
Vamos, te animo a que elaboremos la lista y que resolvamos junto porqué no son siquiera opciones a tener en cuenta por aquel que ama la lealtad y actúa con fidelidad.
Te animo a que confrontes al estafador que te lleva de un lado para el otro, pero siempre con un mismo objetivo, dominarte, apoderarse de lo tuyo, ser quien decida por ti. Puede que a veces ceda algo, que te favorezca, que te haga un favor, pero no es otra cosa que una treta para que sigas empantanado y no puedas aspirar a ser libre, sino seguir sometido a sus malicias.

Buenas intenciones, cuando vienen clarificadas por el conocimiento, pueden resultar de mucho provecho.
Buenas intenciones, que vienen de la mano de prejuicios, de supuestos, de creencias sin sustento firme, entonces pueden resultar en un descalabro, y algunas veces no dañan.
Sí, las buenas intenciones sin conocimiento quizás hasta resulte bueno alguna vez, pero no tenemos cómo saberlo.

Llanto por una mujer

Pilar Rahola | 29/09/2010 |
Sabíamos que la iban a matar. Cuando Irán anunció que se había paralizado la lapidación, la premio Nobel Shirin Ebadi dijo: "No me fío. La matarán". Y así lo ha confirmado el régimen: no la lapidarán, solo la ahorcarán.
Teniendo en cuenta que Sakineh Ashtiani había pedido que no la lapidaran delante de sus hijos, la sentencia es un avance. Por supuesto el régimen ha armado todo un cuerpo legal para considerarla culpable, pero la crónica de su tragedia nos da la medida de la tortuosa perversidad de esta tiranía. Sakineh es una azerí del Azerbaiyán iraní que casi no habla persa. Cuando la sentenciaron a muerte, ni tan solo entendió la palabra árabe que utiliza el código penal iraní para la lapidación: rajam.
Fueron sus carceleros quienes le dijeron que había sido condenada a morir bajo las piedras. Durante todo el proceso su abogado fue perseguido, hostigado, se le impidió estar con Sakineh y finalmente, después del riesgo para su familia, huyó de Irán. Cinco horas a pie por las montañas y el resto a caballo, hasta llegar a Turquía, donde Amnistía internacional le ayudó a conseguir asilo en Noruega.
En una magnífica entrevista de Bernard-Henry Levy, Mohamad Mostafaei definió así a Sakineh: "solo es una mujer, una mujer sencilla, solo es una mujer".
El tribunal que la sentenció a muerte no encontró una sola evidencia, pero de los cinco miembros, tres eran clérigos radicales que la condenaron por su "íntima convicción" de que era una adúltera. Como dijo la propia Sakineh, "me matarán por ser mujer en un país que cree que puede hacer lo que quiere con las mujeres". Después de la campaña internacional para salvarle la vida, el régimen armó otra acusación contra ella, la obligó a autoinculparse de homicidio y el resto es conocido.
La horca será su destino. En la cárcel de Tabriz, dos mujeres más esperan la lapidación. Azar Baghri tiene 24 años y hace 10 que está en prisión. Casada con 14, la acusaron de adulterio y desde entonces espera ser lapidada. Para divertirse, sus carceleros le han hecho dos simulacros de apedreamiento.
Maryam Ghobaranzadeh, de 25 años, solo sueña que la ahorquen en lugar de lapidarla. Estaba embarazada y la forzaron a abortar con seis meses… En Irán las mujeres son consideradas maduras sexuales a partir de los 9 años, la edad en que pueden casarse y ser adúlteras.
Nadie sabe cuántas han sido lapidadas sin que se hay hecho público. La valiente disidencia iraní habla de muchas.
Sé que este artículo no tiene ningún efecto, solo es un grito. Pero al menos sirve para recordar que no todos somos cómplices del silencio con que Irán ampara sus crímenes. Un silencio que en España es clamoroso, no en vano no nos interesan las víctimas si no son palestinas, ni nos interesan los malos, si no son israelíes o yanquis. ¿Irán? Irán no cuadra en las fobias de lo políticamente correcto. Sus víctimas tampoco.

http://www.lavanguardia.es/internacional/noticias/20100929/54013980540/llanto-por-una-mujer-iran-azerbaiyan-amnistia-turquia-noruega-tabriz.html

Resp. 873 – gatas callejeras?

josefulvida nos consulta:

Estimado Señor

Querria saber si debo entregar dos gatas callejeras a las autoridades sabiendo que las van a esterilizar e incluso es posible que las sacrifiquen directamente sin buscarles un posible dueño, dado que no se dejan ni tocar

Vienen a diario a la comida que les dejo en el jardín de mi casa pero dentro de poco me marcho de la ciudad y sé que pueden morir de hambre solas

Gracias por su consejo pues se me entristece profundamente el corazón sólo de pensar cuando me marche

jose gonzalez 41 tecnico de calidad madrid españa

Seguir leyendo Resp. 873 – gatas callejeras?