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¿Cuándo vamos a aprender?

Es común creer que no hay solución para los problemas. Basta que nuestra comodidad se vea amenazada por alguna «gigante» crisis que nos haga perder el sueño. También es muy común que la gran mayoria de las veces la solución esté delante nuestro, pero no la vemos y cuando lo hacemos nos reimos por no haberlo hecho antes.

¿No crees que es curioso que el 99% de las veces que tuviste alguna contrariedad ha pasado igual? Y más curioso es que el 99% de las veces creíste que no existía solución. Siempre es lo mismo: Problema – Solución – Problema-Solución… ad infinitum.

En fin, por cada 99 problemas que surgieron, también hubo 99 soluciones, una para cada uno.

Piensa: ¿Cómo vas a actuar ante la próxima adversidad?

¿Qué te hace pensar que el problema que tienes carece de solución?

¿Por qué desconfias?

Hacer como si todo estuviera bien.

Pero, ¿qué hácer mientras nuestra capacidad de ver «más allá de lo evidente» se activa?

Procurar actuar como si nada malo estuviese pasando. En realidad nada malo está pasando, sólo sucede que lo bueno está ausente o viene en camino o ya llegó pero no lo ves todavia.

Piensa, ¿por qué no ves el bien que está delante tuyo?

Tres posibles razones:

1. Estás culpando a otros por lo que es tu responsabilidad

2. Estás haciendote la victima

3. Estás quejándote

Así es, tu actitud determina el momento en que tus ojos se abrirán y serás capaz de ver la tan anhelada solución.

Entiende que se hace necesario salirte de ti mismo,  es obligatorio que te des-en-si-mismes. ¿Cómo lo haces?

Sencillo: HAZ ALGO POR OTRO.

Ejemplo: En lugar de comparar tu vida con la del mendigo que se sienta todos los dias en la plaza a esperar que alguien lo ayude, es mejor que vayas a la panaderia, compres algunos panes y se los des a ese hambriento personaje.

Ejemplo: En lugar de llegar temprano a encerrarte en tu habitación a pensar en el problema, es mejor que llegues a hablar con los tuyos de cualquier cosa menos del problema.

Recuerda, la idea es que te salgas de ti mismo para que seas capaz de ver dónde está la solución.

Una cosa más

No esperes que la solución te sea enviada completa. Dios no es un repartidor de cajitas felices ni de combos.

Si el problema es falta de dinero y la solución es trabajar, es probable que el medio para llegar a obtener ese dinero sea un empleo y eso te sea enviado. ¿Captas cómo se resolverá la situación?

Hay miles de ejemplos, circunstancias y situaciones.

Finalmente, ¿has notado que cuando resuelves un problema no dejas de sentirte tonto (a) por cómo actuaste? Eso es porque acostumbramos a actuar tontamente cuando las cosas se salen de nuestro control.

¿Qué vas a hacer la próxima vez que tengas un problema por delante?

Te saludo con un fuerte abrazo!