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Des-religion-arse

A mí me gustaría cantar victoria en una proclama de no haber sido nunca religioso; de no haber creído nunca en ningún dios o religión que afectara mi conciencia de ser, mi forma de pensar-razonar, o mi forma de actuar.

Y estoy completamente seguro que muchos quisieran pensar como yo. El creer que se nació sin influencias parentales sobre ningún dios y ninguna religión para muchos de nosotros resulta como una medalla que con gusto llevaríamos casi que encarnada.

Y de hecho si hubiese sido así, si no hubiésemos recibido, como herencia y tradición, la religión y a dios, y si no hubiéramos tenido influencia de ninguna religión en ninguna de nuestras edades y etapas, ¡! Que alturas personales y sociales hubiésemos alcanzado ¡!

Seguramente estaríamos viviendo niveles de conciencias inimaginables, casi de ciencia ficción. Probablemente hasta físicamente fuésemos diferentes por no tener prejuicios que hayan detenido el proceso evolutivo, o científico, tecnológico, o ético, o vaya a saber qué.

A ciencia cierta hasta los sistemas políticos y jurídicos hubiesen sido distintos por haber sido céntricos en los derechos y deberes inalienables al ser humano, que no nacieron ni van a acabarse, sino que siempre han existido por ser inherentes a la condición humana. Que ningún dios se los dio y que ninguna religión reafirmó, sino que el hombre descubrió; tal y como descubrió la ley de la gravedad.

¡! Y ni hablar de la historia ¡! Cuan diferente hubiese sido la historia de la humanidad de no haber existido nunca la religión y su infeccioso dios. Creíblemente hoy fuésemos miles de millares de personas habitando nuestro planeta… y quizás en unos cuantos otros mundos tambien ¡¡ Con toda seguridad el computo de los años y las eras partirían del año cero del nacimiento de la primera persona, y fuese una celebración mundial (y planetaria) cada cumpleaños del hombre ¡¡. (Y si el que me lee quiere acompañarme en mi viaje utópico, le invito a que responda en los comentarios a la pregunta donde estaríamos hoy sin religiones).

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Y mi país… ¿Dónde estaría mi querido país sin la religión y sin su dios? Para serles sincero no puedo imaginar a mi patria sin dios, sin j-sus, sin la virgen, sin iglesias; porque todo su sistema político y de gobierno, toda su idiosincrasia e identidad se formó en torno a la religión y a su pestilencial concepto de dios.

¡¡ Que daño hace la religión en la capacidad creativa de la persona, que ni siquiera sea capaz de imaginar un país sin religión !!

Fin de mi sueño utópico. Porque la verdad es otra. Por más que se defienda el hecho de que algunos nacimos sin religión y sin dios, y pretendamos llevar esa medalla con orgullo, lo cierto es que estamos infectados de ella y de él.

Si no nos infecto la familia con religión y su dios, lo hizo la sociedad. Los 5 planos de la existencia de la persona [1] desequilibrándose y en caída libre hacia planos más inferiores que el de los animales por el hecho de haberse contaminado la conciencia del hombre con religión.

Porque la religión y su dios no dieron tiempo de que el ser humano pudiera haber explorado y explotado sus planos de existencia en toda sus dimensiones.

El prejuicio religioso castró a la persona de sus capacidades antes de que el ser humano supiera de ellas.

La religión y su dios nos convirtieron de seres humanos-personas [2], a algo parecido a un chimpancé con menos pelo, con lóbulo frontal y un poco más pensantes que un animal; con la chispa divina virgen e inalcanzable por estar en potencia las capacidades propias de la condición humano-persona, aun después de milenios de evolución.

Nuestro propio retraso, el personal y el colectivo, como sub-producto de la religión y su dios, es nuestra propia evidencia de lo infectado que estamos, aunque nos mofemos de no haber sido influenciados por la región y su virulento dios. Porque uno de mis mejores argumentos para coronarme como el no-creyente que siempre he creído que soy, se me cae cuando recapacito sobre lo influenciado que sigo estando de la religión y su emético dios.

Pero no todo tiene que ser lamentaciones y revolcones rabiosas sobre lo mal que seguimos estando. Porque negar la realidad no es sinónimo de que ésta deje de existir, ni admitir la realidad sea sinónimo de cambiarla. Hace falta hacer uso de los otros recursos humanos para regresar al estado original que tuvo la persona humana antes de su infección de religión. Un ejercicio que propone los que saben es el auto distanciamiento y la auto trascendencia (capacidad de verse objetivamente para corregirse y superarse. Y me disculpa por favor Dr. Frankl si estoy haciendo uso de su metodología ignorantemente).

Personalmente, no he encontrado mejor ejercicio para un auto distanciamiento y la auto trascendencia que las preguntas existenciales. Esas que no tienen respuesta de “si” o “no”, de “cierto” o “falso”, ni tienen respuesta inmediata; sino que su respuesta se construye en tiempo real. Preguntas existenciales tales como: ¿Quién soy?, ¿que soy?, ¿dónde estoy?, ¿para donde voy?, ¿quién es mi prójimo?, ¿cuál es mi deber?, ¿cómo hay que responder?, ¿qué es ser responsable?, ¿qué es ser consiente?, ¿qué es ser persona?,¿ qué es el bien?, ¿qué es ser bueno? etc, etc

En conclusión, no es nuestra culpa la deformación física, emocional, social, intelectual y espiritual que hoy en día nos aqueja debido a la de la religión y su dios; pero es nuestra responsabilidad des-religion-arse con el objetivo de llegar a ser lo que alguna vez fuimos antes del cáncer religioso; y no segur siendo religiosos cayendo en el autoengaño de que no se es.

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[1] http://serjudio.com/creencias/planos-de-religiosidad

[2] http://serjudio.com/dnoam/rap140.htm?hc_location=ufi , http://serjudio.com/rap2851a2900/rap2868.htm?hc_location=ufi

Realmente libre?

Esta es una observación del Dr. Viktor Frankl, de lo que les sucedía a los prisioneros judíos, especialmente en su psiquis, luego de ser liberados del peor campo de concentración:

“…En terminología psicológica lo que le sucedía a la prisioneros se denomina ¨despersonalización¨… Sería un error creer que un prisionero liberado no necesitaba ya ninguna atención. Hemos de tomar en consideración lo siguiente: una persona sometida a una tención psicológica tan tremenda y durante tanto tiempo corre un cierto peligro en el momento de la liberación, especialmente si esta se produce de forma brusca. Este peligro (desde el ángulo de la psicohigiene) es la contrapartida psicológica de la aeroembolia. De la misma forma que un buzo-sometido a una intensa presión atmosférica- correría serio peligro si se sacara la escafandra de repente, de la misma forma el hombre liberado repentinamente puede sufrir un daño en su salud Psíquica…”   [1]

Según las apreciaciones clínicas del Dr. Frankl, una persona que ha estado sometida durante algún tiempo a cierta presión psicológica (como por ejemplo la presión de la religión de turno) de la cual ha sido liberado por otros o por él mismo, necesariamente requiere un proceso de “descompresión controlada”; algún proceso de reajuste en sus ideas, conceptos o apreciaciones de las que fue sometido y que ha aceptado como verdades absolutas.

El panorama del liberado de la religión es claro: se encuentra en el estado de vulnerabilidad más alto del que puede suponer. Sin ningún tipo de ayuda que le guíe en su proceso de desintoxicación religiosa convertirá su recién encontrada y virgen identidad, en una apayasada parodia de la identidad judía, como triste secuela del desequilibro psíquico.

El peligro que corre en apayasar la identidad no-judía se evidencia al negar el auxilio y la ayuda en conocer y desarrollar la propia identidad. Se sigue creyendo, suponiendo y actuando con una ideología religiosa (cristianizada en la mayoría de los casos), sin desarrollar una línea de pensamiento autóctono, propio e independiente de las religiones.

Se sigue neciamente con conceptos heredados de las religiones sin provocar un desligue violento o paulatino de esas ideas; y para colmo de males, religiosos disfrazados de noajidas y judíos, impiden la purga mental al ofrecer librejos, enseñanzas en videos en Facebook desde ciudades santas, y cuanta tontería se les ocurra.

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Conceptos de paraísos, espiritualidad, dios, mandamientos, obediencia, etc, siguen viciados con religiosidad por las personas que han sido liberadas de sus filas; restando importancia a preguntas existenciales tales como: ¿Quién soy?, ¿que soy?, ¿dónde estoy?, ¿para donde voy?, ¿quién es mi prójimo?, ¿cuál es mi deber?, ¿cómo hay que responder?, ¿qué es ser responsable?, ¿qué es ser consiente?, ¿qué es ser persona?,¿ que es el bien?, ¿qué es ser bueno? etc, etc…; preguntas que nos ayudarían a (re) construir nuestra propia identidad sin copias y sin parodias.

En la medida que nos volvamos conscientes de la identidad no-judía, necesariamente y como consecuencia lógica tendríamos que asombrarnos las profundidades que eso implica [2], y no buscar la asimilación con la identidad judía.

Este sitio funciona como auxiliar terapéutico en el proceso de reencuentro de la persona con él mismo. Es claro en la diferenciación de las identidades judías y no-judías. No son iguales ambas identidades, ni admiten mezclas extrañas de una hacia la otra; ambos (judíos y no-judíos) coexistimos en este mundo con un mismo fin, pero con diferente marco normativo; aunque para algunos afectados por la descompresión descontrolada a que fueron expuestos cuando se liberaron no lo quieran aceptar.

 

 

[1] El Hombre en Busca de Sentido. Viktor Frank. Pag 112-113

[2] http://serjudio.com/sitra-ajra/idolatria/noajismo-tambien-en-antiguas-enciclopedias-judaicas#comment-11105?show=1

ALZO LA VOZ

Hace poco se publico en serjudio.com un artículo que surgió debido a un E-mail que fue enviado al señor Ribco plagado de una intolerante violencia[1], y que me hizo pensar (y recordar) los múltiples ataques que ha recibido tanto el More Ribco como también el profesor Ortiz[2], a través de décadas de servicio gratuito y desinteresado que han brindado en serjudio.com y en Fulvida.com.

Pero también me ha hecho pensar la posición de indolentes y pasivos en que muchos de nosotros los no-judíos[3] nos atrincheramos, mientras observamos como a ambos los han querido conducir al “paredón de fusilamiento” debido a sus luchas para que el espíritu humano no se extinga en los hornos de la religión.

Hemos sido muchos (cientos, miles o millones; no lo sé) los no-judíos que nos hemos visto beneficiados de manera gratuita. Unos han abandonado sus vicios eclesiásticos, otros han encontrado sendas apropiadas para la vida; unos otros han confirmado sus sospechas razonadas de que la religión de turno los estaba estafando (y matando literalmente), mientras que otro tanto han encontrado una fuente de Moral y de Ética (¿y por qué no decirlo? de espiritualidad también. Porque bueno… hasta los ateos nos hemos espiritualizado).

Pero lo cierto es que sin obligación alguna, el compromiso de ambos ha sido notablemente visible a lo largo de los años.

¿Será que el judío tiene obligación con un no-judío de mostrarle su camino e identidad, y tras de eso soportar sus insultos?

No. Suficiente con sus propias obligaciones. Es más, en el caso del señor Ribco, sus padres milenios antes lo comprometieron con un adeudo serio con Dios, Israel y con él mismo[4] ¿Qué se gana con una obligación “de hecho” y no legal que ha asumido para con el no-judio? Nada, exceptuando el cariño y amor de muchos.

Y del Profe Ortiz, ¿tendrá obligación para con el no-judío también, en mostrarle la senda correcta; la vía jurídica divina de su proceder y vida?

Tampoco. Suficiente con las obligaciones divinas y legales que ha asumido para con él, su familia, y su identidad. Y al igual que el More, el profe Ortiz no gana nada, exceptuando el cariño y amor de muchos.

Pero como en ambos casos, por los buenos sentimientos de unos despiertan el lado negativo en otros.

¿Y por qué?

Envidia en el caso de Yehuda pareciera ser la respuesta[5].

Estar chismeando en lo que hace el profesor pareciera ser la respuesta en su caso[6]

O tal vez, eso es lo que personalmente quisiera yo creer.

Pero sea cual sea la respuesta a tan innecesarias preguntas, lo cierto es que nuestra posición no debería ser pasiva, observadora, arremetedora de inactividad, de espectador circense.

Hoy en día, somos más que hace décadas atrás. Ya tenemos una voz más fuerte y sonora por ser muchos los que defendemos nuestra libertad que como no-judíos tenemos.

No deberíamos permitir más esos arremeteos de violencia que quieren callarnos o intimidarnos; ni contra Yehuda, ni contra el Profe, ni contra de ninguno de nosotros.

Y que éste sea uno de muchos de los artículos que alzan la voz.

 

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[1] http://serjudio.com/sitra-ajra/jesus/malabares-del-circo-religioso

[2] http://serjudio.com/personas/re060306.htm  solo por poner un ejemplo de los muchos más que se pueden leer en la página web de antaño http://fulvida.com/nosotros/sernoajidacom/

[3] Si me permiten, usaré el término “No-Judio” en lugar de otro, para incluir a todos lo que se han beneficiado de las paginas web en mención. Sea los que creen que el noajismo o judaísmo es una religión, lo que hacen de ambas identidades una religión, lo que nos hemos identificado a pesar de no tener una religión, los que tienen religión y a pesar de eso nos siguen leyendo, los que se han identificado como noajidas pero se comportan como religiosos, los ateos, los agnósticos, los cristianos, los musulmanes, los judíos, y todos aquellos de todas formas siguen visitándonos y beneficiándose del buen alimento que ambas paginas desinteresadamente tiene servido.

[4] “…Los judíos, recién liberados de la esclavitud de Egipto, vieron a los Cielos y dijeron al Eterno: ‘Si Tú nos entregas tu Torá, nosotros te entregamos a nuestros hijos’. Respondió Dios: ‘Ya que ustedes me ofrecen a vuestros hijos, Yo les entrego mi Torá’”. Rabbi Meir en http://serjudio.com/personas/pueblo-judio/secreto-de-continuidad

[5] http://serjudio.com/sitra-ajra/idolatria/¿que-descendio-para-los-gentiles-en-sinai-cuando-descendio-la-tora-para-los-judios

[6] http://fulvida.com/2013/01/08/el-no-vivo/

Enemigos de Dios

[1]“ …(Al Monte Sinaí) no se le denominó “monte de la luz”, ni “monte del encuentro con Dios”, ni “monte de la recepción de la Torá”… se le llamó y se le conoce luego de milenios como “monte donde descendió el odio/envidia de los gentiles en contra de Israel“…”

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Parece impensable que alguien, en su uso de razón y lógica, se declare enemigo de Dios.

Algunos posiblemente no han medido las consecuencias de sus palabras; otros se han declarado enemigos de Dios y los judíos abierta y conscientemente por razones ideológicas o políticas [2] .

Pero lo cierto es que la gran mayoría no lo hacemos por temor, otros por prejuicios religiosos, otros por su ateísmo, o bien, por las razones que convengan.

Lo cierto es que en nuestra Tora, la de los Hijos de Noe, existe un mandamiento que explícitamente prohíbe la blasfemia, donde no solamente debe de entenderse como inadecuado referirse (o específicamente actuar) negativamente hacia el Creador, sino que además reglamentariamente puede entenderse como prohibitivo constituirse enemigo de Dios y de sus elegidos[3]

Pero por otro lado resulta totalmente ilógico que alguien se quiera constituir enemigo de Dios o los judíos, y que ponga la razón que quiera el lector

Resulta ilógico e innecesario constituirse enemigo con alguien a quien no va vencer, ni con otros que posiblemente no le han declarado la guerra primeramente.

Pero parece que la cosa no es tan simple.

Pues si objetivamente la cara que mostramos a la sociedad es ser socios de Dios y los Judíos, subjetivamente y en nuestro mundo interno y de sentimientos existe grados de disconformidad con lo que somos. Disconformidad que nadie quiere aceptar, pero que los hechos externos los ponen en evidencia.

Pareciera que las palabras de los sabios que se mencionan el texto trascrito arriba son atemporales, ya que están completamente vigentes al día de hoy.

Seguimos envidiando, odiando, maldiciendo y celando a Israel, a Dios y a los Judíos; pero no de forma expresa y explicita; sino que camuflada por actos inconscientes, o bien intencionados, pero lo que demuestra es celos por la tradición judía, sus costumbres, historia, nacionalismo y unión.

Seguimos guerra contra Dios, los judíos y la Torá cuando “de facto” insistimos en usar nombres judíos, comprar cosas judías, imitar a los judíos, querer ser judíos por “amor” a Dios, por creerse judíos mesiánicos, por negar las leyes universales, por ver el Código Noajido soso o escaso en comparación a la Tora de Israel, por negar la identidad, y por otras razones más que dejo abiertas como “Numerus apertus” para los que quieran poner sus opiniones en los comentarios.

Porque lo que refleja algunas actitudes de TODOS nosotros es una lamentable envidia y un lamentable celo, que lejos de una sana admiración por la fortaleza judía que ha soportado de todo, nos carcome la pasión insana por formar parte de ellos (aunque fuese un poquito) a cualquier costa o precio, porque no nos queremos e invalidamos nuestra identidad y, por ende, no los queremos pero deseamos su identidad, sus tradiciones, sus fiestas, sus dichos, sus nombres, sus costumbres… deseamos ser ellos y no nosotros.

En definitiva, no nos gusta ser nosotros y queremos ser ellos. Así usamos sus dichos, sus locuciones idiomáticas, los nombres que utilizan para referirse a Dios[4] en los actos propios de sus costumbres y obligaciones, etc; que reflejan una pasión celosa y envidiosa que hay que admitir, erradicar y corregir con alguna humildad y con la ayuda apropiada.

Antes de terminar, y antes de cualquier (contra)ataque, quiero aclarar que lo que escribo es para llamar la atención hacia lo que por derecho nos corresponde.

Tenemos una identidad que hay que nutrir, hacer valer, dar a conocer, ejercer y desarrollar; tenemos un Compendio Legal que, al igual que el de los judíos, fue dado divinamente; tal vez no a 3 millones de personas, pero sí a las UNICAS personas que existieron en su momento de dación.

Y en la entrega de la Tora Noaj, no descendió la envidia; sino el Derecho y la Justicia; la identidad y el sentido de la existencia; la fórmula del paraíso y de la Era Mesiánica:

http://fulvida.com/2008/03/27/un-texto-fundamental/

Queda en nosotros su robustecimiento

Y que sirva yo de mal ejemplo si fuera el caso, pero hagamos algo.

Gracias por sus comentarios, observaciones y opiniones.

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[1] El resaltado en negro es del original. http://serjudio.com/sitra-ajra/idolatria/¿que-descendio-para-los-gentiles-en-sinai-cuando-descendio-la-tora-para-los-judios

[2] http://serjudio.com/sitra-ajra/idolatria/¿que-descendio-para-los-gentiles-en-sinai-cuando-descendio-la-tora-para-los-judios

[3] Véase a modo de ejemplo los reglamentos del 1 al 8 sobre la Ley de Prohibición de la Blasfemia, en  http://fulvida.com/2008/02/01/reglamentos-de-los-mandamientos/

[4] En estos momentos acabo de ver en mi Facebook una invitación realizada por un grupo de noajidas que en propaganda a su reunión, postearon una fotografía donde se utiliza el nombre de Dios que en lo personal no creo que debiera de usarse.

El Yo Verdadero y el Sentido de la Vida.

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El Ego fue nuestro mejor aliado. De eso no me queda la menor duda, y gracias al cielo y al Ego, logramos sobrevivir. El problema comienza cuando la persona se transforma en un Ególatra que piensa, actúa, vive y respira creyendo que el universo conspira para la propia infelicidad. Esa transformación a la egolatría no se dio de una noche a la mañana; fue producto de impotencias sentidas, conductas aprendidas, respuestas de otros y propias ante las necesidades; la escuela, el colegio, etc, etc, y tiempo; hasta (de) generar en una “máscara”, alguien que creíamos que era Yo.

Súmele a eso la ignorancia de otros, cuando nos decían: “tiene el temperamento de papa”; “el carácter de mama”; “la personalidad del abuelo”, “el pensamiento de la abuela”; así ad infinitum.

Nos hicimos una careta por medio del propio EGO (y otros nos ayudaron a crearla); una personalidad distinta a nosotros, un “alguien” totalmente amorfo, que no era nosotros.

No nos enseñaron, ni quisimos aprender, a conocernos o descubrirnos quienes somos en realidad.

Y viendo la situación con lupa, cuando alguien se enoja, teme o se ansía, no es ella misma la que sufre tales desbalances, ¡! son algunas de sus caretas, de sus muchos “Yoes”, sus muchos papeles, lo que se ven amenazados ¡!

Piénsalo un minuto, cuando te enojas por ejemplo. ¿Por qué te enojas? Probablemente, y con la sinceridad del caso, fue por algo que ha puesto en riesgo alguna de tus máscaras, de tu posición, del juicio social, de tu fe, de tus propias habilidades para sobrevivir, de la imagen que otros tienen de ti, de la seguridad que pretendes; de alguna de tus caras.

Ante el propio reconocimiento doloroso de la propia egolatría y de las muchas caretas (personalidades, yoes, etc) que se han ido formando, se puede tomar una decisión: el fin de los “estados de ser” que los muchos “Yoes” han hecho que seamos, e iniciar el éxodo hacia el Yo Autentico, personal e individual.

Esa decisión tiene una trascendencia suprema.

Si se decide por el re encuentro del  propio Yo (el Autentico), se utilizarán los “Yoes Vividos” como medios para tal fin.[1]

Pero esa no es la trascendencia aún; esa decisión sigue siendo un medio para un fin mayor.

El fin mayor es que solamente siendo su “Autentico Yo” se podrá construir el  ¡¡ Sentido Último de Vida Propia¡¡[2]

Vivir, estudiar, trabajar o hacer cualquier tipo de actividad para ser millonario, viajar por el mundo, para tener seguridad económica y ninguna dolencia, o para tener alguna posición social suena muy tentador[3]; pero !¿tener una vida con sentido?¡ eso supera cualquier expectativa mundana ¡

No se puede construir una vida con sentido desde una perspectiva irreal, desde las caretas, modos, posiciones o desde lo que sea que creamos ser, o nos impusieron ser, o nos entrenamos a ser. Desde el “Yo Vivido” buscamos seguridad, poder, control. Un imposible de alcanzar porque vivimos en medio de la inseguridad. Es por eso de tanto desatino emocional y frustración existencial. No se cumplen las expectativas personales por ser imposibles.

A este prototipo de personas la Logoterapia, benevolentemente,  las diagnostica como neuróticos enfermos con el Trastorno Obsesivo Compulsivo[4]; pero la Cabalaterapia profundiza al punto de diagnosticar, escalofriantemente, a la persona como “alguien sin amor[5]

Desde las caretas que creemos ser (social externada a otros, o imaginativa que nosotros mismos nos proyectamos) es donde se va a creer tener el falso poder o falso control; y se va a ejercer ese poder para mantener la careta. El Ego auxiliará a ello.

Hace poco sentí impotencia de ver amenazada una de mis tantas caretas que no era yo. Una de esas que proyecto a la sociedad, que me he llegado a creer que soy y que me da “poder”.

“Neurótico Obsesivo Compulsivo con des amor” me hubieran diagnosticado ambas escuelas; y aun así, describen un “Yo” que no soy yo.

Construir una vida con sentido implica muchas decisiones. Conocer el Ego, reconocer (volver a conocer) su verdadero Yo, y aventurarse en la construcción del sentido de la propia vida sin caretas, sin “yoes vividos” ¡

Decisiones…

(Escribo en mérito de la señora Luz Montiel M. 1923 – 2014. Su vida dio sentido a su propia existencia.)

[1]“.. Por tanto, es menester adentrarnos, conocernos, … Fortalecernos, comunicarnos auténticamente, ser buenos, ser justos, ser leales, dejar de lado las tretas de Esav, pero no para destruirlo, sino para encausarlo, dirigirlo, canalizar sus acciones para la construcción de Shalom. Pero, si somos débiles, si permitimos serlo, entonces Iaacov se esconde, se disfraza de Esav, se pierde la chance de ser auténtico. Si rechazamos conocer nuestro Yo Auténtico, entonces terminamos siendo solamente Yo Vivido…Usar la Comunicación Auténtica y no los modos propios del EGO. Tal es la tarea que debemos aprender. No es fácil, en ningún lado se prepara a la gente para buscarse y encontrarse. No hay escuelas, aún, que enseñen a valorar el Yo Auténtico, entrenar el Yo Vivido, andar por los caminos de Luz del Eterno. ..Es hora de dejar de ser Esav, de presentarse como él, de hacerse pasar por él. Es hora de saber nuestra médula, amarnos, conocernos, cuidarnos, ser Iaacov, en paz y trabajo en conjunto con Esav…” (http://fulvida.com/2011/11/20/ego-y-yo-en-la-parash-toldot/)

[2] http://serjudio.com/rap451_500/rap479.htm

[3] http://serjudio.com/rap3401/rap3440.htm

[4] “…en algún otro lugar he comentado que entre los pacientes obsesivos-compulsivos es típico que se vean dominados por el deseo..de saber al 100% que a través de sus actos de cognición y decisión conseguirán estar seguros de algo..” (Dr. Viktor Frankl. “El Hombre en Busca de Sentido Ultimo. El Análisis existencial y la conciencia espiritual del Ser Humano”. Pag 97.)

[5]  Resulta impactante como en la Cabalaterapia el “amor” se denota  mas allá de un sentimiento humano, trascendiendo el termino a casi un lenguaje, parecido a cualquier otro medio de comunicación, oral y escrito, humano, pero con la diferencia de que es universal e impacta a todo (a la materia, a la energía, a las personas, a otros seres vivos, etc). Recomiendo la lectura integral de: http://serjudio.com/exclusivo/cterapia/parashot-ajar-mot-y-kedoshim-5770-el-ego-el-yo-autntico-y-el-yo-vivido

No es decidir Ser, es decidir Hacer

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Usted no decide quién es; usted hace quien es.

Usted hace su identidad; o mejor aún, descubre sus potencialidades (y su “Yo Verdadero”) construyendo cuando decide hacer.

No me refiero a crear una careta más de lo que se ha denominado el “Yo Vivido[1] , porque los límites de la acción están claramente definidos[2]

Me refiero a las decisiones que se toman para la vida propia, que hacen que la vida que ha llevado tenga múltiples sentidos  porque involucran a terceros. Esas otras personas ayudaran a revelar su Yo Verdadero, y probablemente la relación sea mutualista: usted le ayudara a los otros a encontrarse con ellos mismos.

Probablemente nunca nos encontremos en la soledad, en la quietud,  en la solitaria meditación o reflexión, o en la paz sepulcral del ascetismo que advirtió el Rabí Moisés Ben Maimón[3]; sino que las decisiones que se tomen y que involucren a otros correrán la cortina que oculta quien realmente es uno.

Tal vez eso le ocurrió a Iosef. Posiblemente sabía que era hebreo; pero no fue sino hasta que empezó nuevamente a relacionarse con sus hermanos que recomenzó a comportarse como un hebreo, como lo que en realidad era. No era el político que había aprendido a ser, sino el hebreo que nunca dejo de ser[4].

¡¡ Son las decisiones personales que ejecutadas involucran a terceras almas donde se da el milagro ¡¡ Su verdadero Yo empieza a reflejarse en su cara ¡¡

Tal como lo expuso el Profesor Ortiz cuando dijo:

“..Al noajismo le gustaría que te apasione dar caridad, visitar a los enfermos, evitar los chismes, decir la verdad en tu declaración de impuestos. El noajismo estaría encantado si tú hicieras esas acciones desde tu corazón. ¿Pero qué pasa si tu corazón no está puesto en ello? ¿Qué pasa si realmente no tienes ganas de hacer una de esas buenas acciones? El noajismo dice: Hazlo de todas formas. ....”[5]

Todas las acciones que describe involucran a terceros. Pregúntese, ¿Por qué hacerlas de todas formas, si no quiero hacerlas? Yo respondería: porque se encontrará a usted mismo.

Y es que el egoísmo que reina en el hombre moderno, nos hace vivir aislados, de nosotros y de otros. Como mecanismo insano de protección ante la amenaza y la violencia que anuncian los medios de comunicación. Como respuesta al miedo de enfrentar la vida con sus vaivenes.

Cada vez menos familias, menos empresas, menos negocios pequeños, menos proyectos, menos espacios públicos, menos personas… Y más exilio personal ¡¡

¡! Cuando odio yo a la humanidad ¡! ¡! Pero cuanto la necesito ¡!

Del Doctor Viktor Frannkl he aprendido que es la vida la que pone en encrucijada al hombre para exigirle que dote de sentido una existencia responsable[6]. Pero esa exigencia de la vida no es optativa o facultativa; es un deber imperativo; una orden divina expresada e impuesta sin el mínimo parecer humano; orden que hay que cumplir si es que el hombre pretende el fin de su exilio:

“…. Pero, cuando se ingresa al campo de las acciones materiales, se establece lo que es norma: Hombre, ya que existes…cumple la función para la cual has sido creado…has todo lo que puedas por ser quien puedes llegar a ser…constrúyete a cada instante, no te abandones en la indolencia o el pesimismo o el vacío idealismo, porque si así hicieras…es mejor que no hubieras sido creado…” [7]

Pregúntese: ¿Cómo voy a saber mi función en soledad? ¿Cómo voy a saber quien puedo llegar a ser en el ostracismo? ¿Cómo me voy a construir alejado de otros?

En definitiva, uno se construye en sociedad, se descubre disponiendo decisiones que afectan a otros; creando situaciones que potencian reflejar su verdadero Yo.

A poco tiempo de acabar otro año civil, buena resolución sería iniciar con las decisiones personales y colectivas. El resultado va a ser su propio redescubrimiento.

Yo mismo tengo que decidir querido amigo.

¡Y que el cielo nos ayude ¡

(Escribo esto en merito de Doña Luz Montiel. Que en paz descanse. Espero volverte a ver algún día)

[1] http://serjudio.com/exclusivo/cterapia/lo-ms-autntico-de-ti-es-lo-que-menos-eres

[2] “…¿Cómo vivir realmente como una persona de bien?.. Siendo Dios el Bien, ¿cómo serLe fieles, y por lo tanto conducirnos realmente como personas de bien?…La fidelidad a Él se manifiesta a través del apego total y responsable en el cumplimiento de los preceptos que Él nos ordena cumplir (7 para los gentiles, 613 para los judíos), tal como fuera dicho: «Guarda y obedece todas estas palabras que yo te mando, para que cuando hagas lo bueno y recto ante los ojos del Eterno tu Elokim, te vaya bien a ti, y a tus hijos después de ti, para siempre.» (Devarim / Deuteronomio 12:28)..” . (Yehuda Ribco, http://serjudio.com/rap1501_1550/rap1507.htm. El resaltado en negro es del original)

[3] “…la Torá nos perfecciona, tal como atestiguó un profundo conocedor de ella:  “La Torá de Dios es completa, encamina el alma, el testimonio de Dios es confiable hace sabio al ignorante” (Salmos 19:8), (y en la Torá) nunca mencionó algo así, en cambio recomendó que sea la persona natural conduciéndose por el camino intermedio: …. que cohabite con quien le es permitido cohabitar equilibradamente, que more en ciudades  rectas y justas; y no que habite en desiertos o montes…” ( Tomado de http://serjudio.com/varios/8perakim.htm)

[4] http://fulvida.com/2014/12/28/jos-revela-un-gran-secreto/

[5] http://fulvida.com/2014/08/22/sentirse-bien-o-hacer-el-bien/

[6] “…no es el hombre quien hace la pregunta “¿Cuál es el sentido de la vida?”, sino que es a él a quien se l e hace esta pregunta, ya que es la vida misma quien se encarga de hacer esta pregunta. Y el hombre tiene que contestarle a la vida con una respuesta que sea su vida misma; tiene que responder siendo responsable; en otras palabras, la respuesta es necesariamente una respuesta en acción. Al optar por este vivir en acción, estamos también respondiendo en el aquí y ahora…” (El hombre en busca de Sentido Ultimo. Pag 36. El Resaltado en negro es propio).

[7] http://serjudio.com/rap1501_1550/rap1507.htm

¿Quién soy yo?

 

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Querido amigo: Deténgase un minuto en lo que está haciendo. Siéntese, relájese y respóndase a esta pregunta: ¿Quién soy yo?… dese unos minutos antes de responderse.

No. Usted no es su nombre. Su nombre no es suyo, otros se lo asignaron.

Tampoco. Usted no es el rol social de padre, madre, hermano, hijo, hija, etc que tiene. Usted no nació ni siendo padre, ni madre, ni hermano, ni hijo, ni hija..etc

Menos. Usted no es lo que hace. Usted no es la profesión o el oficio que tiene. Eso lo aprendió hacer para producir.

Mucho menos. Usted no es hijo de ningún dios, ni es creyente ni no creyente. Esa conclusión llegó en alguna etapa de su vida debido a la (des) formación que tuvo de sus padres.

Usted podría responder que es un ser humano, una persona. Está bien, pero sigue siendo una generalidad que no lo individualiza. ¿Y su individualidad? ¿Eso que lo hace ser quien es usted?

¿Quiénes somos en realidad?

Intentaré con este ejercicio trasmitirle claramente mi duda:

Usted no se hizo. Otros, sus padres, aportaron cada uno el 50% de su material genético. El espermatozoide de papa y el ovulo de mama hicieron posible su formación intrauterina. Usted no decidió crearse, otros decidieron por usted.[1]

Usted cuando nació no decidió llamarse como se llama. Otros le asignaron su nombre. Tampoco decidió sobre su religión, ni quienes iban a ser sus progenitores ni sus parientes; no decidió hacer su cultura, ni si quiera su idioma; otros le dijeron que usted es quien usted cree que es. Pero ¿ese que le dijeron que es usted, es realmente usted?

Tal vez le reste importancia a mi pregunta. Total ¿para qué preocuparse sobre quien es uno? ¡! Uno es uno y ya ¡!

El problema que plantea el hacerse de la vista gorda sobre uno mismo, es que trasforma la persona en un animal de manada o rebaño. En un ser autómata que se conforma con lo mismo que las masas se conforman; igual que un animal que nace, crece, se reproduce y muere sin pena ni gloria, sin nada que lo identifique como “el individuo”, sino que se confunde con el resto del colectivo.

Y a pesar de estar todos en colectivo, algo nos individualiza y sabemos que somos diferentes al que está a nuestro lado, o al que nos acompaña; al que también algo lo individualiza de nosotros y del resto.

Como cuando decide ir a algún Mall a cenar, y en lugar de buscar algún restaurante que lo atiendan de manera personalizada, busca el “Food Court” donde la política es compre, siéntese, coma junto con todos los visitantes, y váyase. Nadie le importa quién es usted, ni como prefiere su cena, que le quita, que le adiciona, que prefiere, cuáles son sus gustos… Usted es alguien más, alguien del montón de “alguienes”.

O como cuando va al servicio del Seguro Social para que le atiendan su dolencia y le reconforten, pero se topa con que usted es un numero más; alguien si nombre ni identidad, solamente un “numero de ficha” para la atención; y de previo a constatar si está al día en sus pagos mensuales de seguro, lo tratan cual vaca del montón de vacas que lo que ocupa es acetaminofén y alguno que otro analgésico para su moribundo estado; total, uno más uno menos.. ¿Qué hace la diferencia?.

No.. ¡¡¡ Usted es un “Sui Géneris” de la especie humana¡; pero entonces ¿Quién es usted?

Hace algunas horas, publique en mi Facebook, un resumen de algunas teorías psicológicas, que por sugerencia, he intentado conocer, y que responden en parte a la pregunta inicial.

Publique este ejemplo:

 

Doctor, por favor dígame ¿Quién soy yo?

Dr. Adler: Usted es inferioridad en busca de poder.

Dr. Freud: Usted es un YO que busca placer.

Dr. Jung: Usted es un subproducto de un inconsciente colectivo y primitivo.

Dr. Ribco: Usted es un consiente que tiene que sincronizarse con una identidad.

Dr. Frankl: Usted es un ser libre con responsabilidad que tiene que dotar de sentido su experiencia humana.

 

Pero la pregunta no es tan sencilla de responder con el ejemplo que, sin intención de respuesta, puse en mi muro. Al igual que los analistas citados, los neurocientificos reconocen que la ciencia llega hasta cierto límite cuando se trata de responder sobre la individualidad de la persona:

… El problema esencial, concerniente a la misma existencia de la experiencia consciente, puede reducirse a las siguientes preguntas: ¿Cómo surge la conciencia del funcionamiento del cerebro humano? ¿Qué relación tiene con el comportamiento que la acompaña? ¿Qué relación existe entre el mundo percibido y el mundo real?

El problema principal es tan esencialmente complejo que algunos pensadores han afirmado que su respuesta se encuentra más allá del alcance de la ciencia….

Quienes afirman que no existen evidencias que apoyen la existencia de la conciencia extendida…, a pesar de las abrumadoras pruebas en sentido contrario, exhiben una ignorancia premeditada. Creen conocer la verdad sin necesidad de examinar los hechos.. (La conciencia) está tan cerca de nosotros que se encuentra casi fuera de nuestro alcance. No hay nada en los fundamentos físicos del mundo real.. y más concretamente, el de la intricada estructura del cerebro, que nos aporte la menor pista sobre le funcionamiento de la conciencia… (Dr. Eben Alexander. [2])

A ver Doctor, usted me está diciendo que yo soy yo porque tengo experiencia consiente. Pero mi conciencia no es mía; no está dentro de mí, ni ningún órgano (el cerebro por ejemplo) la contiene. Que mi conciencia no la genera mi actividad cerebral, pero que mi conciencia está cerca de mí… Muchas gracias Doctor por su opinión, pero consultare a otro.

Doctor Frankl, podría ayudarme en mi búsqueda?

“…la misión de la conciencia es, en efecto, descubrir al hombre “lo único necesario”. Ahora bien, ese “uno” es siempre en cada caso “único”… Es, pues, algo absolutamente individual, un “deber ser” individual que no puede ser abarcado por ninguna ley general, por ninguna ley moral… en ninguna caso es cognoscible racionalmente, sino sólo intuitivamente. Y esa función intuitiva es de hecho la que corresponde a la conciencia…

Pero un examen más detenido de las cosas habría descubrir inmediatamente  que ese instinto ético se opone, y no en pequeña medida, a lo que ordinariamente llamamos instinto vital…

El instinto de los animales, por ejemplo, tiende a un algo general o universal, únicamente actúan en general, lo que significa que es esencialmente esquemático. En efecto, los animales, cada uno según su instinto, reaccionan ante determinadas señales de su respectivo medio ambiente conforme a un esquema rígido, fijo de una vez para siempre y para todos los individuos. La eficacia de este esquema instintivo coincide por lo tanto con el hecho de que sólo es real en términos generales, o sea universalmente, ajustándose a la ley del mayor numero. En cambio en los casos individuales no solo falla, sino que aun induce al individuo a comportarse “irrazonablemente” en determinadas circunstancias, y ello actuando el animal enteramente de acuerdo con su instinto,… Así, por ejemplo, el mismo esquema de reacción instintiva que determina que la mayoría de hormigas, es decir, el conjunto de la colonia, conserve o salve su vida, puede llevar a una hormiga aislada a perderla. Desde el punto de vista, pues, del instinto hay que dar por sentado este hecho, a saber, que el instinto vital descuida lo individual.

De modo totalmente distinto, más aun, en oposición de lo que acabamos de ver, actúa el instinto ético, cuya eficacia queda garantizada por el hecho de no tener a un universal, sino siempre y solamente a lo individual; se dirige, como ya hemos dicho, a lo concreto. Y mientas el animal es a veces extraviad por su propio instinto vital, ocurre que también el  hombre de vez en cuando es inducido a error por su razón .. y solo su instinto ético, o sea la conciencia, es capaz de hacerle ver ese “uno necesario” que precisamente no es algo universal; sólo, en efecto, la conciencia puede como si dijéramos sintonizar la ley “eterna” o, por atenernos al concepto ordinario, la ley moral con la respectiva situación concreta de una persona concreta. Lo que significa que una vida a partir de la conciencia es siempre una vida absolutamente personal que tiende a una situación absolutamente concreta, a eso que puede importar a nuestro ser individual y único en las condiciones determinadas de su existencia: la conciencia incluye siempre el “ahí” concreto de mi “ser” personal…”[3]

A ver Doctor.. Usted me está diciendo que yo soy un “deber ser” individual que no lo abarca ninguna ley ni general ni moral ni la explicación racional, sino que yo soy un “uno y único”; y lo sé por la función intuitiva que usted llama conciencia, o bien, instinto ético.

Que ese instinto ético no lo confunda con el instinto que como animal tengo; pues el instinto animal es esquemático ya que busca siempre la colectividad para mis necesidades animalescas. Que el instinto animal que tengo, falla si no se ejecuta en la colectividad; es decir que aunque esté solo y comportándome instintivamente, el instinto no me va a servir para sobrevivir a pesar de que está funcionando para mi propia subsistencia.

En mi individualidad, mi instinto animal falla. Pero el instintito ético, o la conciencia que soy, es mi individualidad; no tiene carácter universal o comunal. Es la conciencia mi ser individual. Muchas gracias Doctor por su opinión, pero consultare a otro.

Señor Ribco, usted sería tan amable de explicarme quién soy yo; o mejor dicho ¿que soy yo?

 Nuestra NESHAMÁ, lo que denominamos Yo Esencial o espíritu, no está materialmente en nuestro interior, aunque a veces lo señalemos como la LUZ interna o la pequeña voz dentro de nuestro ser. No se ubica en ninguna parte del cuerpo. Ninguna zona cerebral es su asiento….

La NESHAMÁ es una entidad espiritual, proviene directamente de Dios. No ocupa espacio, por tanto no sufre alteraciones, ni es afectada o depende del tiempo “material”. Está en un lugar que no es lugar, en un tiempo que no tiene tiempo. … todo lo que conocemos y sabemos depende de nuestros sentidos, somos esclavos de nuestro cuerpo, dependemos necesariamente del tiempo y del espacio. No tenemos noción de existencia fuera del tiempo y espacio. Hasta cuando imaginamos mitos, historias de ciencia ficción, delirios, estamos atrapados entre esas dos coordenadas. Dios, y por tanto nuestra Neshamá, no habitan nuestra realidad ni son afectados por nuestras limitaciones. Existen en una realidad diferente a la nuestra, que es incomprensible, aunque quizás pudiéramos tener destellos momentáneos de claridad al respecto…

… Nuestra Neshamá es la identidad que nos ha otorgado directamente el Creador. No tenemos parte en su existencia, como tampoco nuestros padres ni otro ser vivo o elemento físico. Proviene del Eterno, permanece en el Eterno, retorna al Eterno. No cambia con nuestras acciones, no existe nada material que la afecte, ni para bien ni para mal. Es, sencillamente es. Podríamos decir que es el ideal sobre el cual basarnos para diseñar nuestra vida en este mundo, la meta para alcanzar, la imagen para descubrir en el espejo de nuestra existencia…

… Lo que hacemos, los nombres que usamos, los títulos que nos acompañan, nuestras acciones, lo que recordamos, las actitudes, posesiones, vínculos sociales, etc., forman esas máscaras que arman al que denominamos Yo Vivido. Éste es por completo terrenal, lo construimos en el mejor de los casos; en los menos buenos asumimos aquello que los demás nos imponen o mandatan. Somos como personajes armados con bloques de Lego…

Con esto podemos suponer que yo soy algo que no soy yo. Porque hago cosas que forman mi Yo Vivido, el cual es mi YO terrenal, el que conozco (en la medida de lo posible), el que los demás conocen, el que veo en el espejo, etc. Pero al mismo tiempo hay otro Yo, que es genuino, que es eterno, que es el que debo llegar a conocer y vivir como lo que él plantea….[4]

A ver Doctor.. Usted me está diciendo que yo soy un “una Neshama”, que existe en una realidad que no es la realidad humana, que es lo que me individualiza, pero que es imposible su comprensión en mi realidad, y sin embargo tengo que llegar a conocer y ser como lo que plantea la Neshama.

Como se nota, es muy difícil para el raciocinio procesar el 100% la información que expone y que se plantea para responderse la sencilla pregunta de quien es uno en realidad; y si es uno es una conciencia, existe la dificultad de separarla para analizarla y someterse.

Lo importante es conocer que el fundamento de nuestra identidad está por encima de nuestra propia comprensión.

Pero el «como» llegar a ser lo que somos, la forma, el procedimiento, la técnica (como quiera que se vea) para llegar a ser nuestro verdadero Yo, cobra un nuevo significado. Ya no es ser por ser simplemente; es construir el ser.

Gracias por su lectura, comentarios y opiniones.

 

[1] http://serjudio.com/exclusivo/cterapia/yo-t-otro-uno

[2] La Prueba del Cielo. Dr. Eben Alexander. Pag 204-205

[3] La Presencia Ignorada de Dios. Dr. Viktor Frankl. Pag 35-36

[4] http://serjudio.com/exclusivo/cterapia/ser-y-estar-siendo

En busca de sentido de la prohibicion.

preguntandose3

Les confieso que me llamó mucho la atención el ejercicio propuesto en este artículo: “Avraham y su siervo se inclinaron”[1].

Mientras lo leía me preguntaba ¿Quién le ordenó al siervo cananeo darle un valor agregado a la inclinación? ¿Quien le dijo que bendijera y adorara?

A primera vista, parecieran “buenas” las acciones agregadas del sirviente obediente. Es más, si me tocara a mi juzgarlas, no las vería como dañinas, sino como modelos de conductas a seguir.

Pero dichas acciones plantean un problema: esas acciones NO fueron ordenadas en la Tora Noajida.

Los preceptos para con Dios son 2, secos y áridos, mandatos: prohibido la idolatría y prohibido la blasfemia.[2]

Dios NO DIJO: “Adórenme solo a mí”, ni “Bendíganme solo a mí”. De haber sido así, avalaría cien por ciento la conducta del sirviente. Pero no es así. Con las prohibiciones no hay margen de interpretación. La prohibición es el límite de la acción. Desde mi óptica, ir más allá de la prohibición es desobedecer; es decir, si se adora (incluso a Hashem) o si se bendice (incluso Hashem) se corre el riesgo de infringir.

Es lo que los abogados llaman el “El principio de la Autonomía de la Voluntad”, que significa que se puede hacer todo aquello que la ley no prohíba. Si una acción o un acto no están prohibidos, son permitidos.

Con esos dos únicos mandamientos se puede concluir que Hashem no pretende adoradores, ni bendicientes; ni religiosos, ni clérigos, ni discípulos, ni seguidores, ni fans, ni seguidores, ni….

Lo que se pretendía con esas dos únicas prohibiciones es que el hombre fuera libre de hacer, pensar o actuar como mejor quisiera, pero hasta cierto punto. Los religiosos son los culpables de hacer creer al hombre que ese “punto de limite” está más cerca de lo que en realidad está; haciendo creer que uno debe adicionar mandatos o acciones al límite establecido, lo que inevitablemente trae que la libertad del hombre sea cercenada.

Por otro lado, uno pudiera suponer que si bien los límites a las acciones son Las Prohibiciones, no hay nada de malo Adorar a Hashem o Bendecir a Hashem, porque la intención de cumplir con la Tora Noaj es lo que vale. Grave Error.

Gravísimo Error, según mi opinión; por 2 razones: La primera porque adicionar acciones positivas a los mandamientos negativos sería coartar la libertad del hombre, como arriba indique. Segundo porque por querer hacer buenas acciones con buenas intenciones en relación con las prohibiciones ordenada por Hashem, fue como entró la idolatría al mundo.

Noten:

Es adoración idolátrica incluso cuando el individuo conoce que Dios es el Ser Supremo y reverencia a la creación “sólo” como una forma de glorificar tanto la grandeza de Dios como Su capacidad para crear cosas y seres notables… De hecho, así es como la idolatría apareció en el mundo. Las generaciones que vivieron inmediatamente después de Adán reconocían que Dios había creado magníficos seres celestiales, el sol para que gobierne de día y la luna para que gobierne de noche. Y esta gente empezó a rendir honor a estos notables mensajeros de Dios. Pronto fue olvidado que estos mensajeros habían sido dispuestos por el Creador: el sol y la luna empezaron a ser honrados por su propia grandeza. Esto desembocó en la veneración de estas creaciones como deidades autónomas sin referencia ya a Quien las había formado… (lo subrayado con negro es propio)”[3]

Toda la idolatría empezó con personas que conociendo a Dios y su Poder, tenían la inocente intención de adorarlo.

Toda intención de acercar el límite prohibitivo un poco más hacia al hombre se corre el peligro de perder la libertad divinamente dada, y de desviarse de la buena acción.

Gracias por su lectura, sus criticas contructivas y comentarios.

 

[1] http://fulvida.com/2014/12/02/avraham-y-su-siervo-se-inclinaron/

[2] http://fulvida.com/2014/04/24/prohibido-la-idolatria-una-perspectiva-alterna-sobre-rezo/ y http://serjudio.com/personas/gentiles/asuntos-internos

[3] El Camino del Gentil Justo. Pag 43 y 44

Reclamo de amor

No estamos interesados en la verdad, ni en la justicia, ni en establecer shalom;
en el fondo (o más arriba) todos estamos pidiendo que nos quieran.
Que una madre esté atenta, que nos alce en brazos, que nos mime, que nos cobije y nos diga cuanto nos quiera solamente por ser quien somos.
Que un padre nos proteja, nos sostenga, nos aliente, nos dé una palmadita de confianza, y hasta una nalgada para enderezarnos, que también nos quiera y por ello nos corrige.
Ser alguien para algún alguien.

Entonces, viene el pastor, el gurú, el político, el jefe de la manada, el referente y no nos interesa que tan sabio sea, ni cuanto conozca de su libro revelado, ni cuanta verdad haya en sus palabras y gestos, tampoco estamos tan atraídos por la mística en sí misma, ni tan siquiera por milagros o apariencia de tales. Solo queremos que nos quieran.
Que el rabino, o el “padre”, esté allí para nosotros. Que nos conozca. Que nos pregunte de nuestra vida. Que nos diga alguna palabra alentadora. Que nos consuele. A veces que diga algo interesante y con contenido. Pero siempre, siempre que sea una presencia querendona, que destile amor, aunque sea solo para cumplir su labor profesional.

Así, el brillante maestro, el inteligente consejero, el listo psicólogo, el educado ministro espiritual, el experiente líder del grupo, de poco vale si no aporta ese carisma especial, que poco y nadie tiene que ver con dotes intelectuales, habilidades sociales, sino solamente con estar ahí para que la persona se sienta satisfecha, como el niño aupado a la madre luego de saciarse con su leche.

Desde el pequeñito al anciano, hasta el que está con un pie ya entrando a la tumba, lo que se anhela es esa mano firme, ese seno acariciante, esa aura de protección y cuidado, esa magia inconfesable de ser hijo de una madre (un padre) que atiende y concede su presencia activa.

Cuando este “secreto” está en manos de los manipuladores (de toda calaña, religiosos, políticos, mercantiles, sindicales, grupales, etc.),
sea porque están conscientes de él, o simplemente porque lo emplean sin mucha teorización detrás,
podemos comprobar cómo caen masas de ovejas que se fidelizan a su pastor.
Se congregan en torno a esa imagen de solvencia, que es un remplazo para esa madre (padre) añorada desde las entrañas.
Puede ser el guía más obtuso, el que les inyecta venenos de todo tipo, el que les quita sus pertenencias y sueños, el que poco ayuda a mejorar sus vidas en la realidad; pero, sigue siendo el que les provee de esa magia que desde lo profundo les succiona la existencia. Así ha sido, y sigue siendo. Cuando vemos con detenimiento las figuras clásicas que congregan gente a su alrededor, nos encontramos con este estereotipo. Desde el curita de la cuadra, hasta el dictador enloquecido pero amado por las masas. Desde el nuevo gurú cabalistero, hasta el maestrito ignorante pero poblado de discípulos. Desde el rabino que convoca multitudes aunque su profundidad halájica y conceptual es escasa, hasta el demagogo que ofrece más de la misma miseria pero no pierde una elección. Es gente muy hábil en esto de aparecer como figura de “amor”, que está presente en las cosas de la vida de sus seguidores, aunque probablemente en los hechos no tenga ninguna efectividad. Pero está, conoce por el nombre, pregunta por la esposa, se acuerda del aniversario, le dice la palabrita cursi pero esperada, se vende como el ser especial que te ama y tú lo compras.

Queremos que nos quieran, lo que nos conduce por caminos no siempre luminosos y de crecimiento.

Por supuesto, si conoces nuestras enseñanzas, habrás descubierto al EGO también detrás de esto.
Lo sabemos.

Y ahora me dirijo especialmente a los líderes actuales y futuros de FULVIDA, y sus ramificaciones. Es una exhortación apta para todos, pero dirigida personalmente a cada uno de ellos.
Resulta imprescindible educarnos para ser esa persona amorosa, atenta, que se ocupa por la gente que está a nuestro alrededor. Para fortalecer nuestras comunidades, hacer que los grupos a los que pertenecemos o lideramos no se pierdan detrás de cantos de sirenas asesinas que llevan a la muerte pero ofrecen la atención que el niñito lastimado y necesitado está llorando por recibir.
Eduquémonos también para ser complacientes, a la par que firmes, no dejemos solamente llevarnos por elaboraciones intelectuales, por estudios elevados, por aspiraciones de mundos ideales; seamos constructores de shalom en los hechos cotidianos, con acciones de bien Y justicia. Y, si el niñito (aunque tenga 90 años) está precisando de esa mística de la atención, ofrezcámosla con sinceridad, aunque nos cueste actuar de esa forma. Aprendamos a hacerlo. Tendremos mucha precaución de no actuar como manipuladores, no aprovecharnos del poder que implica ser esa figura que atiende; estaremos preparados para no ser usurpadores ni personificaciones del EGO. Andaremos con cuidado para no ser sometidos por las trampas del EGO, nuestro y del otro.
Pero, trataremos de dar esa comprensión, ese llamado telefónico, esa pregunta por la familia, ese abrazo, ese no sé qué que está esperando el otro, y no tanto el inteligente refrán o el sabio consejo metafísico.

Atiendo a tus comentarios.

La Historia de todos nosotros

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Es chistoso como nos empecinamos en eludir las responsabilidades (y me incluyo).

Parece más sencillo que otro sea el que supla, explique, aclare, haga, deshaga, corrija, ejecute, nutra, de, etc, y así ad infinitum….

¡Pero claro…¡ Ego humano sobrelimitado, haciendo creer que la responsabilidad de pensar, hacer o analizar es del otro y nunca propia¡¡ Ego humano insuflando el placebo (sensación poderosa) que necesita la persona para calmar el dolor que produce la impotencia..¡

Y lo más curioso de todo es que es de las profundidades psíquicas de uno mismo desde donde se da este fenómeno.

Nadie estimula directamente el Ego a otro para que el Ego “inyecte ilusión poderosa” en la persona estimulada; sino que en fracciones de segundo el fenómeno se da en un único y solo individuo ante lo que sea que le cause la molestia de la impotencia.

Digo esto por las observaciones objetivas de mi propia conducta, y porque lo noto en otros también.

Por ejemplo, cuando se nos presenta algún religioso, o bien, alguien con algún credo distinto al propio intentando convencer de su credo, se inicia una aparente guerra entre 2 sobre quien lleva la razón.

Digo que es aparente, porque en realidad hay más implicados: Yo y mi Ego herido por la amenaza, y el Otro con su Ego herido por la misma amenaza; y cada quien pujando hacia su lado, que no lleva a ningún lado; excepto a generar más caos, odios, venganzas y desequilibrios.

No hay comunicación asertiva, raciocinio, análisis o lógica; lo que hay es sensación poderosa que me haga suponer cierto control sobre el otro, y desconexión de la realidad cuando veo que no puedo controlarlo.

Los que nos hemos dejado educar por las enseñanzas sobre nuestro Ietzer Hará[i] y que hemos identificado claramente como la raíz de la mayoría de problemas existenciales, intentamos de algún modo abandonar las contiendas innecesarias egocéntricas para no generar más caos del que de por sí pudiera existir[ii].

No es que nos retiramos de la contienda resentidos con el oponente deseándole que en algún momento de su vida entienda, pero en el fondo deseándole el mal.

Tampoco es que nos retiramos de la contienda sintiéndonos superiores por estar en “la verdad” y en otro en “la mentira”.

Nada más alejado de la realidad.

Nos alejamos porque sabemos que si nos mantenemos en un “dime que te diré” es porque nuestro EGO tomo control de nuestro intelecto, y nos hará sentir que debemos defender a ultranza nuestra zona segura a costa de lo que sea; incluso al grado de desear el mal en el otro para que entienda nuestro punto, para así traerlo de nuevo “al redil de los buenos”.

Y esto no es teoría, es experiencia vivida.

Hace poco me toco identificar la sensación poderosa que insufla mi Ego y que me hace creer que estoy en “una guerra santa contra infieles”.

Resulta ser que un querido amigo judío sube a su muro de Facebook una fotografía de un fanático cristiano-mesiánico, en plena práctica de sus ritos religiosos. Rito irreverente e irrespetuoso no solo de la tradición de la gran familia del querido amigo judío; sino que también irreverente e irrespetuoso, y “contra legem”, de nuestra identidad y de la orden divina de Prohibición a la Idolatría de nuestra santo Código Noájida.

A pocos segundos de haberla publicado, empezaron las reacciones y los comentarios.

Bajo el estricto respeto, unos opinaban basados en las enseñanzas antiquísimas propias de los judíos; otros opinábamos basados en las enseñanzas de nuestro sitio, enseñanzas que vienen de nuestro guía. Otros preguntaban y sus dudas eran aclaradas por los orientadores.

Pero todos, al fin, queriendo desenmascarar el error para hacer la corrección y la orientación de sus vidas.

No paso mucho tiempo cuando…!!.. ZAZZZ…¡¡¡ Me entra por in box un mensaje del autor de la fotografía. Del religioso disfrazado de lo que se supone es un “iluminado”.

Sin que nadie lo invocara, llamara o mencionara, el autor de la fotografía se presenta ante mí, un ególatra que intenta destronar al Ego de su vida, dándome explicaciones confusas y carentes de todo lo que se le denomina “sano juicio”, para poder justificar la fotografía en cuestión.

El buen señor de la fotografía, autoproclamado Efraim, sostuvo la siguiente conversación conmigo:

 

Efraim: “Don luis con todo respeto tenga buena tarde, deseaba aclararle acerca de la fotografía que subio XXX, lo que observa no es un judío disfrazado, nosotros NO SOMOS JUDIOS NI PRACTICAMOS JUDAISMO, NOSOTROS SOMOS EFRAIM, CASA DE ISRAEL, NO PRACTICAMOS HALAHA SOLO TORA. Nosotros creemos en una sola voluntad y en un solo amor, a través de la Bendita Tora. gracias!”

Yo, el ególatra: “Saludos Señor XXX. Muchas gracias por la aclaración. De mi parte y desde mi ideología, no hay problema de que practiquen lo que les hace feliz o completos.”

Efraim: “Gracias, ahora que venga el Mesias todo se aclarara, al final la verdadera espiritualidad consiste en amar al único que es y que fuera de Èl no hay nada. pero ese amor debo mostrarlo al que veo y percibo ese es usted! nuevamente Gracias.”

Yo, el ególatra: “Descuide. Como le indico, no soy hombre religioso o de fe; así que el concepto de espiritualidad es diametralmente opuesto al suyo. Pero muchas gracias por la aclaración.

Efraim: “paz y vida. gracias!”

 

Imagino que el buen señor “efraim” mando mensajes privados a cada comentarista, más o menos parecidos a los que me envió.

Ya no solo a través de la fotografía muestra su confusión, sino que desde sus palabras se hace muy evidente.

¿Qué se hubiera logrado si hubiera entrado en un “dime que te diré”, en una guerra de argumentos con el señor Efraím?

Nada. No se hubiera logrado nada; por el contrario se hubiera perdido mucho y se hubiera creado más caos.

Pero he de confesar que mi primera reacción no fue la más amorosa, como equivocadamente supuso el buen Efraim.

Pero lo cierto es que luego de algunos días de la publicación de la fotografía, y de las explicaciones que dio el señor Efraim y que nadie le pidió, y luego de pensar un poco en su situación y en la mía, quise publicar mis conclusiones, basándome en sus propias palabras, pero también en mi propia experiencia en el camino hacia la corrección.

 

Señor Efraim:

  • La fotografía que subió XXX si es de alguien disfrazado. Esa es la verdad y la realidad de dicha fotografía. Sin escusas y sin maquillar la situación admítalo. Muchos hemos vivido por años con mascaras de “yoes vividos” que habíamos creído que es nuestra identidad. Pero la realidad es que dichas mascaras no eran “nosotros”. Eran disfraces que ocultaban nuestra real y pura esencia, a la que intentamos retornar.
  • Es cierto; ustedes no son judíos; pero tampoco son “efraim, casa de israel”. Ese calificativo que usted usa para identificarse es una “cosa” que le han hecho creer personas igualmente de confundidas como usted; que oculta su identidad y que atenta, ridículamente, contra su instinto natural gregario o social. Usted es una persona individualizada, que ocupa un espacio y un tiempo limitado. No lo desaproveche creyendo que es una especie nueva humana o extraterrestre inventada por algún desviado mental.
  • Si ustedes creen en una sola voluntad…¡¡¡qué bueno!! Pero déjeme aclararle que esa única voluntad es la suya. Usted no es un ser autómata que se rige con alguna programación, como si lo es un robot. Usted es un ser que tiene libertad y libre albedrío, y desde esa libertad usted es un ser responsable de usted mismo y de su vida. Nadie tiene la capacidad de interferir en su voluntad. Si ustedes creen en un solo amor…¡¡¡qué bueno!! Pero déjeme aclararle que el amor no es un sentimiento barato, como equivocadamente hemos pensado muchos. El amor es un lenguaje, un medio comunicativo; tal como el español u otro idioma, tiene sus signos, reglas, excepciones y límites. Que algunos lo ignoramos ese es otro tema; pero que de cuando en vez lo entendamos es indiscutible. Por otro lado, déjeme aclararle que la Tora (escrita y oral) es patrimonio único y exclusivo del pueblo judío; el cual la recibió por herencia perpetua directamente de Aquel Que Ostenta La Máxima Autoridad, a través del inigualable Moisés. Pero que no lo desanime mis afirmaciones. Usted puede tener acceso a ella bajo ciertos límites, claro está. Tiene que enseñársela un maestro idóneo; y solo aquellas partes referentes a su identidad y obligación. Ya que si no es así, llamará “voluntad” y “amor” a cualquier cosa; tal y como lo especula, corriendo el riesgo de confundirse aun más de lo que ya de por sí está.
  • Por otro lado ¿Por qué supone que cuando llegue el Mesías todo se va a aclarar? ¿No será al revés mejor dicho? Es decir ¿Aclarar las cosas antes de que llegue el mesías para fomentar su llegada al mundo y con él la anhelada era mesiánica? Como ve, nosotros desde nuestra impotencia egocéntrica suponemos más sencillo que otro sea el que supla, explique, aclare, haga, deshaga, corrija, ejecute, nutra, etc. Creemos que la responsabilidad de nuestra destartalada vida y confusión es de otro y nunca propia. Usted, y solo usted, es el responsable de hacer su parte para aclarar “los nublados del día”. Pero déjeme decirle que disiento con usted, radicalmente, en su concepto sobre la espiritualidad. ¿¿Si en lugar de buscar la espiritualidad “amando al único” la buscara siendo una persona buena y justa, siendo un buen ciudadano, o acercándose algún maestro judío que nutra de ética sus actos, podría generar mejores y mayores réditos para usted y su entorno?? Pero en fin, la decisión va a ser siempre suya y únicamente suya.

 

Estimado amigo, pueda ser que esté equivocado. Pero lo cierto del caso es que se lo digo con toda la buena onda posible. Al fin y al cabo, todos estamos y seguimos aprendiendo a conocernos.

Que esta sea mi parte de mi contribución para ayudarle al señor Efraim en nuestra misión de hacer del mundo, un mundo mejor.

Gracias.

 

 

[i] http://fulvida.com/2012/01/31/del-ietzer-har/

 

[ii] http://fulvida.com/2011/07/03/romper-el-crculo-vicioso/