“Desde que tengo memoria, no he tenido un solo día de felicidad, cambiaría todo si pudiera por un día, uno solo,… no un momento sino un día completo para ser feliz”…
Me quede allí sentada escuchando una historia que estremecía mi ser mientras intentaba comprender el dolor y las lágrimas de una joven que apenas alcanza la mayoría de edad.
Por un instante, quise conectarme con su ser esencial, que salió a gritos para hablar, para dejar de contenerse y de ser contenido, para decirle a ella, no a mí; que es tiempo de sanar, y de alcanzar esa felicidad que hasta ahora ha sido tan esquiva, y que el Ego, ha sabido usar para mantener allí constantemente su poderío, su dominio, para aumentar su impotencia y acrecentar sus miedos y temores, llevándole incluso a estados autodestructivos y nocivos para su vida.
Su “yo vivido” está marcado por profundas heridas, que han creado muchas máscaras producto del abandono, de la separación de sus padres, de abusos sexuales de familiares y desconocidos, la burla, la desatención, la indiferencia, la escasez, el maltrato físico y emocional, en fin una historia muy larga y muy triste…
Le decía, que había “algo” que no le habían quitado, algo puro, sagrado, bello, intocable, ese lazo, esa chispa que nos une al Creador, y que se convierte en un bálsamo real, verdadero para sanar, para curar, para armonizar lo que somos, y para continuar viviendo. Ella precisa ayuda profesional, pese a su negativa inicial, de recibir ayuda, una respuesta muy usada por el ego para mantenerla sumida en la impotencia a una persona.
Este vídeo, lo preparé para ella, para “un caso” de los miles y millones que hay en el mundo; un mundo que ha hecho caso omiso a las sencillas normas de vida que nos ha dado el creador, un mundo que sería el paraíso terrenal si tan sólo volviéramos nuestros ojos a lo realmente importante.
Si eres una persona que ha sido violentada física y emocionalmente, éste mensaje es para ti:
Busca ayuda profesional, pero no busques ni creas esas cosas que no salvan, que no ayudan, pero que disimulan tu impotencia, que ofrecen pociones ó remedios mágicos, que te dicen que repitas lemas sin sentido, y que en ultimas no harán más que camuflar tu alma y acrecentar tu dolor; quítale poder a tu ego (aquel que acrecienta tu impotencia), comunícate, habla, y ten presente que lo más valioso aún está en ti.
Amigos, difundamos el noajismo, el mundo entero está enfermo por la ausencia de él.
Un abrazo, y que sepamos construir shalom!