Una fresca sonrisa no te cuesta nada,
pero te puede abrir las puertas de inmensos tesoros.
Enseña a tu cara a sonreir con frescura,
para que tu corazón aprenda a estar gozoso
y ser de regocijo.
Una fresca sonrisa no te cuesta nada,
pero te puede abrir las puertas de inmensos tesoros.
Enseña a tu cara a sonreir con frescura,
para que tu corazón aprenda a estar gozoso
y ser de regocijo.
Mientras el mundo siga esclavizado a la mentira de las religiones,
de todas ellas,
el mundo seguirá odiando a Israel y a los judíos.
Pues el judaísmo es el testimonio eterno de la existencia del Uno y Único, y de la completa falsedad de las religiones.
Es un ecuación sencilla,
religión es el eje del caos, la oscuridad, la maldición, que debemos evitar.
Urgente debemos trabajar por difundir el noajismo,
para no ser cómplices del mal.
Construir shalom no es un lema inventado por un maestro uruguayo,
no es una frase bonita para colgar en un poster,
no es una excusa para seguir sin hacer tu parte.
Construir shalom es lo que Dios manda
y solamente se consigue en el trato diario, en lo cotidiano, con la gente, con tu cónyuge, con tus hijos, en tu trabajo, en todos lados a los que vayas.
Tu misión (asiganda por Dios) no está en un monasterio o en un arca para «los elegidos»,
sino en medio del mundo, para traer luz a los rincones oscurecidos,
traer una palabra de aliento al caído,
orientar al desnorteado,
impedir el dominio del malvado.
Continuar encerrado entre tus cuatro paredes,
es rehusar cumplir con tu parte.
Si tú no la haces, nadie más la hará.
Es hora de que los gentiles con conciencia noájica
hablen, se muevan, luchen con la verdad,
con las armas de la bondad y la justicia, de acuerdo a los parámetros del Eterno.
Retirarse es seguir dejando al mundo en manos del horror, del caos, de la maldición, de la falsedad.
El tiempo del arca de Noé pasó,
ahora es el tiempo del mundo.
Puede que sean pocos los que sean salvados al final,
pero mientras tanto no podemos repetir el error de Noé
que se conformó con estar a salvo él y los suyos,
mientras el mundo reventaba.
La indiferencia al cumplimiento de la propia tarea asignada por lo Alto
es severamente juzgada por el Juez.
Si te dicen: «Mira lo que la tele dice que pasa en Gaza», como forma de provocarte o humillarte, tú bien puedes responder: «Sí, eso es lo que la tele dice».
¿Comprendes la diferencia entre la realidad y el recorte parcial y falso que realizan los medios de (des)información masiva?
Similar consejo para todas aquellas circunstancias en las cuales el prójimo quiera debatir en base a meras opiniones, sin ningún valor más que el que tú les quieras acreditar.
¿El mundo está loco, al menos el occidental, que tanto amor tienen hacia los asesinos terroristas y genocidas de Hamás?
¿El mundo está loco que denigra condenando a Israel por defenderse con el último recurso que le queda?
¿El mundo está loco que habla de «masacres de pobres palestinos», pero niega las evidencias que demuestran las matanzas y agresiones constantes en contra de Israel? ¿O acaso si los muertos son judíos o israelíes, no cuentan?
¿El mundo está loco que denuncia «masacres de pobres palestinos», y enarbola la bandera de los asesinos, siendo que la única masacre en la zona de Israel la están perpretrando los guerrilleros, muy bien perttrechados, del bando del imperialismo fanático musulmán?
No, el mundo no está loco.
El mundo está muy enfermo, pero no loco.
Está enfermo de odio, nacido en un ego desmedido y descontrolado.
El mundo está fatalmente herido por la enfermedad de odiar a Dios, para adorar al ego.
En su enfermedad, el mundo odia a los que portan la Presencia de Dios en la tierra; odian a los judíos.
Esclavizados por su ego, sometidos por su rebeldía, vejados por su odio, se asocian con lo peor que ha engendrado la especie humana.
Se abrazan con asesinos de sus propios hijos, de cobardes que usan mujeres y niños como escudos.
Se identifican con esos guerrilleros que no tienen piedad ni compasión.
Se enrolan en las filas del caos y el mal, solamente para tener alguna excusa que les habilie a odiar a Dios y a los judíos sin sentirse culpables.
Pero en sus almas, la carroña que comen los está matando.
Son insensibles al terrible daño que se están ocasionando y están acarreando a sus famlias y sociedades.
Cada día el mundo está más enfermo, y no se precisa ser médico global para percatarse de esto.
El síntoma más patente por estos días es esta ola de fervor hacia los terroristas de Hamás.
Si antes el odio a los judíos se limitaba a lo particular o local, de a poco se ha ido incrementando hasta llegar a este terrorismo espiritual que no tiene paralelo en la historia.
Tristemente, el mundo no está loco.
Está enfermo.
La cura está al alcance de todos: actuar con bondad y justicia, siendo leales a Dios.
No se precisan grandes filosofías, ni palabrería, ni idealismos,, ni pacifismos, ni ismos.
Solamente actuar con verdaderas bondad y justicia.
Si así hiciéramos, Hamás jamás hubiera tenido cabida en el mundo.
Todo el terrorismo patrocinado por el imperialismo árabe musulmán, en complicidad con el imperialismo cristiano, no hubiera surgido.
El camino a la paz está marcado, la verdadera paz.
Cuando los gentiles dejen de lado su odio hacia Dios y Sus cosas, cuando dejen de buscar en ismos su vida, cuando dejen de pretender tener la solución pero solamente ser artífices del caos y el mal.
Actuar con bondad y justicia, siendo leales al Eterno.
Tan simple, tan accesible, tan necesario.
Tú puedes hacer ahora tu parte para construir Shalom, sin esperar más, sin dar excusas, porque cada palabra para justificar tu inacción, es un apoyo a la causa de los malignos.
Tú eres quien tiene que construir Shalom ahora.
Hola maestro, le consulto porque es muy importante para mi tener claro que debemos los gentiles estudiar en la Torah. Me dicen muchas cosas pero quiero tener su segura palabra en este tema. Gracias.
[Canto de ascenso gradual]
Los que confían en el Eterno son como el monte Tzión [Sion] que no se derrumba, sino que está firme para siempre.
Como Ierushalaim [Jerusalén] tiene montes alrededor de ella, así el Eterno está alrededor de Su pueblo, desde ahora y para siempre.
Porque el cetro de la impiedad no reposará sobre la posesión de los justos, no sea que los justos extiendan sus manos a la iniquidad.
Haz bien, oh Eterno, a los buenos, a los que son rectos de corazón.
Pero a los que se apartan tras sus torcidos caminos, el Eterno los llevará junto con los que obran iniquidad.
¡Sea la paz sobre Israel!
(Tehilim / Salmos 125:1-5)