Estar vivo no es sinónimo de VIVIR, hay muchos que parecen vivos, se levantan, hablan, se dedican a sus quehaceres diarios, se enamoran, se desencantan, ríen, lloran, comen, van al mercado, o al cine, o al fútbol, en fin hacen cosas día tras día, pero sin conocerse completamente, sin preguntarse cuál es el sentido de sus “ires y venires” en éste mundo, aprendieron que vivir es sobrevivir. Pero de seguro no saben que sus reacciones, o la manera como se comportan y se relacionan con otros no es más que una máscara, la cáscara que le permite moverse entre otros y a la vez protegerse.
Así es, hay quienes se protegen y no precisamente porque exista un peligro real, sino porque tienen hábitos adquiridos desde niños, desde esa primera etapa en la cual las herramientas del Ego le eran necesarias y le garantizaban la atención que demandaba, aunque no lo sepa sus acciones son en realidad herramientas que el Ego le ha facilitado para sobrevivir. Ha sido el salvador ante el miedo y su resultado más devastador “la impotencia”.
El miedo es la chispa que alimenta al Ego, que nos hace esclavos, impotentes, que nos paraliza, que nos brinda salidas que encarcelan y que atan. Recordarlo y entender que en más de una ocasión ha sido producto de fantasías es prepararnos para enfrentarlo, no sin antes reconocernos en nuestra justa medida, para luego volver los ojos a Quien Todo lo Puede, y comprender que cada episodio corresponde a un peldaño más en nuestro crecimiento, siempre y cuando elijamos la vida.
Y elegir la vida es, no negar nuestras debilidades y decidir trabajar en ellas, reconocer los potenciales y las herramientas que se nos ha otorgado no para vanagloria, sino para hacer lo que nos corresponde y cuando corresponde, elegir la vida es hacer lo bueno y justo pese a que todo parezca en vano, elegir la vida es reconocer la limitada condición humana y a la vez el potencial humano, dejar fluir lo incontrolable a nuestra condición y confiar en Aquel que Todo lo puede.
Finalmente elegir la vida es pelear la batalla para destronar al Ego.
¡Es hora de madurar!, que seamos capaces de enfrentar nuestros temores con certeza y responsabilidad.
Un abrazo y que juntos sepamos construir Shalom!
Muy bonito post Eli, gran reflexion.
Gracias, un saludo
Gracias a ti Jorge, por la apreciación. Espero haya algo en el post que te pueda ser útil para crecer o para compartir… me agradaría que más que bonito fuese útil.
Un abrazo! Saludos desde Colombia
Es muy útil, sin duda, para aplicar y compartir.
Un abrazo también para ti
que gusto, Gracias nuevamente Jorge! Un abrazo
muy bueno