Descansa lo necesario, come con moderación, realiza ejercicio físico, trabaja, ama, disfruta, reza, estudia, aprende, piensa, diviértete, ten momentos de privacidad, colabora con tu comunidad, dona a causas nobles.
No hay misterio para alcanzar el bienestar en Este Mundo y el gozo perpetuo del Paraíso.
El religioso gira en torno a sus emociones, a sus deseos y mucho alrededor de la opinión de "los demás". Para el religioso, Dios es una palabra, una excusa, algo lejano y carente de real presencia.
La persona espiritual, hace su vida en torno a los mandamientos que Dios le ha dictado, construye su personalidad y de esa manera edifica a su comunidad. Para el espiritual, Dios es Padre y Rey, nunca está ausente, nunca se aleja realmente.
Están los pendientes del aplauso ajeno, que se olvidan, que el único aplauso importante es el que uno mismo se da, y que es aprobado en los Cielos.
Están los que solamente se aplauden a sí mismos, y olvidan que si no alientan a su prójimo, su auto-aplauso de nada vale, y Arriba reprueban su actitud.
Están los que no aplauden ni quieren ser aplaudidos…