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COLEGIO SHEM-EBER MÉXICO

ESCUDO COLEGIO SHEM EBER

Se anuncia que Fulvida México crece y se transforma hoy en el «Colegio Shem-Eber México».

El colegio Shem-Eber contará con apoyo de diversas instituciones y peritos en materia de noajismo. Tales como Breslev Israel a través del Rabino David Artzi, Fulvida Internacional a través del Moré Yehuda Ribco, También apoyo del Rabino Eliahu Birnbaum, La Morá Shirley Dobin Rosenthal, quién recibió el premio Internacional Excelsis, reconocimientos que se han entregando desde 1975 a las personas más destacadas de su ámbito en bien de la sociedad, ya sea por su trayectoria, méritos o acciones. Fundadora, directora y coordinadora del Instituto Educativo Derej Emes, Yeshive Toiras Emes.

El Ing. Ramón RQ, el fundador, explica que El Colegio Shem-Eber pretende ser un punto de encuentro para noájidas, en donde «todos» los Rabinos, Maestros y Maestras de Tora del mundo, puedan participar abiertamente para ayudar a los noájidas con programas académicos certificados y con aprobación Rabínica para estudiantes de noajismo en México.

También pretende ampliar su acción académica en otras áreas en un futuro próximo.

ACTIVIDADES
GENERALES:

CLASES
2º Y 4º DOMINGO
DE CADA MES
11:00 – 15:00 HRS

SEDE:

Colegio Shem-Eber

BANCO AZTECA
CUENTA 2256 1350 6069 92
CLABE 1271 8001 3506 0699 24
Envía tu pago al correo; fulvidamexico@hotmail.com
Costo $250 Pesos Mx inscripción
$ 100 Pesos Mx por clase

Realmente libre?

Esta es una observación del Dr. Viktor Frankl, de lo que les sucedía a los prisioneros judíos, especialmente en su psiquis, luego de ser liberados del peor campo de concentración:

“…En terminología psicológica lo que le sucedía a la prisioneros se denomina ¨despersonalización¨… Sería un error creer que un prisionero liberado no necesitaba ya ninguna atención. Hemos de tomar en consideración lo siguiente: una persona sometida a una tención psicológica tan tremenda y durante tanto tiempo corre un cierto peligro en el momento de la liberación, especialmente si esta se produce de forma brusca. Este peligro (desde el ángulo de la psicohigiene) es la contrapartida psicológica de la aeroembolia. De la misma forma que un buzo-sometido a una intensa presión atmosférica- correría serio peligro si se sacara la escafandra de repente, de la misma forma el hombre liberado repentinamente puede sufrir un daño en su salud Psíquica…”   [1]

Según las apreciaciones clínicas del Dr. Frankl, una persona que ha estado sometida durante algún tiempo a cierta presión psicológica (como por ejemplo la presión de la religión de turno) de la cual ha sido liberado por otros o por él mismo, necesariamente requiere un proceso de “descompresión controlada”; algún proceso de reajuste en sus ideas, conceptos o apreciaciones de las que fue sometido y que ha aceptado como verdades absolutas.

El panorama del liberado de la religión es claro: se encuentra en el estado de vulnerabilidad más alto del que puede suponer. Sin ningún tipo de ayuda que le guíe en su proceso de desintoxicación religiosa convertirá su recién encontrada y virgen identidad, en una apayasada parodia de la identidad judía, como triste secuela del desequilibro psíquico.

El peligro que corre en apayasar la identidad no-judía se evidencia al negar el auxilio y la ayuda en conocer y desarrollar la propia identidad. Se sigue creyendo, suponiendo y actuando con una ideología religiosa (cristianizada en la mayoría de los casos), sin desarrollar una línea de pensamiento autóctono, propio e independiente de las religiones.

Se sigue neciamente con conceptos heredados de las religiones sin provocar un desligue violento o paulatino de esas ideas; y para colmo de males, religiosos disfrazados de noajidas y judíos, impiden la purga mental al ofrecer librejos, enseñanzas en videos en Facebook desde ciudades santas, y cuanta tontería se les ocurra.

ego

Conceptos de paraísos, espiritualidad, dios, mandamientos, obediencia, etc, siguen viciados con religiosidad por las personas que han sido liberadas de sus filas; restando importancia a preguntas existenciales tales como: ¿Quién soy?, ¿que soy?, ¿dónde estoy?, ¿para donde voy?, ¿quién es mi prójimo?, ¿cuál es mi deber?, ¿cómo hay que responder?, ¿qué es ser responsable?, ¿qué es ser consiente?, ¿qué es ser persona?,¿ que es el bien?, ¿qué es ser bueno? etc, etc…; preguntas que nos ayudarían a (re) construir nuestra propia identidad sin copias y sin parodias.

En la medida que nos volvamos conscientes de la identidad no-judía, necesariamente y como consecuencia lógica tendríamos que asombrarnos las profundidades que eso implica [2], y no buscar la asimilación con la identidad judía.

Este sitio funciona como auxiliar terapéutico en el proceso de reencuentro de la persona con él mismo. Es claro en la diferenciación de las identidades judías y no-judías. No son iguales ambas identidades, ni admiten mezclas extrañas de una hacia la otra; ambos (judíos y no-judíos) coexistimos en este mundo con un mismo fin, pero con diferente marco normativo; aunque para algunos afectados por la descompresión descontrolada a que fueron expuestos cuando se liberaron no lo quieran aceptar.

 

 

[1] El Hombre en Busca de Sentido. Viktor Frank. Pag 112-113

[2] http://serjudio.com/sitra-ajra/idolatria/noajismo-tambien-en-antiguas-enciclopedias-judaicas#comment-11105?show=1

Un sueño, el milagro de la vida y el mayor de los conocimientos

arcaEsto que quiero compartir, empezó hace muchos años atrás. Empezó con un sueño. Un sueño que me llamaba, que se repetía, que lo llegué a considerar parte de mí, que lo llegué a considerar como una premonición que la compartí con mi esposo, Juan. Un sueño que en un momento dado, años más tarde, lo llegué a tolerar como algo simpático pero que no tenía importancia.

Llevo quince años de matrimonio y junto a mi esposo tenemos casi catorce de observancia de las Siete Leyes Noájidas, justamente la edad de mi hijo mayor, Daniel.

Poco después de que nació mi hija Keren, que hoy tiene once años, tuve un sueño que se repetía cada cierto tiempo, en el cual yo era madre de otro hijo. Parecía una locura pues mi esposo aún realizaba estudios doctorales y cada fin de mes llegábamos con la cuenta bancaria casi en cero. De hecho, mediante el control de fechas empecé a cuidarme para no quedar embarazada…

Cuando lo soñé por primera vez, mi hermana Giovanna todavía no tenía hijos. Yo tenía años orando muchas veces para que el Eterno la bendijera a ella y a su esposo con un hijo, pues habían pasado muchos años desde que se casaron y todavía Dios no les daba esa bendición…

Mi esposo obtuvo su grado de PhD en la Universidad de Chile e inmediatamente empezó un postdoctorado. No mucho después recibió una oferta para realizar un segundo postdoctorado en el Technion, Israel. En aquel tiempo recibimos con gran alegría la noticia de que mi hermana estaba embarazada. Le llamé por teléfono a Ecuador para felicitarle y me comentó que ya hasta le habían comprado una pelota de fútbol, que iba a tener un varón. No pude evitarlo y le dije que yo había soñado que iba a tener una mujercita; ella me dijo que no, que era varón, así que decidí contarle mi sueño…

El sueño sigue en mi mente con toda la claridad posible. En él, mi hermana, su esposo y yo llegamos a un lugar en donde había una casa muy antigua, parecida a un castillo. Junto a la casa había un portón grande como de garaje. La puerta se abrió y el lugar parecía estar lleno de nubes y había muchos bebés ahí. Mi hermana entró primero, después su esposo y por último entre yo. En ese momento se me acercó un bebé y a pesar que sólo le vi el rostro supe que era un varón. Me vino a abrazar y me dijo “mamá”, a lo que yo le contesté: “Todavía no es tiempo, no vengo por ti. Venimos a buscar a la hija de Giovanna”.

Este fue un sueño que se repitió algunas veces, incluso después de que ya nació la hija de mi hermana.

No mucho después de nuestra llegada a Israel, Juan estableció contacto con Rabí Yirmeyahu Bindman cuyo libro “Los Siete Colores del Arco Iris” había traducido al castellano.[1] Entre otras cosas, el Rabino le dijo, “Nadie viene a Israel por nada”…

La frase del Rabino parecía tener poder. Unos días después tuve que salir de una clase de hebreo (estudiaba en un ulpán de la ciudad de Haifa) pues me sentía terrible. Para mi sorpresa la doctora que me atendió me informó que estaba embarazada y comentó, “Siempre les pasa a las parejas jóvenes pues aquí en Israel es normal que la mujer quede embarazada aún si se cuida”.

Pensamos que tendría ese niño varón que yo había soñado varias veces. Pero no fue así. El Eterno nos bendijo con una niña, Jaya.

Después de concluido el postdoctorado de mi esposo regresamos a Ecuador, con nuestros tres hijos. Pero el sueño de que yo era madre de un varón nuevamente se repetía.

Cuando Jaya tenía 4 años nuevamente quedé embarazada, pero este embarazo no prosperó y tuvieron que hacerme un legrado (véase https://jmayorga.wordpress.com/2013/03/20/no-asesinar/). Mi salud después de esto quedó afectada y el médico me recomendó ya no tener más hijos; así que, después de analizarlo bien decidí que debía hacerme la ligadura.

Busqué un médico especialista para que realizara esta intervención. Producto de los exámenes rutinarios ordenados por él, para mi sorpresa, se descubrió que tenía un problema de hipertiroidismo que estaba afectando mi corazón. Por esta razón la ligadura debía esperar hasta solucionar ese problema. El tratamiento involucró una pequeña dosis de yodo radiactivo y el médico indicó que no podía tomar ningún anticonceptivo.

Me preparé durante tres meses para el tratamiento con yodo. Después de tomar el yodo tuve que permanecer aislada diez días. Hasta saber que el yodo había provocado el efecto deseado, lo cual tomaría unos tres meses, no podía tomar otros medicamentos; así que, para no quedar embarazada, durante este tiempo use el método de control de fechas fértiles para prevenir un embarazo.

Luego de dos meses recibí con gran alegría la noticia de que el problema de mi tiroides estaba resuelto. Comencé a asistir a un gimnasio con una amiga noájida para mejorar mi salud hasta que llegara el día de hacerme la ligadura…

Pasó un mes más y Juan me pidió que le acompañe en un viaje de trabajo. Cuando regresamos me dio una infección intestinal muy fuerte que atribuí a algún alimento pasado que podría haber ingerido durante el viaje. Producto de los exámenes médicos, llegó una noticia como balde de agua helada: nuevamente estaba embarazada, y ya era un mes de embarazo. El problema está en que, de acuerdo con las cuentas, el tiempo no era el pertinente para que una mujer que haya pasado por el tratamiento de yodo radiactivo pueda quedar embarazada – lo recomendable era esperar por lo menos seis meses. El cuadro era tan complicado que estuve hospitalizada una semana, teniendo muy claro que la probabilidad de perder el bebé era extremadamente alta…

Después de lo que calificó mi médico ginecólogo como un verdadero milagro, el embarazo continuó. Acudí tan pronto como fue posible a una cita médica con mi endocrinólogo, quien hizo sus estudios de especialidad en Israel, con miedo e inquietud de que el tratamiento con yodo pudiera haber afectado de alguna manera a mi bebé. Sin embargo, con sus aproximadamente cuarenta años de experiencia, me dio ánimo y me dijo que hace poco había tenido un caso similar y que el niño había nacido bien, “así que confíe en que todo va a salir bien”.

En aquel tiempo, yo veía preocupada como se me habían presentado tantas dificultades pero en realidad eran milagros tras milagros. Una secuencia de causas y efectos que salvaron mi vida, que salvaron a mi bebé. Pero la secuencia no había terminado…

En uno de los exámenes rutinarios, ordenados por mi ginecólogo, aparecieron indicios de que nuevamente algo no andaba bien con mi tiroides. Al abordar el caso con mi endocrinólogo apareció un problema mayor pues me detectaron cáncer, un nódulo cancerígeno que debía ser extraído  lo más pronto posible. De hecho, si no hubiera estado embarazada, la intervención se la hubiera realizado inmediatamente. La operación se programó para el tiempo en que yo estaría finalizando el cuarto mes de embarazo ya que, por el cuadro, era lo más recomendable – teniendo en mente que la probabilidad de perder el bebé era altísima pues sería necesaria anestesia general.

Fueron momentos muy duros y fue el tiempo en que tuve que recargar mi cabeza con todas las enseñanzas que había aprendido durante mi vida como noájida: los consejos que había leído en artículos de Fulvida, AishLatino, Jabad, JudaismoHoy, los cds y libros que había oído y leído de Breslev, la fortaleza que me daba mi esposo, etc.

Ya más fortalecida llegué al día de la operación. Duró cuatro horas. Gracias al Eterno sacaron todo el cáncer y yo me encontraba bien. El cirujano me dijo que se oían latidos del corazón del bebé, pero que no me podía asegurar nada hasta que pase un tiempo prudencial y sea evaluado por un especialista. En la noche del mismo día llegó el especialista con todo su equipo para revisar al bebé en mi vientre y para su sorpresa el bebé estaba vivo, con su corazón funcionando de forma normal. Al parecer las cuatro horas que duró la operación no le afectaron en nada. Mi familia y yo lloramos de alegría y le dimos las gracias Dios.

En medio de todo esto recuerdo que mi ginecólogo, cuando supo lo del cáncer, me dijo, “Me saco el sombrero delante el cirujano que le va a operar porque en la mayoría de los casos, el médico no le opera si no se provoca un aborto antes”. Y también me dijo, “si su niño sobrevive a la operación es porque Dios quiere hacer algo grande con él”.

Mi embarazo continuó. Fue milagro tras milagro.

Por mi misma situación, al final del embarazo me dio preclamsia y fue muy duro el parto. A mi bebé lo llevaron a la unidad de neonatología, el pasó ocho días allí. A mí me dieron el alta a los cinco días.

Pero los milagros nunca pararon. Dentro de mi hospitalización requerí dos pintas de sangre en una madrugada. Juan fue al Banco de Sangre, para recibir las dos últimas pintas allí disponibles de mi tipo de sangre, AB+.

Mi cuarto hijo, el bebé soñado, se llama Jaim Gamliel y tiene tres meses. No toma ningún medicamento si bien requiere un control mensual de un urólogo pediatra pues tiene un pequeño problema que en muchos casos se resuelve por sí mismo durante el primer año de vida. Por mi mente nunca se me hubiera ocurrido circuncidarle a mi hijo, pues tengo bien claro que soy noájida y no judía, pero el urólogo tuvo que realizarla para evitar posibles infecciones.

Respecto a mi salud: como parte del tratamiento para el cáncer me dieron una nueva dosis de yodo radiactivo, mucho más potente que la vez anterior. Todo esto lo estoy escribiendo en estos 15 días de aislamiento que tengo que pasar. Creo que compartir esta historia con ustedes es una forma de agradecerle al Eterno por todo lo bueno y por todo lo aparentemente malo que nos ha sucedido.

Ahora he comprobado en mi vida que todo está en manos del Creador, que Él tiene el control y que cada cosa que nos sucede tiene un propósito. Este es el mayor de los conocimientos que haya podido vivenciar.

______

Notas.

[1] Para este tiempo, a más del libro de Rabí Bindman, Juan había traducido “El Camino del Gentil Justo” (Clorfene & Rogalsky) y “¿El Verdadero Mesías?” (Kaplan).

La conquista de las religiones

Las religiones, falsas todas ellas, y sin embargo conquistan a miles de millones, una y otra vez.
(Recuerdo que noajismo y judaísmo NO son religiones, aunque algunos las vivan como tales y se use muchas veces esta palabra para hacer referencia a ellos).

Presento ahora algunas de las pistas para resolver este misterio.

1- El origen material de todas las religiones es el EGO. Los dioses, ángeles, salvadores, etc., son representaciones de ese salvador/destructor interno que todos poseemos, ya que es una zona de nuestro cerebro. Buscamos con desespero tener el control, superar las sensaciones de impotencia, para lo cual disponemos incorrectamente de las herramientas del EGO, las cuales no sirven para esta finalidad, por lo cual no obtenemos realmente lo que perseguimos. Seguimos faltos de control, impotentes, y confundidos. Sin embargo, nos ilusionamos con ser todopoderosos, con dominar a los elementos, aunque a duras penas dominamos alguna cosita de nuestra existencia.
Allí, en el rostro de cada dios, está el EGO.
(Recordemos que Dios no es uno de esos dioses, ni representa al EGO, aunque para muchos sea sentido como tal, por desgracia).

2- El origen espiritual de las religiones es la NESHAMÁ (espíritu, Yo Esencial), que nos forma a cada uno de nosotros.
Somos NESHAMÁ, pero no tenemos órganos sensoriales para captarla. Percibimos los ecos de su tenue voz. Sentimos su LUZ, pero es menoscabada por nuestras acciones/omisiones que nos desvían del camino espiritual. Como resultado se interponen cáscaras y máscaras entre la LUZ y nuestra conciencia.
De los retazos de chispas que llegamos a captar entre ensoñaciones se va formando una intuición de “algo diferente”, “otra cosa”, “un algo sobrenatural”. Si siguiéramos la senda espiritual, sincronizando las máscaras del Yo Vivido con el rostro del Yo Esencial, si quitáramos las manchas de nuestros errores/pecados por medio de la TESHUVÁ, si lleváramos una existencia plena en cada una de las dimensiones, entonces no disfrazaríamos los retazos percibidos de la NESHAMÁ como dioses y salvadores, sino que entenderíamos nuestra real conexión con el Uno y Único, desapareciendo así por completo toda religión y superstición.

3- Los emisores y sostenes de las religiones se encargan de elaborar y mantener ese pan podrido que les alimenta su EGO. Emplean las herramientas del mismo: llanto, grito, pataleo y desconexión de la realidad, con todos sus derivados.
Particularmente hacen uso de la manipulación emocional a través de tremendas amenazas para la vida en este mundo así como para una vida posterior; además hacen creer que la persona es pecadora, corrupta, destinada al sufrimiento eterno sin remedio en sus manos y sin forma de limpiarse por actos; pero prometen salvación única y exclusivamente a través de las ideas, creencias y rituales que ellos impulsan.
Es una terrible cárcel en la cual al prisionero (en verdad, rehén) no se le permite demostrar su inocencia, ni se le habilita a un juicio justo, no se le concede clemencia, ni se le permuta su condena a cambio de una vida ejemplar, ni se le libera tras de su muerte; solamente se es “libre” esclavizándose a la religión.
Incluso cuando la persona es inteligente, emocionalmente centrada, cae ante esta espantosa máquina de extorsión, puesto que es un mensaje que se repite insistentemente, desde siempre, que no perdona, que no permite la disidencia, que no habilita el pensamiento divergente, que condena y machaca sin piedad. Así, el intelecto se deja secuestrar por la emoción, y la emoción se embota detrás del EGO.
Pero, si la persona se somete, si deja de molestar con preguntas, si se arrodilla en impotencia, entonces es recompensado con promesas fantásticas. Se le premia con idiotizantes fantasías, pero que llenan de cierto sentimiento de poder, de complacencia, de al final ser “más que vencedor”, cuando ciertamente no es más que un perdedor y que se pierde en su desvío.

4- Tal como el niño desesperado por la atención de los padres, estamos todos nosotros por sentir la Presencia del Padre.
Suele pasar que el niñito que comete fechorías, miente, se burla, es descuidado, no estudia, etc., es recompensado por los padres que le prestan entonces atención a sus malas conductas. Entonces el niñito aprende que si quiere que sus padres le atiendan, debe portarse mal. No habrá vuelta atrás sencilla, cuando se instala la rutina de portarse negativamente y a cambio obtener el premio de la atención de los mayores. La rutina se convierte en un hábito, una segunda naturaleza, que actúa automáticamente.
Entonces, la persona prefiere ser llamada pecadora, que le traten como pecador, que le endilguen acciones que no cometió, que le amenacen con el infierno, que le llenen de miedo con dioses castradores y siempre vigilando desde el enojo; porque eso al menos tiene como recompensa que hay un dios atento, prestando atención.
Entonces, es un cierto elogio cuando el gurú de turno le escupe al rostro para marcarlo como pecador, puesto que al menos demuestra que está siendo alguien para ese dios.
No le sirve el mensaje liberador del noajismo y del judaísmo, en donde la responsabilidad y el compromiso están en la acción personal, en la construcción de SHALOM, por medio de acciones de bondad y justicia. Prefiere el bailoteo infantil y enfermizo, la palabrería hueca y pomposa, los rituales complejos y ridículos, la sumisión cansina y absurda, el maltrato evidente y sutil, el regalar hasta lo que no tiene para llenar la panza inflada de su gurú, prefiere cualquier cosa rastrera siempre y cuando se obtenga a cambio la atención del dios.

5- Las religiones se encargan de hacer pasar el plano emocional como si fuera el espiritual, en una grosera y malparida confusión.
Así, llenan a sus seguidores de mensajes que embotan la emotividad, que la llenan de éxtasis para al minuto siguiente desinflarla con pesadillas y terrores, para luego levantarla hasta los cielos con melodías y gritos eufóricos, para patearla luego por los pisos de la culpa y el remordimiento. Es un juego perverso, una montaña rusa emocional, de llanto mezclado con risotadas, de parranda lujuriosa mal encubierta con mediocre santurronería monacal. Todo batido y mezclado para que sea la emoción la que comande, que secuestre al pensamiento, que el cuerpo se alborote, que el plano social se convierta al mismo tiempo en prisión y tela de araña. Entonces, muy lejos queda la LUZ, bloqueada afanosamente por estas técnicas ensayadas hace milenios, desde el principio de la religión organizada, allí con el rey Nimrod.
Desaparece la espiritualidad de la vida, y es suplantada con lo emocional. Entonces, se considera espiritual el sentimentalismo, las sensaciones alborozadas, la música persuasiva, los gritos “aleluyescos”, y toda la parafernalia religiosa, que es eso, religiosa pero no espiritual.

6- Se somete al cuerpo también, sea a excesos para un lado así como para el otro.
No debe quedar ninguno de nuestros cinco planos equilibrado y correctamente nutrido, sino que el caos debe liderar. Allí donde no hay sincronía ni comunicación, es mucho más sencillo someter.

7- Se toman elementos genuinamente espirituales pero se los disfrazan para que sean parte de la religión.
Entonces, la Torá es la biblia, la cual es manipulada a gusto y disgusto del gurú.
Shabat, es el día de reposo, para hacer con él un motivo de agobio.
Las relaciones sexuales matrimoniales, un vicio malicioso que debe ser evitado o sostenido con el gurú, a espaldas del marido/esposa.
Así con todo lo que es sagrado que es usurpado y corrompido para estar en el arsenal mortificante de los amos de la religión.

8- Por supuesto, la invención de personajes antagónicos, que promueven los valores contrarios a la religión y que deben ser combatidos y exterminados.
Cualquiera que sean esos demonios, sean seres metafísicos o personas de carne y hueso, gente real o imaginaria; se precisan para tener un enemigo contra el cual luchar y desviar la atención de todos los puntos anteriores, entre otros beneficios oscuros que se obtiene con estas delirantes imágenes.
La batalla se puede librar en supuestos campos sobrenaturales, sin consecuencias directas visibles; o pueden ser las terribles manifestaciones como la Yihad, las cruzadas, la inquisición, o todo otro tipo de barbarie similar.

Ahora, algunas preguntas que me gustaría leer sus respuestas de tu parte:

  1. ¿Te sientes capaz de determinar cuáles de estos ítems corresponden a tu religión?
  2. ¿Será que existen religiones, o son todas variantes de la misma religión?
  3. ¿Fenómenos sociales tales como el nazismo, tienen algo diferente a las religiones?
  4. ¿Cómo hacer para no vivir en una religión?

El orden de los factores

A veces puedes pensar que tendrás ese elusivo éxito, tan esperado, cuando comiences a hacer dinero, o cuando seas admitido en determinado grupo, o cuando esa persona te acepte en matrimonio, o cuando te mudes, o cuando cambies de trabajo, o al divorciarte, o al jubilarte, o cuando… y pospones el verdadero factor del éxito detrás de ilusiones.

La cuestión es simple: mientras el miedo siga entorpeciendo tu avance, ninguna de los factores externos conducirán al verdadero éxito.
Podrás amasar una fortuna, pero no estarás satisfecho.
Serás miembro de ese grupo, y todavía se escapará tu aprobación social.
Convivirás con esa persona especial, y aunque te duela confesarlo, seguirás sintiendo la soledad.
Comprarás una bella casa en el barrio de tus sueños, para amargarte por la hipoteca, la distancia, la inseguridad.
Te contratarán de aquella empresa, pero no sabrás mostrar tus dotes y crecer.
Así con cada una de las otras falsas premisas del éxito, porque en tanto el interior no esté en paz, no sea receptivo al bienestar, no podrás disfrutar.

Puedes hacer diferente.
Está bien que hagas dinero, te mudes, te amigues, te asocies, esto y aquello, pero no como el único y principal paso a dar.
Tienes que tomar conciencia de tus miedos.
Admitir que ellos te dominan.
Encontrar qué los motiva.
Tomar medidas para actuar con cautela, pero no con miedo.
Avanzar allí en donde el miedo te dice que caerás o serás destruido, para darte cuenta que el miedo era una fantasía terrible, que te anclaba e inmovilizaba a una situación dolorosa.

Ese miedo delimitaba tu Zona de Confort a un espacio falsamente confortable, que te daba la impresión fantasiosa de que estabas bien. Te proponía un mundo terrible más allá de su límite, y te prometía entonces resguardo en tu parálisis y atontamiento. “¡Quédate aquí, aunque no estés tan bien, porque allí seguramente estarás peor! ¡Más vale malo conocido que bueno por conocer!”. Así te asfixiaba en tu pobreza, soledad, envidia, rencor, amargura, ira, ignorancia, idolatría, reverencia a pastores-lobos, aceptación de maltrato, etc.

Tus dones, regalos de Dios, se marchitaban sin ser usados.
Tu poder se anulaba, te sentías impotente.
Tu ansiedad por controlar, te dejaba cada vez más débil, incapaz de dominar lo que naturalmente estaba en tu potestad.
Te amargabas, enojabas, encerrabas, esperanzabas vanamente, más y más; para tropezar una y otra vez, confirmando aquello que tu miedo vociferaba.
Eras el motor de tu fracaso, dándote cuenta o ignorándolo.

Puedes dar el pasito más allá del límite impuesto por el miedo.
Una buena idea, cuando ayudas a otros de forma desinteresada, estás salteando por encima de tu miedo, desplegando tu capacidad, manifestando tu poder. Por si fuera poco, estás sintonizando con la Voluntad del Eterno.

Estarás en la senda del éxito al no desesperarte por poseer, por controlar; sino al aceptar lo que sucede, controlar lo que está en tu dominio, disfrutar sanamente lo que te corresponde.

ENTREVISTA A FULVIDA MÉXICO EN EL PERIÓDICO ENLACE JUDÍO.

ENLACEJUDIO

Hola a todos,

En esta ocasión fuimos convocados por el periódico Enlace Judio para dar un mensaje principal.

El mensaje principal es Noajismo NO ES JUDAIZARSE.

Noajismo es:

1. Que la persona reconozca los derechos que hacen que su vida sea más plena
2. Hacer que la persona trabaje en tener una mejor vida a través de estos derechos
3.Luego lograr que los individuos protejan su vida a través de los siete principios universales los cuales son las armas para defender la vida plena que se va construyendo en todas las facetas de la persona.
Noajismo no tiene que ver con judaizarse o convertirse u observar leyes judias sin ser judío.

Amar por sobre los cielos

מדת האהבה השרויה בנשמת הצדיקים היא כוללת את כל הברואים כולם, ואינה מוציאה מן הכלל שום דבר ולא עם ולשון, ואפילו עמלק אינו נמחה כי-אם מתחת השמים , אבל ע»י הזיכוך מתעלה הוא לשורש הטוב , אשר הוא מעל לשמים , ונכלל הכל באהבה העליונה , אלא שצריך כח גדול וטהרה עצומה ליחוד נשגב זה.

מידות הראי»ה אהבה

El valor del amor que anida en la NESHAMÁ (espíritu, Yo Esencial) de los justos, incluye a todas las personas, sin excepción, no deja fuera nada, ni nación o lengua; e incluso Amalec solamente es borrado de debajo de los cielos, pero gracias al proceso de purificación se eleva hacia la raíz del Bien, que está por encima de los cielos; es incluido todo con amor superior, pero hay que dedicar gran esfuerzo y pureza inmensa alcanzar una unificación como ésta.

Así nos enseña el Rav Kook.
Y tú que te enojas y armas terribles líos por cositas sin importancia… ¿no es así?
Por cualquier cosa te ofendes, aunque después de un rato te das cuenta que no valía la pena.
A veces, son cuestiones que parecen muy importantes las que te llevan a estresarte, digamos algo que sí amerita estar alterado… ¿no?
Pero, releo la sabiduría del maestro, y encuentro que hasta el más perverso de los pueblos, aquel que su misión en la vida era destruir al pueblo judío para así erradicar el recuerdo y Nombre del Eterno, hasta ese infecto pueblo puede ser purificado y elevado hacia el Bien.

Tenemos que aprender acerca del AMOR, que no es esa payasada romántica de los cuentos, ni esa manipulación emocional de religiones y sectas, ni tampoco un estado de ánimo.
AMOR, es acción positiva y a favor de otro, sin esperar nada a cambio, y sin que nos perjudique.
AMOR es un trabajo de unificación, de uno mismo en sus dimensiones; con el otro en su otredad. Sin embargo, NO debemos amar el mal, ni aceptar la injusticia, ni apoyar la negatividad. Pues, eso NO ES AMOR.
El AMOR eleva, no se conduele con el mal; ni provoca el  malestar, ni se hace cómplice de ello.
No tapa el pecado con excusas, ni se escuda en justificaciones para seguir alejado del Bien.

El AMOR eleva con la construcción de SHALOM, y al hacerlo une.
No es fácil, porque choca con tantas creencias, prejuicios, trabas, hábitos, que parece ser una tarea titánica e inaccesible.
Pero, precisamente en el continuo trabajo por realizarlo, es que estamos ejerciendo el AMOR.

Pensar y crear

No tenemos el poder para elegir nuestros pensamientos, pues estos surcan a una velocidad increíble la breve pantalla de la conciencia.
Pero sí contamos con la capacidad para enfocar o dejar fluir, sin apegarnos a los que no nos benefician.
Como si estuviéramos en una estación de tren, donde van y vienen infinidad de trenes, a numerosos destinos. Nosotros queremos viajar a un determinado lugar, por lo cual, estaremos atentos y nos iremos en aquel que nos sirva, o al menos nos aproxime. Dejaremos que los otros sigan su curso, sin dedicarles energía ni tiempo; aunque tal vez notemos su presencia, si tuviera alguna utilidad, en caso contrario simplemente pasarían sin atrapar ni una molécula de nuestra preciosa atención.

Podemos entrenarnos en enfocar nuestra conciencia en aquellos pensamientos que sean de LUZ.
Posiblemente no alcanzaremos la maestría en poco tiempo, pues será necesario dedicar mucho trabajo y esfuerzo para pulirnos; habremos de tropezar y caer, para luego incorporarnos y tomar experiencia e impulso renovado.
La cuestión radica en no perder el rumbo, a pesar de la contrariedad y fallos.

Por supuesto que de acuerdo a nuestras condiciones heredadas, así como a lo que hemos ido aprendido y adquiriendo como hábito, podremos encontrar mayor dificultad o facilidad.
En líneas generales, todos podemos mejorar.

Si cruzan por tu pantalla pensamientos de miedo, odio, ira, celos, venganza, culpa, manipulación, agresión, mentira, chantaje, amenaza, degradación o similares; estás enfocándote en la muerte en vida, o en la vida muerta.
Pero, si tus pensamientos proyectados en tu conciencia son derivados del AMOR, tales como agradecimiento, elogio sincero, aprobación, bondad, ánimo, acuerdo, crítica constructiva, amabilidad, solidaridad, correctivos; entonces, la LUZ irradia en tu pantalla, dotándote de verdadero optimismo, de una mirada más clara y poderosa.
Aquí tienes el secreto del pensamiento positivo en su rostro puro, sin malabarismos pintorescos, sin recurrir a farsas de ilusionista, sin mística de circo. El efecto benefactor del pensamiento positivo está en apartar la oscuridad para dar el espacio que le corresponde a la LUZ, para de esa forma tener una perspectiva realmente optimista y que promueve palabras y acciones beneficiosas.

Tenemos el poder de expresar verbalmente muchísimos de nuestros pensamientos, y cuando sirve para la construcción de SHALOM, es bueno y necesario hacerlo. La expresión constructora de SHALOM la denominamos Comunicación Auténtica.
Cuando no usamos la Comunicación Auténtica, estamos impidiendo fortalecer nuestro pensamiento creativo y saludable, porque profanamos nuestro santuario interior.
Porque, aquello que debiendo ser dicho fue silenciado, puede convertirse en un foco infeccioso emocional.
Aquello que debiendo permanecer silencioso fue dicho, probablemente se transforme en un problema.
Lo mencionado agrediendo, basándose en falsedades, confundiendo, siempre terminan en callejones sin salida, donde se amontona energía y debilita al ser.

Entonces, no esperes a que el bienestar provenga de afuera, comienza tú a poblar de bien tu ser, para de esa forma generarlo y compartirlo, al mismo tiempo que hacerte receptivo en caso de que te sea dado de fuera.

Así, los tres ropajes de la NESHAMÁ (pensamientos, palabras, acciones) la representan con calidad.
Vamos por la vida construyendo SHALOM, en los actos de bondad Y justicia; en las palabras bondadosas Y justas; en los pensamientos que juzgan meritoriamente.

Entonces, incluso cuando estamos en dificultades, reaccionamos positivamente, buscando soluciones reales y no fantasías o ahondar los problemas.
Aunque alguien diga alguna cosa agraviante, no respondemos desde el EGO, sino desde el AMOR, sin por ello permitir que prevalezca el mal y lo torcido.

¿Ego espiritual?

El EGO, también llamado IETZER HARÁ, tiene asiento en una sección del cerebro, que compartimos con muchas especies animales.
No es una entidad mística, ni un ángel alado de luz o oscuridad, ni una energía metafísica, ni siquiera es una metáfora, sino una función natural, instintiva, primitiva, normal que se dispara en ocasiones en las cuales estamos en impotencia y precisamos reaccionar de forma automática e inconsciente para obtener auxilio externo o para actuar de forma refleja para salvarnos del percance.

El problema radica cuando el EGO se dispara cuando sentimos impotencia y no la estamos experimentando en la realidad; porque estaríamos desplegando un repertorio de respuestas inapropiadas para resolver la situación.
También es conflictivo cuando debiendo recurrir a otros mecanismos caemos en el hábito de actuar bajo el mando del EGO; así, la respuesta más evolucionado debiera servir para resolver las cuestiones de manera eficiente, pero al actuar de acuerdo al EGO terminamos ampliando y/o profundizando una crisis.

El EGO, cuando ejecuta su trabajo dentro del marco adecuado, es un gran aliado; está precisamente para ello, para salvarnos.
Pero, cuando irrumpe y trastorna el accionar en situaciones innecesarias o inadecuadas, se convierte en un obstáculo (a superar).
Por esto mismo, es que al sortear las trampas del EGO logramos fortalecernos, crecer, mejorar, beneficiarnos.
Por tanto, incluso al estar usurpando roles y molestando, si sabemos cómo manejarnos correctamente, el EGO no es más que la mancuerna para ejercitarnos en nuestro entrenamiento del músculo de la superación personal. Pero, si tropezamos y caemos con sus trucos, entonces es doble el esfuerzo para sobresalir y perfeccionarnos.

Muchas personas terminan en ciclos tóxicos, de enfermedad, abandono, pobreza, idolatría, engaños, desanimo, locura, enojo, altercado, separación, etc., por estar siendo comandados por su EGO, en lugar de mantenerlo limitado y al servicio del bienestar del individuo.

Por su parte, el espíritu, la NESHAMÁ, el Yo Esencial, no tiene asiento en ninguna parte de nuestro organismo. Quizás, y de ello no tengo certeza, alguna porcioncita del cerebro actúa como su interfaz con el cuerpo; no lo sé, no tengo como saberlo, y prefiero no especular.
Esa identidad pura que somos, aquí/ahora y en la eternidad, no puede ser modificada por el EGO, ni por nada que hagamos o dejemos de hacer. La NESHAMÁ no depende de nuestra voluntad, deseo o accionar, sino que solamente depende del Eterno, pues es una chispa Divina. Así pues, si hay algo de nuestro ser que jamás puede ser conquistado por el EGO, o secuestrado para servirle, es el espíritu.
Pero, nuestras acciones van creando cáscaras en torno al espíritu, sin tocarlo en lo más mínimo, sin disminuir un grado de su brillantez. Lo que se obstaculiza es la llegada de su LUZ al resto de nuestro ser. Cada pecado, desviación de la senda correcta, pone una mancha que rodea la LUZ. Cada acción sintonizada con la senda del bien, limpia una de esas manchas, o amplía el canal de pasaje de la LUZ para que irradie con mayor potencia en nuestro ser. Así también actúa la TESHUVÁ, limpiando, armonizando, encaminando, devolviendo la luminosidad a los rincones oscurecidos.

Si comprendes esto, te das cuenta que es imposible hablar de un EGO espiritual.
El EGO impide el pasaje de la LUZ, pero no afecta al espíritu.
La NESHAMÁ continuamente alumbra, susurra para orientarnos, es la brújula imperceptible que nos marca el norte ético que debiera movernos y servirnos para pensar.

El espíritu, lo espiritual no pueden ser egoístas, es por definición algo imposible.
Si bien, el propio espíritu nos impulsa a mantener una actitud de “egoísmo positivo”, que es el afán por obtener aquello que precisamos para nutrirnos y crecer, sin que por ello agredamos injustamente a otro ser.

Entonces, si te encuentras con gente que dice estar transitando el camino espiritual, pero sus acciones no lo demuestran; debes tú evaluar cuánto oído prestar a sus prédicas y peticiones. No está en ti juzgar de manera parcial, ni condenar; pero sí es tu deber analizar, estimar, para conducirte con la LUZ a través de acciones concretas de bondad Y justicia.
Esto es el grado máximo, actuar siempre como constructor de SHALOM, actuar con bondad Y justicia.

ALZO LA VOZ

Hace poco se publico en serjudio.com un artículo que surgió debido a un E-mail que fue enviado al señor Ribco plagado de una intolerante violencia[1], y que me hizo pensar (y recordar) los múltiples ataques que ha recibido tanto el More Ribco como también el profesor Ortiz[2], a través de décadas de servicio gratuito y desinteresado que han brindado en serjudio.com y en Fulvida.com.

Pero también me ha hecho pensar la posición de indolentes y pasivos en que muchos de nosotros los no-judíos[3] nos atrincheramos, mientras observamos como a ambos los han querido conducir al “paredón de fusilamiento” debido a sus luchas para que el espíritu humano no se extinga en los hornos de la religión.

Hemos sido muchos (cientos, miles o millones; no lo sé) los no-judíos que nos hemos visto beneficiados de manera gratuita. Unos han abandonado sus vicios eclesiásticos, otros han encontrado sendas apropiadas para la vida; unos otros han confirmado sus sospechas razonadas de que la religión de turno los estaba estafando (y matando literalmente), mientras que otro tanto han encontrado una fuente de Moral y de Ética (¿y por qué no decirlo? de espiritualidad también. Porque bueno… hasta los ateos nos hemos espiritualizado).

Pero lo cierto es que sin obligación alguna, el compromiso de ambos ha sido notablemente visible a lo largo de los años.

¿Será que el judío tiene obligación con un no-judío de mostrarle su camino e identidad, y tras de eso soportar sus insultos?

No. Suficiente con sus propias obligaciones. Es más, en el caso del señor Ribco, sus padres milenios antes lo comprometieron con un adeudo serio con Dios, Israel y con él mismo[4] ¿Qué se gana con una obligación “de hecho” y no legal que ha asumido para con el no-judio? Nada, exceptuando el cariño y amor de muchos.

Y del Profe Ortiz, ¿tendrá obligación para con el no-judío también, en mostrarle la senda correcta; la vía jurídica divina de su proceder y vida?

Tampoco. Suficiente con las obligaciones divinas y legales que ha asumido para con él, su familia, y su identidad. Y al igual que el More, el profe Ortiz no gana nada, exceptuando el cariño y amor de muchos.

Pero como en ambos casos, por los buenos sentimientos de unos despiertan el lado negativo en otros.

¿Y por qué?

Envidia en el caso de Yehuda pareciera ser la respuesta[5].

Estar chismeando en lo que hace el profesor pareciera ser la respuesta en su caso[6]

O tal vez, eso es lo que personalmente quisiera yo creer.

Pero sea cual sea la respuesta a tan innecesarias preguntas, lo cierto es que nuestra posición no debería ser pasiva, observadora, arremetedora de inactividad, de espectador circense.

Hoy en día, somos más que hace décadas atrás. Ya tenemos una voz más fuerte y sonora por ser muchos los que defendemos nuestra libertad que como no-judíos tenemos.

No deberíamos permitir más esos arremeteos de violencia que quieren callarnos o intimidarnos; ni contra Yehuda, ni contra el Profe, ni contra de ninguno de nosotros.

Y que éste sea uno de muchos de los artículos que alzan la voz.

 

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[1] http://serjudio.com/sitra-ajra/jesus/malabares-del-circo-religioso

[2] http://serjudio.com/personas/re060306.htm  solo por poner un ejemplo de los muchos más que se pueden leer en la página web de antaño http://fulvida.com/nosotros/sernoajidacom/

[3] Si me permiten, usaré el término “No-Judio” en lugar de otro, para incluir a todos lo que se han beneficiado de las paginas web en mención. Sea los que creen que el noajismo o judaísmo es una religión, lo que hacen de ambas identidades una religión, lo que nos hemos identificado a pesar de no tener una religión, los que tienen religión y a pesar de eso nos siguen leyendo, los que se han identificado como noajidas pero se comportan como religiosos, los ateos, los agnósticos, los cristianos, los musulmanes, los judíos, y todos aquellos de todas formas siguen visitándonos y beneficiándose del buen alimento que ambas paginas desinteresadamente tiene servido.

[4] “…Los judíos, recién liberados de la esclavitud de Egipto, vieron a los Cielos y dijeron al Eterno: ‘Si Tú nos entregas tu Torá, nosotros te entregamos a nuestros hijos’. Respondió Dios: ‘Ya que ustedes me ofrecen a vuestros hijos, Yo les entrego mi Torá’”. Rabbi Meir en http://serjudio.com/personas/pueblo-judio/secreto-de-continuidad

[5] http://serjudio.com/sitra-ajra/idolatria/¿que-descendio-para-los-gentiles-en-sinai-cuando-descendio-la-tora-para-los-judios

[6] http://fulvida.com/2013/01/08/el-no-vivo/