1- Despues de la muerte hay otra existencia
2- y es buena es como conoser los secretos espirituales del hombre
3- y estar mas cerca De Dios;
4- por que la promesa para los justos cielos y tierra nueva
5- no entiedo si estar cerca de Dios es lo mejor.
(Pregunta enviada a FULVIDA.com)
Archivo de la categoría: Despertando al projimo
Vender libros de idolatría
1- Estoy abandonando el cristianismo después de unos 20 años,
2- luego de haberlo investigado y averiguar que no se ajustaba a la verdad de Dios.
3- En todo este tiempo compre varios libros cristianos.
4- Mi pregunta es si es lícito venderlos aclarando que los estoy vendiendo porque ya no creo en lo que dicen y porque necesito el dinero.
Gustavo
(Pregunta enviada a FULVIDA.com)
El rezo de un idólatra y algo más
VIVIENDO ENTRE EVANGÉLICOS.
SI UN CRISTIANO DESEA REZAR POR UN NOAJIDA QUE DEBE HACER?
(Pregunta enviada a FULVIDA.com)
Supe de ustedes y quiero conversión
Buenas tardes, desde que supe de ustedes simplemente me he acondicionado a los principales mandamientos, he estudiado cuanto me es posible para saber mas y profundizar mis conocimientos, quisiera saber del proceso de conversión. Estudiante de Negocios LIma
Unos momentos memorables en KIPUR
Hace mucho tiempo, desde antes de ser adolescente, que trabajo como cantor, lector de Torá, maestro de judaísmo y en otras actividades litúrgicas/educativas en diversas instituciones judías del país. En la capital y fuera de ella.
Trabajé en todas las comunidades judías de Montevideo. También enseñé en todos los grandes colegios judíos (que funcionaran durante mi vida adulta), y lo sigo haciendo gracias a Dios, en el mayor instituto educativo judío de Uruguay.
También ejerzo como jazán principal en la Comunidad Israelita Sefaradí del Uruguay.
Es un gran honor, placer y enorme responsabilidad participar en estas actividades sagradas.
Desde hace varios años dirijo los servicios de los Iamim Noraim en la Comunidad judía en la ciudad de Paysandú, en el interior de Uruguay, y es precisamente de esto que quiero comentar algo ahora.
De cada oportunidad se puede resaltar alguna experiencia, encontrar enseñanzas, apuntar momentos que sirven para el crecimiento propio y del prójimo. ¡Sí habrá en todos estos años y encuentros cosas para rememorar y de las cuales aprender!
En este momento quiero simplemente testimoniar un pequeño instante al cierre de la Neilá, hacia el final del servicio de Kipur 5776, hace solo unas horas atrás.
La pequeña pero intensa comunidad sanducera estaba acompañando a su ritmo los rezos, siguiendo atentamente las enseñanzas que iba intercalando, participando a su manera para dotar de vitalidad y sentido el encuentro sagrado. Porque la idea no es solamente cumplir con el ritual antiguo, pasando largas horas en la sinagoga y rezando los textos añejos y en apariencia poco conectados a nuestra vida cotidiana actual. Sino más bien dar vida a la tradición, y que ella nos dé vida a nosotros de forma renovada.Porque mi idea es seguir las pautas tradicionales, para permitir que la LUZ de la NESHAMÁ que destella de forma especial en estos días no quede reducida a su mínima expresión y se pierda absorbida por cáscaras rituales y sociales, sino que atraviese las penumbras del EGO y dé poder y conciencia a la vida de los presentes, y a través de ellos también de los ausentes.
En ese rezo final en el salón no solamente había judíos, también concurrieron algunos gentiles, sea que estuvieran conectados por lazos familiares con miembros de la comunidad, o porque tuvieran algún interés en estar allí. Incluso había llegado un pastor evangélico, el cual desde el fondo y en silencio atento y respetuoso siguió con su mirada en el libro de rezos la fonética y supongo que también las traducciones al español. Este hombre se acercó humildemente luego de la havdalá a saludar por el nuevo año y agradecer por las enseñanzas que se llevaba consigo. ¿Quién sabe, quizás esté un paso más cerca del noajismo puro ahora? Sería algo muy bueno, que también este hombre encontrará la senda a su verdadera identidad espiritual gracias a haber estado un ratito en el rezo del Iom Kipur de los judíos. Sería estupendo, para que también pudiera servir para alumbrar a otros que están en la oscuridad a redescubrir el noajismo, la senda espiritual para las naciones. ¿Quién lo sabe? Tal vez Dios dé una mano con esto también…
El día de Kipur, ayudando a judíos y gentiles a encontrarse, a darse cuenta de su auténtica identidad espiritual. Que Kipur sea algo más que unas horas en el templo, y repetidas frases aburridas y fuera de contexto, y un ritual vacío de vida y trascendencia. Que Kipur sirva para lo que originalmente fue creado, el encuentro de uno consigo mismo a través de encontrarse con el Padre Celestial, y así estar en armonía interna y con el prójimo.
Pero no es de esto que quería comentarles, sino de una buena señora de la comunidad, esposa, madre, abuela, bisabuela un pilar de la gran familia judía sanducera. Me habían dicho en Rosh haShaná que estaba bastante enferma y que no vendría, por lo cual me alegré muchísimo cuando entró para el Kol Nidrei, y luego cuando estuvo en el resto de los rezos. Allí estaba, como en los años anteriores, marcando su presencia, participando, ayudando a otros a hacerlo.
Al final de la Neilá, luego del shofar, luego de cantar leshana habá biIerushalaim, antes del arvit y la havdalá, entonamos en esta comunidad el Hatikva, el himno del Estado de Israel.
No sé si se hace en otros lugares, no sé desde cuando lo hacen en Paysandú, pero el hecho es que lo hacemos.
Y allí estaba la doña, cantando a vivo pulmón este himno, con lágrimas en los ojos.
No era dolor, tampoco amargura, ni angustia. Su rostro no indicaba nada de esto.
Me parece que era añoranza por la verdadera patria, y tal vez sano orgullo. No lo sé, estoy suponiendo porque no quise preguntarle.
Lo cierto es que era un llanto suave, noble, que surge desde las entrañas y no busca llamar la atención o manipular para obtener beneficios. Es el otro llanto, aquel que vibra desde lugares remotos y luminosos.
Sí, para esta amiga apreciada Kipur tiene sentido, lo vivió con intensidad.
Espero reencontrarme con ella, su marido, su familia dentro de poco menos de un año. Para celebrar juntos, con bien, salud, prosperidad, alegría, shalom, bendición.
Mientras tanto, los meses que quedan, a continuar construyendo SHALOM a cada rato, fuera y dentro, con acciones de bondad Y justicia.
Elohai ad shelo notzarti
Estiman los científicos que el universo tiene unos quince mil millones de años, un 15 seguido por nueve ceros.
Es una cifra enorme, inmensa.
Nuestra modesta humanidad, esta que somos con NESHAMÁ (espíritu) apenas si roza los seis mil añitos. Es como una puntita de arena en una gigante montaña inabarcable.
Este universo no tiene vistas de acabarse en los próximos miles de millones de años. Por ahí nuestro modesto y casi invisible sistema solar tiene unos dos mil millones años más de vida, milloncito más o menos. Pero el universo, esa impensada infinitud (al menos a nuestra escala), puede seguir existiendo hasta tiempos que no tenemos capacidad de razonar o siquiera soñar.
Es imponente en tamaño, es impensado en dimensiones, es como si fuera eterno en años.
Y aquí estamos, pequeñitos, como subpartículas atómicas de esta ilimitada realidad.
Y aquí está nuestro Padre Celestial, tan incomprensible que ni siquiera el universo completo es capaz de abarcarlo o servirle de residencia temporal/habitacional.
Y sin embargo, estamos aquí y ahora, a pocas horas de comenzar otro IOM KIPUR, listos para el encuentro sagrado con nuestro Padre.
Desde la NESHAMÁ alumbrando con Su LUZ todos los rincones de nuestra minúscula existencia.
Para dotarnos de humildad, que es el reconocimiento de nuestros poderes y nuestras impotencias, nuestros hechos y nuestros potenciales, nuestros errores y nuestras opciones de reparación.
Estamos preparados para sentirnos con importancia, puesto que en esta infinitud de tiempo y espacio Él ha querido dotarnos de existencia, hacernos llegar y vivir. Tan rápido como llegamos nos iremos. Somos como sombras de pequeños pajaritos que van pasando. Somos como la nada. Polvo. Pero sin embargo, adquirimos consciencia y estamos dotados de la llave de la NESHAMÁ. Él quiere que estemos vivos, tenemos un sentido para estar aquí y ahora.
¡Es espectacular este regalo y el saber que Él nos lo dio!
Podemos aprovecharlo, y dar sentido a nuestra existencia. Convertirnos en parte de la trascendencia. Ser constructores de SHALOM, con toda la metafísica que ello también implica y no hemos explicado hasta ahora.
O podemos desperdiciar la chance, y sumergirnos prontamente nuevamente en el anonimato de la nada infinita del universo.
Está en nosotros poder elegir entre ambas opciones y realizar una vida o solo pasar por ella.
Para quien quiera reflexionar más al respecto le dejo este video:
Posibilidades limitadas
Tu número de posibilidades va variando, por lo general se va reduciendo mientras más vamos envejeciendo.
A veces al escoger una puerta, cerramos otras; pero quizás al mismo tiempo estamos abriendo otras tantas con nuevas opciones que a priori desconocíamos.
O tal vez, obturamos, clausuramos, nos vamos encaminando por un único sendero, habituándonos a nuestra celdita mental, minimizando nuestras elecciones para llevar una vida repetitiva, codificada, programada.
¿Cómo saberlo?
¿Tú eres consciente?
Nunca, ni siquiera desde el minuto cero son nuestras posibilidades o capacidades ilimitadas, puesto que como seres en espacio/tiempo necesariamente estamos enmarcados, constreñidos, encuadrados.
Si bien es cierto, nuestra identidad como NESHAMÁ (espíritu), ¡esa sí es menos limitada! Pues nos mantiene constantemente conectados con Dios y con todo, en todo tiempo y todo lugar. Pero, al estar habitando esta realidad, este aquí y ahora, esa ilimitada LUZ se reduce a permanecer más o menos bloqueada por nuestra materialidad.
El pensamiento mágico, no abre nuevas realidades, no nos da alas, no cambia los hechos.
Por ser mágico, sencillamente es una fantasía sin asidero, aunque nos puede llenar de emoción y darnos esperanzas, cosas que quizás ayuden para ser audaces y atrevernos a mejorar. O, por el contrario, nos adormece, nos paraliza, nos mantiene a la expectativa de milagritos y salvaciones místicas y por tanto vamos muriendo mientras aún estamos con vida.
¿Cuál de estas cosas te sucede?
Pero, puedes pensar en cambiar para bien.
Puede diseñar el cambio y visualizarlo en tu mente.
Imaginar en grande y con detalles.
Luego dibujarlo para analizarlo, saborearlo, conocerlo, reconocerlo y adecuar entonces nuestra existencia a ese proyecto.
Pensar en cambiar y preparar la estrategia para alcanzarlo.
Que el sueño no sea un cuento hecho de vapores, sino una propuesta interesante que dota de vitalidad a una vida aburrida y amargada.
Si te aferras a lo que conoces, y temes al cambio, tal vez venga la ola que todo lo arrasa y te obligue a cambiar.
O, tal vez te mantengas en sombras, aterrado, adolorido, pero encadenado fielmente a lo que te está robando la vida.
¿Qué escoges?
Tienes al alcance algunas posibilidades que no has explorado, otras capacidades que mantienes a raya.
Tal vez ha llegado la hora de despertar y atreverte a ser.
A darle lugar a tu NESHAMÁ, a ser tú mismo a pesar de las máscaras que te han y has obligado a usar.
¿Que te parece?
Para sentirte y estar mejor
Construir SHALOM con acciones de bondad Y justicia, en todo momento, esa es la intención.
Pero cuidado, esto no implica estar al servicio de todo y todos, de forma indiscriminada, cual felpudo listo para ser pisoteado por quien pase en ese momento.
Recuerda que no podrás ser valorado si no te valoras.
No recibirás el tan anhelado cariño y consideración, regalándote a cambio de promesas de atención y amistad. Porque, luego de usarte y abusar de tus energías y tiempos, el otro te desechará como una cáscara sin función; o te mantendrá al margen, para seguir aprovechándose de tu desesperada entrega. ¡No! No se obtiene cariño a cambio de entregarte, ni de regalos, ni de hazañas que te desgastan, enfadan, cansan, desenfocan… ¡no!
Ten en cuenta que la bondad se limita con la justicia, la justicia se dulcifica con la bondad.
Allí en donde se extrema una, se desmerece la otra.
Y ambas son necesarias para alcanzar el justo medio, el camino dorado de la virtud.
Haz tu parte, plenamente.
Sé atento a los demás, pero sin dejar de atender a tus necesidades.
Sé solidario, pero sin transformarte en el esclavo de tus celditas mentales, esclavizado al deseo del que se aprovecha de ti.
Ten en cuenta el PARA QUÉ de tus acciones, en todo momento.
Aprende a decir “no”, cuando esa es la respuesta saludable.
Enfócate, concéntrate, valórate.
Porque, si tú no te valoras, ¿cómo pretendes que alguien te reconozca tu verdadero y alto valor?
Respétate, porque eres el primero que debe hacerlo.
Ámate, porque es la forma de ser amado.
Deja de encerrarte en tu celdita mental, anímate a salir de ella sin por ello arriesgarte innecesariamente.
Ten paciencia contigo mismo y con los demás.
Anímate a aprender, a reconocer que no sabes, a admitir tus errores con la intención de crecer.
Hay tanto que puedes hacer para estar más feliz, dichoso, bien contigo mismo.
Y no está en una alta cima, ni se precisan complicadas posturas filosóficas. Solamente unas pequeñas indicaciones y la voluntad de construir SHALOM.
Hace 5776 años
En poco más de 24 horas se cumplirá otro ciclo anual. Parte de la humanidad celebrara el nuevo año universal 5776; otra parte ni se enterará, y otra parte le llegará a oídos pero, con sorprendida rareza, restarán importancia a tal número y fecha para continuar sus vidas y actividades según el calendario civil del año en curso.
Pero para todos y por igual, de mi parte quiero compartirles esta breve reflexión. Obra personal que no es historica, ni pretende serlo. Estará condicionada a los que sí saben del tema, y a los comentarios u observaciones de todos los lectores.
Hace 5776 años (ya casi) apareció en el mundo el primer ser (y único para ese momento) con conciencia de ser y de existir. El primer ser que actuaba no solamente según su arsenal de instintos o sus demandas razonables, sino que ahora estaba equipado de otro patrimonio natural: La Ética y La Consciencia.
Ya no era solo los impulsos instintivos los que ordenaban lo que TENÍA que hacer; tampoco era ya las tradiciones de los clanes o grupos sociales lo que le dictaban lo que DEBÍA de hacer. Ahora tenía una ética y una conciencia que lo liberaba de esos lazos primeros de la naturaleza y de la sociedad (instintos y tradiciones) y lo trascendía a alguien único y solitario de su especie.
Era parte de la naturaleza y del mundo, y no lo era al mismo tiempo. Ahora sabía que tenía que vivir dotando de sentido la existencia, la suya, y la del mundo; ahora sabía que era y que existía, que en algún momento tenía morir, que el tiempo es corto, que la justicia tenía que imperar, que la bondad tenía que ser…. ¿Cómo no sentirse solo e impotente ante tal nacimiento?
Ese primer ser trascendió de simplemente humano, a ser persona; a tener responsabilidad de su vida y su destino. A construirse y transformarse en lo que quisiera, soñara o deseara. A realizar esas mismas acciones de trasformación, con propósito, al mundo y a todo lo creado. El cielo era el límite. El mundo era suyo, y suyo la responsabilidad de su cuido. Ahora era libre de todo, incluso de dios mismo.
!¡ Qué gran acontecimiento¡!
¡! Qué gran regalo!¡
Todo eso hace 5776 años atrás. En ese ser estábamos contenidos tú y yo. Y su gran regalo, La Ética y La Consciencia, el ser creadores, creativos, artistas, responsables o conscientes, dadores de sentido nuestro patrimonio por derecho hereditario. Y recordamos la envergadura de tal acontecimiento gracias al único grupo humano que no ha permitido que ni el tiempo ni los acontecimientos borren el recuerdo. Si, gracias a los judíos.
En pocas horas recordaremos ese primer ser y ese galardón; reflexionaremos que hemos hecho con tan enorme regalo, con tan amplia libertad, con lo mucho que se puso a nuestra disposición y cuido; y nos comprometeremos a actuar según La Etica y la Consciencia para este nuevo ciclo anual.
Gracias a todos por acompañarme en esta brevísima reflexión, que tengan un buen año 5776, y que este nuevo año sea el que al fin iniciemos la construccón del Paraíso en el Mundo.
La LUZ detrás de la idolatría
Detrás de toda idolatría, de toda religión, se encuentra el deseo puro y sincero por conectarse con el Eterno.
Por ello en la Tradición se denomina a la idolatría como AVODÁ ZARÁ, un servicio extraño; porque, se busca servir al Señor, pero de modos que son ajenos.
Como suele ocurrir, la buena intención carente de contenido y conciencia, termina convirtiéndose más en un obstáculo que en una solución. En esto, como en cualquier otro acto humano.
El reconocer la sincera búsqueda del Eterno como su motivación básica, NO implica que la idolatría, religión, ateísmo, sectarismo, superstición y cualquier otra manifestación similar, sean correctos, auspiciosos, adecuados; sino solamente constatamos un hecho real. Es lo que es, aunque nos parezca ilógico e incluso increíble. ¿Cómo puede ser la aparente negación de Dios el efecto de una sincera búsqueda de Él?
Si fuera posible, al enterarse de la verdad, la persona debiera apartarse por completo de estos caminos erróneos y malditos, limpiarse de ideas extrañas, librarse del yugo perverso, para así estar en real conexión con Dios.
SirviéndoLo completamente, con pureza, belleza, inteligencia; no de modos chanfleados y que suelen provocar distorsiones que resultan en angustias y bloqueos.
Es decir, dejar de lado TODA religión, todo ritualismo hueco, ideologías bizarras, sectarismos y fanatismos, cualquier otra cuestión que distorsiona la existencia según es la Voluntad del Eterno para con nosotros.
¿Cómo puede ser que teniendo el deseo puro por Dios se termina andando por las sendas oscuras de la AVODÁ ZARÁ?
Todos los humanos somos NESHAMÁ (espíritu) encarnados en este plano dimensional.
Esa NESHAMÁ es nuestro lazo constante y sin interrupciones con el Eterno y el universo completo.
Ser NESHAMÁ es nuestra identidad fundamental, esencial; lo que somos antes, durante y luego de nuestro pasaje por este mundo.
Sin embargo, la NESHAMÁ permanece oculta, revestida por las máscaras y cáscaras que vamos vistiendo durante nuestra vida.
Vivimos en este mundo, con todas las limitaciones, con las constantes impotencias, soportando nuestra endeble existencia.
Como recurso de supervivencia contamos con el EGO, cuya función natural e instintiva es llamar la atención y reaccionar automáticamente para preservar la vida.
Nos llenamos de ideas y creencias, suponemos que somos tal o cual, nos adoctrinamos en esto o aquello, nos adherimos a sectas y grupos, nos abrazamos a imágenes de lo que imaginamos ser nosotros, nos abarrotamos de las imposiciones del EGO, pecamos y por ello ponemos barreras a la LUZ de la NESHAMÁ que sigue tan bella y espléndida pero no la podemos ver ni sentir.
Es así como estamos a oscuras, a pesar de que somos una LUZ imponente.
Nos acostumbramos a someternos al EGO, lo ubicamos a él en el lugar de amo, lo endiosamos, lo consideramos nuestro salvador, inventamos dioses que lo representan, lo adoramos, las religiones son manifestaciones sociales de su presencia.
Porque, eso son las religiones, solamente EGO.
(Hemos explicado con más detalle y profundidad el origen de las religiones y su base en el EGO, por lo cual te sugiero que busques en este sitio mayor conocimiento y amplitud de visión).
Es curioso, pudiendo contactarnos con el Padre Celestial de modo directo, inventamos las religiones para hacer de cuenta que estamos en control de los dioses y con ello en realidad nos hundimos más en la impotencia y la incomunicación.
Así, en el fondo, en su origen santo, la AVODÁ ZARÁ es un anhelo sincero por Dios; pero en su construcción se encuentra el EGO, por lo cual se desvía y tergiversa, obviando a Dios para endiosar lo que es falso.
Ahora que sabemos esto, ¿qué podemos hacer?
Obviamente que no promover ninguna AVODÁ ZARÁ, porque eso es antagónico a la senda del Bien.
Pero, se podría ser paciente y tolerante con aquel que está perdido en la noche, sometido a ella. Se puede/debe ser duro, sarcástico, hiriente con la idolatría, si ello redunda en beneficios reales para los que están esclavizados por ella o en riesgo de serlo. Ya que el Eterno aborrece la idolatría y manda su desaparición. También ser completamente firmes para no permitir a los promotores del mal operar y difundir su veneno maldito.
Pero, repito, ser amables y amorosos con los pobres extraviados que de buena fe están atrapados por las religiones, siguen a sus diositos con ingenuidad, hacen caso a sus amos adoctrinadores con simpleza; para poder darles una mano generosa y justa así tienen la ocasión de despertar a la pesadilla y librarse del EGO y todos sus cómplices.
Llevarles amorosamente hacia el buen camino, para que puedan desprenderse de las sanguijuelas que le están chupando la vida. Mostrarles el camino de la LUZ, sea el noajismo para los gentiles así como el judaísmo para los judíos.
Para que la AVODÁ ZARÁ sea solo un mal recuerdo del pasado, como un salvavidas maltrecho que usaron mientras no encontraron la verdadera salvación.
Ten presente que todos, hasta los más perdidos difusores del mal en su esencia también son NESHAMÁ. Ellos también pudieran ser rescatados de las garras del mal, si lo permitieran.
¡Cuánto más la buena gente que de manera torpe y sin conciencia están en la casa de la idolatría queriendo estar en la Casa de Dios!
Por lo cual, te ruego que sigas aprendiendo y viviendo a pleno tu identidad espiritual. El noajismo si eres gentil; el judaísmo si eres judío.
Difunde el camino correcto, por medio de tus acciones y por las prédicas de palabra.
Construye SHALOM a cada instante con obras de bondad Y justicia.
Sigue aprendiendo, sigue compartiendo, sigue siendo un motivo para que otros despierten y se fortalezcan en su identidad.
Seguramente tropezarás cientos de veces por día, ¡¿y eso qué?!
Tú eres NESHAMÁ, una chispa de Dios y puedes estar feliz y ayudar a otros a estarlo realmente.
Te deseo para ti y los tuyos un excelente año 5776.