Archivo de la categoría: Estudios de espiritualidad

Ver mas en #Tora gentil /#

Optimistas y otros que no lo son

Se dicen muchas cosas, entre las que se dicen está algo parecido a esto:

Optimismo: “Tendencia a ver y juzgar las cosas considerando que el mal no existe, que es una ilusión”.

Pesimismo: “Tendencia a ver las cosas positivas como si fueran desfavorables y negativas”.

Pero, ¿qué dice la definición del diccionario (Espasa-Calpe del 2005)?

Optimismo: “Tendencia a ver y juzgar las cosas considerando su aspecto más favorable”.

Pesimismo: “Tendencia a ver las cosas en su aspecto más desfavorable y negativo”.

¿Resulta que lo que la gente cree o supone, no siempre tiene coincidencia con lo que el lenguaje reseña?
A veces, podemos usar una palabra con un concepto diferente al habitual, siempre y cuando tengamos fundamento para ello.
Pero, en infinidad de ocasiones notamos que la gente (tú y yo también) emplea conceptos de manera difusa, o decididamente errónea.

Ponte a considerar qué entiendes tú en algunas palabras, desde las simples y cotidianas, hasta las que pudieran ser más abstractas y reservadas a determinadas situaciones.
Es un ejercicio interesante, cuando tengas interés y tiempo, te invito a que lo hagas.
Escribe una lista de palabras y junto a ellas lo que tú entiendes que significan. Luego busca en el diccionario y compara.
Si quieres, nos compartes lo que encuentres.

Ahora, volviendo a lo de optimismo y pesimismo.

Se dicen muchas cosas, la cuestión es encontrar cuanto de verdad hay en ellas.

Ser pesimista es ver el mal como lo que es: mal.
Es aceptar que lo malo es malo. De acuerdo al parámetro dado por el Eterno, y que es objetivo. O de acuerdo a lo que nos apesadumbra en lo personal, el mal como un sentir subjetivo y plenamente válido.
Porque el mal es un hecho que existe. Sea como negación del bien. Como falta de bien. Como daño. Como confusión. Como lo que fuera. El mal es una presencia habitual en nuestras vidas.
Será solamente en el plano pasajero, terrenal. Pero allí está.
Podremos racionalizarlo, encontrarlo disculpas, hasta inventar que esconde un bien, aunque nunca lleguemos a percibirlo sinceramente.
Podremos elaborar bonitas teorías “religiosas, que no son espirituales, negando la existencia del bien, o suponiendo que lo que consideramos malo es solamente una puerta, a algo bueno.
Podemos fantasear tranquilamente y vivir felices en la nube que dibujamos. ¿Por qué no?
Pero, lo cierto es que el Padre Celestial ha dicho que el mal existe, y debemos hacer algo para que no dañe. Lo mejor es transformarlo en bien. A través de una actividad movilizadora, correctora, nada de fantasiosa o mística. Concreta. Sincera.
Y cuando no tenemos poder para sublimar el mal, siempre tenemos el encontrar sentido, o crearlo; pero no para negar el mal, sino para subsistir a pesar de él y que la vida siga manteniendo sentido y finalidad de construir shalom.
¿Se entiende?

Por su parte, ser optimista no quiere decir negar el mal para delirar creyendo que es bien. Eso es ser iluso, negador, ingenuo, volado, poco real.
El mal es malo, porque Dios así lo ha dicho.
Que podamos sacar alguna moraleja de un mal trance, ¡qué bueno!
Que aprendamos a que un mal paso no significa, a menudo, la catástrofe final, sino una oportunidad para crecer, ¡qué genial!
Pero, considerar que TODO es bueno, ¿en qué fuente bíblica se basa?

En verdad, al pesimista le cuesta considerar posible algo mas que algo negativo. Piensa que si algo puede salir, probablemente así será. ¿Por qué tener una esperanza positiva cuando se puede vivir en temor al percance?

En verdad, el optimista está bien afincado en este mundo, no anda volando en imaginaciones alocadas. Ejercita su mente para buscar soluciones y las implementa, y cuando no las hay, acepta la realidad sin desesperarse. No precisa de una mística negadora de los hechos, ni de asumir que lo malo es bueno, cuando evidentemente no lo es en este mundo y probablemente tampoco en otro.
Pero, usa lo malo como combustible para moverse hacia lo bueno.
En vez de concentrarse en el tropezón, encuentra el mecanismo para incorporase y ser más fuerte.
No se queda en la queja, el sentimiento de culpa, el rezongo, la fantasía mística. Construye shalom a cada rato, con acciones concretas de bien Y justicia. Así es optimista.
Así puede ir por la vida afirmando en verdad: “Todo lo que hace el Misericordioso es para bien”. Lo que hace el Misericordioso, pero NO lo que el hombre malignamente escogió realizar desde su libre albedrío. Por ahí un mal trance que proviene de la naturaleza, en el fondo es para bien. ¿Cómo saberlo ahora? ¡Sólo Dios lo sabe! Pero asegurar que TODO es para bien, es negar lo que el propio Padre Celestial ha informado.

El optimista verdadero guarda una gran diferencia con el optimista delirante, porque éste vive en un mundo irreal y dando excusas para no afrontarlo.
Será un hombre muy religioso, el optimista delirante, pero su espiritualidad está bloqueada por las murallas que ha puesto el EGO para dejarlo en impotencia, pero soñando con que posee la clave de la felicidad al afirmar que todo es para bien, incluso lo que el maligno ha causado.

La Historia de todos nosotros

the_sad_clown

Es chistoso como nos empecinamos en eludir las responsabilidades (y me incluyo).

Parece más sencillo que otro sea el que supla, explique, aclare, haga, deshaga, corrija, ejecute, nutra, de, etc, y así ad infinitum….

¡Pero claro…¡ Ego humano sobrelimitado, haciendo creer que la responsabilidad de pensar, hacer o analizar es del otro y nunca propia¡¡ Ego humano insuflando el placebo (sensación poderosa) que necesita la persona para calmar el dolor que produce la impotencia..¡

Y lo más curioso de todo es que es de las profundidades psíquicas de uno mismo desde donde se da este fenómeno.

Nadie estimula directamente el Ego a otro para que el Ego “inyecte ilusión poderosa” en la persona estimulada; sino que en fracciones de segundo el fenómeno se da en un único y solo individuo ante lo que sea que le cause la molestia de la impotencia.

Digo esto por las observaciones objetivas de mi propia conducta, y porque lo noto en otros también.

Por ejemplo, cuando se nos presenta algún religioso, o bien, alguien con algún credo distinto al propio intentando convencer de su credo, se inicia una aparente guerra entre 2 sobre quien lleva la razón.

Digo que es aparente, porque en realidad hay más implicados: Yo y mi Ego herido por la amenaza, y el Otro con su Ego herido por la misma amenaza; y cada quien pujando hacia su lado, que no lleva a ningún lado; excepto a generar más caos, odios, venganzas y desequilibrios.

No hay comunicación asertiva, raciocinio, análisis o lógica; lo que hay es sensación poderosa que me haga suponer cierto control sobre el otro, y desconexión de la realidad cuando veo que no puedo controlarlo.

Los que nos hemos dejado educar por las enseñanzas sobre nuestro Ietzer Hará[i] y que hemos identificado claramente como la raíz de la mayoría de problemas existenciales, intentamos de algún modo abandonar las contiendas innecesarias egocéntricas para no generar más caos del que de por sí pudiera existir[ii].

No es que nos retiramos de la contienda resentidos con el oponente deseándole que en algún momento de su vida entienda, pero en el fondo deseándole el mal.

Tampoco es que nos retiramos de la contienda sintiéndonos superiores por estar en “la verdad” y en otro en “la mentira”.

Nada más alejado de la realidad.

Nos alejamos porque sabemos que si nos mantenemos en un “dime que te diré” es porque nuestro EGO tomo control de nuestro intelecto, y nos hará sentir que debemos defender a ultranza nuestra zona segura a costa de lo que sea; incluso al grado de desear el mal en el otro para que entienda nuestro punto, para así traerlo de nuevo “al redil de los buenos”.

Y esto no es teoría, es experiencia vivida.

Hace poco me toco identificar la sensación poderosa que insufla mi Ego y que me hace creer que estoy en “una guerra santa contra infieles”.

Resulta ser que un querido amigo judío sube a su muro de Facebook una fotografía de un fanático cristiano-mesiánico, en plena práctica de sus ritos religiosos. Rito irreverente e irrespetuoso no solo de la tradición de la gran familia del querido amigo judío; sino que también irreverente e irrespetuoso, y “contra legem”, de nuestra identidad y de la orden divina de Prohibición a la Idolatría de nuestra santo Código Noájida.

A pocos segundos de haberla publicado, empezaron las reacciones y los comentarios.

Bajo el estricto respeto, unos opinaban basados en las enseñanzas antiquísimas propias de los judíos; otros opinábamos basados en las enseñanzas de nuestro sitio, enseñanzas que vienen de nuestro guía. Otros preguntaban y sus dudas eran aclaradas por los orientadores.

Pero todos, al fin, queriendo desenmascarar el error para hacer la corrección y la orientación de sus vidas.

No paso mucho tiempo cuando…!!.. ZAZZZ…¡¡¡ Me entra por in box un mensaje del autor de la fotografía. Del religioso disfrazado de lo que se supone es un “iluminado”.

Sin que nadie lo invocara, llamara o mencionara, el autor de la fotografía se presenta ante mí, un ególatra que intenta destronar al Ego de su vida, dándome explicaciones confusas y carentes de todo lo que se le denomina “sano juicio”, para poder justificar la fotografía en cuestión.

El buen señor de la fotografía, autoproclamado Efraim, sostuvo la siguiente conversación conmigo:

 

Efraim: “Don luis con todo respeto tenga buena tarde, deseaba aclararle acerca de la fotografía que subio XXX, lo que observa no es un judío disfrazado, nosotros NO SOMOS JUDIOS NI PRACTICAMOS JUDAISMO, NOSOTROS SOMOS EFRAIM, CASA DE ISRAEL, NO PRACTICAMOS HALAHA SOLO TORA. Nosotros creemos en una sola voluntad y en un solo amor, a través de la Bendita Tora. gracias!”

Yo, el ególatra: “Saludos Señor XXX. Muchas gracias por la aclaración. De mi parte y desde mi ideología, no hay problema de que practiquen lo que les hace feliz o completos.”

Efraim: “Gracias, ahora que venga el Mesias todo se aclarara, al final la verdadera espiritualidad consiste en amar al único que es y que fuera de Èl no hay nada. pero ese amor debo mostrarlo al que veo y percibo ese es usted! nuevamente Gracias.”

Yo, el ególatra: “Descuide. Como le indico, no soy hombre religioso o de fe; así que el concepto de espiritualidad es diametralmente opuesto al suyo. Pero muchas gracias por la aclaración.

Efraim: “paz y vida. gracias!”

 

Imagino que el buen señor “efraim” mando mensajes privados a cada comentarista, más o menos parecidos a los que me envió.

Ya no solo a través de la fotografía muestra su confusión, sino que desde sus palabras se hace muy evidente.

¿Qué se hubiera logrado si hubiera entrado en un “dime que te diré”, en una guerra de argumentos con el señor Efraím?

Nada. No se hubiera logrado nada; por el contrario se hubiera perdido mucho y se hubiera creado más caos.

Pero he de confesar que mi primera reacción no fue la más amorosa, como equivocadamente supuso el buen Efraim.

Pero lo cierto es que luego de algunos días de la publicación de la fotografía, y de las explicaciones que dio el señor Efraim y que nadie le pidió, y luego de pensar un poco en su situación y en la mía, quise publicar mis conclusiones, basándome en sus propias palabras, pero también en mi propia experiencia en el camino hacia la corrección.

 

Señor Efraim:

  • La fotografía que subió XXX si es de alguien disfrazado. Esa es la verdad y la realidad de dicha fotografía. Sin escusas y sin maquillar la situación admítalo. Muchos hemos vivido por años con mascaras de “yoes vividos” que habíamos creído que es nuestra identidad. Pero la realidad es que dichas mascaras no eran “nosotros”. Eran disfraces que ocultaban nuestra real y pura esencia, a la que intentamos retornar.
  • Es cierto; ustedes no son judíos; pero tampoco son “efraim, casa de israel”. Ese calificativo que usted usa para identificarse es una “cosa” que le han hecho creer personas igualmente de confundidas como usted; que oculta su identidad y que atenta, ridículamente, contra su instinto natural gregario o social. Usted es una persona individualizada, que ocupa un espacio y un tiempo limitado. No lo desaproveche creyendo que es una especie nueva humana o extraterrestre inventada por algún desviado mental.
  • Si ustedes creen en una sola voluntad…¡¡¡qué bueno!! Pero déjeme aclararle que esa única voluntad es la suya. Usted no es un ser autómata que se rige con alguna programación, como si lo es un robot. Usted es un ser que tiene libertad y libre albedrío, y desde esa libertad usted es un ser responsable de usted mismo y de su vida. Nadie tiene la capacidad de interferir en su voluntad. Si ustedes creen en un solo amor…¡¡¡qué bueno!! Pero déjeme aclararle que el amor no es un sentimiento barato, como equivocadamente hemos pensado muchos. El amor es un lenguaje, un medio comunicativo; tal como el español u otro idioma, tiene sus signos, reglas, excepciones y límites. Que algunos lo ignoramos ese es otro tema; pero que de cuando en vez lo entendamos es indiscutible. Por otro lado, déjeme aclararle que la Tora (escrita y oral) es patrimonio único y exclusivo del pueblo judío; el cual la recibió por herencia perpetua directamente de Aquel Que Ostenta La Máxima Autoridad, a través del inigualable Moisés. Pero que no lo desanime mis afirmaciones. Usted puede tener acceso a ella bajo ciertos límites, claro está. Tiene que enseñársela un maestro idóneo; y solo aquellas partes referentes a su identidad y obligación. Ya que si no es así, llamará “voluntad” y “amor” a cualquier cosa; tal y como lo especula, corriendo el riesgo de confundirse aun más de lo que ya de por sí está.
  • Por otro lado ¿Por qué supone que cuando llegue el Mesías todo se va a aclarar? ¿No será al revés mejor dicho? Es decir ¿Aclarar las cosas antes de que llegue el mesías para fomentar su llegada al mundo y con él la anhelada era mesiánica? Como ve, nosotros desde nuestra impotencia egocéntrica suponemos más sencillo que otro sea el que supla, explique, aclare, haga, deshaga, corrija, ejecute, nutra, etc. Creemos que la responsabilidad de nuestra destartalada vida y confusión es de otro y nunca propia. Usted, y solo usted, es el responsable de hacer su parte para aclarar “los nublados del día”. Pero déjeme decirle que disiento con usted, radicalmente, en su concepto sobre la espiritualidad. ¿¿Si en lugar de buscar la espiritualidad “amando al único” la buscara siendo una persona buena y justa, siendo un buen ciudadano, o acercándose algún maestro judío que nutra de ética sus actos, podría generar mejores y mayores réditos para usted y su entorno?? Pero en fin, la decisión va a ser siempre suya y únicamente suya.

 

Estimado amigo, pueda ser que esté equivocado. Pero lo cierto del caso es que se lo digo con toda la buena onda posible. Al fin y al cabo, todos estamos y seguimos aprendiendo a conocernos.

Que esta sea mi parte de mi contribución para ayudarle al señor Efraim en nuestra misión de hacer del mundo, un mundo mejor.

Gracias.

 

 

[i] http://fulvida.com/2012/01/31/del-ietzer-har/

 

[ii] http://fulvida.com/2011/07/03/romper-el-crculo-vicioso/

Dioses robados

Laván, tío y suegro de Iaacov, le dice a éste:

«Yo tengo poder para haceros mal,
pero el Elohim de tu padre me habló anoche diciendo: ‘Ten cuidado, no hables a Iaacov [Jacob] ni bien ni mal.’
Y ya que te ibas definitivamente, porque tenías tanta nostalgia por la casa de tu padre, ¿por qué me has robado mis dioses?»
(Bereshit / Génesis 31:29-30)

Yo tengo el poder para hacerte mal, a ti y a quienes te acompañan, dijo Laván.
En el plano material, es una afirmación temeraria pero cierta.
Laván contaba con un pequeño ejército que tenía la capacidad de infligir daños corporales a Iaacov y su gente.
Además, en el plano emocional y social, no conocían de impedimentos para llevar a cabo sus deseos sanguinarios.
Y, hasta cierto punto, en el plano mental estaba todo acondicionado para ejercer su dominio.
Sí, poder tenía.
No era un bravuconcito del barrio que pretendía lo que no poseía, que hacía gala de recursos de los que carecía. De un instante al otro él podía provocar un espantoso sufrimiento a su contendiente.

Sin embargo, un poder superior (Dios) le impedía ejercerlo, porque de hacerlo, las consecuencias que soportaría serían tremendas.
Entonces, ¿en qué quedó su poder?
¿Le reportaba beneficios, o se había girado en su contra y ahora podría explotarle en las manos y dañarlo?
En los hechos, ¿era poderoso o impotente?
¿Era realmente poderoso, y por ello hablaba desde el AMOR; o era impotente y sus palabras brotaban del EGO?

Si se contenía en sus cometidos malignos, porque el Eterno así le había mandado, y encontraba el camino para vivir en paz con ello, derivando su energía hacía fines constructivos, entonces estaría ejerciendo realmente el poder. Esta es la “magia” del perdón, el arrepentimiento, la Comunicación Auténtica, el admitir la debilidad, el agradecer, el dejar fluir lo indomeñable pero controlar aquello que está bajo nuestro dominio, el disfrutar de lo permitido, en resumen: construir shalom con acciones concretas de bien Y justicia. Tanto en lo interno como en lo externo, con uno mismo y con el/lo otro. Existiendo en la senda del AMOR.

Pero, de continuar en puja entre su poder real con su impotencia real, no tendría paz, ni estaría en paz.
El conflicto lo llevaría a malgastar las energías, a responder con los instrumentos del EGO, a doblegarse o querer doblegar.

Por lo general, vivimos bajo la sombra del EGO, en conflicto entre poder e impotencia; o simplemente ahogados en impotencia sin más que chispazos de algún poder.
Esto es, en sufrimiento, en exilio, en desconexión.

¿Te suena conocido?
¿Hay algún mensaje para ti en esta enseñanza?

Otro tema.
Él ha recibido directamente el mensaje de parte del Eterno.
Dios le ha manifestado Su Voluntad y al mismo tiempo Su Presencia.
Sin embargo, el se lamenta porque cree que Iaacov le ha robado sus dioses. Esos maniquíes sin vida ni poder, pero que él adora y sirve y mantiene como sus dioses.
¿Puedes comprender esta impresionante paradoja?
Dios le ha hablado, pero él sigue aferrado a la muerte.

¿Te suena conocido?
¿Hay algún mensaje para ti en esta enseñanza?

Todo lo que hace el Misericordioso es para bien

En el Talmud, Berajot 60b, encontramos lo siguiente:

אמר רב הונא אמר רב משום רבי מאיר וכן תנא משמיה דר’ עקיבא לעולם יהא אדם רגיל לומר כל דעביד רחמנא לטב עביד. כי הא דר’ עקיבא דהוה קאזיל באורחא, מטא לההיא מתא בעא אושפיזא לא יהבו ליה, אמר כל דעביד רחמנא לטב, אזל ובת בדברא (לן בשדה), והוה בהדיה תרנגולא וחמרא ושרגא. אתא זיקא כבייה לשרגא, אתא שונרא אכליה לתרנגולא, אתא אריה אכליה לחמרא, אמר כל דעביד רחמנא לטב. ביה בליליא אתא גייסא שבייה למתא, אמר להו לאו אמרי לכו כל מה שעושה הקב»ה הכל לטובה

Se enseña entre los sabios que Rabi Akiva predicaba que sea habitual para el hombre decirse que todo lo que hace el Misericordioso es para bien.
Como se ejemplifica con la siguiente anécdota.
Una vez Rabi Akiva estaba de viaje y al llegar a cierto pueblo buscó para alojarse pero no consiguió.
Dijo: “Todo lo que hace el Misericordioso es para bien”.
Pasó la noche a campo abierto.
Llevaba consigo un gallo (para que lo despierte), un burro y una lámpara.
Una repentina ráfaga de viento apagó la lámpara, una comadreja (o un gato) vino y se comió el gallo, un león vino y se comió el burro.
Dijo: «Todo lo que hace el Misericordioso es para bien».
Esa misma noche una banda de ladrones llegó y arrasó el pueblo (donde no pudo hospedarse).
Rabi Akiva les dijo:»¿No les había dicho que todo lo que hace el Santo, bendito sea Él, es para bien?»

A partir de esta enseñanza, podrías tú responder a lo siguiente:
1- ¿Tiene base en esta moraleja ese dicho tan difundido actualmente que dice “TODO ES PARA BIEN”?
Sea tu respuesta afirmativa o negativa, deberás fundamentarla exclusivamente con este texto.

2- ¿Cuáles son las relaciones que se encuentran en este texto con lo que estudiamos y aprendemos de la temática del EGO?
Detallarlas.

¿El hijo malo?

Nuestro Yo Esencial (NESHAMÁ, espíritu) es nuestro ser más auténtico, la conexión que no se corta con el Eterno y con todo lo creado.
A través de la NESHAMÁ irradia la Luz, la energía que proviene directamente del Eterno y que nos brinda plenitud, shalom.
Nuestras acciones que contradicen el código espiritual que nos corresponde (noajismo para gentiles, judaísmo para judíos), van poniendo cáscaras que ocultan gradualmente la irradiación de esa Luz en nuestra vida. Así, nos vamos bloqueando a la vez que oscureciendo internamente, llenándonos de miedos, dudas fantasiosas, sentimientos de culpa, angustia, soberbia, impudicia, malicia, tristeza, entre otros sentimientos y pensamientos debilitantes.
La Luz permanece intacta, brillante, pura, como desde el principio, como todo el tiempo. Nada de lo que hagamos afecta a la Luz ni a la conexión sagrada que nos une con el Padre y el universo. Pero, al estar oscurecidos, nos sentimos desconectados, lejanos, bloqueados, solos, sumergidos sin posibilidad de rescate. Esto es solo la sensación, es una imagen irreal pero que se presenta con tal fuerza que pareciera ser la verdad. Pareciera como si no estuviéramos más llenos de Luz en nuestro interior, como si el Eterno ya no estuviera en nuestras vidas, como si la amargura fuera la única presencia.
¡Pero no es así!
Seguimos siendo esa NESHAMÁ pura, luminosa, clara, sagrada. Seguimos manteniendo firmeza nuestra identidad perpetua, incambiable, la de nuestro Yo Esencial.
Pero, nos sentimos en exilio, desterrados y en desgracia, sin salvación.

Las religiones (entre otros sistemas de adoctrinamiento y manipulación) se aprovechan de esa fantasía para obtener su poder y preservarse en el tiempo.
Incentivan los sentimientos de angustia, de soledad, de miedo, de abandono, de impotencia, de falta, de pecado, de perdición, de condenación, de fracaso, de falta de esperanza, para presentarse como la única respuesta posible para escapar de la tortura eterna y obtener una redención mágica.
Observa atentamente la oferta de las religiones (entre otros sistemas), estudia lo que afirman de la persona y de la humanidad, cómo siempre está la condena y el sentimiento de culpa acusador; y está la esperanza milagrosa, que por fe en lo absurdo, que a través de la sumisión, que negando el propio poder para convertirse en oveja de un rebaño enceguecido, solamente así se alcanza la salvación, el paraíso, el perdón.
(Recuerda y nunca olvides, el noajismo y el judaísmo NO SON religiones, aunque a veces se las confunde con tales, o comparta algunos aspectos externos con ellas. Aunque gente que parece saber lo afirme, la esencia es clara: NO SON religiones).

Es que, toda religión es producto socializado del EGO, nuestro primer salvador en el mundo físico que es también nuestro más férreo oponente.
Todas las religiones se manejan con las reglas sencillas y brutales del EGO.
Se disfrazan de espiritualidad, pero son la antítesis de la misma.

Allí donde hay espiritualidad, no hay cabida para la religión.

De manera similar actúan otros que también pretenden el control a través de los mecanismos del EGO.
Padres, maestros, cónyuges, jefes, empleados, sindicatos, colegas, competidores, etc.
Por ejemplo, el padre que solamente aprueba la conducta de sus hijos cuando estos hacen lo que él les dice y solamente eso. Si el hijo trae alguna alternativa, tan valiosa y valorable como lo que presenta el padre, no se le acepta, se le minimiza o burla, se le destruye en su autonomía y creatividad. ¡Cómo osa pensar y desdecir al padre! Sí, aunque no lo contradiga ni sea rebelde, aunque no proponga nada negativo y que altere ninguna regla “normal”, se le tilda de malo, corrupto, insolente, etc. Así, el padre pretende dominar, por miedo de la manipulación, con las herramientas del EGO.
En nombre del respeto y del honor a los padres, hasta enarbolando el cumplimiento de un precepto (para los judíos) tal como el de honrar a los padres, se llega a maltratar a los hijos, negarles su lugar, llevarlos a grados de debilidad que no son para nada saludables. Sí, también aquí con disfraz de espiritualidad, se esconde su contrario.

Diferente es la educación verdadera, espiritual, que le explica al niño que haga lo que haga, la Luz siempre está brillando. Aunque no la sienta, aunque se crea apartado de todo bien, el niño debe aprender y entender que externamente su conducta puede ser correcta o incorrecta, puede ser que haya cometido una acción terrible o que solo se haya equivocado levemente, nada de ello modifica la calidad y cantidad de la Luz que recibe de manera constante del Padre Celestial.

Entender esto no impide el corregir a los hijos (alumnos, etc.), que sufran las consecuencias lógicas y necesarias de sus acciones que han roto el equilibrio.
Si algo ha fracturado con su accionar, estará el dolor y la necesidad de repararlo, la obligación de emprender el camino de la TESHUVÁ, así como la aplicación de lo que la justicia exprese, ¡por supuesto! Pero, siempre sabiendo y entendiendo que en lo más íntimo, allí en donde somos auténticos y plenos, nada ha cambiado.
El Padre nos sigue amando igual, aunque no acepte nuestra acción negativa, aunque recibamos el castigo correspondiente por ella. El amor no desaparece, tal como la Luz no deja de brillar.

El  malo, es malo en sus acciones, en sus pensamientos, en sus dichos; pero solamente es malo en esa identidad que llamamos Yo Vivido. Pues, su Yo Esencial sigue sin tachas, sin lastimaduras. La Luz no la puede percibir, porque la ha tapado con sus acciones, pero ahí sigue estando, a la espera de que haga lo necesario para destaparla y volver a sentir plenitud espiritual.

Si nosotros como padres o maestros solamente nos quedamos con al Yo Vivido de nuestro hijos/educandos, y tildamos de “malo” al que ha hecho alguna acción incorrecta (o varias de ellas), nos estamos congelando en la imagen externa, en la superficie, en la apariencia.
Por supuesto que es nuestro deber detener la acción negativa, no permitir que el niño continúe dañando a otros o a sí mismo, es una obligación aplicar la norma para que se restablezca el orden y reine la justica con la bondad.
Ahí está la clave, que exista el orden con justicia Y bondad.
La justicia que restablece y mantiene el orden.
La bondad que no olvida que el pecador en el fondo sigue siendo un espíritu de Luz, una buena persona secuestrada por su EGO.

¿Se entiende la idea?

Si al niño le haces entender cabalmente esto, que no es malo, que sigue siendo un ser luminoso, pero que sus acciones deben rectificarse y que debe aprender a vivir en justicia y bondad, ¿cómo se sentirá?
¿Con permiso para hacer lo que quiera, y seguir en el camino del sufrimiento?
¿O con el ánimo dispuesto a hacer su mejor esfuerzo para estar en armonía entre su Yo Esencial y su Yo Vivido? Es decir, querrá vivir externamente con bondad tal como sabe que es bueno en su esencia más pura.
Si lo maltratas, lo condenas, lo tildas de idiota, estúpido, malo, loco, etc. (al estilo de las religiones), seguramente que no le estás haciendo un favor, tampoco a ti. Tal vez consigas callarlo, anularlo, someterlo, sentirte poderoso, pero no eres nada más que un canalla, un impostor, un fraude, un dictador, externamente, porque en el interior también eres ese ser luminoso que no supo encontrar el camino para expresarse y vivir en armonía y unidad. ¿Te diste cuenta?

Cuando no hay patologías que impulsan a acciones antisociales o similares, la gente comete faltas a instancias del EGO, en cierta forma para llamar la atención o para obtener por medios incorrectos lo que pretenden y suponen no poder obtener por medios correctos.
La mala acción está escondiendo un sentimiento de impotencia, por algo real o fantaseado, que se expresa con acciones desde el EGO.
Encontremos qué está pasando con nuestros hijos, qué están queriendo concretamente, en qué se sienten impotentes, para darles una mano para que se expresen con Comunicación Auténtica, para que puedan alcanzar el shalom y no persistir en el EGO. Si hicieron algo “malo”, que paguen las consecuencias, pero que no tengan la creencia de que son malos en su esencia, sino solamente en su ropaje que es el que deben aprender a cambiarlo para estar en sincronía con su verdadera identidad.

Que nuestros hijos, nosotros, vivamos construyendo shalom es una tarea para todos los días, a cada momento estamos resbalando y cayendo por el tobogán del EGO.
Es un trabajo que tiene sus ricos frutos aquí y en la eternidad.
Entonces, aprende a construir shalom y enséñalo, especialmente con tu conducta cotidiana.

Cabalá Luriánica y CTerapia

Advertencia previa.
No es apropiado hacer “teología”, tratemos de no incurrir en errores ni de provocar el error en el lector.
Procuremos mantenernos dentro de estrictos límites, en la medida de lo posible.

Somos seres mutidimensionales, formados por espiritual, mental, social, emocional y físico.
Este ser complejo que somos presenta tres Yoes:

  • Yo Esencial: la NESHAMÁ, o espíritu. Es aquello que somos en esencia, desde antes de nacer y luego de partir de este mundo. Es la “chispa” divina que perdura sin mutaciones, sin afectarse por nuestra conducta.
    Es la conexión constante con el Eterno y con todo lo creado, en existencia temporal actual o no. En su misterio está la unidad del todo.
    Su lenguaje es el AMOR.
    Es nuestra identidad más pura. La que no depende de lo que nos aportaron otros, ni de lo que hacemos en vida, sino solamente depende del Eterno, que es su proveedor y sostén.
    Opera como una voz silenciosa, siempre presente, pero tenue. No se manifiesta en estruendos, ni aparece con fuerza. Como si estuviera escondida, se retrae y pareciera no tener existencia. Los científicos no tienen cómo saber de ella, no hay patrones para medirla ni cuantificarla. Se puede pasar toda la existencia sin tener conciencia de ella, aunque tal vez en algunas ocasiones se la sienta pero sin lograr definirla con palabras ni limitarla con imágenes. Es nuestra más perfecta identidad y sin embargo se nos escabulle hasta parecer inexistente.
  • Yo Auténtico: formado por la NESHAMÁ y nuestra identidad genética. Es la materialización del encuentro de lo eterno con lo transitorio. Hasta el día de hoy no es modificable, una vez obtenida de sus fuentes (Dios, nuestros padres) es una realidad que nos acompaña a lo largo de nutro pasaje terrenal. Es la base sobre la que se construye todo el resto de nuestro ser, lo que determina en buena medida nuestras posibilidades y potencialidades.
  • Yo Vivido: que se forma a través de las interacciones (concretas, o virtuales, o imaginarias) que vamos atravesando desde el útero y hasta nuestra muerte. Se compone de las máscaras que nos imponen, las que asumimos y las que ideamos por nuestra cuenta. Alguna de ellas puede estar en sintonía con el Yo Esencial, o estar alienado a él. Cuanta mayor cantidad de máscaras distorsionan la representación de la NESHAMÁ, mayor es el conflicto, la confusión, el dolor. La actividad del EGO, cuando sale de su limitada y correcta órbita de influencia, lleva a adquirir máscaras contradictorias, que repelen la LUZ de la NESHAMÁ y la constriñen detrás de muros formados de cáscaras, sin por ello afectar en lo más mínimo su intensidad o pureza, pero dejando a la persona en sensación de desamparo y exilio, aún más ignorante de su Yo Esencial. A través de la TESHUVÁ se diluyen las cortezas que entorpecen el pasaje de la LUZ, permitiendo armonizar áreas del Yo Vivido con su Esencia.

Esta identidad compleja que somos durante nuestra estadía en este mundo, puede servir como espejo de una realidad superior y trascendente.

Permíteme que te resuma muy brevemente la doctrina del rabino cabalista Itzjac Luria Z”L, conocido como el Ari, quien diagramó un sistema, al que se conoce como Cabalá Luriánica (con la cual podemos coincidir o no).
Habla del «tzimtzum», que en hebreo significa contracción.
El Universo se manifiesta a causa del recogimiento de Dios, que hace “espacio” para dar lugar al mundo.
Así, el mundo no aloja a Dios, pues Él se retiró para permitir que existiera la creación.
Su energía, LUZ, emana y atraviesa Su obra.
Pero, ocurre la  «shevirat hakelim», la ruptura de las vasijas. De acuerdo a esta doctrina, la luz está, cual «nitzotzot», chispas, que son recubiertas por «kelipot», caparazones o cáscaras.
Toda la creación está en exilio, hasta que las chispas sean unificadas en el proceso llamado «Tikún», rectificación o reparación. El hombre es el encargado de esta tarea reparatoria, al asociarse al Eterno en la tarea de creación continua.
Dios puede hacerlo por Sí mismo, por supuesto, pero es parte de Su plan el darle al hombre esta tarea trascendente, para que el bienestar que reciba el hombre no sea solamente como dádiva motivada en la gracia Divina, sino como justa y meritoria recompensa por su noble accionar. Entonces, lo que el hombre disfruta aquí y en la eternidad deja de ser una limosna que avergüenza, para ser una porción noble y justa.
Así pues, cuando el hombre cumple con los mandamientos que le competen (los judíos de los 613 preceptos para Israel, los gentiles cada uno de los Siete Mandamientos para las Naciones), está recuperando una chispa Divina y retornándola a su sagrado origen. Tanto en las grandes obras como en las cuestiones menudas y cotidianas, en tanto la acción personal sea a la luz de los mandamientos que corresponden a cada uno, se está diluyendo kelipot y posibilitando el mayor esplendor de la LUZ divina en uno y en el Cosmos.
¿Qué es la redención?
El fin del exilio, la unificación del mundo, el resplandor de la LUZ divina sobre el universo.

Entonces, una vida dedicada a la construcción de shalom, con acciones de bondad Y justicia, no es solamente una vida moral y ética, sino una verdadera terapia personal así como colectiva, que redunda en una reparación a nivel cósmico.
De poco valen las liturgias y palabrería, las procesiones y reuniones zalameras, las doctrinas jeroglíficas y la sectarización, los ropajes extraños y el estudio de doctrinas entreveradas, el seguir líderes religiosos y repetir lemas cursis, la impostura religiosa y la fe.
Lo que precisamos es una actividad terapéutica concreta y verdadera, una que nos unifique en nuestro ser así como con el prójimo, con el universo y con Dios.

Algunas preguntas para reflexionar:

  1. La idolatría, en todas sus formas, también las religiosas monoteístas (incluso las que se disfrazan de judaísmo, cabalismo, jasidismo, noajismo, etc.), ¿ayuda o perjudica el trabajo del tikún personal y del colectivo?
  2. La fe estéril de obras, ¿aporta a la misión sagrada de restaurar la LUZ del Eterno en nuestro interior, en la sociedad y en el universo?
  3. El conducirse según los modos del EGO, ¿establecen la unidad fundamental o suman cáscaras y confusión?
  4. Aprender y/o difundir  lo “religioso”, “teológico”, “metafísico”, que no suma a la obra de reparación, ¿debe ser promovido o mantenido a raya?
  5. Actuar de acuerdo a lo que uno cree sentir de Dios sin hacer caso al código espiritual contenido en los mandamientos acordes a la propia identidad espiritual, ¿es el camino que aproxima a Dios?
  6. ¿Podrías establecer un paralelismo entre nuestros diferentes Yoes y las manifestaciones de Dios (y los dioses, falsos, obviamente)?
  7. ¿Qué estarías dispuesto a hacer para mejorar tu proceso de tikún?

Enunciados espirituales básicos

Algunos enunciados básicos.

  1. Existen reglas naturales, tanto espirituales como físicas.
  2. Conocer y respetar las reglas permite disfrutar una mejor existencia.
  3. Somos seres multidimensionales.
  4. Nuestra esencia es espiritual (NESHAMÁ, Yo Esencial), ella trasciende los límites de la vida terrenal.
  5. La NESHAMÁ es inmodificable, no se altera por nuestras acciones y omisiones.
  6. Ella es la conexión permanente con el Eterno, es el lazo luminoso que no se quiebra ni se oscurece.
  7. Ella es la conexión con TODO lo creado, sin límites temporales o espaciales.
  8. La fina y silenciosa voz de la NESHAMÁ suena constantemente en nuestro ser, pero no es sencillo reconocerla y atenderla.
  9. Deseamos disfrutar la plenitud en cada dimensión de nuestra existencia.
  10. La memoria de nuestro pasaje terrenal se resguarda, a través de la NESHAMÁ, en un lugar y tiempo sin espacio ni tiempo al que denominamos EDÉN.
  11. Desde el nacimiento opera un mecanismo natural, biológico y automático, el EGO, que tiene como función resguardarnos en situaciones de impotencia.
  12. Sus herramientas son básicas, pero útiles cuando es necesario llamar la atención para recibir auxilio, o reaccionar automáticamente para ponerse a resguardo.
  13. Cuando el EGO actúa fuera de sus límites naturales, se convierte en un dictador, que nos mantiene sometidos a sentimientos de impotencia.
  14. La energía que debiera dedicarse a construir Shalom y así disfrutar de la experiencia multidimensional, se malgasta en servir/combatir al EGO.
  15. El EGO traspasa límites porque nos impulsa a dominar en donde no ejercemos control, y/o a doblegarnos en deficiencia y minusvalía allí en donde debiéramos dominar.
  16. Con nuestras experiencias cotidianas vamos adquiriendo y/o formando máscaras que recubren nuestro Yo Auténtico, se suman para integrar la personalidad, a la que llamamos Yo Vivido.
  17. Hay máscaras que están en sintonía con nuestro Yo Esencial, en tanto otras están en contradicción.
  18. El camino del retorno a nuestra esencia, de armonización entre Yo Vivido y Yo Esencial, se llama TESHUVÁ.
  19. Obtener logros aprobados por el EGO nos puede llevar a momentáneos sentimientos de satisfacción y superioridad, pero son apariencias de poder y éxito.
  20. Otras apariencias son la altanería, la vanidad, el derroche, la prepotencia, la agresión injustificada, la burla, entre otros disfraces de poder que esconden la falta del mismo.
  21. Ubicar al EGO en su natural función y no actuar a su mando, es sinónimo de salud.
  22. Tenemos la misión de construir Shalom en cada momento, por medio de acciones de bondad y justicia.
  23. El ser altruista es una de las claves para derrocar al EGO de su puesto de dictador.
  24. La Comunicación Auténtica es un método fundamental para doblegar al EGO.
  25. Disfrutar de lo permitido y apartarse de lo prohibido, mantiene a raya al EGO.
  26. Conocer y respetar las reglas apropiadas a cada identidad espiritual (noájica o judía) nos permite desarrollar nuestra existencia en lealtad al Creador.
  27. Toda religión es una impostura de espiritualidad, un producto socializado del EGO.
  28. La idolatría se sostiene por valorar por sobre todas las cosas al EGO.
  29. Cuando actuamos movidos por el AMOR, estamos siendo conscientes del enlace entre NESHAMÁ y NESHAMÁ, unificándonos, tal como estamos unidos en el plano espiritual.
  30. El AMOR actúa para beneficiar al prójimo, sin perjudicarse a sí mismo, sin esperar nada a cambio.

TZJOK – Risa, burla y construcción de shalom

«(12) Y Sara se reía (TZAJAKÁ) dentro de sí, diciendo: ‘Después que he envejecido, ¿tendré placer, siendo también anciano mi señor?’
(13) Entonces el Eterno dijo a Avraham [Abraham]: -¿Por qué se ríe (TZAJAKÁ) Sara, diciendo: ‘¿Realmente he de dar a luz siendo vieja?’
(14) ¿Acaso existe para el Eterno alguna cosa difícil? Al tiempo señalado volveré a ti, después del tiempo que dura el embarazo, y Sara habrá tenido un hijo.
(15) Entonces Sara, porque tuvo miedo, negó diciendo: -No me he reído (TZAJAKTI). Pero él dijo: -No, sino que sí te has reído (TZAJAKT).»
(Bereshit / Génesis 18:12-15)

«(14) Entonces salió Lot y habló a sus yernos, los que habían de casarse con sus hijas, y les dijo: -¡Levantaos, salid de este lugar, porque el Eterno va a destruir la ciudad! Pero a sus yernos les pareció que bromeaba (JIMETZAJEK).»
(Bereshit / Génesis 19:14)

«(8) El niño creció y fue destetado. Y Avraham [Abraham] hizo un gran banquete el día que ITZJAK [Isaac] fue destetado.
(9) Sara vio al hijo de Agar la egipcia, que ésta le había dado a luz a Avraham [Abraham], que se burlaba (METZAJEK).»
(Bereshit / Génesis 21:8-9)

Supongo que has advertido que puse algunas palabras en fonética y mayúsculas.
Todas se relacionan con el verbo LITZJOK, que puede traducirse como: reír, bromear, burlarse, ridiculizar.
Como verás son muy diversos sus sentidos, aprendamos un poco de esto.

La palabra JOK es decreto, en el hebreo del TANAJ también significaba límite.
TZ-JOK es aquello que traspasa el límite y produce un efecto de risa.
Este romper con los límites puede ser positivo o negativo.

En el primer caso citado, se está ante una sorpresa agradable, que rompe con la monotonía natural. Una señora mayor, hasta ahora estéril y ya sin perspectivas de concebir, gestar y parir, recibe la inesperada noticia que dará a luz pronto, en nueve meses. Esto produjo un efecto risueño en la mujer, ¿era una de risa amarga, como mueca que ríe para no llorar; o de la risa agradecida por el tesoro encontrado sin esperarlo?
De acuerdo a la tradición, ella ya estaba embarazada, pero conscientemente no lo sabía. Al escuchar las palabras que anunciaban el nacimiento de su vástago, ella río en lo profundo, en un lugar fuera de la consciencia que ya tenía conocimiento de esta circunstancia feliz. Por ello dice el verso que río dentro de sí, en lo profundo, tan profundo que ni ella llegó a darse cuenta de que estaba feliz por esta sorpresa bienvenida. Tan ignorante estaba que ella confesó sinceramente que no se había reído, pero entonces el Eterno le confirma que sí, que ella río, y que tenía buenos motivos para haberlo hecho.
Fue, entonces, una risa agraciada, como el que gana el premio mayor de la lotería, a pesar de que creía que había extraviado el boleto.
En este modelo de risa positiva, el traspasar los límites no implica violación de reglas establecidas, ni actos reñidos con el bien y la justicia, sino todo lo contrario. Es como el que ayuda al enfermo visitándolo pero también animándolo, para que no se siga sintiendo sometido a la impotencia de la dolencia. O como el que alegra una reunión social, donde el esquematismo y el aburrimiento eran la norma. Acciones positivas, valiosas, respetuosas, que vienen a demostrar que otra pisada es posible, otra mirada está presente, una que llena de vitalidad, de energía, de recursos vitales.

Hay gente que considera la risa de Sara como burlona, que rechaza por imposible la promesa de que será madre en unos meses.
Si éste fuera el motivo de su risa, entonces no hay sorpresa agradable, ni conocimiento inconsciente de una verdad oculta, sino simplemente una forma de manifestar la impotencia. Sería, este tipo de risa, un derivado de algunas de las herramientas naturales del EGO, que viene a tapar la impotencia y servir para hacerse notar y así obtener alguna gratificación. ¿Cuál sería en esta situación en particular? No lo tengo claro. Quizás el consuelo y apoyo de su marido, o una señal milagrosa de que las palabras no eran simples promesas que se desvanecerían, o que alguien la confortara ante su esterilidad de otra manera, no con ilusiones que no tenían sustento en la realidad predecible por ella.

En el segundo caso, el de Lot contando a sus yernos que se venía una inesperada e increíble devastación sobre la ciudad, y que ellos debían escapar lo antes posible.
Allí los yernos tomaron el anuncio como si fuera una broma, nada serio.
En cierta forma, es comprensible la actitud de los muchachos, pues, ¿dónde se había escuchado antes que una ciudad pudiera ser borrada del mapa en pocos instantes? Hasta donde sabemos, no habían bombas atómicas, nadie conocía el poder destructivo que nosotros sí hemos visto y contribuido a crear. Ni siquiera tenían idea que se pudiera erradicar una ciudad con la lluvia masiva de bombas y otros elementos destructivos. Aunque otras catástrofes ya pudieran haber ocurrido, digamos volcanes destructores como el Vesubio (que igual fue bastante posterior), tsunamis o similares, terremotos, en la zona del Mar Muerto no podía suceder nada de ello. Así pues, lo que Lot les estaba anunciando, ni más ni menos que una catástrofe “apocalíptica”, era a todas luces algo imposible, delirante.
Por tanto, los yernos tomaron la advertencia como el discurso de un loco, o el mal chiste de un pésimo cómico.
Ellos consideraron que él se burlaba, ellos se burlaron de él.
¿Cómo tomar seriamente cuestiones que no tienen ni un poquito de seriedad?
Desde esta perspectiva, no tenemos lo qué objetar a los muchachos. ¿No nos comportaríamos de manera similar a ellos ante un anuncio parecido? ¿O somos de esos que venden/regalan todo porque algún extraviado predicador anuncia que se viene el fin del mundo no se que día de que mes de cual año?

Aquí el límite de la cordura parecía haberse quebrado. Si no somos tan extremos, es la barrera de lo cotidiano, la inmutable rutina de lo que vuelve a repetirse y que se cree que no cambiará nunca.
Se rompe lo conocido y esperable para que surja algo así como el chiste, con su inesperada presencia, que dispara la risa.
Por supuesto que hay chistes empleados de manera positiva y otros que son mera tortura, una manera burda para lastimar a otros.

Cuando nos detenemos a pensar cómo surge esta risa, y tomamos en cuenta al EGO y sus herramientas, podríamos hacer una pequeña consideración.
La rotura de lo previsible, pone al testigo o al participante en una situación repentina e inesperada de impotencia.
¿Por qué?
Porque se está ante un acontecimiento diferente al esperado o esperable, donde no se tiene preparada la reacción habitual. Se encuentra la persona en un estado de impotencia momentánea, dependiendo de la gravedad de la rotura del límite y del contexto, será la profundidad de la reacción desde el EGO.
Por ejemplo, el corredor que tropieza y cae, no tarda ni un segundo en reincorporarse, sonreír para el público y seguir corriendo, aunque le duela y quisiera detenerse para observar si está lastimado o al menos reponerse del golpe. Su risa fingida para los otros, así como su demostración de fortaleza no son más que reacciones que provienen del EGO. Debe aparentar cierta potencia en el instante que ha caído en impotencia. A no ser que se obtenga una ventaja por manifestar la debilidad, o que realmente no pueda hacer otra cosa, lo probable es que se aparente que no ha habido inconveniente y que un tropiezo no es una caída.

¿Por qué ríe si se lastimó y le dolió?
¿Por qué ríe el que es víctima de burla y hace de cuenta que no le molesta o hasta agradece que se burlen de él?
¿Por qué eludir los hechos y aparentar cuando el límite saludable se ha roto y debiera responderse con Comunicación Auténtica y construcción de shalom y no desde el EGO?

Son cuestiones que dejo pendientes, para que medites, si crees que te puede servir para algo.

Pasemos al tercer caso que citamos de la Torá al comienzo, Ishmael es un joven que lleva una vida bastante corrupta y pretende llevar a su medio hermano por el mismo camino de depravación.
Emplea las diferentes técnicas a mano para manipularlo. Hostiga a Itzjak, se burla, le presiona, le obliga a realizar acciones que el otro no quiere a todo sea con el fin de recibir aceptación social. Este Ishmael era un completo bravucón, pendenciero, manipulador, astuto en el arte de timar y corromper.
Su misión era quebrar reglas, romper límites, esto era lo que le hacía sentir vivo y con una dosis de poder.
En su caso la risotada es burlona, ofensiva, apoyada en el pecado, incitadora a la rebeldía.
El aprovechador que agrede con instrumentos que debieran servir para la paz; el engañador que hace creer en algo pero esconde lo opuesto; lo siniestro disfrazado de alegría; la religión que suplanta a la espiritualidad. Son algunas de las formas de la burla rebelde, que lastima, que maltrata, que anula, que cohíbe, avergüenza, mata.

Por supuesto que aquí hay una rotura del límite y la risa lo manifiesta burlonamente, negativamente.
La persona que emplea este instrumento para el mal, el burlón, seguramente no es alguien poderoso, aunque detente la fuerza. Seguramente es alguien hundido en la impotencia, aunque se presente como una autoridad y tenga la capacidad de dañarte de alguna manera. En el fondo, en el espejo del alma, no es más que un pobre desgraciado que tiene la necesidad de agredir a otros para tener un poco de sentimiento de no-impotencia. Es un pobre desgraciado, que si no continúa dañando y dañándose es merecedor de misericordia junto al justo castigo; pero, que si persiste en su actitud y conducta nefasta, solamente es digno de castigo justo que lo desnude de su disfraz de poder para dejarlo a la vista en su real impotencia, tal vez así encuentre el camino a su esencia y deje el mal para construir shalom.

Podríamos seguir exponiendo, pero por ahora ha sido suficiente. Tal vez en otra ocasión continuemos.
Simplemente, una reflexión final.

Si quieres ser feliz, ayuda al prójimo a que sea feliz. No te centres en fabricar tu felicidad, porque ésta vendrá como resultado automático de tu obrar altruista, y no por atiborrarte de cosas.
En vez de pretender dominar lo que está fuera de tu alcance, haz tu parte, y disfruta de lo que es legal y tienes permitido.
Si hiciste a conciencia tu parte, si actuaste con altruismo, si comunicaste auténticamente, si construiste shalom por medio de acciones de bondad Y justicia, disfrutarás de shalom, de solaz, de regocijo. Sí, ocurrirán cosas negativas a diario, o casi; estarás chocando contra tus limitaciones todo el tiempo; te toparás con gente indigna, burlona, perversa, trastornada, malvada, equivocada, que querrán robarte tu porción de felicidad, puedes ser colaborador en sus intentos, o asumir que solamente controlas un poquito de la realidad, es ese poquito lo que tienes que controlar, el resto deja que fluya. Confía en el Eterno, pero no disculpes la mala acción de la gente con excusas tales como “todo es para bien”, cuando es tu deber llevar a juicio a los que han quebrado el orden y no cooperan con restablecerlo.
No seas cómplice o autor de tu infelicidad, ni uses la risa para el mal.
Ríe y sonríe, con autenticidad, con tranquilidad, con el bien hacer.

Abraham el buen hombre de acción divina

Lot, el pariente de Abraham fue tomado como prisionero de guerra.
El patriarca de los judíos, un ejemplo para todos, ni lento ni perezoso, armó un pequeño ejército entre la gente de su confianza y salió inmediatamente al rescate.

Sabía que su vida estaba especialmente en peligro, pues Amrafel (también llamado Nimrod), el rey que lideraba el bando agresor tenía cuentas pendientes con él, estaba en su mira. Igualmente, Abraham no se detuvo en su cometido salvador, tenía una sagrada misión y no la pospondría ni daría excusas de ninguna especie. No se detendría para sacrificar animales al Eterno, ni se escudaría en malabarismos filosóficos, ni argüiría que como “hombre de Dios” no estaba destinado a empuñar armas para salir a la guerra defensiva. Por el contrario, precisamente por ser leal al Eterno y amar Sus caminos, es que emprendió rápidamente su tarea de rescatar al secuestrado, devolver la libertad al oprimido. ESA era la única tarea sagrada en ese momento, ESA y no otra.
Tal vez podría haber recurrido a palabrería mágica, esperando que cayera un milagro inesperado que hiciera el trabajo, o que un escudo protector metafísico alcanzara a los agresores y devolviera con bien a los secuestrados. Quizás pensaba en esas cosas, yo no lo sé, lo que si sé es que actuó como debía hacerse con la mirada puesta en restablecer el bien, aun a riesgo de su vida e integridad.

La guerra fue desigual  feroz, sin embargo el poder estuvo del lado de Abraham quien obtuvo una sobresaliente victoria militar y también política, pues fue reconocido como líder y dignatario para los habitantes de Canaan, que es la que conocemos desde hace milenios como tierra de Israel.
Por supuesto rescató a su pariente, así como a los otros que habían sido apresados, recogió pertenencias como botín de guerra, pero no para él, sino para quienes le ayudaron en su corta pero efectiva campaña. Abraham no pretendía ganancias, ni que de alguna manera la obtención de ventajas materiales le dejara en estado de sumisión o dependencia respecto a personas de baja moralidad.
Él quería restablecer el bien y que el nombre del Eterno sea alabado a través de su conducta digna y ejemplar.

¿Cuáles son las enseñanzas para tu vida cotidiana que obtienes (y puedes compartir con nosotros) de este sencillo pero profundo y eterno relato?

El consejo diario 418

En apariencia resulta más fácil decir mentiras, manipular, inventar, dar excusas, agredir, presionar, amenazar, disfrazarse, travestirse, hostigar,
cualquier cosa que se te ocurre y que simule poder,
cuando en realidad son solamente estrategias para mantenerse entre las paredes de la celdita mental del EGO,
es decir, en impotencia.

El consejo sería, emplea la Comunicación Auténtica, aprende tus limitaciones y potenciales, vive a pleno disfrutando lo que está permitido para ti.