Archivo de la categoría: mar rojo

SALIENDO DE EGIPTO; UN NOAJIDA FRENTE AL “IAM SUF”

No soy del pueblo de Israel, y tampoco vi a Moshé alzar su mano y luego abrirse el mar en dos, pero también estuve allí, no en otra vida, sino en esta; también estuve temerosa y anhelante antes de la apertura del mar, ya no volvería a ver a Egipto como hasta ese momento (siendo Egipto todo lo que representa la idolatría) y en silencio esperaba ver la ayuda que viene del Eterno,  de cara al mar estaba la posibilidad de ser libre para servir al Dios de Israel, tal y como soy, gentil en medio de las naciones. Allí sólo debía “ponerme en marcha”.

Cuando empecé a conocer la verdad, a descubrir la falsedad de las religiones fue quizás como estar de cara al mar, esperando verlo abrirse en dos y cruzar a la libertad.  Atrás quedaba lo que conocía como tierra firme, lo que aprendí, lo que había sido hasta entonces, de frente estaba un mundo nuevo, maravilloso, profundo, inquietante, pero a pesar de ello … nuevo para mi.

La idea de Dios que habría una vez cruzara ese mar era opuesta a lo que había aprendido; pero,  pese al temor, a las críticas, al desprecio, perdida de amigos incluso de mi familia estaba el anhelo de mi alma por la verdad, por la libertad, por  conocer realmente a Dios.  Y allí al abrirse ese mar que invita a confiar, a esperar en el Eterno me sentí sola, con temor de que la idea de verdad que estaba por descubrir también fuera falsa… Dude, sentí temor y  lloré, porque  aún no le conocía, pero allí también surgió la esperanza, la confianza.

Hoy puedo decir que soy realmente libre, libre para ser quien soy, obra de mi Hacedor y con identidad propia. Luego de cruzar el mar que se abriera ante mis ojos puede realmente descubrir la Grandeza de Dios, Un Dios Verdadero y no imaginario, el pueblo de Israel salió a la libertad y junto con ellos podemos salir también nosotros, claro ellos como judíos, nosotros como gentiles y juntos en la libertad verdadera podemos construir el mundo de shalom, que tanto esperamos sea una pronta realidad.

Amigo, si aun estas en Egipto, escucha la voz que te invita a ponerte en marcha hacia la libertad, busca entonces tu verdadera identidad.  ¡Se libre!