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Horizontes

Muchas personas pasan por este lugar y quiero pensar, que aunque su tránsito sea fugaz, aunque no participen activamente, aunque quizás no vuelvan nunca; me gustaría creer que se llevan lo principal. Que en todo caso, quedarán impregnados a encaminar sus vidas y las de quienes les rodeen acorde con lo verdaderamente correcto, a lo que aquí se enseña, o al menos a parte de ello.

Estas líneas están dedicadas a todos los que han aprendido el arte de navegar rumbo al horizonte o al menos sus nociones básicas, donde sea que estén ahora o lo que quiera que hagan.

Escribo para celebrar que vuelvas o no, ya sabes:

  • que caminar tras un madero, arrastrarte en pos de una estatua, llorarle a una imagen; únicamente estrechará la vasta extensión que tienes ante ti, haciéndote depender de objetos inanimados y sin alma, haciéndote esclavo de los mismos y de quienes los usan para ello. La Creación es tan inmensa que no debemos perdernos el todo por la parte y si necesitas conectarte con el Creador, Él lee en los corazones sin necesidad de intermediarios.
  • Que creerte infalible o confiar en que otro hombre lo es, sentirte dueño absoluto de la verdad y la razón, sólo te enceguecerá en tu caminar. Es tu obra lo que cuenta, lo que hagas o no hagas.
  • Que si egoístamente siegas una vida humana, le arrebatarás todos sus horizontes posibles, mas con los de éste también malograrás los tuyos.
  • que si te quedas con lo que te es ajeno, irás perdiendo el rumbo y haciéndoselo perder a otros.
  • Que si no cuidas de los tuyos al máximo y de los demás tanto como te sea posible, estarás dejando caer por la borda a la humanidad misma.
  • Que el sufrimiento se convierte en perversión cuando es gratuito,tanto el tuyo como de los que te rodean, personas o animales. Que todo esta ahí para ti en su justa medida y que cada criatura viva es digna de tu respeto.
  • Que si transitas por la vida haciendo trampas, invitarás a que todos las hagamos y que si miras a otro lado cuando alguien es perjudicado por éstas, ya te llegará el turno de ser el afectado. Que si pisoteamos la justicia, no tardará en aplastarnos la injusticia.

Al saber esto y actuar consecuentemente a ello, aprendiste la mayoría de técnicas de navegación necesarias para transitar ese inmenso y vasto horizonte que ante ti se abre.

En cualquier dirección que decidas avanzar, en momentos de calma o entre vientos y tormentas, sabrás gobernar la nave.

Algunas veces disfrutarás de la compañía de quienes te rodean, saborearás los manjares que se te brinden y quizás en muchas ocasiones alcances a ver la belleza infinita que todo lo envuelve.

En otras, tendrás que luchar, que sufrir necesariamente, que esforzarte y sacrificarte. Por ti, por los demás, por una idea que defiendes o por la que sufres, por mil razones, por muchas causas.

Pero recuerda en todo momento sentir el fluir de la vida que te llena y rebosa en cada ser.

Brindo porque la justicia y la bondad sean compañeras en tu navegar a través del horizonte, sea cual sea éste. 

Descansar en el Séptimo Día, escrito por Rabbi Jaim HaKatan

Después de los 6 días de la Creación, Dios completó el mundo introduciendo un nuevo concepto, algo llamado ‘descanso’ (Ver Beis HaLevi a Génesis 2:2). En el Séptimo Día, Dios descansó de Su labor de crear el mundo. En contraste a Dios, a los seres humanos no se les advierte descansar, tal como dice la Torá: “Día y noche, ellos no descansarán” (Génesis 8:22). El Talmud entiende, (Sanhedrin 58b) basado en este verso, que a los Noajidas  no se les pide que descansen incluso por un periodo de “día y noche”. Esto significa que mientras un judío tiene el mandamiento de descansar, o cesar de trabajar, en el Séptimo Día de la semana, (sábado, es decir Shabat), un noájida no tiene tal mandamiento. Por el contrario, tal plazo es prohibido al Noájida, bien sea en Sábado (como los judíos), Domingo (como los cristianos), o Viernes (como los Musulmanes).

Rashi, (a Sanhedrin 58b) llanamente explica que está prohibido para un noájida descansar o cesar de su trabajo. Rashi se refiere específicamente a un hombre noájida, implicando que esta prohibición de descansar es únicamente para un hombre. Aunque la explicación de Rashi puede ser que cuando Adam pecó comiendo del Fruto Prohibido, él fue castigado para que todas los descendientes hombres tuviesen que trabajar “con el sudor de su frente” (Génesis 3:19). Esto significa que Dios espera que el hombre trabaje continuamente sin descansar. Sin embargo, 2.248 años después, Dios dio a los judíos un regalo especial llamado Santo Shabat (Beitzah 16) por medio del cual ellos pueden descansar, en contraste con el resto de las naciones. Además, el resto de las naciones no tiene permitido descansar (a la manera judía) por causa del castigo a Adam, mientras que los judíos tienen permitido hacerlo porque la Torá se los exige como el mandamiento de Shabat, el cual es un obsequio único y únicamente dado a la nación judía. ( Maharsha a Shabbos 10b).

Rabbi Meir ben Todros HaLevi Abulafia (1170-1244) explica que el regalo de Shabat fue dado específicamente a los judíos, y que por lo tanto si un noájida guarda Shabat, en realidad está robándole a los judíos y está violando la prohibición de No Robar que forma parte de las Siete Leyes dadas a Noaj.

Tomado de http://rchaimqoton.blogspot.com/2006/07/resting-on-seventh-day.html
Traducción a cargo de: Licdo en Educación Mención Inglés  Jonathan Ortiz