Cada uno aprende lo que le toca, y al gentil que ha reconocido la falsedad de las religiones, que ha despertado de la idolatría y que reconoce al Dios de Israel como el Único y Verdadero, también deberá “aprender a ser noájida” y en ello vivir es fundamental.
Cuando vivas el noajismo verás que lo que piensas hoy que es difícil en realidad será muy, pero muy fácil, pues a la luz de la verdad las mentiras caerán por su propio peso, y las arandelas se irán con ellas.
El noajismo es una vivencia que te llenará de profunda satisfacción, de libertad, no necesitaras decir que eres, ni tendrás que pararte en una plaza a gritar y pretender convencer a otro de lo que crees, porque tus acciones en el camino correcto, sin misionerismo abordo serán muy llamativas e inquietantes.
Me ha pasado; hay gente que sin yo decir ni una sola palabra, se inquietan y me preguntan ¿ eres de alguna religión?, claro les extraña que en algunas conversaciones guarde silencio, que no les acompañe algunas ocasiones, que a veces exprese mis pensamientos sin pretender dar tabla, que no demuestre intenciones aparentes y casi a la fuerza por convencerlos de algo que en algunos casos (la mayoría de por sí) ni les interesa, pero bueno ellos preguntan y tu respondes, Pero lo que más les impacta es cuando respondes su pregunta obligada “No soy de ninguna religión”, entonces a veces callan y otras vuelven a preguntar y ciertamente a sus preguntas tendrás una gran respuesta , el punto es que Tu vives como un verdadero gentil justo, como un noájida , lo haces para ti pues es tu esencia y con ello contagias el mundo, vívelo y te darás cuenta.
Para aquellos que han decidido “aprender a vivir su identidad” Bienvenidos a la libertad, no mires en poco tu papel, las comparaciones suelen ser odiosas y no puedes inventarlas tú.
Comparar 7 preceptos dados al gentil con 613 dados al judío, ¿mmm, qué sentido tiene?; numéricamente hay diferencia, pero recuerda también es una ley física “todo es relativo desde donde lo mires”; y para nosotros no importa tanto en que parte del universo nos encontramos, pero si a quien miramos, ser un gentil justo es valioso, muy valioso; y para nuestro Padre lo somos; de lo contrario no habría pensado en nosotros y mucho menos en hacernos participes en la construcción de shalom. Que ya de por sí “es un privilegio”.
Entones Aprendamos a Vivir nuestra parte, nuestro legado, nuestra identidad, y en el proceso aprendamos también a Disfrutarlo.
Un abrazo desde Colombia.