“ … y ellos acamparon en el desierto”. Exodo. “La Torá fue dada en un lugar sin dueño, de haber sido dada en la tierra de Israel las naciones del mundo habrian alegado que ellas no tienen parte en la Torá. Por tal razón fue dada en el desierto, y cualquiera que desee recibirla debe venir y hacerlo.”Midrash Mechilta ch.20
Este pasaje demanda estudio profundo en vista del cuidado que tomaron los rabinos de antaño para mantener la Torá resguardada de los no judíos, y la gran cantidad de ejemplos de carácter legal que apoyan dicha precaución:
«Un no judío que estudia la Torá es merecedor de muerte en las manos del Cielo”, como fue dicho “La Torá que Dios nos mandó como herencia”; “a nosotros y no a ellos” Sanedrin.
“Sus estatutos y sus leyes Él declaró a Israel; Él no hizo así con ninguna otra nación, y ellos no conocen sus leyes: Alabado sea el Señor” Salmo 147
El Zohar, fuente de la sabiduria de la Kabalá, es explicito en la gran transgresión que es cometida cuando se le transmite Torá a los no judíos: “cualquier hombre que no se refrene de echar mano de la más pequeña letra de la Torá es considerado como si destruyera el mundo y mintiera tomando el nombre del Santo, bendito es, en vano. Todo depende de la Torá, como fue dicho: Si yo no establecí mi alianza con el día y con la noche, si no fijé el ordenamiento del cielo y de la tierra” y tambien “Esta es la Torá que Moshé puso delante de los hijos de Israel” Deut. 4:44, es decir, no delante de otras naciones.
Aqui el Zohar expresa la idea en terminos de inaceptabilidad de la idea de enseñar a quienes no están dentro del Pacto de la Circunsicion, puesto que todas las palabras de la Torá son Nombres de Dios, y enseñarlos a gente no circuncisa traería destrucción al mundo. Vemos la extensión referida a no enseñarle ni la Torá Escrita ni la Torá Oral, ni siquiera los Diez Mandamientos, como fue dicho, “a Israel fueron dados, no a las Naciones. Midrash Rabbah to Numbers 8:4
Hemos visto una perspectiva que parece contradecir la primera expresión arriba mencionada. Aunque otras sentencias la confirman.
“Cada palabra que provino de Dios fue divida en setenta lenguajes«.Shabbat 88b Rabi Yojanán dijo, “la voz se dividió en setenta voces para las setenta lenguas (primarias), para que cada Nación escuchara la voz en su propio lenguaje” «Midrash Rabbah to Exodus 85;19
“Moises explicó la Torá” Deut. 1:5 Los comentadores de antaño explican que él dio su explicación en estas setenta lenguas, y puesto que el pueblo judío no tenía por costumbre hablar las lenguas de las Naciones, él debe haberlo hecho para cada nación por individual.
¿Cómo escribió Israel la Torá? Al entrar a la Tierra de Israel al pueblo judío le fue ordenado escribir la Torá en un monumento sobre el Monte Gerizim. Rabbi Judah dijo, “Ellos la escribieron sobre piedras, com está dicho «Y ellos escribieron todas las palabras de la Torá sobre piedras y después las erigieron” Deut. 27:3 Rabbi Shimon le dijo: “Según tu, cómo hicieron entonces las naciones de ese tiempo para aprender Torá” (puesto que fué eregida).
Rabbi Judah respondió, “Dios les dio entendimiento, y ellos enviaron sus escribas quienes la cortaron y extrajeron (de las piedras) y las llevaron. Desde entonces su destino fue sellado porque ellos podrían haberla aprendido pero no lo hicieron”.
Rabbi Shimon entonces dijo: “Fue escrita sobre el yeso, y debajo estaba escrito “para que ellas no te enseñen a hacer todas las abominaciones”. Esto enseña que si ellos se arrepentían, ellos serian recibidos.
De ahi aprendemos que para hacer que las naciones retornen al camino de la Verdad debemos enseñarles la Torá.
Los rabinos Sanhedrin señalan esta contradicción: “Un no judío que aprende Torá merece la muerte”, a lo que Rabbi Meir dice: “De dónde aprendemos que incluso un no judío que aprende Torá es comparado al Sumo Sacerdote?, como dice, “por las cuales un hombre hará y vivirá por ellas”, ni el sacerdote, ni el Levita, ni el Israelita es mencionado aquí, solamente “hombre”, significando incluso un no judío…”
La responsa de la Guemará es que el no judio que merece honor es el que aprende la porción de la Torá que aplica a él: Las Siete Leyes noájidas.
El Meirí explica: “Si él (no judio) aprendiera la Torá sin el propósito de guardar sus leyes básicas (Siete leyes de Noaj), sino solamente por el único deseo de aprender la Torá entonces es merecedor de castigo, ya que la gente verá su conocimiento y lo confundirá con un judío, y terminarán dirigiéndose por el camino del error”. Sin embargo, sí el aprende los Siete Mandamientos con sus detalles y todo lo relativo a ellas, incluso el contenido de la Torá que está en las Siete Leyes, es merecedor de honrarlo cual Sumo Sacerdote”.
No tememos que él lleve a otros por caminos errados, puesto que él está aprendiendo lo relativo a si mismo, y todo lo demás seria permitido enseñárselo si él estuviera conduciendo su investigación para comprometerse con toda la Torá y considerara convertirse al judaísmo completamente.
Maimonides va más allá, Laws of Kings 10:9 donde escribe. “un no judío que aprende Torá se le considera merecedor de muerte: él debería aprender únicamente los Siete mandamientos aplicables a él”.
En una responsa, sin embargo, él distingue entre un no judío que acepta la santidad de la Torá y uno que no, legislando como permisible enseñar al primero pero no al segundo porque el daño podría acrecentarse. Debido a que todos los no judíos deben ser instruidos en las Leyes Noájidas la decisión de Maimónides de no enseñar a una parte de ellos se refiere solamente al resto de la Torá. Como él mismo escribe:
“Hay una pregunta de si la sentencia de Rabi Yojanán “ un no judío que aprende Torá merece la muerte” tiene fuerza de ley; también si un judío cumple la ley absteniéndose de enseñar cualquier otra cosa que no sea las Siete Leyes noájidas”.
Él responde que sin duda alguna esta es la ley, y que cuando dependa del pueblo judío, debería abstenerse de enseñarle al no judío hasta que realice un proceso de conversión. Sin embargo los no judíos no se les ejecuta si aprenden Torá, en contraste a la posición relativa a todas las transgresiones de las Siete Leyes, puesto que la frase usada es “merecedor” y no “ obligado a muerte”.
Estas leyes podrian ser enseñadas a los cristianos ya que reconocen la Divinidad del texto de la Torá, pero no a los musulmanes puesto que ellos lo niegan y cualquier conocimiento de sus ideas los conducirían al error y se convertirían en tropiezo para los judíos dispersos entre ellos. Si los cristianos son enseñados ellos son capaces de aceptar las ideas, y en dado caso, sus objeciones no causarían daño.
Algunos comentadores distinguen entre la Torá Oral y Escrita: La primera prohibida, y la seguna permitida, no porque una sea superior a otra, sino porque ellas tiene diferentes métodos de transmisión. Maharats – Chayot to Sotah 35b
Otros prohiben los Cinco Libros de Moshé, pero permiten los trabajos Proféticos y los Escritos. Be’er Sheva, brought Magen Avraham ch. 334 par 17 Existe tambien una opinión que si a un judío estudioso de Torá se le pregunta algo acerca de los Cinco Libros, por el solo hecho de preguntar, podría ser respondido, por el bien de la paz, sin motivos ulteriores implícitos.
Todo lo anterior deberia ser entendido como la percepción que tuvieron los Sabios sobre cómo hablar de la Torá al mundo no judío. Son discusiones que deben ser tomadas en cuenta sobre el aspecto de la enseñanza que es aconsejable en cualquier momento dado.
Tomado de:
http://www.beni-noah.com/2.php
Sobre el autor:
Rabbi Yoel Schwartz es un conocido estudioso de la Tora y un escritor prolífico que ha publicado alrededor de 200 libros de temática judía. Estudió en Yeshivas Ponevitch en Bnei Brak y Yeshivas Mir en Jerusalem, y fue el mashgiach ruchani, supervisor espiritual, de Yeshivat Itri y de la Nahal Charedi programa religioso del ejercito.
También es parte del intento de revivir el Sanedrin, del cual es Vicepresidente y Jefe de la Corte de los Benei Noaj.