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Resp. 397 – ¿Como guiar un grupo de mujeres ?

francisca rondon sanchez nos consulta:

Que me recomienda o me suguiere para formar un grupo de mujeres hacia el noajismo, y cual serian los procedimientos a seguir, y si ud me guiaria para la enseñansa. Espero su respuesta! SHALOM
Francisca rondon sanchez, 45 años, comerciante, s/c, venezuela

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El EGO o la REDENCIÓN

Hay tanta gente valiosa noájica, pensadores, activistas, creadores, continuadores, contribuyentes, difusores, promotores, estudiosos, etc.
En todas las áreas y ámbitos se visulmbra el poder de los noájidas.

Pero, hay tan pocos que aportan de lo suyo para la causa noájica y particularmente para el crecimiento y fortalecimiento de FULVIDA.

Parece que no entienden que la ganancia (en Este Mundo y en la Posteridad) no es para mí, para el presidente de la Fundación, sino para todos y cada uno de ustedes.

Excusas no faltan, huidas, silencios, enojos y enojitos, entre una gama limitada de recursos con tal de no dar lo que corresponde, con tal de no hacer su parte como es debido.

En fin, parece que muchos siguen viendo su ombligo en vez del mundo que deben construir.

El EGO sigue siendo el gran obstáculo, el cerro que hay que allanar para dejar paso a la REDENCIÓN.

Cuando se deje de hablar de personas, de sí mismo; cuando se deje de plantear inconvenientes y quejas; quizás entonces podremos satisfacernos del despertar reforzado de la conciencia noájica.

Mientras tanto, seguimos algunos pocos construyendo el arca, esperando a que más se sumen en verdad.

La lluvia devastadora ya ha comenzado, y lo muchos siguen dormidos en sus egos…

A despertar, a trabajar, a construir shalom…

¿Qué esperas?

No sé que título ponerle…

BUEN DÍA A TODOS!!!!!!! Hoy a saber de una charla que voy a tener en esta jornada que me toca vivir, nace en mí la necesidad de contarles esto, voy a se extensa pero lo creo conveniente primero para mí y luego para casa uno de los que hacemos FULVIDA.

Creo que cada uno traemos buenas y malas experiencia en el transcurso de este ir y venir en nuestras historias personales. Algunos con más, otros con menos pero todos traemos algo. Hay muchos jóvenes por aquí y eso es buena señal, porque significa que quieren un cambio, un cambien del mundo hecho por una sociedad que cada día se destruye por los malos principios.

A mi particularmente me tocó de chica vivir en una JAULA de oro, sí jaula la llamo así porque siento que fue, y digo fue, una prisión en la que tuve que crecer. El dolor fue inmenso y a partir de ahí hacemos nuestra vida. Unos tempranamente se dan cuenta de mejorar la vida que tuvieron, otros, como yo en este caso arrastré lo que me sucedió sin darme cuenta. No voy a entrar en detalles, sólo decier que quedé como quien ha pasado la guerra donde todo quedó destruido pero sobreví.

Por qué digo todo esto?

Siento que cada uno trae acá una forma de vida, una experiencia diferente, una forma diferente de  ver las cosas, nosé por quien empezar:

Tenemos dos figuras controvertidas, pero queridas Herley, Juan Pablo. Herley un hombre que detrás de sus palabras refleja muchas verdades, hombre duro (aparentemente) pero yo lo veo una persona llena de sentimientos que quiere mantenerse como los árboles, de pie tratándose de nunca derrumbarse

Juan Pablo un joven con muchos bríos, con muchas ganas de cambiar este mundo lleno de cosas horribles y en su juventud y afán de hacerlo diferente arremete con todo para sacudir al otro y promover el cambio. Siento un Juan Pablo que arremete contra los molinos de viento, no le importa nada, sólo luchar por lo que creo, aunque lo que ve es la realidad (lamentablemente) no como Don Quijote.

Jonthan, con un porte de un verdadero profesor que no se le escapa nada, que mide cada palabra, cada pensamiento, que verdaderamente enseña de lo que cree está convencido y lo hace con mucha claridad.

Jaime, mi querido Jaime, con su experiencia de vida, sabiduría de quien ya está de vuelta de la vida, dando su sabiduría y amor por doquier, qué maravilla de hombre.

Eleazar (no sé si esta bien escrito), un hombre que trasmite tranquilidad, paz, siento algo especial en él, habla desde un lugar de comprensión, y del saber que nos da la vida.

Andrés, joven que mucho conoce por su juventud pero que demuestra tener carácter y defender su posntura de vida con mucho brinco.

David, un muchacho con mucha seriedad, tranquilo, un hombre que trasmite calma y concimiento.

Sebastián, Seba, qué puedo decir! Seba una persona alegre, seria, con mucha capacidad de escucha, de saber poner las cosas en su lugar, de hablar en serio e intercambiar chistes para que la conversación sea amena, pero de un gran corazón y sincero.

Javier Nicasio, un hombre que se muestra serio, con mucha lectura de por medio, concedor de todo, se nota una persona con mucho estudio que fácilmente pone a la práctica lo que verdaderamente aprende y con muchas ganas de hacer el bien y no dañar a nadie

Stronzo, su hijo, mucha juventud con ganas de aprender y de ser mejor persona.

Adell, mi querida Adell, con un gran pensamiento y filosofía de vida. De mucho carácter por lo que puede afrontar tormentas. Se moverán los árboles pero no se caerá, luchadora al máximo.

Nicolás, para mí sos nuevo, pero creo que detrás de esa máscara (foto) hay una gran persona que sólo pretende gritar que quiere una vida diferente. Quiere llamar nuestra atención para movilizar. Lo ha logrado, pero no es malo, saben por qué? porque nos ayuda a pensar, nos prepara para poder servir con la seguridad de lo que creemos.

Seguramente me olvidaré de alguno, y pido perdón.

Me queda Ud. Moré Yehuda, la frutilla del postre (como diríamos acá), Moré, un hombre de gran espiritu, sabiduría, de firmeza, dureza, pero que detrás sólo se ve alguien que ama a la gente, que está dispuesto a todo para luchar y mostrar que hay un camino diferente. Un hombre que permite que todos hablen, opinen. Un hombre que sabe poner límites desde su saber, de experiencia, de hombre que conoce al hombre, que entiende más allá de la palabras, de infinita paciencia porque aunque por momentos que muestra un enojo permite seguir adelante. Un hombre que jamás deja de responder y dejar a nadie sin la palabra de contención o de correción. Un hombre que hace posible que todos participemos con nuestras diferencias de pensaiento, de vida, de experiencia.

Ya ven, somos todos dieferente, yo llena de sentimentalismo pero que estoy aprendiendo a que la vida puede ser diferente. Siete meses llevo de conocer esta nueva manera de ver la vida y ahora sé que sólo nuestra Acción en este mundo va a hacer la diferencia. Que sólo nos llevaremos lo que hemos hecho. Que nada, pero nada de lo que hay qudará en nosotros sino los echos.

Tenemos acá, la diversidad de Arco Iris, no vale la pena discentir y aprender unos de los otros, claro qué si! unos con más calma otros más efusivos pero todos aprendemos de todos. Los amo, HOY SOY NOAJIDA, gracias a cada uno que desde su lugar me mostró la verdad. Yo estoy aprendiendo, pero ya nadie me quita lo aprendido.

Mucho me han pasado por encima Juan Pablo, quizá por eso me he enojado tanto contigo, pero vos no tenés la culpa de lo que yo traigo. Construyamos shalom, todo lo que traemos no sirve, sino lo usamos para crecer y edificar. Perdón por ser tan extensa.

Las Deudas.

Las Deudas.
Las Deudas.

Durante la ocupación Satsuma de Okinawa, un Samurai japonés que le había prestado dinero a un pescador, hizo un viaje para recolectarlo a la provincia Itoman, donde vivía el pescador. No siéndole posible pagar, el pobre pescador huyó y trató de esconderse del Samurai, que era famoso por ser corto de genio. El Samurai fue a su hogar y al no encontrarlo ahí, lo buscó por todo el pueblo. A medida que se daba cuenta que no lo encontraba se volvió furioso. Finalmente, al atardecer, lo encontró bajo un barranco que lo escondía de la vista. En su enojo, desenvainó su espada y dijo: «Qué tienes para decirme», le gritó.

El pescador replicó, «Antes que me mate, me gustaría decir algo. Humildemente le pido esa posibilidad.» El Samurai dijo, «Ingrato! Te presto dinero cuando lo necesitas y te doy un año para pagarme y me retribuyes de esta manera. Habla antes que cambie de parecer.»

«Lo siento», dijo el pescador. «Lo que quería decir era ésto. Acabo de comenzar el aprendizaje del arte de la mano vacía y la primera cosa que he aprendido es el precepto: ‘Si alzas tu mano, restringe tu temperamento; si tu temperamento se alza, restringe tu mano.»
El Samurai quedó anonadado al escuchar esto de los labios de un simple pescador. Envainó su espada y dijo: «Bueno, tienes razón. Pero acuérdate de esto, volveré en un año a partir de hoy, y será mejor que tengas el dinero.» Y se fue.

Había anochecido cuando el Samurai llegó a su casa y, como era costumbre, estaba a punto de anunciar su regreso, se vio sorprendido por un haz de luz que provenía de su pieza, a través de la puerta entreabierta.

Afinó su ojo y pudo ver a su esposa tendida durmiendo y el contorno impreciso de alguien que dormía a su lado. Muy sorprendido y explotando de ira se dio cuenta de que era un samurai!

Sacó su espada y sigilosamente se acercó a la puerta de su pieza. Levantó su espada preparándose para atacar a través de la puerta, cuando se acordó de las palabras del pescador: «Si tu mano se alza, restringe tu temperamento; si tu temperamento se alza restringe tu mano.»
Volvió a la entrada y dijo en voz alta. «He vuelto». Su esposa se levantó, abriendo la puerta salió junto con la madre del Samurai para saludarlo. La madre vestida con ropas de él. Se había puesto ropas de Samurai para ahuyentar intrusos durante su ausencia.

El año pasó rápidamente y el día del cobro llegó. El Samurai hizo nuevamente el largo viaje. El pescador lo estaba esperando. Apenas vio al Samurai, este salió corriendo y le dijo: «He tenido un buen año. Aquí está lo que le debo y además los intereses. No sé cómo darle las gracias!»

El Samurai puso su mano sobre el hombro del pescador y dijo: «Quédate con tu dinero. No me debes nada. Soy yo el que está en deuda.»
Por Richard Kim.

¿Cuánto dura el arcoiris?

Hace algunas semanas un familiar querido me preguntó (probablemente algunos de ustedes ya lo hayan leído):

-¿Y hasta cuándo durará el pacto noájida?

Yo respondí:

-Mientras dure el arcoiris

Y me reclamó:

-¡Pero si el arcoiris es un fenómeno físico! ¡Mientras exista el mundo existirá el arcoiris!

Entonces dije:

-Pues ya tienes tu respuesta, mientras exista el mundo nuestro pacto no terminará.

Bueno ¿y por qué me hacían esta pregunta?, porque de repente un día comencé a platicar en casa de los descubrimientos que estaba haciendo sobre el mundo noájida; y como les habrá pasado a muchos de ustedes, varios miembros de mi familia me miraban como bicho raro y tuvieron diversas reacciones: enojo, indignación, confusión.

Cuando alguien enfrenta una verdad desconocida por primera vez, suele tener una reacción de rechazo y así pasó en mi familia. El único que se animó a platicar conmigo de estos temas fue mi esposo y fue con él con quien sostuve este interesante diálogo.

Le interesaba saber qué eran esas leyes noájidas, dónde estaban escritas en la biblia, qué validez tenían y desde cuándo se habían «inventado». Siendo nuestro país 90% católico, era lógico que todo ésto le sonara extraño pues en su mente sólo existían tres tipos de creencias: cristianismo, judaísmo y ateísmo; y desafortundamente él era de los primeros (aunque no tan aferrado como su familia -eso creo yo-).

Tuvimos una larga charla en donde le explicaba que el arcoiris era la señal que el Eterno había escogido para sellar el pacto noájida y que éste era a perpetuidad por siempre mientras durara el mundo.

Que igualmente había hecho un pacto paralelo con el pueblo de Israel cuya señal es el shabbat, el día de reposo que exite con o sin los hombres al igual que el arcoiris.

Pero al parecer todo ésto era demasiada información y en tono burlón me dijo: Esas son demasiadas leyes y cosas, por eso nosotros sólo tenemos un sólo mandamiento ‘Amáras a tu prójimo como a ti mismo’.

Así que nuestra plática terminó cuando yo le dije que esa sentencia ya se encontraba en Deuteronomio y que dudaba seriamente de la existencia histórica del tal Jesús.

De manera que a final de cuentas, a pesar de que mi marido era una persona relativamente crítica hacia su religión y la de su familia; tiene aún varios prejuicios derivados del conocido «nuevo testamento».

Lo cual me recuerda, si realmente hubo un «nuevo pacto» ¿acaso no deberían sus seguidores conocer con exactitud cuál es la señal con el que está sellado y su duración en el plano físico? ¿Y no debería ser esa señal reconocible y ostentable por cualquier persona en el mundo? Corríjanme si me equivo.

Por lo pronto hoy puedo decir como noájida que se cuál es mi pacto, su señal, sus leyes y su duración. Y la próxima vez que alguien quiera convencerme de ir por otro camino, tan sólo le preguntaré ¿cuánto dura el arcoiris? Así me ahorraré varias horas de conversación.

 

Disculpas sinceras

Se como soy… y se que aveces me cuesta reconocer mis propios errores, quizas por estar empecinado en ver solamente mi opinion o idea. Hace dias, tuve un altercado con Yehuda, una especie de discucion por el chat publico, lo cual despues pensandolo creo que dije algunas cosas fuera de lugar, sabiendome como soy, se que no fueron dichas con mala intencion ni animo de ofender, pero se que se digan como se digan, las palabras negativas salen como flechas… y a veces, por no decir siempre, duelen y lastiman.
Hoy si escribo es por que quiero dar un paso adelante, dejar de lado mi estupida chiquilinada, soy esposo, soy papá… y sinceramente me rio pensando en como pude actuar de esta forma, siendo un pibe que en un par de años va a cumplir 30 años… mi vieja quizas me diria, tan grandote y portandote como un adolescente, dejate de inchar!!!. Y si… tendria razon… y si escribo en este momento es por que quiero dejar las cosas claras, quizas para que no vuelvan a ocurrir, al menos que no me tenga a mi como nuevo protagonista…
A veces digo las cosas sin pensar, a veces quiero que suenen fuerte, para que se sienta mi enojo… pero tambien se que tengo un ietzer hara que no me hace caso, que voy a ser sincero, no le gusta nada la idea que este escribiendo en este momento, pero soy responsable de ponerle limites, solo yo debo hacerlo…
Quiero reirme en su cara esta vez y agachar mi cabeza, pidiendole mil disculpas a Yehuda por lo ocurrido. A veces pienso que sostener mi opinion, me hace obrar con justicia, muchas veces se que en algunas cosas tuve alguna pizca de razon, pero que lamentablemente se ven ofuscadas con mi forma de expresarme… opacando la minima razon que quizas tengo de tal o cual asunto.
Si estoy escribiendo en este momento, es por que quiero ser sincero conmigo mismo, me duele la situacion, realmente no me siento bien conmigo mismo, creo que como bien decis, a veces se me va la rosca… y lo reconozco.
Siento haber tratado mal a un amigo, mas que a el moré… no se hasta que punto es la amistad, pero lo es al fin y hasta el punto de conocernos personalmente, realmente no pensé que me hiba a molestar o doler… Pero es asi y estoy apenado.
Es todo por hoy, nuevamente mi disculpas Yehuda… al menos publicamente, no volvera a pasar.

Andres Cabrera.

El Formulario

El asunto no es decir las cosas, sino como se dicen. No hay palabras mal dichas sino mal interpretadas. ¡Vaya clichés! Excusas que usamos para escudarnos cuando se nos recalca un error por algo que dijimos.

Enojos, iras, frustraciones, y demás actitudes infantiles frente a nuestro corrector, son muestras que en eso de la era de la comunicación no estamos muy al tanto.

Y es que alguien dijo alguna vez que: «la intención es lo que cuenta…» y dimos fe de que asi era. Magna excusa para no concentrarnos en buscar la excelencia en nuestra vida.

Algunos luego que «fracasan» en sus intentos de decir de manera escrita lo que piensa y sienten, optan por dejar de hacerlo y mucho menos por esmerarse en apreder a hacerlo. Se inclinan más a hizar la bandera de la acción, de las obras, del hacer.

No es que hacer no sea importante, lo es. Pero saber decir es hoy tan necesario como saber hacer, porque el decir forma parte importante de la tarea humana.

Así que no se trata solamente de martirizarnos con lo qué hacer, sino saber decir por qué lo hacemos, por qué lo creemos, por qué lo pensamos, por qué lo sentimos.

El dia a dia, la rutina, el vaivén diario, demanda cada vez más el uso de adecuadas y correctas formas de expresión y/o entendimiento.

Muestra de esto es los tropiezos aun prevalecientes en algunas ocasiones para comprender y llenar un simple formulario que indica que aun no se ha hecho lo preciso por dominar con gracia esta demanda actual que es la comunicación.


Aprender de las plantas

En numerosas ocasiones y a lo largo de nuestra vida estamos expuestos a situaciones que nos tienden a enfadar, nos produce enojo e ira, nos hace discutir, pelear y hasta (Di-s libre) hacer cosas peores.

Pero tales cosas pueden ser controladas por nosotros; por ejemplo, el serenarse, tomar con calma las situaciones más adversas, no responder con agresión a una agresión, etc.

Pero podemos aprenderlo de varias formas, yo encontré una pensando en las plantas en general:

Al realizarse el proceso de fotosíntesis, la hoja toma del entorno lo necesario para obtener el alimento para crecimiento y desarrollo. Toma la luz del sol, también el dióxido de carbono (nocivo para nosotros), y el agua y sales minerales que la raíz toma de la tierra al ser regada, y la conduce por el tallo a la hoja.

En la hoja se realiza el proceso transformando estos agentes externos en materia orgánica necesaria para crecimiento y desarrollo de toda la planta. Además de esto, la hoja libera oxígeno, que es lo que necesitamos para respirar, purificando así el ambiente que la rodea. Vemos de paso, la importancia de las plantas, y de la Creación toda.

Nosotros también podemos hacer algo parecido, cuando nos llegan los elementos »nocivos» como el dióxido de carbono (las discusiones, situaciones de enfado, agresiones, etc.), tomarlos como las plantas lo hacen, pero también tomando alimento de nuestras raíces espirituales de noajismo, y tomando la luz que nos provee el Eterno con su amor y sabiduría infinitos; para luego emanar »oxígeno» o »aire puro», responder al mal de la manera más sabia y serena, para evitar caer en el enojo o ensuciar nuestra alma respondiendo agresión con agresión, y vivir tranquilos.

Hagamos pues como las plantas. Shalom.

Sebastián.