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Resp. 551 – ¿como hago para obtener el libro luz para la vida

jorge andres nos consulta:

SHALOM: quisiera obtener el libro yo soy de Tuluá-Valle-Colombia, podria decirme por donde debo depositar el dinero y cuanto es su valor.Gracias por su pronta respuesta More, y felicitaciones ya que usted orienta a muchas personas por el camino del noajdico que HASHEM lo bendiga siempre a usted y su familia.
ATT,
Jorge Andres Paredes
edad 24 años, estudiante,Tuluá-Valle-Colombia.

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Octetos Noajicos

Socios en la Creación

«En el principio creó Elokim los cielos con la tierra.»
(Bereshit / Génesis 1:1)

El simple significado de las palabras «en el principio» indican que la creación es solamente la primer fase de un proceso, pues donde se nos habla de un principio, necesariamente se nos está indicando la presencia de otros estados, otros momentos posteriores al del principio.
El Eterno creó el universo en su totalidad, pero nos dejó a nosotros opciones como para desplegar potencialidades que se hallan ocultas, durmiendo, a la espera de que nosotros las activemos y las hagamos florecer.
El conocimiento de esta realidad contribuye a remarcar la importancia de la contribución humana, y nos reviste de valor, de estima, de amor. No somos meros receptores, pasivas vasijas que reciben beneficios que les son ajenos, y por lo tanto son en cierto modo humillaciones para quien las recibe de gratis.
Sino que hemos sido creados para colaborar (desde nuestra modesta y finita posibilidad) en la magna obra de hacer del universo el mejor lugar, en aquello que en el pensamiento hebreo se denomina el tikun olam -perfeccionamiento del universo-.
Así pues, el Eterno nos da un gran trabajo, ayudarlo a perfeccionar el perfectible mundo,
y de ese modo sentirnos valiosos y además hacernos dignos y satisfechos de los bienes que obtengamos de parte de Él. Nuestra parte sustancial en esta sociedad con el Eterno, está en hacer de lo material, de Este Mundo, un lugar para que resplandezca lo espiritual, para que se perciba un atisbo del Mundo Venidero.

Un Patrón Objetivo en la Creacion

Un protón y un electrón son un par complementario que juntos constituyen el átomo más simple; el de hidrógeno. Cuatro pares complementarios de protones y electrones, es decir, cuatro átomos de hidrógeno, hacen un átomo de helio; que es el primer paso en la evolución atómica. Este es el isótopo más común, con dos electrones, dos protones y dos neutrones (un neutrón es esencialmente la fusión de un electrón y un protón). Más de un 99.99% de los isótopos de helio son de esta forma.
La fusión del helio lleva de inmediato al carbono y eventualmente a muchos otros átomos. El átomo de carbono es el único átomo totalmente generalizado, siendo tanto donante como receptor de electrones, para sus cuatro valencias de electrones. En su isótopo más común, éste consiste en cuatro pares complementarios de electrones y protones. Los otros ocho electrones y ocho protones están neutralizados en un átomo interno de helio más cuatro neutrones adicionales. Más aún, el carbono es el átomo que forma la base para la evolución química – en oposición a la evolución atómica – que es la siguiente jerarquía en la evolución de la materia.
La evolución química eventualmente conduce a las cuatro nucleótidas; guanina, tiamina, adenina y citosina, que constituyen el código genético dentro de los filamentos de ADN, y que se organizan como cuatro pares complementarios en los estambres de ADN.
El ADN mismo, es un par complementario. Cuatro pares complementarios de ADN simple y proteína simple crean la célula viviente más sencilla.
Las células son el principio de la vida y los seres humanos son la forma más elevada conocida de vida. Lo que produce la inteligencia ética humana y nos hace diferentes de todas las otras formas de vida es el cerebro humano. Más aún, el cerebro humano consiste en cuatro pares complementarios de subcerebros. Cada hemisferio cerebral es un complemento del otro, la ahora famosa interacción cerebro izquierdo/cerebro derecho. El cerebro más elevado y reciente es la neocorteza, el cuarto cerebro. Este es el centro de la ética y la imaginación. El tercer cerebro es la corteza de mamífero, o sistema límbico, que es el centro de las emociones del amor y sus variantes, además de los impulsos biológicos más elevados. El segundo cerebro, es el complejo del reptil, que es el centro del temor, ira y agresión, más los impulsos biológicos intermedios. El primer y más antiguo cerebro es el de pez, es decir, el resto del sistema nervioso, que es la base de los impulsos biológicos más primitivos y el control automático de nuestra fisiología básica. El cerebro humano es un sistema de cuatro pares complementarios.

Extrapolación Especulativa

La creación evolutiva actúa integrando primero pares complementarios y luego jerarquías sucesivas de cuatro pares complementarios. A nivel humano, los cerebros del hombre y la mujer son pares complementarios. Estudios embriológicos y neuroanatómicos recientes apoyan la existencia de diferencias complementarias entre hembras y machos.
Hasta el hombre, ninguna especie había tenido un conjunto totalmente desarrollado de cuatro cerebros, pareados y complementarios. Puede ser que sólo sea necesaria la integración ética de cuatro hombres y cuatro mujeres para crear un Estado Etico embrionario. En este contexto, un Estado Etico es un nuevo nivel de conciencia moral e inteligencia ética colectiva. La integración de cuatro pares complementarios de Estados Eticos podría, a futuro, crear una Sociedad Moral.

Estado Etico Noajico

Les recuerdo que son especulaciones, demas esta decir que esta abierto al aporte de los colaboradores del site. Es un esbozo de organización noajida, que puede ser aplicada en varios aspectos de nuestra vida, (economico, politico, empresarial, etc) utilizando las siete leyes y armonizando los cinco planos de la realidad.

Está testimoniado:

“Los hijos de Noaj [Noé] que salieron del arca fueron: Shem [Sem], Cam y Jafet, Cam fue el padre de Canaán.“
(Bereshit / Génesis 9:18)

La primer organización social luego del Diluvio fue justamente de 8 personas: 4 Hombres Noaj, Shem, Cam y Jafet, y sus cuatro mujeres.
Como en los casos comentados mas arriba, aquí también se repite el patrón de las jerarquias en la Creación.

Es un dato que lleva a la pregunta si es posible que formar organizaciones de octetos produzca un aumento en la creatividad humana para cada persona individual y para los cuatro hombres y cuatro mujeres en forma colectiva. Haciéndolos más libres de las fuerzas del entorno físico, biológico y psicosocial, que lo que jamás se había logrado antes. Como resultado, estas ocho personas representarían un nuevo orden de soberanía y forman así un nuevo tipo de Estado.

Fuentes:
Fulvida.com
Serjudio.com
John David García, La Transformación Creativa. www.see.org

fulvida colombia

En aras de seguir despertando esta linda nacion y pues con la idea de seguir difuendo el noajismo hemos decidido crear un minisitio de fulvida colombia , para hablar sobre el noajismo en este pais, para mostrar fotos de colombia , para compartir y despertar a toda la gente en colombia , la idea es que tdos tambien participemos , que el resto de latinoamerica le apoye en esta causa ….. espero sea  de su agrado



fulvida-colombia

colombiano




La Paz Cristiana y su Genocidio

“No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no
he venido para traer paz, sino espada. Porque he venido para enfrentar al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, y a la nuera contra su suegra;” (Mateo 10:34)

Matanzas bajo dominio cristiano, datan ya de los primeros siglos. En Antioquía (ciudad que asumió en el Este la importancia de Alejandría) facciones enfrentadas (los azules y los verdes) terminaron por masacrar judíos e incendiar la sinagoga de Daphne junto con los huesos de las víctimas (circa 480). El emperador Zenón se limitó a comentar entonces que hubiera sido preferible quemar a los judíos vivos.

A modo de resumen, digamos que los principales genocidios de judíos en la primera mitad del milenio tuvieron lugar en el transcurso de cada una de las tres primeras Cruzadas, y de cuatro campanas judeofóbicas que las sucedieron. Anadiré a su enumeración, el ano y el nombre de los cabecillas, a saber: la Primera Cruzada (Godofredo de Bouillon, 1096); la Segunda Cruzada (el monje Radulph, 1144); la Tercera Cruzada (Ricardo Corazón de León, 1190); los Judenschachters (Rindfleisch, 1298); los Pastoureaux (el fray Pedro Olligen, 1320); los Armleder (John Zimberlin, 1337); y la Muerte Negra (Federico de Meissen, 1348).

Para encontrar en la historia de los judíos un ano más fatídico que 1096, habría que remontarse a mil anos antes hasta la caida de Jerusalem, o a casi nueve siglos después hasta el Holocausto. Todo comenzó el 27 de noviembre del 1095 en la ya mencionada ciudad de Clermont-Ferrand, cuando durante la clausura de un concilio, el Papa Urbano II convocó una campana «para liberar Tierra Santa del infiel musulmán». Hordas de caballeros, monjes, nobles y campesinos, se lanzaron sin organización a la aventura, pero eventualmente optaron por comenzar la purga de los «infieles locales», y acometieron ferozmente contra los judíos de Lorena y Alsacia, exterminando a todos los que se negaban a bautizarse. Corrió el rumor de que el líder Godofredo había jurado no poner en marcha la cruzada hasta tanto no se vengara la crucifixión con sangre judía, y que no toleraría más la existencia de judíos.

En efecto, un común denominador de las matanzas enumeradas fue el intento de barrer a la población judía íntegra, ninos incluidos. Los judíos franceses advirtieron del peligro a sus correligionarios alemanes, pero infructuosamente. A lo largo del valle del Rhin, las tropas, incentivadas por predicadores como Pedro el Hermitano, ofrecieron a cada una de las comunidades judías la opción de la muerte o el bautismo. En Speyer, mientras los crusados rodeaban la sinagoga, en donde se había refugiado la comunidad presa del pánico, una mujer reinició la tradición de Kidush Hashem, la aceptación voluntaria del martirio para gloria de Dios. Cientos de judíos se suicidaron y algunos aun sacrificaban primero a sus propios hijos. En Ratisbon, los cruzados sumergieron a la comunidad judía entera en el río Danubio a modo de bautismo colectivo. Las matanzas se sucedían en Treves y Neuss, en las aldeas a lo largo del Rhin y el Danubio, Worms, Mainz, Bohemia y Praga.

El fin del viaje era Jerusalem, en donde los crusados hallaron a los judíos agolpados en sus sinagogas y procedieron a incendiarlas (1099). Los pocos sobrevivientes fueron vendidos como esclavos, algunos de los cuales fueron eventualmente redimidos por comunidades judías de Italia. Pero la comunidad judía de Jerusalem quedó destruida por un siglo. En los primeros seis meses de la Primera Cruzada aproximadamente diez mil judíos fueron asesinados, que constituían en esa época un tercio de las poblaciones judías de Alemania y el norte de Francia.

En el ano 1144, los cruzados perdieron Edessa, y se temió por la suerte del Reino Latino de Jerusalem. El Papa Eugenio III convocó la Segunda Cruzada, y sus sucesores «judaizaron» la marcha. Se estipuló que no debía pagarse interés sobre el dinero que se tomara de de judíos para financiar la cruzada (nótese que desde el siglo XIII el término cruzada se aplicó a toda campana de la que la Iglesia se veía políticamente beneficiada).

En el 1146 el monje Radulph exhortó a los cruzados a vengarse en «los que crucificaron a Jesús». Centenares de judíos del Rhineland cayeron ante las hordas incitadas que los aplastaban al grito de Hep, Hep! (esta consigna, que probablemente era la abreviatura del latín Jerusalem se ha perdido, fue un lema judeofóbico muy popular en Alemania, y así se denominaron los tumultos contra judíos alemanes en 1819).

Brutalidades se perpetraron en Colonia y Wuezburg en Alemania, y en Carenton y Sully en Francia. El famoso maestro Rabenu Jacob Tam fue acuchillado cinco veces en recuerdo de las heridas sufridas por Jesús. Pedro de Cluny (llamado el Venerable) solicitó que el rey de Francia castigara a los judíos por «macular el cristianismo. No debería matárselos, sino hacerlos sufrir tormentos espantosos y prepararlos para una existencia peor que la muerte». Puede verse que el pretendido celo religioso de estos judeófobos no era sino una máscara para poder descargar sus instintos más sádicos, ideológicamente justificados.

La tregua que se dio a los judíos europeos después de de las dos primeras cruzadas, fue balanceada por las persecuciones a las que los sometieron los almohades en Espana y Noráfrica. Pero cuando Saladino puso fin al reino crusado en Jerusalem, una Tercera Cruzada fue lanzada, a la que se sumaron con entusiasmo el emperador de Alemania y el rey Felipe Augusto de Francia, quien ya había hecho quemar a cien judíos en Bray, como castigo por el ahorcamiento de uno de sus oficiales que había asesinado a un judío.

La novedad de la Tercera Cruzada fue que repercutió más en Inglaterra, que en las dos primeras había tenido un rol menor. Las comunidades judías de Lynn, Norwich y Stamford, fueron íntegramente destruidas. En York, los judíos se refugiaron en el castillo, al que se le puso sitio, y en el que se autoinmolaron a comienzo de la Pascua hebrea.

Para los judíos, las Cruzadas pasaron a simbolizar la inveterada hostilidad del cristianismo. Trescientos rabinos emigraron en el 1211 a Eretz Israel, en la certeza de que si permanecían en Europa Occidental pocas serían sus posibilidades de sobrevivir. Y como lo rubrica Flannery «los que decidieron quedarse terminaron lamentando su decisión». Al mismo tiempo, el recuerdo de los mártires fue para los judíos una fuente de inspiración para las generaciones posteriores: Dios los había puesto a prueba y demostraron ser héroes. Su martirio fue percibido como una victoria, símbolo del pueblo entero. La mayoría de los que se convirtieron por la fuerza pudieron ulteriormente regresar al judaísmo… y terminaron siendo víctimas de las matanzas que estallaron después. En la percepción del cristiano, el judío se había transformado en el implacable enemigo de su fe.

Las Cruzadas revelaron en toda su dimensión el peligro físico en el que se hallaban los judíos, lo que resultó en dos efectos. En principio, los judíos se mudaron mudarse a ciudades fortificadas en las que serían menos vulnerables (esto puede ser una explicación parcial del carácter urbano de los judíos que fue mencionado en la segunda lección). Segundamente, se instituyó el status de «siervos de la cámara real». Los judíos compraron la protección de emperadores y reyes a un elevado precio. Se consideraba que tendrían un privilegio si se los protegía del fanatismo de las masas y de la rapacidad de los barones. Pero en poco tiempo la supuesta protección se transformó en un artificio para enriquecer la Corona.

La teología ayudaba. El Papa Inocencio III proclamó la «servidumbre perpetua de los judíos» y el jurista Enrique de Bracton (m.1268) definió que «el judío no puede tener nada de su propiedad. Todo lo que adquiere lo adquiere para el rey». Para el siglo XIII era un buen negocio poseer algunos judíos, antes de que fueran eventualmente masacrados. Y las matanzas que sucedieron a las Cruzadas probaron ser las más sombrías.

En Rottingen en 1298 un noble llamado Rindfleisch incitó a las masas, que quemaron en la hoguera a la comunidad íntegra. Luego sus Judenschachters (asesinos de judíos) atravesaron Austria y Alemania saqueando, incendiando y asesinando judíos a su paso. Ciento cuarenta comunidades fueron diezmadas; cien mil judíos asesinados.

En el 1306 el rey de Francia hizo arrestar a todos los judíos en un mismo día y les ordenó abandonar el país en el plazo de un mes. Cien mil lo hicieron y se asentaron en comarcas vecinas; nueve anos después fueron readmitidos… para ser nuevamente masacrados.

Un monje benedictino lideró a los Pastoureaux (pastorcitos) en una especie de cruzada que destruyó ciento viente comunidades. En reacción a la matanza de los Pastoureaux en Castelsarrasin y otras localidades entre el 10 y el 12 de junio del 1320, el vizconde de Tolosa comandó una tropa para detener a los revoltosos, y cargó veinticuatro carros de Pastoureaux, a fin de encarcelarlos en el castillo de la ciudad. Sin embargo, el populacho vino en socorro de los saqueadores y los liberó. En efecto, otra característica común de los genocidios es el grado pasmoso de apoyo campesino con el que contaban. Y como es habitual en la judeofobia, lo peor estaba por venir.

En el 1336 John Zimberlin, un iluminado que había «recibido un llamado para vengar la muerte de Cristo matando judíos» lideró a cinco mil enardecidos armados, que usaban bandas de cuero en los brazos (los Armleder) y se lanzaron al asesinato de los judíos alsacianos. En Ribeauville fueron masacrados mil quinientos. Finalmente, el 28 de agosto del 1339 se concluyó un acuerdo entre el obispo de Estrasburgo y Zimberlin, que puso fin a los desmanes.

El séptimo genocidio mencionado en la lista fue el de la Muerte Negra. Una plaga mató a alrededor de un tercio de la población de Europa entre 1348 y 1350 (casi cien millones de personas). Las comunidades judías de Europa fueron exterminadas por el populacho enloquecido por tanta muerte. ?Quién podía ser culpable de la plaga sino el archiconspirador y envenenador, el judío?

Fuente: La Naturaleza de la Judeofobia- Gustavo D. Perednik.

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Alejandro el grande.

Los tres últimos deseos de Alejandro El Grande

Encontrándose al borde de la muerte, Alejandro convocó a sus generales y les comunicó sus tres últimos deseos:

1 – Que su ataúd fuese llevado en hombros y transportado por los mejores médicos de la época.

2 – Que los tesoros que había conquistado (plata, oro, piedras preciosas), fueran esparcidos por el camino hasta su tumba, y…

3 – Que sus manos quedaran balanceándose en el aire, fuera del ataúd, y a la vista de todos.

Uno de sus generales, asombrado por tan insólitos deseos, le preguntó a Alejandro cuáles eran sus razones.

Alejandro le explicó:

1 – Quiero que los más eminentes médicos carguen mi ataúd para así mostrar que ellos NO tienen, ante la muerte, el poder de curar.

2 – Quiero que el suelo sea cubierto por mis tesoros para que todos puedan ver que los bienes materiales aquí conquistados, aquí permanecen.

3 – Quiero que mis manos se balanceen al viento, para que las personas puedan ver que vinimos con las manos vacías, y con las manos vacías partimos, cuando se nos termina el más valioso tesoro que es el tiempo.

Post para cuestionar o meditar. Usted decide.

Fuente email amigo.