Shalom,
«ï¿½Bendito el que viene en el nombre del Eterno!» (Tehilim / Salmos 118:26).
Bienvenido y gracias por enviarnos tu interesante misiva.

El Padre celestial ha conferido a la naci�n jud�a ciertos mandamientos como heredad exclusiva, que el no�jida no debe profanar usurp�ndolos.

Tanto el talit como los tefil�n est�n en esa categor�a de mandamientos que son patrimonio exclusivo para los jud�os, y absolutamente vedados para los no�jidas.

Preste atenci�n a las fuentes.
Son Palabra revelada del Padre celestial, por lo que no deben ser tomadas a la ligera.

Sobre la exclusividad del talit para los jud�os:

«El Eterno habl� a Mosh� [Mois�s] diciendo:
‘Habla a los Hijos de Israel y diles que a trav�s de sus generaciones se hagan flecos en los bordes de sus vestiduras y que pongan un cord�n azul en cada fleco del borde.
Los flecos servir�n para que al verlos os acord�is de todos los mandamientos del Eterno, a fin de ponerlos por obra, y para que no os desvi�is en pos de vuestro coraz�n y de vuestros ojos, tras los cuales os prostitu�s.
Ser� para que os acord�is y cumpl�is todos Mis mandamientos, a fin de que se�is santos para vuestro Elokim.
Yo soy el Eterno, vuestro Elokim, que os saqu� de la tierra de Egipto para ser vuestro Elokim. Yo soy el Eterno, vuestro Elokim.'»
(Bemidbar / N�meros 15:37-41)

Con meridiana precisi�n se indica que el mandamiento de los tzitzit (flecos) es para los jud�os, desde la �poca de Mosh� y para todas las generaciones. �O no es eso lo que acabamos de leer? Como sabemos el talit adquiere su valor espiritual por portar en sus cuatro puntas con los tzitzit, que como comprobamos son heredad de Israel, pero no de las naciones.
Deso�r esto es negar a Dios.

Sobre la exclusividad de los tefil�n para los jud�os:

«Esto ha de ser para ti como una se�al sobre tu mano y como un memorial entre tus ojos, para que la Tor� del Eterno est� en tu boca, porque con mano poderosa el Eterno te sac� de Egipto.»
(Shemot / �xodo 13:9)

El Padre celestial sac� a los jud�os de Egipto, no a los no�jidas. Y es a quienes sac� de Egipto a quien ordena que usen tefil�n, �o no est� ordenado esto aqu�?
Y por supuesto, es un mandamiento para todas las generaciones de jud�os, pero no as� de no�jidas:

«Por tanto, pondr�is estas palabras M�as en vuestro coraz�n y en vuestra alma. Las atar�is a vuestra mano como se�al, y estar�n como frontales entre vuestros ojos.
Las ense�ar�is a vuestros hijos, hablando de ellas sentado en tu casa o andando por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes.»
(Devarim / Deuteronomio 11:18-19)

En resumen, hermano querido no�jida, si ama a Dios y desea servirLo correctamente, entonces se apartar� del error. Incluso del error del «exceso», pues a�adir elementos a su vida mediante el usurpar una identidad que no le es propia, NO le atrae bendici�n ni aprobaci�n desde lo Alto.

Si usted conoce gente no�jida que sigue en este error, por favor av�seles que no sigan por la senda del extrav�o, sino que se aproximen a la Luz, a la Fuente de buena vida.

Si te quedan dudas pertinentes, hazlas llegar.

Iebarejej� H’ – Dios te bendiga, y que sepamos construir Shalom.

Mor� Yehuda Ribco