Resp. 276 – La muerte de los infantes

azul0305 nos consulta:

Quizá no tenga que ver con los estudios que aquí se realizan, pero son preguntas que llevo dentro, nosé si me dará paz la respuesta o no, pero los bebés que mueren van al cielo? Habrá una respuesta?. Si no la hay, adecuada para mi, por favor, no la ponga a dominio público.
azul0305

Shalom,
«Bendito el que viene en el nombre del Eterno.» (Tehilim / Salmos 118:26).
Bienvenido y gracias por enviarnos su interesante misiva.

LE copio aquí un texto que ya está publicado en SERJUDIO.com:

Como explicado en la sección «Vida
y muerte
«, la vida de la persona no se extingue cuando muerte en Este
Mundo, ya que somos en buena medida espíritu, y éste retorna al seno del
cual provino.

Es decir, el espíritu de la persona retorna a morar1 en la
dimensión plenamente espiritual.

El Más Allá está concebido por el Todopoderoso
como una dimensión de placer real y perpetuo.

Sin embargo, el espíritu que se ha dañado en
su pasaje por Este Mundo,

al haber cometido pecados,

al haber vivido una vida ajena a los mandamientos que el Eterno demanda de
cada persona,

el espíritu dañado,

no está plenamente capacitado para disfrutar de ese placer intenso.

Por tanto, el placer,

se transforma en una especie de tormento,

pues el espíritu sabe que está a su disposición,

y también sabe que por sus actos pasados no puede
(momentáneamente)
2 gozar tal como Dios quisiera.

Y para peor,

ciertos espíritus están tan dañados (los de los
idólatras y misioneros, por ejemplo)
,

que para ellos el placer es sinónimo de terrorífico dolor.

No porque el placer sea doloroso,

sino que su propio espíritu está tan perjudicado, que no tolera la recepción
del placer.

Es como una persona que tiene una infección al oído, y de pronto se queda al
lado de un parlante a todo volumen que pasa hermosa música, y que sin
embargo a esa persona aturde, molesta y hace sufrir.

Ahora bien,

¿qué pasa con el espíritu de los neonatos, o de los niños, que tristemente
han sido llamados al lado del Eterno?

De acuerdo a la Tradición, un tribunal humano
no sentencia a los niños por sus actos hasta alcanzar la edad de las
mitzvot
, 12 años y un día para las niñas y 13 y un día para los varones.

Paralelamente, el Juez celestial toma con misericordia suprema los espíritus
de los infantes, y los acoge con ternura en Su divino seno. Los espíritus de
los niño/as que han fallecido gozan sin impedimentos del placer
indescriptible del Más Allá.

Es un placer intenso y bueno que no podemos describir, ni sentimos en Este
Mundo, pero que sacia a plenitud a aquel que lo percibe.

Sin embargo, cuanto mayor es el refinamiento
que alcanza la persona en Este Mundo, a través de la práctica cabal de los
preceptos, mayor es la cualidad del gozo que siente allí.

Por tanto, si bien los espíritus de infantes gozan y no padecen en el Más
Allá, sin embargo, no alcanzan las esferas superiores del placer, que
solamente se descubren cuando en vida se ha cumplido con los mandamientos
que Él no ha ordenado cumplir.

Quiera el Eterno que todos podamos gozar de
altos niveles de gozo en el Más Allá, tras una prolongada, fructífera y
correcta vida aquí.

Notas:

1- Evidentemente que el uso del
verbo «morar», en relación al Más Allá es figurativo, ya que en la dimensión
espiritual no existe ni espacio, ni tiempo. Por tanto, no se reside allí, ni
se transcurre allí, ni siquiera es un «allí».

Es un «algo» abstracto, pero sin embargo totalmente real, que está por fuera
de nuestra comprensión humana.

2- En el Más Allá el espíritu
que está dañado tarda hasta un máximo de once meses terrestres hasta que se
restañan sus fracturas (espirituales), y por tanto hasta que comienza a
gozar en su plenitud del placer existente.

Los espíritus grandemente perjudicados, de personas tales como Hitler, Pablo
de Tarso, Arafat, Amán, Faraón, entre otros pérfidos, jamás salen de sus
tormentos eternos e indescriptibles.

Si le quedan dudas pertinentes, hágalas llegar.

Que sepamos construir Shalom.

More Yehuda Ribco

Su apoyo constante nos permite seguir trabajando

6 comentarios sobre “Resp. 276 – La muerte de los infantes”

  1. GRACIAS SEBA, LO HE LEIDO, ME QUEDO CON LA FRASE:

    LOS ACOGE CON TERNUNRA EN SU DIVINO SENO…

    SENTI DULZURA EN MI CORAZÓN, SONREI DE TERNURA, LLORÉ, IMAGINÉS…ME SIENTO EN PAZ, AL FIN…GRACIAS YEHUDA TAMBIÉN…Y GRACIAS POR HABER SACADO LA PREGUNTA A LA VISTA. NO ME ARREPIENTO, SIENTO GOZO…SIENTO PAZ…NO SABEN CUANTAS VECES MI CABEZA DIO VUELTA EN ESTO, SIN TENER UNA RESPUESTA CLAR. SHALOM.

Deja una respuesta