Les voy a platicar una anécdota que me sucedió hace ya varios años, y que recordé por un mensaje que quiero compartir con Uds.
Hace algunos ayeres como de costumbre rumbo al trabajo, pasando por unos negocios de aparatos electrónicos, vi un televisor como el que yo deseaba en ese entonces, uno de 29” para poder ver mejor las películas, en ese entonces tenía uno pequeño, para preguntar el precio de aquel deseado aparato, ingrese a ese negocio para solicitar el precio y sus características, quede prendido cuando lo vi de cerca, plateado y enorme, y cuando me dijeron el precio me convencí de inmediato que debía de comprarlo, ¡costaba la cuarta parte que en las demás tiendas!, el encargado dijo que eran de una promoción y eran los últimos, en poco tiempo ahorrando podría tener ese anhelado aparato, pues yo anteriormente pensaba que me llevaría más tiempo comprarlo ya que calculaba otro precio.
Para cuando regrese el fin de semana a casa de mis padres, corrí a mi familia a decirles la noticia, platicando les comente que había encontrado una tienda donde había precios bajísimos, un hermano me comento “estas seguro de que son originales y sirven a la perfección”, le conteste emocionado “si te digo que ya los vi y los revise, bueno me dijo “junta dinero y te acompaño a comprarlo”.
En menos de un mes junte el dinero necesario para poder comprar ese televisor, pues su precio era una “ganga”, y junto con mi hermano nos dirigimos a ese lugar para poder hacer la compra.
Ya me imaginaba descansando del trabajo sentado frente a ese televisor viendo una buena película, la verdad estaba muy emocionado porque fue fácil ahorrar ese dinero y muy pronto gozaría de mi televisor nuevo.
Llegamos y empezamos a hacer el trato, preguntamos, revisamos, y verificamos que el aparato no tuviera abolladuras o raspaduras, después de revisar bien el aparato nos dirigimos al encargado y le preguntamos, ¿Por qué están tan baratos estos televisores, seguro que sirven?, y el encargado respondió, “claro que sirven si no sirvieran, no los venderíamos”, bueno entonces le dije al encargado deme aquel, me hizo mi nota de compra y antes de entregarme el aparato enfatizo en que no había devolución de dinero, y pues como en muchas tiendas no hay devolución de efectivo, se me hizo normal aquella advertencia, pero antes de firmar la nota, le pedí que encendiera el televisor para ver que funcionara bien, le subí el volumen lo baje, le moví los colores, lo apague y lo volví a prender, todo parecía estar bien, firme entonces de conformidad y pague.
Que sorpresas escondidas están detrás de lo fácil y lo sencillo, ¡No hubiera firmado!, cuando nos disponíamos a cargar el aparato para sacarlo de la tienda, me dijo el encargado, “solo hay un detalle”, esos televisores son para circuito cerrado de seguridad, no sirven como televisores solo reciben señal de una tarjeta de video externa, como un monitor de computadora, continuo diciendo el encargado, “ si deseas que te sirva como televisor normal le tenemos que poner unas piezas adicionales para que sintonice canales y sea como un televisor normal”, entonces le reclame, “yo te pregunte que si servían y funcionaban bien”, con cinismo respondió “pues si sirven pero no como televisores si no como monitores”.
Una hora discutiendo sobre el engaño que vendían, y termine llevando un aparato reproductor de discos que costaba mucho menos de lo que me habían hecho pagar por el televisor, como un regalo de consolación, perdí tiempo dinero y quede decepcionado de esa tienda, todo por querer cosas fáciles y rápido.
Que fácil comprar cosas baratas y sin esfuerzo, que fácil hacerte de algo sin que te cueste, que experiencia, ahí donde esta lo fácil no recomiendo hacer tratos, quise hacerme de algo en muy poco tiempo, de una forma rápida y sencilla, y acabe peor que donde comenze pues había perdido dinero.
Compre algo casi regalado, y finalmente salí perdiendo, aquellas cosas que te venden baratísimas o las soluciones fáciles a los problemas o los atajos y caminos cortos o salvación por “fe” al final sales perdiendo recuérdalo.
Si finalmente estamos en este mundo para esforzarnos, esa es nuestra misión en esta vida, luchar incansablemente por alcanzar los objetivos deseados, ahí donde está la dificultad ¡Seguro que hay Bendición!, no busques querido amigo cosas fáciles puesto que ellas te impiden mejorarte, te matan en vida, por eso muchas veces “no todas” somos malagradecidos, puesto que cuando nos facilitan las cosas inconscientemente sabemos que nos están matando en vida, porque a veces esas cosas fáciles nos impiden realizarnos a pleno pues aquí venimos a ganarnos las cosas y a desarrollar potenciales, aquí en la tierra todo es para ganárselo, aunque hoy en día la sociedad opte por los caminos fáciles en todo, comida instantánea, autos que se manejan solos, aparatos dominados por la voz, sistemas en el hogar que son inteligentes en fin.
Pero a eso no venimos, de ser así todo tendría que dársenos sin ningún esfuerzo para que no nos diera trabajo obtener las cosas, recuerdas a Adam en el Paraíso, ese Paraíso que gozaba él, era regalado pues antes de que el fuera formado, ya estaba el Jardín del Edén en pie, ese Paraíso fue regalado, y por eso lo perdió, pero el que tu construyes día a día con tus buenas acciones, ese Paraíso que se está edificando día con día con la Construcción de Shalom ese Paraíso va a ser duradero, ese no lo vamos a perder, pues con sudor y mucho trabajo lo vamos a edificar.
Recuérdalo amigo, ¡esfuérzate y lucha por tus ideales!, pues con esfuerzo las cosas perduran, ojala que este año muchos miles más se sumen a la Construcción de Shalom una tarea no fácil pero Bendita, que este año que llego seamos mas y mas obreros de esta gran tarea y que haya pronto mas despertar en la Conciencia Noajica en todo el Mundo.
¡Hasta pronto!
hombre, que triste anecdota y la extrapolación aún más, en ambos casos se cumple el refran: » lo barato sale caro»
Recuerda talmidim que antes nos daban baratijas de fe a cambio de nuestras vidas nada menos, valio la pena salir de ahi, ilustrativo el mensaje