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Manzana con miel

«כְּתַפּ֨וּחַ֙ בַּֽעֲצֵ֣י הַיַּ֔עַר כֵּ֥ן דּוֹדִ֖י בֵּ֣ין הַבָּנִ֑ים בְּצִלּוֹ֙ חִמַּ֣דְתִּי וְיָשַׁ֔בְתִּי וּפִרְי֖וֹ מָת֥וֹק לְחִכִּֽי: Como un manzano entre los árboles del bosque es mi amado entre los jóvenes. Me agrada sentarme bajo su sombra; su fruto es dulce a mi paladar»(Shir HaSHirim/Cantar de los Cantares 2:3) Es ampliamente conocida la costumbre de la noche de Rosh […]

Resp. 751 – El pecado, la idolatría como influencia y/o como herencia?

ronal.ar nos consulta:

1- Porque el corazón insiste en pecar de idolatría?
2- a caso esta costumbre es hereditaria?
3- y se trasmite en nuestros genes espirituales?
4- , y/o físicos?
5- o sencillamente es la pura influencia del mundo que ignora las cosas de Dios y termina acaparando el alma inocente e ingenua, ya habiendo tomado en cuenta el tema de las banas costumbres idolatrícas de un pais, pueblo, etc?
6- porque el alma no tiene internamente esta intuición de no acceder a la idolatría y/o rechazarla por sentido común dentro de si?
Ronald J. Gautemala, San Marcos, taxista, 27, noajida.

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Milagros y otros sucesos maravillosos (y no tanto)

milagro del mar rojoDebemos tener especial consideración por los términos que empleamos, para no confundir conceptos.
Muchas veces en el error de la palabra se esconde el posterior error de la acción.

El primer ejemplo de esto lo proveyó Eva, la primer hembra humana, momentos antes de ingerir de la fruta del árbol prohibido.
Con su error de palabra, añadiendo un mandamiento del Eterno que no existía como tal, abrió la puerta para el grueso error de la acción.

Pero, no nos desviemos del tema, sino que concentrémonos en definir claramente, y brevemente, los límites del vocablo «milagro».

Milagro no es necesariamente algún hecho sorprendente o sobrenatural, sino un suceso en la realidad física/material que sirve para testimoniar la presencia y providencia de Dios.

Por lo general asociamos la palabra con acontecimientos fuera de lo común, con portentos o maravillas, tales como la apertura del Mar de las Cañas para que pasara el pueblo judío. Es correcto, eso fue un milagro.

A veces lo vinculamos con una batalla imposible de ganar, pero que se gana. Como en la primer lucha entre los judíos y los de Amalec. O, con innumerables relatos de sucesos durante la guerra de los Seis Días (no sé si reales o fantaseados, pero dignos de maravillarse).
Y sí, también pueden entrar dentro de los milagros.

Pero, el hecho de la vida misma es un milagro.
No lo advertimos, pues es corriente y «normal», pero cuando profundizamos en su complejidad y misterio, no dejamos de encontrar el milagro allí, tal como desde hace mucho reconocen los místicos de la santa Tradición.

Entonces, repitamos la idea central: milagro es un suceso que testimonia la presencia y providencia de Dios.
Aunque, quizás el receptor del milagro no se dé cuenta, o nadie descubra al divino Autor detrás del hecho.
Aunque, aunque a veces el hecho a vista del observador superficial ni siquiera pareciera provenir de Dios, como por ejemplo en el TANAJ es la salvación de los judíos que celebramos en PURIM. Allí parece todo ser un juego palaciego, ausente de Dios y cosas «espirituales», si hasta la palabra Dios no está en el texto. Pero, cuando analizamos con sabiduría y entendimiento el relato, descubrimos el milagro, pues a partir de lo acontecido los judíos retornaron a vivir a plenitud el judaísmo, los gentiles respetaron a los judíos y sus costumbres, etc. Estuvo Dios operando un milagro inmenso, pero sin demostraciones estridentes, sin perturbar el ciclo normal de los eventos.
Otro ejemplo, cuando alguna persona esta gravemente enferma y se cura siguiendo los procedimientos médicos indicados. Uno lo puede explicar como la ciencia ayudando al hombre. Pero, ¿podría ser que además, o por encima de las terapéuticas médicas, estuviera la «Mano» de Dios actuando?

Ahora bien, una cosa son los milagros, otra la charlatanería.

Una cosa los milagros, otra el ilusionismo y la sugestión hipnótica.

Una el milagro, otra el poder sanador del organismo humano, cuando se canalizan y focalizan apropiadamente sus fuerzas vitales/naturales.

Una cosa los milagros, otra la brujería (prácticas que si fueran explicados por la ciencia, serían «procedimientos científicos», pero por estar aún en la sombra, se catalogan generalmente de mágicos o brujería, o superstición).

Hay gente que sinceramente se cura de algunos padecimientos, a través de algún proceso que todavía no cuenta con explicación científica.
Santeros, brujos, sacerdotes, pastores, manosantas, charlatanes variados, «médicos alternativos», gurúes de toda pinta, falsos rabinos mesiánicos, adoradores del demonio, cabalistas mediáticos, etc. pueden llegar a inducir (habitualmente por manipulación emocional y sugestión hipnótica) un despertar del poder autocurativo del organismo.
Es un poder propio y natural del organismo (humano), que por el momento la ciencia no logra explicar por completo, aunque ya existen estudios que van encaminados en la línea de su descubrimiento.
(Si lo deseas googlea «placebo y nocebo», por ejemplo.)
Cuando las neurociencias avancen, tendremos más novedades al respecto y entonces los milagreros de pacotilla, pero hábiles para el engaño, deberán inventar nuevas trampas para dominar, someter, robar, esclavizar a sus seguidores.

La estafa ocurre cuando el curado no reconoce el poder natural puesto en juego, y/o no agradece directamente al Eterno, y solamente a Él; sino que deposita su fe ciega en alguna religión o clérigo mediante el cual cree que recibió el milagro.

Pero nosotros, con corrección no los llamamos “milagros”, pues cuando ocurren hechos sorprendentes pero que no llevan a Dios, entonces son eso, hechos sorprendentes, explicados por la ciencia o aún no.

Por otra parte, si un suceso sorprendente ya diera validez a una religión, o estatus divino/mesiánico/profético a algún sujeto, entonces el tal Jesús y sus asuntos estarían al mismo nivel que la Santería, el Espiritismo, la Metafísica, los Yoguis, los «Sais» indios, Maradona, este moré Yehuda, los médicos carismáticos, entre infinidad de otros que realizan curas «imposibles», o profetizan o manifiestan hechos maravillosos.
Así pues, los efectos especiales no demuestran nada, sino solamente que son efectos especiales…

Si un hecho sorprendente fuera explicado por la ciencia, pero igualmente manifiesta la presencia y providencia del Padre Celestial, no deja de ser un milagro.
Ejemplo, la vida misma.
Ejemplo, el retorno de Israel a su tierra hogar.
Ejemplo, el renacimiento de la conciencia noájica.
Ejemplo, la supervivencia el endeble pueblo judío a lo largo de la historia, a pesar de los pesares.
Estos cuatro podrían hallar alguna inteligente explicación científica, pero seguirían siendo milagros, para quien tiene los ojos, la mente y el corazón correctamente calibrados.

Ahora, con este conocimiento en ti, puedes expresarte más correctamente, al tiempo que buscar ser sincero contigo y con Dios.

Sé feliz con tu porción

Encontramos un muy interesante midrash, narración y/o explicación de los Sabios:
Rabí Aba bar Zemina era sastre,. Cierto día fue contratado por un oficial romano. Cuando llegó la hora de comer se le ofreció carne, pero él se negó a aceptarla puesto que no era kosher -apta espiritualmente-.
El dueño de la casa le amenazó: “Si no comes de esta carne que te ofrezco, te mataré”.
El sastre contestó: “Haz conmigo lo que quieras, pero no comeré.”
El gentil sonrió y dijo: “Te diré la verdad. Si hubieras comido de la carne que tu dios te prohibió, hubiera tenido ganas de matarte. Si eres judío, sé judío; si eres gentil, actúa como gentil.”

Sheviit 4:2

No es casual que los sabios plasmaran esta anécdota y la trasmitieran dentro del conjunto de lecciones sagradas de la Tradición.

Entre sus muchas enseñanzas rescatamos una que es fundamental.
Para la persona judía existe una senda que le es propia, que si se desvía de ella se acarrea el mal.
Ese camino para el judío se llama judaísmo, cuya base principal es la Torá con sus 613 mandamientos para los judíos.

Para la persona que no es judía, es decir, para el gentil, existe su propia senda espiritual, alternativa exclusiva para los gentiles.
Ese camino de santidad para los gentiles se denomina noajismo, cuya base fundamental son los Siete Mandamientos para las naciones.

Como expresaron los Sabios a través de esta historia verídica, para que el mundo esté en armonía es necesario que el judío viva como tal, respetando sus propias costumbres y mandamientos; pero es igualmente imprescindible que el gentil viva de acuerdo a su propia idiosincracia espiritual, con apego al cumplimiento de los Siete Mandamientos.
Que el gentil no se aparte ni para un lado ni para otro: que no desbarranque hacia la idolatría o hacia cualquiera de los otros pecados que lo enrumban hacia el abismo; pero que tampoco se crea con derecho o deber para apropiarse de aquello que Dios ha decretado para que sea perpetuamente exclusivo de los judíos.

El gentil tiene los Siete Mandamientos como marco, como base, como raíces, de las cuales se derivan numerosas reglas de vida que muchas veces coinciden con mandamientos que Dios decretó para los judíos. Por ejemplo, Dios no ordenó al noajida “no estafar”, pero es una regla necesaria derivada del mandamiento de “no robar”, que calza perfectamente con alguno de los mandamientos entregados por Dios a los judíos.
Pero, están aquellos mandamientos que Dios ha decretado exclusivos de los judíos, que no pueden ni deben ser tomados por los gentiles. ¿Con qué excusa un gentil puede apropiarse de la herencia y patrimonio de los judíos que Dios determinó exclusivo para ellos?
¿Con qué descaro algun gentil puede pretenderse puro, justo, espiritual, cuando vive usurpan una identidad que le es ajena, aunque se justifique diciendo que lo hace para escalar en santidad?

Así pues, eres gentil, vive como tal.
Conoce los Siete Mandamientos y vívelos.
Conoce los reglamentos derivados y las costumbres que te conciernen y con ellos sé un constructor de Shalom.
En cuanto a lo que pertenece en exclusiva a los judíos, déjaselo a ellos.
Sé feliz, eres noájida.

¿Qué descendió para los gentiles en Sinaí cuando descendió la Torá para los judíos?

En el santo Talmud, recopilación sagrada de la Torá Oral, encontramos el siguiente pasaje que resulta a la vez misterioso y esclarecedor:

«¿Por qué se llama Sinaí al monte (en donde Dios entregó la Torá a los judíos)?
Repondieron los sabios: es el monte en que descendió la envidia/odio (siná) de los gentiles en contra de Israel»
Talmud Babli, Shabbat 89a

Los sabios de la santa Tradición no dejan pasar detalles, ven el bosque pero no dejan de ver el árbol. Ellos quieren saber porqué el monte escogido para ser el lugar en el cual recibió el pueblo judío la Torá se llamaba Sinaí.
Nos dicen algo sorprendente, una verdadera revelación, la palabra «sinaí» deriva de la misma raíz idiomática que «siná», que significa odio al mismo tiempo que envidia.
El monte se llamaba de otra manera, pero cuando Israel recibió a perpetuidad la Torá en ese sitio, el monte fue llamado de otra manera, en alusión a algo trascendente que había ocurrido allí.
Pero, no se le denominó «monte de la luz», ni «monte del encuentro con Dios», ni «monte de la recepción de la Torá»… se le llamó y se le conoce luego de milenios como «monte donde descendió el odio/envidia de los gentiles en contra de Israel«.
Pero, ¿cómo es esto?
Si lo que descendió allí fue la Torá que Dios entregó a perpetuidad como herencia y patrimonio de Israel, ¿cómo nos dicen los sabios santos que lo que descendió fue el odio/envidia?

Debes reconocer que los sabios no se equivocan en asuntos de espiritualidad, si ellos dicen que descendió la «siná» de los gentiles en contra de los judíos, así mismo es.

Odian y envidian a Israel, porque fue el pueblo que se esmeró y se consagró al punto de ser meritorio para recibir la Torá.
Odian y envidian a Israel, porque a pesar de ser una nación débil y pequeña, con muchas desventajas materiales, igualmente pudo ser leal, con sus altibajos, pero nunca habiendo caído tan bajo como el resto de las naciones del mundo.
Odian y envidian a Israel, porque cuando los hebreos eran noájidas (en el tiempo antes de la entrega de la Torá) vivían de acuerdo a los Siete Mandamientos y por eso fueron escogidos para recibir la Torá.
Odian y envidian a los judíos, porque son ellos los dueños perpetuos de la Torá y no las naciones del mundo.
Odian y envidian a los judíos, porque ellos tienen de primera mano un texto sagrado que ellos anhelan para sí, que desean obtener, que quieren ser dueños, que desean leer y estudiar y de no poder hacerlo quemarán el texto y exterminarán a los judíos.

Así ha sido en el pasado y sigue siendo hoy en día.
No han faltado los desgraciados asesinos que llevaron a la muerte más horrenda a judíos, individuos y colectivo, a causa de su odio. Y los sigue habiendo. Ejemplo actuales, los imperialistas árabe-musulmanes; sus atrofiados aliados que se hacen llamar «progesistas», especialmente los eruropeos; los nazis de toda calaña, entre otros miembros de esa fauna vil que infesta el mundo.

No faltan los malvados que no pretenden aniquilar judíos, pero sí erradicar el judaísmo. Promueven la asimilación de los judíos, impiden el pasaje de la tradición de una generación a la siguiente, perturban la vida judía, sin por ello atacar directamente el cuerpo del judío.

Están los otros espantosos enemigos de Dios y de los judíos, que son los que dicen «amar a los judíos», pero actúan de un modo vil y traidor. Son los que se hacen llamar «nuevo israel», «israel espiritual», «israel en cristo», «judíos mesiánicos», entre otros farsantes, piratas de la fe y rebeldes en contra de Dios.
Una clase especial de estos últimos son los noájidas que no pretenden dañar directamente a los judíos, ni agredir al judaísmo, pero su odio interno, su envidia poderosa, su EGO al comando de sus vidas, les impulsan a buscar cosas judías para apropiárselas, para hacerse amos de ellas, para leer Torá, estudiar Torá, actuar a modo de medio-judios, etc., todo con la «sagrada excusa» (tono irónico) de querer hacer las cosas de modo «espiritual»… como «gentiles justos».
Y esta clase de enemigos de Dios van por la vida diciendo que son gentiles justos, cuando no lo son realmente. Porque, niegan la Voluntad de Dios que decretó que la Torá es de Israel y no de los gentiles; el mismo Dios que impuso la ley de que el gentil no debe estudiar Torá, sino dedicarse a conocer y cumplir con los Siete Mandamientos y no otra cosa para llenar de espiritulalidad su vida.
Esta clase de gentil rebuscado, inventor de excusas floridas, eterno víctima de la incomprensión de otros (según fantasea), también odia profundamente a los judíos, y al mismo tiempo los envidia. Quiere ser uno de ellos, quiere convertirse, pero no le da el alma como para hacerlo de la manera legal y correcta. Quiere ser un judío, por eso tiene cien libros de judaísmo en su biblioteca, recita de memoria pasajes talmúdicos, tiene en su ropero su disfraz de judío ortodoxo, usa nombretes judaicos en su facebook, lee y enseña Torá (eso dice hacer), se busca alguna supuesta autoridad judaica que le dé cabida a tales disparates, pero en el fondo, en el triste y patético fondo de su alma, odia intensamente a Dios , a los judíos, y les tiene inmensa envidia.

Qué triste alma… qué desgraciado vagabundear por el mundo, errante y sin sentido, aferrándose a cualquier cosa que le satisfaga el EGO del momento…

Así es amigos queridos, esos gentiles que rechazan la enseñanza santa de que no se entrometan en cosas de Torá, que se creen con «superioridad» para tomar lo que se les antoja de la propiedad de Israel, no hacen otra cosa que seguir viviendo como sus antepasados que se arrodillaban delante del estiércol de la religión: odian y envidian a Israel, y por eso son esclavos de sus EGOS inflados y ávidos, codician lo que no les pertenece, traicionan a amigos y allegados con tal de obtener lo que no es de su propiedad, se envilecen pero siempre con una excusa brillante a flor de labios.
Tienen grandes proyectos que no dejan de ser vanidosas fantasías de un EGO desesperado por recibir mimos y caricias.
Odian y envidian a los judíos, por eso quieren tanto ser como un judío.
Odian y están enojados contra Dios, por eso meten la palabrita «dios» cada dos por tres, pero carecen de Dios en sus vidas.

Y, como la Tradición y la ciencia nos enseñan, aquel que envidia y odia, en el fondo solamente se odia a sí mismo. Porque no se ama, porque se rechaza, porque se desconoce, porque se desprecia, porque se siente poca cosa, porque se cree apartado de la «mano» de Dios.
Se odia a sí mismo…

Es a causa de gente como estas que el monte Sinaí recibió su nombre, gente infeliz, desgraciada, desagradecida, que no tienen la capacidad de ser leales a su identidad, que por ello repudian los vitales y perfectos Siete Mandamientos, pero se creen capaces de escoger aquellos rituales y costumbres judaicos que les puedan acariciar su inflado EGO.

Pobre gente, se odian a sí mismos, porque se saben impotentes, infértiles, vacíos, carentes de bendición aunque gocen de muchos bienes materiales.
Pobrecitos, son merecedores de nuestra compasión, porque odian ya que no tiene capacidad de hacer otra cosa. Envidian, porque no se dan cuenta de que con el noajismo, con los Siete Mandamientos, ya tienen la porción santa y eterna suficiente para alcanzar plenitud y bendición en este mundo y en la eternidad.
Pobres almas sufridas, a las cuales no debemos rechazar ni condenar, aunque sí ser tajantes y claros en los límites sagrados que han sido impuestos por Dios y que en modo alguno podemos nosotros violentar para dar satisfacción a sus alocados EGOS.

Así pues, querido hermano noájida, cuando veas a ese pobrecito desgraciado que se cree capaz de decidir qué puede y qué no puede hacer o tomar del judaísmo, en tanto desprecia su propia Torá, su propia esencia, su propiedad espiritual; cuando te topes con él, sé compasivo, comprende la miseria de su alma, no lo atormentes, pero ponlo en su lugar caballerosamente y dale un salvavidas llamado FULVIDA para que dejen de odiarse y de envidiar a otros.

Por otra parte, otros muchísimos gentiles quizás no estén conformes con que sea Israel el pueblo elegido para haber recibido la Torá y los 613 mandamientos. Sin embargo, sus almas no se dejan llevar por la vanidad y la maldad. No permiten ni toleran que sea el EGO el que controle sus vidas. Entonces, comprenden que como gentiles tienen un sagrado rol, una tarea única y especial, un camino hacia la santidad, una tarea espiritual brillante, su conexión propia con Dios, su Torá, que son los Siete Mandamientos Universales.
Se hacen conscientes de su identidad, de su propio pacto, de su lugar em el mundo y entonces, el odio no existe, la dependencia tampoco, la esclavitud menos. Cuando se hacen conscientes y viven a plenitud como noájidas, como Dios ha decretado que vivan, ya la envidia hacia los judíos no los corroe más. Ya dejan de sentirse secundarios, por lo que dejan de odiar a los judíos y a Dios. Se aman, se respetan, se valoran, trabajan junto a los judíos como socios de Dios en la tarea de construcción de Shalom.
Junto a los judíos, pero sin inmiscuirse en cosas judías, sin reclamar cosas judías, sin estudiar Torá, sin todas las petulantes necedades de los que siguen siendo esclavos de sus ciegos EGOS.

Está en ti, hermano querido, elegir si serás de los que odian a Dios, odian a los judíos, envidian a los judíos, aunque mencionen a Dios y digan amar a los judíos a cada rato;
o si escoges la vida la bendición, que es aceptar quien eres con sano orgullo, y entonces vivir como te corresponde con sana vitalidad.

¿Qué eliges hoy hermano noájida querido?
¿Que se te conozca como uno que actúa movido por el motor de odio y envidia, o ser reconocido y alabado como uno que alaba a Dios por todo lo que tiene?

UN LLAMADO A LA FIDELIDAD ABSOLUTA

Este es un texto publicado hace un tiempo en SERJUDIO.com, vale la pena releerlo, estudiarlo y comentarlo con sabiduría.
Su autor es el Sr. Alfredo Zambrano, de Venezuela.
Vayamos al texto.

UN LLAMADO A LA FIDELIDAD ABSOLUTA

DIRECTO AL CORAZÓN

Estimado amigo, Shalom!

Reciba este breve, pero nutrido consejo. Profundice en ello y el cambio que experimentará será impresionante.

En estos momentos de grandes luchas y conflictos, traiciones y falsedades que han sido lanzados, como dardos incendiarios, en contra de aquellos fieles que anhelan Servir con fidelidad al Eterno, le recomiendo que se conduzca con sobriedad y prudencia en los siguientes aspectos:

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Resp. 712 – Actitud ante la vida e influencias del entorno

Buen día estimado amigo, Gracias por su pronta respuesta y apoyo.
Dejeme decirle que no es nada fácil lidiar con mi familia que sigue en el cristianismo, y peor cuando a uno no le está yendo del todo bien en los negocios. a más integra.
Ellos insisten para que me congregue para que vuelva a rebaño y no paran de insistir.
Pido a Dios que me ayude, que me de sabiduría de lo alto para lidiar con esta situación. Saludos,
Oscar, Guatemala

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Tzedaka ó Ayuda solidaria si, pero con juicio y raciocino

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Al tomar el transporte público, a veces me piden dinero. Observo a la persona, su maneras y a veces doy y otras no doy.

Así, hay gente que me pededía una peseta a mi y a otras personas, y una de esas personas supe que es alguien que viste de pobre y mira las papeleras y pide en distintas localidades… Ese señor tiene no una sino TRES VIVIENDAS Y POSIBLES y lleva de por años pidiendo, PIDE MUCHOS DÍAS EN LAS ESTACIONES Y PARADAS DE COSTUMBRE… pobre persona…

También hay quien pide, que le PRESTE UN EURO…. (préstamo a fondo perdido, claro). También hay quien pide, ayuda para comprar un billete a tal sitio, fumando y tomando cerveza de su lata… (que poco creible).

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La disonancia cognitiva y el poder de las religiones

¿Cómo se puede inducir a la persona a decir, actuar y eventualmente llegar a sentir y pensar lo que en realidad no piensa?
O mejor formulada: ¿Cómo hace la iglesia, familia, sociedad, el pastor, el falso rabino mesiánico, etc., para someter a la gente a las ridículas, contradictorias, enfermizas, denigrantes, costumbres y dogmas que profesan?

Es una pregunta muy importante a tener en cuenta a la hora de querer ayudar al prójimo (o a uno mismo) a salir de la oscura cárcel de la religión, para que despierte a pleno la luz de la conciencia noájica.

Respuestas ya hemos brindado en otras ocasiones, (búscalas si deseas en el sitio, te serán de gran ayuda), cuando mencionamos acerca del miedo, la manipulación, el sentimiento de culpa, la promesa (falsa) de salvación, el desprecio a quien se aparta, etc.
Hoy añadimos una más, a partir de  la teoría de la disonancia cognitiva.

La expuso León Festinger en 1957: una tensión entre creencias o actitudes incompatibles busca ser mitigada reduciendo la inconsistencia—ya sea cambiando alguna cognición, añadiendo cogniciones, o reduciendo la importancia de la cognición en su comportamiento. Y siguiendo la ley de la mínima resistencia, las actitudes y valoraciones son más fáciles de cambiar que los comportamientos (sobre todo si éstos se han producido ya…).

Traduzco con un ejemplo, que probablemente tú has vivido en carne propia cuando eras preso de la religión (cualquiera de ellas -recuerda, noájismo y judaísmo NO SON religiones-).
El pastor dice algo así como «siento a dios en mí… el espíritu santo está en nuestra santa congregación… quien no lo siente (grita) ¡ESTÁ POSEÍDO por (grita más fuerte) SATANÁS!!!!».
Tú no lo sientes, te aviso que tu vecino tampoco, la esposa del pastor tampoco, en realidad, ni siquiera el pastor… pero no tardan en levantarse las manos derechas y se escuchan el vocifereo cual cuadrilla de locos exclamando en «lenguas» su encarnación del espíritu santo en ellos. Y tú, ¿te quedarás afuera del grupo?
Tú solamente oyes los gritos innentendibles, ves las manos, las poses histéricas o casi epilépticas, la gente que se desmorona, los llantos pelados, el aire zumbando de emoción «sagrada»… ¿dejarás que te vean como hereje, que te señalen y acusen de poseído por satanás? ¡Válgame no!
Tú también chillas como zorra a quien se le quema la cola.
Bailoteas, te desplomas al piso, babeas, hablas en lenguas angelicales, blabla.
Al principio quizás fue actuado para no ser el excluído, el diferente, el enfermo, el malo, el satánico, el pecador; pero un par de segundos más tarde, hasta tú te crees la mentira, te sientes realmente personaje de esa fantasía enfermiza y cancelas el recuerdo de que comenzaste por actuar así, y no en realidad habías sido imbuido por algún espiritu celestial. Bloqueas tu recuerdo antes de esa transformación «carismática», «milagrosa», que «evidencia el espíritu santo».
Quizás ni siquiera el pensamiento de actuar como los demás te fue consciente, sino que fue como un veloz rayo que cruzo de tu inconsciente a tu acción y dicción y sentimiento.
Así pues, lo que era falso lo terminaste conviertiendo en realidad para ti.
No porque hubiera algo realmente, sino porque tu mente-emoción, tu aparato psíquico respondió según explica la teoría de la disonancia cognitiva.

Vamos, te animo a que me dejes tu comentario aquí debajo con tu testimonio de alguna de aquellas payasadas que hiciste y de las que ahora te avergüenzas, pues no estás sometido a manipulación emocional, ni a presión del entorno, ni a culpas, ni a lavados de cerebro, ni a ninguna de las vejaciones a las que te sometieron involuntariamente en tu casa y adrede en la iglesia (o falsa sinagoga mesiánica, que es lo mismo pero con otra careta).
Vamos, te pido que compartas tu experiencia para enriquecernos mutuamente, para ayudar a otros a salir del horror en el cual tú también estabas.
Lo que hice por ti, y otros hicieron por ti, para darte una nueva y mejor vida, para hacerte sentir valioso en realidad, para quitarte de encima la pesada mochila de la maldición de la cruz, es hora de que tú también lo hagas por otros (y por ti mismo, para reforzarte en la senda correcta que transitas ahora).

Y si tú eres de los que aún duda, se sigue congregando a pesar de sentir o saber que todo lo que pasa con tu pastor es una farsa, te aliento doblemente a que encuentres la chispa divina dentro de ti para romper las cadenas que te tienen preso y te ahogan.
Sé libre, te lo ruego.

Ahora, mira cómo el mecanismo de la disonancia cognitiva se amplifica y enturbia aún más la vida del individuo y de la sociedad.

Festinger y Carlsmith hicieron un significativo experimento de comportamiento. Daban a los sujetos una tarea deliberadamente aburrida y pesada. Luego les pagaban un dólar si le decían a otros sujetos que la tarea era en realidad gratificante y entretenida.
Así se creaba una disonancia cognitiva, pues los otros sujetos sentían que la tarea era espantosa, pero estos otros les decían que estaba bien.
Para no caer en contradicciones, en disonancia, los sujetos no pagos para mentir comenzaban a decir que era entretenida también.
Pero esto no terminaba allí, ya que entre los mentirosos a los que se les pagó para mentir, había algunos que seguían afirmando, espontáneamente, sin inducción por parte de los experimentadores, que en realidad la tarea era entretenida.
¿Lo entiendes?
Negaban lo que había pasado, bloquearon sus recuerdos, comenzaron a vivir una vida de fantasías… ¡todo por un miserable dólar!
¿Cúanto peor es cuando esto ocurre en un antro clerical, con toda la sociedad y el entorno familiar que se mienten unos a otros, para al final terminar todos creyendo «en verdad» la mentira fundamental?
Y los que llegan luego, sienten que estas personas son sinceras en lo que sienten, que profundamente creen que son visitados por jesús, o que hablan en lenguas, o que hacen/pasan milagros, etc.
Son sinceros en sus afirmaciones, pues su mente está en la senda de la disonancia cognitiva.
¿Entiendes la terrible situación y cómo se sostiene con el tiempo?
¿Comprendes por qué se hace tan difícil sacar a tus familiares y amigos del pozo hediondo de la religión?
¿Captas por qué muchos han pasado por FULVIDA y luego tristemente bajan sus cabezas y regresan al rebaño de las «contentas ovejitas» sufridas y sometidas de algún pastor malicioso?
¿Eres consciente de que si expones públicamente al pastor (o su iglesia), probablemente se cree en torno a él una especie de escudo protector solidario, que no es más que el EGO grupal que se defiende de la Luz?
¿Te das cuenta realmente?

Cuando la persona no ha bloqueado inconscientemente el recuerdo de que era todo una farsa al comienzo, ocurre que se autojustifica. Paso a paso va inventando excusas, desde las más tontas a las más ingeniosas, pero todas ellas buscando justificar una acción/palabra/sentimiento/pensamiento que se siente en el fondo que no es correcto.
Pero, esta persona tampoco se salva de quedar empentanada en su propio pantano de mentiras/excusas.
Más tarde o más temprano, también se creerá su fábula y los sentimientos fingidos de un principio y sostenidos en base a mentiras voluntarias y conscientes. Terminará por ser también esclavo.

Como ves, somos víctimas y victimarios.
Víctimas de manipuladores, astutos pastores, maquiavélicos políticos, sometidos a las presiones del grupo.
Pero nuestro EGO nos hace también victimarios, de otros, pero especialmente de nosotros mismos.
Nos queremos autojustificar al respecto de necedades, nos escondemos debajo de excusas, pero terminamos siendo engullidos por las redes de mentiras que tejimos.
Nuestro EGO que no quiere ser marcado o avergonzado por los otros, termina siendo encadenado al deseo de otros.
Nuestro EGO nos somete, para creernos que somos los que sometemos.
Nuestras elecciones y nuestras acciones construyen nuestras valoraciones posteriores.

Para nosotros, siempre lo que elegimos es lo mejor y lo más acertado.
Pero, como dijera el más sabio de los hombres: «En la opinión del insensato su camino es derecho, pero el que obedece el consejo es sabio.» (Mishlei / Proverbios 12:15).
Creemos, queremos creer, sentimos, que nuestro camino es el correcto; pero si dependemos de nosotros, si nos dejamos manipular por los otros, andaremos en oscuridad: «El camino de los impíos es como la oscuridad; no saben en qué tropiezan.» (Mishlei / Proverbios 4:19).
Trajimos estos dos versículos para poner en claro que ya desde milenios este mal aqueja al hombre y la sociedad.
No es una cuestión de la cultura occidental y cristiana, ni de los medios masivos de comunicación, aunque ciertamente con el cristianismo (en todas sus ramas y variantes, especialmente las que se hacen pasar por judaicas), se ha visto acrecentado el uso de estas técnicas de manipulación.

Dijo el sabio que el impío no sabe con qué tropieza en la oscuridad, pero ahora nosotros sabemos que el tropiezo es el EGO.
De hecho, el EGO es la oscuridad.
(Recordemos que llamamos EGO al Yo Vivido, al ego llevado hasta el extremo, y no al Yo Auténtico, el ego sano y necesario).

Nos dejamos llevar por los planos inferiores de nuestro ser, en lugar de seguir la senda marcada por el Eterno para los gentiles.
La solución para el gentil es el noajismo.
Cuando se mesura el pensamiento y el sentimiento con los Siete, cuando no se admite la manipulación, cuando se deja de lado el orgullo inflado, cuando se somete uno a la Luz del Amo en lugar del dictado del entorno o del pastor o del amigo, cuando se hace lo correcto realmente, entonces uno estás más a cubierto de tropezar.
Ojo, no estamos a salvo, solamente a cubierto; pues no somos más «sabios» por no tropezar nunca, sino por darnos cuenta de que hemos equivocado el paso, retraernos y avanzar con hidalguía como Dios quiere de nosotros.

Tomemos en cuenta un dato esencial: cuanto más erróneo concepto de sí mismo tenga la persona (autoestima incorrecta), más motivada para cambiar sus actitudes tras un comportamiento inconsistente.
Es decir, quien no es humilde, porque se valora en más o en menos de lo que realmente es, termina siendo presa fácil de este tipo de manipulación.

Por otra parte, los sujetos que han aprendido a valorarse correctamente, o que consideran que son responsables de sus acciones, o quienes admiten sinceramente y sin dobleces que están siguiendo instrucciones, o quienes aprendieron a lidiar con el miedo básico, experimentan menos disonancia.

En resumen, si actuamos de modo inconsistente con la verdad o con nuestras creencias, primero lo hacemos, luego lo justificamos, y por último nos lo terminamos creyendo.

Así la máscara se convierte en la cara y ya no se sabe quién se es ni cuál es la misión sagrada que le compete en la vida.

A quitarse la máscara, a permitir que la cara respire, a fomentar el despertar de la conciencia noájica, a despertar ya.

En FULVIDA trabajamos para que haya menos esclavos y más socios en la construcción de Shalom.
¿Tú estás haciendo tu parte?
Porque a FULVIDA la hacemos ENTRE TODOS o no la hace nadie.

El consejo diario 287

Por cada ladrillo que cimentes en la sagrada obra de la construcción de Shalom,
tendrás diez piqueteros dispuestos a derribarlo.

Son tanto tus opositores internos (emociones, creencias, ideas, costumbres, deseos, especialmente el EGO),
como de los externos (cónyuge, padres, familia, amigos, colegas, conocidos, ex-amigos, enamorados, iglesia, TV, etc.).

Depende de ti si continúas siendo socio de Dios en la tarea sagrada que te compete,
o si te dejas llevar por la corriente contraria.