La desilusión de la subestimación

Nuevamente traemos enseñanza fresca y sabrosa de la Torá (judía), que puede ser compartida por los noájidas.

Esperamos que sirva nuestro humilde comentario para intensificar tu lealtad a Dios, por medio de tu cumplimiento de tu rol (sea como judío o como noájida).
Que nuestras palabras te lleven a perfeccionarte y así perfeccionar al mundo.

Esta semana corresponde que los hijos de Israel lean públicamente una sección que se denomina “Bejukotai”, y es la que cierra el tercer libro de la Torá.

En ella encontramos las terribles y serias consecuencias que suceden a causa del abandono de la Torá por parte de los judíos.
Muy graves son los resultados por la negación del judío hacia su identidad espiritual, lo que lo lleva a renunciar al cumplimiento de los mandamientos que le competen.
Espantosos sucesos en lo personal y colectivo, que también repercuten en la santa tierra de Israel, la que vomita a sus habitantes de ella.

La lista de horrores y heridas se interrumpe para que Dios anuncie promesas ciertas de redención, de consuelo, de retorno, de bendito bienestar:

«Yo Me acordaré de Mi pacto con Iaacov, y Me acordaré de Mi pacto con Itzjac y de Mi pacto con Avraham; y Me acordaré de la tierra
(Vaikrá / Levítico 26:42)

Podemos preguntar: ¿Cuál es la intención del Eterno al insertar esta frase en el contexto de las duras consecuencias para los pecadores?

Es un aliciente positivo, pues nos alienta a tomar el modelo de los primeros ancestros del pueblo judío, y así apartarnos del pecado para aproximarnos a la Verdad.

  1. Tal como Avraham dejó el país de la magia y ciencias ocultas, nosotros podemos dejar nuestros vicios, nuestro deseo de llenar nuestra vida de supersticiones, nuestro sometimiento al EGO con todas sus trampas, el seguir a payasos devenidos en líderes.
  2. Tal como Itzjac estuvo dispuesto a sacrificar su vida para alcanzar la trascendencia, nosotros podemos restar un poco de comodidad a nuestras vidas, para aumentar en compromiso y trabajo de construcción de Shalom.
  3. Tal como Iaacov aprendió a vivir y superarse incluso a través del dolor profundo, nosotros podemos  crecer a pesar de nuestra pereza, de nuestras excusas, de nuestras tendencias manipuladoras.

De esta manera nos estamos previniendo de sufrir los temibles castigos anunciados.
Cuando tomamos ejemplo de personas dignas de servir como tales.
Cuando vivimos conforme a nuestra identidad espiritual y no a las fantasías de nuestro EGO.
Cuando hacemos nuestra parte en la Obra sin añorar la de otro o tratar de escapar de lo que es nuestro compromiso.
Cuando gozamos con la bendición que desde lo Alto nos hacen llegar.
Cuando dejamos de mirar nuestro ombligo y sentirnos el centro del mundo, para pasar a ser solidarios, activos constructores de Shalom.

Excusas y justificaciones para ser esclavos de nuestro EGO, con facilidad inventamos.
Es muy simple llorar, quejarse, insultar, demandar, pedir, reclamar, enojarse, amargarse, irse dando portazos, armar confabulaciones contra los leales… es muy simple actuar bajo el mando del EGO, pero es una simpleza de apariencias, puesto que conlleva un costo enorme y terrible, que trae como consecuencias los espantosos que enumera la porción Bejukotai.
Creemos zafar con nuestros delirios, con nuestras buenas intenciones plagadas de ignorancias, con nuestro patetismo, con nuestra rebeldía, sí, creemos zafar, pero lo cierto es que nos hundimos más y más en el fango del EGO, de nuestro pobre y vacía existencia sin posteridad gloriosa.

No, no nos sirve de excusa el conocer historias “bíblicas”, recitar de memoria pasajes bíblicos, ni sentirnos tocados por la “profecías”.
De nada vale poner ejemplos rebuscados de patriarcas y héroes de antaño, porque Dios no te está pidiendo como noájida que repitas como loro lemas “sagrados”, ni que tengas conocimientos de supuesto metafísica cabalística, ni te compliques con rituales más o menos emparentados con el judaísmo.
Nada de eso te pide Dios, ni tampoco te escuda de lo que Él te exige.
Él quiere que seas constructor de Shalom, no un borrego repetidor de palabras hebreas; Él quiere que vivas a pleno con los Siete Mandamientos, y no argüir que tú tienes que hacer tal o cual costumbre o precepto de los judíos; Él quiere que cada día lo conviertas en sagrado, y no que te afanes por celebrar “Pesach” con corderos pascuales o “Shabbos” con velitas y cantinelas arameas.
Él te quiere noájida a pleno, y para ello te ha dado TU Torá, tu instrucción sagrada, que son los Siete Mandamientos.

El Shela, un importante sabio judío, explicaba que la persona debe rendir cuentas de acuerdo a sus capacidades personales, tanto las realizadas como las potenciales.
Cada persona según quien es, aquí y ahora. No con miramientos a “vidas pasadas”, a “vidas futuras”.
Cada uno deberá presentar en orden los libros de contabilidad espiritual ante Dios, en donde deberá demostrar que si es gentil ha vivido como noájida y si es judío ha vivido como judío.
No se le demanda a uno lo que le corresponde al otro.
Las acciones de los judíos son medidas por una vara más estricta que la de los noájidas, puesto que los judíos son descendientes de los patriarcas y parte de un pacto restrictivo que requiere mayor esfuerzo y compromiso que el pacto noájida.
No es justo que el gentil sea medido de acuerdo al patrón de evaluación judío, Dios es justo y así determinó que fueran las cosas.
Por tanto, el gentil tiene un pacto perfecto, glorioso, de bienestar y bendición es este mundo y en el más allá, a un costo menor que el judío.
Y, sin embargo, el gentil se apresura a pecar, a errar, a irse detrás de las vanidades de religiones y supersticiones, se apura en disfrazarse de judío y robar la propiedad sagrada judía, ¡cómo si esas insolencias le fueran a dar un mayor beneficio!

Si no hacemos NUESTRA PARTE, porque estamos pretendiendo o pendientes de la del vecino, nos estamos defraudando a nosotros mismos, y estamos siendo pasibles de la severa retribución de parte del Todopoderoso.
Acción y reacción: si  actuamos de manera incoherente a nuestra esencia espiritual, tenemos calamidades en esta vida y/o en la posteridad.
Si actuamos en sintonía con nuestro Yo Esencial, como noájidas siendo gentiles y de acuerdo al judaísmo siendo judíos, entonces solamente lo bueno es lo que obtenemos.

Empero, el ietzer hará, nuestra tendencia hacia lo negativo, el EGO que se sale de su estricta función inicial, no nos da respiro.
Si no puede debilitar nuestra espiritualidad mediante una técnica, hábilmente cambiará y usará otra, sin cejar de buscar alcanzar su meta. Es capaz de embaucarnos, haciéndonos creer que somos muy humildes, y que estamos a un pasito de la perfección. Puede llenarnos la cabeza con ideas tales como: ‘¿Para qué te gastas estudiando, si ya has alcanzado un alto grado de perfeccionamiento? Si vives como una persona justa, ¿para qué te esmeras por crecer cada día?’
Con ideas como éstas, la persona ciertamente no evoluciona ni despliega sus ocultos potenciales, sino que va decayendo cada vez más.
Estos pensamientos se suman a la natural inclinación por la comodidad y el no deseo de sacrificio personal.
El EGO nace para que sobrevivamos a la impotencia, pero bien pronto usa el sentimiento de impotencia para doblegarnos.
Nos podemos sentir impotentes por valorarnos en menos de lo que realmente somos, pero también por inflarnos de humo y creernos más de lo que somos.
En ambas situaciones la autoestima es incorrecta, de más o de menos, pero no en armonioso equilibrio, lo que repercute en trastornos multidimensionales más o menos visibles.

Para contrarrestar las artimañas de la tendencia hacia lo negativo, es imprescindible que hagamos un relevamiento correcto de nuestra situación real, es decir, que reconozcamos sin engañarnos en dónde estamos parados, y que sepamos con precisión cuáles son nuestras potencialidades aún no aprovechadas.
Dónde estoy, adónde me dirijo, con qué recursos cuento, de dónde vengo, cómo haré para alcanzar el buen puerto al que he planificado llegar.
Tales son algunas de las interrogantes que nos pueden servir para avanzar, si es que somos sinceros y no os engañamos al solitario.

También es necesario juzgar nuestro grado de esclavitud al EGO.
¿Qué estamos malgastando con tal de mantener una situación de relativa comodidad?
¿Qué presión de los faraones admitimos que nos angustien siempre y cuando consigamos algún “arreglito” que nos brinde algún beneficio?
¿Qué estamos haciendo para mantener la soga que nos ahorca al cuello, en lugar de zafar y ser libres, en verdad libres?

¿Estás dispuesto a preguntarte y contestarte?
¿Estás dispuesto a dejar de ser mediocre, de mentirte, de estafarte, de aferrarte a la superstición que te hace sentir “lleno”?

Cada persona guarda un inmenso potencial espiritual, que está a la espera de poder desplegarse.
Solamente si la persona reconoce que es buena por naturaleza, y que puede/debe actuar acorde con sus verdaderos potenciales, es que podrá crecer espiritualmente.
Pero, si nos dejamos convencer de que somos malos o torpes, o de que estamos marcados por un negro destino para ser unos fracasados, sin dudas que no podremos elevaros más allá de nuestras limitadas expectativas y escasas fuerzas emocionales.

Recordemos que cuando una persona muestra un intenso deseo de elevar su nivel espiritual, el Eterno envía Su ayuda para que la persona tenga más chance de conseguir su objetivo. El Eterno quita fuerza a algunos de aquellos defectos que obstaculizan su propósito, de manera tal, que toda persona, en tanto lo desee realmente, puede alcanzar un mayor grado de espiritualidad en este mundo.

¿Y qué es espiritual?
Encontrar la Presencia de Dios hasta en las cosas más sencillas, elevar los múltiples planos para estar en armonía con el mandato de Dios.

El punto está en no subestimarse, sino en aprender a reconocer el valor propio, más allá de las apariencias negativas, o de las creencias adversas que nos fueron inculcando a lo largo de nuestra crianza.

No podemos dejar de tener en mente otro versículo de la porción de esta semana, que nos enseña:

«Daré paz en la tierra»
(Vaikrá / Levítico 26:6)

El gran erudito y maestro Rashi comenta: «Si no hay paz, no hay nada».
¿Qué aprendemos para nuestra vida diaria de esto?

Muchas personas podrían estar satisfechas con su porción, con lo que han alcanzado materialmente, sin embargo viven atormentados por estar envidiando lo que el otro posee, o lo que ellos creen que el otro posee.
Pero, si la persona se valorara correctamente a sí misma, y de esa manera estuviera habilitado para amar en realidad al prójimo, la envidia no perturbaría su existencia, y no se obsesionaría con alcanzar riquezas que le son ajenas o posesiones que le son innecesarias.
Cuando la ambición está dominada, y no es una bestia que pretende romper todos los límites, la persona alcanza una paz interior que le permite gozar de aquello que tiene.

Y cuando esa paz surge por reconocer que dentro de uno existe un inmenso potencial que podría desarrollarse, entonces la persona ha alcanzado un gozo verdadero, un éxito perdurable.

Moré Yehuda Ribco

Relatos, anécdotas y enseñanzas

Primera consulta de la mañana, en mi trabajo como psicólogo, aparece la cucharita de café. Su discurso arranca así: «Mi vida es una miseria. Maldigo el día que salí del horno de fundición. ¿Para qué me fabricaron? ¿Es justa mi vida? Hay que ver, solamente hay que ver… esa petulante cuchara sopera, tan oronda se pasea de la cocina a la sala… de la sala al comedor… y se revuelca en un deleite sin par en esas deliciosas sopas de pollo, en esos suculentos platos de guiso… ¡qué daría yo para tener su destino! ¡Pero no! Mi negro destino es girar como una estúpida sin razón en un diminuto pocillo de fétido café…»

Vino a mi consultorio la cuchara sopera, toda consternada se confesó: «Odio a esa ociosa cuchara de oro. Todos la codician, todos la desean, y ella brilla con un fulgor único. Y a mí, ¿a mí qué me queda? Solamente hundirme en esas grasientas sopas… ay como la odio… ¡qué envidia sana! ¡Mire que es envidia sana la mía, eh!…»

Al ir cerrándose el día aparece con su majestuoso paso la cuchara de oro, aquella que estaba en la vitrina como un fino y encumbrado adorno. Con cansino tono solamente espeta: «Ay, si fuera por un sólo minuto cucharita de café… ¡cuán feliz sería!…»

Preguntas y datos para meditar y profundizar:

  • ¿Cómo se relaciona el relato con el comentario a la porción semanal que hemos brindado?
  • ¿Cuál es la manera de ser generoso realmente?
  • El potencial
    «Has hecho al hombre un poco menor que los ángeles y le has coronado de gloria y de honra.»
    (Tehilim / Salmos 8:6)

    • ¿Cómo puede afectar a la autoestima personal el saber que Dios nos ha hecho un poco menos que ángeles?
    • ¿Qué cosas puede hacer la persona para desarrollarse espiritualmente?
  • El rico
    «Rico es aquel que está feliz con lo que tiene»
    (Pirkei Avot 4:1)

    • ¿Cuándo una persona puede sentirse realmente satisfecha?
    • ¿Por qué la Torá no se opone a la posesión de riquezas materiales?

6 comentarios sobre “La desilusión de la subestimación”

  1. Al parecer, sin importar la situacion de cada cucharita, todas anhelan lo que las otras poseen, es otra de las artimañas del ego para distraernos y no permitirnos gozar de lo que tenemos permitido.
    Gracias a estos textos podemos obsevarnos y tratar de tener mayor percepcion de nuestro mundo tanto interno como externo, amar mas y ser mas generosos.
    El problema con los angeles es que algunas personas como son un poco menos, quieren ser angeles. puede ser que el ego ataque por alli y los invite a tener que llegar haste ese punto ficticio. Si lo tomamos como que D. nos ha coronado de honra y de gloria, nosotros podemos ser positivos y saber que podemos dar mucho y tratar de temer menos,
    Para desarrollarnos, los consejos de yehuda sobre el ego y perfeccionarnos en los mandamientos, es muy bueno. Estudiar acerca del ego, nos permite entender porque muchas veces no se goza ni de los mandamientos ni de los permitido y hasta de lo prohibido, que el more no use palabras misticas ni hebraismos, esto es bien profundo. (esto fue para noajudas y derivados).
    D.s no va a medir a la persona por sus riquezas, no hay porque oponerse. En cambio si puede pedir cuentas de como hizo ese dinero, o si fue bondadoso o si lo disfruto con su flia, A diferencia de patanes espirituales que si se fijan en cuanto mas pueden poseer, mas porcion de cielo van a tener.

  2. Que texto tan brillante!

    -El ser humano esta rodeado por engaño , apariencias , el mayor porcentaje de sus vidas estan enfrascadas en falsos deseos y falsas emociones , olvidando que la vida no termina con la muerte.

    -Cada persona GUARDA un INMENSO POTENCIAL , lastimosamente el cuerpo paraciera un viejo armario.

    -«Recordemos que cuando una persona muestra un intenso deseo de elevar su nivel espiritual, el Eterno envía Su ayuda para que la persona tenga más chance de conseguir su objetivo. El Eterno quita fuerza a algunos de aquellos defectos que obstaculizan su propósito, de manera tal, que toda persona, en tanto lo desee realmente, puede alcanzar un mayor grado de espiritualidad en este mundo»

    A veces paraceiera que las murallas parecieran indestructibles , solo es estar en el lugar correcto para empezar a demolerlas

    -Quien no se a comportado como una cuchara , gran anecdota!

    Gracias Maestro.

  3. •¿Cómo se relaciona el relato con el comentario a la porción semanal que hemos brindado? Es pertinente ya que a cada identidad espiitual le corresponde una funcion que debemos reconocer como la ideal, sin mirar el bien que le toco al vecino.
    •¿Cuál es la manera de ser generoso realmente? compartiendo la parte del bien que nos corresponde con el projimo, reconociendo la buena labor del semejante, alegrandonos con su bien y construyendo así la Paz.
    •El potencial: Desarrollar el potencial que llevamos no es envidiar ni imitar al que esta al lado sino aplicar lo nuestro con las limitaciones que tenemos, poco a poco hasta que brille con toda su luz de gloria y honra.
    •¿Cómo puede afectar a la autoestima personal el saber que Dios nos ha hecho un poco menos que ángeles? Siempre que nos sintamos deprimidos, pensando en lo insignificantes que somos, meditemos en esta exprecion de El que nos hizo, para levantar animo y cobrar nuevas fuerzas.
    •¿Qué cosas puede hacer la persona para desarrollarse espiritualmente?
    En nuestro caso como noajidas cumplir con lo 7 mandamientos. Ser amables con nuestro semejante. Hacer caridad.
    •El rico: Es rico aquel que esta contento con Su porción de Torá.
    •¿Cuándo una persona puede sentirse realmente satisfecha? Cuando hace lo posible por cumplir con los 7 Grandes.
    •¿Por qué la Torá no se opone a la posesión de riquezas materiales?
    Son parte de lo que El hizo para nuestra satisfacción. No son malas. Depende del uso que le demos.

  4. amigo mio, el rico NO ES «•El rico: Es rico aquel que esta contento con Su porción de Torá.»
    sino quien esta contento con SU porcion, de lo que sea q le toque.
    el gentil no tiene porcion en la tora, pq asumir q tiene una?
    pero tiene porciones inmensas de muchas cosas buenas y bellas, q desprecia por anhelar «una porcion de tora» o de otras cosas q no tiene.
    cada uno lo suyo, si esta feliz, es rico.

Deja una respuesta