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Daily Advice 42

By Yehuda Ribco

Life through  the middle way, that of balance.

Giving to the neighbour  with generosity and kindness is good, as long as it does not cause harm to the giver.

Anyone who is deprived of what he/she needs to live in order to benefit another, is not loving him/herself  or loving, but is only acting with reckless blindness.

 

¿Por qué los rabinos desaconsejan las conversiones?

Por Rabí Aron Moss

Pregunta:
 Estoy un poco confundido. Tengo muchos amigos judíos, pero la mayoría son indiferentes y, a veces incluso hostiles hacia su propia religión. Yo no soy judío pero he estudiado el judaísmo, me encanta y estoy muy entusiasmado con la conversión.

Mi confusión es la siguiente: cuando fui a hablar con un rabino acerca de la conversión, él me disuadió de ésta, diciendo que es más seria de lo que pienso, y que puedo vivir una vida plena sin llegar a ser judío. Le dije cuán  emocionado estoy por  el judaísmo, pero aún  así me alejó.

¿Qué está pasando? Estoy sediento por el  judaísmo y me apartó, mientras que muchos judíos ni siquiera están abiertos a aprender más acerca de su propia religión!

Respuesta:

Hay una creencia judía de que el judaísmo no sólo es bueno para el alma judía; es natural para ella. El alma se siente en casa cuando  dice oraciones en hebreo, prueba una mesa de Shabat, o pone una mezuzá. Estos actos son los que hacen cómoda al alma judía. Un judío tiene una afinidad innata hacia el judaísmo.

Así que ¿por qué no tantos judíos parecen interesados ​​en su religión? Porque  hay otra creencia judía de que toda la energía tiene una contra-energía. Si el alma judía se siente atraída por el judaísmo, debe haber una fuerza igual y opuesta que aleja al judío del judaísmo. El materialismo, el cinismo, la pereza, la apatía – todas estas y más conspiran para apartar al/ a la  judí@ de conectarse con su judaísmo. De hecho, mientras más poderosa sea el alma judía, más intensa será la resistencia.

Y debe ser de esta manera. De lo contrario la vida espiritual sería demasiado fácil – un alma judía de manera natural  caería en el judaísmo. Y Di-s quiere que seamos desafiados. Cuando  los Judíos se comprometen con  el judaísmo, están tomando sobre sí el reto a lo largo de  la vida de  superar estos obstáculos internos y encontrar su yo más profundo.

Cuando un no-judío se acerca el judaísmo, es una historia completamente diferente. Él (o ella) no tiene un  «equipaje», por lo que está abiert@ a lo que el judaísmo tiene que decir. Puede ser atraído, puede ser que no – pero no tiene la resistencia emocional que el judío. Por esta razón  muchos no- judíos llegan a respetar el judaísmo cuando lo estudian verdaderamente. Vienen con un corazón abierto, a diferencia del judío que tiene una resistencia automática a todo lo judío.

Esto es bueno – hasta que el no-judío considera la conversión. Puede sentir que el judaísmo tiene la profundidad y calidez que  busca, puede sentirse  bien yendo a la sinagoga, celebrando festividades, y esto puede llevarle a pensar que sería tan fácil llegar a ser  judío y hacerlo  su hogar espiritual. Pero hay un factor  del que no está consciente.

Ahora todo parece  agradable y cómodo, porque sólo estás de visita. No es tuyo todavía, así que se puede ver en forma objetiva y simplemente disfrutar de lo que es, sin resistencia alguna. Pero en el  momento en que se convierte  en judío, cambia todo. La conversión no sólo significa recibir el alma judía, sino que también recibes el equipaje judío que pesa y trata de refrenarte de ser un judío activo (de nuevo, con el fin de mantener el equilibrio y darle un desafío).

Esta es una razón por la que alejamos  los conversos. Hemos creado obstáculos en su camino para que puedan probar lo que realmente significa ser judío. Así debe quedar claro desde el principio que una vida judía no es una tarea fácil. Siempre habrá obstáculos. La única diferencia es que, antes de la conversión  los obstáculos son de fuera – los rabinos tercos que  dicen «no se moleste con el judaísmo». Después de la conversión, esos mismos rabinos le darán la bienvenida con los brazos abiertos, y siempre habrá una voz que le diga que no se moleste – pero entonces será una voz desde  su interior.

Si puede vencer la resistencia preparada por los rabinos, entonces usted tiene una buena oportunidad de ser capaz de vencer la resistencia interna que representa la lucha de cada judío*.

Fuente:
*  http://www.noahide.org/article.asp?Level=505&Parent=342. Traducido por F.P.S.M.

 

 

 

Cuando suena la alarma,parte II

Ante esto, hay  4 posibles conductas: la primera, es acallar esa voz interna que nos alerta y mantener el status quo, ya que esa sensación desagradable probablemente pasará y volveremos a disfrutar como antes, sin culpas ni responsabilidad por lo que hacemos. Esto implica no reconocer nuestras faltas y tener episodios similares y  recurrentes que pasamos por alto cada vez que suceden.

En la segunda, asumimos aquello en lo  que nos hemos equivocado y que si no tomamos medidas, las cosas irán empeorando. Empezamos con vigor, nos preparamos para revertir las cosas y al principio todo marcha bien, pero al poco tiempo miramos hacia atrás y volvemos adonde comenzamos. La tercera, es similar a la segunda, sólo que, aunque haya tropezamos, nos levantamos para torcerle la mano a la adversidad y a nuestras debilidades. Perseveramos por un tiempo, pero finalmente “tiramos la toalla”, cansados de ver que nuestros tropiezos se convierten caídas sistemáticas y que nuestro esfuerzo no da frutos.

En los tres casos descritos, nos vemos involucrados en un círculo vicioso del que se entra y sale, sin hallar una solución definitiva a nuestros conflictos  y superar nuestras debilidades.

Finalmente, está  la cuarta posibilidad, en la cual, habiéndonos dado cuenta y asimilado nuestros errores, tomamos conciencia de que, como seres humanos, tenemos una tendencia interior hacia el mal (“Ietzer hará” o “tendencia al mal”), que satisfacer necesidades personales  (comida, protección, sexo, etc.) de un modo egoísta, sin considerar las consecuencias de ello, también sabemos que el Eterno nos dio la libertad de decidir si seguirlo o no. Hay  DETERMINACIÓN en nuestra decisión de mejorar y con tesón emprendemos la lucha. A pesar de los fracasos, frustraciones, pérdidas o tristezas, aprendemos a levantarnos y comprendemos que  ningún desafío que D-os pone en nuestras vidas está fuera de nuestro alcance y que cuando nos corrige, es por el amor que tiene hacia cada uno de nosotros,  expresado como la prohibición.

Ahora, muchas de esas experiencias desagradables que vivimos son sólo el resultado de decisiones erradas que fuimos tomando en el tiempo,  que, si bien pueden relacionarse con distintas facetas humanas tienen un factor común: la elección sistemática de algo falso en lugar de lo verdadero; de la mentira por sobre la verdad. Pero… ¿Tiene esto alguna conexión con las Leyes dadas por el Creador a los hijos de Noaj? La respuesta a esta pregunta es afirmativa. Veamos algunos ejemplos:

1)      Cuando alguien comete idolatría, deposita  su confianza en un poder/criatura distinto al Eterno,  hecho a imagen y semejanza humana que, por más que le supliquen,  permanece inerte ante las peticiones  de quienes le siguen. La idolatría, al igual que la blasfemia (otra expresión de falsedad), nace de la inseguridad/ desconfianza de que el Eterno busque lo mejor para nosotros. Nos enceguecemos  y llegamos a hacernos dependientes de  nuestros dioses o  pulsiones, sin tener control real de nuestro impulso hacia lo negativo.

Una consecuencia de esto es la dificultad para lograr el éxito en nuestros proyectos y un quiebre en nuestra relación con el Eterno, ya que sin determinación ni confianza en Él y sí en copias, somos como un edificio  con peligro de desplomarse.

2)      Cuando alguien blasfema contra Hashem, está atribuyéndoLe características o responsabilidades que no Le pertenecen a Él. Por lo  tanto, miente sobre Su esencia y, al igual que con la idolatría, nuestra conexión con Él se ve afectada. Hay un no reconocimiento de Su bondad e infinita sabiduría. La actitud hacia el resto y las situaciones vividas es la de culpar sin buscar soluciones, ni agradecer por lo que tenemos. Tarde o temprano esto lleva a la insatisfacción y a no ver  lo que nos rodea en su real magnitud.

3)      Cuando alguien  asesina a su prójimo, toma sobre sí la atribución de decidir cuándo termina la vida de otro ser humano. Implica no respetar y llevar a cabo la máxima expresión de violencia contra la existencia de  un ser humano inocente  hecho a imagen y semejanza del Eterno. Sea cual sea la forma de asesinato, se  desafía  la autoridad de HaShem  como juez y en ese momento del temor  a las consecuencias  que este acto pueda acarrear.

4)      Cuando alguien roba,  está tomando como suyo algo que no le pertenece. El Eterno  al establecer el convenio con Noaj y su descendencia dijo: “Os temerán todas las bestias de la tierra y todas las aves del cielo, todos los seres que reptan sobre la tierra y todos los peces del mar; en vuestras manos son entregados” Génesis 9:4, pero no aquello que es del otro. Además, nos manda a obtener el sustento de manera honesta, confianza de una u otra forma  Él provee a nuestras necesidades. Al robar, no tomamos en cuenta las del prójimo ni nos ponemos en su lugar, generando así un desequilibrio  que afecta en cierta forma nuestras relaciones interpersonales, no sólo con las víctimas, sino también con quienes nos rodean.

5)      Cuando alguien comete inmoralidad sexual, (infidelidad,  bestialismo, promiscuidad, etc.), se está negando para sí la posibilidad de construir una relación significativa y duradera, en la que haya amor, comunicación y respeto, ya que se lleva a cabo una distorsión en lo establecido por Hashem para las relaciones amorosas. Puede experimentarse un placer temporal, pero es una forma de  autoengaño en la que no hay una consideración real por los sentimientos de uno ni tampoco por los de la pareja (novio (a) ) o esposo(a) y, cuando se trata de algo casual; sin compromiso, aún más, ya que el ser humano pasa de ser visto como persona a un mero objeto útil para la satisfacción del deseo sexual, olvidando  las necesidades afectivas del otro y que  estamos hechos para complementarnos, así como también  ayudar a que e tanto uno como la otra persona se desarrollen en cada ámbito y  sin coartarse entre sí. Además, al cometer adulterio se corre el riesgo de no saber si la descendencia que creemos nuestra lo es realmente o es de otra persona, de manera que se genera  desconfianza en la pareja y afectar psicológicamente a los hijos

Los anteriores son sólo algunos ejemplos de lo que  sucede cuando uno elige algo falso  por sobre lo verdadero. Cada ser humano tiene ante sí la opción de escoger y a partir de las decisiones que vayamos tomando; el camino que vayamos recorriendo, serán los resultados.

Una forma de enfrentar las crisis y  evitar tomar decisiones erradas de manera sistemática, es por medio del autoconocimiento, para manejar e integrar  mejor los distintos aspectos que nos componen. Una estrategia para esto,  es el realizar a diario una introspección sobre lo que hicimos  en el día. La siguiente, es una pauta que se encuentra en el libro “Daily Prayers”, de la Sociedad Noájida de Oklahoma, extraída de Gateway to self-knowledge”, de Rabí Pliskin:

  • ¿Cuáles fueron los eventos principales de tu día?
  • ¿Le causaste  algún daño innecesario a alguien?
  • ¿Qué actos de bondad has hecho hoy día?
  • ¿Estás satisfecho con el uso de tu tiempo hoy?
  • ¿Te enojaste con alguien hoy día?
  • ¿Qué habrías hecho de manera diferente?
  • ¿Estás satisfecho con tu crecimiento espiritual de hoy?
  • ¿Pasaste tiempo estudiando Torá hoy?

Lo anterior, representa una propuesta, que claramente puede adaptarse y/o ampliar. Eso, claro está, es cosa de cada uno.

Por último, espero que cada uno de nosotros cumpla con sus metas, pero, más importante aún: ¡que seamos lo que Hashem espera de nosotros como seres humanos!

 

*Proceso en el que también participa el sistema renal, pero en el ejemplo me enfoqué en lo que concierne al sistema respiratorio.

Cuando suena la alarma,parte I

 

 

Todo ser vivo, desde el más pequeño al más imponente, habita en  un medio dinámico, al que tiene que adaptarse con el fin de  asegurar su supervivencia. Esto es posible gracias al trabajo conjunto y coordinado de los distintos sistemas  o células que los constituyen y que presentan “detectores” de las fluctuaciones existentes tanto en el medio externo como interno.

Veamos, por ejemplo, lo que sucede con nuestro sistema respiratorio:

Para que nuestras células produzcan energía, los nutrientes que ingerimos mediante la alimentación deben ser degradados por medio de la acción de proteínas especiales llamadas enzimas y, en la mayoría de los casos, de un combustible: el oxígeno (O2). Sin embargo, junto con producirse la energía requerida (ATP)  para el funcionamiento celular, se producen sustancias de desecho (dióxido de carbono y vapor de agua), que deben ser removidas de nuestro organismo. Esto es posible gracias a la interacción del sistema circulatorio con el respiratorio y los que regulan la función de ambos. El dióxido de carbono (CO2) es transportado como bicarbonato desde la sangre hacia el alveolo (lugar en donde se produce el intercambio de gases en el sistema respiratorio)  para luego ser eliminado hacia el aire ambiental como CO2  nuevamente  y el  O2, a su vez, viaja desde el aire ambiental, hacia el alveolo y de ahí es transportado  por la sangre, principalmente, asociado a la hemoglobina. Luego,  el oxígeno se separa de la hemoglobina y entra a las células a través de la membrana que las envuelve. Esto es básicamente lo que ocurre durante la respiración. Sin embargo, al realizar actividad física intensa o presentar una patología x, las concentraciones de O2 se ven notablemente disminuida y las de CO2 aumentadas, lo que trae como consecuencia modificaciones en el pH sanguíneo que puede dañar a distintos tejidos.

En condiciones normales, el aumento en el  CO2, es detectado, principalmente por receptores específicos ubicados a nivel central y, en menor medida, por otros periféricos conocidos como “cuerpos carotideos”, que mediante conexiones nerviosas, informan al centro respiratorio ubicado en el sistema nervioso central. Estos últimos sensores, además, son los principales detectores de una baja en la presión  sanguínea de  O2. En respuesta a los cambios, se produce un aumento en la actividad del centro respiratorio, que trae como consecuencia un aumento en la descarga de las neuronas que controlan los músculos que participan en la ventilación,  y la acción de los músculos de la laringe  para abrir la vía aérea. Esto se traduce, a grandes rasgos, en un aumento en la frecuencia respiratoria para eliminar el CO2, aumentar el ingreso de oxígeno en la sangre, permitir el funcionamiento de los tejidos y normalizar los niveles de pH*.

Los mecanismos compensatorios  aquí descritos, buscan recuperar el equilibrio corporal para así  mantener la función normal  de los sistemas que permiten la preservación de la vida.

De igual manera, todos en algún momento hemos tenido crisis personales que nos hacen considerar la necesidad de cambios en nuestras vidas. La razón  nos dice que hay que hacer algo por conseguir este objetivo. Pero para enmendar nuestro camino y  recuperar el equilibrio,  son necesarios “remezones”   que nos estremezcan de alguna manera y nos hagan reflexionar sobre nuestro actuar con D-os, nosotros mismos  y  los demás. Puede ser el padecimiento de una enfermedad, un fracaso personal, un sueño perturbador, etcétera.  Mas,  sea cual sea el factor, es una  alarma de que algo no está bien, nos hace falta  y/o  hay que corregir.

Lo anterior puede verse  reflejado en que, en tales circunstancias, hay decepción  al  ver que  hemos invertido tiempo y energías en algo que probablemente no lo merecía (o bien no  lo hicimos de la manera correcta), una sensación de vacío, que  invade nuestro interior y  nos hace pensar que somos  miserables al tener una existencia carente de  propósito o dirección en la que finalmente nada es nuestro.

Buscamos el porqué de tanto sufrimiento y  lo que  nos hace falta para la plenitud personal. Buscamos responsables en el resto, en la vida que Hashem nos dio, pero no en  nosotros mismos inicialmente y sólo luego de un tiempo venimos a darnos cuenta de  los errores personales.

Daily Advice 37

By Yehuda Ribco

When your child doesn’t heed you, why do you get angry and you shout at him/her?

Why do you sorrow that he/she is wrong? Or why do you realize you have no true authority over him/her?
If you grieve for him him/her, why do you shout at him/her, why do you get angry?
Will you get more attention this way?

Will he/she you understand crying out that you love him/her?
And if you’re upset because you have no authority, when you get angry and shouting, the only thing you show is you don’t truly love him/her and you don’t have the gift of authority.