Soy muy fanático de los deportes, y las olimpiadas son una buena oportunidad para ver competencias en casi todas las categorías deportivas, también se puede ver como grandes atletas cosechan los frutos de años de gran disciplina y trabajo. Pero tratando de sacar algo que podamos aprender todos, pues debemos hacer de todo el universo nuestro maestro, me puse a ver algo que me llamó sumamente la atención, algo que si cada uno de nosotros lo aplicará a la vida seríamos personas diferentes, nuevas, con una vida muchísimo más significativa.
Muchas veces la diferencia entre lograr el máximo sentido de victoria o de derrota, entre sentir que tocaste la cúpula del mundo o el fondo, entre seguir en el camino o quedarse en el puede ser aunque parezca increíble 1/100 de segundo (1 centésima). Pongámonos a pensar y a contar 1, 2, 3, 4 ,5; ahora vuelve a contar igual y trata de dividir cada uno de esos segundos en 100; comprendes, hasta para la mente humana parece imposible. Inclusive en las competencias olímpicas se necesita muchas veces de la tecnología para determinar quién es el ganador.
Y que nos enseña esto, simplemente que no podemos rendirnos por nada, ni siquiera por una centésima de segundo; en nuestro camino de crecimiento, en nuestro estudio, en nuestra lucha diaria contra nuestra naturaleza negativa, en convertirnos en lo mejor que nos podemos convertir, cada centésima de segundo cuenta, si nos detenemos por un instante perdemos.
Shalom!!