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Avances o retrocesos?

 

El ser humano es capaz de llegar a lugares inimaginables para muchas de nuestras generaciones pasadas. Así como antes veneraba a las fuerzas de la naturaleza como dioses, hoy es capaz de controlarla, en cierta medida.

Llegar tan cerca de los astros que creía inalcanzables y desconocidos. Fotografiarlos o hacer conjeturas casi exactas sabiendo de qué están hechos.
space1Puede sentarse y ver nuestro planeta desde los cielos, con un aparato mostrarlo a quienes estamos bajo sus pies. Aparato también creado por él (o ella, sigo hablando del ser humano, sin distinción de sexo). Hasta bebiendo un café o comiendo un almuerzo, podemos verle en vivo y sorprender hasta a los más pequeños, así ellos tampoco quedan de lado a la hora de impresionarse por los grandes alcances de la humanidad.

También ha demostrado su capacidad para describir hasta los hechos más increíbles que han sucedido hasta que llegásemos a ser quienes somos. Desde teorías de evolución, a teorías de comportamiento en nuestra vida cotidiana, desde ciencias como la física o la biología a elucubrar las más extrañas filosofías.

Así como indagar en lo que nos construye físicamente y saber que inclusive nuestras células están formadas por organismos cada vez más pequeños.

Ni qué hablar de la medicina, que cada día logra avances asombrosos respecto a su lucha contra las bacterias o virus que quieren que dejemos de existir. Cirugías que antes podían ser mortales, hoy pueden durar minutos. Trasplantes de corazón, pulmones, hígados, etc. Se llega a preguntar si es posible traspasar hasta el propio cerebro de una persona a otra. Descubrimientos sobre nuestras células madre, lograrían hasta darnos respuestas a nuestro mismo origen. Claro, la genética es un tema complejo y en la palestra sobre si su uso es realmente positivo o no. Pero está a la vista y nadie puede negarlo.

 

Y la tecnología, aaah si, la tecnología. Que es la fuente más utilizada para comunicarnos los unos a los otros. Hacer factibles relaciones que antes eran imposibles, que jamás podrían tener un mínimo de contacto si no fuese por ésta misma.

Y muchos otros tantos campos de los cuales cada día se especializa más y más.

Es cosa de un par de clics y unas cuantas teclas para obtener respuestas hasta a las preguntas que pueden parecer inútiles a primera vista, pero ahí están. Y alguien ya las hizo.

Aunque…

Por otro lado, más oscuro, también ha sido capaz de destruir generaciones enteras, con su propia mano.

Utilizar los mismos descubrimientos y avances para su propia destrucción. Y peor aún, para la extinción de especies ajenas a él. A tal punto de estar en amenaza en un futuro no muy lejano la existencia misma de toda especie.

Hacer creer a otros que todo lo anterior  es inservible y dañino. Utilizar la propia palabra y escritura para traer daños irreparables en la historia. A través del mal uso o malformación de esta, tergiversar el pensamiento mismo a niveles irreparables.

Formar seres que deseen saborear el odio como si de una golosina se tratase.  A tal punto de odiar la vida misma y apreciar más la cercanía a la muerte.

Y mucho más triste cuando saben que al hacer uso de esta (La muerte) y querer disfrutarla como si fuese un juego de roles del cual tendrán su premio o recompensa después la utilizan para dañar a otros inocentes que, dado los prejuicios ya injertados hasta sus fibras más agudas, creen, merecen un destino peor.

 

En todo lo anterior, está el EGO. Tanto como para querer mantenernos con vida, tanto como para buscar la muerte.

Un feroz aliado o un temible cómplice.

A un paso de distancia, quizá a menos, encontramos que podríamos encontrar una pequeñita Luz. Menospreciada a cada instante, pero incesante en su labor. Que nos llama a ser lo mejor que podemos Ser. Para lograr a través de ella, irradiar por completo nuestro aquí y ahora. Que es lo que realmente “tenemos”.

Pues, los descubrimientos, las ciencias, las filosofías, la historia, la tecnología, los astr
os, la naturaleza y hasta la misma muerte, de seguro seguirán “estando” en esta vida. Pero de que se irán con nosotros después de nuestro paso por ella, muy poco sabemos.

 

Termino con una enseñanza de un gran amigo y maestro, que mucho ha soportado y hecho por quien escribe:

“Construir Shalom, por medio de actos (pensamientos/palabras/acciones) de bondad y justicia”,

Yo le agrego en la medida de cada uno según sus posibilidades.
Mis sinceros deseos que cada uno o una puedan superarse. Por mucho que cuesta, aún quedan latidos y respiro.

 

La respuesta correcta…

Hola amigos, hoy quiero compartir algunas ideas, y para ello utilizare antes el siguiente ejemplo.

Supongamos que  tenemos un vaso lleno de agua, en él hay un cubo de hielo que flota y el agua está justo al borde del vaso, es posible ver la parte que sobresale del cubo de hielo.

 

La pregunta es: Pasado el tiempo, ¿Qué ocurre cuando el hielo se derrite?, para responder nos dan tres posibles respuestas,

  1. Se derrama un poco de agua
  2. Permanece igual
  3. Disminuye el nivel de agua

Y la respuesta correcta es…; para algunos puede ser más que obvia, ¡pero para otros no!

En días pasados conversando con un buen amigo, le comentaba que ante éste acertijo físico que es común, he visto respuestas en las tres opciones.  Él un hombre “inteligente” me peguntaba ¿Cómo alguien por ejemplo puede elegir la opción c  como la correcta?, – No lo sé-, respondí, – pero ocurre  lo he visto-,  puedo intentar dar otra respuesta ahora que lo pienso un poco más, una  que bien podría ayudarnos a ser mas asertivos  para con el prójimo y también para con nosotros mismos.

La respuesta bajo condiciones normales, “hablando de agua potable y de hielo hecho con agua potable”  es la b, pero la pregunta es:  ¿Realmente es obvia la respuesta?, ó ¿cuál es la razón por la que se eligen otras respuestas?.

Claro, la opción correcta es obvia para aquel que tiene conocimiento de los principios físicos que en este pequeño experimento se involucran,  hablar de Arquímedes, de volúmenes, densidades, del principio de flotabilidad, entre otros; pero… si no tiene idea de los conceptos físicos  puede existir  alguien que guste de una coca – cola con hielo, ó de un buen licor en las rocas, que además sea observador y por experiencia pueda atinar a la respuesta correcta.

Como vemos, también hay varios factores que le permitirán a una “persona”  acertar al momento de elegir.

A que va todo esto, no intento dar una cátedra teórica de física, ni tampoco hablar de Arquímedes mi intención es hablar de noajismo, es preciso;  aun existen múltiples  cuestiones, donde la opción y respuesta correcta no es siempre elegida.

¿Por qué tantas personas se siguen equivocando al elegir un estilo de vida, al acercarse a una religión, al obedecer ciegamente las palabras de un líder, al desear una conversión al judaísmo, al negar su identidad espiritual, al buscar a Dios en lo que no lo es, al aceptar mitología como verdadera, al correr tras lo místico, supersticioso ó nueva era para sentirse espirituales?

 

Y así podríamos seguir enumerando una larga lista de preguntas cuyo fondo es el mismo: ¿por qué las personas eligen respuestas incorrectas en su intento por ser felices y encontrar a Dios?.

 

Lo que puede ser obvio para algunos, para otros no lo es, es precisamente el conocimiento, ó la experiencia en algunos casos,  lo que permite llegar a una respuesta correcta.  Pero NO lo único a tener en cuenta.

Hay personas que por más que les hables, que les demuestres mediante pruebas fehacientes la veracidad, la belleza, la simpleza del noajismo, lo equivocado de sus creencias  “no lo comprenden”, y siguen eligiendo otras alternativas que los alejan de la correcta.  Pese a que han tenido en frente “el conocimiento” no lo apropian.

También hay quienes desde sus propias experiencias podrían hacer evidente que hay algo mal, equivocado, pero siguen sin ver la respuesta, peor aún…  estancados, inmóviles, incapaces de cuestionar, de ir más allá, de sacar alguna conclusión que les permita llegar a lo correcto.

En condiciones “normales” el conocimiento y la experiencia me ayudan a llegar a la respuesta correcta, … así en el caso de nuestro ejercicio cuando se sabe que:  el agua es potable, que el cubo de hielo es de esa agua, la respuesta es la c.

 

Pero, si alguien con base en lo que le enseñaron, lo que  aprendió, lo que le dijeron, supone ó cree otras cosas que se alejan de nuestra condición normal.

Por ejemplo si el hielo en realidad es un gas (hielo seco), si el agua del vaso es agua de mar, si al intentar hacer el experimento lo modificó sin querer (el mismo vaso con el hielo, pero tapado por una pequeña lámina que mantiene el hielo al nivel del borde del vaso),

Y…  si no le gusta la física porque en el fondo le tiene terror; si no desea adquirir conocimiento porque en realidad le aterra la idea de saberse falto del mismo; ó porque cree que le es suficiente beberse la coca – cola  ó la bebida del vaso para ser feliz , a quién le interesa lo que pasa con el hielo;  entonces, habrían respuestas diferentes a la que hemos definido como correcta.

 

Esta es la misma razón por la que la gente se equivoca, porque no hay conocimiento, ni experiencia,  o porque  habiéndola… hay  un componente que es preciso sumar “una historia, detrás de la historia particular psicológica ó sociológica de cada persona” que en conjunto influyen en  lo atinado ó equivocado de una elección.

Los que hemos atinado, para llegar al noajismo hemos pasado “sin duda” por procesos que involucran el conocimiento, la experiencia, el sobreponernos a lo que nos enseñaron,  romper paradigmas,  re – descubrirnos, y empezar por des – aprender lo mal aprendido.

De modo que si eres de éste pequeño grupo de noájidas consciente, prepárate, para hacer tu parte, para ser aquel que un día puede ayudar al otro a abrir los ojos, comparte conocimiento cuando  lo precises, pero si es el caso aprende a ser: el hijo, el amigo, el jefe, el maestro, el compañero, el tendero, el vecino…, la persona que el otro necesita cuando quiere ser escuchado, cuando quiere hablar, cuando en parte está luchando por salir de la celda psicológica ó social que le pusieron y que le hace ser incapaz de reconocer la verdad.

 

Aprende del Ego, de la comunicación auténtica, de tu identidad,  compártelo, vívelo, contagia a los que duermen… la ausencia de este conocimiento sigue esclavizando a multitudes.

 

¡¡¡Un abrazo queridos amigos, y que sepamos ser participes en la construcción de shalom!!!

“Y dijo Dios …”, lo que la ciencia llamó casualidad

 

Pensar en el  Universo, intentar imaginarlo  para luego llenarlo de  constelaciones, planetas, galaxias y  luego poner allí  la tierra,   como un punto; y sólo eso… “un punto” dentro del universo;  es como unir muchos pliegos de papel y con la punta  de un lápiz presionar sobre uno de ellos   y luego  decir:  “esa es la tierra”,  pero saber;  que en realidad, estaríamos limitando las dimensiones del universo a unos cuantos “pliegos de papel”.

 

Entonces para no verse tan limitados mejor mirar  la tierra sin intentar ubicarla dentro del universo, quizás lo que vemos ó creemos ver en su totalidad, un paisaje, la naturaleza, los animales, el hombre,… tal vez  así nos sentimos más potentes, más grandes,  pero luego bastaría con detenerse a mirar siquiera una sola cosa, para empezar a sentirnos nuevamente pequeños, limitados, casi que invisibles…  

Estamos rodeados de procesos y sucesos que hemos intentado explicar mediante conocimientos físicos, químicos, matemáticos, médicos, científicos, tradicionales, … y aun tenemos muchas preguntas, y sólo algunas respuestas, sin mencionar que  la vida del hombre cuenta con un tiempo tan corto, es tan efímero, tan transitoria su existencia que no alcanza para siquiera atisbar al conocimiento total, ó completo de  “una sola cosa” del mundo y del universo. 

 Y pese a ello el hombre dedica parte de su vida a encontrar la  “causa de las causas” y ofrecer respuestas comprensibles  a  lo incomprensible.

Pero el estudio de una ciencia, ó  de un área fuere cual fuere,  no nos hace genios, sólo nos hace humanos ya sea que encontremos respuestas ó no.  Humanos por el simple hecho de hacer preguntas  e intentar responderlas. 

La ciencia suele ofrecer explicaciones a  fenómenos y procesos que vistos con detenimiento, nos dejan con la boca abierta.  Y luego los describe, por medio de  leyes que nos hablan de “ una constante” en un proceso ó comportamiento,  que dista mucho de la casualidad.  Así por ejemplo “la ley de la gravedad”  no obedece a una casualidad, en la que unas veces las cosas caen y otras veces solo flotan. 

 

La magia, deja de ser magia cuando aprendes ciencia. 

 

La ciencia describe los procesos  de forma  lógica, ordenada, y  bajo ciertas condiciones, que finalmente producen magia.

El agua  es agua porque su composición obedece a una constante: un hidrógeno unido a  dos átomos de oxígeno, con un enlace característico, con una fuerza propia en sus enlaces, con resultados que otorgan propiedades únicas.  No hay otro compuesto que por “casualidad” se comporte de la misma forma.  Y  el  hombre aún no ha hecho, desarrollado, creado,  ó inventado algo nuevo que sea igual al agua, pero diferente. 

Es más; el hombre “no inventa”, solo descubre lo que ya existe, y luego le busca  aplicaciones.

Estudie  ingeniería química, y reconozco que lo aprendido no alcanza para explicar lo maravilloso de este mundo que va más alla de leyes, de conceptos, de definiciones,  el  conocimiento adquirido ha sido solo para re-conocerme, y re – conocer lo humanos que podemos ser,  tan pequeños  y a la vez tan grandes, tan perfectos en nuestras funciones, pero tan imperfectos en nuestras relaciones.    

“Y de la misma manera como la ciencia puede maravillarse al mirar lo extenso del universo, y lo complejo de lo atómico, también podría hacerlo al reconocer en ese despliegue de majestuosidad a Dios”.

Pero la ciencia no es más que una herramienta humana, que intenta fusionar la razón con la maravilla, mediante leyes humanamente entendibles.   Es gracias a  la multiplicidad de la creación, y a la genialidad de nuestro Hacedor,  al crearnos «iguales pero diferentes»…  que encontramos  quienes precisan de explicaciones complejas, de  largas sustentaciones,  de estudios mas ó menos profundos, específicos,  ó de mayor detalle sobre un tema,  y sólo para «descubrir» lo que fácilmente entenderíamos con los ojos del alma,  desprovista de conocimientos teóricos adquiridos, para percibir la «simpleza de lo complejo» y a la vez al artífice de la creación.

Y aquello que la ciencia llama casualidad, muchos lo llamamos Dios,  porque hay respuestas que llenan de sentido nuestras vidas, al reconocernos netamente humanos, pequeños en el universo, pero grandes  de la mano de nuestro Hacedor.

¡Un abrazo amigos! Y que seamos más que simples transeúntes por este hermoso planeta.