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EGO y Yo en la parashá Toldot

Estudiaremos un párrafo interesante de la parashá de esta semana.
Las lecturas pueden ser diversas, desde diferentes puntos de vista y con objetivos alternativos.
Yo quiero concentrarme en uno solo, una perspectiva cuya finalidad sea reconocer el EGO, su dominio, sus trampas y alguna estrategia de cómo desarmarlo.
No abordaré otras connotaciones, ni en el post ni en los comentarios que se sucedan luego.

La historia previa.
Al patriarca hebreo Itzjac y a su esposa Rivcá le nacen gemelos: Esav y Iaacov.
El primero es llamado así por su densa mata de cabellos, que lo recubren completamente.
El segundo es llamado así, en parte por haber estado asido al talón (akev) de su hermano al momento de nacer, en parte porque su personalidad es consistente (ikiv).
Esav, siguiendo el patrón de su nombre, es superficial, burdo, rudo, trivial, pasajero, activamente difuso.
Iaacov, es intenso, constante, no dice una cosa pero hace otra, se interioriza, le hinca el diente a los asuntos hasta compenetrarse en sus sentidos.
El primero es preferido por el padre, el segundo por la madre.

Llega el momento en el cual Itzjac quiere bendecir con los dones de la primogenitura a su primogénito.
Legalmente esos derechos son de Iaacov, quien en una transacción comercial absolutamente lícita los adquiere de su hermano.
Pero Itzjac no lo sabe.
Pero Esav no quiere respetar el contrato que él juró cumplir.
Por tanto, Iaacov tiene que actuar de manera controversial, en apariencia, para no ser perjudicado en su propiedad.
Esav sale a cazar un animal para prepararlo y dárselo a su padre, para que esté esté a gusto y le bendiga con los dones del primogénito.
En vez de declarar ante su padre su incompetencia como primogénito, Esav se calla y lo engaña.
Se consumará un robo, porque Itzjac es ignorante de la situación, porque nadie expresa lo que debe ser dicho.
¿Qué hacer?
Quizás lo mejor es entrar ante el padre y explicarle que Esav vendió sus derechos, los cambió por un plato de comida y ahora no hay lugar a quejas.
Quizás brindarle argumentos, evidencias, para hacerle entender a Itzjac que no cometa un error y permita a Esav robar lo que ya no le pertenece.
Pero nadie habla…
A instancias del consejo materno, se hará pasar por su hermano, se disfrazará de Esav. Poblará su lampiña superficie con rústico vello, se impregnará de olores campestres, se comportará de manera ruda para que su ciego padre crea que está en presencia de su otro hijo y le bendiga.
Sí, el consejo de la madre es engañar al padre…

El controvertido pasaje es:

"Y él (Iaacov/Jacobo) fue a su padre (Itzjac/Isaac) y le dijo: -Padre mío.
Él respondió: -Heme aquí. ¿Quién eres, hijo mío?
Iaacov respondió a su padre: -Soy yo; Esav [Esaú] [es] tu primogénito. He hecho lo que me dijiste. Por favor, levántate, siéntate y come de mi caza, para que tú me bendigas.
Entonces Itzjac preguntó a su hijo: -¿Cómo es que pudiste hallarla tan pronto, hijo mío?
Él respondió: -Porque el Eterno tu Elokim hizo que se encontrase delante de mí.
E Itzjac dijo a Iaacov: -Por favor, acércate y te palparé, hijo mío, a ver si tú eres mi hijo Esav, o no.
Iaacov se acercó a su padre Itzjac, quien le palpó y dijo: -La voz es la voz de Iaacov, pero las manos son las manos de Esav.
No lo pudo reconocer, porque sus manos parecían tan velludas como las manos de su hermano Esav, y lo bendijo.
Le preguntó: -¿Eres tú mi hijo Esav?
Él respondió: -Soy yo."
(Bereshit / Génesis 27:18-24)

Primero debes leerlo, entender lo que está sucediendo.
Reléelo las veces que consideres necesario, hasta que esté claro lo que se está relatando aquí.
Quien dice que cosa, que se está haciendo, que se esconde, que se dice, que se palpa, que se siente, etc.
Hazlo, por favor.

Vayamos a lo que queremos enseñar en esta oportunidad, y recuerda, no me desviaré para responder a otros importantes asuntos que surjan de la comprensión del texto sagrado.
Gracias.

Iaacov es símbolo del Yo Auténtico, es la sustancia, lo original, en sí mismo no trasciende pero es lo que conecta con lo real y trascendente.
Esav personifica al Yo Vivido, lo superficial, las máscaras, el adaptarse para sobrevivir, el producto del EGO ejerciendo su dominio sobre el ser.

Esav es quien pretende ser bendecido con los derechos del ser. Para ello argumenta que es lo que todos conocen, es lo que se manifiesta, es lo que uno es a partir de los mandatos y construcciones sociales/personales.
Esav, con sus groserías, con su rusticidad, con su inmadurez, con sus pataletas, con sus agresiones, con su torpeza, con su audacia, con su cobardía, con su urgencia para satisfacer sus apetencias, con sus “éxitos” sociales, con sus piezas cazadas, con sus artimañas, con sus religiones… ese Esav es el que se impone como el ser.
Pero, es un colcha armada de retazos, que recubre al auténtico ser.
Si bien no deja de ser verdadero, es él, en el fondo no es auténtico, porque no es la esencia incorruptible, porque no es lo que permanece del ser, porque no es lo que opera de acuerdo a patrones éticos y de construcción de Shalom.
Esav aparenta ser fuerte, porque agrede, porque es chabacano, porque es mal hablado, porque se rodea de amigotes, porque se aprovecha de los que considera débiles, porque es indócil; pero en la realidad es impotente, fláccido, miedoso, le aterroriza la vida y por ello usa sus máscaras de virtud e impiedad, para ocultarse, para ser otro, para aparentar fortaleza y destreza. Se vende como exitoso, pero es un fracaso.
Si Esav encontrará la armonía con Iaacov, si el Yo Vivido estuviera en sintonía con el Auténtico, ciertamente que la persona estaría en paz, dichosa, satisfecha, gozando del verdadero éxito y no de triunfos mordaces.
Pero Esav no está en paz con Iaacov, sino en pie de guerra.
Obviamente que tiene a mano justificativos, porque Esav es maestro en excusas. Por ello nunca es realmente feliz, ni vive, sino que pasa por la vida, en huida, en actuaciones como si el mundo fuera un gran teatro y el prójimo un público al cual fascinar para luego aprovecharse de él.
Esa es la vida miserable de Esav, del Yo Vivido que no encuentra el modo de desprenderse de la tiranía del EGO para pasar a convivir en equilibrio con su Yo Auténtico.

Iaacov, el Yo Auténtico, tiene que dejar de serlo cuando está en riesgo. Se disfraza de Yo Vivido, actúa como él. Se hace pasar por él.
Pero su voz, su interioridad, su esencia, es la misma.
Es su exterior el que cambia, el que se recubre de piel de animal, el que hiede a muerte.
Su esencia permanece pura.
¿No es doloroso que el Yo Auténtico deba sufrir ese exilio de su cualidad para no perecer a causa de la malicia del EGO?
Como dicen los Sabios, cuando la voz de Iaacov desfallece, es que las manos de Esav actúan.
Por tanto, es menester adentrarnos, conocernos, llegar a dejar de lado las astucias de Esav para encontrar nuestro Iaacov interior. Fortalecernos, comunicarnos auténticamente, ser buenos, ser justos, ser leales, dejar de lado las tretas de Esav, pero no para destruirlo, sino para encausarlo, dirigirlo, canalizar sus acciones para la construcción de Shalom.

Pero, si somos débiles, si permitimos serlo, entonces Iaacov se esconde, se disfraza de Esav, se pierde la chance de ser auténtico.
Si rechazamos conocer nuestro Yo Auténtico, entonces terminamos siendo solamente Yo Vivido.

Iaacov debe hablar con su padre, plantearle las cosas, sin camuflajes.
Usar la Comunicación Auténtica y no los modos propios del EGO.
Tal es la tarea que debemos aprender.
No es fácil, en ningún lado se prepara a la gente para buscarse y encontrarse. No hay escuelas, aún, que enseñen a valorar el Yo Auténtico, entrenar el Yo Vivido, andar por los caminos de Luz del Eterno.
Por esto, andamos en exilio.
La humanidad está en una diáspora oscura, porque andamos como dormidos, entre ilusiones, llenándonos de vanidades, adorando ídolos, corrompiendo el mundo.
Es la falta de armonía entre nuestras instancias yoicas que se materializa en lo que acontece en el mundo.

Es hora de dejar de ser Esav, de presentarse como él, de hacerse pasar por él.
Es hora de saber nuestra médula, amarnos, conocernos, cuidarnos, ser Iaacov, en paz y trabajo en conjunto con Esav.

Bulliying -acoso-

Como en (casi) toda conducta negativa, también en los acosadores u hostigadores encontramos al EGO en la base de su acción perversa.
Esta gente típicamente está movida por su necesidad de reasegurarse ante sus propias inseguridades, de amurallarse para no sentir sus miedos, de hacer de cuenta que son fuertes y competentes cuando en verdad se sienten sumergidos en impotencia e incapacidad.

La senda saludable para dejar de lado estos terrores sería desarmar las trampas del EGO, hacer luz sobre los puntos oscuros, salir de la celdita emocional en la que está encerrada la mente, hacerse cargo de su vida, todo lo que sea oportuno para ser pleno en la multidimensionalidad.
Pero, desde lo más primitivo se opta por la senda enferma, la que encadena, la que empobrece, la que maltrata, la que se aprovecha de los objetivos vulnerables, la que victimiza, la que violenta, la que da excusas, la que miente, la que fantasea, la que es religiosa aunque destrata a la imagen de Dios que hay en cada persona, actúa de todas estas maneras para crear una imagen falsa de superioridad, una irrealidad de poder que sirve para compensar los verdaderos sentimientos del acosador.

Su conducta maliciosa expone las debilidades, reales o inventadas, de otro, para de esa forma escapar a tomar contacto con sus propias carencias.
Ignorando su ser, centrándose en maltratar a otro, es como no se hace frente a sus verdaderas dificultades, ni emprende acciones valederas para superarlas.
Así, conducido por el EGO, el acosador es atraído por individuos que parecen emocionalmente inseguros, o que no han desarrollado lazos sociales robustos.
Al enfocarse en aterrorizar a esta clase de víctimas, se sigue en la ignorancia de su propia debilidad, se rechaza cualquier posibilidad de sanar y ser mejor.
Entonces, no es de extrañar la saña con la que actúan los acosadores, su constancia en la maldad, la crueldad con la que operan, la insensibilidad, el indisimulado regocijo con el dolor sufrido por sus víctimas. Tampoco resulta extraña la mentira, la falsedad, el aplomo para negar lo evidente.
Es un gran acto de tortura que emana de la propia impotencia, se aprovecha de la debilidad ajena, y ahonda en la propia impotencia pero con disfraz de poder y dominio sobre la víctima.

Ciertamente alguien equilibrado, que tiene al EGO sometido y no es esclavo del mismo, difícilmente adoptaría un estilo de vida de hostigamiento.
Se resolverían los conflictos de otra manera, se buscaría la construcción de Shalom y no la destrucción del que se presenta como indefenso o carente.

Tengamos esto presente, puesto que el bullying está siendo una plaga actual, en todos los estratos sociales, doquiera que fijemos la atención.
Está generalizada y bastante emparentada con la tremenda ola de violencia, inseguridad, crímenes, marginalidad, decaimiento que se ha apoderado de la humanidad.

Advertimos que un acosador raramente apunta su artillería en contra de un niño (en realidad persona de cualquier edad) que es genuino, armonioso, confiado, con una autoestima saludable.
Es que los acosadores en el fondo (y ni tanto) están intimidados por la onda positiva que emana desde el centro de la personalidad de un individuo saludable.
El hostigador rehúye confrontar con alguien que se planta firme en su identidad, que se conoce, que se valora, que no se inventa disfraces para huir de quien es.
El hostigador le teme al que está confiado y seguro y que desprende un aura de poder.
Porque el EGO del acosador sintoniza con el EGO de las víctimas, para someter impotencia con impotencia.

Entonces, cuando queremos vencer a un hostigador, quizás no debemos centrarnos en aprender llaves de artes marciales, o sacar mucho músculo, o adquirir habilidades de esgrima verbal, o salir corriendo a esconderse detrás de la autoridad. Todo esto podría llegar a ser útil y necesario, pero no es lo esencial.
El poder es lo esencial.
Quitar el dominio del EGO sobre nuestra vida.
Reconocer las cáscaras y las máscaras que recubren nuestro Yo Auténtico, para no confundirnos y pensar que somos eso.
Descubrir la potencia infinita de nuestro Yo Esencial.
Desarrollar a pleno nuestra multidimensionalidad.
Aprender a conocernos, para querernos y cuidarnos.
Dejar al EGO como un siervo y no más como el tirano que está gobernando nuestra existencia.

No es tarea sencilla, nunca lo es.
Pero tampoco es imposible.

Hemos ido brindando diferentes técnicas y herramientas, te aportamos de conocimiento y teoría, todo ello está a tu disposición para que construyas Shalom de dentro hacia fuera.

También es bueno que ayudes a tus hijos a desarrollar el sentido de su valor, que aprendan a confiar, que estén preparados para comunicar y no para ocultar, que sepan que son bellos aunque imperfectos, que entiendan que caer es normal y que levantarse es lo que realmente cuenta.
Dales cariño, márcales los límites necesarios y saludables, delimita lo que es bueno de lo que no lo es.
Aprende y enseña a que confíen, a que hagan, a que enfrenten con determinación, a que expresen a través de la Comunicación Auténtica.

Cuando la persona está en armonía, ha construido una base sólida de Shalom en su interior, no se altera por las ofensas… ¡es que ni siquiera las siente como ofensivas!
Sabe promover la justicia, porque dar la otra mejilla a veces es apropiado, pero siempre es de sometidos al EGO.
Sabe responder con silencio, frialdad o acertada puntería a las agresiones, de acuerdo a lo que fuera provechoso en la ocasión.
No se desestabiliza por los ataques, porque se sabe sólido como una roca, flexible como agua, veloz como viento, acertado como pulso de cirujano.
Una persona así no es movida por las agresiones del acosador, quien no se mete con él, quien escapa ante su presencia que irradia autoridad.

Enseña a tus hijos a valorarse, no solamente con palabras, sino a través de tu conducta.
No los debilites metiendo el dedo una y otra vez en sus llagas de impotencia.
No te asocies, o subordines a su EGO, para no dejarlo en estado de inoperancia a tu hijo.

Recuerda que todos, todos, somos hijos de Dios, no importa lo que se haga o se crea.
Por tanto, hasta el acosador es uno, un hermano.
Pero, está encarcelado a su EGO.
Si bien los problemas los genera el acosador, no es a él a quien tienes como real enemigo, sino al EGO.
El acosador está haciendo daño, y debe ser detenido sin más. Aunque sabemos que en el fondo es un desgraciadito, un pobrecito, un lisiado emocional. Esto no es excusa para dejarle operar con su acostumbrada perversión, pero sí es una herramienta más para no caer en las trampas del EGO.

Me encantaría saber tú opinión, anécdotas, ideas, etc.
Hasta luego.

Comunicación Auténtica en la pareja

La vida en pareja conlleva momentos de tensión, es (casi) inevitable.
No importa el tiempo que estén juntos, años o días, eventualmente llegan las discusiones.
Cualquier circunstancia, comentario, gesto, opinión, olvido, recuerdo, especialmente lo que objetivamente es banal, servirá como chispa para encender el polvorín.
El motivo en sí que provocó la explosión queda en un segundo plano, pues seguramente detrás hay una cantidad importante de resentimientos, silencios, cosas no dichas, vergüenza, miedo, orgullo, venganza, que se ha ido acumulando y que aprovechan esta oportunidad para saltar sin control.
Cuando eso ocurre, en sí ya nada importa, sino vencer, tener la razón, derrotar al otro, tener la última palabra, poner al otro en su lugar, etc.
Esto es realmente dañino, lacerante, enfermizo, pero tan cotidiano que hasta lo vemos como normal.

Por supuesto, es EGO, son tretas para manipular, son disfraces, es una vida ilusoria.
El asunto es comprender que de continuar actuando así, la vida pasa sin sentido, en dolor, en miedo, en oscuridad.
La cuestión es tomar las riendas y proponerse realizar cambios, no en el otro, sino en uno mismo, para que no sea desde el EGO que se relacione con la pareja, sino que se conecten a través de la comunicación auténtica.

Sometiendo al EGO no eliminará las discusiones, pues éstas estarán presentes, pero ya no como una guerra sucia, sino como un modo maduro de exponer las diferencias que son esenciales a nuestra condición humana.
Somos diferentes, fuimos criados diferentes, tenemos diferentes puntos de vista, diferentes metas, creencias, ideas, valoraciones, etc., y es excelente que así sea. Por tanto, habrá discusiones. Lo interesante es aprovecharlas para crecer individualmente y como pareja, y no como cuadrilátero de boxeo.

No es fácil, pero merece el esfuerzo.
Habrá caídas, no siempre se estará a tono, alguna vez te saldrás de la línea, pero estos traspiés son parte del proceso de aprendizaje.
Usar las fallas como excusa para no hacerlo, es fracasar antes de comenzar.

Entonces, ¿cómo podemos hacer para que las discusiones de pareja sean beneficiosas?

Para comenzar tengamos bien en cuenta, siempre, en toda relación humana, que lo que no se comunica auténticamente termina siendo expresado por medio del conflicto .
Ante esto, creo que un buen primer paso es identificar la razón que realmente está generando la discusión.
Pongamos un ejemplo para entender esto.
Ella te pide algo AHORA, tú dices sí pero luego. Ella dice AHORA, tú dices sí pero luego. Ella insiste que es AHORA, porque ella lo quiere AHORA. Entonces tú te enojas y fuera de tono le indicas que lo harás pero cuando tú puedas, que no es ahora y que no siempre las cosas tienen que ir al ritmo que ella quiere imponer.
Ella retruca, dice que él siempre deja las cosas sin hacer y que por ello tiene que ser AHORA.
Él responde que eso es mentira, que le diga cuál cosa ha dejado de hacer, que las cosas no van al ritmo que ella quiere, porque ella siempre quiere todo AHORA, no es capaz de considerar los tiempos y ritmos de los otros, especialmente los de su marido.
Gritos van, gritos vienen. Se sacan a relucir viejos desacuerdos, cuestiones que poco tienen que ver con lo que está aconteciendo en este momento. Alguno que insulta, otro que golpea una puerta y así…
Quizás te suene conocido.
Tal vez te ha pasado algo parecido alguna vez.
Cuando ya estás dentro de la rosca es difícil pensar con calma, apaciguar en vez de confrontar.
Por ello, antes de meterte en este baile triste recuerda que la pelea no es por lo que están peleando, sino por lo que está en la sombra y no se ha comunicado auténticamente.
Entonces, procura encontrar y delimitar qué es lo que está pasando en la zona oscura, aquella que no está siendo comunicada y que se expresa por medio del conflicto.

Probablemente en el fondo de todo está el EGO, que usa el miedo, el sentimiento de impotencia, la manipulación, como sus herramientas habituales.
Pero, no nos quedemos con la respuesta armada, con la que ahora te estoy dando. Aunque sea cierto que el EGO está manejando los hilos, busca y encuentra qué es lo que no se ha dicho, lo que se ha ocultado, la mugre bajo la alfombra que provoca el tropezón actual. Porque esa gotita que rebalsa el vaso no es la causante del derrame, sino la última cosa añadida que ha precipitado la reacción negativa.
Así pues, toma tu tiempo, medita, indaga, sé sincero, ve qué es lo que está trascurriendo por detrás.
Cada uno, cada cónyuge, es el encargado de hacer este análisis personal, porque no podemos ir presuponiendo qué está pasando en el otro, sino tan solo tratar de conocernos a nosotros mismos.
Si la confianza está firme, si ya no hay ánimos de conflicto, si el rencor, la venganza, la vergüenza, etc., están de lado, entonces pueden atreverse a bucear juntos e ir descubriendo qué es lo que desde el silencio se expresa con el conflicto.

Como ves, es indispensable conocer y aplicar la Comunicación Auténtica.
Te sugiero que encuentres en este sitio todo lo que tenemos publicado al respecto, lo estudies y empieces a vivir según este principio rector.
Básicamente las pautas son:

  • Ser sinceros, en la máxima medida de lo posible.
  • No a la agresión. Ni para un lado ni para el otro.
  • Ser simples, concretos, específicos, claros, sin rodeos.
  • No presuponer, no prejuzgar, no dejarse llevar por impresiones o supuestos. Preguntar, preguntar, preguntar.

Parece un sistema muy rústico, poco sofisticado… ¡lo es!
En ello radica su belleza y su efectividad.
No es con remilgos, palabrería, filosofía, mística, o largas y sesudas sesiones como se destraba el poder del EGO, sino con un trabajo firme, preciso, directo.
La Comunicación Auténtica –CA- es una herramienta esencial.
Entre otros motivos, porque no le da chance al EGO de jugar con excusas, con manipulación, con agresiones, con fantasías perjudiciales.
Claro, de tan fácil, de tan práctico, da miedo usar esta espectacular herramienta.
Por ello es necesario animarse y entrenar, en cada circunstancia, con quien sea, en donde sea.

A partir de las pautas de la CA podemos darnos cuenta de otro error típico en las discusiones de pareja (y en cualquier otra): tratar de ganarlas a como dé lugar.
Por tanto, que la meta sea comunicar, encontrar la sintonía, fortalecer la relación, zanjar las diferencias de modo que ambos ganen.
Porque, cuando uno gana y el otro pierde, ambos pierden. Pierde el matrimonio y la familia.
Así pues, no quieras tener la última palabra, no pretendas ser el vencedor, no busques humillar o dejar mudo al oponente, porque solamente encontrarás la derrota.
Usa la CA, comprende que es el EGO de cada uno el que está conduciéndolos, quita el poder al EGO (porque ciertamente el EGO es impotente, solamente comanda porque tú le das autoridad).

Relee las pautas de la CA y encontrarás el respeto en ellas.
No agredas, trata con respeto aún en la diferencia, no te acalores, no eleves la voz, cuida tus gestos, reduce la agitación, no permitas el insulto –ni tuyo ni de la otra parte-, trata al otro como quieres ser tratado.
Dale tiempo para que exprese sus ideas, sentimiento, etc.
Como no quieres ganar la discusión sino hallar el camino para la paz, no estarás corriendo para tapar lo que la otra persona dice, sino que escucharás, admitirás su punto de vista aunque no estés de acuerdo, le dirás que admites lo que dice pero que tú sientes o te parece de otra forma.
Si el otro está alterado, tú automáticamente entrarás en un estado de alteración, es natural, está en nuestra neurología. Entonces, aparátate, cuenta hasta diez o cien, sal a tomar aire, toma agua, cállate hasta que la agitación automática pase, haz algo o deja de hacerlo, pero no respondas. Son solamente segundos que deberás controlar, porque es lo que dura –habitualmente- la respuesta automática-instintiva. Luego, podrás tener una actitud mucho más saludable y llevar la discusión hacia un puerto seguro.
Te repito, no es fácil, precisas entrenar, estar consciente, saber que fallarás eventualmente, tener el conocimiento de los procesos, y trabajar en ti y en la relación.
Un buen recurso es ponerse como observador externo y juzgar lo que estás diciendo o cómo estás actuando, ¿es así como quieres ser visto y valorado?

Como la intención no es ganar, ni doblegar, ni derrotar entonces es lógico que no pretenderás forzar al otro a hacer lo que no quiere o no puede.
Estás en tu derecho de decir lo que no te gusta, siempre y cuando sea bajo los parámetros de la CA.
Puedes pedir también aquello que quieres o necesitas.
Pero no ejercer presión, amenaza, extorsión, violencia para alcanzarlo.
Exprésate, mejor comunícate auténticamente, pero no esperes del otro nada… ni siquiera que se comunique auténticamente contigo…
Por ahí el otro no quiere o no puede cambiar, o no quiere o puede acceder a nuestro requerimiento. Quizás somos nosotros los que podríamos reevaluar nuestro pedido y considerar si es válido, necesario, oportuno, conveniente, etc.
Además, tal vez es cuestión de tener paciencia, porque el otro tal vez precisa procesar la información, los cambios, etc.
Así pues, expresemos pero sin esperar nada a cambio.

Además, fortalezcamos la relación.
Las disputas corroen, hieren, laceran, cansan, desgastan.
Aunque seamos prudentes, cada golpe deja su marca.
Hagamos nuestro esfuerzo para traer belleza a la relación.
Que si preparas una rica comida, que si le das un obsequio, que si traes flores, que si le haces reír, que si invitas a la suegra a comer a casa, lo que sea bueno para la pareja, hazlo.
No pierde nadie, ganan todos.

Por supuesto, pedir perdón sinceramente y perdonar completamente.
Si sabes que no eres perfecto, admitirlo no te rebaja sino que te enaltece.
Ser responsable ante tus fallas no te desmerece, te hace mejor.
Ser comprensivo con las torpezas del otro, no es un acto de misericordia, sino de construcción de Shalom.
¿De qué te vale llevar una agenda con cuentas pendientes que al final serás tú el que pagará con dolor?

Como última idea que te dejo, aprovecha esas crisis para sacar algo positivo y mejorar no sólo la relación sino también a ti mismo.
Que sea de enseñanza, para no caer en idénticos errores mañana.
Que sirva para descubrir lo que está silenciado y no se ha comunicado.
Que se vuelva una herramienta de perfeccionamiento y no de destrucción.
Nada fácil, muy lindo decirlo y escucharlo, pero nada fácil.
Sin embargo, es posible, depende de que ambos estén de acuerdo en hacerlo.

Por tanto, no te guardes esta valiosa información para ti.
Compártela, estúdienla juntos, diseñen alguna estrategia para que vuestra futura discusión sea bajo los términos de la CA… ¿lo harás?

Ahora, cuéntame ¿cuáles te parece que son las causas más frecuentes que llevan a una pareja a discutir acaloradamente?
¿Qué excusas dan para seguir juntos?
¿Qué puedes compartir de lo tratado en este post?
Gracias.

Pureza de corazón

Hace un tiempo atrás les había hablado del valor fundamental de la gratitud, y por consiguiente, el tremendo escollo que supone la ingratitud para el desarrollo personal y colectivo. (Te sugiero que antes de continuar con este post, te tomes unos instantes para releer aquel otro, comprenderlo, comentarlo, encontrar los puntos de tu atención).

Quiero mencionarlos brevemente hoy otro de las piedras de tropiezo en el camino del crecimiento y la plenitud: el rencor.

La contracara del rencor es la capacidad de perdonar sinceramente y su complemento es el arrepentimiento auténtico.

Debes tener muy en cuenta que uno de los 613 mandamientos para los judíos es “no guardar rencor en el corazón”.
Otro es “no vengarse”.
Ambos mandamientos son reglas de vida provechosos y accesibles para todas las personas, no solamente asumidos como mandamientos para los judíos.
Es decir, cada noájida que así lo desee puede tomarlos para sí, vivir con ellos, porque son conductas éticas, beneficiosas para la persona, para la sociedad, para el entorno.
Aunque no son mandamientos noájicos fácilmente pueden enlazarse con el fundamento de “no asesinar”, también con el de no “no robar”, puesto que el rencor y la venganza suelen llevar a tragedias, a veces incluso con la costo de vidas humanas, pérdidas materiales, entre otros dolores derivados.

Antes de avanzar, delimitemos qué entendemos por guardar rencor, y qué por venganza.
Ejemplo de rencor:

  • Juan le pide a Pedro un utensilio.
  • Pedro se lo niega.
  • Al otro día Pedro es quien pide a Juan un utensilio.
  • Juan se lo da pero agrega un comentario del estilo: “Para que veas que yo no soy como tú, yo sí presto”, o algo parecido.

Ejemplo de venganza:

  • Juan le pide a Pedro un utensilio.
  • Pedro se lo niega.
  • Al otro día Pedro es quien pide a Juan un utensilio.
  • Juan NO se lo da y quizás agrega un comentario del estilo: “Tú no me diste, ¿cómo tienes el coraje de venir a pedírmelo ahora?”, o algo parecido.

Con lo que fuimos aprendiendo del EGO, rápidamente podemos reconocerlo detrás de estas oscuras actuaciones.
Te lo explicaré bien brevemente, pues no es el punto central de nuestro post actual.
Pedro hizo sentir impotente a Juan, le negó algo que él solicitaba. Le puso un límite que probablemente no esperaba. Lo frustró en su deseo. Le hizo ver que no tenía el poder sobre Pedro ni sobre la propiedad de Pedro. En resumen, Juan estaba enfrentando una situación de impotencia real y magnificada por su EGO.
No sabemos la historia previa, pero podemos suponer que Pedro no estaba negando el servicio de manera maliciosa, sino por sus propios intereses válidos.
Entonces, Juan, el que experimentó impotencia a causa de Pedro, cuando al otro día se siente en situación de poder, lo quiere ejercer, pero no desde la postura de construir Shalom (ser realmente espiritual), sino desde el EGO.
Su corazón se nubla con el deseo de tomarse la represalia, de hacer sentir mal al otro, de darle una cucharada de amarga impotencia. Guarda rencor, porque es el EGO el que susurra desde sus entrañas y domina su corazón.
Es su EGO el que lo lleva a la acción negativa, a la venganza.
Si no fuera EGO el que estuviera manipulando, las respuestas hubieran sido otras, pacíficas, armoniosas, conciliadoras, de verdadero ejercicio de poder, con autoridad y no con autoritarismo que es propio del EGO.

Así pues, romper el yugo del EGO, al no guardar rencor y al no vengarse, es sin dudas un excelente consejo de vida, que alcanzaría una importancia esencial en sí mismo, más allá de ser prescrito por el Eterno como mandamiento para los judíos.

La persona que atesora los malos sentimientos, que los acumula como si fueran monedas de oro, que no los libera correctamente, se afecta a sí misma en primer lugar. Se llena de malestar, de pensamientos nefastos, de dificultades para relacionarse con el prójimo, de fatigosas tareas que no conducen a ningún beneficio.

La manera de erradicar el rencor del ser, es por medio del sincero perdón; es decir, de equilibrar las cosas, de liberar las cadenas, de fomentar el bien, de buscar el imperio de la justicia.
Y no existe perdón sin auténtico arrepentimiento, sin reconocimiento del error, sin la decisión de luchar en contra de los hábitos perjudiciales, sin la determinación de restituir el orden que se ha quebrado con las acciones negativas.

Despoja al EGO de sus trucos, quítale sus juguetes de distracción, no te dejes convencer por las excusas que fácilmente inventa el pensamiento esclavizado al EGO.
Cuando justifiques una mala acción, date cuenta de que es mala, de que es producto del EGO, que en definitiva lleva a la destrucción, al dolor.
No solo de otro, sino de ti mismo.
Acuérdate que el EGO se presenta como un salvador, como un dios bondadoso, como un dios dispuesto a morir por tus pecados, pero en verdad es un tirano perverso, un ídolo sin poder pero con gran astucia para confundir, sembrar caos, mentir, perturbar, dañar porque se le da permiso de hacerlo.

Si guardas rencor, si tu vida se ha petrificado por hechos reales o ilusorios del pasado, si no ves la luz pues tienes oculta tu visión por los humos del mal sentimiento, si no encuentras la clave para la felicidad por rumiar el estiércol agrio de la venganza; ¿no crees que estás desperdiciando los irremplazables instantes de tu valiosa vida?
Estás en tu celdita mental, tus barrotes los has puesto tú mismo, y tú eres quien puedes romperlos y salir.
Si es que te animas.
Pero… no lo harás… es más cómodo seguir en la cárcel, justificarte, intelectualizar, armar teorías, echar culpas, manipular, hacerte el tonto, ser religioso, confiar en diositos redentores, todo es más fácil, hasta odiar, con tal de no hacerte cargo de tu vida.

Si el rencor es lo que te posee, tú no eres el amo de tu vida, sino que permites ser manipulado como marioneta en un tonto juego sin sentido, que siempre termina en soledad, desamparo, dolor, muerte.
Sí amigo, así es.
El rencor, la venganza, el juego de tramar historias perversas, siempre termina mal.
Porque es el EGO el que comanda.

Tenlo presente, y mientras aprendes a agradecer, aprende a perdonar sinceramente.
Es un consejo de amigo, de maestro.

(Elaborado a partir de un viejo texto de mi autoría en: http://serjudio.com/exclusivo/cterapia/sin-rencor)

Salir de la timidez

El EGO está detrás de la timidez extrema.
Ésta se constituye en un verdadero obstáculo que puede dificultar nuestro progreso multidimensional.
Su función es asilarte del mundo, empequeñecerte, hacerte desaparecer, que te vueltas invisible, que seas nadie.
No debe confundirse con la modestia, también conocida como humildad, que es el saber el lugar propio en el mundo, con los defectos y virtudes personales, y actuar en consonancia.
A diferencia de la modestia, la timidez es negarse, desconocerse, rechazar el contacto, sumergirse en pensamientos y creencias oscuros e irreales, que te separan de la realidad, de los otros y de ti mismo.
Por supuesto que hay grados, pero todos comparten la misma meta, el mismo origen, similares procedimientos, con mayor o menor énfasis o gravedad.

Como te he dicho, es el EGO quien manipula desde las sombras, desde lo más profundo de tu cerebro, para que vivas de esa manera.
Es su estrategia para dejarte estancado por sentirte impotente, que no te conozcas en tus reales dimensiones, para que de esa forma sigas dependiente de su falso abrazo salvador, de su mentirosa proclama de salvación.
Porque cuento más hundido en el sentimiento de impotencia, más fácilmente el EGO toma el control de tu vida.
Si tú sientes que no caes bien, si no te animas a esbozar la menor crítica, si no sabes lo qué decir, si no puedes pedir ayuda, si juzgas que si te equivocas –aunque en una cuestión mínima- eres un fracasado o se reirán de ti, si dices a cada rato “no sé” o “no puedo” y ni siquiera haces un poquito de esfuerzo para saber o poder, si te escondes, si te encierras, si te quedas en soledad, si pasan a tu lado como si no existieras, si sufres por todo esto o ya te has acostumbrado a esta tortura, estás evidentemente sumergido en el océano de la impotencia, bajo el mando del EGO.

Por ahí a veces se te ocurre alguna excusa, te justificas de tal o cual manera, encuentras que como nadie te comprende mejor no hablas, como nadie te lleva el apunte mejor ni te apareces, como ya sufriste de que te rechazaran mejor te autoexcluyes, y así vas inventando una tras otra excusas, o das siempre la misma, o hasta ya te cansaste y ni siquiera precisas decir más que “soy tímido”.

Aunque te parezca imposible, o innecesario, o ridículo, o lo que fuera, debes tener presente la necesidad de pedir ayuda para salir de esta situación. En realidad, no solo pedirla, sino también aceptarla y hacerte cargo de tu parte para salir de esta prisión que desde tu interior te has impuesto.
La gran mayoría de los psicólogos no manejan el concepto de EGO (todavía) como nosotros lo hacemos, pero igualmente tienen a disposición herramientas y técnicas para ayudarte. No sigas perdiendo el tiempo, pues estás malgastando tu tesoro más precioso, que es tu vida.
En vez de dar excusas huecas, es hora de ponerte en marcha para salir de esa prisión que te has construido, quizás con ladrillos y barrotes que otros te han dado, pero que tú te has construido con tu timidez.

Por supuesto que puede haber personas que son menos activas, menos sociables, menos comunicativas, y que no padecen de timidez patológica, sino que su estilo de ser es más bien reservado, lacónico, etc. Esto es aceptable, por supuesto. No todos somos iguales ni debemos actuar de forma idéntica.
Pero, la timidez extrema, la que paraliza, obtura, inmoviliza, impide el crecimiento, esa es necesario reconocerla y desactivarla, pues detrás de ella siempre está el EGO ejerciendo sus influencias nocivas.
Piensa esto, si tu eres callado, no vas a reuniones, no conversas, etc., porque en el fondo –o no tanto- te das cuenta que tienes miedo a: el fracaso social, al rechazo, a la soledad, a equivocarte, a parecer tonto, a que te crean loco, a decir algo desubicado, a no parecer exitoso, a quedar en desventaja por tus ideas, a la vergüenza, entonces, allí está el EGO operando para someterte.

Te daré ahora unos pequeños consejos para ir saliendo de la prisión de la timidez (pero recuerda solicitar ayuda especializada, dado el caso).

  • Conoce y aplica la comunicación auténtica en toda ocasión. Aunque tengas excusas para no hacerlo, hazlo. Las excusas se inspiran en el EGO y es a éste a quien no queremos más como tirano en tu vida.
  • Uno de los principios de la comunicación auténtica es no prejuzgar. En este sentido, debes saber que es imposible que interpretes correctamente y sin errores el pensamiento del otro a partir de sus gestos, de alguna palabra, de su expresión facial, etc. Podrías suponer, sacar conclusiones y estar por completo fuera de foco.
    Al tener conciencia de lo limitado de tu capacidad de apreciar sin errores, lo indicado es que preguntes, con tacto, con respeto, con amabilidad, pero no que te quedes con la idea de que tienes el conocimiento y te manejes a partir de ese prejuicio.
    Muchos tímidos optan por guardar silencio, por esconderse, por huir, porque presuponen intenciones, ideas, creencias, etc. en el otro, cuando quizás todo fuera absolutamente diferente de lo que está prejuzgando.
    Lo mejor, aunque cueste, es preguntar.
  • Como vimos, entre la timidez y el EGO están los miedos, muchos de los cuales se resumen al de fracasar, al de cometer errores.
    Aceptar que somos falibles, que podemos fallar, que no nos hace peores el ser imperfectos, es esencial para dejar de lado el mecanismo de la timidez.
    Por supuesto que tampoco sirva de excusa para ser perezoso, descuidado, irresponsable, si igual todos nos equivocamos… ¡no! Tú haz tu parte, plenamente, cabalmente, con todo, para que el éxito sea posible, pero ten presente que el resultado final no depende solamente de ti.
  • Tienes derecho a disentir, a contradecir, a no estar de acuerdo, a pensar diferente, a no gustarte algo, a tener ideas propias, a cambiar de parecer, a no decir “amén” a todo. Tienes derechos, aunque el EGO y otros que te quieren manipular te los nieguen.
    Claro que el que se escuda en la timidez propondrá mil excusas que parecen inteligentes para no decir, es más, para ni siquiera pensar algo que pudiera ponerlo en contrario a otros. Entonces, deja de luchar contigo mismo, no te esfuerces en hacer algo que te duela, pero tampoco dejes de hacerlo.
  • Hablar en voz alta, casi gritando, con seguridad, proyectando el aire las palabras, con gestos fuertes, pero sin agresiones, sin faltar el respeto, sin quebrar límites, eso dará seguridad. En principio externa, como sentida forzada, pero que se irá convirtiendo en parte de la manera habitual de comunicarse.
  • Así como tú eres imperfecto, tienes dificultades, dudas, temes, te escondes, también los otros.
    Reconoce el Yo Auténtico detrás de las máscaras.
    Reconoce las máscaras y aprécialas en su rol. Las máscaras ocultan, pero también revelan.
    Encuentra la sintonía para ti y para estar con el prójimo.
  • No juzgues (no en el sentido falsamente espiritual, de los religiosos), no te dejes llevar por el EGO.
    Deja de pretender controlar aquello que no puedes controlar.

Quisiera oírte a ti.

Resp. 1046 – cuando Dios volverá a nosotros?

juan lira nos consulta:

buenas noches, gracias por recibirme; saludos y mi deseo de paz.
1- respetado maestro; siento una nostalgia muy grande;
2- es como si ya nada me importara de este mundo,
3- comprendo que hemos faltado el respeto al creador de muchas maneras y el se ha alejado,
4-  tambien hemos faltado mucho el respeto a nuestro projimo.
5- ¿volvera pronto Dios a nosotros ?
6-  ¿terminaran nuestras desventuras?
7- ¿que hacemos mientras para sobrellevar esta nostalgia o tristeza que nos invade por dentro?
gracias por sus respuestas y s
juan lira navarrete, 42 años, conductor profesional, santiago de chile

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Si quieres cambiar al otro…

En nuestras relaciones con otras personas podemos actuar de un modo EGO y de un modo espiritual.

En modo EGO se ponen en contacto nuestro Yo Vivido con el Yo Vivido del otro. Nuestras máscaras son las que transan, negocian, dependen, imponen, manipulan, presionan, etc.
En este modo nuestra intención es obtener beneficio egoísta, sin considerar al otro en su esencia, puesto que tampoco tomamos en cuenta nuestra esencia e identidad real.
Por tanto, haremos y dejaremos de hacer según valoremos alcanzar alguna ventaja, sea consciente o inconscientemente.
Entre sus actitudes típicas podemos mencionar: pretender cambiar al otro, quejarse, demandar, exigir, agredir, esperar que el otro dé respuesta a nuestros deseos, depender del otro, rehuir la responsabilidad, echar culpas, ofenderse, ofender, llorar, todo lo que sea oportuno para recibir aquello que pretendemos.
Por supuesto que como detrás está el EGO, la insatisfacción está siempre asegurada, puesto que el EGO es egoísta pero al mismo tiempo sádico.
Te sume en el sentimiento de impotencia, aunque te haga actuar con aires de omnipotente o de prepotente. La mente, muchísimas veces es peón del EGO para elaborar excusas y maniobras para reducir a la persona a la esclavitud, para generar o amplificar conflictos, para empantanar a la persona en sus miedos e inseguridades.
Visto lo cual, el modo EGO sería mejor evitarlo, cuando se toma conciencia de su presencia y accionar. Sin embargo, es el modo casi permanente de las relaciones entre las personas.

El modo espiritual se podría decir que es la antípoda del anterior. Se crean vínculos y no solamente relaciones o contactos. Las máscaras están, pues forman parte de nuestra identidad total, pero es el Yo Auténtico a través de ellas que se conecta con el Yo Auténtico del prójimo.
La finalidad no será egoísta, sino altruista, en donde se intenta que todos obtengan ganancia minimizando los perjuicios.
Todo tipo de manipulación queda de lado, se reduce al mínimo posible las fricciones y malos entendidos puesto que se emplea la Comunicación Auténtica, en la medida de lo posible.
No se trata de cambiar al otro, sino de perfeccionarse a uno mismo. El cambio del propio ser resulta en un cambio de la percepción del entorno y también en un cambio real de los demás. Pero esa modificación de la conducta ajena no es la meta deseada, ni se hace el trabajo de cambiar uno para cambiar al otro, simplemente es un fenómeno que se da por sí mismo.
Tampoco hay quejas, ni dependencia enfermiza, ni esperanzas de obtener algo del otro, sino que hay compromiso, trabajo, responsabilidad, aceptación, perdón, respeto. Por supuesto que las opiniones pueden y serán diferentes, que los pensamientos no convergerán, que habrá discusiones, pero no serán con el propósito de vencer al otro, de derrotarlo, sino para alcanzar lo mejor posible la Verdad.
Somos humanos, por tanto limitados en nuestras capacidades, falibles, a merced del EGO incluso aunque estemos en el camino de la superación constante. Por ejemplo, si hay una interferencia en la comunicación, si la comprensión de un postulado se afectó por algún ruido de fondo o alguna deficiencia de los sentidos, estaremos en un lapso de no comunicación. Se da esto por causas que no son responsabilidad de ninguno, pero lo que hacemos con nuestras deficiencias o limitaciones sí es de nuestra incumbencia.

La intención de vincularnos desde el modo espiritual es que las persona trascienda las imágenes de la mente, las creencias, los preconceptos, las suposiciones, los prejuicios, los engaños multifacéticos del EGO, las apariencias, los deseos, para convivir en una realidad superior, que abarca todas las dimensiones.
Un mundo en el cual, a través de la Comunicación Auténtica (consigo mismo, con el prójimo, con el extraño, con Dios), el Yo Auténtico dirige la propia existencia y construye Shalom, de dentro hacia fuera. De dentro hacia fuera.
Se pone al mando al Yo Auténtico, tal y como debe ser. Pues, es el lazo eterno con Dios, la esencia espiritual del hombre, que le lleva a contemplarse y al entorno con ojos espirituales.
Entonces ya no se enfoca en el Yo Vivido, ni propio ni de otro, sino que se pone el centro en la perfección del Yo Esencial, que es Luz-Vida de Dios, vida eterna, perfecta, indestructible, inmortal, infinita, pura, inmaculada y exenta de pecado. Esencia espiritual de Luz-Vida que jamás peca, se equivoca, sufre, enferma u odia.
Es nuestro nexo constante con Dios, que jamás se quema en el fuego, ni se ahoga en el agua y que jamás es atacada por el EGO. Es la conexión que cubre todo el Universo, pues es la conexión con el Dios, Uno y Único.

Con el modo espiritual se actúa con bondad y justicia. Se ejerce el derecho, se reconoce el mal causado por el EGO, se lo trata de corregir, pues ahí está el gran trabajo de construir Shalom.
Pues, construir Shalom es lo contrario a ser pasivo, a aceptar el mal en el mundo, a sonreír ante la injusticia, a aplaudir la corrupción, a decir que se debe respetar todas las ideas por igual, etc.
Construir Shalom es conectarse con la esencia infinita y para ello a veces (muchas veces) es necesario limpiar las costras, las cáscaras, las suciedades, las máscaras, que el EGO ha ido poniendo alrededor de la Luz Espiritual, como si ésta hubiera sido cercada por nuestros “pecados” y errores.
Será necesario detener a los agresores, denunciar a los estafadores, enviar a juicio a los criminales, decir “no” a los mercaderes de la fe, corregir a los hijos, aceptar las correcciones oportunas que nos hagan nuestros mayores, alejarnos a veces de ciertas personas, tal vez divorciarnos… el actuar de modo espiritual NO es magia, ni vivir en un mundo de falsa armonía. Pero es ver más allá de las máscaras para reconocer que en todos está esa chispa divina anhelante de ser liberada del cerco que le impuso el EGO a su alrededor.
Rompamos nuestro propio cerco y seamos pacientes a que el otro haga lo propio.
Aprendamos a vivir en libertad, a no estar bajo la bota del EGO, y seamos pacientes a que el otro haga lo propio.
Mientras tanto, no dejemos que el mal prospere, hagamos el bien, disfrutemos de lo permitido, construyamos de verdad Shalom y no meramente como palabras de un hueco lema.

En la práctica, no es fácil actuar desde el modo espiritual, sin dudas que no. Pero esa debe ser nuestra intención pura, nuestro ejercicio cotidiano, nuestra voluntad.
Está más que claro que actuaremos de modo EGO infinidad de veces, pero estamos aquí para ir aprendiendo, cada día siendo mejores, creciendo, construyendo Shalom, de dentro hacia fuera.

Es con el modo espiritual que debiéramos actuar, contactarnos, con nosotros mismos, con el prójimo, con el extraño y también con nuestro Padre Celestial.
A la hora de conversar con un amigo, de tratar con un extraño, de evaluarnos y de rezar, podemos ser el clásico EGO, o podemos aprovechar la alternativa maravillosa que está implantada en nuestro código genético espiritual.
El resultado: ser feliz, ser pleno, vivir en Shalom (paz, armonía, integridad).

Vale el esfuerzo.
Porque si quieres cambiar al otro, deberás empezar por cambiar al “otro” que anida en tu interior, al EGO, a tu ilusión de “yo”.
Vale el esfuerzo.

Vete para llegar

La parashá comienza con la orden de Dios a Avraham: “Lej Lejá”, que significa “Vete para ti”.
Es una construcción extraña, puesto que sería suficiente haber dicho “Lej”, que es “Vete”.
En la Torá no hay superfluos ni errores, por tanto el “Lejá” tiene algo para enseñarnos.
Podría ser que no es simplemente irse, sino que sea una salida que conlleve algún tipo de cambio esencial en Avraham. Podría entenderse como una salida multidimensional, que no implica exclusivamente un irse de un territorio, sino una modificación profunda del ser.

Esta visión no se fundamenta en una mera opinión, sino que encuentra un primer asidero en el texto mismo de la Torá, cuando continúa diciendo:

“Vete para ti, de tu tierra, de tu lugar de nacimiento, de la casa de tu padre, a la tierra que Yo te mostraré”
(Bereshit / Génesis 12:1)

Es una salida múltiple, textualmente.
Avraham debía irse de su tierra Y de su lugar de nacimiento Y de la casa de su padre.
El “Y” no es casual, cada uno es una orden diferente en una misma frase.
Por tanto, no bastaba que Avraham sacara su cuerpo de su país, sino que debía desprenderse de las costumbres y conceptos de la sociedad que lo había visto nacer y crecer, pero además debía también romper con los lazos emocionales que lo retenían en la esfera familiar que le resultaba tóxica, de no lograrlo, estaría imposibilitado de alcanzar el grado de espiritualidad que podía alcanzar.

En nuestro interior se encuentra nuestro EGO, quien nos somete, nos debilita, nos impone en fantasías de impotencia, nos llena de miedos, no obstaculiza nuestro desarrollo, nos hace creer que somos otros que no somos en esencia.
El EGO hace uso de recursos limitados, pero efectivos.
El EGO quien debe ser siervo, termina siendo el amo.
Estamos encerrados en preconceptos, en creencias, en fantasías, en miedos, en irracionalidad, en fe, en mandatos externos, en “no puedo”, en “es imposible”, en “soy…” algo despreciable y de carácter impotente. Estamos encarcelados por barrotes emocionales, y por miedo seguimos aferrados a lo que nos lastima, a lo que nos invade, a los que no enferma, a lo que nos mata. Seguimos en relaciones sentimentales tóxicas, en trabajos que nos desagradan, en acciones incoherentes, seguimos y seguimos dando vueltas en círculos de vicios. En tanto, damos miles de excusas, nos agotamos para inventar justificaciones, mentimos, engañamos, regañamos…

La orden Divina viene a rescatarnos: vete, hay una tierra buena para ti.
Pero no sirve salir de tu casa, divorciarte, ir al seguro de paro, afiliarte a un partido, adoctrinarte en una religión, ganar la lotería, nada de eso es una respuesta en sí misma.
Debes tomarte el trabajo de salir de tus prisiones de forma multidimensional.
Reparar aquello que es pasible de ser mejorado, cerrar las heridas, dejar de escapar para huir hacia ninguna parte.

Es necesario encontrar el rumbo y el destino y actuar en el aquí y ahora.

Entrevista a un Pancreas.

 

Hoy, el páncreas quiere dar la cara, no sólo para
reivindicar su función, vital para el cuerpo, sino para explicar por qué el
cáncer que lo ataca, terminó con la vida de personas como Steve Jobs, creador de
Apple, o Ralph Steinman, último Premio Nobel de Medicina. «Me duele decirlo,
pero yo sí tuve que ver con sus muertes. Ojalá algún día encuentren la cura para
esa enfermedad», comenta con tristeza.

¿Usted quién es? ¿Dónde vive?

No crea que soy un órgano simple. Soy como un
cono, con una cabeza, un cuerpo y una cola, y cada una de estas partes tiene
funciones distintas. Estoy domiciliado un poco por detrás del estómago, muy
pegado a la primera parte del intestino, y mi cola es la única parte que está
dentro del peritoneo, es decir, donde se encuentran mis primas, las otras
vísceras. ¿Fui claro?

No. Me confunde lo del peritoneo y las vísceras…

A ver, yo soy una víscera y no me avergüenzo
de eso. Y para que entienda mejor, el cuerpo tiene una caja, cuyas paredes son
una membrana llamada peritoneo. Lo que le decía es que mi cola está ahí dentro.
El resto, incluida mi cabeza, está por fuera y por detrás de esa caja. Por eso
dicen que soy una víscera retroperitoneal. ¿Ahora sí?

En las últimas semanas ha sido muy mencionado sólo por cosas malas, pero si
es un órgano vital, ¿qué tiene bueno?

Mire, tengo funciones mixtas: exocrinas, lo
que significa que produzco unas sustancias llamadas enzimas que son necesarias
en la digestión y yo mando derechito al intestino delgado; y endocrinas, es
decir, soy una glándula que produce hormonas famosas. La más conocida de todas
es la insulina, que se encarga de regular el azúcar en la sangre. ¿Le parece
poco?

¿De qué se enferma?

Aunque no lo crea, me enfermo poco y la
mayoría de mis males aparecen generalmente con la vejez. Yo molesto mucho cuando
me inflamo, y eso se llama pancreatitis. Esto puede pasar cuando me afectan los
mismos químicos que produzco, cuando los cálculos de la vesícula me tapan,
cuando la gente come mucha grasa, cuando me tratan mal en algunas cirugías,
cuando alguna víscera vecina se rompe o cuando la gente toma mucho trago.
Entienda que esto no es fácil. A veces, la inflamación es tan severa que puedo
terminar con la vida de una persona. También sufro de fibrosis quística, una
enfermedad hereditaria que me afecta desde la niñez.

¿Y dónde deja el cáncer?

Que bueno que me haga esa pregunta, porque
desafortunadamente el cáncer me ataca, pero es muy difícil que me lo detecten
temprano. El problema es que casi no causo síntomas y, por mi ubicación, es
imposible palpar mis tumores e, incluso, a veces ni siquiera me dejo ver en los
exámenes de rutina. Por eso, cuando personas como Steve Jobs o el profesor
Steinman se dan cuenta de que lo tienen, ya casi no hay nada que
hacer.

¿Pero su cáncer se puede prevenir?

No puedo ser optimista, pero si la gente no
fuma, controla los niveles de azúcar en su sangre y le baja al traguito, me
ayudaría bastante.

Fuente: Carlos F. Fernandez. Medico de el Tiempo.

Resp. 1030 – usar shabatt para borracheras y juergas?

juan lira nos consulta:

buen dia, me llamo juan de dios
1- soy un creyente libre, independiente;
2- ¿sera correcto que la mayoria de la gente haga del dia sagrado un dia de farras y borracheras?
3- esto se ve en todas partes,
4- obviamente no toda la gente, pero si mucha gente.
5- estas cosas y muchas mas me alejaron hace mucho tiempo del cristianismo,
6-  y hoy camino con Dios de manera libre e independiente.
gracias, y paz.

juan lira navarrete, 42 años, conductor profesional, santiago de chile

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