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Triunfando en la tormenta

En el comienzo del octavo capítulo de Samuel 1 encontramos a los políticos de Israel que vienen a hacer un planteo a su líder, el caudillo y profeta Shmuel.
Ellos señalan que él está viejo, que sus hijos no pueden quedar a cargo de comandar al pueblo ya que no son dignos de tal puesto de poder y entonces los políticos reclaman que les imponga un rey para que los juzgue, tal y como ocurría con los pueblos vecinos.
Por uno u otro motivo a Shmuel le desagrada sobremanera la exposición y especialmente el reclamo por un rey.
Se siente enojado, amargado, lleno de palabras oscuras para derramar sobre los políticos, años de entrega y dedicación sirviendo al pueblo, cobijándolos, educándolos, preservándolos del mal, dando hasta lo imposible para sostenerlos y ahora le vienen con estos pedidos y excusas. ¡Por supuesto que tiene mucho de oscuro para derramar sobre ellos!
Pero, ¿qué es lo que hace?

Atendamos juntos:

"…Shemuel [Samuel] oró al Eterno"
(1 Shemuel / I Samuel 8:6)

Eso hizo y no otra cosa.
Rezó, que en hebreo el verbo implica:

  • reflexionar,
  • profundizar en uno mismo para desde lo intensamente auténtico conectarse con Dios,
  • encontrarse para conocerse,
  • mirarse al espejo del alma,
  • comunicarse con Dios,
  • estar plenamente conectado a sí mismo, al entorno y al Eterno.

Sí, el profeta y juez no se dejó llevar por el EGO, sino que buceó hasta dejar que fuera su Yo Esencial, su neshamá, la que respondiera al pedido que tanto le incomodaba.
Porque de haber dejado al EGO, habría gritado, se hubiera quejado, hubiera sido violento, hubiera rechazado el planteo y dado excusas, hubiera huido, en resumen, hubiera intentado manipular la situación para adquirir control allí en donde no controlaba ni debía hacerlo.
Pero, dada su grandeza, apenas un escaloncito por debajo de Moshé, él no dejó al EGO al timón.
Por el contrario, se tomó la pausa sagrada, el respiro necesario, el lapso indicado, el silencio oportuno, la charla divina reparadora, para que de esa forma la respuesta fuera de construcción de Shalom y no un mero jueguito de manipulaciones y tergiversaciones.

He aquí la enseñanza para ti.
Cuando algo te contraríe, no respondas desde las entrañas, no dejes que el piloto automático se encargue, sino que más bien interrumpe la ruta consabida para adentrarte al encuentro de tu neshamá.
Tómate unos segundos, respira con calma, borra toda reacción, no te quedes prendido a ninguna palabra o gesto, deja fluir tu ser para que te conectes contigo mismo, allí en tu esencia, para que de ese modo desde Arriba te brinden una respuesta más favorable y eficiente. Aprovecha para conocerte, haz una verdadera plegaria para recibir la iluminación, la calma, el Shalom.
Controla solo aquello que puedes controlar, y lo que está por fuera, déjalo fluir.

Ganas tú, gana el prójimo, ganamos todos.

No te prometo que sea fácil, más bien todo lo contrario. Te costará, pero es cuestión de entrenamiento y no de seguir en lo mismo una y otra vez y excusándose para no crecer.

Tienes el buen ejemplo, te toca decidir. Ahora y en cada ocasión que se te presente el EGO a tomar el timón de tu vida.

El olvido y el recuerdo

Tanto el recuerdo como el olvido cumplen una función. Tienen su justo tiempo y lugar. Nada en la creación del Eterno es por azar, inútil o sin sentido. Quizás nosotros no llegamos a percatarnos de las cosas, o tal vez les atribuimos significados alejados de la verdad, pero lo cierto es que todo lo que Dios ha creado, es bueno y hasta muy bueno.
Así con el recuerdo, también con el olvido.
Repito, en su tiempo y lugar, en su medida correcta y adecuada.
Aquello que no ha de ser perdido, debe perdurar en la memoria; tal como lo que ha de ser borrado no debiera volver a acaparar nuestra atención.

Ahora que lo menciono, ¿notas la relación que existe entre memoria y atención?
De manera muy superficial podemos apuntar que la memoria es el depósito que resguarda lo que en alguna oportunidad puede aflorar nuevamente a nuestra conciencia, magnetizar hacia allí nuestra atención.
Pero otras veces el recuerdo no opera atraído por el pensamiento consciente ni apareciendo con claridad en la pantalla de tu conciencia, sino que se producen sucesos “extraños”, interrupciones, actos fallidos, los que pueden ser recuerdos que no alcanzan a ser hechos conscientes, no les prestamos la debida atención, y entonces nos la reclaman con esas manifestaciones que cortan la rutina, lo “normal”. Como el recuerdo no es hecho consciente, sino que opera desde las sombras, entre velos, no surge el recuerdo, sino el olvido o la falsa memoria. Paradójico, pero así opera este llamado del pasado cuando no está armonizado con el presente.
Seguramente te ha ocurrido, esa palabra que sabes muy bien pero no puedes recordar, el nombre de esa persona que todos los días ves pero ahora se te olvido, el recado para tu suegra que oh casualidad se te pasó porque ni siquiera tuviste un poquito de memoria al respecto, y así pequeños (o mayores) acontecimientos que desde las sombras de nuestro reservorio están indicando que hay cosas pendientes, cosas que no hemos resuelto. Entonces la memoria falla (hay otros motivos, pero estamos hablando de éste ahora), o se llena de contenidos que no armonizan con lo que está pasando, son señales de que hay algo que está pretendiendo ser atendido pero no lo es.

Es frecuente que este recuerdo vivo del pasado, que desde las sombras nos está llamando, que nos provoca e interrumpe de maneras poco armoniosa, sean lecciones que no hemos aprendido, o asuntos pendientes que no hemos resuelto y algo permanece abierto y sangrante en nuestro ser (metafóricamente hablando).
Algo hemos bloqueado, algo no resolvimos, algo pasó o sentimos y no lo pudimos integrar a nuestro ser, sea incorporándolo o sea dejándolo ir.
Exactamente como herida abierta, doliendo, desgastando, provocando el malestar.
Si no lo resuelves de algún modo saludable, la herida no se cerrará por sí sola. Quizás lo olvides, pero allí estará y de alguna u otra manera golpeará a la puerta de tu conciencia para que atiendas lo pendiente.

Reitero, aquellas cosas pendientes, que no supimos o pudimos resolver y nos sigue doliendo, encontrará algún camino para que le prestemos atención.
Cuando lo incorporamos, sea por integrarlo a nuestro ser, sea por dejarlo ir en paz, entonces habremos detenido un desgaste incesante de energía anímica, habremos curado una de nuestras heridas.
Aprendimos alguna lección, cerramos una puerta que tiene que estar cerrada, dimos un paso en nuestra construcción de shalom interna.

Pero, ¿cómo saber si tal olvido, tal acto fallido, tal descuido, tal lapsus, tal falso recuerdo, tal sueño molesto son en efecto heridas del pasado que desde las sombras nos reclaman?
Y si podemos darnos cuenta, ¿cómo interpretarlos para hacer consciente el recuerdo que clama por ser atendido?
Y si conseguimos hacerlo consciente, ¿cómo integrarlo o soltarlo?

Pero, una y otra vez dejamos pasar la oportunidad. Lo dejamos pasar, o como una simple intrusión, un olvido más, un error, algo pasajero, una desgracia más, y así por el estilo. Entonces, no aprovechamos el momento y ahondamos el sufrimiento, nos quedamos esclavos de la ignorancia y el error.

Amo de tus Emociones

La emoción está en ti para que
la reconozcas,
identifiques que la causa,
la uses como señal o alerta,
en este sentido es muy útil pues es una herramienta más para vincularte con otros y aprender a conocerte a ti mismo. La emocional es una dimensión de la persona, una que es necesaria, buena, pero no la única ni la más importante de todas.
Pero es perjudicial en cuanto
te atas a una emoción específica o conjunto de ellas y no tienes flexibilidad,
te identificas a ti mismo por completo con ella, por ejemplo al decir soy una persona triste,
te dejas llevar,
te eternizas en ella.
Porque, no somos solamente seres emocionales, sino multidimensionales, lo emocional es un componente más de la compleja fórmula que somos cada uno de nosotros.

Negar la emoción,
clasificarla erróneamente,
esconderla debajo de la alfombra,
apegarse a ella,
la sensiblería,
la victimización,
entronizarla,
sus desbordes,
entre otros errores suelen ser algunos de los que vamos cometiendo.
Por supuesto que estos modos provienen del EGO y sirven a sus finalidades.
Ten presente que el EGO te hace sentir la impotencia
pero te hace creer que eres todopoderoso, entonces fracasas cuando te confrontas con la realidad y niegas tal hecho;
o te hace sentir que eres una piltrafa, por lo cual estás imposibilitado de salir por tu mismo con esfuerzo, compromiso y confianza.
Tanto si vas por la ruta de la prepotencia como por el de la debilidad, estás en una espiral viciosa, porque sales de la impotencia para volver a ella, pero aumentada, complejizada, llena de mayores sufrimientos y cadenas que te esclavizan.

Con lo que recién te expuse puedes comprender este pasaje:

"Entonces el Eterno dijo a Caín: -¿Por qué te has enfurecido? ¿Por qué ha decaído tu semblante?
Si te enmiendas, ¿no serás enaltecido? Pero si no te enmiendas, yacerá el pecado a la puerta. Y hacia ti será su deseo; pero tú lo puedes dominar."
(Bereshit / Génesis 4:6-7)

No desmerezcas tus emociones, tampoco las eleves al sitial de mando, simplemente tenlas presente, conócelas, ordénalas, úsalas para aquello que han sido diseñadas por el Creador.
Te servirán para revelar cuestiones de ti, de tu cuerpo, de tus relaciones, de tus expectativas. Es un instrumento, el termómetro para medir tu situación. Por ejemplo, lees acerca de una persona violenta, la información la comprendes, la ubicas en los casilleros correspondientes, está todo clasificado e intelectualmente deglutido. Pero de pronto, una persona violenta te agrede, ahora no hay teoría, sino experiencia, sensaciones, emociones. Lo que leíste tiene mayor sentido ahora, mayor contenido. De manera similar a la inversa, con situaciones placenteras, agradables.
En parte para esto vinimos la mundo, para completar la información fría y sin emoción con las experiencias que proveen nuestro interactuar mundanal, terrenal.
Nos vamos llenando de experiencias, de recuerdos, y la idea del Creador es que estos sean positivos, beneficiosos, luminosos, de placer, de dicha, de estima, porque serán la “materia prima” de nuestra estadía en el reino espiritual. De aquí la idea de vivir con sentido multidimensional, orientados por lo espiritual. Por ello la “ganancia” de apartarse del mal y de hacer el bien, porque no solo nos permite vivir con bondad en este mundo, sino también disfrutar de placeres sin par en el más allá.
Pero, si contaminas tu registro mnémico con acciones negativas, con maldades, con rebeliones, con groserías, con ondas negativas, entonces tu tesoro para la eternidad se ve corrompido, el placer se diluye para dar lugar al malestar, a aquello que algunos denominan “infierno”.

Por lo cual, es altamente recomendable llenarte de bien, de bondad, de justicia, de lealtad, para que tus recuerdos no sean perturbadores.
Recuerda, en el mundo de la Verdad no hay excusas, ni mentiras, ni olvidos. Todo es revelado ante el potente ojo del Eterno.
Por supuesto que Su Misericordia lava, compone, repara, absuelve; pero es preferible no comer del pan de la vergüenza, de la impotencia real, sino asociarnos a Él para que aquello que gozamos sea por derecho, bien adquirido por nuestras acciones que son buenas y justas.

Entonces, si comprendes bien lo que te estoy explicando, podrás valorar en su infinito poder la necesidad de llevar una vida en sintonía con los mandamientos que te corresponde según decisión de Dios. Si eres gentil, es decir no judío, tienes los Siete Mandamientos Fundamentales. Si eres judío, tienes aquellos que aplican para ti de los 613 del pueblo judío.

En palabras del gran rabino y sabio contemporáneo Aryeh Kaplan:

“Imagínate estando parado desnudo frente a D-os, con tu memoria completamente abierta, transparente sin ningún mecanismo de protección o válvula reductora que disminuya esta fuerza.  Vas a recordar todo lo que has hecho y lo verás bajo una luz diferente.   Lo verás bajo la luz de espíritu sin sombra, o bajo la luz de D-os que alumbra de un extremo de la creación al otro.  La memoria de cada buena acción y mitzvá será el placer más sublime como lo dice nuestra tradición sobre el mundo venidero.

Pero tu memoria también estará abierta a todo las cosas de las cuales te avergüenzas.  No pueden ser racionalizadas o expulsadas.  Te enfrentarás a ti mismo, completamente consciente de las consecuencias de todos tus actos.  Todos sabemos la terrible pena y humillación experimentaba cuando se nos cacha haciendo algo malo.  Imagínate ser atrapado por la memoria sin lugar a escapar….”
(“La inmortalidad del espíritu”)

Ahora, ¿qué puedes hacer cuanto la emoción negativa brota?
Sin dudas que dejarse llevar por ella no es lo mejor en la inmensa mayoría de las situaciones. En lugar de mejorar o componer, la emoción negativa al timón te lleva a mayores dramas, al naufragio.
De hecho, son las emociones las que controla con habilidad del EGO para mantenerte subordinado, esclavizado, siendo un títere en su mano.
Entonces, te enroscas en ideas enfermizas, en creencias truculentas, en deseos banales, en pasiones decadentes, en miedos. Desgastas tu energía, corroes tu alma, pierdes tu preciosa vida en emociones y no en construir una vida con sentido de plenitud.
Y te carcomes pensando en el pasado, en echar culpas, en echarte culpas, en sentirte culpable, en que hizo o dejo de hacer tal o cual persona, en cómo le faltaron a tu honor, en… vacío.
Y lo mismo con la corrida del foco hacia el futuro, pendiente de ilusiones, impedido de avanzar por miedos, angustiado por fantasmas que nunca existieron, preparando guiones que nunca actuarás… vacío.

¿Qué hacer?
Surge la emoción y no reaccionas, no haces nada, no dices nada, te quedas quieto (si con ello no te pones en riesgo de vida o salud).
Respira.
Respira lentamente, tan lento y profundo como puedas.
Aún no digas nada, no expreses nada, no hagas nada.
Respira, precisarás alrededor de diez segundos de esta respiración reconcentrada en ella misma. No pienses en lo que te hicieron, lo que te parece que te han hecho, en lo que harás, en nada de ello. Solo respira y concéntrate en tu respiración, en aspirar con calma, en llenar tus pulmones plenamente con aire.
Respira.
Si el otro trata de hacerte reaccionar con insultos, gestos, golpes, o lo que fuera, tú sigue concentrado en tu respiración. Por supuesto que si la agresión es física y hay riesgo de salud o vida, deberás hacer lo necesario para prevenirte de daños.
Ahora, estarás con mayor poder sobre tus acciones.
Podrás escoger cómo y con qué accionar, y ya no solamente reaccionar de forma automática. Ahora estarás más en poder de tus acciones, no en manos del EGO.
Entonces, quizás optes por quedarte en silencio, porque te das cuenta de lo poco que sirve decir o hacer algo cuando no aporta a la construcción de la plenitud.
Tal vez quieras sonreír al comprender lo patético que es el agresor, lo impotente que realmente es.
O por ahí en lugar de insultar o maldecir, digas palabras bondadosas, benditas, inesperadamente favorables para quien te agredió.
O… la acción que decidas emprender, viéndote en el espejo que te puso el otro ante ti y que se ve en la emoción que te brotó en ese momento.
Porque al ver tu emoción, no estarás viendo al otro y lo que te hizo, sino viéndote a ti, atisbando qué es aquello que tienes débil en ti y que pretende aparentar fuerza o esclavizarse por medio de la emoción negativa.

Recuerda, cuando en un debate se levanta la voz, es porque no hay argumentos ni razón.
Cuando se insulta, es porque no se cuenta con la capacidad como para ser fuerte.
La emoción negativa no está hablando realmente del otro, sino de ti mismo.

En vez de atarte a una emoción, la reconoces y la liberas. No por medio de una explosión con sus consecuencias desagradables, sino por liberar aquello que la provocó. Eso interno que se molestó con la provocación del medio o de otra persona.

Entonces, cuando te haces amo de tus emociones, estarás espiritualizando otra dimensión de tu ser, llenando de placer tu memoria, construyendo shalom.

Ahora dicen David y Salomón

Nunca sabemos en realidad qué resultará de lo que estamos haciendo.
Buscamos la mejor semilla, la mejor tierra, el mejor fertilizante, la mejor época para sembrar, cuidamos cada día de la planta, nos llenamos de buenos sentimientos y pensamientos positivos hasta el colmo del optimismo, pero nada de esto nos asegura que finalmente brotará un retoño saludable y vigoroso, que produce buen fruto y cobija con su amable sombra.
No tenemos como asegurarnos, no hay modo.
Aunque estemos llenos de buenos deseos, abarrotados de buenas acciones, plenos de rezos y loas al Eterno, el futuro es incierto.
Y a pesar de ello, aunque los pronósticos puedan cumplirse o no, aunque el futuro es incierto, aunque nunca podemos estar 100% tranquilos… es necesario hacer nuestra parte, esa que nos corresponde y no poner la excusa de la duda, de la falta de certeza, de la impotencia, para abandonar la tarea.
Con claridad el más comprensivo de los hombres de su época nos dijo:

"El que observa el viento no sembrará, y el que se queda mirando las nubes no segará.
Tal como tú no comprendes los senderos del viento, ni tampoco los huesos en el vientre de la mujer encinta, así no comprenderás la obra de Elokim, Quien hace todas las cosas.
En la mañana siembra tu semilla, y por la tarde no dejes reposar tu mano; porque tú no sabes cuál será mejor, si esto o lo otro, o si ambas cosas son igualmente buenas."
(Kohelet / Predicador 11:4-6)

Sí, las excusas brotan como una plaga. No tiene pausa. Es tan sencillo dejar de lado nuestra obligación y compromiso, que otros se encarguen de hacer el trabajo, que alguna deidad nos proteja, que se cumpla un milagro, que existan los “reyes magos”, cualquier cosa vale con tal de sumergirse en la impotencia, sea que una nube pasa cargada o si el viento está fuerte. Cualquier cosa sirve para justificar el fracaso.

Pero el que vive de esa manera, jamás alcanza un mínimo de éxito, del verdadero y no de aquel que la moda denomina com tal.

El inspirado salmo nos enseña:

"Los que siembran con lágrima, con regocijo segarán.
El que va llorando, llevando la bolsa de semilla, volverá con regocijo, trayendo sus gavillas."
(Tehilim / Salmos 126:5-6)

Aunque hoy cueste, aunque hoy parezca imposible, aunque los problemas parezcan insalvables, aunque no haya certeza del futuro, aunque todo parezca inútil, aunque seamos expertos en excusas, está en nosotros hundirnos en nuestros sentimientos erróneos, en nuestras creencias fantasiosas, o hacer lo que corresponde para construir hoy un mundo de shalom.
Claro, no es fácil, pero esa es la idea… que no lo sea…

Hagamos lo que es mejor según el calculo sabio y honesto del momento y no nos perdamos en angustias por el futuro. Pues, estas angustias por lo incierto y fantasioso, son tan enfermizas como los molestos remordimientos y sentimientos de culpa que nos anclan al pasado ya muerto.

El futuro siempre es incierto, incluso para los que se creen amos de secretos místicos y cuentan con poderosos amuletos que los confirman en su impotencia ingrata.
Lo único cierto, lo único que tenemos, lo único es el presente.
Claro, siempre y cuando no estemos perdidos en fantasías que nos ausentan del presente.

Hagamos aquello que podemos por construir shalom, por sembrar, por cuidar, por amar, por conocer, por moderar, porque nuestro poder es inmenso pero tan limitado. Somos extremadamente pequeños, aunque paradójicamente tan poderosos. En nuestra estrechez, ni siquiera tenemos poder para comprender nuestra propia existencia, lo que somos y cómo somos, y aprovechar el presente a pleno.

Pero, te cuento un secreto, el saber nuestros límites nos hace un poco menos impotentes y un poco más poderosos, porque controlar lo que podemos controlar y no pretender controlar aquello que no podemos controlar… ¡cuán poderosos nos hace!

No controlas a tu hijo, ni a tu esposa, ni a tu padre, ni a Dios, tampoco a tu patrón, ni a tu empleado, ni al presidente, ni al dictador… hasta a veces dudo que te controles a ti mismo de manera regular.
Por ahí aprendiste a manipular y te sale con gran maestría, pero la manipulación no es control real, es eso, manipulación.
Aprende a controlar ese poquito que está en tu poder controlar, que entonces serás realmente poderoso.
El resto, no te incumbe, que fluya, que no te atrapes en fantasías de control imposibles, que no te angusties ni obceques. Relájate, toma tu tiempo libre, respira, comparte, ama, disfruta y controla lo que puedes en verdad controlar.

Es fácil para mí decírtelo, suena bien… ¿sí?
Ahora, comprende el mensaje y vívelo.
Si quieres, y si no quieres, que seas feliz también… si es que lo consigues…

Jukat 5772 – חקת

Los temas que trata nuestra parashá son:

Ø "Pará Aduma" (vaca roja). Es el procedimiento requerido para purificar a la persona que ha estado en contacto con un cadáver humano. Desde hace siglos que no se reliza.

Ø Casi al cumplirse los cuarenta años de permanencia del pueblo en el desierto fallece la profetisa Miriam, hermana de Moshé. Es sepultada en Kadesh.

Ø En el desierto de Sin, nuevamente el pueblo reclama por la falta de agua para beber. Aarón y Moshé ruegan a Dios y Éste ordena que los reúnan en Meriva para que presencien cuando Moshé tome su bastón en su mano para luego hablarle a una roca de la cual surgiría agua. Moshé no pide agua a la roca sino que la golpea, como había hecho cuarenta años atrás en una ocasión similar. También le grita a los israelitas, aparentemente cansado por tantas quejas, revueltas, complicaciones, casi sin fin.
El Eterno decretó que ni Moshé ni Aarón entrarán a la Tierra de Promisión, también ellos morirán en el desierto.

Ø El pueblo continúa sus marchas, pero debido a que el rey edomita, descendiente de Esav, les niega el paso por su territorio, deben prolongar su viaje, haciendo un rodeo para alcanzar los límites de Israel.

Ø En el monte Hor muere Aarón, el cohen hagadol. Su hijo Eleazar es investido para ocupar sus funciones. La desaparición física de Aarón es llorada por todo el pueblo durante treinta días.

Ø El pueblo murmura en contra de Moshé y de Dios por haberlos sacado de Mitzraim, porque no tienen agua, y porque están hartos de man. Dios entonces, envía serpientes del desierto que mordían y envenenaban a los pecadores. A modo de remedio, Dios ordena a Moshé que haga la imagen de una serpiente y la coloque sobre un pedestal, para que aquel que alce los ojos y la vea, sea curado.

Ø Sijón, rey de los amorreos, lucha contra Israel, para no permitirles el paso por su país; esta batalla desemboca en la toma de esas tierras por parte de Israel. Convirtiéndose en la primera posesión territorial del pueblo de Israel, luego de la esclavitud egipcia.

Ø Se asentaron los israelitas en la ribera oriental del Jordán, frente a Jericó.

Nuestros Sabios en el Talmud (Pesajim 66b) nos enseñan: “Todo hombre que se enoja, si es sabio se aparta de él su sabiduría, si es profeta se aparta de él su profecía”.
El gran Najmánides (Igeret haRamban) por su parte instruye: “Acostumbra a hablar siempre calmadamente, a toda persona y en todo momento, con esto vencerás al enojo, que es una cualidad muy mala que lleva al hombre al pecado”.
Más recientemente, el Rav Kook (Shmoná Kvatzim 3:134): “Cuando vemos algún sector o partido que habla siempre con ira, es para nosotros una evidencia de que no cuenta con conocimiento, que no tiene contenido con el cual llenar su vacío interior; por lo cual, se enoja realmente con sí mismo, pero a causa de su egoísmo a la fuerza trata de volcar su ira sobre los demás”.

1. ¿Cómo vinculamos estas grandes enseñanzas con el contenido de la parashá?

2. ¿Cuáles son los temas recurrentes en la parashá?

Teshuvá y noajismo

Es parte del mecanismo de sometimiento al EGO el que te sientas impotente, fracasado, inútil, incapaz de salir adelante, merecedor de lo malo, pecador, destinado al infierno, dependiente de algún “mítico salvador”.
Comprende la diferencia entre caer y arrastrarse.
Una cosa es caer, todos caemos.
Otra cosa es suponer que ese es nuestro destino, lo que nos merecemos, nuestro castigo divino, y que no tenemos derecho a levantarnos y avanzar, sino solamente a arrastrarnos o yacer sin fuerzas y esperando la muerte cruel.
Algunos siguen tirados, esperanzados en poder caminar si un supuesto redentor les viene a ordenar hacerlo, o que solamente por medio del auxilio de otros pueden incorporarse y hacer algo con sus vidas.
El sentimiento de impotencia, el “saberse” fracasado aun antes de intentar otra cosa, suele ser producto del EGO, en su soterrado trabajo de debilitarte para dominarte, para que continúes siendo su esclavo, para que no puedas ser libre y feliz.

Y por ahí andan aquellas personas llenas de potenciales maravillosos, con capacidades extraordinarias para hacer de sus vidas un paraíso y contagiar de bien al mundo, pero apagados, disminuidos, enfermos, zombis que se arrastran encadenados al EGO.
Cargan pesadas mochilas, propias y ajenas.
Se sienten incapaces, malos, merecedores del mal, destinados al mal, fracasados, impotentes, pecadores y no se levantan.

O están esos otros, que son el otro lado de la misma moneda, que presumen de superioridad, que se llenan de humo, que están hinchados a más no poder, que se hacen pasar por geniales referentes, pero que son solamente payasos, miserables que viven disfrazados de millonarios, vanidosos que esconden en sus fantasías de poder y superioridad su escasa valía, su terrible impotencia.

Tanto los que se arrastran por el peso de sus creencias de incapacidad, como los que viven en las nubes de creerse superiores pero sin fundamento, son esclavos del EGO, sometidos a los trucos y trampas del EGO, esclavos.

Las religiones y las doctrinas religiosas inventan dioses y santos salvadores, todos ellos diseñados para dominar a las masas y los individuos. Son instrumentos del EGO, para mantener a los fieles atrapados en las telarañas del EGO. Esos dioses (falsos, solamente existentes en los corazones de sus seguidores) a través de sus clérigos hacen sentir culpa, achacan pecados, prometen castigos terribles e infernales, impiden todo tipo de escapatoria hacia la libertad pero al mismo tiempo dan un solo camino de esperanza: el creer en ellos, someterse a ellos, dejarse dominar por completo por ellos.
Esos dioses payasescos dicen (en los textos inventados por sus creadores): “yo soy el único camino, la única verdad, la única vida, y nadie se salva si no es a través mío… todo aquel que cree y se esclaviza a mí vive, pero el que no lo hace, está destinado al infierno eterno junto a su padre el diablo”.
Así actúan las religiones, instrumentos del EGO, herramientas de dominación imperial.

Entonces, ¿cómo habrás de escapar y ser libre si desde que naces a cada instante te hacen creer y sentir que nada puedes, nada eres, nada te mereces si estás sin la cobertura de tu dios y de sus pastores?
Sí, así funcionan las religiones, y llevan miles de años haciéndolo y perfeccionando sus mecanismos de dominación.
Por lo cual, no resulta extraño que el noajismo no tenga “éxito”, sino que siga siendo vivido y compartido por muy pocos.
Es que el noajismo, al igual que su hermano el judaísmo, NO son religiones ni deben ser equiparadas a ellas.
No buscan la dominación de personas y colectivos, sino su liberación.
No inventa dioses ni salvadores, sino que favorece a que el hombre se desarrolle hasta el máximo de sus capacidades y sea un constructor de shalom.
No destina a nadie al infierno por ser falto de fe en tal o cual dogma, sino que prioriza las acciones de bien y justicia muy por encima de cualquier creencia doctrinal o fe en imposibles. De hecho, tampoco destina al infierno a los seguidores de las religiones, porque comprende la debilidad del humano y trata de darle una mano real, sincera, beneficiosa para que cada uno pueda quebrar el yugo del mal, romper el imperio del EGO.

Pero, aquellos que despiertan a su conciencia espiritual, con mucha dificultad perseveran en la senda correcta.
Carradas retornan al fango del cual apenas si salieron un poco.
Tienen mucho miedo, mucho.
Se sienten tan impotentes.
Se creyeron libres, pero era solo una brisa, nada más.
Muy pronto sus EGOs activaron sensaciones de impotencia, plagaron de miedo, llenaron de dudas, hicieron trampas para retenerlos, para volver a encerrarlos en sus celditas mentales.
Los hábitos cultivados durante décadas no se rompen de la noche a la mañana, ni solamente el despertar de la conciencia es suficiente. Es necesario trabajo, esfuerzo, sacrificio, constancia, energía, resiliencia, aprendizajes nuevos, des-aprender, perdonar, perdonarse, conocerse, amarase, respetarse… no, no es solamente con quererlo, ni por haber abierto los ojos un ratito que se rompe el yugo del EGO y se vive bajo la orientación del AMOR.

El EGO es ingenioso, tanto como lo es la persona. Secuestra el pensamiento que se pone al servicio del EGO. Se inventan numerosas excusas, justificaciones, lo que sea necesario para paralizar a la persona, domesticarla, tenerla esclavizada y sin protestas.
Ingeniosas frases tales como “mi esposa me presionó para volver a la iglesia”, “pero el pastor no era tan malo”, “si el noajismo fuera verdadero sería multitudinario”, “el moré no me dijo lo que quería escuchar”, “mejor malo conocido que bueno por conocer”, “como pastor ganaba mucho dinero y tenía una posición social de respeto”, “estoy acostumbrado a congregarme los fines de semana”, “quiero estudiar la Torah”, “me gustan los rituales”, “quiero rituales”, “quiero rituales pero no como algo religioso sino porque los rituales…”, “yo quería convertirme al judaísmo”, “noajismo como que es demasiado libertad y no sé qué hacer”, “quiero un rabino que me ordene la vida”, “quiero una sinagoga que me acepte”, “nadie me entiende cuando digo que soy noájida”, “soy pecador y no encuentro ningún ritual que me purifique, a mí no me parece que solamente pidiendo perdón y haciendo bien las cosas seré salvo”, “extraño a mi novia que sigue siendo religiosa”, “quiero más palabras en hebreo y más mandamientos”, “perdí a mis amigos del mesianismo y quiero volver a estar con ellos, a que me hablen”, “y si esto también es mentira”, etcéteras hasta el infinito.

Sí, el EGO sabe qué puntos tocar en ti para tenerte bajo la pata, calladito, sufriendo, impotente.
Y si no sabe qué hacer, ataca con todo lo que tiene, alguna cosa le va a dar resultado.
Te llueven los problemas, te equivocas a cada rato, estás nervioso, te angustias, no duermes, dices cosas que no quisieras decir, te juntas con gente que no quieres estar, te quedas solo, te enfermas, te sientes impotente, te sientes impotente, te sientes impotente… te desmayas a cada rato por este miedo o aquel, todo te demuestra que eres un fracasado y no hay nada que te rescate con promesas mágicas (y absolutamente mentirosas) de milagros que hará por ti un dios salvador. Entonces te desploma, te caes, te encadenas, te encierras nuevamente en tu celdita mental, retornas al rebaño.
Pierdes el tren al paraíso, pobrecito, para quedarte abrazado a tu EGO, a las fantasías de poder, a los sentimientos de impotencia, a la creencias en salvadores, en dioses… pobrecito…

Emprender el camino de unificar tu ser, de descubrir tu Yo Auténtico y armonizarlo con tu Yo Vivido, eso lo perdiste también.

Pero tienes la TESHUVÁ al alcance de la mano, ni bien quieras, ni bien lo hagas.

Recomiendo el estudio concienzudo de este escrito: http://fulvida.com/id-noajica/identidad/alegra-secreta y  este http://fulvida.com/ajenos/misioneros/teshuv-la-salvacin-mesinica

Sesiones de Cabalaterapía , por pocos días en Bogotá – Colombia

Con la visita del moré Yehuda Ribco a Colombia, se abre una posibilidad  que puede convertirse en una herramienta real para cambiar tu vida.

¿Qué és la Cabalaterapia?

La Cterapia es un sistema que sintetiza: La milenaria sabiduría de la Torá, así como técnicas de Psicología científica,

¿ Para qué sirve?

cuyos objetivos principales entre otros están:

  • Orientación
  • Esclarecimiento
  • Liberación de opresiones emocionales
  • Auto-conocimiento
  • Crecimiento personal
  • Armonía espiritual
  • Comunicación auténtica
  • Relaciones saludables

 

Preguntas frecuentes acerca de la cabalaterapia visita éste link :http://serjudio.com/nosotros/sesiones-online

 

Una sesión de cabalaterapia te servirá  para  exponer, indagar, consultar,   aprender a  conocerte en verdad y encontrar mejores maneras para relacionarte  y para vivir.

¿Cómo?

En privado, y en sesión extraordinaria  y presencial en Bogotá Colombia,  con el moré  Yehuda Ribco es posible que  entiendas como alcanzar ese equilibrio que te permita gozar de todo lo bueno que el Eterno te brinda , pero que dejas pasar por ignorarlo, ó porque quizás no sabes cómo alcanzarlo y hacelo propio y real en tí.

¿Cuándo?

En la semana que estaremos realizando  nuestro primer evento Del 9 al 12 de Julio,  en Bogotá  Colombia “Seminario  taller la Verdadera alegría, también te será posible acceder a una sesión de cabalaterapia con el Moré Yehuda Ribco.

Encontrarás  un profesional que  te escuche, y te oriente para que puedas hallar esa respuesta que demandan  tu ser, pero que te cuesta comprender  porque no sabes exactamente  lo que necesitas.

Los beneficios de una sesión de Cabalaterapia. Te serán sin duda de mucha ayuda,

 

 

Te esperamos para que participes “no sólo” del evento que se realizará en pocos días, sino para que te animes y apartes tu cita para acceder a una sesión de cabalaterapia, personal y privada

 

 

¡Quedan pocos días, no te pierdas esta oportunidad y aparta tu cita!

Valor Sesión:  Aporte Voluntario

 

Informes:

Correo electrónico:  noajidascolombia@gmail.com,

Facebook  Noajidas Colombianos (Fulvida): http://es-la.facebook.com/noajidas.colombianos

Teléfonos móvil en Bogotá:  310 2969897 – 317 3757820

El MESÍAS de tu vida

Nacemos sin sentimientos negativos, vengativos o autodestructivos; pero tampoco sin sentimientos de unidad, valoración o construcción.
No traemos programados sentimientos en el ADN, aunque se comienzan a formar ni bien estamos por entrar al mundo.
No nacemos con odio, no nacemos para odiar tampoco.
Por el contrario, nacemos por amor y para el amor, porque nuestra dimensión espiritual, nuestro Yo Esencial, es nexo con Dios y el cosmos, canal de amor, unidad sin fracturas. Tal esencia, que es AMOR, es nuestra existencia.
Ten en cuenta que cuando nuestro ropaje terrenal (nuestra conducta que son actos, palabras, actitudes, emociones) no se encuentra en armonía con el espíritu, estamos en exilio, experimentamos el fracaso, somos apartados del amor, aunque hablemos de espiritualidad, amor y cosas que suenan bonitas.

Nacemos y nuestro estado es puro; libre de toda mala intención; nadie nace para ser un hombre malo, todos nacemos para actuar con bien y justicia, para ser emisarios del AMOR.
Esa esencia permanece pura, la neshamá (espíritu) no se altera ni afecta ni por el paso del tiempo, ni por accidentes, ni por enfermedades, ni por experiencias, ni por el entrenamiento.
El “pecado” no afecta en modo alguno al espíritu ni la santidad intrínseca de la persona.
Pero, alrededor de la neshamá se forma como una costra endurecida, oscura, que tapa la irradiación espiritual, silencia la voz de la conciencia universal, nos obstruye nuestro encuentro con nuestro verdadero ser. Nos hace vivir en estado de apariencia, como actores en un mal teatro, como payasos amargados, como personajes sin más presencia que la máscara que representa.
Tal es el “pecado”, que es la desviación de la senda, el andar por caminos alternativos que nada tienen que ver con la majestuosa carretera que está preparada a nuestros pies.
Sin embargo, por más acciones perversas, por más cáscaras que nos esconden de nuestra identidad esencial, allá en el fondo permanece inalterada la neshamá.
Es nuestro Yo Esencial que resiste a todo cambio, que no muta, que no se vende al precio de la necesidad ni de la pasión.
Estamos destinados para el AMOR.
Entonces, ¿cómo comprender tanto odio, enojo, malestar, enfermedad, destrucción, violencia, acciones despiadadas, sentimientos falsos, sufrimiento? (Inquirimos sobre lo que el hombre provoca con sus acciones y omisiones, no por lo que son avatares de la naturaleza o accidentes reales).
¿Dónde está la falla?
¿Dónde se origina la ruptura?
¿Qué es lo que nos mantiene en el exilio de nuestro ser, alejados de nuestra verdadera identidad y sentido?
¿Por qué estamos inmersos en el caos, si estamos destinados al AMOR?
¿Por qué seguimos esclavizados, traumatizados, dañando y dañándonos si nuestra esencia nos impulsa a ser buenos y justos?

Al nacer nos acompañan unas funciones instintivas alojadas en el cerebro primitivo del hombre que sirven para sobrevivir a la indefensión natal.
Procuran llamar la atención para que el recién nacido reciba satisfacción a sus necesidades.
Es el grito, el llanto y el pataleo. Que alarman y anuncian la impotencia del infante, su rústico pedido de auxilio, de rescate, de anhelo por supervivir.
Cuando la atención no es alcanzada, el sistema se desconecta de las percepciones, para no seguir padeciendo y para ahorrar energía (más adelante también para fantasear o delirar con haberse sobrepuesto a la impotencia y haber satisfecho la necesidad).
Estas funciones básicas e instintivas las podemos denominar Ietzer HaRá, o también EGO.
El EGO, nuestro primer amigo que está listo para proveernos de salvación, para servir de intermediario en la satisfacción de necesidades, para aparecer como el que resuelve los miedos y aleja la impotencia.
Qué bueno es contar con el EGO en ese momento, y en los inmediatos subsiguientes (hasta alcanzar cierta maduración neurológica y aprendizajes, como para responder de manera alternativa y asertiva), así como en las ocasiones de impotencia real y cuasi absoluta, cuando estamos impedidos de elaborar alguna respuesta a las crisis o eventos peligrosos que nos ocurren.

Pero, el EGO se establece como patrón, en lugar de quedar en las sombras como último mecanismo de supervivencia.
Es oportuno esclarecer el modo por el cual el EGO se hace intruso perenne en la conducta y percepción del hombre.

Los hábitos se forman por la repetición de conductas.
Un estímulo se asocia a una determinada acción, y esta asociación se va reforzando a través de la repetición, del entrenamiento.
Se crea así una nueva entidad neuronal, un patrón de conducta, un hábito, una naturaleza incorporada que se hace propia.
Del acto se pasa a la actitud, a una forma de percibir, comprender y reaccionar ante la vida.

El niño con los mecanismos del EGO obtiene atención y con ella satisfacción a sus necesidades.
El sentimiento, real o imaginario, de impotencia se ve por momentos adormecido gracias a la manipulación que produce el EGO en la conducta de los otros.
Las herramientas del EGO manipulan a la otra persona, la hacen actuar según el propio deseo.
El bebe se siente “poderoso” de esta manera, obtiene lo que desea, llama la atención, va formando un hábito.
Llanto y/o grito y/o pataleo dan como resultado que se la atienda, que se le satisfaga.
La repetición, una y otra vez, de esto crea el hábito.
El niño ha aprendido a manipular.
Aún ni siquiera reconocer que es otro, diferente a los demás; mucho menos identifica quien es el otro, si es mamá, papá o algún dios; pero sí va marcando profundamente la huella de su hábito, forjando su futuro a través del entrenamiento constante en la manipulación.
Si lloro, pataleo, golpeo y luego también finjo, entonces voy obteniendo un cierto poder, no es realmente mío, pero es como si lo fuera. Manejo las vidas de otros, me siento en control de todo, el mundo se confabula para calmar mis angustias, abrazar mis temores y consolar mis pérdidas. Sí, el EGO me induce a creerme el centro del universo, a que si solamente pienso y pienso con ganas, entonces todo el universo se orquestará para venir a satisfacerme.
Soy un gran bebe, impedido de todo, pero que se cree en control hasta de los mismos dioses (los padres, mayores, el dios familiar, etc.).

No lo hace por maldad, es así como se va entrenando, va ejercitando su área de influencia y poder.
Aprende que a los gritos, con llantos, con golpes, enmascarando la realidad es como se obtiene lo que se desea.
Así va luego actuando por la vida, movido por su EGO. Ese mismo que le hace sentir impotente, incluso allí en donde no lo es, pero le hace creer que es poderoso.
¿Y cómo no creerse poderoso, si desde chiquito ha manejado a los otros para que corran a satisfacerle?

Nuevamente, el bebe, así como el niño pequeño no lo hace por maldad, tampoco con sentido egoísta, simplemente lo hace.
Durante un cierto tiempo no tiene otros recursos.
Solo cuenta con el EGO para llamar la atención.
Luego, cuando zonas más sofisticadas del cerebro se van desarrollando y nuevas experiencias se van incorporando, igualmente el hábito negativo ya se ha implantado.

Ya aprendió a jugar con las reglas del EGO, no con finalidad malvada, sino porque es lo que se ha convertido en su naturaleza responsiva.

A esto sumemos la sensación de impotencia que atraviesa en cada circunstancia de la vida. En las cosas cotidianas y en las extraordinarias, en las relevantes y en las insignificantes. Una tapa de bebida es muchas veces un estorbo a nuestra potencia, el no poder dormir, alguna enfermedad pasajera, el tránsito atascado, el ascensor que paró en algún piso y no viene aunque insistimos en tocar el botón, el vecino que hace ruidos, la alarma del auto que se disparó y suena toda la noche, el mosquito, el huracán, la demora del vuelo, la azafata malhumorada, la esposa antipática, el marido indiferente, la suegra siempre presente, la enfermedad mortal, la sombra perenne de la muerte… todo, a cada rato, hasta en donde no somos consciente, allí está la impotencia, real o fantaseada. Es un compañero del cual no nos podemos despegar, el sentimiento de impotencia.
La primera reacción ante esto, la que es natural, la que ha sido además incorporada con el entrenamiento del hábito, es la reacción del EGO.
El enojo, el miedo, el deseo, la manipulación.

Crecemos y aprendemos a mejorar nuestras estrategias y técnicas de manipulación.
Nos volvemos más refinados en ese oscuro arte.
Se vuelve todo un juego de hilos de marioneta, mascaradas, antifaces, un ajedrez mortal y real.
A las reacciones directas, evidentes, visibles (llantos, golpes, gritos todos ellos con sus derivados), se les suman las que son sutiles: la agresión pasiva, el echar culpas, el pretender que otro se haga cargo, la queja indirecta, la amenaza que no es manifiesta sino velada que llena de miedo e irritación.
Sí, terrible el poder del hacer lo posible para que el otro siente culpa allí en donde no tiene responsabilidad; tal como dramático es mantener relaciones sostenidas en el miedo (recordemos viejas enseñanzas que ya hemos dado acerca de los cinco miedos básicos).

Pero… ¿dónde está el mal en todo esto?
Podemos admitir egoísmo (atender el propio interés sin importarle lo que ocurre con los demás o el entorno), egocentrismo (creerse el centro del mundo y despreciar lo que ocurre a los demás), egolatría (veneración religiosa de uno mismo) quizás, ¿pero maldad?
Esto no parece maldad, aunque las actitudes y conductas sean chocantes, deplorables, desprovistas de solidaridad.
En fin, no es lo mismo egoísmo y sus primos a maldad… ¿o sí?

De hecho, los sabios reconocen que hay un fondo de bien en la existencia del Ietzer HaRá, cuando al respecto dijeron: "En el Génesis (1:31) cuando dice "es bueno" hace referencia a la tendencia buena del ser humano, en tanto que cuando dice que "es muy bueno", hace referencia al Ietzer HaRá, para enseñarnos que si no fuera por esta inclinación, la persona no construiría su casa, no desposaría mujer, ni tendría hijos" (Kohelet Rabá 3:16).
Así pues, en la mirada de los Sabios no solamente es bueno para el niño pequeño que su cerebro reptiliano (base neurológica del EGO) esté activo, sino que es también necesario en la vida adulta. Tiene su función, si faltara estaríamos incompletos, puesto que nos permite ser completamente humanos, con nuestra lucha interna, con nuestras tendencias opuestas, con nuestro afán por satisfacer nuestras apetencias narcisistas naturales.

Entonces, ¿de dónde surge el mal en la persona?
Tal vez un aforismo de Michel de Montaigne nos dé una idea: "Ningún hombre esta exento de decir tonterías; la maldad consiste en decirlas deliberadamente.".

Es decir, el mal surge cuando escogemos actuar de acuerdo al EGO y/o causando daño injustificado a otro (u otros, o al ambiente).
Ser egoísta no es malo, tampoco es bueno. Pero cuando la actitud y/o acto egoísta me lleva a causar perjuicio innecesario, entonces es malo.
Querer mi propiedad, no tiene nada de malo; pero si para conseguirla robo, mato, lastimo, estafo, miento, etc., entonces ya pasa a ser un acto malo.

De aquí podríamos sacar numerosas conclusiones, algunas que podrían llevarnos muy lejos del camino ético, de construcción de shalom que proponemos para todas las personas sin excepción.
Por lo cual, debemos considerar un patrón de medición que no se vea alterado por el EGO, ni por el propio ni por el social.
Este patrón inalterable son los Siete Mandamientos Universales, que son la línea de base, la raíz, el piso indispensable para la vida moral y ética.
En realidad, son la enunciación divina de la ética espiritual que Él ha implantado en el corazón de cada persona.
No es un código impuesto desde fuera, no es algo ajeno a la persona, sino que es parte de nuestro “sistema operativo”, venimos de fábrica con la ética que se corresponde a los Siete Mandamientos.
El EGO, tanto el personal como el social, puede desdibujar la realidad y hacernos sentir al código noájico como “Ley” elaborada por rabinos, como normas de conducta “religiosas” que se nos insta u ordena cumplir, como otra forma más de “nueva espiritualidad”; pero ciertamente no son así.
Son parte de nuestra esencia espiritual, venimos con ellas en nuestro ser.
Al vivir de acuerdo a ellos (los gentiles) están encontrando el sendero a su verdadera identidad y no una máscara más que se recoge de fuera y se inyecta al interior y se la fuerza a ocupar el lugar del propio rostro.
Que se entienda, para el gentil el código noájico es el modo de recuperar su identidad, de evaporar las ataduras del EGO, de encontrar la armonía interna-externa, de sintonizar el Yo Vivido con el Yo Auténtico.

Tal sería la idea que está detrás de la afirmación legislativa de Maimónides, cuando expresa: "Todo gentil que reciba para sí el cumplimiento de los siete mandamientos y sea cuidadoso con ellos, es uno de los justos de las naciones del mundo, y tiene su porción en el Mundo Venidero. Esto es así siempre y cuando los reciba y los cumpla pues tal ordenó el Eterno en la Torá y manifestó a través de Moshé, nuestro maestro, que desde antiguo los benei Noaj (noájidas) estaban obligados a ellos. Pero, si los hace a causa de que les parece razonables (y no las asume como obligaciones de origen divino), entonces no se le puede considerar como justo de las naciones del mundo, sino un seguidor de sus sabios.” (Mishné Torá, Hiljot Melajim 8:11).
Si el noájida actúa éticamente, vive conforme al código noájico, pero sin admitir su origen divino, entonces está muy bien, es una gran persona, pero no logra alcanzar la cima de su nivel espiritual a la que podría arribar. No logra desplazar por completo su EGO y permitir que gobierne el AMOR. Porque vive la ética de los sabios, las instrucciones buenas y justas de los hombres que le precedieron y supieron enseñar modos de vida saludables. Sin embargo, para lograr la sintonía de su Yo Vivido con su Yo Auténtico, es menester que admita el origen divino del código noájico y lo viva a pleno. Cuando así hace, es un “justo de las naciones”, alguien que vive a través de su ética natural, originaria, que irradia de su esencia espiritual.
Entonces, vivir una vida ética sin admisión del origen divino, está bien, es algo meritorio y de inmenso valor.
Pero vivirlo la vida ética aceptando que es de origen celestial, entonces es dar un paso más, ascender más, perfeccionar su existencia más. Ojalá y fuera lo común para toda la humanidad.

Pero, lo común es manipular, es vivir a la sombra del EGO, en celditas mentales, temerosos, echando culpas, jugando jueguitos perversos, agrediendo, violentando, usurpando, disfrazándose, huyendo de la realidad (escapando de sí mismo).
Se tiene al EGO como un dios, como EL dios y como un redentor y salvador, como EL mesías.
Sobre estos temas ya hemos trabajado anteriormente, son muy importantes, por eso te invito a que busques, encuentres, leas, estudies, critiques, preguntes y lo incorpores a tu vida.

El EGO queda al mando de tu vida.
Vives sumergido en sentimiento de impotencia, manipulas, sientes miedo, escapas, disfrazas tu realidad, buscas dioses fuera, o líderes fuertes, cosas a las cuales aferrarte (supersticiones, religiones, partidos políticos, hinchadas deportivas, equipos deportivos, etc.) que te hagan mitigar tus pesadillas y angustias.
Tristemente nos recuerda el sabio proverbista: "Lo que el impío teme, eso le vendrá; pero a los justos les será dado lo que desean." (Mishlei / Proverbios 10:24).
Así es querido amigo, lo que el EGO te lleva a temer, suele ser lo que te sobrevendrá. Si te escapas de la soledad, manipulas para no estar solo, te escondes del aislamiento, terminarás tarde o temprano solo, aunque estés rodeado de gente. Aunque hagas cualquier sortilegio y fórmula mágica pretendiendo controlar a tu dios y de ese modo milagrosamente te sentirás controlando al universo, terminarás avasallado por las fuerzas que no puedes controlar… si ni siquiera puedes controlar lo que sientes, cómo te sientes, cómo te sometes al EGO…
Y así con cada pesadilla que se te cruce, tarde o temprano se hará realidad. A no ser que cambies la pisada, que evapores al EGO, que vivas de acuerdo al AMOR.

Espero que hayas entendido nuestro planteo de cómo funciona el deseo "religioso" en las personas, lo que los lleva a vincularse tóxicamente con sectas, adherirse a grupejos religiosos, someterse a religiones "oficiales", degradarse en todo tipo de extravíos.
Con ello, de manera retorcida, buscan el poder, poder para no angustiarse más con el sentimiento de impotencia, poder para controlar el destino, poder sobre la muerte, poder sobre sus dioses, y creen sinceramente (en muchos casos) encontrarlo. Pero es solo ilusoriamente, es mentira que nace de la desconexión con la realidad que produce el EGO. Es falso poder. Similar falso poder de los imperios que dominan por la fuerza de las armas, de las mafias que atormentan con su violencia, de los grupos de influencia que dictaminan orientaciones con manejos económicos, etc.
Detrás de todas estas máscaras de poder, detrás de todos estos uniformes de dominio, hay hombres débiles, paupérrimos, desgraciados, temerosos, incapaces de vencer a su EGO.
Gente pendiente de lo que otra gente ve, opina, juzga, critica, proclama, denuncia, reclama, ordena, manipula.
Un viene y va, jueguito recíproco de manipulaciones, en donde alternativamente podemos ser víctima, agresor o salvador. Y vamos dando tumbos, buscando salvadores, salvando o agrediendo y detrás de estas tres imposturas, siempre el EGO.
Ya lo dijo el enorme sabio, luz para su nación y las naciones, el Rav Kook: “hay gente libre que tiene alma de esclavo y hay esclavos que están sus almas llenas de libertad; quien confía en sí mismo es libre, en tanto que el que está pendiente de la aprobación y beneplácito de otros, es un esclavo.
Todos nacimos para ser libres, solamente atados a los mandamientos del Eterno.
Pero allí, en medio, se interpuso el EGO. Éste nos lleva a buscar a quien manipular y por quien ser manipulado. Si viviéramos con confianza en nuestra misión sagrada, con amor y respeto por nuestra identidad, con aprecio a nuestro legado, entonces no estaríamos en derrota, en exilio, esclavizados. Pero, no confiamos, no amamos, no respetamos, no cuidamos, y por ello nos sometemos. Nos amparamos en dogmas y doctrinas, creencias y religiones, filosofías e idealismos, proponemos dar otras mejillas pero alzamos las armas, clamamos por paz pero estamos manchados de sangre, nos envolvemos con rituales pero carecemos de solidaridad. Es una imagen que se repite, una y otra vez, en cada época, en cada lugar. Desde antaño los profetas la denuncian y profetizan: "Dice el Eterno: ‘¿De qué Me sirve la multitud de vuestros sacrificios? Hastiado estoy de holocaustos de carneros y del sebo de animales engordados. No deseo la sangre de toros, de corderos y de machos cabríos.
Cuando venís a ver Mi rostro, ¿quién pide esto de vuestras manos, para que pisoteéis Mis atrios?
No traigáis más ofrendas vanas. El incienso Me es una abominación; también las lunas nuevas, los shabatot y el convocar asambleas. ¡No puedo soportar iniquidad con asamblea festiva!
Mi alma aborrece vuestras lunas nuevas y vuestras festividades. Me son una carga; estoy cansado de soportarlas.
Cuando extendáis vuestras manos, Yo esconderé de vosotros Mis ojos. Aunque multipliquéis las oraciones, Yo no escucharé. ¡Vuestras manos están llenas de sangre!
Lavaos, limpiaos, quitad la maldad de vuestras acciones de delante de Mis ojos. Dejad de hacer el mal.
Aprended a hacer el bien, buscad el derecho, reprended al opresor, defended al huérfano, amparad a la viuda.
" (Ieshaiá / Isaías 1:11-17).

Así dice el profeta, dice Dios.
Basta de ritualismo, de religión, de rigidez falta de humanidad.
Seguir los mandamientos es lo correcto, tanto los que conciernen a la relación del hombre con Dios, como a los que son de relación entre personas.
No sirve hacer como aquellos dogmáticos, religiosos, que se ponen enfáticos en los mandamientos que vinculan con Dios, en las cosas rituales, que abruman con detalles y menudencias. Pero, a la hora de tratar con el prójimo, son descarados, vergonzantes, agresivos sin necesidad, maltratadores, etc.
Así no marcha la cosa, pues ambos modos de mandamientos son requeridos.
Pero el EGO, ah el EGO, ese astuto amigo de la infancia hace ver las cosas a través de su lente distorsionada.
Hace presumir de poder, hacer creer que se controla a Dios con sacrificios, cánticos e inciensos, como si a Dios se lo comprara con espejitos de colores.
El EGO que lleva a creerse el centro del universo, el amo de Dios.
Es el que nos hace despreciar al prójimo, vivir en desarmonía.
Y no, eso no sirve. Eso lleva al mal.
Tal como relata el profeta.
No el mal etiquetado por la sociedad, o el que uno valora como tal, ni el de los filósofos.
El mal según criterio de Dios y expresado en Su Torá y explicado por los maestros que tienen el conocimiento y la virtud para aprender y enseñar.
Así pues, hay que arrepentirse, es decir, volver a la senda correcta.
Dejar el pecado, que quiere decir desvío del camino correcto, cosa que produce el EGO.

El mismo Rav Kook, que ya mencionamos, instruye: “el primer arrepentimiento (o retorno) es que el hombre se perdone a sí mismo (o también: vuelva a sí mismo).
Comencemos la construcción de Shalom por nosotros mismos, dejando de lado la identificación con las máscaras del Yo Vivido y encontrando el rumbo hacia nuestro Yo Auténtico.
Perdonemos, perdonémonos, aprendamos a vivir mirando el aquí y ahora con bondad y justicia, sin olvidar el pasado, sin vilipendiar el futuro, pero aprovechando a pleno este momento y este lugar. El presente es el único tiempo que existe, el único real, el único para disfrutar.

Gracias a Dios que el Noajismo no es una secta o religión, tampoco una filosofía o un compendio de leyes. Noajismo es la humanidad en su plenitud, en su integralidad.
(Tal como el judaísmo lo es para esa porción minúscula de la humanidad que se denomina Familia Judía).
Noajismo es el camino de regreso a casa. Es la herramienta sagrada para hacer de este mundo un paraíso terrenal. Es el modo que Dios ha dado para que cada uno salga del exilio espiritual y alcance su tierra prometida personal, la Era Mesiánica propia, el Mesías en su vida.
Con acciones concretas, absteniéndose del mal, haciendo el bien.
Pero también cultivando la interioridad, construyendo shalom desde dentro, dejando la discordia por la empatía.

Es triste saber que la inmensa mayoría de los humanos (gentiles y judíos) están desconectados de su esencia, en desequilibrio, realmente enfermos en su multidimensionalidad. Están abrumados por el EGO, alicaídos en sus emociones, corrompidos en sus creencias y anhelos, machacados por el miedo y el deseo que nace del EGO.
Es doloroso saberlo, porque son hermanos, gente cercana, hijos de la misma Familia.
Mientras estas personas están en el exilio espiritual, desconectados de su esencia, el Exilio se resiste a morir. No hay Era Mesiánica, porque tantos hijos están fuera de la senda, en caos, desafinando en la sinfonía cósmica.
Si bien nuestro propio EGO nos puede impulsar al enojo, al reclamo amargo, a la disputa inútil, a la agresividad innecesaria, así no se resolvería nada, sino que se acrecentaría el drama.
Por tanto, comencemos construyendo shalom en nuestro interior, admitiendo sus posturas, que aunque erróneas y lastimosas son las que ellos consideran válidas.
No respondamos desde el EGO, sino desde el AMOR.
Para ello debemos cultivarnos, trabajar en nosotros, romper el primado del EGO en nuestra vida, así podremos tender lazo de unificación con nuestros hermanos y con los extranjeros también.
Es el largo camino de regreso al hogar, de restablecer el paraíso terrenal como antaño, como nunca fue en la realidad.
En unidad, armonía, resplandor, amor.
Somos unidad, aunque la manifestación física nos haga separados y diferentes y hasta divergentes.
Encontrar el nexo que nos une, es el camino del AMOR, aquel que debemos estar dispuestos a andar.
Sin por ello olvidar que existen leyes, normas, mandamientos que no siempre son suaves, no siempre vienen con caricias, en ocasiones son severos y con penalidades duras. Es parte de la vida en Este Mundo, que hemos de aceptar y así trabajar por construir Shalom, con luz y con sombras. Pero siempre construyendo shalom.

Texto que aconsejo leer y estudiar con detenimiento: http://serjudio.com/cterapia/cab060808.htm

El consejo diario 383

Detente,
respira,
observa qué es lo que estás por hacer,
analiza de donde proviene esa conducta,
admite tus sentimientos oscuros,
perdónate por ser frágil,
escoge una alternativa que sea constructiva,
construye Shalom.

Este es el consejo principal, el fin del reinado de la manipulación, el declive del EGO.

Resp. 1078 – mi mama es catolica, mi suegra cristiana, mi esposa indecisa y yo noajida como afrontarlo

elbergaleanonos consulta:

creo que el titulo lo dice todo pero para hacerlo mas claro mi mama y mi suegra son extremadamente apegadas a sus religiones, y mi esposa no sabe por donde ir, yo ya e estudiado muchas religiones y en todas encontrava falencias, vacios sin explicacion logica, hasta que gracias al señor encontre mi verdadero ser y con el cual me siento completamente identificado, ser NOAJIDA, como puedo afrontar estas personalidades o como convivir con ellas? more y compañeros agradezco su ayuda de antemano SHAL
Elber Galeano, Arquitecto, Montería, Colombia

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