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Sucot e Israel

De las cuestiones que Dios ordenó a los judíos, hay dos que ponen en juego a todo el cuerpo.
No son acciones que impliquen necesariamente conciencia, ni estar atentos a algo en particular, sino simplemente con ubicar el cuerpo en cierto lugar.
Esas dos cuestiones son: el mandamiento de residir en una Sucá durante la festividad de Sucot y la de residir en la tierra de Israel.
Si uno está, anda, se sienta, duerme, trabaja, descansa, come, conversa, cualquier cosa que haga dentro de la Sucá (durante la festividad de Sucot), está cumpliendo con una mitzvá, uno de los 613 mandamientos que Dios ha ordenado al pueblo judío.
De manera similar, el judío al estar en la tierra de Israel, por ese simple hecho, por esa ubicación espacial, ya está conectando su ser a la Fuente de Vidas, está armonizando su existencia con el Cosmos.

Resulta simpático darse cuenta que hasta al dormir, en la cumbre de la inconsciencia, igualmente se está actuando según prescrito por Dios.
Resulta paradójico que aún siendo ateo, o peor aún, contrario a la Tradición, el judío que reside en la tierra de Israel está actuando –en ese aspecto- en coherencia con la Voluntad de Dios.

Pero así está establecido, son cuestiones que involucran la ubicación del cuerpo, no la conciencia, ni el deseo, ni la voluntad, ni el sentido, ni la opinión personal.
Si eres judío y pones tu cuerpo bajo el techo de la Sucá en Sucot, estás haciendo lo correcto, aunque no hicieras otra cosa más en ese momento, ni bendijeras, ni rezaras, ni tomarás en tu mano objetos rituales, incluso aunque ni siquiera sepas que estás cumpliendo con un mandamiento que Dios ha dado al pueblo judío.
Eres judío y estás en la tierra de Israel, igualmente.

Para muchos esta identidad no ha pasado desapercibida, por lo cual identifican a la festividad de Sucot no solamente con los años de residencia de los judíos en el desierto, tras la salida de Egipto, siendo protegidos y sostenidos por Dios. Sino que también lo perciben como un compromiso para alcanzar la tierra de promisión, a afincarse en ella, a establecer en ella un estilo de vida de santidad.
Es lo que hicieron los antepasados judíos cuando hace 3300 años tomaron posesión de la tierra y se afincaron en ella para perpetuidad.
Es lo que sustenta el ideal mesiánico, de retorno de los hijos a los límites del hogar sagrado, de hacer florecer la tierra, de desplegar todo el potencial de la triple alianza sagrada: pueblo judío, tierra judía y Torá judía. Porque cuando hablamos de mesianismo, cuando añoramos una Era Mesiánica, estamos pensando centralmente en el pueblo judío, en la tierra de Israel viviendo de acuerdo a las reglas pautadas por la Torá dada por Dios a los judíos. Ciertamente el efecto positivo y redentor de este enlace sagrado será percibido por todo el mundo, en cada rincón brotará la espiritualidad pura, el amor a Dios y sus cosas, el noajismo a pleno para los gentiles. Pero esto como efecto secundario al real enfoque de lo que respecta a la Era Mesiánica.

Estas palabras que parecen ideales fantásticos hacia el futuro, anhelos soñadores del presente, o míticos relatos del pasado de la nación judía, ciertamente tienen sus paralelos en el mundo, en las naciones, en procesos históricos bien conocidos en general.

Atiende a estos comaprativos:
Pesaj es la liberación del yugo extranjero e imperialista.
Shavuot es la Jura de la Constitución nacional.
Sucot es la independencia de la patria.

Los que vivimos en América y conocemos un poco de nuestra historia, podemos reconocer que estos han sido pasos que en mayor o menor medida han dado nuestras naciones para conformarse en lo que son actualmente.
Habíamos estado sometidos al imperialismo europeo, hicimos nuestras guerras de liberación.
Pudimos establecer códigos de vida propios, muchas veces constituciones nacionales o estatales.
Declaramos y sostuvimos –más o menos, en realidad- nuestra independencia de poderes extranjeros.
Allá por fines del siglo 18 y durante el siglo 19 muchos nos libramos del mandato oprobioso de España, de Inglaterra, de Portugal, de Holanda (me olvido seguramente de alguno), aún penamos bajo la bota imperialista romana-cristiana, árabe-musulmana, socialista y por supuesto la de otros imperios codiciosos. Las gestas libertadores se reproducían por toda América.
Supimos hacer nuestros Cabildos, nuestras asambleas constituyentes, nuestras legislaciones, etc.
Supimos proclamar la independencia de poderes colonialistas, de intervenciones extranjeras, aunque luego nos sometimos por viles necesidades, por negociados de políticos corruptos, por la ceguera moral de muchos, por el EGO entorpecedor de las masas, por el populacherismo, pero al menos supimos desear ser libres, iguales, independientes.

De manera similar, pero con miles de años de anticipación, aconteció para los hijos de la nación hebrea.
Para aquella gesta redentora no solamente trabajamos nosotros, en realidad bastante poco, sino que fuimos guiados y protegidos por el Todopoderoso.
Sin embargo, con el correr del tiempo fuimos pudiendo hacer nuestra parte, con tropiezos, con dudas, con vacilaciones, con retrasos, con apurones, pero finalmente el pueblo judío estableció su patria en su tierra (esa tierra que desde siempre ha sido pretendida por otros y ahora está a punto de ser robada nuevamente por el imperialismo extranjero, cuya punta de lanza son los que se hacen llamar “palestinos”, pueblo inexistente, invención imperialista en su lucha contra los judíos, que es su lucha contra Dios).

Podemos hacer nuestra parte, cada uno su parte. Ni más, ni menos.
Está en nosotros el conectarnos a través de nuestras acciones positivas.
Podemos establecer nuestra Sucá, endeble, débil, fácilmente desarmable, al tiempo que confiamos en que es Dios el que la refuerza y sostiene.

Los judíos tienen su tarea particular en el plan de Dios para la redención de la humanidad, pero también tienen la propia los gentiles.
Por medio del judaísmo, para unos, y del noajismo para los otros es que estableceremos un mundo de Shalom. Que no sea solamente un bello ideal, una fantasía soñadora, algo parecido a una canción de John Lennon, sino una realidad concreta, vibrante, es posible.

A levantar cada uno nuestra Sucá interior, a librarnos del EGO, a tomar para nosotros el cumplimiento de la Torá que nos corresponde, a construir una patria interna de plenitud y Shalom.

¿En quién confías?

El tema de creer o confiar en Dios ha sido tratado ya en otras oportunidades, sin embargo no está demás dar una opinión, algo para compartir, que nos enriquezca al meditar en ello.

El More Yehuda nos ha enseñado que una cosa es creer en Dios y otra cosa muy diferente es confiar en El, creer está en la base de la confianza en Dios, creer es pensar que las cosas pueden ser  de determinada manera pero sin una certeza absoluta, confiar es saber que efectivamente son así.

Emuna y Bitajon en el idioma de la creación, pero bueno estos dos conceptos están explicados con mucho detalle en este texto del More Yehuda

Noájidas ¿Saber o creer que Dios existe?

Ahora algo que me gustaría, es tomar un derivado de estos conceptos, un derivado que es de uso cotidiano y gran importancia, y no me refiero a creer o confiar en Dios, sino a creer o confiar en nuestros semejantes.

Como extrapolar estos conceptos hacia las relaciones humanas o el plano de lo social como nosotros le decimos, de hecho es casi de la misma manera.

Una cosa es creer que alguien hará algo y otra muy diferente es saber que lo hará, es decir, podemos creer que tal o cual persona puede hacer algo, o podemos saber que lo hará, tu puedes pensar o puedes creer que alguien te será fiel, leal, puedes creerlo pero solo creerlo, pero para saberlo se necesita algo más.

A través del tiempo en diversos sucesos te das cuenta de que un amigo, una pareja, un conocido ha sido leal contigo, si en un suceso futuro habrá de suceder algo que nuevamente ponga a prueba su lealtad tu sabrás o confiaras que así como ha sido volverá a ser, es decir que su lealtad será reafirmada, claro que nosotros como seres humanos somos falibles, torpes e inconstantes, y pedir perfección es un ser humano es un error garrafal, las personas nos equivocamos aunque una cosa es equivocarse por torpeza o ignorancia y otra cosa muy diferente es actuar mal adrede, obviamente con Dios las cosas no son así pues El es perfecto, firme, fuerte, real .

Pero alcanzas a ver cómo se puede cultivar la confianza verdadera entre nosotros.

Con hechos concretos y reales en concordancia con lo bueno, no con promesas vacías y vanas o palabras huecas.

Podemos hacer que la gente crea en nosotros no hay duda, pero hacer que confíen en nosotros, que sepan que efectivamente así serán las cosas requiere de un respaldo, un algo que anteceda al presente, para que sepamos o tengamos una certeza aun mayor de que así serán las cosas.

Una persona que cumple su palabra que se conduce con verdad es digna de confianza.

Creer o confiar en alguien depende de cómo ha sido su comportamiento, sus hechos en la realidad.

Por ejemplo en la pareja tu puedes creer que tu cónyuge o novia/o será de tal o cual manera, o puedes saber que efectivamente así será, para que una relación sea saludable y de bienestar para ambos, deberíamos de tratar de cultivar la confianza, con constancia en nuestros hechos y a partir de ello ir haciendo bases sólidas donde se construya una relación en base a la confianza y también en el respeto.

Es muy común escuchar que en la pareja debe de haber confianza, muchos dicen confía en tu pareja, cultiva la confianza, pero hacerlo sin bases ni fundamentos, de la noche a la mañana, no es más que una idea tonta e incoherente, sin dudas que debe de existir confianza en el matrimonio o noviazgo para este funcione de la mejor manera, de eso no hay duda, pero hay que saber cómo poder construirla, confianza sin fundamentos no es más que ceguera, necedad o adormecimiento intelectual, que puede redundar en terribles consecuencias, al estilo de la fe ciega y estúpida en el payaso colgado de la cruz, que muy bien sabemos cuántos numerosos y grandes males le ha acarreado a la humanidad.

Creer por creer, sin meditar, razonar o analizar, es una locura sin más.

“El que crea en mi será salvo y el que no, será condenado”

Una petición absurda e ilógica del pobre y patético personaje de la cruz.

Muy al contrario de lo profetizado para el pueblo judío en la sagrada e inmutable Tora, exclusivo para el pueblo judío, pero que en lo que se refiere a maduración y ética universal nosotros podemos aprender algo.

«Pondré Mi Torá en su interior y la escribiré en su corazón. Yo seré su Elokim, y ellos serán Mi pueblo.
Ya nadie enseñará a su prójimo, ni nadie a su hermano, diciendo: ‘Conoce al Eterno.’ Pues todos ellos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice el Eterno. »
(Irmiá / Jeremías 31:32-33)

Dice que conocerán al Eterno, no dice que creerán en El porque si, o que necesita que crean en El, dice que Lo conocerán, y como pueden conocer al Eterno, obviamente no viéndolo sino a través de Sus actos de Su conducta, por Su manera de conducirse para con ellos, igual que nos conocemos unos a otros.

Dios no hace pedidos estúpidos o peticiones absurdas que conduzcan hacia sendas oscuras y de dolor, Dios el Eterno instruye a las personas para que piensen y despierten, El no pide fe ciega o absurda que conduce hacia la ceguera intelectual y pobreza espiritual, el exige de las personas superación y refinamiento, no mediocridad y conformismo.

Y si así es con Dios, no puede ser menos con nosotros, para podernos relacionar con los demás de forma sana y constructiva, es necesario enseñarnos a ser confiables, dejar de ser esclavos de nuestro ego, tal vez no sea tarea sencilla ni instantánea DE UN DIA PARA OTRO, pero sin dudas es posible lograrlo, con dedicación, practica y mucho estudio de por medio.

En resumen para confiar en alguien se necesita que lo conozcamos a través de sus actos y si estos son en concordancia con el bien y lo bueno, estamos en camino de construir verdadera confianza y establecer relaciones sanas y cordiales entre todos.

Hacer el bien para que podamos confiar unos en otros.

Un abrazo, gracias por leer estas palabras ¡hasta pronto!

Sucot para noájidas

En pocas horas más los judíos estarán celebrando la festividad de Sucot, de las cabañas.
Esta festividad es netamente judía, una de las celebraciones particulares que el Eterno ha concedido a la nación de Israel. Y específicamente es una festividad de corte histórico-nacional, pues se vincula a los sucesos maravillosos que acontecieron a los hebreos a la salida de Egipto y durante su estancia en el desierto, previo a la entrada a la Tierra de Promisión.
Por esta herencia celestial, y por este encadenamiento al pasado nacional, los noájidas NO deben celebrar Sucot al estilo que SÍ lo deben celebrar los judíos.
Un gentil que pretenda conmemorar Sucot como los judíos, está incurriendo en apropiación indebida del patrimonio nacional y espiritual ajeno, está desobedeciendo la divina Voluntad, y está dañando su pureza espiritual con alimento que no le es apto.

Sin embargo, es una fecha a tener bien en cuenta en el calendario de eventos noájicos, y para celebrar con altura y bendición.
Ahora te dará unas pocas pautas para que festejes correctamente el tiempo de Sucot.

Para comenzar, recordemos que en épocas del Templo en Jerusalén, durante esta festividad los sacerdotes judíos ofrecían 70 animales en honor al Eterno, en representación de todas las naciones gentiles de la tierra.
Es decir, se les daba a todos los noájidas un lugar de importancia durante Sucot, se los incluía ritualmente, se les representaba sacerdotalmente, porque todos somos hermanos, hijos del Eterno. Si bien los judíos son el pueblo sacerdotal, los noájidas son los hermanos que colaboran y contribuyen a la edificación del mundo y al predominio de la santidad en el universo.

Recordemos también que de acuerdo a la profecía de Zacarías (14), en la Era Mesiánica Sucot será la época universal para la peregrinación al Templo en Jerusalén. Judíos y gentiles a la par nos presentaremos a rendir nuestra devoción ante el Padre en la ciudad que Él escogió para asentar Su santo Templo. Judíos y noájidas, cada cual desde su rol propio, cumpliendo con la divina Voluntad.

En la práctica, tú actualmente puedes construir una pequeña cabaña si deseas, pero no tienes obligación de hacerlo. Recuerda que el mandamiento de morar siete días en una Sucá es exclusivo para los judíos (varones), y que tú solamente estarás actuando de buena voluntad, para promover tu crecimiento espiritual y el de tus allegados. Pero no puedes considerar que con este acto estás cumpliendo algún mandamiento que te compete, tenlo presente por favor.
En cuanto a medidas, formas, materiales, etc. para la edificación de tu cabaña, queda a tu mejor parecer como constructor. Lo interesante sería que pudieras emplear elementos naturales, palos, ramas, hojas, palmas, etc., como una manera de distinguir lo que proviene de la naturaleza, directamente por bendición del Padre, sin mediar mayormente la mano del hombre.
Este aspecto de apreciar lo natural en estos días, y a través de lo natural la obra del Creador, es una de las tareas que te competen cumplir como noájida. Ten presente que tú eres el encargado de desarrollar el mundo, de convertirlo en un lugar propicio para el ejercicio de la santidad. Tú eres el socio del Creador a la hora de transformar, de perfeccionar, de completar la obra de la Creación.

¿Qué haces luego de que te has construido tu chocita, o has ayudado a otro a hacerlo, o has participado en la construcción del tabernáculo comunitario?
En la cabaña puedes comer y pasar un rato, con la expresa intención de recordar como vivieron los judíos a la salida de Egipto, recordando que es festividad judía. Aprovechas así a vincularte emocionalmente con tus hermanos judíos, con el pasado de la nación santa; NO para creer que eres miembro de Israel, sino para reconocer que ambos son camaradas en la obra de completar el mundo, cada cual de acuerdo al rol específico que el Padre les ha dado.

Cuando el noájida pasa un tiempo en su cabaña, puede abrir el canal de su memoria para rememorar los milagros que el Padre ha hecho por Israel, el amor que ha tenido por el pueblo judío, y la hermandad de todos los humanos bajo las alas de la divinidad.
Y el provecho personal está en que el noájida aprenda de esta manera a valorar lo pasajero de la vida terrenal pero su importancia cardinal para adquirir buenos frutos para gozar en su eternidad.
Que el noájida aprenda el valor de cada cosa, dejando en segundo plano a lo secundario para que predomine lo realmente principal, De esta manera estará ejercitando su voluntad para la misión de construir un mundo más perfecto.

Está muy bien que se reúnan y canten salmos de alabanza al Eterno.
Porque es fiesta del Eterno, conmemoración de Israel, momento de crecimiento para todos nosotros.

Espero que puedas celebrar y que pronto peregrinemos juntos hasta Sión, a venerar al Santo.

Sucot para noájidas

En unos días comienza la "festividad de la alegría", que es Sucot.
Recomiendo a los lectores que relean este texto que ya publicamos: http://fulvida.com/festividades/sucot-para-noajidas

Y que visiten los otros textos que se encuentran en la sección:
http://fulvida.com/category/festividades/pesaj-shavuot-sucot-fiestas-judias-de-peregrinacion

Estoy a las órdenes para recibir vuestras dudas, consultas, sugerencias, aportaciones, etc.
No sé si podré responderlas a la brevedad, pero trataré de hacerlo, con la ayuda del Eterno.

Que sepamos construir Shalom, una sucá mundial de Shalom.

Ser humano

Existen días trascendentes para la humanidad en el correr del tiempo, así quiso el Eterno que fuera, tiempos y épocas, momentos en los cuales hay lo que aprender.

El mensaje que quiero compartir es simple y sencillo, a propósito de este día tan especial que esta por entrar, me refiero al Iom Kippur o día de la expiación.

Esta sagrada casa de estudio, tiene un aspecto muy destacado que de hecho he visto en poquísimos lugares.

Aquí se imparten clases, estudios, técnicas y conocimientos de cómo lidiar con nuestra tendencia hacia lo negativo modernamente  llamada “ego”, aquello que nos estanca como personas, nos obstaculiza para no dejarnos elevar como seres humanos y tener plenitud en este mundo, aquí en esta sagrada casa de estudios se proporcionan diferentes herramientas para crecer y refinarnos a través de estudios, investigaciones, clases que nuestro Maestro tiene a bien proporcionar a todo aquel que lo quiera aprovechar.

Finalmente ese es un mensaje poderoso del día de la expiación, retornar a la buena senda, hacer brillar la esencia del ser humano y reconocer a Hashem como Amo y Soberano del universo.

¿Pero como podemos dejar un camino equivocado sino podemos lidiar con nuestra tendencia hacia el mal?

Dejar un camino equivocado puede no resultar sencillo mucho menos sencillo si no puedes lidiar de forma constante con la tendencia hacia lo negativo y claro que esto es algo humano, no es algo demoniaco o de “gente mala”, así fuimos hechos con tendencia hacia lo bueno pero también hacia lo malo, sin embargo es necesario lidiar con dicha tendencia hacia el mal para que de forma efectiva podamos cambiar nuestra “forma de ser” retornar a nuestro origen, y mira amigo querido, apreciado lector en este sagrado lugar de estudios precisamente esa es la principal misión “conocer y ubicar en su lugar correcto a nuestro ego” mediante técnicas del pensamiento traducidas en actos reales.

Sin las herramientas adecuadas y verdaderamente efectivas para hacerlo, podrás arrepentirte mil veces y rogar perdón mil más, pero si no puedes ubicar al ego en su lugar respectivo, de nada servirá porque seguiremos haciendo lo mismo, andando por caminos oscuros, faltos de vida y de mucho pesar.

Un mensaje para este día tan especial es “estudiar, compartir y aprender junto a muchas otras personas, para hacer una verdadera expiación para toda la humanidad, a través del cumplimiento de nuestros mandamientos y un manejo correcto del ego con todas las herramientas que aquí se brindan”.

Comparte fulvida amigo mío, estudia y aprende a cómo lidiar con tu ego para que con eso puedas cumplir con los mandamientos que te fueron dados.

Mis mejores deseos para que sean inscriptos y sellados en el libro de la vida, y que haya muchas cosas buenas para toda la humanidad en los días que vienen.

¡Un abrazo y hasta pronto!

 

La decisión de un hombre razonable salvó a la humanidad de su propia destrucción y no murio en una cruz.

Salvo a la humanidad de su propia destruccion , sin el engaño de morir en una cruz , sin seguidores.

La idea de que un solo hombre pueda salvar al mundo
pertenece al terreno de las creencias religiosas.

Sería difícil creer que un hombre ordinario tuviese
el poder de prevenir el fin de la humanidad. Y, sin embargo, la historia que voy
a contar es la de un hombre ordinario: la del teniente coronel Stanislav Petrov,
un científico al servicio de las fuerzas aéreas de defensa soviéticas, quien
salvó el mundo al evitar una catástrofe nuclear.

El teniente coronel Petrov estaba a cargo del sistema
de alerta satelital de la Unión Soviética. Su responsabilidad consistía en
reportarle a sus superiores la detección de cualquier ataque desde los Estados
Unidos. El sistema de alerta le permitiría a la Unión Soviética aplicar una
estrategia de retaliación consistente en destruir a su atacante, aunque con ello
no evitara su propia destrucción. Era la época de la Guerra Fría y de la
disuasión basada en la teoría de la Destrucción Mutua Asegurada.

El 26 de septiembre de 1983 el sistema de alerta
satelital soviético detectó el disparo de un misil desde los Estados Unidos.
Pocos minutos después, el mismo sistema detectó el disparo de otro misil también
desde los Estados Unidos y luego otro y luego otro más, cuatro en total. Petrov
sabía perfectamente cuál era la consecuencia de reportar esos ataques. Ocurriría
una hecatombe nuclear. Sin embargo, Petrov razonó que todo ello era una falsa
alarma.

Si se hubiese equivocado, es decir, si los misiles sí
hubiesen sido disparados, Petrov habría tenido que cargar con la responsabilidad
de haber permitido un ataque contra su país y de que se hubiese activado
tardíamente la estrategia de retaliación. Pero si la amenaza no hubiese sido
real, entonces Petrov habría tenido que cargar con la responsabilidad de haber
obrado ciegamente y, con ello, de haber dado lugar a la autodestrucción de la
humanidad.

Petrov no tuvo mucho tiempo para tomar su decisión.
El impacto de los misiles era un asunto que tomaría minutos, no horas. Es
preciso recordar que por esa época la paranoia cundía entre los líderes
soviéticos. Estos habían llegado a creer que la retórica agresiva del presidente
Ronald Reagan y las operaciones psicológicas ordenadas por su gobierno eran el
preámbulo de un ataque contra su país. En ese ambiente de paranoia, el 1 de
septiembre de 1983, los soviéticos derribaron un avión de la Aerolínea Coreana,
con numerosos civiles a bordo, que había entrado erróneamente en el espacio
aéreo de su país.

A pesar de la enorme presión a la que estuvo
sometido, Petrov obró razonablemente. Lo que hizo fue someter el reporte del
ataque a dos clases de pruebas: la de la lógica y la de la evidencia. La primera
consistió en examinar qué tan lógico era esperar un ataque de los Estados Unidos
consistente en cuatro misiles. Si Estados Unidos quisiese atacar a la Unión
Soviética, razonó Petrov, debería hacerlo con todo su arsenal. Si no lo hiciere
así, le daría una ventaja a los soviéticos, lo cual no tenía sentido.

Hasta ahí Petrov tenía una conjetura lógica y nada
más. Le faltaba confrontar los hechos. Y eso fue lo que hizo. Si los satelites
habían detectado los misiles, los radares en tierra tendrían que confirmar esa
información. Eso suponía tener que esperar a que los misiles se acercaran a la
Unión Soviética. Pero esos radares darían un reporte más fiable, sobre todo
tomando en cuenta que el sistema satelital era nuevo y que dependía de una
técnica computacional que había sido objeto de muchas críticas. La evidencia le
dió la razón a Petrov: todo había sido una falsa alarma.

Superada la crisis, Petrov reportó lo sucedido a sus
superiores. Estos, en un primer momento, comendaron su buen juicio. Sin embargo,
no le dieron ningún reconocimiento oficial pues ello habría significado poner en

evidencia los errores de quienes habían diseñado el sistema satelital. Años
después Petrov puso fin a su carrera militar y sólo hasta hace poco el mundo ha
empezado a darle el reconocimiento que se merece.

Esta historia tiene varias moralejas. La más obvia
es que la existencia y posible uso de las armas nucleares depende de sistemas
que están expuestos a fallas. No solamente fallas técnicas sino también humanas.
Es una tontería que la especie humana no haga nada por ponerle fin a esta
situación. Es una soberana estupidez que nuestro futuro siga en manos de
personas que quizá no tengan el buen juicio con el cual obró Petrov.

Hay otra moraleja menos obvia, una que concierne a
nuestro sistema educativo y también a nuestro sistema político. Muchos son
todavía los que creen que el orden social se mantiene a punta de obediencia
ciega. La historia de Stanislav Petrov nos enseña que la obediencia ciega en su
caso habría sido fatal para la humanidad.

Para prevenir muchas catástrofes es preciso que
cultivemos la capacidad de obrar razonablemente, esto es, que aprendamos el arte
de la lógica y de la ponderación de la evidencia. Si, por el contrario, la fe y
la obediencia ciegas se imponen sobre la razón, muchos de nuestros miedos
seguirán dando rienda suelta a impulsos agresivos, a ataques desproporcionados y
fuera de lugar.

No obstante, creo que la historia de Stanislav
Petrov, así como la he contado, es incompleta. No tengo duda alguna de que
Petrov salvó al mundo gracias a su razón, pero intuyo que sin un amor y una
bondad hacia el mundo muy grandes no habría tenido la cordura para obrar
razonablemente. Sin cultivar ese amor y esa bondad no podremos salvar el mundo.

Cual es tu Moraleja ?

 

Tomado del perdiodico El Espectador.

Pequeños grandes

En el mundo hay mucha gente llena de ambición y se prepara con ansías para realizar actos grandiosos, sin embargo no puede hacer “las pequeñas cosas” con las que se encuentra a diario, pues no tiene en cuenta que un “gran acto” está formado de muchas “pequeñas acciones”

Tal vez un diminuto detalle que no vale ni la pena mencionar, sin importancia aparente, puede cambiar completamente la vida de una persona, por lo tanto cualquier actitud con mucha amabilidad y sin egoísmo podría llevar alegría a quien no la espera, inclusive a uno mismo.

Una antigua parábola china relata la historia de una pequeña hormiga que se encontraba tomando agua a orillas de un río y, que en un descuido, se cayó al agua. Ella trataba de acercarse a la orilla haciendo mucho esfuerzo, pero tras nadar por un breve instante se le acabó la fuerza, quedando dando vueltas en el mismo lugar, y luchando desesperada y sin esperanzas. En ese momento, una imponente ave que buscaba comida a orillas del río vio esta escena y le dio mucha lástima, con su pico recogió una rama y la tiró al agua al lado de la hormiguita que con mucho esfuerzo se subió a la rama; escapó del peligro y finalmente regresó a la orilla del río.

Mientras la pequeña hormiga se secaba en el pasto, escuchó pasos de quien resultó ser un cazador que se acercaba sigilosamente con un rifle en sus manos apuntando al ave. Al ver esto, la hormiga rápidamente subió a los pies del cazador, se metió debajo del pantalón y justo en el momento cuando el cazador apretó el gatillo, la hormiguita picó al cazador con todas sus fuerzas. Por la fuerte picadura, el cazador se distrajo y el tiro salió desviado, y el ruido del disparo asustó al enorme pájaro que escapó volando para refugiarse en las alturas.

Aunque la hormiga es un insecto muy pequeño, y claramente más débil que el pájaro, con su pequeñez logró ayudar al ave a escapar de un desastre fatal, su muerte.

Este cuento nos muestra una ley universal: por más pequeñas que sean las buenas obras nunca serán en vano. Para el ser humano, los principios son los mismos: acumular pequeña bondad puede llegar a ser un gran mérito; acumular pequeños logros puede llegar a resultar en un gran éxito.

Cada situación cotidiana en la vida del mundo humano puede reflejar, o discernir, la verdad y falsedad, la bondad y maldad, la rectitud y perversidad, la belleza y fealdad, que están contenidas en el corazón humano; por lo tanto, cada pensamiento que se tenga es muy importante ya que puede cambiar drásticamente el sentido de nuestra vida.

De poco a mucho y desde lo chico a lo grande, no por ser pequeño es preferible no hacer un acto bondadoso -para no perder el tiempo-, o por ser pequeña una mala acción está justificado hacerla. Este también es un principio recto para el ser humano.

De: http://www.lagranepoca.com/pequenos-actos-benevolentes-se-pueden-convertir-en-grandes-meritos

De artesanos y Artesano.

El artesano y las jarras
“¡Ay del que contiende con su Hacedor, siendo nada más que un pedazo de tiesto entre los tiestos de tierra! ¿Dirá el barro al que le da forma: ‘¿Qué haces?’ o ‘Tu obra no tiene asas’?”
(Ieshaiá / Isaías 45:9)

¿Por qué es presentado el Eterno como un artesano y la persona como un jarrón de barro?
¿Cómo se opone la gente al Eterno sin rebelarse directamente contra Él?

jarra

 

 

El objetivo principal de la alfarería en su principio fue crear objetos y recipientes capaces de contener.Fuí artesana he hice jarras, Siempre recuerdo esa porción de Isaías. Cuando un artesano hace su obra le imprime cosas que le son propias que salen de su interior, una chispa que hace de cada obra única. Escoge el material, pone mucho tiempo para limar asperezas y hacer de ella una bella creación, lo ve crecer en el torno y cuida de que no se seque mucho o no se le pase de agua y piensa en como quedará terminado.

Si uno hace un bello jarrón para flores, y lego lo ve utilizado como un escondite para papelitos de caramelos o simple basura dice: resaltaría más con las flores.

Dios nos crea para algo, cuando nosotros decidimos que servimos mejor para albergar papelitos de caramelo y no flores nos estamos oponiendo sin rebelarnos porque seguimos sabiendo que somos jarrones pero no nos utilizamos para flores.

 

Sepamonos obras del Creador y brillemos para lo que realmente fuimos creados.

Que tengan un Feliz Séptimo Dia.

Resp. 1022 – GOLIAT DE GAT

Abelardo nos consulta:

QUIERO SABER TODO ACERCA DE GOLIAT DE GAT, CUANTO MEDIA EXACTAMENTE, TODA SU FAMILIA, EN FIN TOOODO ACERCA DE ESTE GIGANTE Y ME SERIA DE GRAN UTILIDAD QUE ME DIERAN LA FUENTE EXACTA DE ESTO PARA PODER COMPROBARLO, OSEA EN QUE LIBRO, CAPITULO, VERSICULO ESPECIFICO. PORQUE SE ME DIJO QUE TENIA 4 HERMANOS PERO CUANDO PREGUNTE DONDE DECIA ESO, NADIE ME LO PUDO DECIR, CON EXACTITUD.
GRACIAS POR QUE SE QUE USTEDES ME DARAN LA RESPUESTA COMPLETA QUE ESTOY BUSCANDO.
Abelardo, Avila, 27, Estudiante, Ciudad Ojeda, Venezuela

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