CON QUE ESTAS ALIMENTANDO TU VIDA
Bendito alimento, lleno de vida el Padre nos da, para que día con día vivamos en Paz. La vida nos lleva por caminos de abundancia y de amor, pero siempre en ese camino nos vamos a encontrar con pueblos y vidas que con hambre y sed ansiosos esperan su hambre saciar.
Dice en II de Reyes 4:38 “…y Eliseo se volvió a Gilgal. Había entonces hambre en el país; y estando los discípulos de los profetas sentados delante de él, dijo a su criado: pon sobre el fuego la olla grande, y cuece potaje para los discípulos de los profetas…”
No basta decir que hay hambre en el mundo ciertamente hay hambre y sed de justicia, pues cada día que avanza muestra y manifiesta que hay diferencias sociales que impiden la verdadera manifestación del compartir pues cada uno anda buscando su propio bien.
Pero en este pasaje encontramos al profeta Eliseo volviendo a Gilgal, y encontrando hambre en medio de los discípulos de los profetas, no pudiendo quedarse con las manos cruzadas compartió de lo que poseía y aun de lo que estaba en su entorno o alrededor.
Hombres, discípulos de profetas, alumnos y maestros, sentados frente al profeta manifestaron con su aptitud el hambre de sus vidas, primeramente espiritual, primeramente de la Palabra, pues estaban frente a El para recibir un alimento que llenará su alma, más el profeta Eliseo, manifestando el equilibrio que debe existir en la vida de todos aquellos que buscamos seguir la Justicia de D´os, preciso de su criado para preparar alimento para los que vinieron a El para aprender.
Y que mejor momento, para enseñarles a compartir y a guiar sus vidas en un equilibrio balanceado de la Ley de D´os y del alimento natural, que mejor momento para manifestar la omnipotencia de D´os, por ello delego a su criado el montar una olla para preparar potaje para los discípulos de los profetas. Manifestando primeramente una vocación de servicio, pues no mando para el sino para los discípulos, por supuesto que el también iba a tomar de este alimento, pero lo importante era compartir.
Pero siempre encontramos también a aquellos que sin ser enviados, buscan tomar el lugar de los llamados a realizar una labor, dice que “… salio alguno al campo…” no dice que salio el que fue enviado, pero miremos algo particular de lo que podemos ver entre líneas en este relato, no dice que monto la olla, no dice que encendió el fuego; dice claramente que salio al campo, salio a buscar que echarle a la olla, aunque no sabia lo que hacia, algo para darle gusto y sazón a l potaje.
Podemos comparar como así hay muchos en estos tiempos que sin ser llamados a preparar el alimento, se levantan y llevan un alimento el cual no conocen, el cual no sazona, ni trae vida en si, al contrario por no contener vida produce un efecto contrario la ¡muerte!, y es así como se presenta un alimento que no tiene sino pura apariencia de buen plato para comer.
Y es que en este mundo en que vivimos solo se vive de apariencias y como es lógico solo se vive de la apariencia de piedad, a la que muchos sin darnos cuenta, fuimos empujados, a una vorágine de muerte, a un “festín” en medio del hambre y la sed de Justicia que llena nuestra vida; un hambre de la Palabra de D´os que es representada por el potaje que se prepara, de allí que siempre debe existir la sujeción a un maestro de la Palabra, que guié, que enseñe, que reestructure la vida de aquellos, que anhelan y desean vivir en Justicia la Palabra del Señor nuestro D´os.
Muchas veces, por no decir todo el tiempo, no sabíamos lo que estábamos dándole a las comunidades a las cuales les servíamos supuestamente para que obtuvieran la vida “un plato de la Palabra de D´os”, pero que por no conocer las tradiciones del pueblo del Señor, por no conocer la Tradición oral, y por ende por falta de conocimiento de la realidad de las costumbres del pueblo escogido, invitábamos a muchos a seguir una falsa enseñanza, falsa santidad que no se identificaba con lo que D´os en su amor le dio a su Pueblo escogido y llamado a serle fiel “ISRAEL”.
Es así como muchos han levantado una gran cantidad de grupos partiendo de una sola raíz Hebrea. Queriendo hacerse seguidores del Señor nuestro D´os se encuentran siguiendo falsas deidades, haciéndose idolatras, pues no saben lo que están haciendo.
Por ello encontramos que la enseñanza de la Palabra de D´os no es para todo el mundo, solo para aquellos que dirigidos, enseñados y guiados por un sabio maestro podrán impartir un alimento libre de adulteraciones idolatricas, que nos apartan de la vida que el Señor nuestro D´os nos brinda y que por falta de conocimiento de esa Ley fundamental del Señor, trae un alimento que no da vida sino que trae muerte, Como dice D´os en el libro del Profeta Óseas 4:2 “…mi pueblo fue destruido porque le falto conocimiento….” Por ello no todo lo que entra a nuestra vida trae vida.
Hay grande hambre, hay necesidad, pero debemos observar que fueron los discípulos quienes dieron la voz de muerte en la olla, pues vieron lo que se les sirvió, vieron lo que tenían ante sus ojos y dieron la voz de alarma de una muerte inminente si tomaban dicho alimento por ello llamaron al profeta Eliseo y dieron su aviso, a lo que el Profeta, actúa, pidiendo que trajesen harina, la cual representa la Palabra de D´os, pero una Palabra bien refinada, una Palabra tratada con esmero y desmenuzada de forma ideal, no era magullada y maltratada, al contrario había sido llevado el trigo al granero y molido para ser trasformada en harina, una Palabra pues dada por el profeta a la olla del potaje y luego servida a la multitud de los discípulos, limpia de toda muerte, de toda ignorancia que había sido agregada a la olla.
Por ello solo el que tiene el conocimiento, tiene la autoridad y el poder para llevar el mensaje, solo aquel que ha sido llamado a enseñar tiene la potestad para hacerlo, no es para todos, solo para aquellos que enseñados y supervisados por una maestro pueden realizar dicha labor, porque de lo contrario se prepararía un alimento mal sazonado y lleno de muerte idolatrica.
Cuidemos pues el alimento, y he allí mas adelante es traído pan al profeta y pidió se le llevase a los discípulos, mas dijeron que no alcanzaba, y el dijo, así dice el Señor “…comerán y sobrara. El, pues lo puso delante de ellos y comieron; y les sobró, conforme a la Palabra del Señor…” II Reyes 4:43-44.
En la obediencia esta la bendición y eso es lo que pide D´os a nuestras vidas, porque en obediencia nos bendecirá y nos proveerá del bendito alimento de su Palabra.