La rana hervida

Dejando de lado el innecesario sadismo del ejemplo, pensemos por un rato en el proceso de hervir una rana viva.

Algún ecologista se dará por ofendido, pero es un ejemplo tan desagradable como útil. Prometo que no hay detalles veterinarios.

Tenemos entonces a nuestra rana, un animal complejo, evolucionado, con más historia en el planeta que los seres humanos.

Se adapta fácilmente al entorno y, dentro de la escala animal, es bastante inteligente. Sin duda, un bicho apto para la supervivencia.

Gracias al aprendizaje generacional de su especie, la rana en cuestión sabe que el calor excesivo puede matarla. Bajo ningún concepto se acercaría a una olla de agua hirviendo, y de ser introducida por la fuerza lucharía con todas sus energías para escapar.

Así reaccionamos normalmente todos, ranas y humanos: no nos dejamos caer en situaciones dañinas, no aceptamos sufrir.

Pero… en su búsqueda de felicidad anfibia, un día la rana cae en una olla con agua tibia. No es lo ideal, pero tampoco está mal, y permanece allí, segura de que podrá saltar a otro sitio en cuanto lo desee. La rana se ha acomodado.

La temperatura del agua comienza a aumentar levemente, pero la rana no se mueve. Le ha costado encontrar un lugar confortable y ¿quién sabe cuánto tardara en llegar a otro mejor? Se queda tranquila, aún el agua está muy lejos de hacerle mal.

Salvo los tsunamis, en nuestro mundo los grandes problemas tampoco aparecen de un día para otro. Quizás se van gestando de forma invisible, subterránea; pero allí están.

La temperatura del agua sigue aumentando. La rana percibe que algo está sucediendo; pero el propio calor de la olla la está debilitando, atontando. Cuando la situación se vuelve peligrosa, la rana ya está adormilada, incapaz de reaccionar. Ese es su fin.

Esta alegoría, que tan bien aplica a la atención a las amenazas, también sirve para reflexionar sobre la permanencia en la comodidad que, a mi juicio, es una de las peores amenazas.

No tenemos que cuidarnos de ser hervidos vivos; no debemos preocuparnos por la SUPERVIVENCIA, pero sí -y es lo más sencillo de subestimar- por la VIVENCIA.

Miremos a nuestro alrededor. ¿Cuántas ranas hervidas andan por ahí, flotando en vidas insatisfactorias? En religiones, trabajos, parejas o entornos que ofrecen poco más que comodidad; pero sienten que ya es tarde para saltar hacia un lugar mejor.

Y principalmente ¿En qué ollas tibias estoy metido yo en este mismo instante?

Buen fin de semana a todos

13 comentarios sobre “La rana hervida”

  1. Que muerte mas terrible, herbir a los animalitos: ranas, caracoles, gambas, etc.  Y pensemos que los fieles judíos y nosotros unidos somos solo el 0’23 % de la humanidad.  La humanidad, se hierbe en las idolatrias y religiones y la infidelidad culpable o intencional. Bendito sea Hashem, que nos ha permitido a cada uno de nosotros y en concreto a un servidor, actuar como fiel e informador del noajismo.

    Paz y bendiciones, cumpliendo nuestros Siete Sencillos Mandamientos Noájicos Universales.

  2. Profe, ¿herviste una rana para la elaboración de este artículo? me quedó la duda…

    Excelente enseñanza… la transmitiré a mis padres y amigos…

  3. mm…
    Yo una vez oi que la mitad de una rana salio en una hamburguesa en un restaurante de comida rapida en europa…
    Muy buena metafora…(igaual que todos)

  4. Es un procedimiento, culinario así como bárbaro, pero no está prohibido por los Siete Mandamientos Universales, como tampoco tenemos prohibidos comer  caracoles y gambas de mar, y muchas otras cosas (si prohidas para los judíos, pero ellos son ellos y nosotros nosotros).

    Y están mal las corridas de toros, de las que no soy partidario, pero extrictamente, tampoco están prohibidas por los Sencillos Siete Mandamientos; pero tampoco estamos obligados, ni animados a comer esas cosas y asistir a la bárbara fiesta de toros.

    Paz y bendiciones.

  5. Las tsunamis, como todo, tiene su curso por muchos días y meses y años. Es que parece que es cosa de un momento, pero se basa en la dinámica de las placas tectónicas terrestres, que no están quietas y si estan moviéndose en sus propios sentidos y con distintas velocidades, etc.

    Las religiones y los idólatras, son como placas tectónicas, que se mueven según sus egoismos y conforme a los engaños que se les administran y ellos consumen regularmente y fruto de ello es la tsunamis religiosa del 99’77 de la humanidad.

    Gracias Hashem por tu amor y bondad y justicia. Gracias profetas y sabios y maestros de Israel y gracias moré Yehuda: por darnos oportuna enseñanza y guiarnos, con sus informaciones y buenas palabras/escritos.

    Sigamos aprendiendo y cumpliendo, los Siete Mandamientos Universales. Amen.

  6. La rana, es un animal anfibio, una criatura de Dios, que tiene su misión y su lugar en la creación, que es más evolucionada que los peces y menos que los mamíferos, es de sangre fría.

    En parte, todos somos «ranitas», en algún grado, que podemos dar saltos y salir de lo incorrecto, y hacer lo correcto. Pero, somos ranitas con intelecto, con lo cual también podemos optar, por saltar hacia fuera de la olla hirbiente.

    Entiendo que la olla hirbiente, es la idolatría y ya saltamos fuera, es preciso que nos dejemos volver a meter en la holla. Y croando, informando y dando testimonio, podemos estimular: «para que otras ranitas, salten desde las idolatrías hasta el noájismo cabal y fiel a Hashem -exaltado sea-«. Croemos y saltemos, dando ejemplo y testimonio, con nuestros hechos y opiniones.

    Paz y bendiciones, a los esforzados cumplidores y difusores de los Sencillos Siete. Amén.

  7. Que enseñanza nos deja el no comer partes de un animal vivo?. a mi humulde entender nos deja un mensaje de que no debemos ser crueles. Tomemos el ejemplo de la rana, digamos que tengo hambre y para no comerla viva la hiervo en agua y des pues la como.
    1.-cuanto dolor sintio la pobre rana antes de morir hervida?
    2.-ahora que dolor sentira el animal si de una mordida le quito la vida y me la como
    talvez no tanto pero si infrinjo la ley?.
    Sadico no? en el segundo ejemplo infringi la ley divina, en el primer ejemplo para algunso no la infringi, pero igual fui CRUEL.
    paral los Judio hay un mandato que prohibe comer carne y leche a la vez y a mi entender tiene que ver con no ser crueles. pero eso es otra cosa.
    Excelente enseñanza Profe Ortiz.

  8. Ojo con ampliar los mandamientos universales, haciendo que digan más de lo que dicen, así les pasó en el paraiso a Java  y  Adam, por añadir a lo mandado.

    Puede no gustar el procedimiento culinario, más no esta prohibido. No comán esos productos así cocinados. Y principalmente no los cocinen asi Ud. pero por decisión voluntaria.

    Piensen en como se toman los peces y otras criaturas del mar, se las priva de tomar su oxígeno, lo cual también es cruel entonces… así pues, que queda de eso.  Y quien les dice que una planta, cortada no es crueldad, y es en vida de ella eh. Asi pues no hay que ampliar las prohibiciones, por razonamiento propio y decir que es mandamiento.

    Pues queda, que no podemos difundir como mandamiento lo que no lo es.

    Los mandamientos son Siete y son los que son, tal como están enunciados. Esta bien ser mansos y pacíficos. Puede estar hasta bien ser vegetariano, pero oigan esto no es mandamiento para nada.

    Y el noájida si puede comer carne con leche, que crueldad hay en esto. La prohibición es para los judíos; por motivos que están en la sabiduría de Hashem. Pero mientras no se es judío,  no se tienen sus prohibiciones ni sus obligaciones. Eso es para ellos, no para nosotros los noajidas.  A mi me gusta el marisco,  en algunos de sus especies, las cuales tambien son herbidas y algunas de ellas en vida. También como cerdo a veces, que me es sabroso en su jamón y no en sus morcillas; pero no tengo prohibido comer morcillas. Ni tengo que cocinar con menaje de cocinadistinto para carnicos y lacteos; eso les compete a los judíos, a mi no.

    Paz y bendiciones.

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