Dios desechó a los judíos…

Es demasiado frecuente  que perversos misioneros, inocentes que están extraviados, o simplemente imbéciles, que envíen mensajes insultantes entre los que incluyen la hueca repetición (falsa y necia) que Dios ha dejado a los judíos de lado a causa de que éstos han pecado y ahora son otros los que están bajo la “elección” de Dios. Ellos dicen, en su ciega irracionalidad, que los nuevos elegidos son los que siguen al siniestro y patético personaje de la cruz.

Pero… ¿es eso lo que enseña Dios en Su Sagrada Palabra?

Veamos:

"Y Shemuel [Samuel] respondió al pueblo: -No temáis. Vosotros habéis cometido todo este mal;
pero con todo, no os apartéis de en pos del Eterno, sino servid al Eterno con todo vuestro corazón.
No os apartéis tras las insignificancias que no sirven ni libran, ya que son insignificancias.
Pues el Eterno no desamparará a su pueblo, por causa de Su gran nombre; porque Él ha querido haceros pueblo suyo.
En cuanto a mí, ¡lejos esté de mí pecar contra el Eterno dejando de rogar por vosotros! Al contrario, os instruiré en el camino bueno y justo.
Solamente prestad suma atención al Eterno y servidLe con fidelidad y con todo vuestro corazón, considerando cuán grandes cosas Él ha hecho por vosotros.
Pero si perseveráis en hacer el mal, vosotros y vuestro rey pereceréis."

(1 Shemuel / I Samuel 12:20-25)

La cosa está clara en la economía Divina.
Vamos por partes.

Y Shemuel [Samuel] respondió al pueblo: -No temáis. Vosotros habéis cometido todo este mal;
pero con todo, no os apartéis de en pos del Eterno, sino servid al Eterno con todo vuestro corazón.

Samuel fue uno de los profetas y jueces más grandes de todos los tiempos.
Su obra es inapelable a ojos de Dios y de los hombres.
Él, en su rol de mensajero de Dios, expresa que es cierto, los judíos –al igual que cualquier persona- también caen ante los errores o extravíos.
¿Quién está libre del mal actuar? ¡Nadie!

Pero él indica claramente que el haber pecado no implica que Dios se haya apartado de la persona,
ni que la persona deba seguir empecinada en vivir en error.
Por el contrario, el profeta de la Verdad enseña con firmeza y reiteradamente: “no os apartéis”.
Si bien has pecado, eso no significa que debas seguir apartado.
¡Todo lo contrario!
Dios, el verdadero y no ese monigote de pacotilla que inventan los “teólogos” del sujeto colgado,
Dios ama el arrepentimiento y aguarda con paciencia y amor hasta el último instante para que la persona se dé cuenta de que ha hecho mal,
se arrepienta y retorne a la buena senda que Él marca.
Él no desprecia a la persona por haber pecado, Él no echa eternamente a nadie al olvido porque se equivocó.
Eso describe más bien al fantasioso dios que es creación de los idólatras, tal como los seguidores del sujeto de la cruz. Ese falso dios es el que desprecia al pecador, envía al “infierno” al que peca, tiene “demonios” para carcomer la vida y el alma del errado, existe un “anti dios” que se regocija con hacer arder al que es malvado… en fin, una incoherencia e irracional teología que es instrumento del EGO para dominar a los que se someten a ella.

El profeta de la Verdad dice que el que hayamos pecado no es excusa para sentirnos sin la Presencia de Dios.
Por el contrario, debemos darnos cuenta de lo que hemos hecho, arrepentirnos, aferrarnos a Dios por medio de servirLo cumpliendo con Sus mandamientos.
Un servicio de TODO corazón, sin hacer pactitos, ni negociados, ni comerciar con Él.
No obedecer a Dios, cumpliendo Sus mandamientos, para que Él te dé algún beneficio aquí o en el más allá.
Tampoco para que lo halagues a cambio de que Él te pague.
ServirLo de TODO corazón, tal es la senda del que es leal a Dios y no del que se inventa excusas para seguir siendo adorador del EGO al que endiosa.

No os apartéis tras las insignificancias que no sirven ni libran, ya que son insignificancias.

El deber es servir a Dios, aunque no seamos perfectos, porque nadie nos demanda que lo seamos.
Servir a Dios, actuar movidos por el deseo de perfeccionarnos pero sin imponernos metas imposibles de cumplir.
No dejarnos boicotear por el EGO, con sus astutas pero simplonas estrategias.
Tampoco inventarnos justificaciones para hacer lo que nos complace, en lugar de enderezar nuestra voluntad según la Divina Voluntad.
Adorar dioses de pacotilla, tal como el monigote de la cruz, es hacer cosas que NO libran, NO salvan, puesto que son insignificancias, el EGO exteriorizado en la payasada de la religión.

El haber pecado o errado en el pasado no es excusa para seguir pecando, para seguir andando en el desvío en lugar de por el sendero.
No tenemos que creernos pecadores eternos por haber hecho el mal.
Muy por el contrario, es nuestro deber hallar sentido a nuestra vida.
Un sentido trascendente, un sentido de vida pleno, y no las cosas insignificantes con las que llenamos nuestras horas.
Nos poblamos de imágenes, de ídolos, de palabrejas, de sectarismos, de mentiras, de plegarias, de cancioncitas idotizantes, de rituales, de subterfugios, de religiones, de jasideísmos, de cabalisterías, de supersticiones, de tantas cosas irrelevantes a las que izamos a lo alto como si fueran realmente importantes.
Dios nos reclama que hagamos otra cosa.
Que seamos leales a Él, que andemos por Su camino, que seamos íntegros (Devarim / Deuteronomio 18:13)., que seamos justos y buenos…
Esto es de Dios y no andar viendo quién es “elegido”, quién es “salvo”, quién tiene algún “don”…
Dios no verá quien es “elegido” y quien no lo es, pues eso es un detalle. Dios verá quien anda según Sus mandamientos y quien no lo hace.
Quien Le es fiel, a pesar de los altibajos, de los contratiempos, de los errores; y quien se inventa dioses para dejar a Dios.

Pues el Eterno no desamparará a su pueblo, por causa de Su gran nombre; porque Él ha querido haceros pueblo suyo.

Dios no dejará jamás de lado a la nación judía, a la que Él escogió como Su nación santa y de sacerdotes.
Él quiso hacer del pueblo judío Su pueblo especial y nunca dejará de cumplir esta promesa.
Él no dejará de amparar a los judíos, aunque los iracundos asesinos quieran contradecirLo, aunque los fanáticos sectarios se inventen nuevas elecciones, aunque los religiosos escupan maldiciones y juren que Dios cambió de parecer.

Puede parecer injusto, poco bonito, pero tal es la realidad según la decretó el Uno y Único.
Él no se arrepiente.
Por tanto, esos pelafustanes que dicen que Dios desechó a los judíos por no aceptar al postrado pecador de la cruz, son unos mentirosos, unos blasfemos, unos asesinos de almas, gente que odia a Dios, lo que los lleva a odiar a los judíos y a toda la especie humana.

En cuanto a mí, ¡lejos esté de mí pecar contra el Eterno dejando de rogar por vosotros! Al contrario, os instruiré en el camino bueno y justo.

El verdadero fiel a Dios no deja de trabajar por el bienestar colectivo y no solo de él o de los de su secta.
El fiel a Dios construye Shalom, pues enseña acerca del bien y la justicia.
Es el fanático, el misionero, el religioso, el mentiroso, el ladrón de dinero y almas el que maldice al que no cree sus tonterías.
Es el idólatra, el creyente en falsos dioses, el seguidor del tal Jesús/Yeshuah/nombre-que-le-quieran-inventar, el que vive pecando y haciendo pecar, lo que constituye una corrupción tremenda que lleva al mundo al estado actual de caos e inmoralidad general.
El leal a Dios ora y vive en armonía con los Siete mandamientos, si es gentil, o con los 613 mandamientos si es judío.

Nada de maldiciones, nada de reprobaciones, nada de presiones o amenazas… el fiel y líder del pueblo de Dios no anda por la vida manipulando para alcanzar sus vanidosos objetivos.
Tampoco se aprovecha de la debilidad o pobreza para presentarse como “benefactor”, pero al mismo tiempo corromper hasta el hueso a la persona.

Solamente prestad suma atención al Eterno y servidLe con fidelidad y con todo vuestro corazón, considerando cuán grandes cosas Él ha hecho por vosotros.

Queda claro, lo repite el profeta, no somos abandonados por Dios aunque hayamos hecho algo malo en el pasado.
Probablemente habremos de padecer las consecuencias, pero no por castigo de Dios, ni porque hemos perdido el pacto con Él, sino porque cada acción es seguida por su necesaria consecuencia.

Dios nos ama, nosotros debemos amarLe.
¿Cómo?
Atendiendo a lo que Él nos pide: servirle con fidelidad al servir de todo corazón por medio del cumplimiento de los mandamientos que nos corresponden.

Cada persona tiene una lucha interna con su EGO, los idólatras creen ser superiores, perfectos, amados por sus inexistentes dioses, cuando en realidad son siervos estériles de sus EGOS.

El que batalla contra el EGO sin someterse a él, actúa con generosidad, con agradecimiento, recuerda el bien recibido y procura vivir con bien y justicia.
Eso es lo que Dios pretende de ti, no que seas perfecto a tu entender o según evalúa tu seca secta.

Pero si perseveráis en hacer el mal, vosotros y vuestro rey pereceréis

El que se aferra al mal, a su EGO, logra obtener mal e incluso que “su rey”, el EGO perezca junto a él.

No es sirviendo al EGO en sus multitud de disfraces como alcanzamos la plenitud en esta vida y en la eternidad, sino controlando su dominio, liberándonos de su patronazgo para ser leales a Dios por medio del cumplimiento de los mandamientos que Dios nos ha dado para que cumplamos.

Así pues, Dios en Su Palabra NO dice que Israel haya sido desechado, ni que exista otro Israel alternativo.
No hay fe en ningún colgado que tenga alguna significancia.
No es el camino de la religión lo que permite ser salvo.

Tú que estás a la Luz del Eterno lo comprendes.
Tú que estás despertando de la esclavitud del EGO lo alcanzas a comprender.
Pero tú, que sigues repitiendo los lemas malditos de la idolatría, que eres un esclavo del EGO, te negarás a entender nada que pueda ayudarte a ser feliz, libre, pleno, santo.

10 comentarios sobre “Dios desechó a los judíos…”

  1. Es enfermiza la actitud de buscar «fallas» del pueblo judio para «demostrar» que Dios los desechó.

    Sí, Dios desechó a la unica nación que le ha sido fiel e hizo un nuevo pacto con un montón de personas que creen en un vil carpintero…

  2. El siglo XX ha visto un hecho absolutamente insólito, un verdadero milagro. La creación del Estado de Israel: un milagro bíblico.

    la creación del Estado de Israel demuestra 2 cosas y NO menores:

    1º) Dios no ha abandonado a su Pueblo Sacerdotal para la humanidad (evidentemente el Pueblo Judío).

    2º) Se ha confirmado la promesa bíblica de Dios a Su Pueblo Sacerdotal (y de paso, y no es ningún tema menor, se ha demostrado que la lectura certera de la Biblia es la que hacen los Judíos… y no es de extrañar pues ellos son el Pueblo sacerdotal; confirmando de paso que el Judaísmo es la religión verdadera… y sin olvidar de paso que el Noajismo está perfectamente definido y cada vez más desarrollado por los Rabinos y Morés verdaderos y legítimos, aquellos que son temerosos de Dios)

    El que quiera más allá de las notorias y diarias evidencias NO ver la realidad pues que lo haga por su cuenta y riesgo sin acosar a inocentes Gentiles que deben profundizar en su camino espiritual únicamente de la mano de los Rabinos y Morés verdaderos y legítimos

  3. casi en todo de acuerdo gonalo, menos con el final.
    el gentil tiene suficiente capacidad como para ir suelto, sin necesidad de ser un ciego, niño o imbecil q precisa q lo tomen de la mano para q lo lleven algunos «iluminados».
    por estar dependiendo de «otros» es q se termina SIEMPRE en la idoaltria… asi lo ha demostrado la historia desde el mismo inicio.
    ande con valentia, tome consejo de los expertos, pero no espere q otro le muestre el camino o lo lleve por el.
    ud tiene un pacto con Dios, no con Dios a traves de los judios.
    cariños

  4. En este mundo intelectualmente podrido por las ilusiones e idolatrías varias se necesitan referencias claras y verdaderas.
    Yo ya solo me fío de los Rabinos y Morés verdaderos y legítimos. No digo que lo que diga cualquier Judío sea válido, solo digo que las máximas autoridades del mundo, en mi humildísimo entender son los Rabinos y Morés verdaderos y legítimos, temerosos de D/os y que no se desvían ni un milimetro de Su Voluntad.
    Yo soy un Gentil y como tal tengo un pacto con D/os, pero como persona normal y corriente necesito mis Maestros.
    ¿Por qué elijo a Rabinos y Morés judíos verdaderos? Es largo de explicar. Resumiré diciendo que el mensaje de estas santas personas y siempre impecable.
    Precisamente este milagro bíblico que es la creación del estado de Israel confirma el estatus del Pueblo Judío. Sin lugar a dudas, dentro de ese Pueblo están los más sabios, sus Rabinos y Morés verdaderos. Sin lugar a dudas eligiendo como Maestros a los Rabinos y Morés verdaderos uno hace una apuesta segura para enfocar bien la vida.
    Eso no quiere decir que el noajida deba seguir como un tontín a los Rabinos. La misión del Noajida es trabajar día a día por un mundo mejor no apartarse hacia una vida excesivamente religiosa o espiritual. Pero todos necesitamos de enseñanzas profundas. No se puede elegir a nadie mejor que a los Rabinos.

  5. Gran verdad Moreh. Gonzalo, de acuerdo contigo, creo que donde debemos ir en busca de consejo y guia, es con verdaderos maestros o morim judios, que no se apartan de la voluntad de l Eterno, En ellos hay conocimiento de Dios, no en los curas, no en los pastores,no en los falsos morh y rabanim mesianicos.

  6. CHARLIE si, pero ten muy en cuenta de lo que dice el Moré. Cuidado, cuidado y cuidado: todo con inteligencia y moderación.
    Al final efectivamente se puede caer en la idolatría, incluso se puede acabar idolatrando a los Rabinos verdaderos.
    Lo primero es seguir cada uno su camino, nosotros como Gentiles, evaluando todo al amparo de las 7 Leyes Divinas.
    Y si es necesario, estudiar lo que sea conveniente de los Rabinos y Morés verdaderos.
    Pero cuidado con la auto-complacecia y el descuido; podemos caer en la idolatría de inmediato.
    La idolatría es precisamente la esclavitud de aquel que cree que piensa por si mismo pero en realidad está preso de ilusiones varias.

  7. ¿Siguen enviándoles mensajes sobre esto? ¡Qué triste! Pero bueno, creo que hasta que el ser humano no someta su YO podrá entender muchas cosas y comenzar a vivir de verdad.

    Por cierto, yo llegué a la conclusión de que no es Dios quien desechó al pueblo Judío, es el mundo que desechó al pueblo de Israel, ¿Por qué? Porque es un pueblo bendito.

  8. Fue el hombre, carente del conocimiento de su verdadera identidad quien un día decidió desechar a Dios, para hacer su propia voluntad, y al hacerlo surgieron estas mentiras, difundidas, creidas, y enseñadas por un mundo que ha preferido ignorar a su Creador.

    Pese a ello; siguen siendo mentiras, pero Dios seguirá siendo DIOS, y su voluntad permanece para siempre, al igual que su amor.

    ¡Es bueno que el noájida despierte de su ego, y deje de ignorar su Hacedor!

    Gracias Moré, por esas enseñanzas para traer luz.

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