Todas las entradas de: Jonathan Ortiz

Un gentil con sentido. Colaborador en la expansión del noajismo.

Piensa y sé feliz

Piensa en qué estás haciendo mal antes de sentenciar que algo ya no sirve. Quizás te des cuenta que el problema no está fuera sino dentro de ti, al igual que la solución. ¡Disfruta la vida!

Algunos ejemplos:

«La relación con mi pareja llegó a su fin» ¿Por qué no evaluas si eres tú quien descuidó la comunicación, las atenciones o algunas responsabilidades?

«Mi trabajo es una porqueria» ¿Acaso era eso lo que pensabas cuando lo obtuviste? ¿Acaso no agradeciste al Creador por haberte provisto ese empleo? Piensa si eres tú quien perdió el entusiasmo y dejó de llegar temprano o de atender a los clientes con amabilidad.

«El pais en el que vivo es un desastre» ¿Y qué estás haciendo por mejorarlo? Si piensas eso de tu pais, no importa que te mudes a otro, tambien vas a creer que es un desastre. El problema no es el pais, sino las acciones negativas de quienes lo habitan. ¿Cómo puedes influir en tu sociedad para que tu pais mejore?

«Mi familia es un caos» ¿Y ya intentaste reunirlos y hablarles sin señalar, criticar u ofender? ¿Por qué no los sorprendes invitándolos a una comida que tu prepares y aprovechas cinco minutos para decirles cuán importantes son para ti? Con toda seguridad tus palabras los transformarán para bien.

¡Que podamos construir shalom!

Tú haces, Él hace

– Si no estás dispuesto a hacer lo que Dios pide de ti (vivir según las 7 leyes), ¿por qué esperas que Él haga lo que tu Le pidas?

– Si no estás dispuesto a oir Su voz como expresada en las Siete Leyes, ¿por qué crees que Él sí va a oir tu voz cuando le rezas?

– Si no estás dispuesto a dar de lo que Él te ha dado, ¿por qué esperas que te dé más?

Así que,

Haz lo que Él espera que hagas,

Oye lo que Él espera que oigas, y

Da de lo que Él espera que des.

¿Cuándo vamos a aprender?

Es común creer que no hay solución para los problemas. Basta que nuestra comodidad se vea amenazada por alguna «gigante» crisis que nos haga perder el sueño. También es muy común que la gran mayoria de las veces la solución esté delante nuestro, pero no la vemos y cuando lo hacemos nos reimos por no haberlo hecho antes.

¿No crees que es curioso que el 99% de las veces que tuviste alguna contrariedad ha pasado igual? Y más curioso es que el 99% de las veces creíste que no existía solución. Siempre es lo mismo: Problema – Solución – Problema-Solución… ad infinitum.

En fin, por cada 99 problemas que surgieron, también hubo 99 soluciones, una para cada uno.

Piensa: ¿Cómo vas a actuar ante la próxima adversidad?

¿Qué te hace pensar que el problema que tienes carece de solución?

¿Por qué desconfias?

Hacer como si todo estuviera bien.

Pero, ¿qué hácer mientras nuestra capacidad de ver «más allá de lo evidente» se activa?

Procurar actuar como si nada malo estuviese pasando. En realidad nada malo está pasando, sólo sucede que lo bueno está ausente o viene en camino o ya llegó pero no lo ves todavia.

Piensa, ¿por qué no ves el bien que está delante tuyo?

Tres posibles razones:

1. Estás culpando a otros por lo que es tu responsabilidad

2. Estás haciendote la victima

3. Estás quejándote

Así es, tu actitud determina el momento en que tus ojos se abrirán y serás capaz de ver la tan anhelada solución.

Entiende que se hace necesario salirte de ti mismo,  es obligatorio que te des-en-si-mismes. ¿Cómo lo haces?

Sencillo: HAZ ALGO POR OTRO.

Ejemplo: En lugar de comparar tu vida con la del mendigo que se sienta todos los dias en la plaza a esperar que alguien lo ayude, es mejor que vayas a la panaderia, compres algunos panes y se los des a ese hambriento personaje.

Ejemplo: En lugar de llegar temprano a encerrarte en tu habitación a pensar en el problema, es mejor que llegues a hablar con los tuyos de cualquier cosa menos del problema.

Recuerda, la idea es que te salgas de ti mismo para que seas capaz de ver dónde está la solución.

Una cosa más

No esperes que la solución te sea enviada completa. Dios no es un repartidor de cajitas felices ni de combos.

Si el problema es falta de dinero y la solución es trabajar, es probable que el medio para llegar a obtener ese dinero sea un empleo y eso te sea enviado. ¿Captas cómo se resolverá la situación?

Hay miles de ejemplos, circunstancias y situaciones.

Finalmente, ¿has notado que cuando resuelves un problema no dejas de sentirte tonto (a) por cómo actuaste? Eso es porque acostumbramos a actuar tontamente cuando las cosas se salen de nuestro control.

¿Qué vas a hacer la próxima vez que tengas un problema por delante?

Te saludo con un fuerte abrazo!

Criticones de oficio

Siempre habrá por lo menos uno. Están por doquier. No hay necesidad de llamarlos. Y es que no es malo contar con criticones de oficio (muchas veces hasta yo me considero uno de ellos).

Claro, hay que hacer la diferencia entre los que hacen críticas constructivas, y los que hacen críticas destructivas.

¿Y cuál es la diferencia?

Los que hacen críticas constructivas presenta el problema luego de haber profundizado en él, y a continuación presentan las potenciales soluciones, o las posibles maneras de encarar el problema.

Los que presentan críticas destructivas presentan unicamente los problemas.

Enseñan los Sabios: «No racionalices el habla destructiva. Excusas como «pero es verdad» o «sólo estoy bromeando» o «le puedo decir a mi esposa/o todo» – debes dejarlas a un lado».

El que presenta críticas constructivas aporta soluciones, te permite que crezcas, ofrece perspectivas distintas, ofrece otro punto de vista.

El que presenta críticas destructivas aporta cizaña, malas influencias, envidia, egoismo.

El que aporta criticas constructivas no personaliza, no coloca nombre y apellido, hace distinción entre la persona y la situación.

El que presenta criticas destructivas ama irse en contra de la persona.

En días pasado alguien, palabras más palabras menos, escribía en uno de mis articulos: “Eso que haces es malo».  Pregunto yo: ¿Y entonces? ¿Qué hago para hacer cosas buenas?

Quizás hoy alguien te diga:

«Ese color no te queda bien». ¿Y cuál color queda bien?

«No hables de esa manera». ¿Cómo se debe hablar?

«Eres malo». ¿Cómo ser bueno?

Los constructores de Shalom construyen incluso con sus criticas.

Y tu, ¿qué tipo de críticas haces?

Erase una vez…

Érase una vez un mundo que vivía en armonía, cosechando, cuidando de los suyos, descubriendo, admirándose del universo, evolucionando, viviendo. Hasta que un día llegó la creencia sin pruebas a decir que tenía la verdad, llegó el autoritarismo, la dictadura, el asesinato en nombre de sus corrientes, de los dogmas, de la ignorancia, el dominio por medio de mentiras, la manipulación, del miedo, la culpa… y desde entonces se ataca a quienes volvieron a su forma natural… un ser humano que duda, descubre, piensa, ama, analiza y procura actuar bien porque es lo mejor, no por esperar recompensa.

Tu Bishvat – 15 de Shvat

Hoy el pueblo judio celebra la fiesta judia llamada Tu Bishvat, la cual comenzó el 19 de Enero por la noche y finaliza el dia 20.

El día 15 del mes de Shevat, más conocido como Tu Bishvat es uno de los cuatro días en el año en que los Sabios han enseñado se llama «Rosh Hashaná», es decir: comienzo de año. Cada uno de estos días representa el comienzo del año respecto de un tema específico.

Enseñan los Sabios de la Luz que cuando la Torá se refiere a las guerras que el pueblo de Israel deberá pelear contra los pueblos de la tierra, ella dice que estaba prohibido destruir los árboles frutales: «ya que el hombre es como el árbol del campo» (Devarim 20:19).

Explican los Sabios que la intención de la Torá es decir que la posibilidad de supervivencia del hombre depende de los árboles, y es por eso que debemos cuidarlos y no destruirlos.

Tambien han enseñado que así como cuando un hombre desea que su árbol dé buenos frutos, él lo cuida y se dedica a él efectuando todos los procedimientos que ayudarán a mejorar el producto final, así también se debe comportar el hombre (en nuestro caso vivir acorde a las Siete Leyes Noájicas) que ha sido comparado por la Torá al árbol del campo.

Si él desea que sus acciones sean correctas y aceptadas por su Creador, él debe aprender a estudiar y cumplir lo que estudia , y es por eso que Los Sabios dijeron que la posibilidad de supervivencia del hombre depende de los árboles, porque para aprender cómo vivir una vida llena de un contenido espiritual, él debe aprender de los árboles, que para que den buenos frutos requieren de buen cuidado y atención. Si el hombre desea que sus acciones sean correctas y aceptadas por su Creador, él debe aprender a estudiar y cumplir lo que estudia, en nuestro caso las Siete Leyes dadas a Noaj

Y ese es el motivo por el cual la Tradición Judia llamó a este día: «rosh hashaná lailán – comienzo del año del árbol» en singular, para enseñar que cada ser humano – que fue comparado con un árbol – debe obtener una enseñanza práctica en este día sobre el comportamiento que debe seguir para que también él dé buenos frutos.

Aprovechemos este dia para renovar o fortalecer nuestro compromiso con la observancia de las Siete Leyes dadas a Noaj, unicamente así podremos dar buenos frutos que beneficien nuestra vida y la vida de quienes nos rodean.