Todas las entradas de: Jonathan Ortiz

Un gentil con sentido. Colaborador en la expansión del noajismo.

Noajikids – La Ranita que queria enamorarse

Una ranita muy bella quería enamorarse

Pero el amor no llegaba, comenzaba a preocuparse.

 Los días pasaban lentos,

no era como en los cuentos.

 El príncipe no llegaba,

y la ranita esperaba.

 La mamá muy preocupada

a su hijita preguntaba:

 “Siendo rana como eres

¿Por qué un príncipe quieres?”

 “Para ser los dos felices

Y comer muchas perdices”

 Hasta que un día por fin,

lo conoció en el jardín.

 ¡Hermosa equivocación

cometió su corazón!

 ¡No era un príncipe encantado!

Sólo un sapo enamorado.

 Pera ya nada importaba

porque estaba enamorada.

 Aprendió que el corazón

poco sabe de razón

 Príncipe, sapo o perdiz

lo importante es ser feliz.

Fin

Los Dientes del Sultán

En un país muy lejano, al oriente del gran desierto vivía un viejo Sultán, dueño de una inmensa fortuna.
El Sultán era un hombre muy temperamental además de supersticioso. Una noche soñó que había perdido todos los dientes. Inmediatamente después de despertar, mandó llamar a uno de los sabios de su corte para pedirle urgentemente que interpretase su sueño.
– ¡Qué desgracia mi Señor! – exclamó el Sabio – Cada diente caído representa la pérdida de un pariente de Vuestra Majestad.
– ¡Qué insolencia! – gritó el Sultán enfurecido – ¿Cómo te atreves a decirme semejante cosa? ¡Fuera de aquí!
Llamó a su guardia y ordenó que le dieran cien latigazos, por ser un pájaro de mal agüero. Más tarde, ordenó que le trajesen a otro Sabio y le contó lo que había soñado. Este, después de escuchar al Sultán con atención, le dijo:
– ¡Excelso Señor! Gran felicidad os ha sido reservada. El sueño significa que vuestra merced tendrá una larga vida y sobrevivirá a todos sus parientes.
Se iluminó el semblante del Sultán con una gran sonrisa y ordenó que le dieran cien monedas de oro. Cuando éste salía del Palacio, uno de los consejeros reales le dijo admirado:
– ¡No es posible! La interpretación que habéis hecho de los sueños del Sultán es la misma que la del primer Sabio. No entiendo por qué al primero le castigó con cien azotes, mientras que a vos os premia con cien monedas de oro.
– Recuerda bien amigo mío –respondió el segundo Sabio– que todo depende de la forma en que se dicen las cosas… La verdad puede compararse con una piedra preciosa. Si la lanzamos contra el rostro de alguien, puede herir, pero si la enchapamos en un delicado embalaje y la ofrecemos con ternura, ciertamente será aceptada con agrado… 

Uno de los grandes desafíos de la humanidad es aprender a comunicarse.

Duermete niño, duerme ya, que viene el Coco y…

cocoParece mentira que tan terrible amenaza se haya convertido en una canción de cuna. La mente infantil cree a ojos cerrados lo que le dicen sus padres, no racionaliza, no piensa por si mismo, adaptarse a lo que piensen los padres es parte de la evolución. Pensemos, si le dices a tu hijo que no meta los dedos en el enchufe de la corriente porque se puede electrocutar, existe un alto porcentaje de probabilidades de que eso suceda si desobedece, y eso mismo le enseñara este niño a sus hijos cuando los tenga, y asi sucesivamente. Y por otro lado, tambien se transmitirá de generación a generación los cuentitos de miedo que los padres le cuenten a sus hijos, sin un pensamiento critico previo, se cree porque «eso fue lo que me enseñaron mis padres».

La mente infantil cree ciegamente, no se detiene a pensar en las razones por las que el Coco esté debajo de su cama, ni cómo hizo para meterse alli, tampoco piensa que el Coco no sea omnipresente para saber quién duerme y quién está despierto, no analiza cómo se lo podria llevar a él y a otros cientos de niño en una misma bolsa, ni piensa en cómo hace el Coco para comerselos a todos sin que la digestión sea un problema.

¿Y si el Coco está en otra casa viendo quién no se duerme, cómo puede estar aqui y saber si estoy despierto?, ¿Tendrá tiempo el Coco para venir a vigilar si duermo o no?, ¿Se teletransporta el Coco a mi casa?, ¿Es amigo de mis papás para que lo dejen pasar?, ¿alguien lo ha visto?, ¿Algun padre ha puesto la denuncia de que el Coco le secuestró a su hijo?, ¿La policia lo tiene en su lista de más buscados? Los infantes simplemente CREEN, y si llegan a dudar de lo que sus padres les dicen, entonces CREERÁN que las probabilidades de que el Coco venga y se lo coma aumenten.

Pero, ¿lo que papá y mamá nos dijeron se cree solamente en la niñez? No. Muchos adultos siguen creyendo en lo dicho por sus padres sin cuestionar nada. Pensemos en el famoso cuentito inventado por las religiones, El Diablo, veamos:

Segun la religión el Diablo era un ángel hermoso, inteligente, que un dia olvidó que era un ser finito, que era creación, y le dio por enfretarse a su Creador, un Ser Infinito. Es como querer detener un puñetazo de Mike Tyson con la mente. Este angel bello pero idiota se le olvidó sentarse a comparar fuerzas. La hiena que se acerca al león para ver si puede enfrentarsele actua más inteligentemente.

Pensemos, el Diablo, el ser más inteligente de todos segun lo descrito por la religión, tuvo un pequeño olvido y optó por quitarle el trono a su Creador?  Es eso inteligencia?

Y asi se nos quiere hacer creer que este ser idiota llamado Diablo, menos inteligente que una hiena, es el GRAN peligro del mundo espiritual. Esta ha sido la enseñanza por años y años, y han sido miles quienes siguen creyendo sin cuestionar. Niños de 30, 40, 50 y más años de edad.

El creyente no duda, CREE. Se come el cuento sin dudar so pena que venga el Diablo y se lo lleve.

Pero, alli no acaba el cuento. La religión dice que detrás de Lucifer otros seres inteligentes lo secundaron. Y así se conformaron las huestes infernales, demonios, poltergeist, etc.

Aja… preguntémonos, por qué se revelaron estos seres? Segun el cuentito, por envidia. Ellos tambien querian ser adorados por la humanidad. Pensemos, seres inteligentes que lo tienen todo y cuya única necesidad es la de ser adorados? Mmm… adictos a la reverencia humana por los siglos de los siglos. Mmm…

Recuerdo que en la religión enseñaban que a los creyentes en Jesús les esperaria una vida eterna de reverencias angelicales. A mi siempre me pareció aburrido pasar una eternidad siendo adorado, PERO, el creyente no duda, dudar es pecado, y si el pastor lo dijo, entonces es palabra de dios.

El cuentito no acaba alli, segun la religión se creó una enemistad eterna entre estos ángeles y los seres humanos, ya que Dios les daba un trato preferencial a estos últimos. Ejemplo, los angeles sentian envidia de seres que se enferman, que se matan entre ellos, que su plazo de vida útil es hasta un poco más de 50 años, que engañan, mienten, roba, asesinan, secuestran, cometen relaciones sexuales ilícita, incumplen leyes… etc… etc…

Entonces la religión enseñó que los angeles ademas de querer adoración, eran adictos a ser limitados y por eso sintieron envidia de nosotros.

El cuentito sigue, segun la religión, Dios no hizo nada que con los rebeldes, sino que optó por dejarlos libres en el mundo para que tienten a los seres humanos continuamente y si alguno no sucumbe demostraria su amor por Dios.

Dios, segun la religión, mostró su amor ideando un plan para defendernos del Diablo, se hizo papá exclusivo de un sujeto llamado Jesús, lo envió a la tierra, pidió que lo adoraran completamente para ser salvos, lo crucificó para que todo el que crea en su sangre tenga vida eterna por los siglos de los siglos, y quien no crea arderá en el infierno eternamete… Mmm…

Según la religión el mayor logro de un ser humano no seria levantar buenos hijos, ni ser fiel con su pareja, ni explotar al máximo su identidad espiritual, ni hacer un aporte a su sociedad, de ahora en adelante lo máximo seria ganarse la adoración eterna por alla en una nebulosa.

Y como si no fuera suficiente, la religión se inventó el Apocalipsis, un plan divino para matar al Diablo. Dicho plan fue publicado en la Biblia que está a disposición de todo el mundo, y cómo el Diablo es tan idiota seguirá al pie de la letra el plan para derrotarlo a él. No optará por hacer otra cosa salvo lo escrito en el libro del Apocalipsis. Mmm…

Pero el creyente, el que tiene fe, el que acepta la revelación divina, no DUDA, sino que CREE ciegamente. ¿Cómo dudar por un instante de la voluntad de dios? ¿Cómo creer que fue la religión quien se inventó todos esos cuentos aprovechándose de la credulidad infantil que con el pasar de los años aun forma parte del ser humano? JAMAS!

Así es, mucha gente tiene fe del mismo modo que un niño cree en el Coco. Les da miedo aceptar que fueron manipulados, y que todos estos años han creido en un cuentito de ficción.

Claro, no piense, no analice, no salga de la comodidad de la fe. CREA. ¿Qué tal que sea verdad y viene el cocó y le comerá?

 

El Diente Roto

A los doce años, combatiendo Juan Peña con unos granujas recibió un guijarro sobre un diente; la sangre corrió lavándole el sucio de la cara, y el diente se partió en forma de sierra. Desde ese día principia la edad de oro de Juan Peña.

Con la punta de la lengua, Juan tentaba sin cesar el diente roto; el cuerpo inmóvil, vaga la mirada sin pensar. Así, de alborotador y pendenciero, tornóse en callado y tranquilo.

Los padres de Juan, hartos de escuchar quejas de los vecinos y transeúntes víctimas de las perversidades del chico, y que habían agotado toda clase de reprimendas y castigos, estaban ahora estupefactos y angustiados con la súbita transformación de Juan.

Juan no chistaba y permanecía horas enteras en actitud hierática, como en éxtasis; mientras, allá adentro, en la oscuridad de la boca cerrada, la lengua acariciaba el diente roto sin pensar.

—El niño no está bien, Pablo —decía la madre al marido—, hay que llamar al médico.

Llegó el doctor y procedió al diagnóstico: buen pulso, mofletes sanguíneos, excelente apetito, ningún síntoma de enfermedad.

—Señora —terminó por decir el sabio después de un largo examen— la santidad de mi profesión me impone el deber de declarar a usted…

—¿Qué, señor doctor de mi alma? —interrumpió la angustiada madre.

—Que su hijo está mejor que una manzana. Lo que sí es indiscutible —continuó con voz misteriosa— es que estamos en presencia de un caso fenomenal: su hijo de usted, mi estimable señora, sufre de lo que hoy llamamos el mal de pensar; en una palabra, su hijo es un filósofo precoz, un genio tal vez.

En la oscuridad de la boca, Juan acariciaba su diente roto sin pensar.

Parientes y amigos se hicieron eco de la opinión del doctor, acogida con júbilo indecible por los padres de Juan. Pronto en el pueblo todo se citó el caso admirable del «niño prodigio», y su fama se aumentó como una bomba de papel hinchada de humo. Hasta el maestro de la escuela, que lo había tenido por la más lerda cabeza del orbe, se sometió a la opinión general, por aquello de que voz del pueblo es voz del cielo. Quien más quien menos, cada cual traía a colación un ejemplo: Demóstenes comía arena, Shakespeare era un pilluelo desarrapado, Edison… etcétera.

Creció Juan Peña en medio de libros abiertos ante sus ojos, pero que no leía, distraído con su lengua ocupada en tocar la pequeña sierra del diente roto, sin pensar.

Y con su cuerpo crecía su reputación de hombre juicioso, sabio y «profundo», y nadie se cansaba de alabar el talento maravilloso de Juan. En plena juventud, las más hermosas mujeres trataban de seducir y conquistar aquel espíritu superior, entregado a hondas meditaciones, para los demás, pero que en la oscuridad de su boca tentaba el diente roto, sin pensar.

Pasaron los años, y Juan Peña fue diputado, académico, ministro y estaba a punto de ser coronado Presidente de la República, cuando la apoplejía lo sorprendió acariciándose su diente roto con la punta de la lengua.

Y doblaron las campanas y fue decretado un riguroso duelo nacional; un orador lloró en una fúnebre oración a nombre de la patria, y cayeron rosas y lágrimas sobre la tumba del grande hombre que no había tenido tiempo de pensar.

Enseñanza:

«Aparentar es la llave más próxima a la falsedad y por ende, a la soledad.»

Y

«Más vale parecer tonto y estar callado… que abrir la boca y disipar las dudas.»

 

El Traje Nuevo del Emperador

Hubo una vez un emperador que era muy presumido, sólo pensaba en comprarse vestidos. Tenía un grupo muy numeroso de sastres que constantemente le hacían nuevos ropajes, porque deseaba ser el emperador mejor vestido de todos los reinos del mundo.

Cierto día llegaron al palacio imperial dos pícaros muchachos, pidiendo ser recibidos por su majestad. Decían que eran unos afamados sastres que venían de lejanas tierras. El emperador, al conocer la noticia, les hizo pasar inmediatamente.

– Majestad, hemos traído una tela que es una maravilla -dijo uno de los pícaros.

– No la pueden ver los ignorantes, pero a los inteligentes les gusta mucho -dijo el otro.

El emperador se entusiasmó con lo que decían y pidió a los falsos sastres que le comenzaran inmediatamente un vestido con aquella tela, que enseñaría a todo el mundo.

Los pícaros pidieron para los gastos grandes sumas de dinero y joyas valiosísimas. Hacían creer que cortaban y cosían el vestido, cuando, en realidad, no cosían nada. Y aquellos que lo veían, para que no les llamaran ignorantes, decían que era un vestido muy original.

Llegó el día en que el emperador fue a probarse el famoso vestido. Cuando se lo presentaron quedó admirado. ¡No veía el vestido! Y para que sus súbitos no pensaran que no era inteligente, decidió disimular.

Todo el pueblo esperaba que pasara el emperador, ya que tenía gran curiosidad sobre cómo sería el majestuoso ropaje. Entonces apareció el emperador. Iba caminando desnudo ante el asombro de todos.

Un gran silencio se hizo en la calle, pero nadie dijo nada para que no se le llamara ignorante. Sólo un niño, con su inocencia, dijo:

– ¡Mirad, mirad, el emperador va desnudo!

Ante esto, todo el mundo dijo lo mismo y el emperador sintió mucha vergüenza. Fue un día triste para él, Aprendió una gran lección:

¿Qué tal si escribimos la lección en la sección de comentarios?

Puede ser cáncer

Palabras que nadie quiere escuchar, son aterradoras cuando se trata de otros y más aun cuando se trata de uno mismo. «No hay mal que por bien no venga», es una frase que no tiene sentido las primeras semanas, pero luego con el pasar de los dias se tiene la opción de re-aprender a valorar la vida. Aquello en la pareja que antes era un fastidio ahora es algo que no tiene importancia, y es que realmente no importaba. Las reuniones familiares son más frecuentes, aprendes que es mejor tener reunida a tu familia para una comida que para tu funeral. El «qué dirá la gente» carece de relevancia cuando se aprende que «la gente» son todos y nadie al mismo tiempo. Entiendes que la muerte es un hecho tangible y algo dentro de ti te dice que lo que hiciste en vida fue lo único que importó, nada más. Notas lo vano de temerle a un ser humano que tarde o temprano tendrá tu misma suerte. Te da verguenza haber pérdido tu preciado tiempo sumergido en una religión que ve la enfermedad como un castigo de ese dios que se enojó porque no hiciste algo bien.

Gracias a Dios hace seis años sobreviví al cáncer, ya eso es historia, todo se fue. Existe la vida después del cáncer, y es buena!

Si este texto tiene algún mérito que sea para bien de aquellos que hoy en dia padecen tal enfermedad.

Gracias

Nota final: Copiar y pegar mensajes a favor de los enfermos de cáncer es ridículo, si de verdad quieren ayudar, hagan una donación a una institución de lucha contra el cáncer, o vayan a un hospital y pidan pasar el dia con uno de estos pacientes.

 

Cosas que nunca sucederán

Navegando en la red conseguí algo que llamó mi atención. No acostumbro estar pendiente de lo que hacen, dicen o piensan las religiones, pero en este caso veamos lo siguiente, cito:

No debemos dejar de orar por la conversión del Pueblo Judío a Cristo; el Papa Juan Pablo II profetizó, y así lo encontramos en el numeral 674 del Catecismo, que para que ocurra la resurrección de los muertos, como lo expresa San Pablo en Romanos 11, 12, es necesario la conversión de Israel a Cristo, porque la Sagrada Escritura dice que “todo Israel será salvo” (Romanos 11, 26). http://es.catholic. net/laicos/788/2662/articulo.php?id=3567

Analicemos:

1. Si para que la resurrección ocurra todo Israel debe cometer idolatria, entonces nunca habrá resurrección.

2. ¿Acaso soy el único que ve el antisemitismo implicito en las palabras del jefe católico?

¿Y ustedes qué piensan al respecto?

Navidad, una pregunta y una respuesta

El 23 de diciembre de 2001 el Moré recibió esta «pregunta» acerca de la navidad.

…soy judía y no comparto su intolerancia respecto a las Navidades. Yo con mi familia nos reunimos a celebrar, porque nos encanta el espíritu navideño…

vale la pena leer su respuesta:

Gracias por su opinión.
Tan intolerante resulto, que publico su cuestionamiento, aunque no cumple con los requerimientos básicos para ser incluida en SerJudio.com, pues no trata ni de judaísmo, ni de psicología, ni del crecimiento integral de la persona y la sociedad… en fin…
Además, y ya yendo al tema, me pregunto: ¿es una actitud intolerante respetar la propia identidad sin querer (adrede o por ignorancia) borrar los rasgos propios en pos de asimilarse a otros?
¿Es una actitud intolerante ser respetuoso de Dios y del prójimo (aunque profese sus creencias ajenas (incluso idolátricas))?
¿Es una actitud intolerante establecer límites precisos entre lo que es correcto y apropiado para uno, y lo que no lo es?
¿Es una actitud intolerante oponerse (sin atacar, ni destruir, ni denigrar) a revestirse de lo que no está de acuerdo a la Tradición ni con la esencia propia?
Señora mía, me parece que su idea de intolerancia es de por sí bastante intolerante…

Si usted, siendo judía como dice, se reúne a celebrar la Navidad, ¿qué quiere que yo le diga?
¿Que la felicito?
¿Que usted es un ejemplo?
¿Que usted con su actitud demuestra tolerancia?
Me temo que no puedo hacer esto.
Lo que sí lo puedo decir es que está comportándose de un modo que se aleja de lo que le es propio, para asumir lo que no le pertenece. Que está esfumando activamente su acervo personal para adquirir bienes ajenos. Que está introduciéndose en la falsedad (pues la idolatría es falsedad, y porque vivir conscientemente con la máscara de ser como no se debería ser… es el colmo de la falsedad)
Por lo que señora apreciada, lamento parecerle intolerante… pero, ¿qué le puedo agregar?

En cuanto al espíritu navideño.
En verdad, no tendría porqué abordar este tema, y tampoco sé mucho de él.
Pero una pequeña reflexión.
Si el mentado espíritu es lo que se promociona en las películas, revistas, diarios, en la calle, en las conversaciones de vecinos, conocidos, etc., pues, permítame que le diga que no quiero aproximarme mucho a él.
¿Un espíritu que se desespera por recibir regalos en lugar de abrirse a dar?
¿Un espíritu que celebra la parranda, el ruido, la alegría vacía… en lugar del recogimiento, de la placidez, la armonía, el real gozo?
¿Un espíritu que se encarna en el relleno Papá Noel (o como se llame en su lugar), que simboliza la magia que reduce la vida a una burbuja de esperanzas vacías (aunque muy bonita, por cierto)?
¿Un espíritu que predica noches de amor y paz, pero que no extiende la mano al prójimo, ni reduce las armas a arados, ni hace de tanques -tractores?
¿Un espíritu que derrocha dinero en tonterías, mientras el hambriento ya ni fuerzas tiene para tender la mano rogando por una limosna?

Me pregunto, en mi intolerancia, ¿por qué será que los judíos no tenemos en nuestras tradiciones la necesidad de inventar un Papá Noel? ¿Ni de promocionar milagros y maravillas tales como imágenes sangrantes, piedras que lloran, curaciones extraordinarias, aguas encantadas, etc.? ¿Ni una fecha en lo que parece sobresalir -al menos por lo que la publicidad muestra- es el ánimo comercial? ¿Ni un día para el alboroto sin contenido?
En definitiva, ¿por qué será que no precisamos de magia, mitos, cuentos hermosos, seres milagrosos, etcéteras, para gozar con nosotros mismos, nuestras familias, amigos y vecinos (…y Dios)?

Mi apreciada señora, lamento mucho que usted necesite de las navidades para celebrar, pues, no sé cuánto sentido está construyendo usted en su vida. Me agradaría que pudiera re-flexionar, y re-tornar a su esencia, así estaría en condiciones de celebrar a pleno la Vida, siendo respetuosa del prójimo y sus creencias…

Y repito, lo que en mi intolerancia ya he dicho en el texto que tanto le afectó a usted:
…le deseo lo mejor a los visitantes cristianos en estos días, y en particular Shalom para todos.

Iebarejejá H’ – Dios te bendiga y que sepamos construir Shalom

Yehuda Ribco

Link http://serjudio.com/rap501_550/rap546.htm

«Dios me dijo en sueño que te dijera esto…»

“Sueños proféticos”, “don de sueños”, “soñar los sueños de dios”, son algunos de los nombres que los integrantes de las religiones asignan a la experiencia de tener un sueño con determinado contenido y que según ellos “viene de dios”.

Quienes han estado cerca de alguna religión habrán notado que este tipo de personas es visto como un “bendecido”, ya que tienen la “capacidad” de ser receptores e interpretes de un mensaje supuestamente divino.

No es un secreto que estos soñadores controlan la vida de otros al momento de usar expresiones como “dios me dio un mensaje en un sueño para ti”. Pensemos en el peso tan grande de dicha expresión. ¿Un mensaje de Dios? ¿Quién no quiere que Dios le diga lo qué hacer?

Los lideres religiosos tienen en común que se rodean de este tipo de soñadores, incluso ellos mismos dicen tener dicho “don”. Claro, qué mejor manera de MANIPULAR a sus seguidores para que hagan lo que les beneficiará sus bolsillos.

Una acotación, ¿no es curioso que mayormente los “sueños proféticos” van dirigidos a personas pudientes, que tienen poder económico y que representan ganancia a estos líderes? Por experiencia vi cómo este dios no les enviaba mensajes a los pobres, sólo a los ricos. ¡Qué cosas!

“Dios me habla en sueños” Es una expresión cargada de un mensaje que va directo a las débiles mentes que esperan que ese dios se digne a hablarles.

Lo cierto del asunto es que Dios, con mayúscula, no le manda a decir nada a nadie a través de otro trasnochado. Y estas personas que dicen soñar “sueños de dios” deberían cerrar sus bocas y buscar una mejor manera de influir en la gente. Y los “lideres” tienen la obligación de buscar un trabajo honesto en lugar de ROBAR el dinero ajeno.

Sí, es cierto que muchos de estos sueños se cumplen. ¿Cómo explicarlo? Sencillo, casualidades o N probabilidades de que lo estaba supuesto a suceder sucedería.
Tomemos un ejemplo, omitiré nombres, pero es un caso verídico:

En cierta ocasión cierto líder regañó a cierto seguidor porque éste no estuvo presente en una reunión. El seguidor confesó que se había ausentado porque estaba con una chica que estaba pasando por una crisis emocional y creyó que su deber era ayudarla ya que el líder enseñaba que se debía ayudar al necesitado. El líder muy enojado suspendió todos los beneficios a su seguidor, ya no predicaría, ya no viajaría a predicar a otros lados, etc. El seguidor quedó consternado cuando el líder dijo “dios sí me lo había dicho, es que dios a mi me habla”.

Años después el seguidor se entera que el líder estaba teniendo una relación amorosa secreta con esa chica (estaba siendo infiel a su esposa), y que el líder lo que en realidad sentía era CELOS porque el seguidor demostraba interés en la chica. Así que para el líder, qué mejor manera de controlar la situación mostrándose preocupado y diciendo “dios me lo había mostrado”?

¿Sueños de dios? No, EGO puro.

De algo estoy seguro, Dios tiene mejores cosas qué hacer que estar enviándonos mensajes a través de gente que se cree espiritual pero que tan solo es el mejor ejemplo de cómo el EGO esclaviza a una persona.

Ah, antes de que se me olvide, qué pasa cuando el sueño es acerca del líder? O con un mensaje para estos? La respuesta que estos lideres darán es “esperaré a que dios me lo diga a mi directamente”. ¿Conveniente verdad?