Esta semana ha sido una semana de mucho aprendizaje, sobre todo por el hecho que en un corto viaje de un día que hicimos a uno de los volcanes pudimos apreciar la magnificencia de la Creación y reforzar aquellos principios que hablan que nuestra misión en este mundo como seres humanos es la de cuidar la Creación así como de regocijarnos en ella, reconociendo, claro está, que el Creador es Dios y no nadie más. Cada vez que tengo contacto con la naturaleza me acerco más al Creador y mi corazón se llena de un gozo inexplicable que, en efecto, me hace comprender un poquito más nuestra razón de ser como seres humanos y también el agradecer a Dios por su infinita bondad de crear una Creación llena de belleza con el simple hecho que nosotros nos deleitemos.
La sabiduría está en los libros pero también lo está en la observación de la vida cotidiana, aun no me olvido de que la primera vez que leí a Hobbes criticando a los que solo leían y no vivían, me encontraba en la habitación de un hotel después de haber interactuado en una actividad oficial del gobierno a la que fui invitado en razón de la celebración de la anexión del Partido de Nicoya, que hoy es la provincia de Guanacaste, a nuestro país, y que ya al domingo siguiente me desperté y estaba leyendo el Leviatán donde la principal crítica que Hobbes hacía era que muchos leen y creen saber y dan sermones y diz que enseñan pero no han vivido, entonces su conocimiento es teórico pero no práctico.
Es algo parecido como cuando uno está haciendo el presupuesto mensual y cuando ya terminó de incluir todo lo que planeó, le sobra una gran cantidad de dinero, pero en el camino resulta ser que se presentaron imprevistos y que a final de quincena o de mes más bien quedó en números rojos. Ahora bien, si deja un cierto monto para eventualidades y no sucumbe al consumismo impulsivo, entonces sí le va a sobrar una cantidad pequeña o grande, dependiendo de cuánto haya guardado, que podrá ahorrar, es algo parecido a aquel principio de administración de empresas que reza que todo aquél que produzca ingresos propios y no sea a asalariado, debe de tomar una pequeña parte de las ganancias como salario, pero no comerse el capital, y la otra parte reinvertirla en el negocio, pero eso no se logra solo leyendo un libro sino también viviendo en el día a día.
En igual sentido un noájida no puede aislarse del mundo en el que vive y no puede encerrarse en una ciudad feudal esperando encontrar un líder que le guíe, no debe realizar rituales que le confundan en su senda y que lo conviertan en un religioso y no debe creer que ya porque ha tenido la suerte de ver las cosas por lo que son, que eso lo hace superior a los demás. El otro día hablaba con un hombre que me impresionó mucho por su sabiduría, el cual comenzó a hablarme sobre los años nuevos, puesto que estábamos próximos al comienzo del año nuevo civil 2014, me dijo que no obstante que él es judío, si un cristiano desea celebrar el año nuevo cristiano o el musulmán el suyo, el hindú el suyo, etc., que lo podían hacer y que él no se iba a oponer y mucho menos a irrespetarlos.
Ese pensamiento me llamó mucho la atención porque tiene mucha razón, ello no quiere decir que debamos de apoyar la idolatría, pero cada quien despierta a su tiempo, no antes, y el noajismo no es una religión, no busca adeptos, es más, ese señor del cual les comento empezó a hablarme acerca de cómo es que los rabinos no viven del rabinato sino que, en buena teoría, deben de tener sus propios ingresos, el rabinato es algo que hacen para enseñar pero no para lucrar con ello, yo lo extendería más e incluiría el ejemplo de nuestro querido Moré, quien no obstante que no es un rabino, también sigue ese principio de procurarse el sustento por sí mismo y no de vivir del maestrazgo, porque quien realmente ostenta el conocimiento no cobra por transmitírselo a los demás. Así fue como poco a poco comencé a conocer maestros comprometidos con sus distintas causas, sea en el ámbito espiritual, en el ámbito de negocios, académico, etc., todos tienen algo en común, enseñan por el amor a enseñar y no para lucrar, entonces cuando uno ve una persona que enseña sin buscar un beneficio económico correlativo, sabemos que estamos ante alguien que tiene vocación de enseñar y eso es un muy buen indicio.
Un noájida consciente de su identidad que esté comenzando a desintoxicarse de la idolatría y del hedor que ésta deja, inclusive después de haber despertado, o que ya se encuentre desintoxicado y que más bien esté en la senda del avance del conocimiento, debe ser un embajador de Shalom. Lo que esto quiere decir es que no obstante que no apoyamos la idolatría bajo ninguna forma, no por ello vamos a insultar a las personas que están sumidas en ella. ¿Se asemeja esto a aquel aberrado principio de poner la otra mejilla cuando nos han insultado? ¡De ninguna manera! O ¿quiere ello decir que vamos a darles una palmadita en la espalda y darles campo abierto para sigan siendo idólatras? ¡Claro que no! Pero de allí a andar provocando a los que aun son esclavos de la hediondez de la idolatría para que por medio de la violencia, de los insultos o de la injuria vayan a despertar, hay mucha diferencia.
Hace unos pocos meses uno de mis amigos quien es el hijo del candidato a vicepresidente de uno de los partidos políticos que aspira a la presidencia de la República, me ofreció un puesto en la campaña y por un momento me pareció bien porque podríamos avanzar con los proyectos de FULVIDA y de la nueva fundación a inscribirse el próximo año. En medio de un concejo de estrategia de FULVIDA sometimos la idea a votación y en su mayoría, las personas se opusieron a ello, en efecto, uno de los argumentos más convincentes tuvo que ver con el hecho de que lo que la Fundación haga necesariamente reflejará sobre los noájidas y también sobre los judíos, pues hasta que la gente no comience a despertar y ver que el noajismo es la senda de vida de los no judíos, mucho seguirán asociándolo con el judaísmo y es ahí donde debemos de ser cautos toda vez que también debemos trabajar para realizar una buena representación diplomática del noajismo y del judaísmo. Vale mencionar también que un embajador de Shalom noájida buscará diferenciar al noajismo del judaísmo para que las personas comiencen a conocer su verdadera identidad.
He ahí el por qué somos embajadores de Shalom, porque más que con palabras, es con el ejemplo con lo que se predica y ello lleva aunado el hecho que un noájida consciente de su identidad que reconozca la verdad que hay en la Torá, será también respetuoso y garante del pueblo judío porque sabe que es el pueblo de Dios y lejos de sentir alguna envidia o resentimiento infundado, más bien buscará aprender de ellos y ser una persona que busque ser más completa cada día, pues en el tema de la espiritualidad no existe un concepto de inercia sino más bien de dinámica y debido al gran margen que existe para desenvolvernos, siempre encontraremos nuevas situaciones por lo que nunca dejaremos de aprender.
El ser embajadores de Shalom también implica que interactuemos en el mundo, que no nos aislemos cual ermitaño en la montaña más recóndita, sino que, por el contrario, vivamos en sociedad, pues hay que recordar que uno de los planos de existencia de los seres humanos es el social, mas ello no implica que nos tengamos que dejar contaminar de la idolatría. Un fenómeno muy curioso que existe en la naturaleza es el de la iluminación, cuando hay luz ésta opaca completamente a la oscuridad, así pues, cuando nosotros somos luz y no idolatría, opacamos a la idolatría porque reflejamos un semblante de paz y de alegría y como todos andamos en búsqueda de la felicidad, la gente eventualmente nos preguntará cuál es nuestro secreto.
Así que no se trata de llevar odios ni resentimientos, tampoco hay que olvidar y ni nos vamos a hacer de la vista gorda cuando vemos que alguien cegado por su ego quiere dañarnos a nosotros o a los nuestros, pero tampoco vamos a andar halándole el rabo a la ternera, como decimos aquí en Costa Rica. Un embajador de la paz y de la armonía se convierte en un puente para que las personas aprendan del noajismo y que los no gentiles reconozcamos el gran aporte que el judaísmo le da a la humanidad, que apreciemos el legado que ellos custodiaron por siglos, no obstante las persecuciones y atrocidades que se cometieron en su contra sin justificación alguna y con la más grande de las crueldades; que son el pueblo de Dios y que si dejamos de lado al EGO finalmente comenzaremos a vivir con esa paz y armonía que es lo que al fin de cuentas la mayoría de nosotros buscamos.
Un embajador de paz y armonía se convierte en un representante del pueblo de Israel, no se cree judío pero sí amigo de los judíos, no lee la Torá ni realiza mandamientos exclusivos del pueblo judío, pero sí promueve su respeto e inclusive insta a judíos no observantes a que abracen su fe, no pregona la guerra sino el entendimiento y poco a poco, lejos de buscar crear una mescolanza de fes como a bien lo ha tenido la Organización de las Naciones Unidas, más bien busca que se elimine la idolatría paulatinamente, pero no por medio del insulto, del engaño o de la violencia, sino más bien, por medio del diálogo, la enseñanza de la verdad sin tapujos pero con respeto y de la promoción de la paz y de la armonía.
Sea que hoy sea el primero de enero del año civil 2014 o que sea el primer día del año chino, hindú, musulmán, cristiano, etc., lo cierto del caso es que no es con insultos ni burla que se logrará rescatar a las personas de la idolatría sino que será a través de la paciencia, el conocimiento bien fundado y la no imposición de nuestros valores, sino más bien, sembrando la semilla pero dejando que la otra persona sea la que la deje germinar, que poco a poco irá muriendo la idolatría del mundo e irá imperando la verdad, la justicia y la caridad, en un marco de respeto donde sabremos cuidar de la creación, extasiarnos en su belleza y reconoceremos que no somos sus dueños sino sus ciudadores, mas ello no será obstáculo para que agradezcamos a Dios por habernos creado y siempre reconoceremos que fue Él y no una paloma, ni profetas voladores ni hijos naturales, adulterinos, etc., los que crearon esta maravillosa creación.
Resta por desearles un excelente año nuevo civil, que dicho sea de paso, es un día como cualquiera otro, como cuando un abogado tributarista le desea a sus clientes feliz año nuevo fiscal y de hecho lo hacen, aunque no tengo un muy grato recuerdo al respecto porque ese día nos tocó hacer un examen de Derecho tributario, en el que me acuerdo que no me fue muy bien por cierto, pero aún así se entiende la idea que deseo transmitir.
Para nosotros los noájidas conscientes de nuestra identidad, el año comenzó hace unos meses atrás, para el resto de la humanidad en Occidente está apenas comenzando, pero sea como sea, no irrespetemos, tampoco aplaudamos la idolatría; eso sí, digamos la verdad sin tapujos pero con respeto también y seamos embajadores de Shalom, día a día, hora por hora, minuto por minuto, cuando vivimos el momento en el presente y no nos agobiamos por el pasado o el futuro estamos iniciándonos en la escuela diplomática de la promoción de la paz y de la armonía.