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Resp. 886 – ¿Gentiles rezando el salmo 121?

Guerrero nos consulta:

Estimado Moré:

Antes que nada, le deseo desde México que Dios le bendiga y le proteja ahora y siempre y que el Eterno le siga dando vida y salud para que continúe con su labor tan importante en la construcción de shalom. Mi pregunta es:

1- ¿Es correcto para los gentiles rezar o leer el salmo 121?

2- O bien, ¿No es ese salmo exclusivo para las personas judías?
Ignacio Bernal, 27 años, médico, Guerrero, México.

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FULVIDA es espiritual según criterio de Dios

Escuché rumorear por ahí que murmuran maliciosamente diciendo que FULVIDA no es espiritual, pues no aturde con rezos, ni enseña bailoteos con banderitas y trompetas, no se barbotean palabrejas en jeringoso seudo cabalístico, no se realizan volteretas y malabarismos para acomodar los textos a gustos del consumidor, no se reclama diezmos y otras ofrendas para engrosar el ego de algún maestro, no se citan textos bíblicos cada media frase, no se amenaza ni decretan maldiciones y padecimientos en el infierno y no se dice “amén levanta tu mano derecha que en nada serás avergonzado” para causar efectos intimidatorios en la audiencia.
Se nos acusa de no ser espirituales, aunque dudosamente se declara qué significa ser espiritual, especialmente de acuerdo al criterio del Rey de reyes y no al advenedizo parecer de cualquier patán que predica “la palabra” (vaya uno a saber cuál).

Gracias a Dios, amigo mío, amigo que anhelas ser fiel al Eterno, que amas al Padre Celestial y a tu prójimo, en FULVIDA estamos rebosantes de verdadera espiritualidad.
Regalamos a diario buen pan espiritual, sin hacer aspavientos, sin demandar ni exigir dinero o regalías.
Te ofrecemos luz espiritual, plenitud, bendición, sanidad, santidad, eternidad, de acuerdo al sagrado patrón eterno que Dios ha marcado para los gentiles.
Para corroborarlo, te ofrezco ahora un breve pasaje, en el cual Dios delimita con absoluta claridad y precisión qué significa ser espiritual y por tanto, como ha de vivir un verdadero gentil justo (noájida).
Presta mucha atención y no retires tu entendimiento de estas palabras de luz:

«Porque Yo [Dios] le he escogido [a Avraham] y sé que mandará a sus hijos y a su casa después de él que guarden el camino del Eterno,
que practiquen la justicia y la bondad,
para que el Eterno haga venir sobre Avraham [Abraham] lo que ha hablado acerca de él.»
(Bereshit / Génesis 18:19)

Comprendamos juntos:

Dios afirma aquí cual es SU camino,
SU camino santo para los gentiles,
Su camino para que viva el hombre y todos sus descendientes y todos aquellos que residen con él.
Dios delimita con precisión qué es ser espiritual para el noájida (recuerda que el patriarca hebreo también era noájida).
Y no habla de estudiar Torá,
ni de citar pasajes del Talmud,
ni de atiborrarse de palabrejas de supuesta Cabalá,
ni de usar ropajes del Medio Oriente antiguo o de la renacentista Europa Oriental,
ni de rezar,
ni de parlotear en hebraico,
ni de ponerse a los pies de un rabino,
ni de congregarse,
ni de tener fe,
ni de guardar el Shabat,
ni de celebrar fiestas judías,
ni de convertirse a judío (de hecho, ni existían los judíos en aquella época),
ni de decir amén aleluya,
ni mil cositas y cosotas que los que reclaman espiritualidad
(y nos acusan de no tenerla)
predican que es ser espiritual.
Espiritual es,
según Dios, el que no cambia ni se confunde ni miente,
espiritual es
vivir practicando el bien y la justicia.
Es decir,
lo que a cada rato enseñamos desde este santo hogar,
una y otra vez declaramos y vivimos: construir shalom, por medio de hacer lo justo y bueno, siendo leales al Eterno.
Eso es ser espiritual,
y ningún rufián de Venezuela, o de Cuba, o de Perú, o de asociaciones de supuestos mesiánicos o de cualquier otro lado pueden declarar lo contrario, y quien les admite sus patrañas, se convierte en un cobarde, protector del malhechor, cómplice de los que llevan el caos y la corrupción, de los que son enemigos de Dios y del hombre.

Así pues, amigo mío, si estás en El Táchira o en Santo Domingo, en Lima o en Cancún, la verdad es simple y una: ser espiritual significa que vivas haciendo lo que es justo y bueno.
Si haces otra cosa, no estás siendo espiritual, sino parodiando algo que no es lo que te pertenece.

De paso, quien vive de acuerdo al plan de Dios,
pues se dedica a construir shalom,
obtiene la promesa de que el Eterno lo recompensa ricamente,
tal y cual el mismo texto que te he citado afirma.

En conclusión, te regalo nuevamente la salvación, la sanidad, la santidad, el paraíso.
Puedes tú ahora volver a escoger entre el maná celestial que está a tu disposición aquí, o seguir comiendo el estiércol que te venden a altísimo precio aquellos que anteayer eran pastores evangélicos, ayer rabinos mesiánicos, hace un rato líder noájico y ahora vaya uno a saber qué.
Puedes escoger entre ser leal a Dios y ser espiritual, o seguir engañándote con bribones que se hacen pasar por rabino o haham, como el tal personaje que reniega de su apellido Hernández y su patota de inescrupulosos y el resto de la caterva que pregonan falsas espiritualidades muy bien envueltas para engañar al ojo y al alma.

Tienes tu camino espiritual ante ti, tu hogar abierto para tu retorno.
FULVIDA sigue en pie, alumbrando tu senda de vida.

Vencer a la “gran montaña” sin llegar a su cima

Tres leones disputaban la corona de monarca de la selva, por lo cual, y de acuerdo a la tradición, el que alcanzare primero a vencer a “La Gran Montaña” sería consagrado rey.

“La Gran Montaña” era realmente grande, imponente, colosal, llena de grietas y temerarias dificultades. Un reto impresionante para cualquiera.

A sus pies se congregaron todos los animales, quienes servirían como testigos del noble acontecimiento.

El primer león comenzó a escalar tímidamente, como si le faltara confianza, al poco tiempo, entre moretones y magulladuras desistió.

El segundo, muy envalentonado, trepó con muchas ganas, pero muy rápido, su energía mermó, la decepción lo consumió, la impaciencia lo devoró, el fastidio ganó, por lo cual también abandonó.

El tercer león inició con paso cauteloso pero firme, como midiendo cada zancada. Escaló un buen trecho, aunque estaba su piel arañada, sudaba en abundancia, alguna que otra vez se deslizaba metros y metros hacia abajo, igualmente siguió su rumbo hacia lo alto. Pero, también él tuvo que abdicar a la cima cuando sus fuerzas no le acompañaron más.

Los animales estaban preocupados, pues precisaban a su rey, sin embargo el mecanismo que la tradición les había brindado no sirvió en esta oportunidad (o así parecía).

Debatían y argumentaban, tratando de encontrar alguna solución legal para el asunto, hasta que escucharon el informe del águila encargada de seguir a los leones por la ruta de ascenso. Ésta les dijo: “Yo volaba cerca de cada uno y escuché lo que dijeron:

El primero dijo: Montaña: ¿cómo habría yo de vencerte? Desde antes de empezar ya sabía el final.
El segundo dijo: Montaña: ¡Eres un fiasco! Alguna trampa hay en todo esto. Ya sabía que habría corrupción.

El tercer león dijo: Montaña: ¡esta vez me has vencido! Pero, ¡prepárate para mi próximo intento! Quizás hoy no llegue a ser rey, pero llegaré algún día a coronar tu cima con mi presencia”.

Los animales quedaron en silencio un rato, pero luego estallaron en aplausos y aclamaciones, mientras levantaron en andas para coronar al tercer león como rey de la selva.
Los más sabios decían: “Él venció a la montaña, aunque no llegó a tocar su cumbre. Él es el rey de sí mismo, por lo tanto, está preparado para reinar sobre los demás.”

——- DETENTE ANTES DE CONTINUAR LA LECTURA y piensa cuál sería para ti la/s moraleja/s de este relato.
Comparte tus ideas con nosotros.
Gracias.
Ahora, te invito a continuar:

Moraleja:

La dificultad que atraviesas puede ser similar a la de otros, o a otras parecidas que ya hayas experimentado antes; lo que varía es tu actitud hacia ella.
Si crees que estás derrotado, lo estás.
Si crees que has vencido porque “te lo mereces”, sin haber hecho aún nada, entonces estás lejos de ser victorioso también.
Pero, si crees que puedes, confías en que el Eterno hace siempre lo bueno, visualizas tu triunfo y trabajas con inteligencia para alcanzarlo, entonces, el éxito y la victoria están en ti.
En el camino está el triunfo y no solamente en alcanzar la meta.

Preguntas para reflexionar

1. ¿Con cuál actitud de los leones te identificas más?

2. ¿Cuál crees que es el secreto del verdadero éxito?

3. ¿Por qué suelen ser nuestras acciones y actitudes las que nos provocan mayores inconvenientes?

Construir Shalom

Me preguntó un conocido qué era ese lema que usaba tan frecuentemente “construir shalom”, pues no captaba su significado.
La cuestión debía ser respondida de manera sumamente breve, pues no disponíamos del tiempo –en ese momento- para extendernos y “filosofar”.
Así pues, le dije: “Vivir de tal manera que en cada situación tu conducta sea justa Y buena”.
Creo que es una buena síntesis.
Por supuesto que se podría añadir un sinnúmero de derivaciones, algunas fuertemente necesarias, tales como lealtad al Eterno, cumplimiento de los mandamientos que le corresponden a cada quien según su identidad espiritual, entre otras cuestiones; pero, como base firme, como resumen, como respuesta rápida y certera, es una que tú puedes llevar contigo y usar.

En cuanto a lo de “construir” y no meramente “sentir, tener, recibir”, la idea radica en que la persona debe tener una actitud y una conducta coherente con ser justo y bueno, incluso en las ocasiones en las que uno se ve excedido por presiones, enojos, apuros, etc..
Construir, porque no es fácil, no se da de manera directa y cómoda.
Construir, pues tenemos que sobreponernos a nuestras tendencias negativas, al dominio del EGO, a las bajezas cotidianas; y, aunque caigamos, tener el ánimo de incorporarnos y seguir avanzando y creciendo.
Es una tarea constructiva, y no un transitar pasivo y a la espera de que las cosas se resuelvan por sí mismos, mágicamente, milagrosamente, o por obra de otro, cuando soy yo quien debe hacer mi parte.
Dios hará Su parte, el prójimo quizás haga la que le corresponda, pero nadie más que YO puedo hacer MI parte, aquella que me corresponde, que me toca, de la cual soy único responsable.

Así pues, construir shalom no es solamente un lema, sino un modo de vida 100% espiritual, perfecto, acabado, que te brinda el destino, la herramienta, los métodos para llevar a cabo a plenitud tu misión en este mundo y adquirir tu posesión y placer en la eternidad.

Construir shalom, tal como la hemos definido tan brevemente ES el modo espiritual de vida para el 100% de las personas, sin excepciones.
Tal como ha quedado manifestado por Dios a través de Su profeta:

“¡Oh persona, Él te ha declarado lo que es bueno!
¿Qué requiere de ti el Eterno?
Solamente hacer justicia, amar misericordia y caminar humildemente con tu Elokim.”
(Mijá / Miqueas 6:8).

¿Habrá algún desvergonzado o confundido que niegue que la esencia principal del "ser espiritual" en esta vida es la "construcción de shalom"?

Los 33 Mineros.

Si las cosas salen bien , hoy seran rescatados 33 Mineros Chilenos de los mas profundo de la oscuridad.

Hombres que no perdieron las esperanzas y permitieron que ingenieros , verdaderos conocedores expertos en seguridad y rescate , les tendieran la mano.

Pronto saldran a la Luz , y tendran una nueva oportunidad que se les ha otorgado.

Hoy son millones los que siguen atrapados en la oscuridad , no son mineros pero se comportan como tal. Buscando falsas riquezas , tesoros en lugares

apartados , oscuros. Y son pocos los que anhelan ver la LUZ , desafiando la Natruraleza Divina. Cavando en lugares mas oscuros

sin guardar esperanzas , dependiendo de mineros mas astutos que los llevan muy lejos de esa Puerta que conduce a la LUZ y al buen Alimento Espiritual.

Estoy ancioso por el desenlace final de los 33 mineros Chilenos y por el triste final de los millones de mineros que prefirieron vivir en la oscuridad por abandonar los Privilegios

que trae el Verdadero y Buen Pan Espiritual.

ATTE:

Un Exminero Rescatado.

Teoria de Darwin , Evolucion / «Teoria» Noajida , Evolucion vs Involucion.

En los ultimos 100 años la ciencia descubrio el codigo genetico (ADN) anulando por completo la teoria evolutiva de Darwin , adoptada por algunos cientificos y de credibilidad en un porcentaje considerable en la humanidad , queriendo desvirtuar asi , el verdadero origen del ser humano , como lo explica Genesis.

Segun Darwin el hombre desciende del Mono (Teoria ya desvirtuada).

Tambien podriamos llamar Evolución al desarrollo o transformación de las cosas, los organismos, las ideas o las teorias, por medio del cual pasan gradualmente de un estado a otro. Un ejemplo podria ser la Mariposa que pasa por cuatro fases para llegar a ser una candil : Huevo , larva , crisalida e individuo adulto.

Ahora veamos una breve descripcion en la «Evolucion» del Noajida.

El Noajida que se queda en su estado actual sin importarle en lo mas minimo desarrollar capacidades que aporten a su crecimiento , como persona y crecimiento Espiritual o peor aun «Involuciona» al regresar a formar parte de las filas que ofrecen una variedad de religiones que han ejercido durante epocas un poder tiranico en la sociedad. Este Noajida que desecha el buen pan Espiritual e invierte su valioso tiempo en cosas vanas , alimentando su Ego , egocentrismo y alejandose cada dia mas de obtener privilegios en el Mundo venidero. En si el gentil o Noajida que «Involuciona» viniera a tener las mismas caracteristicas del primate que expone Darwin en sus teorias:

Caracteristicas de los primates:

Manos y pies con 5 dedos.
Pulgares oponibles.
Ojos al frente con visión estereoscopica.
Girar el brazo alrededor del hombro.
Flexionar el tronco.
Proporción del cerebro mayor.

Al otro lado el Noajida que «Evoluciona» es aquel que reconoce el precioso valor de su identidad , que se instruye basadonse en lo que le compete , sobreponiendose a cualquier adversidad , trabajando de forma desinteresada y sincera. Siendo esa verdadera conexion , teniendo ese impulso , esa gran fuerza encaminada por el sendero de los Justos de las Naciones.

Que sepamos construir Shalom!

Para evitar falsas creencias y conceptos erróneos

Es habitual que tengamos algunos inconvenientes con el conocimiento de ciertos conceptos o ideas, en el tema que esbozamos en este escrito nos centramos particularmente en cuestiones atinentes a la espiritualidad.
Es notable como la traducción muchas veces nos deja en un estado de ignorancia o falsa creencia; cuánto más cuando del hebreo de la Torá se trata, un idioma antiquísimo, de una cultura en muchos aspectos extraña, con una cosmovisión bastante diferente a la contemporánea.
En otras oportunidades, damos por sentado que sabemos definir algún concepto, pero ante el requerimiento no sabemos cómo hacerlo realmente; balbuceamos, damos vueltas, hacemos acrobacias lingüísticas para finalmente dejar en claro (para el que reconoce y admite) que no sabemos tanto como presumíamos saber.
Otras veces estamos en posesión del saber que proviene de la opinión, de la lealtad a una transmisión que hemos recibido, pero que parte de una fuente poco informada, o escasamente confiable, o el emisor es sumamente respetable, pero no cuenta con el conocimiento adecuado de aquello que nos enseña.
Y, por supuesto, están los que adrede pervierten los sentidos, inventan definiciones, esgrimen la falacia como si fuera santa verdad para alcanzar alguna ganancia personal.
Como sea, solemos estar en la oscuridad en algunos aspectos, y tristemente no tenemos la capacidad o la dignidad como para reconocerlo y hacer algo para rectificarlo.

¿Qué podemos hacer para corregir esto?
Ante todo, admitir nuestro estado de ignorancia en tal o cual aspecto.
Si nos aferramos al error, poco o nada haremos por la vida.
Luego, tener la dignidad como para asumir que debemos ponernos en campaña para aprender e incluso des-aprender.
Más tarde tener la voluntad y constancia como para estudiar, de fuentes de confianza, de probada virtud y conocimiento.
Estudiar, no meramente recibir de forma acrítica, o peor aún, ser receptor de forma servil y poco consciente de nuestro deber de descubrir la verdad, según nuestra capacidad.
Por supuesto que cotejar la información, analizarla, evaluarla, comprobarla y no dar nada por verídico sin antes filtrarlo finamente.
No suponer nada, ni siquiera de nosotros mismos, sino preguntar hasta que sea sanamente apropiado.
Recuerda, no tomar ninguna información como verdad, ni siquiera de la fuente que creemos más confiable, sin antes tamizarla y valorarla a la luz de fuentes fidedignas.
Es una tarea constante, que requiere compromiso, pero estamos en condiciones de hacerlo –cada uno de acuerdo a su capacidad y posibilidades- y que no podemos dar por sentada o finalizada simplemente porque nos parece o así nos afirma alguna persona –titulada o no, que creamos superior en conocimiento-.
Por supuesto que podemos auto-evaluarnos, tratando de expresar lo que creemos conocer, explicarlo y comprobar hasta donde realmente somos aptos para hacerlo, en demostración de nuestro saber y cuanto hemos modificado preconceptos anteriores.
Por otra parte, el saber espiritual suele requerir de una puesta en práctica de lo interiorizado, por lo que sirve también como patrón de medida, no meramente del frío conocimiento intelectual, sino de la formación y armonía de nuestro ser.
Por supuesto que para el noájida el ESTUDIO de Torá es un terreno cerrado y cercado, que solamente ha de hacerse bajo la directa dirección e instrucción de un experto judío, que tenga cabal conocimiento no sólo de cuestiones judaicas sino de lo que corresponde y es atinente a los noájidas.
De paso, ni siquiera es necesario que el noájida estudie un ápice de Torá, ni siquiera bajo la sabia conducción del maestro judío adecuado, puesto que la herencia de los noájidas se auto-basta, es auto-suficiente; aunque, tristemente, se vea opacada por la ignorancia y desidia de los propios noájidas de todas las épocas.

En este caso, como en tantos otros, la persona debe abstenerse en grado sumo de “idolatrar” a sus maestros o guías, especialmente es consejo para los noájidas que provienen de familias arraigadas en ambientes idolátricos, en los cuales se endiosa a personas, se santifica a hombres, se somete la propia voluntad ante la voluntad del “pastor”.
Debe ser quebrado el yugo servil, ese que indica “mi maestro dice” y por eso ya es verdad.
El buscador, el constructor se esfuerza por erradicar esa sumisión, esa falsa modestia, esa supuesta humildad, que no es otra cosa que una manifestación de un carácter débil, incapaz de poner en marcha la maquinaria espiritual preciosa noájica que Dios le ha provisto para esta vida y la eternidad.

Nuestro texto se centró en el conocimiento de aspectos espirituales, pero bien vale el consejo para cada área de la vida.

Las pequeñas elecciones

De pequeñas elecciones se hace nuestra vida.
Son esos ínfimos momentos, tan breves que hasta parecen insignificantes, que forman nuestra existencia.
Los grandes eventos, las festividades, las bodas, los divorcios, las despedidas, pueden tener un enorme impacto, pero no sostienen el esqueleto central de nuestro ser (por regla general).
Parece paradójico, que esa palabrita que impensadamente pronuncias, sea para bien o para mal, devenga en un torrente de alegrías y logros, o en una avalancha de reproches y sufrimientos.
Parece de cuento, que esa oportunidad de hacer (o no hacer) ese simple gesto, fuera la que precipitara un acontecimiento insospechado.
Tus decisiones, las más pequeñas, las constantes, las cotidianas, son las que marcan como eres y como serás.

Si llenas tu pantalla (conciencia) de pensamientos amargos, imágenes tortuosas, deseos reprobables, ácidas aficiones, no te quejes si luego te sientes invadido por ideas siniestras, sentimientos angustiosos, pesadas cadenas.
Si te dedicas al chisme, la envidia, el menosprecio, la desvergüenza, después no reproches si tu alma está solitaria, desamparada, falta de energías vitales para encarar el desafío diario.
Si te enojas, te ofuscas, reprendes incendiariamente, eres quejicoso, no aprendes a saciarte con tu buena porción, ¿cómo pretendes estar en armonía contigo mismo, con el prójimo, con la existencia?

Son pequeñas decisiones, esas que sin darte cuenta vas tomando, aunque hasta creas que no decides nada.

Te invito a que comiences el día eligiendo la vida, la salud, el bienestar, la bendición, la bonhomía.
Toma en cuenta el primer rezo que la tradición ancestral judía ofrece para comenzar a nutrir el alma desde que despierta: “Te reconozco y agradezco, rey que vive y existe, el que me hayas devuelto a la vida consciente, con suma amabilidad, pues tú posees enorme confianza (en mí)”.
Ni bien despiertes haz carne estas palabras, saboréalas, siéntelas, víbralas, hazlas realidad.
Siente el gozo, la plenitud, la satisfacción, el real orgullo de saberte amado y respetado por el Creador, quien confía en ti y por eso te ha entregado el precioso tesoro de vivir un día más.
Tienes otra oportunidad para aprovechar y conquistar nuevos territorios para el imperio del Bien.
Tienes la chance de reforzar tus conductas nobles.
Tienes la ocasión de revertir los actos negativos y reconstruir las sendas que te llevan al Shalom.
En ti está el poder para hacerlo.
Depende de ti.
De lo que escojas para ti.

Llénate de pensamientos de justicia y bien, enfila tus pasos hacia lo que es bueno, entonces notarás que tus ideas son luminosas, tus sentimientos agradables, las molestias como si no existieran, los problemas como trampolines para alcanzar nuevas y mejores alturas.
Depende de lo que escojas, de cómo vayas ubicándote en el entorno, de lo que asocies para ti.
Cuanto más te vincules con lo que es vida, más vital serás.

No hay magia, ni secretos, sino simplemente voluntad y confianza.
Recuerda que no hay momento despreciable, decisión inútil, cada cuestión es de peso y puede ser la que depare tu futuro.


Nota sobre la imagen que acompaña el texto.
Ambas elipses de la izquierda son rojas, en tanto que ambas de la derecha son cyan.
De acuerdo al entorno parecieran ser de colores diferentes, cuando en esencia no lo son.
De acuerdo a lo que vamos poniendo alrededor de nuestra conciencia, se van creando ilusiones ópticas, pensamientos erróneos, sentimientos penosos, que nos apartan de la senda del bien.
Cuando escogemos vivir con honestidad, pureza, simpleza, agradecimiento, vamos depurando nuestro entorno, posibilitando que destaque con nitidez nuestra verdadera esencia celestial, nuestro espíritu luminoso que requiere una conexión saludable con nuestro cuerpo para manifestar plenitud, gozo y bendición.
De ti depende, en buena medida.
Tenlo presente.