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Tiempo de cambio

Rosh HaShaná, la cabeza o principio del año.
Shaná, que se asocia con leshanot, que es cambiar.
Porque se cambia de mes y de año, pero también porque se supone que uno hace compromisos para mejorar con cada comienzo de ciclo.
Es como una inspirada motivación, llegar a las vísperas de este momento para emprender un viaje cabalístico hacia nuestro interior y vernos a la LUZ para así en verdad crecer.

Damos una mirada hacia atrás, advertimos allí en donde tropezamos, reconocemos lo que podemos mejorar, deseamos modificar algo para estar mejor, nos proponemos empezar con un renovado espíritu y energías el nuevo año.
Es como una abanico de posibilidades, como múltiples caminos abiertos ante nuestros pies a la espera de que demos el pasito que da inicio a la extensa ruta.
Estamos aquí, listos para elegir y para avanzar.
Depende de cada uno, no de la magia o de astros que se encolumnen para forzarnos.
Está en ti escoger cual paso dar, hacia donde, para alcanzar alguna de tus aspiraciones.
Por ello, este es un tiempo especial, de propuestas, de buenas intenciones, de una energía especial, la que fortalece el camino o lo modifica.

No es cuestión de desear y esperar al milagro mágico.
No es pensar positivo y sentarse a que el universo haga su parte.
No es el momento para la buena onda sin contenido.
Ni para las resoluciones grandiosas y bienintencionadas carentes de trabajo.

Es el tiempo para dejar justificaciones y excusas, no inventar más cómodos pretextos para esclavizarnos a la zonita de confort.
Mejor reconocer, conocer, admitir, tomar conciencia, resolver, decidir, actuar con firmeza, desplegar la voluntad, llevarnos hasta donde podamos alcanzar.

Habrá dudas, inseguridad, indecisión, vulnerabilidad, miedo,conflicto, ansiedad y quien sabe cuántas cosas más que son trucos del EGO para mantenernos en impotencia, o en falso sentimiento de poder, para de esa forma no cambiar o fortalecer lo bueno. Peor es seguir así.

Es el tiempo para estar incómodos, para romper la rutina, para destruir el hábito, para partir del exilio rumbo a la libertad.
Porque, precisamente el estar cómodos y adormecidos es una manera para morir en vida.
Mejor sentir la confusión de la pregunta punzante, que obliga a romper esquemas, que demanda prestar atención y así salir de la celdita mental.
Es el malestar del despertar luego de una larga noche de parálisis y agotamiento.
Es la molestia de la luz dando de lleno sobre nuestros ojos tras haber pasado en la oscuridad negadora.
Es cuando se ha de despertar, para comenzar, para vivir en vida, para dejar de pasar el tiempo en una muerte que respira.

Hay algo que está esperando a que tomes parte, a que seas activo.
Puede ser algo sencillo, como simplemente dar el buenos días a quien está a tu lado, o agradecer por alguna cosa, o ayudar a alguien necesitado, o leer este texto para compartirlo con aquellos a quienes moverá hacia la bendición.
Puede ser un poco más trabajoso, como colaborar con nuestra tarea, sea con dinero, con difusión, con trabajo, con el compromiso activo de ayudar a otros a despertar y ser parte de esta obra.
Puede ser rezando, trabajando, haciendo, compartiendo, comunicando auténticamente, poniendo límites.
Son tantas las maneras que tienes para dar ese primer paso de bienestar y bendición, que depende de ti y solo de ti.
Importa que des el pasito, aunque sea breve, aunque sea despacito, pero no dejes de darlo. Es el que impulsará una carrera de la cual tú serás el triunfador.

Y es tiempo de TESHUVÁ.
Darnos el tiempo para conocernos y mejorar.
Establecer puentes con el prójimo.
Crecer y ayudar a otros a hacerlo.
Para disfrutar sanamente de lo permitido, para construir SHALOM por medio de acciones de bondad y justicia.
Es tiempo de cambio, de leshanot para bien.
Porque comienza un nuevo año, y no es para desperdiciar esta oportunidad divinamente inspirada.

Pero, pasado este tiempo, todo día, todo lugar, son apropiados para iniciar el viaje hacia el bien.
Abre las puertas para que alumbre la LUZ de la NESHAMÁ.
De Arriba hacen llover para ti infinidad de bendiciones, disfrútalas.

Yo tambien soy responsable.

Yo no soy predicador.

Ni tampoco es mi hobby rebuscar sentencias morales en citas bíblicas para afirmar puntos de vista en otros.

Mucho menos lector de la biblia o de libros sacros.

He traspasado los límites sociales de respeto ante esas acciones, al punto de convertirme en irreverente al juicio de muchos, en círculo social que me ha tocado vivir.

He de confesar, sin pena alguna, que me deleitaba escuchando un programa dominguero en una emisora secular de radio ( ya extinto para mi infortunio), donde los temas eran prácticamente confrontaciones entre católicos y protestantes, incluso entre los mismos protestantes. Los argumentos eran rabietas, amenazas, cóleras, malos deseos… entre unos y otros.

Todo este circo me entretenía para mi insana y ególatra diversión; bajo la protesta de mi novia, una Noájida consciente de su identidad y mejor observante que yo, en definitiva.

Quisiera dejar aclarado ese punto de previo, antes de citar una porción de la Ley Universal que se encuentra en el artículo “Un Texto Fundamental” (1) , debido a un comentario que acabo de leer en el Facebook.

Un usuario de esa red social, al compartir en uno de mis contactos, un video que muestra al cuerpo del niño sirio Alan Kurdi yacido en la playa turca, escribió:

“¡Dios, envía al Mesías de Israel verdadero para que cambie este mundo de una vez por todas!”

A mi juicio, dichas palabras son una declaración irresponsable; un endoso de culpa a dios por la muerte de esa criaturita, por no enviar al mesías a que cambie el mundo.

YO soy el responsable por la muerte de ese niño. TU eres el responsable por la muerte de esa criatura. YO represento la humanidad y sus vicios, así como TU la representas también. HEMOS todos fallado en nuestra misión de hacer de este mundo un paraíso, un edén, un lugar de reposo para la Divina Presencia (2) .

Vivimos nuestra identidad no-judía como algo egolátricamente personalísimo, sin reflexionar que el mínimo desentendimiento a nuestra Torá produce caos social, muertes, desconexión con lo sagrado, con los hombres y la naturaleza; es decir, el infierno en lugar del cielo.

Esa actitud de desentendimiento hacia la Ley Universal sumando a una vivencia egoísta y personalísima de la identidad no-judía, ha sido nuestra actitud desde que, por gracia divina, nos liberamos incluso del propio dios (3) .

Sin embargo, tanta libertad ganada no es visado para el desentendimiento de los deberes para con el resto de la humanidad en atención narcisista del propio crecimiento, sino que conllevó a otra conquista (no muy apreciada por cierto) que es el propio grado de responsabilidad que TENEMOS TODOS individualmente para con Todo y Todos, incluyendo al mundo, sea el sentido que se le quiera dar.

Al reafirmar la Ley Universal, se nos dijo a TODA la humanidad:

“…Yo pediré cuentas a cada uno por la vida del hombre…” (4)

Somos responsables (o culpables) de egoísmo, de no hacer de este mundo un lugar de trascendencia; de crecimiento y mejoramiento, de paz y armonía, de crecimiento y conexión de todo y todos; de no haberle construido al pequeño Alan Kurdi un paraíso terrenal del que tenía derecho a experimentar. TU y YO somos responsables de ello, y no dios ni el mesías.

Siglos después de la sentencia divina (5) que nos reafirmo la responsabilidad que lleva la libertad, el Dr. Viktor Frankl puntualizó:

“Toda Libertad tiene un “de qué” y un “para que”. Si preguntamos “de qué” es libre el hombre, la respuesta es: de ser impulsado, es decir que su yo tiene libertad frente a su ello; en cuanto a “para qué” el hombre es libre, constataremos: para ser responsable. La libertad de la voluntad humana consiste, pues, en una libertad de ser impulsado para ser responsable, para tener conciencia.” (6)

¡! …Perdónanos pequeño Alan Kurdi, donde quiera que te encuentres, por haberte fallado en no haberte construido un paraíso en este mundo.. ¡!

 

Ha vísperas del nuevo año universal 5776, en el que recordamos al primer ser humano-persona consciente, libre y responsable, que sea nuestro compromiso con nuestra propia identidad y con toda la humanidad.

Gracias por su lectura y comentarios.

(Que lo anterior sea en mérito del pequeñito Alan Kurdi. Que descanse en paz, y que el cielo nos perdone por su sangre.)

 

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1. http://fulvida.com/2008/03/27/un-texto-fundamental/

2. http://serjudio.com/exclusivo/cterapia/receta-para-la-alegra-mesinica

3. “Si cada paso hacia la separación y la individuación fuera acompañado por un correspondiente crecimiento del yo, el desarrollo del niño sería armonioso. Pero esto no ocurre…La falta de sincronización entre estos dos desarrollos origina un sentimiento insoportable de aislamiento e impotencia, y esto a su vez conduce a ciertos mecanismos psíquicos que… describiéremos como mecanismos de evasión. Una imagen particularmente significativa de la relación fundamental entre el hombre y la libertad la ofrece el mito bíblico de la expulsión del hombre del paraíso. ..Obrar contra las órdenes de dios significa liberarse de la coerción, emerger de le existencia inconsciente de la vida prehumana para elevarse hacia el nivel humano. Obrar contra el mandamiento de la autoridad…es en su aspecto positivo humano, el primer acto de libertad, es decir, el primer acto humano…Éste se ha separado de la naturaleza, ha dado el primer paso hacia su humanización al transformarse en individuo. Ha realizado el primer acto de libertad..” (Erick Fromm. Miedo a la Libertad, pag 55-56)

4. http://fulvida.com/2008/03/27/un-texto-fundamental/

5. http://fulvida.com/2014/08/09/regresando-a-las-tiendas-de-shem/

6. Viktor Frankl. La Presencia Ignorada de Dios. Pag 55

La Acción Positiva

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Hace pocos días, llegó a mi oficina un amigo con un cliente suyo, y con quien iba a realizar cierto trámite. Una vez hecho sus asuntos, empecé a conversar con mi amigo y el buen señor, quien por su apariencia de ancianidad me inspiraba cierto aire de confianza para preguntarle sobre su visión de la vida y del mundo.

Serenamente me confesó su edad, su recién superado infarto, su falta de temor hacia la muerte; pero lo que más me llamó la atención, fue sobre su experiencia de joven en que empobreció materialmente debido a la repentina devaluación de la moneda nacional que tuvo mi país allá por los años 80s, cuando el presidente de la época contrarió los criterios del Fondo Monetario Internacional, endeudando al país a niveles insostenibles con el fin de mantener el valor de la moneda nacional.

Para esas décadas gran parte de la población empobreció de la noche a la mañana a niveles lamentables, lo que obligó al Estado tomar medidas recesivas, de las cuales tengo escasos recuerdos.

Este señor, quien fue testigo directo de dicho acontecimiento, me contaba como dentro de su “currículo vitae” estaba ver perder sus tierras, sus autos, su capital, su dinero en un abrir y cerrar de ojos, debido a que las deudas en dólares que mantenía él (y muchos productores) se cuadriplicó de la noche a la mañana.

Su narración me pareció casi una “señal divina” debido a una experiencia personal recientemente vivida en la que, al igual que este señor, vi perder parte de lo que me costó hacer por algunos años.

Su historia me cautivaba cada vez más, hasta que llego el momento de mi gran pregunta: “Dígame señor, ¿Cómo hizo para recuperarse de tal crisis y perdida?”

Su respuesta me corroboró cierta sospecha que he tenido, de que el ser humano va perdiendo la memoria de él mismo. Es decir, no se olvida tanto de las experiencias externas (la crisis nacional y la pérdida de bienes, en este caso), pero si se olvida en gran medida de sus sentimientos, pensamientos y razonamientos que tuvo cuando experimentaba la desdicha o las crisis.

La respuesta a mi pregunta fue esta: “…Trabajo y mucha fe en dios…”

Sinceramente no me esperaba una respuesta tan light y superficial.

Claro que entiendo que se tiene que doblar, y hasta triplicar, las horas y los tipos de trabajo. Se lo que es tener que trabajar hasta altas horas de la noche, atender a personas indeseables con sonrisas, aguantar bromas y comentarios de clientes como si no me afectaran, reducir los precios por los servicios, trasladarse a largos destinos para ejecutar los servicios, soportar amenazas de prescindir de mis servicios por parte de algunos clientes si no cumplo a sus demandas, sonreír a personas que en otras circunstancias ni la mano daría, levantarse con miedo y acostarse con el mismo terror porque la jornada laboral estuvo convulsa llena de presiones y bajos honorarios, tener que hacerme de la “vista gorda” con el cumplimiento de requisitos para algunos trámites porque al cliente le urge ciertos resultados, ponerse en situaciones de riesgo con el fin de que los resultados sean favorables para el contratante, y así varios etcéteras todo con el fin de generar recursos suficientes que cubran no solo las perdidas sino que el pago de cuentas ordinarias y extraordinarias que surgieron de la crisis.

Claro que entiendo el tener que trabajar para superar la crisis acontecida, no tanto por actos que voluntariamente creó la persona, sino por acciones de terceros en los cuales se confiaba.

Pero, ¿mucha fe en dios? ¿Cómo se puede entender eso?

En honor a la verdad, dudo mucho que esa sea una verdad. En el momento de crisis lo que existe es negativismo, pesimismo, depresión, insomnio, sensación de derrota, de vacío, de soledad, de miedos seguidos por taquicardias, de ira, de sed de venganza, de razonamientos confusos, de pensamiento de muerte o sin salidas, de reclamos, de envidias por ver en otros mejor situación, de culpa, remordimiento, reproches a la vida a la sociedad a dios y a quien sea..

Y aunque se tome la decisión de ser positivo, honradamente dicha decisión dura poco. Al cabo de unas horas, y por cualquier eventualidad, vuelve la idea negativa.

No amigo… Sinceramente de una crisis o perdida no se sale con el consejo del remedio casero y mentiroso de “Trabajo y mucha fe en dios”.

Yo he asumido una actitud positiva.

Ojo: escribí actitud, y nopensamiento positivo”.

Porque a pesar de tener preconceptos erróneos de que “todo es para bien” que se construyeron con ideas propias y ajenas, y que hacen tener fe infantil en “futuros mejores”, al final el resultado se da por las acciones.

El pensamiento positivo no es constante y se requiere autoengaño para sostenerlo; la actitud positiva requiere acciones de responsabilidad en enfrentar las situaciones, aunque no se tengan pensamientos positivos.

En resumidas cuentas y en pocas palabras, no se debe tirar la toalla ante las crisis o pérdidas económicas, no porque se tenga mucha fe en dios o pensamiento inspiradores, sino simplemente porque no se debe de tirar la toalla.

La acción positiva no desconoce el miedo, sino que a pesar de temer se sigue actuando, trabajando, creando y haciendo, porque es lo que da resultado y porque tales acciones son de las personas responsables y valientes. Porque el que se aferra solamente a un pensamiento positivo se aferra a fe la hueca, e ignora que lo que hace es tapar sus terrores con ideas irracionales, ridículas e inservibles; y ese no es un valiente, es un irresponsable.

El que indolentemente tiene fe en dios, y con base en dicha fe actúa para salir de la crisis, la pérdida o el problema, pero lamentablemente está destinado a hundirse más en él, ya que la angustia de no ver su anhelado resultado al estilo de la “fast food” terminará por hacerlo desistir, más temprano que tarde.

Pero el que asume con acciones concretas su problema, el terror o el miedo deja de ser un problema más de los que hay que resolver.
Gracias por su lectura y comentarios.

(Lo escribo en merito de José A. Rojas Bejarano. Que descanse en paz y consuelo a su estimada familia en estos duros momentos)

Aligera tu mochila

Si has pecado (desviado del camino correcto) y no has vuelto a la senda, estás cargando una pesada mochila.
Si has dañado y no hiciste lo necesario para reparar la grieta, estás sobrecargado por el peso de tu mochila.
Si guardas rencor y/o procuras venganza, te estás aplastando desde el interior a causa del sobrepeso.

¿Cuánto más puedes resistir?
Aunque te engañes, des excuses, busques pretextos, aunque te anestesies para no sentir, aunque estés convencido que tienes la razón, en verdad muy dentro de ti la vocecita te dice que cambies.

Puedes avanzar por el camino de la TESHUVÁ, del arrepentimiento, del perdón, del perdonar, del pedir perdón, del perdonarte, para reiniciar tu vida más ligero, más feliz, más completo.
Suelta lo que amarga, libérate de la carga, deja ir lo que no tiene que ser retenido, fluye con poder para disfrutar de la bendición que llueve sobre ti cada día.

Aprender a preguntar

Preguntas que no lo son.
Algunas son solo afirmaciones disfrazadas que buscan expresarse, declararse, afirmarse, confirmarse, rebelarse, revelarse.
Otras quieren el eco de sus propias respuestas, aquellas que flotan en el seso, que no pretenden ni admiten un golpazo con «la verdad».
Están aquellas que solo están para provocar, importunar, burlarse, indisponer.
Hay algunas que insisten en obstaculizar todo avance de la luz, porque su finalidad es fortalecer el reinado de las tinieblas del alma.

Son frases entre signos de interrogación, que a simple viste llamamos preguntas, pero no lo son.

Es un arte y una ciencia el preguntar realmente, para acercarse al conocimiento.
Y dime, si quieres, ¿tú te estás entrenado?

Motivos de TESHUVÁ

Pecar es desviarse del camino correcto, aquel que ha trazado el Eterno para cada uno de acuerdo a su identidad espiritual (sea noájida para el gentil, judía para el judío).
Se puede pecar por:

  • un error involuntario;
  • ignorancia del mandamiento que se está infligiendo;
  • comodidad u obtener algún beneficio (por lo general material) y
  • rebeldía, maldad, deseo de oponerse a Dios y/o de causar un daño a alguien.

Te los he presentado en su orden de menor a mayor gravedad. Si te interesa aprender más, por favor busca en nuestra extensa biblioteca que seguramente encontrarás mucho material que te ayudará a estudiar más y mejor.

Retornar al camino se denomina TESHUVÁ, a la que comúnmente conocemos como “proceso de arrepentimiento”. También sobre ella he escrito en abundancia, lo tienes todo para ti, disponible, gratuito, accesible, solamente debes querer buscarlo y encontrarlo en este hogar. Adelante.

Ahora te voy a añadir una enseñanza más, que espero te pueda servir para mejorar tu existencia y hacerte disfrutar más la bendición que a diario llueve gratuitamente para ti.

Así como hay causas que provocan el desvío, también hay causas que provocarían la TESHUVÁ, y dependiendo de éstas se alcanza un diferente grado de plenitud.

  • Quien retorna porque se dio cuenta o le avisaron que había cometido un error de manera involuntaria. Como su ánimo no es alejarse de Dios, ni de Su camino, como conoce las reglas y trata de cumplirlas, como se esfuerza por mantenerse leal, entonces, quiere regresar a la senda sin complicarse, sin excusarse, sin aumentar con problemas el error cometido.
    A primera vista no implica un gran esfuerzo, ni un sacrificio el enmendar su pecado, puesto que fue más allá de cualquier intención de cometerlo.
    Es una TESHUVÁ simple y al mismo tiempo contiene una grandeza difícil de reconocer con la mirada superficial. Tal como ocurre con la pregunta del hijo “simple” de la HAGADÁ, el cual resulta ser el más espiritual de todos los presentes.
  • Aquel que es informado de su error, del cual hasta ese entonces era ignorante, por lo cual ahora reconoce su falta de conocimiento y trata de corregirla mediante el aprendizaje. Su lejanía del Eterno se debe a que no le enseñaron, a que no tuvo la chance de ser educado con respecto a los mandamientos. ¿Cómo no salirse del camino si ni siquiera se sabe que hay camino?
    Por esto mismo, su TESHUVÁ es honrosa, ya que implica conocer todo un nuevo mundo, adentrarse en él, cambiar una manera de entender la vida que hasta aquí era ajena a los mandamientos pero que ahora comienza a adentrarse en ellos.
    Como el hijo que no sabe preguntar de la HAGADÁ de Pésaj, al cual hay que enseñarle desde cero, todo, hasta el arte y ciencia de preguntar para no dejarse llevar por la ceguera, la buena voluntad, la fe o la copia zonza de los demás.
    Tal vez encuentra la proximidad con el Eterno disfrutable y deje de vivir en oscuridad.
  • Por lo pronto, su interés en la TESHUVÁ suele ser precisamente eso: interés. Ya que peca por comodidad, habitualmente por miedo al castigo o para evitar algún daño es que aviene a cambiar de conducta. No porque sea algo que lo convence ideológicamente, no quiera hacer las paces con Él, ni encontrar SHALOM interno/externo. Más bien el razonamiento es: habrá castigo, pero puedo cancelarlo con este ritual “mágico” de la TESHUVÁ.
    Sí, es muy inteligente, sabe lo qué decir, tiene clase para acomodarse a las circunstancias, inteligencia no le falta.
    Tal vez por ello en alguna ocasión deje de estar mirándose el ombligo y se dé cuenta del tesoro que pueda gozar al aproximarse con inocencia y verdad al Padre Celestial.
    O, quizás mejor no prejuzgar y admitir la posibilidad de que ha despertado su conciencia ética/espiritual y ya no se mueve detrás de la ventaja egoísta sino que su proceso de TESHUVÁ es completo, real. ¿Por qué no?
  • Por último, el que es un hueso duro de roer, el rebelde, aquel que adrede se opone a Dios y muchas veces también al prójimo.
    ¿Qué lo puede llevar a la TESHUVÁ?
    Es común que declare su ateísmo, aunque 100% seguro de que el dios que rechaza no es Dios, y que su no creencia es otro tipo de creencia religiosa más. Como sea, tiene tantas cortinas tapando su LUZ que difícilmente quiera o pueda alumbrarse con ella. Entonces, no será un asunto ético/espiritual el que le infunda la veneración por la TESHUVÁ.
    Al no considerar siquiera la posibilidad de consecuencias espirituales por sus actos, por ahí actúa de manera moral hacia el prójimo, pero no será la ética la que le mueva hacia el camino correcto.
    Tampoco teme a castigos divinos, ni se aterra –o confiesa hacerlo- ante la posibilidad de juicios severos en el más allá.
    Ni verá ventaja alguna en dejar su senda descolorida y llena de manchas, porque es la que considera la válida y verdadera.
    Entonces, es como si no tuviera libre albedrio, como si su corazón estuviera tan endurecido que no hay una salida a su alcance. Como le pasó al Faraón en la historia de la liberación de los judíos de Egipto, el cual tenía el corazón duro, incapaz de escoger el bien por demérito propio y no por algún perverso truco de Dios.
    Tal vez una grave enfermedad despierte un poco su conciencia, o una desgracia a un familiar. ¿Pudiera ser?
    O verse en situaciones límites, cuando ya la impotencia es tan pero tan severa que el EGO trata de manipular a Dios, aunque abiertamente no se crea en Él.
    ¿Qué podría estremecer a esta persona para hacerla reencontrar con su propia esencia y darle el abrazo con el Eterno?
    Porque, de alcanzar el camino de la TESHUVÁ seguramente que será de una altura enorme, inalcanzable por cualquier que nunca haya estado tan hondo en el abismo de la oscuridad.

Estamos en ELUL, el mes dedicado a intensificar la TESHUVÁ, la TEFILÁ y la TZEDAKÁ.
¡A construir SHALOM!

Alumbrar entre las tinieblas

Ser pioneros y creadores de una nacionalidad no es una tarea sencilla. Imagínate todo lo que implicó para los judíos al llegar a la Tierra Prometida organizar y mantener un país completo, con todos los contratiempos y dificultades que se presentan a diario: distribución del agua, evitar el hambre, alojar a los ciudadanos, proveer de servicios básicos, conexión entre poblados, conflictos locales, guerras con enemigos, sequías e inundaciones, establecer rutas de comercio, organizar la vida social, insubordinación, delincuencia, pobreza, enfermedad, fortalecer y transmitir la propia cultura, entre otras.
A los peligros obvios, súmale las atractivas ofertas procedentes de los pobladores antiguos y los del entorno, las cuales atraerían a los rudimentarios hebreos hacia estilos de vida que Dios no admite y que contradicen el fundamento de la identidad judía. Por ejemplo, estaría en urgente riesgo lo concerniente al respeto a la vida, rechazo a la idolatría, abstención de vicios, valor de la familia, entre otros.
La luz de Israel era poquita y estaba en riesgo de ser tragada por las tinieblas. Porque, por si fuera poco todo lo anterior, habían estado sometidos como esclavos por varias décadas, con lo que eso implica en la escasa autoestima, incapacidad para elegir, sometimiento al agresor, etc.

Los cuarenta años de estadía en el desierto fueron de aprendizaje, pero aún tenían mucho para instruirse y mejorar, pero más para poner en práctica. No solamente tener conocimiento teórico, sino ser sionistas realizadores. Debían ejercitarse para cuidar de su seguridad, proveerse del sustento, educar a sus descendientes, preservar su cultura, ayudar al menos favorecido, fortalecer la construcción del potencial de cada uno, valorizar sus propias tradiciones y a mantenerse leales a su identidad y a Dios.

Como las sombras amenazaban apagar la llamita recién encendida, la parashá KI TETZÉ nos trae numerosos mandamientos que organizan la vida comunitaria y personal, los cuales sirven como un manual básico para la vida independiente y solidaria. Entonces y también ahora.

Treinta y tres siglos más tarde el gran Rav Kook enseñó:

צריך שכל איש ידע ויבין, שבתוך תוכו דולק נר, ואין נרו שלו כנר חברו, ואין איש שאין לו נר. וצריך שכל איש ידע ויבין, שעליו לעמול ולגלות את אור הנר ברבים, ולהדליקו לאבוקה גדולה ולהאיר את העולם כולו.

Que se puede traducir como: “Es necesario que toda persona sepa y comprenda, que en su más profundo interior hay encendida una llama, y que ésta no es como la de su compañero, y no hay persona que carezca de llama.
Y es necesario que toda persona sepa y comprenda que debe esforzarse en manifestar la luz de su llama abiertamente, para que se encienda como una gran antorcha que alumbre al mundo completamente.”

Cada uno, en su interior más oculto, es una NESHAMÁ (espíritu) la cual alumbra y quiere expresarse en el mundo material, en las acciones cotidianas y habituales. Podemos usar el manual que es la Torá para lograrlo y así en comunidad lograr un mejor mundo.

(Publicado en SERJUDIO.com, republicado aquí por su gran enseñanza acorde a la espiritualidad noájica).

Abre la puerta a tu amado

«Yo dormía, pero mi corazón estaba despierto, y oí a mi amado que tocaba a la puerta y llamaba: ‘Ábreme, hermana mía, amada mía, paloma mía, perfecta mía; porque mi cabeza está llena de rocío y mis cabellos están mojados con las gotas de la noche.’
Ya me había desvestido; ¿cómo me iba a volver a vestir? Había lavado mis pies; ¿cómo iba a volverlos a ensuciar?
Mi amado metió su mano por el agujero de la puerta, y mi corazón se conmovió a causa de él.
Entonces me levanté para abrir a mi amado, y mis manos gotearon perfume de mirra. Mis dedos gotearon mirra sobre la manecilla del cerrojo.
Abrí a mi amado, pero mi amado se había ido; había desaparecido. Se me salía el alma, cuando él hablaba. Lo busqué, pero no lo hallé; lo llamé, pero no me respondió.»
(Shir HaSHirim / Cantar de los Cantares 5:2-6)

Shir haShirim, el Cantar de los Cantares, es un poema amoroso antiguo nacido de la inspiración e ingenio de la pluma del joven rey Shlomó.
Puede ser visto desde un punto de vista superficial, en su literalidad.
Y puede ser comprendido en su mensaje más profundo, el cual le dota de un sentido transcendente, inmortal, como un manual para la vida correcta.

Este breve pasaje que seleccionamos relata el momento en el cual el amado toca a la puerta de la amada, la cual ya está acostada, durmiendo, alejada de la conciencia activa.
Sin embargo, su NESHAMÁ no descansa, pues está encendida constantemente, brillando, conectando con Dios y el universo.
Es la NESHAMÁ la que atiende primero a la presencia del amado, el cual anhela el reencuentro con su amada, la unificación amorosa e íntegra.
Pero, la amada no sale de su penumbra, inventa excusas torpes para no desprenderse de la modorra y la pereza.
De alguna manera sabe que la unidad con el amado implica un cambio fundamental, que es deseado y anhelado; pero, al mismo tiempo, algo en ella la obliga a rechazarlo, a dilatarlo, a postergarlo.
Y aún así, el amado no se deja apesadumbrar, insiste en atraer a su abrazo tierno a la amada, la cual logra despabilarse y conmoverse.
Es la LUZ que penetra en la mente, la alumbra, descorre un poco los velos impuestos por el EGO. Se obtienen imágenes difusas, poco claras, pero con total poder y no sometidas a la impotencia. Es la LUZ de la NESHAMÁ, la que brinda confianza, seguridad, amor, conexión, paz. Y sin embargo, el EGO no deja tan fácil a su presa. Refuerza los barrotes invisibles de la celdita mental para no permitir la libertad de su esclava.

Ahí está tocando la LUZ, cada día, me atrevo a decir a cada rato. Nos brinda pequeñas oportunidades para despertar un poco más, crecer, disfrutar, sanarnos, estar en armonía, gozar de la bendición constante.
Pero, si nos aferramos a las sombras, si no damos el pasito para salir de la celdita mental, si llegamos tarde o de manera incorrecta, la oportunidad pasó, vaya uno a saber hasta cuando.
El amado parece que ha desaparecido, que estamos abandonados, sin esperanza, sin redención.
Nos queda solamente hundirnos en la desesperación, seguir en la impotencia, mantener al EGO como nuestro amo en lugar de regocijarnos en el abrazo con el REY.

Toca a tu puerta la oportunidad de iluminarte con la LUZ de la NESHAMÁ, pero si te quedas adorando vanidades, endiosando pordioseros, venerando hombres, inventando justificaciones, resguardándote en tu celdita mental y clamas con amargura que el amado no responde, que desapareció, que tal vez no existe.
Te escudas en tu zonita de confort, que está llena de dolor y debilidad, pero que en cierta forma de hace sentir protegido de la miseria de tu vida.

Y no te das cuenta que el amado está siempre ahí, esperando con paciencia, listo para recibirte, amándote aun a pesar de tus infidelidades.
La LUZ permanece encendida, nada que hagas o dejes de hacer la altera; y sin embargo miras hacia las oscuridades de tus ídolos y crees en fantasías y te adoctrinas en rituales vacíos.

Aprovecha la oportunidad cuando despiertes, no vuelvas a la pereza, no sigas en el error.
Abre a tu amado y abrázate a él para estar en unidad, en bendición.

Algo personal

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Hablen o ladren*, los preceptos universales son lo mejor para el ser humano (No-judío). Quien quiera razonar o evadir hasta ignorar, está en su libertad de hacerlo, de la misma forma que lo hace el que que desea llevarlos a la praxis.

 

Basta de ocultarme o de palabrería zalamera. Si tengo miedo de quién soy, trabajaré duro por superar ese miedo. Si me dan la espalda por saberme noájida (benei noaj, gentíl, no-judio), por aceptar que existe realmente una identidad tal…

¿Más dulce sería la hipocresía barata de sonreír por complacencia? De soportar al «amigo» con deseos ocultos?

¿Seré mejor por evadir las humillaciones bajo un supuesto cariño(ilusorio)?

No, no puedo quejarme por mi preciada herencia. No quiero. Mucho menos renegar de ella u ocultarla.

Lo cierto es que algunos se alejarán. Ya la vida -para los menos creyentes- o Dios y el tiempo bajo su manto, nos regalen otra oportunidad para crecer en sociedad. Si no, ya ni modo, es un hecho que hay mucho por hacer con nosotros mismos  o a nuestro alrededor como para seguir en búsqueda de sufrimientos en vano.

Puedo trabajar por vivir a plenitud o seguir en ruinas, creyendo estar en Atlantis o peor aún, haciendo creer eso a los demás.

Mis sinceros deseos amigos gentíles y judíos, constructores de este mundo.

*Con esto me estaba refiriendo a un hecho puntual que sucedía cuando escribí el post. Iba dirigido a las personas que poco se interesan en ponerse en el punto de vista de uno, pero fácil se ponen a criticar, antes de preguntar.

 

¿Hasta cuándo el sufrimiento?

Shalom,

Que el Eterno los bendiga, doy gracias por su ayuda, y de siempre querer encausarme a mi real camino el del gentil y por el cual me siento muy orgulloso, trato siempre de cumplir con los mandamientos impuestos por el Eterno para mi.
En mi diario vivir soy testigo de injusticias incluso hasta con mi persona, y se que muy pronto mis ex hermanos cristianos serán mis enemigos.
1- Que hacer en este caso?
2- Tendré que dar mi vida?
Saludos
Y que el Eterno los bendiga y les provea sabiduría.
Miguel Quinteros Vargas, 41 años, Ejecutivo Comercial, Santiago, Chile
(Pregunta enviada a SERJUDIO.com)

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