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Sefirot

Hablemos un poco de Cabalá, que es un método de estudio judío de la Torá judía.
No es algo novedoso, porque habitualmente lo hacemos en nuestros textos, los cuales suelen rebosar de conocimiento de Torá y del enfoque cabalístico, pero no lo anunciamos, ni llenamos el ojo con palabrería extraña o conceptos oscuros. Compartimos este pan de forma implícita, de manera discreta, tratando en lo posible de no quebrantar las reglas que atienen al estudio de Torá.
Que el conocimiento sea aplicable, útil, beneficioso, dentro del marco legal, para que sea bendito y de bendición.
Esa es nuestra forma de actuar, porque consideramos que es la correcta y mejor.
No precisamos de disfrazarnos de lo que no somos, ni vestirnos de manera graciosa para llamar la atención, ni de abusar de palabras incomprensibles para someter a nuestros lectores a la impresión de que somos inalcanzablemente sabios y los lectores mediocres o quizás obtusos y sin comprensión.
Preferimos comunicar auténticamente, en la medida de lo posible.
Ser claros, simples, concisos, precisos, exactos, explicar para que se establezca la comunión, y no dar cátedra de vanidad con nombre de “Kabbalah”.
En el ánimo de compartir el buen pan y de que alimente, es imprescindible hablar el mismo idioma, expresarnos con corrección, usar el lenguaje “normal” sin por ello perder el rigor intelectual.
Podemos proceder así porque no nos inspira el EGO, no buscamos poder, ni gloria, ni dinero ajeno, ni someter a los demás, ni hacernos pasar por lo que no somos. Pero los malabaristas de la fe, los que hacen de “la religión” un negocio, de la “Kabbalah” una tienda de mascotas, se empecinan en ser oscuros, impenetrables, adrede llenos de complejidades, para de esa manera someter a sus seguidores, perturbarlos, dominarlos, esclavizarlos, tal como ellos mismos están bajo la bota del EGO.

Hoy daremos unos breves pantallazos cabalísticos explícitos, breves, no queremos abundar, no nos parece ni necesario ni beneficioso.

En una conceptualización cabalística, una entre varias existentes y válidas, se representa los canales y  manifestaciones de la energía de la deidad en la creación como un conjunto de cualidades que son humanamente comprensibles.
Esta elaboración conceptual recibe el nombre de “Árbol de las Vidas”, y a esas esferas de recepción de la Luz para su irradiación se las llama “Sefirot”.
Es un intento humano por comprender al infinito y absolutamente diferente (Dios), a partir de un esquema de comprensión de la multidimensionalidad humana.
Entendamos bien, en su original y puro sentido NO es un intento por describir a Dios, ni de representarLo, ni de señalar Sus “partes”.
Nada de esto está en la base de esta conceptualización, porque, limitar a Dios a una imagen,representarLo, afirmar que no es uno y único, es idolatría y blasfemia.
Pero, reconocer Sus obras, describir Sus acciones en el mundo, contemplar cómo Él se ha manifestado ante Sus criaturas, es admisible.

Estas emanaciones se encuadran en cinco “mundos”, o grados de la irradiación, según nivel de ocultamiento de la energía:

  • Adam kadmón,
  • Atzilut,
  • Briá,
  • Ietzirá
  • y Asiá.

En nuestras palabras, estos cinco mundos son las cinco dimensiones que forman al ser humano, según nivel de amplitud de conectividad:

  • Espiritual,
  • Mental,
  • Social,
  • Emociona
  • y Físico.

Por supuesto, al confundido anhelante de retorcidos pensamientos, le parecerá poco “sagrado” decir “Social”, y preferirá decir “Briá”, aunque no tenga ni la menor idea de lo que significa o cómo repercute en su vida diaria. Se esconde detrás de los trucos de circo del EGO, para de esa forma no hacer el trabajo espiritual verdadero, que es la construcción de Shalom.
El EGO es astuto, en lo complicado encuentra cómo dejar empantanada a la persona, que se someta, que siga presa de su sentimiento de impotencia, de sus miedos, para que no se libere de las cadenas del EGO.
Es por esto que el EGO habla difícil, renuncia a lo simple, es rebuscado cuando no es necesario.

Retornemos a la conceptualización del Árbol.

Podemos encontrar que las sefirot, esferas de emanación y acción, se organizan en tres columnas, las aprecias en el esquema que acompaña a este texto.
La de la derecha, de arriba-abajo, está formada por: Jojmá, Jesed y Netzaj.
La central, de arriba-abajo, está formada por: Keter, (Daat), Tiferet, Iesod, Maljut.
La de la izquierda, de arriba-abajo, está formada por: Biná, Guevurá y Hod.

La columna derecha es la de la apertura, la expansión, expresividad, fusionar.
La izquierda es la de la oclusión, la limitación, receptividad, desunir.
La central, es la intermedia entre ambas, no exactamente el resultado de ligar dos tendencias contrarias, sino esto y algo más.

Cuando una persona funciona centrada en una de sus sefirot, si se “especializa” en una o un reducido número, podría parecer ser un rasgo positivo, puesto que “la práctica hace al maestro”, pero no es beneficioso.
La flexibilidad es una señal de salud. Claro, flexibilidad dentro de una coherencia fluida.
Por tanto, cada una de las sefirot es esencial que sea activa, en su justa medida, tiempo y espacio.
Somos un sistema multidimensional, y así debemos funcionar. Cuando se bloquea un canal, se perturba el flujo del sistema. Al estar problematizada una dimensión es toda la persona la que sufre, aunque le síntoma sea específico a un área.
Reitero, en su justa medida, tiempo y espacio cada sefirá recibiendo y revelando su potencial.

Alguien que caracterice su vida por actuar según su sefirá de Jesed, por ejemplo, y sea extremadamente buena, dadivosa, generosa, dispuesta a dar todo por los demás, ciertamente no está haciendo las cosas bien.
En su contracara, el excesivamente rígido, avaro, carente de buenas acciones por estar siempre en actitud de justicia estricta, tampoco está haciendo ni bien ni justicieramente sus cosas.
Ambas sefirot deben ser activas, armonizadas, porque el exceso, el rechazo a cualquiera de los olamot o sus sefirot, empobrece a la persona, le quita sentido a su existencia, perjudica la ecología cósmica a la que debe favorecer.

Entonces, cada cualidad ha de ser ejercitada, cada acción entrenada, cada dimensión tomada en consideración, porque cuando se deja de nutrir alguna, o se desequilibra en favor de alguna, no hay salud, sino enfermedad. Es la ruptura de las vasijas, que se menciona en el lenguaje cabalístico tradicional. La enfermedad por exceder la capacidad de una vasija al tiempo que se agota la capacidad de otras.

Por lo cual, tu vida saludable se compone de acciones positivas en el mundo espiritual, mental, social, emocional y físico. (Ya enseñamos que en realidad el mundo espiritual no crece ni disminuye, no se ve afectado por nuestras acciones y omisiones, igualmente es un plano a mantener saludable. Está enseñado, busca por favor).
Tu salud está en mantener en actividad cada una de las emanaciones de tu personalidad sagrada, lo que permite armonizar entre tu Yo Esencial, el Auténtico y el Vivido.
Porque es en esta armonía que se alcanza la plenitud, la paz, la trascendencia.

¿Cómo se armoniza?
Bueno, no te lo puedo decir en unas pocas líneas, pero te daré alguna idea, además de las que ya compartí contigo en otras ocasiones.
Debes permitir que cada sefirá se active en tiempo, forma y medida.
Todos ellos forman parte de un sistema, el individual, el colectivo, el universal. Todos son necesarios, todos forman parte de la armonía. Cada uno interactúa con otros, no hay manera de que sean independientes. Los altos y los bajos, de un lado y del otro, la interacción es la norma. De hecho, cada sefirá es holográfica, es decir, contiene a las otras, por tanto es impensable que se tome a una sin armonizar con el resto.
Así, hay tiempo, forma y medida para:

  1. Rezar (no las payasadas religiosas, sino la Comunicación Auténtica con el Padre Celestial desde lo más profundo de tu ser)
  2. Crear, idear, estudiar
  3. Razonar, analizar, teorizar
  4. Resolver, inteligencia aplicada a ordenar el caos
  5. Ser bondadoso, involucrarse con los demás como si no hubiera límites
  6. Ser justo, reconocer las cualidades propias y ajenas, tomar la distancia necesaria
  7. Trabajar para mejorar y alcanzar el éxito real, aquel que es “yo gano y tú ganas”
  8. Ser tenaz y esforzado, aventurarse, establecer marco de seguridad, dar otro paso más
  9. Sensibilidad, receptividad, agradecer, recogerse
  10. Comunicar auténticamente, conectarse a una persona que es significativa
  11. Ejercitar el cuerpo, gozar de lo permitido y alejarse de lo prohibido

Aquí y ahora, es el momento para conocernos, respetarnos y amarnos.
Sin culparse por lo pasado. Sin temblar por el futuro. Porque ambas son irrealidades, fantasmas, motivos para huir y no vivir el presente.
Es cierto que el pasado nos aporta material, que el futuro nos condiciona, pero es el aquí y ahora la única realidad actual.
Por tanto, el ideal, la meta, es construir Shalom a cada momento.
Las herramientas para ello son las que acabamos de mencionar, justamente las que son antagónicas a las del EGO.
El EGO usa el llanto, el grito, el golpe o la desconexión de la realidad, con todos sus respectivos derivados y ramificaciones más o menos evidentes.
La construcción del Shalom no apela a la manipulación, ni a la extorsión, ni a la mentira, ni a la presión social, ni a la amenaza, ni a la falsa promesa de salvación, ni a la demanda de fe en absurdos, ni a la ceguera, no a ser oveja de un pastor, ni a mendigar, ni a mantener vividores, ni a… nada de lo que se acostumbra a hacer a partir del EGO.
Las herramientas de la construcción de Shalom se pueden resumir en: bondad (columna derecha), justicia (columna izquierda) y autenticidad/lealtad (columna central).
Por supuesto de estas también son raíces, de las cuales emergen ramas frondosas, árboles y bosques de acciones, conductas, creencias, pensamientos, emociones, gestos, palabras de Luz.
Con las herramientas de la Luz se construye Shalom, que es paz, plenitud, armonía, salud, alegría sincera, autenticidad, conexión, sentido, fluidez, perpetuidad.

Responde a la pregunta: ¿quién soy?
Luego, ¿adónde voy?
Y por último: ¿para qué estoy en el mundo?

FULVIDA: te lo comparto

Ahora más que nunca DEBEMOS formar y sostener grupos noájidas que sean INCLUSIVOS.
Es decir, que sean abiertos, dispuestos a incluir y no a excluir.
Que sean herramientas de unidad aún dentro de la diversidad.
Donde no se discrimine negativamente, sino solamente se mantenga a raya en base a estrictos patrones de afinidad con las leyes humanas y especialmente divinas.
Grupos activos, participativos, en donde NO se privilegie a una cúpula de líderes y sus segundones aduladores y serviles.
Verdaderos hogares, en los cuales encontrar cariños, comprensión, estímulo positivo, apoyo, descanso, oportunidades, camaradas, paz.
Donde se acepten a todos los que vienen en honesta búsqueda del encuentro.
Lugares propicios para que sean escuchados a los que tienen algo para decir, aunque no sea exactamente el mismo lema conocido, similar idea, idéntica creencia.
Donde la palabra sea bienvenida, aunque no sea compartida, siempre y cuando no sean agresiones, rebeldías, denigraciones, malicias, delictivo o netamente negativo (idolátrico o contrario a los mandamientos).

Si alguna persona quiere incluirse en el grupo de noájidas, pero por ejemplo no soporta, o disiente, con el moré Yehuda, ¡igualmente sea bienvenido!
Si alguno opina diferente al moré, en tanto no pregone maldades, corrupción o delitos, ¡bienvenido!

Te digo más todavía, si es uno que lamentablemente sigue creyendo en dioses y/o salvadores falsos, como Jesús –con cualquiera de sus nombres y sabores-, pero no anda haciendo de misionero,  por mi parte también le digo: !bienvenido!
No tengo inconveniente en recibir en nuestro hogar, virtual o en el mundo real, a aquel que profesa fe en sus dioses, o supuestos redentores mesiánicos, siempre y cuando no traiga su mensaje de perdición a nuestro hogar, ni pretenda hacerse pasar por amigo para traicionarnos vilmente y como han acostumbrado desde tiempos inmemoriales.
Bienvenido el adorador de falsedades, pero afuera debe quedar su prédica y si accionar corrupto. Con su vida, que haga lo que quiera, pero no en nuestro hogar, no con nosotros. Es simple de entender, ¿no?
Igualmente, bienvenido el que no cree en ninguna deidad, o en alguna deidad inconcebible.

Ten en cuenta: nadie es libre si no quiere serlo.
Por más que le abras la puerta y le muestres el camino, es el esclavo del EGO quien debe traspasar el umbral y caminar como un ser libre. Tú no puedes hacer su parte.
Puedes ayudarle, darle una mano, mostrarle, enseñarle, alumbrarle, cobijarlo, pero no puedes caminar por él, ni obligarle a creer o a dejar de creer.
Tú no puedes liberar a nadie de su EGO, solamente a ti mismo. Pero puedes ser aquel que dio el impulso al prójimo para ser libre.

Debemos ser  hogares, virtuales y en el mundo real, para todo quien pasa por nuestro camino.
Convidarlo a descansar, a relajarse, a comer y beber, a pasar un rato agradable, sin predicarle, sin atosigarle, sin pretender adoctrinarle, sin querer “convertirlo”, sin llenarlo de palabrería soberbia y sin espiritualidad. Simplemente ser personas con las personas. Duros y combativos en la defensa contra los enemigos, todo dentro de la ley; pero amables y solícitos con los perdidos, desamparados, desnortados, errados, gente de buena fe pero escaso conocimiento y luces.

Tenlo siempre presente: no somos religión, no precisamos manipular, no somos secta, no andamos detrás del dinero o del poder de las “ovejas”, no adoramos al EGO.
Somos constructores de Shalom, con todo lo que eso implica.
Es sencillo, tanto como tú quieres que lo sea.

Ahora, tú te sumas o restas.
Tú compartes y haces tu parte, o dejas que todo siga por la misma ruta oscura y dolorosa.

¡Adelante!

Kubler Ross y la senda espiritual

Comencemos copiando de la Wikipedia:

El modelo Kübler-Ross, comúnmente conocido como las 5 etapas del duelo, fue presentado por primera vez por Elisabeth Kübler-Ross en su libro, On Death and Dying, en 1969.

Este libro describe, en cinco etapas distintas, un proceso por el cual la gente lidia con el lamento y la tragedia, especialmente cuando es diagnosticada con una enfermedad terminal o una pérdida catastrófica. Además, este libro expuso la necesidad de un mejor tratamiento a los individuos que están lidiando con una enfermedad fatal.

 Etapas

  1. Negación«Me siento bien.»; «Esto no me puede estar pasando, no a mi.»
    La negación es solamente una defensa temporal para el individuo. Este sentimiento es generalmente remplazado con una sensibilidad aumentada de las situaciones e individuos que son dejados atrás después de la muerte.
  2. Ira«¿Por qué a mi? ¡No es justo!»; «¿Cómo me puede estar pasando esto a mi?»;
    Una vez en la segunda etapa, el individuo reconoce que la negación no puede continuar. Debido a la ira, esta persona es difícil de ser cuidada debido a sus sentimientos de ira y envidia. Cualquier individuo que simboliza vida o energía es sujeto a ser proyectado resentimiento y envidia.
  3. Negociación«Déjame vivir para ver a mis hijos graduarse.»; «Haré cualquier cosa por un par de años más.»;
    La tercer etapa involucra la esperanza de que el individuo puede de alguna forma posponer o retrasar la muerte. Usualmente, la negociación por una vida extendida es realizada con un poder superior a cambio de una forma de vida reformada. Psicológicamente, la persona esta diciendo, «Entiendo que voy a morir, pero si solamente pudiera tener mas tiempo…»
  4. Depresión«Estoy tan triste, ¿Por que hacer algo?»; «Voy a morir, ¿Qué sentido tiene?»; «Extraño a mis seres queridos, ¿Por qué seguir?»
    Durante la cuarta etapa, la persona que está muriendo empieza a entender la seguridad de la muerte. Debido a esto, el individuo puede volverse silencioso, rechazar visitas y pasar mucho tiempo llorando y lamentándose. Este proceso permite a la persona moribunda desconectarse de todo sentimiento de amor y cariño. No es recomendable intentar alegrar a una persona que esta en esta etapa. Es un momento importante que debe ser procesado.
  5. Aceptación«Todo va a estar bien.»; «No puedo luchar, debería prepararme para esto.»
    La etapa final llega con la paz y la comprensión de que la muerte esta acercándose. Generalmente, la persona en esta etapa quiere ser dejada sola. Además, los sentimientos y dolor físico pueden desaparecer. Esta etapa también ha sido descrita como el fin de la lucha contra la muerte.

Kübler-Ross originalmente aplicó estas etapas a las personas que sufren enfermedades terminales, y luego a cualquier pérdida catastrófica (empleo, ingresos, libertad). Esto puede incluir eventos significativos en la vida tales como la muerte de un ser querido, divorcio, drogodependencia, un diagnóstico de infertilidad.

Kübler-Ross afirmó que estas etapas no necesariamente suceden en el orden descrito arriba, ni todas éstas son experimentadas por todos los pacientes, aunque afirmó que una persona al menos sufrirá 2 de estas etapas. A menudo, las personas atravesarán varias de estas etapas en un efecto «montaña rusa» – cambiando entre dos o más etapas, y volviendo a hacerlo una o varias veces antes de finalizar.

Hasta aquí la cita.

Luego de haber estudiado varios textos en los cuales exponemos la tiranía del EGO sobre la persona, ¿podemos ver fácilmente qué está detrás de este modelo propuesto por la Dra. Kubler Ross?

Sí, por supuesto: el EGO, nuestro viejo amigo/enemigo, esa constante sombra que desde lo profundo de nuestro ser nos oprime.
Mencionemos rápidamente las cuatro herramientas básicas del EGO para manipular, de las cuales se derivan luego todas las otras artes y astucias: gritar, llorar, patalear y desconectarse de la realidad.
Todas ellas usadas para tratar de controlar el sentimiento de la impotencia, real o fantaseada, que inunda a la persona de su mismo nacimiento a este mundo.
Con el trascurso del tiempo, se perfecciona su uso, se afina la puntería, se ejercita al practicarlas, se rumbea hacia la manifestación privilegiada de una de ellas, se transforma en actitud de vida.
Estas herramientas, este imperio del EGO, no deja de estar presente a la hora de la agonía, de quedarse cesante en el trabajo, de la traición amorosa, de la mala noticia, de la muerte de un familiar, etc.
Es más, son esos momentos de sensible impotencia para los que el EGO ha sido creado, aunque luego se desbarranca de su rol y usurpa el control de las decisiones de la persona.

En el modelo de la Dra. Kubler Ross podemos distinguir lo siguiente:

  • La negación como derivado de la desconexión con la realidad.
  • La ira, asociada a los gritos o pataleos, dependiendo si se traduce en verbalizaciones o en actos.
  • La negociación, tal como es presentada, es derivación del llanto con toques de desconexión de la realidad.
  • La depresión, atada al llanto original.
  • La aceptación, aquí podrían adoptarse dos posturas.
    Una, en la cual aparentemente es un estadio en que el EGO ya no controla, sino que la persona ha salido de la celdita mental en la que se había auto recluido, siendo ya tarde para vivir a plenitud.
    Otra, que la persona ha claudicado, se ha sumergido por completo en el sentimiento de impotencia, ya ni siquiera trata de luchar para sobrevivir. Recordemos que el EGO, al que vapuleamos tanto, en realidad es una bendición en su justa medida y tiempo, pues es el mecanismo natural que tenemos para sobrevivir especialmente en situaciones de extremo peligro, cuando las reacciones lentas del cerebro superior no dan respuesta apropiada. Cuando se llega a la aceptación ante la muerte propia, o ante la terrible desgracia, probablemente se está en estado de inoperancia, precisamente de abandono de lucha por la vida.

Bien, hasta aquí esta reflexión.
Ahora, te podrás preguntar, con total justicia, ¿qué tiene que ver esto con noajismo o judaísmo?
¿Por qué un texto que trata de este tema en un sitio como en el cual estás ahora?
¿Tiene que ver algo con espiritualidad, con “la Palabra de Dios”?

Si te haces preguntas similares, te desafío a que tú mismo te las respondas, y nos las respondas aquí, en la sección de los comentarios.
¿Quieres?
¿Aceptas el reto?

Hasta luego.

A construir Shalom siempre.

Ser mundano

Hace un rato una joven amiga de este HOGAR nos decía que se sentía “aún mundana”.
No sé muy bien que significa “mundano” en el mundo del cual ella está saliendo, aquel que adora ídolos en cruces y similares.
Lo que sí es cierto es que está muy bien ser mundano.

¿Cómo?

Pues, ¡claro que sí!
Para ser mundanos es que estamos en el mundo.

Pensemos un poco.
Según la Real Academia de la Lengua, mundano es atender a las cosas del mundo, o también, perteneciente o relativo al mundo.

Si Dios quisiera que fuéramos ángeles, o entes celestiales, inmateriales, sin deseos ni pasiones, Él nos hubiera creado ángeles.
Pero Él adrede nos hizo como somos.
Con altibajos, con claroscuros, con pasiones encontradas, con EGO y la posibilidad de sobreponerse a él, con tendencia innata al bien, complejos, multidimensionales, falibles, imperfectos, perfectibles, mutables.
Es Dios quien nos hizo con cuerpo, apegados a lo material, dependientes de la materia, anhelantes de gratificaciones, enceguecidos por deseos.
Es Él, en Su amor y sabiduría, quien nos hizo parte del mundo, relacionados a él, necesitados de él, parte de él.
El mundo es nuestro hogar, porque es lo que Dios dispuso.
El mundo es nuestro lugar de trabajo, puesto que es nuestra tarea sagrada perfeccionarlo, bajo la guía de Dios de acuerdo a los mandamientos que Él nos ha dado a cada uno para cumplir.

Si Dios no hubiera querido que fuéramos mundanos, simplemente no nos hubiera creado tan estrechamente ligados a él.
De hecho, por algo el relato del Génesis (Bereshit) menciona explícitamente que Dios tomó polvo de la Tierra para formar al Hombre.
¿Acaso es un hecho científico el que nos cuenta el texto sagrado?
¿Acaso era necesario realmente que nos indicara esta polvorienta procedencia?
¿Acaso es materialmente real que al comienzo Adam era un monigote de barro y que se convirtió en humano al recibir alma y espíritu?
Más bien, es una enseñanza muy sutil y clara: somos en parte tierra, en parte espíritu. Así como el espíritu es esencial en el humano, similarmente lo es el cuerpo.
Y el cuerpo bien tratado, acomodado, querido, satisfecho. Porque Adam habitó el Edén y no una villa miseria, Adam tenía alimento al alcance de la mano y no rigurosos ayunos de falsa espiritualidad. Y, el Edén terrenal es la imagen más exacta de la esperada Era Mesiánica, que pronto llegará si Dios quiere.

No somos espíritus habitando cuerpos, sino que somos ambas cosas al mismo tiempo en tanto existimos en esta vida.
No tenemos un cuerpo, SOMOS cuerpo al igual que somos espíritu.

Es cierto, el cuerpo que somos se arruga, se cansa, se pierde, se muere, se recicla tras la muerte.
Es cierto, ese cuerpo que somos no es eterno, pero no por ello dejamos de ser también cuerpo en tanto vivimos en esta vida.
El espíritu permanece, es eterno, es inmutable, por ello algunos tienden a creer que solamente somos espíritu.
Pero, Dios nos creó multidimensionales, así que no seamos herejes contradiciendo a Dios.
Nuestra dimensión mundana: cuerpo, emociones, sociedad, mente; es tan valiosa como la espiritual en tanto estamos vivos.

Por supuesto que no es “buen negocio” dedicarse exclusivamente a lo mundano, a lo material.
¿Por qué no?
Porque somos material pero también espíritu.
Así como no está bien negarnos al cuerpo, tampoco está bien rechazar o destratar nuestra dimensión espiritual.
Enfocarse solo en el placer, en el poder, en los bienes materiales, en la belleza del cuerpo, en los gozos efímeros, no está bueno, tampoco es justo.
Todo en su justa medida. Todo lo que sea acorde con los mandamientos. Todo lo que no impida el desarrollo de una vida armoniosa.
Por otra parte, el espíritu es lo que queda de nosotros al morir, con nuestros recuerdos, con nuestras obras que nos sirven para disfrutar del placer de la eternidad. Así pues, dediquémonos también a desarrollar lo que se guarda como información sagrada en el espíritu, a través de nuestras buenas obras, plenas de sentido trascendente.

Así pues, seamos mundanos, ¡está muy bien!
Seamos mundanos, en el sentido de unir lo espiritual con lo material, de hacer de cada instante un motivo de construcción de shalom.
Hagamos que ese instante pasajero que es nuestra vida terrena sea un recuerdo eterno de belleza y bendición.

¿Puede?
¿Quiere?

No somos religión, no somos secta, no somos fanáticos, somos personas que anhelan construir shalom.
!Adelante!

Resp. 1064 – ¿como hacer una conversion legal?

Addiel nos consulta:

Buen dia me dijeron que en su pagina podia econcontrar una lista de los kibutz en lo cuales te pueden prepara para la onversion y enseñar el hebreo, ya que quiero hacer mi conversion e irme a EL Estado de Israel si es necesario,espero me pueda ayudar se lo agradecere de todo corazon! Gracias!! Bendicione y Shalom.
Julian Addiel Vallejo Morales, 23 años, Veracruz Mexico, Lic, Comercio

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Resp. 1063 – Saber los preceptos y transgredirlos ,consecuencia

Laura Elizabeth nos consulta:

1- Tenemos Preceptos para guiar nuestra manera de vivir correctamente
2- buscando agradar a Dios con ello.
3- Si sabemos que es lo que transgrede ese limite y reincidimos , que consecuencias tenemos como conocedores.
4- Por ejemplo matar, robar, mentir, tener sexo fuera del matrimonio, etc, ect, etc.. en que nos convertimos, que perdemos, ya sea como noajidas o como judíos?
5- Saber hacer lo bueno y agradable ante los ojos de Dios y no hacerlo y reincidir en ello en que nos convierte, hay condenación?
Laura Elizabeth Jara, 42 años Psicóloga Social , Cipolletti ,Argentina

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Me lo reveló el espíritu santo

Cada tanto pasan por aquí personas “iluminadas” que dicen no precisar de maestros ni de instrucción, pues ellos solitos son revelados por el “espíritu santo” para tener conocimiento acerca de las “escrituras”.
Ellos interpretan según “dios” les habla a sus corazones.
Simpático punto de vista. (Ejemplo: http://fulvida.com/varios/temas-frecuentes/tor-para-los-gentiles-de-verdad)

Me surgen algunas dudas al respecto de personas tan altas en su manejo de las realidades espirituales y por tanto de las materiales.

  • Si su dios les explica a sus corazones lo que significa tal o cual párrafo de la Biblia, ¿por qué precisan de una Biblia? ¿No sería más razonable, más “espiritual” que abandonaran cualquier texto del cual aferrarse, ya que su dios directamente les revela “la Verdad”?
  • ¿Para qué siquiera mencionan la Biblia o quieren demostrar sus conocimientos acerca de ella? ¿No es suficiente con decir que su dios les instruye con “la Verdad”? ¿Acaso no tienen “fe” en que ese “espíritu santo” es el que realmente los está aconsejando en sus corazones?
  • De hecho, ¿para que Dios tuvo la confusa idea de dar una Torá a todo un pueblo si es más eficiente y sencillo que Él le diga a cada uno lo que tiene que hacer? Porque, si Dios realmente habla a los corazones de estas personas, ¿por qué no habría de hacerlo con todos?
  • Y si me dijeran que Dios no lo hace porque Satanás esto o aquello, o el corazón pecaminoso del hombre lo otro, entonces, ¿ellos, que sí reciben revelación de su dios, son perfectos y libres de pecado y error?
  • Pero además, ¿quiere decir que Dios, el verdadero, no tiene suficiente poder como para hablar al corazón del pecador y solamente es capaz de hablar al “puro”? Es un dios bastante débil e impotente si no tiene autoridad como para extirpar las barreras que le permiten tomar contacto con quien él desea.
  • Si su dios tiene ese contacto tan personal e instructivo con ellos, ¿por qué emplean el conocimiento de otros para todas las cosas de sus vidas?
    • ¿Por qué usan fósforos, acaso su dios no les revela como encenderlo directamente con el deseo, el rezo, o por algún método celestial?
    • ¿Por qué van al médico, si es que lo hacen, cuando se enferman? ¿Acaso su dios no les puede dar la receta para estar siempre sanos o recuperarse en caso de malestar? Sé que hay algunos fanáticos religiosos que de hecho no asisten al médico y predican el no tomar consejo médico. Así les va…
    • ¿Por qué habitan en casas y ciudades hechas por hombres, con conocimiento de hombres, trasmitido y sostenido por sistemas de hombres? ¿Acaso si dios no les puede dar viviendas o alumbrarles el conocimiento y la manualidad como para que se construyan las propias?
  • Cuando usan, por ejemplo computadoras, programas de informática y redes hechas por hombres y con conocimientos de hombres, ¿acaso su dios les asiste, como si apretaran F1, cuando no tienen idea de lo que tienen qué hacer, cómo hacer, cuál botón tocar, etc.? Porque, su dios parece bastante limitado ya que solamente les abre el conocimiento acerca de cuestiones bíblicas, pero difícilmente les sirve para otros temas.
  • ¿Por qué hablan de historia y hacen referencia a personajes, sucesos, fechas? Supongo que los datos e información la obtuvieron de dios directamente, como no puede ser de otra manera en su caso. ¿O acaso su dios no es suficiente sabio como para disponer de la información histórica sin necesidad de recurrir a libros, enciclopedias, wikis, etc.?
  • ¿Cómo reconocen que la voz del “espíritu santo” que les habla a su corazón es realmente la voz de algún “espíritu santo” y lo que ellos creen que es dios realmente es Dios? ¿Tienen manera de cotejarlo con otros, demostrarlo, estar seguros de que no es un delirio, una idea insana, un error personal, un pensamiento propio?
  • ¿Por qué su dios los escoge a ellos para revelarles la “Verdad” y especialmente para qué a ellos?
  • Si uno de estos iluminados dice que tal versículo se entiende “1234” y otro iluminado dice que se entiende “54567”, ¿a cuál le seguimos la corriente? ¿Pueden estar ambos en lo correcto cuando se supone que el mismo “espíritu santo” les está dando dos versiones diferentes? ¿Y si viene un tercero y dice que ambos están mal y es “-1234”? ¿Acaso hay más de un dios o éste se equivoca o éste juega con los humanos diciendo cosas incoherentes y confusas?
  • ¿Por qué muchos de estos iluminados tienen horrores ortográficos, sintácticos, de conocimientos y hasta de estilo de vida acorde con la ética? Si son tan elevados como para penetrar los secretos de “las escrituras”, al menos, ¿no deberían saber leer y escribir con prolijidad?
  • ¿Cómo explicar que estas personas tan sabias, gracias a revelaciones del “espíritu santo”, se equivoquen al citar pasajes bíblicos y confundan versículos, omitan partes, añadan, etc.? ¿No debiera ser su conocimiento perfecto como el dios que se los reveló?
  • Y, si su conocimiento no es perfecto, puesto que el dios que se los dio lo es pero ellos no, ¿cómo podemos confiar y estar seguros de que entendieron siquiera alguna cosa de lo que dicen que les fue revelado por su dios y que no se equivocaron en todo? ¿Tienen forma de demostrar su veracidad y de afirmar que no cometen jamás errores?
  • Sus interpretaciones fantasiosas, según ellos producto de mensajes directos de dios, muchísimas veces contradicen lo que se ha mantenido fielmente en la tradición que nació desde la entrega de la Torá en Sinaí hasta el día de hoy. Tradición que se preservó con fidelidad, tanto por el pueblo judío como por los sabios dedicados a pleno a resguardar este conocimiento. Entonces, ¿a quién creer? ¿A un desconocido que deja en claro su ignorancia en muchísimos aspectos y evidencia dificultades mentales/emocionales o de conocimiento, o a infinidad de sabios y antepasados que se comprometieron totalmente a guardar un tesoro de sabiduría compartido por infinidad de personas?
  • ¿Podría alguno de estos sabios aupados en el “espíritu santo” decirme qué quieren decir estas palabras “eshdat lamo”? (No se vale usar Google, ni Bing translator, ni consultar ninguna referencia externa, solamente lo que el espíritu les diga a sus corazones, ¿ok?, Gracias).
  • De paso, y sin usar calculadora, sin buscador de Internet, y sin lápiz ni cuentas aritméticas que son invento de hombres: ¿cual es la raíz cúbica de 127) Sencillito. (Aviso, esto seguramente se puede responder en segundos, yo lo hice, use la Internet…, pero el pedido es para que sea revelado por el “espíritu santo”, así que supondremos que será hecho con honestidad y sin trampas… ¿no?).
  • ¿Cómo se llamaba su trastatarabuelo materno? Si puede responderlo fielmente, ¿cómo lo sabe? Y si no lo sabe, ¿cómo que no lo sabe?
  • ¿Cómo sabe que su papá o su mamá son su papá o su mamá?
  • Si su conocimiento es tan perfecto, porque proviene de su dios; si su virtud es tan grande, porque dios los escogió por su “pureza”; ¿por qué no han tomado ya el poder político mundial para llevarnos a una Era de paz, de plenitud, de tolerancia, de conocimiento de Dios? ¿Acaso solamente tienen el poder oculto para comprender pasajes bíblicos, pero hasta eso no más llega su fuerza espiritual?
  • Y si contestan que su misión no es traer bienestar al mundo, sino solo predicar “la palabra”, entonces ¿para qué sirve su presunto conocimiento y cómo se aplica a concretar las verdaderas profecías al respecto de una Era de paz y plenitud?

Bien, son algunas pequeñas dudas.
Tú puedes ayudarme a escribir algunas otras.
Y si eres uno de esos que son “revelados por el espíritu santo”, por favor, tómate tu tiempo y ayuda a este pecador a entender y aclarar mis dudas. ¿Podrías? ¿Tu dios te lo permite y te dará una manita en esta tarea? Espero que sí.

A seguir construyendo shalom.

PD: leer por favor http://serjudio.com/sitra-ajra/idolatria/la-clave-para-la-frase

¡Estás fuera!

Hemos referido en muchas oportunidades que el miedo básico primordial es a la impotencia, a no poder.
Este se desglosa en cinco ramas principales, de acuerdo a los cinco planos de la persona: físico, emocional, social, mental, espiritual.

La rama del miedo que corresponde al plano social la podemos reconocer como a ser rechazado, a ser dejado de lado, a ser anónimo, a no alcanzar estatus, a ser invisible o despreciable para el grupo.
No es el miedo al abandono, o la soledad, o el desamparo que corresponde al plano emocional, puesto que aquel refiere a procesos internos y a aquellos relacionados a personas significativas. Sino que el miedo en el plano social brota tano por relaciones con gente conocida como con extraños, con personas que valoramos y con aquellas que ni siquiera realmente nos importan tanto.
Piensa, por ejemplo, cuando algún “amigo” de Facebook te ha eliminado de su lista, cómo te sentiste, cómo te preguntaste qué pasó, cómo buscaste darte cuenta qué hiciste mal. En verdad, ¿ese “amigo” era un amigo? ¿Valía tanto su “amistad” como para amargarte o enojarte? Parece que sí, aunque no fuera un amigo en realidad.
O tal vez te pasó que alguno no te invito a una reunión, o el convite llegó tarde, o te dieron un asiento junto al baño en la fiesta, o… tantas cosas que te hicieron apenar por sentirte anónimo, no valorado, nadie. Cuando ni siquiera te importaba la fiesta, la gente, el motivo de la reunión, pero igualmente el miedo al rechazo estaba allí, haciendo de las suyas.

Este miedo y sus reacciones son bien conocidos por los manipuladores, por ejemplo los traficantes de la fe. Gente que emplea recursos emocionales para obligar a sus ovejas a seguirles a pesar de que racionalmente es evidente el engaño, la farsa, el caos, el mal camino. Se usa la presión de grupo, las amenazas, los amigos desaparecen, se quita el saludo, uno pasa a ser un paria, se pierde el contexto social al cual uno estaba acostumbrado, etc. Quizás a ti te ha tocado soportarlo cuando hiciste algún movimiento que resultara preocupante para el pastor de turno y su monopolio sobre sus ovejas. Tal vez cuando preguntaste algo que no le convenía, o cuando mencionaste tus dudas acerca de la verdad de esa fe teatral, o simplemente faltaste a alguna reunión de la congregación. Pronto, muy pronto te hicieron sentir el rechazo, te dejaron fuera, te infamaron. Probablemente lo has vivido, si quieres puedes compartir tus anécdotas aquí con nosotros, nos sirven para aprender y te sirve a ti para descargar lo que tienes en tu corazón.
Es un mecanismo sádico de dominación, que hábilmente manejan los traficantes de la fe, así como otros “líderes” que no cuentan con recursos saludables para mantener unido al grupo y sostener su liderazgo (jefes, patrones, políticos, cabecillas, etc.).

Así es amigo, el miedo es un instrumento muy peligroso en manos de los emisarios del EGO que se ponen a comandar las vidas de los que caen bajo su influencia.
El miedo en el plano social no queda por fuera de ser usado para someter y encasillar. De hecho, tiene una enorme influencia puesto que se replica y aumenta de acuerdo al número de integrantes del grupo.

Por ello es bueno conocer acerca de estos temas, y hasta reiterar las lecciones, aunque parezca aburrido.
Para conocernos, para entender cómo funcionamos, para ver qué acontece en nuestro entorno, para posibilitarnos ser sanos y felices.
Dios no quiere que seas una oveja de ningún pastor, de haberlo querido hubieras nacido oveja y no humano.
Así pues, toma este buen pan espiritual para hacer de tu existencia un canto sagrado eterno.
Esto es TORÁ en su bella expresión práctica, útil, beneficiosa. Sin artificios, sin trampas, sin eludir los temas que son esenciales para armonizar lo terrenal con lo espiritual.

Al sumergirse en las sensaciones producidas por el miedo, o al experimentar el rechazo realmente, la persona tiende a responder automáticamente con las herramientas del EGO: llanto, grito, pataleo y/o desconexión de la realidad, o alguno de sus derivados.
Esto, que nosotros afirmábamos desde tiempo atrás parece haber recibido soporte desde la neurociencia.
Según estudios académicos realizados recientemente (Peterson, C.K., Gravens, L.C., y Harmon-Jones, E. (2010). “Asymmetric frontal cortical activity and negative affective responses to ostracism.” ), se ha constatado que ante el rechazo se encienden dos zonas diferentes del cerebro, el lóbulo frontal izquierdo con enojo y el lóbulo frontal derecho con tristeza.

Ambas son reacciones “normales” ante el rechazo social.
Ambas son parte de las respuestas de lo que llamamos EGO, ante la impotencia o el sentimiento de la misma.

Ahora, ¿qué podemos hacer para mitigar el impacto de estos sentimientos?
¿Qué hacer para no aumentar el malestar a causa de nuestras reacciones, internas (sentimientos, pensamientos, ideas) y externas (acciones, gestos, palabras)?
¿Podremos eludir las trampas del EGO para no seguir siendo dominados e impotentes?

Hemos brindado algunas pautas en numerosas ocasiones anteriores, ahora quisiera proponerte otras (tal vez no muy diferentes de cosas que ya conoces y aplicas).
Si las pones en práctica me encantaría que me lo comentaras, todos aprendemos. Gracias.

  1. No supongas intenciones.
    A veces los otros se olvidan de ti, sin intenciones negativas. Eso pasa. Tú no eres el centro del universo ni de oro como para que todos estén pendientes de ti.
    Claro que esto no le quita peso al EGO, que pretende hacerte sentir inútil, nada, nadie, a la vez que te infla y te hace subir a un pedestal de barro, para que cuando te caigas y lastimes el dolor sea mayor y su dominio sobre ti esté asegurado.
    Que sepas que se olvidaron de ti puede excusas la mala intención, pero no el sentirte “menos” de lo que te crees.
    Igualmente, no supongas.
    Si tienes la oportunidad, cuando no estés enojado ni triste, pregunta amablemente qué pasó. Si es que quieres saberlo, si es que la pregunta y la respuesta no provocará mayores conflictos.
  2. Enojo y tristeza.
    Como mencionamos, la investigaciones han confirmado que surgen dos emociones: enojo y tristeza.
    Debes aceptar ambas, no solamente una. Reconocerlas. Manejarlas de modo provechoso.
    Si admites estar enojado pero no triste, o viceversa, habrá algo que no comunicas y tarde o temprano se expresará de algún modo.
    Admitir pero NO actuarlo.
    Comunicarlo para quitarle peso.
  3. No se acaba el mundo.
    Ok, no te quieren, no te invitan, no te valoran, sigue adelante entonces.
    Que no es fácil, me dices. Que ya conoces a la gente desde hace mucho tiempo y te cuesta desprenderte de ellos, me comentas. Que para los adultos se complica iniciar nuevas amistades, ser recibido en grupos, me aseguras.
    Sí, probablemente tienes razón… ¿y qué?
    ¿Por ello te quedarás en un lugar, situación, soledad, que no te gusta ni te sirve?
    Vamos, aprovecha ahora la oportunidad para encontrar gente más sensible, más afines.
    Permanecer varado por un fracaso, no es la forma de avanzar hacia tu bienestar.
  4. Lo que crees es más catastrófico que lo que es realmente.
    Sí, en líneas generales nuestra fantasía suele ser más recargada y dolorosa que el hecho en sí mismo.
    A veces es necesario cortar los lazos viciosos, romper los bastones tóxicos, desprenderse de las relaciones enfermizas, alejarse de los grupos fanatizados.
    Supondrás muchos tremendos resultados, que probablemente ninguno serán reales.
  5. Sé amable.
    Si realmente te han hecho el vacío, si no te han tomado en cuenta, sé amable con esas personas.
    No puedes, ni debes, obligar a nadie a que te quiera, a que te invite, a que sea tu socio o amigo.
    Pero si debes respetarte y respetar al otro.
    Podrás no estar de acuerdo con su decisión, con su acción, pero igualmente sé amable (en la medida de lo que es éticamente posible).
    Los de la iglesia, que hasta ayer te llamaban hermano, hoy no te saludan… bueno… tú sé amable con ellos. Acepta que en su fanatismo ahora eres para ellos un “hereje”, un “hijo del demonio”, pero tú no eres esclavo del EGO como lo están siendo ellos. O al menos no quieres serlo. Entonces, no actúes de acuerdo a los dictados del EGO. Sé amable, en la medida de lo que es éticamente posible.
  6. Reconoce la manipulación.
    Con enojo y tristeza a cuestas no es sencillo reconocer la manipulación, pero luego, date tiempo para reflexionar.
    Mira lo que sucedió.
    Si has hecho algo que provocase el rechazo, quizás puedas disculparte, enmendar tus acciones.
    Si en realidad es decisión de los otros, por sus propias razones, no tienes nada que hacer.
    Si es una manipulación, no permitas que se te falte el respeto, que se te quiera dominar a través de estos mecanismos subversivos.
    Aprende a manejar tu vida, no admitas ser títere.
  7. Enfócate en lo que es importante.
    Las culpas del pasado no sirven para mucho.
    Las angustias hacia el futuro, tampoco.
    Enfócate en aprender, aplicar, construir Shalom.
    De dentro hacia fuera.

Bien, hasta aquí por ahora.
Me gustaría no ser invisible para ti y que tuvieras la amabilidad de agradecer este texto que te regalo, de comentarlo, de compartirlo, de difundir nuestro HOGAR de VIDA con todo el que esté a tu alcance.
Pásala bien.

¿Lanzas a Iosef al pozo?

Querido lector, espero que estés bien al leer estas líneas.
Hoy estudiaremos brevemente un pasaje de la parashá Vaieshev, que corresponde ser leída públicamente en las comunidades judías alrededor del mundo esta semana.

No quiero aburrirte hablando nuevamente del EGO, pero hablaré tratando de no aburrirte.
Es muy importante la comprensión de los mecanismos que nos hacen pensar, sentir, hablar, hacer, puesto que puede redundar en una vida de plenitud, de salud, de bienestar, o en una vida de amarguras y fracasos.

Así que, por favor amigo lector, acompáñame, prometo que trataré de ser breve e interesante, de paso te puedes llevar algún beneficio gratuitamente.

El EGO es una parte de nosotros, en su momento necesario, en su dosis justa es útil.
Como siervo, es eficiente.
Como amo, resulta en descalabros para la persona, las relaciones, la sociedad.
Tristemente el EGO es quien se sienta en el trono de la mayoría de las personas, por eso el mundo anda como anda desde el comienzo de las épocas.

Aprender acerca de esto, vernos en el espejo del alma, encontrar herramientas para armonizarnos, se constituye en un trabajo esencial, que brinda réditos aquí y en la vida postrera.
Cada parashá, especialmente aquellas que refieren historias humanas, anécdotas de personas vitales, es un buen campo para cosechar enseñanzas de vida, de cómo actuar, proceder, relacionarnos, limitarnos para crecer.
Cada parashá, las que cargan con numerosos mandamientos y reglas, nos da pautas de cómo encauzar nuestra existencia, para ser más dueños de nosotros mismos y menos esclavos del EGO, propio o de otros.

La parashá Vaieshev, la nuestra, es una enciclopedia completa de instrucciones para la vida, de moralejas, de iluminaciones fundamentales.
Yo me detendré en un breve pasaje, que no es el más sublime en la historia de los antiguos hebreos, pero es un momento clave sin dudas.

Te presentó el párrafo:

«(12) Sus hermanos fueron a apacentar las ovejas de su padre cerca de Siquem,
(13) e Israel dijo a Iosef [José]: -Tus hermanos apacientan las ovejas cerca de Siquem. Ven, te enviaré a ellos. Y él le respondió: -Heme aquí.
(14) Él le dijo: -Anda, por favor, y mira cómo están tus hermanos y cómo están las ovejas, y tráeme la respuesta. Lo envió desde el valle de Hebrón, y él llegó a Siquem.
(15) Andando él extraviado por el campo, un hombre lo encontró. Y aquel hombre le preguntó diciendo: -¿Qué buscas?
(16) Y él respondió: -Busco a mis hermanos. Dime, por favor, dónde están apacentando.
(17) Aquel hombre le respondió: -Ya se han ido de aquí. Yo les oí decir: ‘Vámonos a Dotán.’ Entonces Iosef [José] fue tras sus hermanos y los encontró en Dotán.
(18) Cuando ellos lo vieron desde lejos, antes de que se acercase, actuaron engañosamente contra él para matarle.
(19) Se dijeron el uno al otro: -¡Ahí viene el de los sueños!
(20) Ahora pues, venid; matémoslo y echémoslo en una cisterna. Después diremos: ‘Alguna mala fiera lo devoró.’ ¡Veamos en qué van a parar sus sueños!
(21) Cuando Rubén oyó esto, lo libró de sus manos diciendo: -No le quitemos la vida.
(22) -Y Rubén añadió-: No derraméis sangre. Echadlo en esta cisterna que está en el desierto, pero no pongáis la mano sobre él. Era para librarlo de sus manos a fin de hacerlo volver a su padre.
(23) Sucedió que cuando Iosef [José] llegó hasta sus hermanos, ellos despojaron a Iosef [José] de su túnica, la túnica de diversos colores que llevaba puesta.
(24) Lo tomaron y lo echaron en la cisterna. Pero la cisterna estaba vacía, sin agua.
(25) Después se sentaron a comer, y alzando los ojos miraron, y he aquí que una caravana de Ismaelitas venía de Galaad con sus camellos cargados de perfumes, bálsamo y mirra para llevarlos a Egipto.
(26) Entonces Yehudá [Judá] dijo a sus hermanos: -¿Qué provecho hay en matar a nuestro hermano y en encubrir su sangre?
(27) Venid, vendámoslo a los Ismaelitas. No pongamos nuestra mano sobre él, porque es nuestro hermano, nuestra carne. Sus hermanos estuvieron de acuerdo con él.
(28) Y cuando pasaban los mercaderes madianitas, sacaron a Iosef [José], subiéndolo de la cisterna, y lo vendieron a los Ismaelitas por 20 piezas de plata. Éstos se llevaron a Iosef [José] a Egipto.
(29) Cuando Rubén volvió a la cisterna y no halló a Iosef [José] allí, rasgó sus vestiduras.
(30) Volvió a sus hermanos y les dijo: -¡El joven ha desaparecido! Y yo, ¿a dónde iré?
(31) Entonces ellos tomaron la túnica de Iosef [José], degollaron un cabrito del rebaño y empaparon la túnica en la sangre.
(32) Después enviaron la túnica de diversos colores, la trajeron a su padre y le dijeron: -Esto hemos encontrado. Reconoce, pues, si es o no la túnica de tu hijo.
(33) Él la reconoció y exclamó: -¡Es la túnica de mi hijo! ¡Alguna mala fiera lo ha devorado! ¡Ciertamente Iosef [José] ha sido despedazado!
(34) Entonces Iaacov [Jacob] rasgó sus vestiduras, se cubrió con cilicio y guardó duelo por su hijo muchos días.
(35) Todos sus hijos y todas sus hijas fueron para consolarle, pero él rehusó ser consolado. Y decía: -¡Enlutado descenderé hasta mi hijo, al Sheol! Y su padre lo lloraba.
(36) Pero los madianitas lo vendieron en Egipto a Potifar, funcionario del faraón, capitán de la guardia.»
(Bereshit / Génesis 37:12-36)

Seamos breves en la enseñanza.

Iosef al igual que sus hermanos fueron personas reales, hijos de Iaacov, cabezas de tribus de Israel.
Pero también pueden ser tomados como tipos de personalidad, características del ser, actitudes cotidianas, tuyas y mías.

(12)
Los hermanos de Iosef fueron a apacentar el ganado, a dedicarse a las cosas del cuerpo, a lo básico, a lo absolutamente terrenal. Esto no tiene nada de malo, ni de pecaminoso, ni de erróneo. A diferencia de las religiones que condenan al cuerpo, que lo demonizan, nosotros podemos darnos cuenta de que somos cuerpo, en tanto vivimos en este mundo. Sin cuerpo no tendríamos existencia terrenal, por tanto estaríamos incapacitados de cumplir aquello para lo cual hemos sido creados por Dios. Por tanto, al cuerpo que somos hay que respetarlo, conocerlo, amarlo, cuidarlo. Por supuesto que no es el cuerpo lo principal, pero tampoco un objeto para desconsiderar o maltratar. De hecho, es obligatorio ser sumamente cuidadosos con nuestro cuerpo, con lo que somos materialmente. Si bien las religiones y algunas sectas tratan de empobrecer el cuerpo, restringirlo e incluso castigarlo, porque lo ven como cuna del deseo, centro de las pasiones, culpable de los males, en realidad la santidad no se encuentra en estas acciones y doctrinas, sino justamente todo lo contrario.

(13-14)
Pero, como dijimos, no somos solamente cuerpo y enfocarse únicamente en él es un error.
Por lo cual la conciencia, Iaacov/Israel, intenta tomar contacto.
Envía a Iosef, que estaría simbolizando la percepción, los sentidos (materiales y el espiritual) puestos al servicio de la comprensión e inteligencia.

(15-17)
Lo que percibimos es lo que nos vincula con nosotros mismos, con el prójimo, con el entorno.
Cuando tenemos dificultades en la percepción, estamos en problemas para comprender, comunicarnos, integrarnos.
Muchos inconvenientes en tu vida se ocasionan por estos obstáculos en la percepción.
A veces nos sentimos perdidos, como si no estuviéramos integrados con nosotros mismos. Tal como si un vértigo se apoderara de nuestro pensamiento y no hiciera sentir desconectados, desconfigurados. A veces aparecen aquellos que nos orientan, que pasan por nuestros caminos y nos dan una mano. Gente que queda anónima, tal vez perdidos en la nube del olvido, pero que allí hicieron su aporte.
Como si cada ocasión sirviera como un nuevo ladrillo en la tarea de construir una personalidad integrada, una multidimensionalidad armonizada.
Debes saber que mientras vivimos en el exilio personal, desconectado de ti mismo, es difícil que puedas ser alegre, vivir en paz, con plenitud.

(18-20)
La percepción está en procura de encontrarse con sus partes, tal como vimos.
Pero, algo no está bien.
Desde dentro se recibe una orden extraña: “acabemos con el soñador”.
Matarlo antes de que llegue.
Actuar maliciosamente, con engaños, para entramparlo y desaparecerlo.
Se elaboran excusas.
Se inventan justificaciones.
El EGO está al mando y no quiere perder su dominio. Está cómodo en su sitial de salvador, de dios, de amo, hará lo que pueda para eliminar aquello que pueda alterar su patético reinado.
Hundirá en el fondo de algún pozo a la percepción, de esa forma la conciencia no tendrá forma de conectarse y desintegrar el reino del EGO.
El EGO trama contra el ser.
Es extraño, porque el EGO es parte de la persona, destruir a la persona es destruirse, pero el EGO no razona, está en un ámbito pre-racional. Se maneja con otro sistema, otras prioridades, otros valores. Si debe destruir a la persona, a sí mismo, lo hará, sea para seguir siendo el salvador, el redentor, el dios. Pero el EGO no es unívoco, también hay conflictos en él. Por supuesto que esto genera conflictos enormes para la persona, pero así somos…

(20-22)
Pareciera que el EGO es tendencia a la muerte, por los modos que usa, por los extremos a los que llega, por los mecanismos destructivos que emplea.
Pero esencialmente el EGO es predisposición hacia la vida, porque supervivir es la tarea original y natural del EGO.
Es nuestro mecanismo instintivo para sobrevivir, para reaccionar cuando no hay tiempo de razonamiento, ni de reflexión, ni de valorar opciones. Es el mecanismo innato de supervivencia.
Que luego se transforme en un tirano, que ocupe lugares que no debe, que nos someta a torturas constantes, ya es otra cosa.
El EGO, cuando nacemos es nuestro primer amigo y luego nos sigue acompañando hasta el último aliento. Pero ya no como un verdadero amigo, sino como un aprovechador.

(23-24)
El EGO se las apaña para quitarnos nuestro rostro y ponernos antifaces. Vamos actuando como actores en una obra de teatro, creyéndonos el personaje que actuamos, en lugar de encontrar nuestra esencia y ser la persona que estamos capacitados para ser.
Se nos quita nuestra identidad para darnos otras, falsas, pero que terminan siendo adoptadas como propias.
Al final, también somos esas máscaras, porque es lo que vamos siendo y haciendo, aunque en el fondo no se alineen con la identidad espiritual que somos.
La salud consiste en armonizar nuestras facetas, no en expulsar las máscaras, sino integrarlas y hacerlas sintonizar con nuestra esencia espiritual.
Pero, no es fácil. De hecho, la mayoría cae en el pozo, se sumerge en la oscuridad, queda encerrado en su celdita mental, llena de prejuicios, de cosas no comunicadas, de falsedades, de deseos inconfesables, de dolores reprimidos, de sueños vanos, de… sumergidos en un pozo, allí nos encarcela el EGO.
El hombre sigue vivo, pero no lleva una vida de plenitud, no consigue el shalom.
Está preso, esclavo del EGO.
Por supuesto que las excusas nacen a cada rato para esquivar el tremendo dolor, por supuesto que la amargura está a la orden del día, así como las mentiras y los engaños.
Es que estamos presos en celditas mentales, pequeñitas, oscuras, apenas alumbradas, encerrados por mandatos, preconceptos, creencias erróneas, en un pozo en el desierto y sin agua.
Es una muerte en vida, una vida vacía, sin sentido.

(25-29)
El vacío existencial no se llena con comidas, ni con diversiones, ni con payasadas, ni con religiones, ni con lemas, ni con activismo político, ni con muros del Facebook o vanidades del Twitter.
Habrá bailes, drogas, música, desenfreno, deportes, películas, sexo, bailes, prédicas desde el púlpito, congregaciones religiosas, fiestas, títulos, trofeos, dinero, fama, pero puro vacío, nada con un sentido verdadero.
Hasta que se alza la vista y se da cuenta de que nada de esto sirve.
Pero el EGO no se inmuta por la falta de sentido. La trascendencia no es su objetivo de vida.
La celdita debe ser decorada para aparentar libertas. Pero jamás ser libre, porque la libertad marea, da miedo, desconcierta.
Mejor esclavizarse, hacerse adicto, ser fan, ser religioso, ser parte de un grupo o de la masa, perderse en la inconciencia del colectivo, en la fantasía del poder de un dios o salvador.
Nos llenamos de cosas, compramos, perseguimos títulos, buscamos fama, formamos familias, nos llenamos, nos llenamos, pero seguimos vacíos, porque no es la armonía entre nuestras dimensiones la que existe, sino meramente ilusiones de plenitud.

(29-30)
La angustia existencial nos alumbra en esos raros instantes que sentimos que nuestra vida es sin sentido.
¿Qué hacer?
¿Terapia?
¿Píldora mágica del psiquiatra?
¿Brujería?
¿Religiones?
¿Comprar cosas?
¿Destruir?
¿Suicidio?
¿Qué hacer?
¿Seguir viviendo?
¿Cambiar? Pero… da muchísimo terror cambiar, hasta solo de pensar ya uno se deja vencer por la impotencia.

Es como estar rasgado, como sentir por un momento la desconexión.
¿Y luego?

(31-36)
Pero…. ¡no!
Se suele decantar por seguir en la mentira, por seguir en un tétrico baile de disfraces.
La esclavitud se acrecienta.
El dolor se hace constante.
Uno inventa excusas, justifica, los pretextos se suman, pero no se hace lo que es necesario para ser libre.
Otros tienen la culpa, es el destino, Dios es malo, la vida es injusta, aquello y lo de más allá, todo vale para adormecer la conciencia, embotarla, reducirla a escombros.
Y así vivimos, pasamos por la vida, hasta la tumba.

Bien querido amigo, éste ha sido el relato que quería compartir contigo, junto a la modesta interpretación desde el punto de vista de lo que acontece en nosotros.
El párrafo no ha dado respuestas ni soluciones.
Es un capítulo oscuro, opresivo.
¿Cuándo veremos la puerta que da paso al retorno, al fin del exilio, a la salud integral?

Si Dios quiere, lo estudiaremos en otra ocasión.

Si te gustó, si no te gustó, si tienes algo positivo para aportar, me encantaría leerlo y compartirlo aquí debajo, en los comentarios.

Quiero agradecer al amigo Nathanael, de El Salvador por su constante apoyo en varios niveles. Quiera el Eterno permitir que goce de bendición, él y su familia. Que pronto todos seamos constructores de Shalom y gocemos de la plenitud.

Pasa un excelente día.

Adicto a la RELIGIÓN

Colaboración de Raquel Cervantes.

¿Qué diferencia hay entre ser adicto a las drogas y ser adicto a la religión?

La adicción a las drogas, como a la religión necesita de ciertos factores culturales y emocionales. Ambas surgen como una necesidad de compensar algo que no tenemos, por ejemplo, cariño, aceptación, apoyo para resolver nuestros problemas, entre otros. Cuántas veces no hemos visto o escuchado de personas con tantos conflictos en su vida que recurren a probar alguna sustancia para “olvidarse” de lo mal que los trata la vida o de aquellos a quienes han sufrido siempre el desprecio de su familia o simplemente por seguir a los amigos y no perder su amistad.

Ciertamente la religión funciona de la misma manera; aparece cuando tu estado emocional está en sus momentos más bajos, ahí comienzan a subirte el ánimo con música alegre, a decirte que todo está bien, que no pasa nada, te ponen después música para hacerte sentir la peor criatura del mundo y de repente te hablan al oído y te dicen que ahí tus problemas se van a terminar y que lo malo que has hecho será perdonado aceptando a Jesús en tu corazón. De momento ya aceptaste, de igual manera que te ofrecen una droga “de cortesía” para que la pruebes.

Poco a poco comienzas a ver que todos te saludan con una sonrisa, te invitar a sus hogares, te están aceptando y por primera vez en mucho tiempo te sientes querido y comprendido. ¿Qué pasa con las drogas y su ambiente? Te hacen sentir alegre, contento, optimista y con muchos amigos.

¿Pero qué pasa cuando la droga ya no tiene el mismo efecto en tu organismo? Tu cuerpo empieza a pedir más y más porque no quieres despertar a la realidad, no quieres sentir la caída de ver a tu alrededor y darte cuenta de que estás peor que antes, las pocas personas a las que tenías a tu lado las alejaste, que estás en bancarrota, y los problemas que tenías son aún más grandes. ¿Parecido con la religión?, claro que sí. Empiezas a querer estar en todo (dar clases dominicales, participar en las sesiones de oración, dirigir al grupo de jóvenes, etc. para ser “más espiritual” y compensar todo lo que careces), tu vida tan vacía que no quieres voltear a tu lado y darte cuenta de que estás solo y que tus problemas aún existen.

¿Qué pasa cuando te das cuenta que te estás haciendo daño y que la cosa no es así? Si bien el aceptar la adicción es quizá lo más difícil en el proceso, no deja que trabajar en dejar el vicio sea complejo. El organismo, y en el caso de la religión, el EGO, se hacen tan dependientes de la droga que a pesar de que sepamos que está mal queremos seguir ahí por el miedo a perder las amistades que tenemos, miedo a que nos señalen y nos juzguen, miedo a volver a ser parte de nada y obviamente por bajar de nuestra nube y ver la realidad de las cosas.

El proceso de purificación en ambas circunstancias necesita de ayuda verdadera y profesional, necesitando como primer requisito y quizá más importante la voluntad del adicto al querer hacer cambios en su vida transformarla de una vida oscura y sin sentido, a una vida llena de luz.

En lo que nos ocupa, es necesario vencer al EGO que no nos deja ver lo hermosa que puede ser la vida alejándonos de creencias erróneas, de actividades y palabras vacías. Si bien es cierto que como seres humanos somos temerosos a lo desconocido y a dejar de lado muchos conocimientos adquiridos desde pequeños, debemos ser valientes y aceptarnos como somos, haciendo un recuento de las virtudes y defectos que tenemos y trabajar en ello. Debemos darnos cuenta que nuestras debilidades y problemas no deben ser obstáculos y no tienen que ser escondidas ni compensadas con nada. Al contrario, aprendamos a verlos como oportunidades para mejorar y ser mejores personas con el prójimo y con el Eterno.

Jamás creas que por no ser religioso o cristiano (o cualquier religión que te aleje del Eterno) eres parte de nada, al contrario, siéntete orgulloso porque eres parte de toda la creación, y por ello debes participar activamente en la mejora continua de tu entorno, de tu familia y de tu comunidad. Desintoxícate y date cuenta que nunca es tarde para un nuevo comienzo.