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Aparenta ser lo más veloz…

Querido amigo noájida, como es costumbre en nuestro sagrado HOGAR FULVIDA comparto contigo alguna de las enseñanzas apropiadas para ti que podemos encontrar en la parashá –lectura de la Torá judía- semanal.
Recuerda, la Torá judía es exactamente eso: la Torá del pueblo judío y para el pueblo judío.
Sin embargo, cuando se cuenta con la guía certera y experta es posible hallar buenos manjares espirituales que nutran exquisitamente a la vida del noájida, sin usurpar, sin mentir, sin estafar, sin confundir.

Esta semana corresponde a los hijos del pueblo judío leer la parashá llamada Ki Tetzé ("Cuando salieres") que es la sexta del quinto tomo de la Torá, el sefer Devarim, conocido en español como "Deuteronomio".

Una cadena de tres eslabones oscuros

En su comienzo se encadenan tres temas, en apariencia desconectados: la de bello aspecto, el hijo de la aborrecida, y el hijo rebelde y contumaz.
Que son:

  1. La atracción de un varón judío hacia una hermosa mujer gentil, a la que ha conocido como cautiva de guerra.
    Queda establecido que luego de algunos procedimientos la puede tomar por esposa. Previamente ella deberá convertirse formal y legalmente al judaísmo, pero no antes de pasar por un determinado proceso específico para esta situación particular: la mujer capturada en guerra y sometida como presa, a la cual se le respeta su dignidad y no se abusa de ella, a diferencia de lo que era tan corriente en aquella época e incluso actualmente cuando la faceta salvaje del hombre se aprovecha de la circunstancia de la guerra para denigrar y mancillar a los indefensos.

  2. Un sujeto que tiene una esposa amada y otra odiada (recordemos que en la antigüedad los judíos tenían permitido desposar a más de una mujer al mismo tiempo, según era costumbre también en otras naciones y algunas hasta hoy así siguen haciendo.) 
    La despreciada es madre de su primogénito al que debe privilegiar en su herencia sobre los demás hijos, aunque el padre no quiera hacerlo por la aversión a la madre.

  3. El tercer tema refiere a unos padres que tienen un hijo rebelde y adicto, el cual les es imposible de educar, y que anda constantemente por el camino de lo criminal e inmoral. Parecía una historia fantástica hace siglos, pero tristemente hoy es una realidad en muchas sociedades, a raíz de la pudrición a causa de las adicciones, especialmente las drogas.

Si les pusiéramos títulos bien podrían ser:

  1. La pasión arrobadora.

  2. El desencanto que se perpetúa.

  3. El sufrimiento inconsolable.

Rashi, un famoso comentarista de la edad media, en su explicación al versículo Devarim / Deuteronomio 21:11 (a partir del Talmud), nos esclarece la relación entre los tres temas:

"Lo que la Torá expone aquí es a causa del ietzer haráinstinto a lo negativo, una manifestación del EGO-.
Si el Eterno no le diera algún modo de desposar a la hermosa cautiva extranjera, el varón lo haría igualmente recurriendo a acciones prohibidas.
Como sea, al desposarla, finalmente llegará a aborrecerla…
Y para colmo, tendrá con ella un hijo rebelde, adicto y extraviado.
Es por esto que los temas están expuestos consecutivamente.
"
(Es una traducción libre).

Enamoramiento es algo distinto al amor
Pongamos la notable enseñanza del excelso Rashi en una perspectiva más amplia.
¿Qué es probable que acontezca cuando el elemento que determina la elección conyugal radica en la belleza física, en la atracción por las apariencias, en la fascinación por lo superficial y pasajero?
La respuesta de Rashi (en realidad de la Torá) sería: 
muy probablemente un intenso enamoramiento de esta índole desembocará en odio.

Tal como ya lo dejaron enseñado nuestros Sabios:

"Todo amor que depende de algo material,
cuando se termina lo material,
termina el amor.
Todo amor que no depende de nada,
se perpetúa.
El primer tipo es el de Amnón por Tamar
(2 Shemuel / II Samuel 13);
el segundo, el de David por Iehonatán
(1 Shemuel / I Samuel 18)."
(Avot 5:18)

El enamoramiento
que se basa en la pasión,
que se construye como mera búsqueda de la satisfacción de necesidades personales,
y que tiene su anclaje en lo que es perecedero… finalmente perece.
Y al perecer, emergen sentimientos negativos, acciones que provocan o acrecientan el dolor que se hallaba ya escondido en las entrañas de esa relación.
Es que el amor, el verdadero amor, tal como dijera Mark Twain: "… aparenta ser lo más veloz, pero en verdad es lo más lento en madurar. Ningún hombre o mujer conoce qué es el perfecto amor hasta que no han estado casados un cuarto de siglo." (Notebook, 1894; en traducción libre).
Entonces, el soldado que ha caído bajo el influjo del enamoramiento hacia la belleza física de la extranjera cautiva, ¿acaso ha hallado el verdadero amor o solamente un fugaz espejismo de entusiasmo?
En un caso así, el dulce sabor de la pasión deja pronto el lugar a la amargura, a una vivencia de fricciones y descontentos que suelen irse intensificando con el paso de los días.

Un triste final tras un extasiado principio
Como resultado del vínculo conyugal abatido,
por los embates contra la armonía familiar,
por el disenso en las metas e ideales,
por la falta de un proyecto compartido para realizar,
por la disparidad de criterios respecto a la educación de los hijos,
y por relaciones carentes respeto y verdadero amor,
se llega al tercer tema del comienzo de la parashá:
el hijo adicto, contumaz y rebelde,
que no obedece ni a su padre ni a su madre,
que violenta las normas de la convivencia social,
que descalifica cualquier intento por devolverlo o llevarlo al camino de lo que es bueno.

Ambos desesperados e impotentes padres se ven obligados a presentar su triste caso ante los tribunales de justicia, los cuales, de acuerdo a la legislación, tienen la potestad de condenarlo a la pena capital, acabando con la vida del rebelde y sumiendo en mayores reproches y angustias a los ya atormentados padres.

Es éste un desenlace tan trágico, que en el Talmud queda asentado que nunca se dio un proceso así ni se dará, y que esto no es más que un recurso legal extremo que existe (aunque en realidad se han hallado numerosísimos atenuantes, que limitan el castigo sobre el hijo rebelde), por lo que su principal finalidad principal es de servir como moraleja contra los que se dejan llevar por la pasión y no por fines superiores al momento de realizar su elección conyugal, para que refrenen los llamados del deseo, y presten atención a los consejos de la moderación.

Sin embargo, es preciso acotar que aunque en los hechos es improbable que se llegue al caso extremo que presenta la Torá del hijo totalmente rebelde e irrecuperable siendo condenado a muerte, sí es muy frecuente hallar grados intermedios de personas moral y espiritualmente extraviados, sobre los cuales es posible trabajar para recuperarlos y hacerlos andar por el camino agradable a ojos del Eterno.

El crudo llamado de la Torá a vivir en realidad
Como podemos comprender, la eterna e inmutable Torá nos está dando una fuerte lección de vida, algo que nos puede llegar a incomodar grandemente, pues quizás choca contra lo que la laxa moralidad moderna califica como bueno y aceptable.
O quizás porque se opone a lo que el deseo personal señala como preferible, aunque el deseo jamás mide las postreras consecuencias de los actos.
Al respecto, quisiera mencionar las palabras del Rov:

"El error de los modernos representantes de la religión es que prometen a sus seguidores la solución a todos los problemas de la vida, sin dejar una expectativa que la religión no solucione.
La verdadera espiritualidad, por el contrario, profundiza los problemas, nunca se prepone solucionarlos…
El ideal judío de la personalidad espiritual no es el individuo armonioso, determinado por el principio del equilibrio, sino uno con su alma rasgada y el espíritu quebrado que oscila entre Dios y el mundo.
El hombre verdaderamente espiritual aguanta constante agitación mental, colisión psíquica.
La Kedushá
-consagración, santidad- eleva al hombre, no porque le concede armonía y síntesis, balance y pensamientos mesurados, sino revelándole lo irracional e insoluble del enigma de la existencia.
Kedushá
no es un paraíso, sino una paradoja.
"
(Rav Yosef Dov Soloveitchik, ztz"l, "Sacred and Profane"; en traducción libre)

En síntesis
La Torá nos ayuda a pensar correctamente, es más, nos exige que lo hagamos, pues la Torá/Dios está en el polo opuesto a la narcosis de la fe, ya que rechaza los dulces encantamientos de los mensajeros de la falsa espiritualidad.
Porque, solamente criticando nuestras acciones a la luz de la Verdad podemos caminar con seguridad por esta vida, pues solamente así estamos en condiciones de descubrir que realmente en el paraíso se esconde una serpiente, confusión y malestar.

Moré Yehuda Ribco

 
Relato

Cerrada y oscura era la noche, ni la luna ni las estrellas empalidecían la oscuridad, cuando el incendio comenzó a devorar algunas moradas de madera.
Los habitantes del poblado rápidamente organizaron cadenas humanas, para pasarse los baldes con agua, y de ese modo extinguir eficazmente el fuego.
En poco tiempo las llamas fueron apagadas, sin embargo, el enojo de las personas contra Dios recién se estaba encendiendo.
Unos a otros se decían: ‘¿Cómo Dios que es taaaaan bueno permite que acontezcan tragedias como ésta? ¿Por qué no mandó una lluvia que liquidará milagrosamente el incendio? De hecho, ¿por qué no realizó un milagro para que el incendio no sucediera? Es más, ¿por qué directamente no quitó el poder combustible al fuego, para preservar nuestras propiedades? ¿Qué Dios de justicia es este Dios?’
Y así, unos a otros los pobladores se iban preguntando tontamente, en tanto incrementaban su enojo y tontera.
Hasta que, gritó el que era considerado el más tonto entre todos los tontos habitantes, y dijo: ‘¡Dejen ya de culpar a Dios en aquello que es inocente! ¿O acaso no se dan cuenta que si no hubiéramos tenido el fuego del incendio no hubiéramos podido vernos para pasarnos los baldes con agua y así apagar el incendio?’

Preguntas para meditar y profundizar:

  • El proverbista dijo: "Hijo mío, si tu corazón es sabio, también a mí se me alegrará el corazón." (Mishlei / Proverbios 23:15).
    ¿Por qué dice "también a mí se me alegrará el corazón", si en el verso no dijo nada acerca de alegría del hijo, sino de su sabiduría?

  • El Rav enunció sabiamente: "La espiritualidad no es, en principio, un refugio de compasión y misericordia para el desanimado y desesperado, una corriente encantada para los espíritus machacados, sino un encolerizarse, un torrente clamoroso de la conciencia del hombre, con todas sus crisis, punzadas, y tormentos." (Rav Yosef Dov Soloveitchik, ztz"l; en traducción libre).
    ¿Cuál es la enseñanza práctica de esta frase?

  • ¿Entiendes la enorme diferencia que media entre RELIGIÓN y ESPIRITUALIDAD?
    Comparte con nosotros tus ideas al respecto.

Dios como creador

Basado en una serie de clases del Rab Iaacov Weinberg, de bendita memoria.

Introducción

Es generalmente aceptado, que un sistema de creencias debe tener al menos tres componentes para poder ser llamado religión:

1. El reconocimiento de un Ser Divino que debe ser servido.
2. Las instrucciones de cómo se debe servir a este Ser Supremo.
3. Una retribución y un castigo por cumplir o dejar de cumplir sus instrucciones.

Un sistema de normas puede existir sin estos tres componentes, pero no una religión.

Los Principios de Fe del Rambam son una elaboración de estos tres puntos de la manera en la cual son realizados en el judaísmo. De los 13, hay cinco principios concernientes a la con realidad del Creador, cuatro sobre Su Torá, y cuatro relacionados con la retribución y el castigo. Ya que estos conceptos generales de la existencia del Creador, de las instrucciones del Creador y de la retribución y el castigo son comunes a todas las religiones, los detalles particulares de estos conceptos establecen lo que hace único al judaísmo.

Los 13 principios de Fe del Rambam son únicos, pues son los principios que uno debe aceptar y estar consciente de ellos para poder ser considerado un judío practicante. De acuerdo al Rambam, su aceptación define el requerimiento mínimo necesario para que uno se pueda relacionar con el Creador y Su Torá como un miembro del Pueblo de Israel.

El Primer Principio: Dios como un Creador

Es Absoluto

El primer principio es estar consciente de que hay una causa primera, un ser cuya existencia es absoluta y desde donde proviene toda existencia. Él solo y sólo Él es absoluto. Existe porque existe. Es inconcebible que Él no esté. Su existencia no tiene causa. No hay nada que lo sostiene. No hay nada que lo mantiene. No hay ningún agente por medio del cual entró en existencia. En contraste, todo lo demás que existe es dependiente de Su existencia. Nada existe por sí solo e independiente de Él. Todo lo demás existe porque Él quiere que exista. Él le da a todo su existencia y Él lo mantiene.

La pregunta que debemos formular es porqué un punto filosófico que parece abstruso y abstracto, la afirmación de la existencia absoluta de Dios y la contingencia absoluta de la creación, debe determinar el cumplimiento de las mitzvot de la Torá.

¿Qué ocurre entonces con el judío simple? Carente de la sofisticación de entender este absoluto y su dependencia absoluta, este judío aborda este asunto de la siguiente forma: Sabe que existe un Creador y una creación. Sabe que este Creador hizo el mundo y lo observa. Probablemente tiene un entendimiento vago de la diferencia entre Creador y creación, pero peca en no apreciar que sólo el Creador es existencia absoluta, que toda la existencia depende de Él. ¿Qué diferencia hace esta falta de entendimiento en su apreciación de la realidad?

Su Verdad es Absoluta

La razón por la cual una apreciación de la existencia absoluta de Dios y la contingencia absoluta de la creación es tan importante es porque sólo a través de Su existencia absoluta puede existir una verdad absoluta. Si el Creador no fuera absoluto, sino dependiente de algo más, no podría ser la verdad absoluta. En su lugar, sólo la verdad basada en la fuente del Creador podría existir como absoluto.

La veracidad de la Torá depende del ser una derivación del Ser Absoluto. Si una persona no está consciente de la realidad absoluta del Creador, entonces para él la Torá con sus valores absolutos no puede existir, y no lo puede condicionar. En su lugar existiría una Torá con conceptos relativos a la situación de cada persona. Conceptos de bien y mal sólo pueden ser absolutos cuando derivan de una fuente absoluta. Si derivan de una fuente contingente, van a ser relativos a la situación, a través de la percepción subjetiva e inmediata de la persona.

Los Peligros del Relativismo Ético

Las éticas relativas no tienen sentido. Crean la oportunidad para hacer lo que uno tiene ganas y después crear la justificación para ello. Si uno quiere matar a los ancianos, puede utilizar la justificación de que la calidad de vida es más importante que la vida misma. Consecuentemente, el asesinato se convierte en un acto de amor, en el cual el asesino es visto como un individuo sensible que quiere aliviar al pobre de sufrir una vida sin calidad. Si es un feto al que quiere matar, puede racionalizar que todavía no está vivo. Después sólo tiene que pagar tributo a la dignidad del vivo para poder racionalizar la aceptación y justificar el aborto.

En la sociedad de hoy, aquellos que están preocupados con ser éticos son forzados a adoptar el humanismo y la ética relativa. Empiezan buscando las palabras para justificar lo que les gustaría hacer. El proceso no es tan difícil; siempre se puede encontrar la palabra o la expresión adecuada. En retrospectiva, probablemente, el mundo necesitaba un Hitler para demostrar que no hay acción que el ser humano no pueda justificar a sí mismo y a los demás.

La posibilidad del bien y el mal absoluto depende de la existencia de una verdad absoluta. Pero la verdad sólo puede ser absoluta si el Creador es un Ser Absoluto, ya que sólo aquello que Él crea puede reflejar la verdad absoluta de su Ser. Toda la Torá, toda la moralidad, toda las éticas están sujetas a este principio del Creador como un absoluto.

Logrando una Existencia Verdadera

Ya que nuestra existencia está sujeta a Dios, llegamos a la realidad suprema de la vida solamente conectándonos con Él.

Los psicólogos tienen muchas ideas concernientes a los deseos básicos del hombre. La libido de Freud, el deseo de placer sensual, es una de estas proposiciones. La lucha de superioridad de Adler es otra. Napoleón necesitaba saber que después de su muerte habría estatuas de su persona por todos lados. ¿Por qué? ¿Qué iban a hacer estas estatuas para él? No podría verlas. No podría disfrutar estas afirmaciones de grandeza. No creía ni siquiera que su alma las vería. Stalin necesitaba su retrato por toda la Unión Soviética. La gente busca fama duradera, hacen todo sólo para sentirse especiales y diferentes del resto. ¿Por qué?

Es todo parte de la necesidad de crear una ilusión de ser. La Torá por otro lado nos enseña que el impulso más grande del hombre es su deseo de alcanzar una existencia verdadera y significativa.

El hombre tiene una seguridad inconsciente de que él no existe en un sentido absoluto; consecuentemente busca, lucha por ser, inclusive a través de una ilusión. Toda la vida representa esta lucha por lograr una verdadera existencia. Toda la creación es efímera, toda la existencia es contingente. En realidad no tenemos una existencia propia. Estamos sujetos a la voluntad de nuestro Creador. Se nos da constantemente existencia por Él. Cada segundo de nuestra existencia es un regalo del Todopoderoso. Constantemente renueva nuestras vidas, así como leemos en nuestros rezos diarios, «Renueva con Su bondad, cada día, continuamente, el trabajo de la creación». No existimos ahora simplemente porque existimos hace un segundo. Existimos ahora sencillamente porque Dios nos está dando existencia en este mismo momento.

El verdadero milagro es que Dios nos da una acumulación de memorias y hechos pasados, como si hubiera un continuo con la existencia de ayer. En realidad, esa continuación no existe: cada momento es una nueva existencia, literalmente una creación ex nihilo.

¿Cómo es que a uno se le da esta existencia? Sólo por medio de nuestra conexión con Dios, la única fuente de existencia. Cuanto más cercanos estamos al Creador del Universo, más podemos lograr una conciencia de la realidad.

El impulso básico del hombre es alcanzar esta realidad por medio de conectarnos con Él y anhelando a Dios. El hombre enfrenta una disyuntiva en relación a su elección de una existencia significativa, así como la tiene con sus impulsos; los puede utilizar para acercarse a Dios o para alejarse de Él. La necesidad de experimentar la existencia se puede manifestar al tratar de conectarnos con la Fuente de toda la existencia, el Todopoderoso, o a través de medios engañosos. Para algunas personas este impulso es expresado en la lucha por obtener poder, mientras que en otros se expresa en anhelar la fama. La acumulación de riqueza o la aprobación social, son un engaño popular de este impulso.

La Necesidad de Servir

La vida exige que sirvamos a algo. El hombre es parte de la creación, absolutamente dependiente de Dios, y esta dependencia trae aparejada una necesidad de relacionarse con algo más elevado.

Hay innumerables maneras de lidiar con este impulso humano, pero todas se reducen a la siguiente elección: o uno sirve a Dios o sirve a ídolos. «Ten cuidado, no sea que tu corazón te engañe y se desvíe para servir otros dioses» (Deuteronomio 11:16). «Desvíe» significa alejarse de la Torá; una vez que te alejes de la Torá le rendirás culto a ídolos. (Rashi citando un Sifri en Deuteronomio 11:16).

Los sabios nos enseñan que el hombre necesita conectarse con el Todopoderoso, la fuente de toda la existencia. Para alcanzar esta conexión, el hombre lo debe servir a Él. Si no sirve a Dios de acuerdo a su revelación, se va a apegar a un tipo de idolatría. De la misma forma en que el servicio a Dios provee de significado a la vida del hombre, la idolatría crea una ilusión de significado. Cuando el poder, la fama, la riqueza o la aprobación se convierten en un fin en sí mismos, es una forma de idolatría. La idolatría puede existir en el comunismo, el liberalismo, el ateísmo o el humanismo. El hombre escoge entre conectarse con el Todopoderoso o crear una ilusión a quien debe servir. En cuestiones de escoger, no hay un término medio.

El Significado de la Vida

De todas formas el hombre se relaciona con algo más grande que él o intenta perderse y escapar a una realidad insignificante. La tecnología ha provisto al hombre con muchas oportunidades para perderse a sí mismo. ¿Cuántas horas son perdidas en experimentar los dolores y placeres de otros frente a la televisión o en el cine? ¿Cuánto dinero es gastado en alcohol y en otras drogas por aquellos que buscan evitar las confrontaciones de la vida? Estos escapes no dan una felicidad verdadera. Sólo disminuyen la sensibilidad al dolor que resulta cuando uno no se relaciona con algo más elevado, y por lo tanto, la vida está vacía de significado.

Nada que Idolatrar

Es importante apreciar que la principal consecuencia de no apreciar a Dios como absoluto es que aleja el deseo del hombre de querer servirLo – no deja nada más que idolatría. Si Dios no es absoluto, entonces no es más que un superhombre. La diferencia entre el hombre y Dios se hace cuantitativa y no cualitativa.

Estamos acostumbrados a una jerarquía de poder. ¿Qué tal si Dios es solamente más poderoso que el hombre, en un sentido humano y no Divino? El presidente también es más poderoso de lo que somos nosotros, pero igual sentimos que lo podemos evadir. El hombre puede tanto evitar como manipular a cualquiera más fuerte que él; por lo tanto, nunca serviría a una entidad así. Para que el hombre sirva, es decir, se someta a Dios, el Todopoderoso debe ser esencialmente diferente a él. La diferencia entre él y Dios debe ser cualitativa y no solamente cuantitativa.

La Idolatría como un Trueque

Si este concepto es verdad, entonces ¿por qué encontramos tantas civilizaciones sirviendo a ídolos? El ídolo no tiene una existencia absoluta sino contingente. El ídolo, como aquellos que lo sirven, tiene necesidades y consecuentemente limitaciones y debilidades. La conciencia humana de esta dependencia invita a relacionarse con el ídolo a través del trueque – rendir culto a cambio de una recompensa. La gente va a servir al ídolo siempre y cuando les ofrezca algún tipo de beneficio. A través de la historia, los dioses que fueron favorecidos son aquellos que dieron lluvias y victorias a los deseos de sus idólatras. Esta forma de servir es servirse a uno mismo y no es realmente sumisión. La existencia contingente del ídolo es su debilidad inherente, una que hace la sumisión real imposible.

El reconocimiento de la existencia absoluta del Todopoderoso como la única fuente de existencia es lo que nos une a Él. La sumisión a Él es predicada sobre el conocimiento de que Él es la causa de todo en el mundo y de toda la experiencia que uno tiene de él. Entonces este conocimiento, trae consigo la conciencia de que uno no tiene una existencia absoluta. Es a partir de esta comprensión que Moshé declaró: «Nosotros, ¿qué somos?» (Éxodo 15:8 ver Julin 89a). Estar seguro de que uno no es más que una Creación Divina y estar consciente de todas las ramificaciones de esta realidad es la expresión más elevada del servicio a Díos.

La Única Entidad Permanente

Otra consecuencia del hecho de que Dios es absoluto es la idea de que no es cambiante. Los seres humanos, son afectados por una variedad de cosas y están cambiando constantemente. Uno depende de algo, y cuando eso se altera, uno también debe cambiar. Dios, Quien no es dependiente de nada y que no tiene una causa o fuente aparte de su propio Ser, es inmutable.

El Mundo Venidero

La existencia de un mundo venidero es predicada bajo este principio. ¿Cuál es la diferencia entre este mundo y el mundo venidero? Este mundo es efímero y transitorio, como el parpadeo de un ojo. El mundo venidero es real, actual y eterno. Pero la realidad del mundo venidero depende necesariamente de la cualidad absoluta de Dios, de Su independencia total.

Este artículo es un extracto del libro «Fundamentals of Faith: Insights of

Educación para la justicia

Al crear a la especie humana, Dios nos dio muy pocas instrucciones y reglas; tal como un padre hace con su hijo recién nacido, que va recibiendo educación por medio del vínculo más que por intermedio de palabras y reglas a seguir.

Con el paso del tiempo, el Eterno fue dando unas pocas leyes más, las básicas que permiten establecer una sociedad saludable y constructiva. Como un padre que suma a la educación de su hijo pequeño ciertas reglas fundamentales e indispensables para toda persona de bien.
A los mandamientos básicos para la humanidad se los conoce como Sheva Mitzvot deBenei Noaj – Los Siete Preceptos de los Descendientes de Noé. Son las herramientas esenciales que permiten diferenciar la conducta humana de la de un animal.
Con la aplicación de estos mandamientos y mientras el tiempo seguía transcurriendo, las sociedades humanas iban adquiriendo mayor madurez emocional e intelectual. Esto permitió que en cada sociedad fueran brotando más leyes y normas que aseguraran la vida e integridad de sus integrantes. A diferencia de los preceptos noájidas, estas leyes provenían de la mente humana, por lo que no siempre eran lo más justo y atinado. Tal como cuando niños de 7 u 8 años se reúnen para realizar ciertas actividades en conjunto, por ejemplo jugar, e inventan sus propias reglas que no siempre siguen la normativa dada por sus mayores, y que no siempre son muy coherentes con lo que se entiende por razonable.

Recién cuando la humanidad llegó a un estado de comprensión mayor, algo así como su ingreso a la juventud-madura (su bar/bat mitzvá), pudo ser considerada como responsable, y por lo tanto habilitada para recibir, de parte de Dios, un mayor número de leyes y de metas a cumplir. Tal como un padre y la sociedad hacen con los que dejan de ser niños y comienzan a ser tratados como personas maduras.
Estas leyes maduras que Dios entregó, son las mitzvot, los 613 mandamientos que se hallan en la Torá, y que es responsabilidad de los judíos reconocer y tratar de cumplir.

Los que aceptaron el compromiso, la “aventura” de crecer, los que adoptaron para sí el sistema maduro de legislación fueron los judíos, el pueblo judío en su conjunto.
El resto de las naciones rechazaron en su oportunidad la ocasión que Dios les brindaba para hacerse merecedores de tal estilo de vida arduo y lleno de exigencias.
Pero, ¿qué pasa con aquellos gentiles que tienen el anhelo de llevar una vida más difícil, más poblada de demandas, de severidades, de restricciones?
Para estas personas de entre las naciones hay tres opciones legales y válidas:

  • Reconocer que el sistema de vida noájico es perfecto en sí mismo, porque Dios lo ha dado desde Su Amor y Sabiduría, no queriendo perjudicar en modo alguno a las personas con estas leyes.
  • Sabiendo que los Siete Mandamientos Universales son raíces de los cuales se derivan numerosas normas de vida, costumbres positivas, reglas de crecimiento integral verdadero. Son siete los mandamientos, la exigencia que Dios tiene, pero son decenas, centenas, miles, las conductas maduras, constructivas, desarrolladas que el noájida puede adoptar para sí con amor y disciplina, sin por ello embaucar, ni usurpar el legado santo del judaísmo.
  • Para quien está dispuesto y es firme en su compromiso está entreabierta la puerta a la Familia Judía, exclusivamente a través de una verdadera conversión formal u legal al judaísmo, que implica aceptar el yugo de la Torá y de los 613 mandamientos de por vida. Por supuesto que esas malas parodias de los cristianos que se hacen llamar “judíos mesiánicos”, no tienen ningún valor positivo, no son conversiones al judaísmo, de hecho no tienen nada de judíos. Tampoco son válidas las escenificaciones de la rama “reformista” o sus similares, que no tienen ningún aprecio por la santidad del judaísmo ni por la divinidad de su esencia.

Así pues, tanto judíos como gentiles tienen el camino sagrado dispuesto para llevar una vida de crecimiento integral verdadero, la sacralidad necesaria para desplegar una vida de belleza en este mundo y en la eternidad.

Dios, en su infinita Sabiduría, dio también las instrucciones y utensilios para que cuando se precisara legislar o juzgar sobre lo no expresado en la Torá, se lo hiciera en base a lo que Él considera lo más acertado, y lo más apegado posible a Su Voluntad. Tal como un padre humano amoroso y responsable hace con su hijo ya adulto, al cual educó desde sus primeros momentos, al cual brindó los mecanismos para resolver situaciones personales que no están contempladas por las normas fijas.
Esto Dios lo hizo cuando declaró:

"Cuando te sea difícil decidir en un juicio en tus tribunales… te levantarás y subirás al lugar que el Eterno tu Elokim haya escogido.
Irás a los sacerdotes levitas y al juez que haya en aquellos días y consultarás. Ellos te indicarán la sentencia del juicio.
Harás según la sentencia que te indiquen en aquel lugar que el Eterno haya escogido, y tendrás cuidado de hacer según todo lo que te declaren.
Harás según la Torá [la instrucción] con que ellos te instruyan y según el juicio que pronuncien. No te apartarás de la sentencia que te indiquen, ni a la derecha ni a la izquierda.
"
(Devarim / Deuteronomio 17:8-11)

Esto significa que a partir de la entrega de la Torá, Dios mantiene Su Torá vigente, y permanece como Rey, pero ya no legisla para los humanos, sino que le dio la misión de elaborar leyes a los jueces, rabinos, sacerdotes cultos del pueblo judío.
Tal como un padre espera que su hijo adulto haga, conforme a los reglamentos existentes, a la razón, y al apego a la Ley.

Por lo tanto, desde el momento que Dios entregó a los Sabios de Israel el derecho a legislar; las sentencias y leyes emanadas de ellos tienen el respaldo de Dios, y cuentan con todo el peso legal como para ser consideradas leyes indirectamente ordenadas por Dios. Son leyes para el pueblo judío y para los habitantes gentiles del estado judío, pero no tienen carácter de obligatorio para el gentil que reside fuera del estado judío.
Sin embargo, los gentiles también tienen el mandamiento de legislar, de dictar jurisprudencia, de llevar una vida de justicia, es una de las exigencias que Dios impuso a los gentiles. Esto se consigue estableciendo poderes legislativo y judicial y deteniendo la anarquía y la corrupción que se derivan del EGO.

Toda ley que se presente como venida de Dios y que sea contraria a Su Torá, indudablemente no es de Dios sino de personas que se oponen a Su gobierno.
Toda ley humana que se pretenda como divina y que no haya surgido de la sentencia de los Sabios de Israel, es contraria a lo que el Eterno ha manifestado como Su Voluntad.

Es importante conocer esto, entre otras cosas porque así reconocemos la confianza que Dios deposita en la humanidad: nos tiene tanta confianza que nos da la oportunidad para conducirnos a nosotros mismos, y no ser marionetas en Sus manos, o como animales que son guiados por sus instintos, o como personas inmaduras que son juguetes de sus deseos pasajeros.
Pues Él nos ha dado las herramientas, nos facilita la materia prima, nos muestra la meta a alcanzar, y nos otorga la libertad madura como para convertirnos en trabajadores de nuestra propia edificación personal y colectiva.

Moré Yehuda Ribco

Relato a propósito del comentario

Cuenta el muchacho a sus amigos: "El día que me perdí en el bosque, se venía la noche y yo estaba desesperado porque tenía muchísimo miedo, y no encontraba ninguna pista que me trajera de regreso. Entonces, con todas mis fuerzas hice una tefilá -rezo- pidiendo a Dios que hiciera algo para salvarme y rescatarme de tan difícil situación."

Preguntan sus amigos: "¿Dios te respondió?"

Contesta el joven: "¡No!, ¡Nada de nada!
Ni bien terminé de decir la última palabra de mi tefilá apareció el guardabosques y me llevó inmediatamente al camino correcto…"

La autoridad del líder

El recién coronado rey de Israel, Rejabam hijo de Shelomó, fue puesto ante una difícil situación: el pueblo reclamaba pagar menos impuestos, al tiempo de gozar de mayor libertad civil, o habría una revuelta y secesión.
El rey debía escoger, era su obligación decidir, estaba en la urgencia de brindar una respuesta autorizada y llena de poder, pero no se sentía capacitado para hacerlo… ¿o tal vez no se tenía suficiente confianza?
El hecho es que demostró su inseguridad, su falta de vigor emocional, su incapacidad de liderazgo.
Era rey pero actuaba como niño, en muchos aspectos y en pocos versículos de conocerlo.
Entonces, al menos hizo algo inteligente:

"…el rey Roboam consultó a los ancianos que habían servido a su padre Shelomó [Salomón], cuando aún vivía, y preguntó: -¿Cómo aconsejáis vosotros que yo responda a este pueblo?
Y ellos le respondieron diciendo: -Si te constituyes hoy en servidor de este pueblo y les sirves, y al responderles les hablas buenas palabras, ellos serán tus siervos para siempre."
(1 Melajim / I Reyes 12:6-7)

Es un consejo muy sabio, de gente entendida y experimentada.
Hábiles políticos a cargo, personas con esa ductilidad propia de los que manejan las cuestiones gubernamentales y empresariales.
Un consejo saludable, cuando es aplicado con bondad y justicia; un consejo realmente maquiavélico cuando está motivado por el deseo de manipular y conquistar al otro.
Si quieres ejercer verdadera autoridad sobre otros, y no autoritarismo; si quieres ejercer tu poder y no tu prepotencia, entonces, sé humilde, sé manso, sé servicial con aquellos que quieres que te sigan.
El prócer uruguayo, Don José Artigas, tiene una famosa frase a su haber: “Mi autoridad emana de vosotros y ella cesa ante vuestra presencia soberana”.
Esa es la idea esencial, el verdadero poder del líder no se encuentra en su capacidad de aplastar a los súbditos, ni en reprimir con violencia, ni de censurar injustamente, ni de bloquear las comunicaciones, ni de restringir el crecimiento de los ciudadanos, ni de aprovecharse de las debilidades y falencias, ni de mentir y llevar por sendas de dolor y oscuridad, nada de eso es lo que caracteriza a un verdadero líder.
El líder está para conducir al pueblo con bien y bondad, con justicia y rectitud, con lealtad.
Cuando el que se pone en el lugar de líder abusa de la gente, se aprovecha, fabula para manipular, presiona, amenaza, secretea, usa información privilegiada para esclavizar a los otros, todo ello es síntoma de que no cuenta con la capacidad de liderazgo pero sí con la oscura habilidad del manipulador.
El buen líder habla con palabras bondadosas, incluso cuando debe amonestar o prohibir o castigar.

Sin embargo, tengamos cuidado.
Los hábiles manipuladores, seudo rabinos, pastores, clérigos mesiánicos o seudo noájidos, líderes “adámicos”, fetraficantes de superación personal, cabalisteros, así como otros artistas del engaño y la perdición aprenden bien pronto las técnicas de la venta fraudulenta, de la trampa, de la estafa, de la manipulación emocional. Te dirán cosas bonitas, te harán sentir como en casa, te darán dulces, te ofrecerán su supuesta amistad, te serán consejeros amables, te inventarán paraísos y esperanzas nulas en la realidad, serán buenos contigo, solamente porque quieren que tú seas sus esclavos por siempre. Míralos como se arrastran para conseguir tus ofrendas, tus diezmos… obsérvalos coquetear para obtener el sexo prohibido… atiende a sus gestos perversos, cómo te ordenan repetir lemas, asistir a reuniones, leer libracos, pagar cursos, decir “amén”, levantarte y sentarte, alzar tu mano derecha, cantar lo que no te interesa, bailar como idiotas, comer lo que te asquea… sí, presta atención, ellos están ahí, seguramente ante ti, son tus pastores, tus jefes de congregación, los cabezas de tus células, los que son dueños del garaje o local en donde te congregas para rezar a muertos e inexistentes…
Astutos como su maestro, el serpiente del Edén. Taimados como su maestro, Pablo el falso judío de Tarso. Gente que no te dirá de frente cosas desagradables, pero a solas te hará sentir que eres peor que una inmundicia. Ante la comunidad te afrentará, te echará, amenazará, maldecirá… no tienes derecho a preguntar, a opinar, a pensar, solamente a ser oveja, a reír por sus estúpidos chistes, a repetir sus insulsas palabras poéticas-proféticas sin sentido, a ser uno más de sus peones en sus juegos diabólicos.
Y tú… tú lo haces…
Y te enfadas porque te aviso que estás siendo manipulado. Y te encierras aún más en tu celdita mental, tan pequeñita que ni luz entra ya.
Te aferras a tu pastor, te encadenas más fuerte, rechazas el consejo sabio, te fatigas de solo pensar en vivir de una manera más digna.

Eres cómplice del estafador, porque a sabiendas colaboras con él en su arte de estafarte.
Y te piensas muy vivo, genial, porque vives en tu mundo de fantasías, mediocre, sin sentido, plagado de mentiras, lleno de supersticiones, impotente, postrado, con miedo, inútil.
Dejas marchitar tu potencial sagrado.
Te burlas de los demás y crees que eres más listo que Dios.
Pero no puedes engañar a tu esencia espiritual, ni cambiar la realidad porque imaginas que con secretitos mágicos el mundo se postra a tus pies.
Tendrás que rendir cuentas de tus actos.
No habrá más excusas, ni mentiras, ni tontas justificaciones.
Ahora echas culpas, te haces la víctima, dejas que te manipulen, pero llegado el momento de la verdad… ¿adónde te piensas que te podrás escapar?
Te cavas tu fosa y te introduces de lleno en ella.
Te crees muy vivo, o tan torpe que dejas que el pastor sea quien te controle con su mando a distancia.

Haces caso a la voz corrupta del EGO.
Tienes tanto por des-aprender antes de poder aprender a ser…

No tienes poder, no tienes autoridad, no tienes futuro, a no ser que rompas el yugo oscuro que te has adosado sobre tu cuello.
Rompe ya los lazos tóxicos con ese líder enfermo que te gobierna y con la congregación de desbarrancados que te rodean.
Lava tu alma, remienda tu corazón, acepta tu fracaso de vida, porque cuando lo haces es que puedes comenzar a purificarte, a santificarte, a crecer.

Dios te espera.
Una buena vida te espera.
Pero depende de ti.

Tú tienes la autoridad, el poder, la capacidad.
Solamente si así lo quieres y das los pasos necesarios para hacerlo real.

Resp. 1004 – Es normal sentir el fuego de Dios?

Martin1111 nos consulta:

1- Yo era el mas ateo de todos,
2- el mas pecador en todos los sentidos,
3- me converti al cristianismo porque Dios me hablo en un sueño con un numero 1111,
4- despues este numero comenzo a apaercer por muchos lados como coincidencia.
5- Sin embargo, siento un llamado muy fuerte con el Judaismo,
6- no estoy seguro de Jesus como mesías o dios,
7- pero mi espiritu clama a gritos al Dios de Jacob y de Habram,
8-  cuando oro a El siento un fuego que recorre mi ser.
9-  perdon si esto suena raro, inclusive el lenguas muy simila
Martin Thorner, 30 años, Logistica, Distrito Federal, Mexico

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Pasos para vivir mejor

Cuando cometes un error, te equivocas, te apartas de la senda correcta, te desvías de la armonía que significa vivir como constructor de shalom, estás en desbalance, estás afectado por alguna dolencia en alguno de tus planos. Sea social, sea emocional, sea mental, sea espiritual o incluso físicamente, el errar te perjudica.
Entonces, para recuperar en alguna medida la estabilidad, para sanar, para restaurar tus capacidades, es imperioso que transites un camino de arrepentimiento, que sigas los pasos para armonizar lo que tu acción negativa ha perjudicado.
Te daré ahora unos simples, concretos, sencillos y necesarios pasos para rectificar tu vida, traer luz, promover el bienestar interno y externo.
Prueba estos pasos de rectificación, llamado TESHUVÁ en el idioma de la creación, y notarás maravillosos resultados.

  1. Reconoce que pasó algo malo, que quiebra el orden, que empobrece la salud.
  2. Reconoce que tu eres causante, en mayor o menor grado, de lo que pasó.
  3. Quiere solucionar lo que has perjudicado.
  4. Haz lo que esté a tu alcance para remediar lo que has perjudicado.
  5. Pide perdón a quien has ofendido y luego a Dios.
  6. Comprométete a no volver a cometer el mismo error.
  7. Acepta las consecuencias de tus actos u omisiones.
  8. Dona dinero a necesitados o a organizaciones que promueven la construcción de Shalom.
  9. Perdónate.

El EGO te llevará al fracaso en cualquiera de estos pasos, generalmente encontramos mil excusas para no concluir satisfactoriamente este proceso de rectificación.
Inventamos justificaciones para no tomar conciencia de lo malo de nuestras acciones,
o no nos hacemos cargo en lo que nos corresponde,
o negamos la posibilidad de que haya soluciones viables.
Luego transitamos por la vergüenza, miedo o alguna otra manifestación sentimental para no actuar positivamente,
escapamos ante la sola mención de enfrentar con humildad y abiertamente a quien hemos dañado.
Nos olvidamos de lo mal que hicimos y volvemos a caer en el error,
pretendemos no hacernos cargo de lo que hemos provocado, aunque hayamos pedido perdón y obtenido las disculpas del caso.
Y sí, el EGO también aprovecha para mortificarnos, auto flagelarnos, despreciarnos, perseguirnos, culparnos, involucrarnos en obsesivas ideas de venganza y pobreza emocional, porque no nos sabemos perdonar.

Amigo mío, estamos en un momento en el cual este proceso es necesario, es vital.
Prométeme que lo harás y luego me contarás los resultados.

Resp. 994 – ¿SI SOY ATEO ME VOY AL INFIERNO?

Sebastián nos consulta:

HOLA, ES LA PRIMERA VEZ QUE HAGO UNA PREGUNTA.
1- DEACUERDO A LOS QUE HE LEÍDO EN ESTE SITIO, SOY NOAJIDA, PERO SOY ATEO,
2- ¿ME IRÉ AL INFIERNO?.
3- TRATO DE SER BUENA PERSONA, NO ROBO NI HE MATADO Y TRATO DE SER UN BUEN CIUDADANO,
4- PERO SI NO ACEPTO LA CREENCIA EN UN SER SUPERIOR EN MI CORAZÓN, COMO EN EL CRISTIANISMO, AUN ASÍ UN DIOS ME JUZGARÁ Y HARÁ QUE YO ARDA EN UN INFIERNO?
5-  O A ¿DONDE VAMOS LOS NOAJIDAS JUSTOS, PERO ATEOS CUANDO MORIMOS,DESDE EL PUNTO DE VISTA JUDÍO?
espero su respuesta y desde aho
sebastian sanabria, 20 años,polítologo ciudad de méxico

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Tienes la capacidad de cambiar al mundo

Como es nuestra costumbre, comparto contigo alguna enseñanza noájica a partir de la lectura semanal pública de la Torá judía. Si bien la Torá es heredad de la congregación de Israel, un patrimonio propio y no transferible, es cierto que se encuentran buenos tesoros que enriquecen sanamente la vida de toda persona, sea judía o noájida. Siempre y cuando esté el pan horneado con la receta justa, de acuerdo a los parámetros que hacen de la “buena intención” una bendición y no meramente una excusa para llevar al error.
Así pues, hermano noájida, te invito a disfrutar juntos de este sabroso plato aderezado para tu crecimiento multidimensional.

He seleccionado para ti de la parashá los siguientes temas:

1. El ser humano encuentra a menudo la oportunidad de elegir entre hacer el bien o no, de elegir lo bueno o no. Recordemos que a cada acción corresponde una reacción.

2. Está prohibido añadir o quitar de los mandamientos que la Torá ha ordenado. Son 613 para los judíos, que se encuentran en la Torá; en tanto que oralmente Dios dictó y establece como pacto perpetuo que sean Siete los Mandamientos Universales para todas las naciones. Ni uno más, pero tampoco ni uno menos.

3. Es muy grave prestar atención a falsos profetas, gente que viene y habla en nombre de Dios pero que su mensaje es contrario a lo que Dios quiere; o a los que profetizan en nombre de dioses, para desviar a la gente del camino del bien y la justicia.

4. Leyes de kashrut, que es la dieta alimentaria que corresponde a los hijos de Israel. La idea fundamental de estas leyes no está en preservar la salud física, sino en fortalecer la identidad espiritual judía, nutrir espiritualmente específicamente a los que son judíos. Las personas gentiles no obtienen ninguna ventaja real por consumir estos alimentos o guardar esta dieta. De hecho, puede llevar a perjudicarlos, al hacerles creer que están haciendo algo “sagrado” y necesario, cuando en realidad es totalmente ajeno al sentido de la espiritualidad noájica. Aunque, puede tener ventajas secundarias para el gentil, pero que realmente no tienen relación directa específica con su identidad espiritual, ni lo que su espíritu precisa para cumplir su misión sagrada en este mundo.

5. Son fundamentos del judaísmo, así como para el noajismo, el ser solidario, generoso, misericordioso, caritativo. Ayudar al prójimo en todas las formas posibles sin que conlleve sacrificio para el que da.

6. Para el miembro de Israel es de gran importancia de mantener vigentes las festividades ordenadas por la Torá, para conectarlo con SU pasado, alegrarle en SU presente y dar sentido a SUS acciones hacia el futuro. Las festividades propias de los judíos tienen algunas ramificaciones que pueden ser compartidas sanamente por los noájidas, siempre y cuando no lleve a confusión, usurpación o errores.

Dice la parashá: “¡Mira! Hoy pongo ante ti la bendición y la maldición” (Devarim / Deuteronomio 11:26)

El Talmud, Kidushin 40, nos enseña que una persona debe considerar que el mundo se encuentra en un estado de equilibrio dinámico, se balancea entre lo meritorio y lo infractor.
Cada acción sirve para inclinar la balanza hacia uno u otro lado. La persona debiera tomar esto en cuenta a la hora de hacer alguna elección. Porque la vida es toma de decisión, aunque no nos demos cuenta, a cada rato tenemos que optar.
Si cumplimos con alguno de los mandamientos que nos corresponde, o si actuamos de manera buena y justa, entonces contribuimos con nuestro grano de arena para favorecer el despliegue del bien; pero si hacemos lo contrario, estamos patrocinando a la oscuridad.

En consecuencia, la Torá enseña a cada uno: "¡Mira!". Hoy, ahora, en este momento puedes escoger la bendición o la maldición, actuar como constructor de Shalom o encarcelarte en el egoísmo.

Parece mucha responsabilidad, pero Dios confía en ti, por eso te da la oportunidad de tomar la decisión.
Dios confía en ti, sabe que tienes la capacidad para ser Su socio en la tarea de hacer de este mundo un paraíso terrenal.

Relato: El camino de la autoestima

Ésta es una vieja historia, de la cual hemos encontrado diversas versiones.
Comparto contigo hoy una de ellas.

Un labrador iba con su hijo a la feria de un pueblo cercano y llevaban un mulo viejo.
Cuando pasaron por una aldea, algunos hombres comentaron lo tonto que resultaba llevar un burro e ir andando, por lo que el labrador le dijo al hijo que se montara inmediatamente al animal, mientras ponía una sonrisa en su rostro y la dirigía a los aldeanos.
Pasaron por su lado unas personas y descalificaron al niño, lo tildaron de desconsiderado por permitir que su veterano padre fuese andando mientras él iba sentado en el cuadrúpedo, ante lo cual el hijo se bajó presuroso y dejó al padre su lugar. Todo esto mientras posaban amablemente ante los criticones.
Al rato, otros hombres comentaron lo injusto que era que fuese el padre subido al burro, cuando era un hombre fuerte y experimentado, en tanto que el hijo era aún muy joven y seguramente terminaría exhausto de la dura caminata.

Por supuesto que veloces decidieron subirse los dos encima del asno, para que unos momentos más tarde unas mujeres criticaran la escena, pues el animal era demasiado viejo para llevar tanto peso.
¿Qué hicieron?
Auparon al burro entre los dos y así marcharon rumbo a la feria, pero se encontraron con un grupo de gente que se burlaba y hacía fiesta por verlos en tan grotesca situación.
El ruido y la extraña postura pusieron nervioso al burro, quien se encabritó y salió corriendo. En su presurosa huida no vio un pozo y allí cayó.

Preguntas para repasar y reflexionar

1. ¿Cuál es la moraleja?

2. ¿Qué simboliza la caída final del burro en el pozo?

3. ¿Por qué actuaban así el anciano y el niño?

4. ¿Cómo relacionas este relato con el contenido de la parashá?

5. ¿Te parece que esta enseñanza tiene alguna relevancia para la vida cotidiana?

6. ¿Conoces algún otro relato o anécdota que tenga similar contenido?

Mundo venidero

Debemos preocuparnos por cada cosa en su justa medida. El tema del mundo venidero con todo lo que eso conlleva es causa de preocupación en muchas personas. ¿Herencia del cristianismo, de sus miedos?, tal vez.
Mantuve una conversación con una persona sobre el tema, obtengo algunas reflexiones que comparto con vosotros.
En lo personal, llevo mas de 14 meses sin trabajo, viviendo en un país donde la tasa de desempleo supera el 20 % y la de paro juvenil el 46 %. Mi hijo mayor con casi 25 años ha perdido hace tiempo ya su trabajo y no encuentra otro, debió vender de urgencia su coche y lo sigue pagando sin tenerlo. Tengo una hipoteca de la cual me quedan aun 15 años por pagar, sobre la cual pedí dos años de carencia y abono solo los intereses. Tengo dos prestamos personales, la amenaza de acciones judiciales esta a la vuelta de la esquina. Vivo en un lugar que no me agrada, gris lluvioso con nieblas, deprimente, con una calidad humana bastante baja. Tengo incertidumbre por mi futuro y el de mis hijos. Debido a mi carácter o EGO, me enfado y a veces me desboco. A todo esto vamos a sumarle los problemas del entorno de amistades, que pueden afectar en mayor o menor forma a la vida diaria.
A todo esto sumemos la situación en el mundo, guerras, hambrunas, crisis económica, delincuencia, drogas y un largo etc, y por si todo esto fuera poco, estemos pendientes de lo que ocurre en el sur de Ysrael con los terroristas de hamas.
Tal vez me quedaron cosas en el tintero, ¿ os digo esto para contaros mi vida ?, en realidad no, pero, con todo esto, ¿ debemos preocuparnos por el mundo venidero, como o donde sera o que hará cada uno alli? mas bien ¿ no debemos buscar las herramientas para hacer de este mundo que vivimos un lugar mejor para nosotros y nuestros semejantes ? ¿ tal vez no sea una especie de entrenamiento para el mundo venidero ?.
No lo se, y realmente no me preocupa el saberlo, ¿ voy a agregar mas preocupaciones a las que ya tengo ?, sería masoquismo.
Que pronto podamos estar en el Olam haba, cuando estemos allí, ya se nos dirá lo que debemos hacer, donde y como.

Es el amor… amor profundo

Esta semana corresponde a los hijos del pueblo judío que lean la parashá llamada Ekev ("Como consecuencia").
Es una lectura para los judíos, del libro judío llamado Torá, con preceptos para judíos, con enseñanzas de judíos y para judíos.
Pero, podemos tomar para los noájidas sabias lecciones de vida, que nos lleven a un mejor relacionamiento con el prójimo, proximidad con el familiar, encuentro consigo mismo y fidelidad con el Eterno.
Veamos pues cual es el buen pan que hemos horneado para ti con los sabrosos ingredientes que te harán bien aquí y en la eternidad.

Amar es cumplir
En esta sección se indica reiteradamente que el amor verdadero por Dios se expresa exclusivamente en el cumplimiento de los preceptos que Él nos encomienda. En el caso específico del noájida son los Siete Mandamientos Fundamentales, que no debe el noájida usurpar nada del judaísmo, ni atribuirse mandamientos que no son tales para él. Es bueno tomar normas de conducta positivas, especialmente en lo que refiere al trato bueno y justo, ético con el prójimo, así como todo aquello que potencie el cumplimiento de los Siete sin llevarlo a desnortarse.

Así pues, el amor es un eje central, de acuerdo a lo que esta sección manifiesta.
Tal como comprobamos:

"Amarás al Eterno tu Elokim,
¿cómo?
guardarás Su ordenanza, Sus estatutos, Sus decretos y Sus mandamientos,
¿cuándo?
todos los días.
"
(Devarim / Deuteronomio 11:0)

Cuanto más preceptos se cumplen,
conduciéndose lealmente según su propia identidad espiritual,
entonces,
más alto es el grado de amor que está manifestando la persona,
y mayor el amor que recibe (ver Irmiá / Jeremías 31:2, y TB Ioma 54a).

El amor es…
Ahora bien, es imperioso que quede claro el concepto de "amor".

El amor verdadero no es un torrente de emociones, ni sentimientos que se escapan de control, ni siquiera bellas palabras, o pensamientos obsesivos en torno al amado.
Tampoco es una intensa confesión de fe y fidelidad, pero que carece de materialización.
Ni es una pasión del alma, o una entrega desenfrenada y sin objetivo.
Ni siquiera es alcanzar un vasto conocimiento intelectual del sujeto amado, de sus cualidades y circunstancias.

El verdadero amor queda definido por la Tradición sagrada como: actuar de acuerdo a lo que es de mayor beneficio objetivo para el amado y el amador.

Como Dios no precisa nada de nadie,
ni se beneficia absolutamente en nada como consecuencia de los actos/sentimientos humanos;
entonces,
nuestro amor por Él se halla en actuar conforme a Sus mandamientos eternos que nos corresponden,
ya que es ESO lo que Él nos reclama.
Así pues, para amar a Dios los gentiles deben cumplir lo mejor posible con sus 7 preceptos, en tanto que los judíos deben abocarse a los 613 mandamientos de la Torá (TB Menajot 43b, Rosh Hashaná 4a).
Por su parte, el amor de Dios por Su creación se reconoce por la misma existencia de todo lo creado (Hoshea / Oseas 14:5), ya que nada existe si Dios no lo permite, ni nada hay perfecto y sin tachas, excepto Él.

Tal es la regla del amor que se establece en nuestras relaciones sociales.
Amamos en verdad cuando
nuestras acciones sirven para ayudar a desarrollar las mejores potencialidades de nuestro amado,
y de paso,
sacamos a relucir lo mejor que hay en nuestro interior.
Es decir, en el encuentro con el otro, tal como él es realmente, es cuando comenzamos a esbozar nuestro amor.
Y recién cuando actuamos en provecho del otro, sin esperar nada a cambio, es que le estamos amando.

Al respecto, un famoso psicólogo y pensador judío (instruido en nuestra Tradición, aunque bastante apartado de su cumplimiento) alguna vez escribió: "El amor sólo comienza a desarrollarse cuando amamos a quienes no necesitamos para nuestros fines egoístas." (Erich Fromm, "El arte de amar").
Esta frase es un eco de la antiquísima enseñanza de nuestros Sabios, expresada en Tanna Debe Eliahu 26: "El amor ha de ser perfectamente generoso (no egoísta), y ha de regular todas las relaciones entre las personas".

Otro judío contemporáneo, famoso por su comprensión de los recovecos de la espiritualidad moderna, que suele estar apartada del mensaje de la Torá, dijo alguna vez: "El amor intuye algo que no existe todavía en el otro… intuye las posibilidades personales que todavía no han sido realizadas, posibilidades que todavía están escondidas… y entonces trabaja para realizarlo…" (Viktor Frankl, "Logoterapia y análisis existencial").

El soporte del amor
Por otra parte, es un fundamento muy endeble el amor sin el contrapeso del juicio y la justicia.
Según aprendemos de la enseñanza cabalística, para alcanzar el equilibrio es imprescindible contar con el adecuado balance entre ambos principios.
Ya que el juicio excesivo, conlleva rigidez y temor, lo que dificulta el crecimiento y el desarrollo de las cualidades placenteras de la vida.
Pero el amor sin reglas claras, precisas, objetivas y trascendentes, se convierte en una trampa que engolosina y termina por extraviar.
Para el humano son indispensables los límites al amor, para no transformar una relación trascendente, en algo tóxico, perjudicial.

Así pues, para que tanto el amor como el rigor sean saludables y de bendición, necesariamente deben estar enmarcados por las reglas expuestas por la Torá, sin concesiones extrañas, ni apelar a facilismos que terminan por engañar.

Amor con justicia y justiciero amor.

El placer de amar
Aunque parezca increíble, cuando estamos movidos por la generosidad y pureza de intención, cuando menos nos interesan las ganancias y el gozo egoísta, es cuando más oportunidades tenemos de encontrar satisfacción y felicidad objetiva.

En parte esto es así porque siguiendo la ley de la "acción-reacción" (también conocida como mida kenegued mida, o de la justa compensación) , obtenemos aquello que damos. Si proveemos generosamente, estamos en condiciones de recibir ampliamente.

Otra causa la descubrimos cuando comprendemos que todos somos parte de un gran organismo, de la creación del Eterno, y que provenimos de la misma Fuente.
Cuando nuestro prójimo se beneficia por nuestra acción, en realidad estamos colaborando indirectamente con nuestro bienestar, puesto que el bien de uno es el bien del conjunto (a partir del Sefer Tania, Hisvaadiyus 5745, Vol. 3, p. 1423).

Otra causa, según el mismo Frankl dijera: "La felicidad no se puede buscar nunca directamente. Sólo puede venir como consecuencia de haber entregado lo mejor de nosotros mismos por una causa noble". ("El hombre en busca de sentido").
Es decir, el placer solamente se alcanza cuando no lo está persiguiendo afanosamente, ni cuando el gozo es la única finalidad de la vida.
Sino que el placer real surge como un producto derivado de una acción que es beneficiosa para otra persona, y/o que está en correspondencia con lo que Dios demanda de la persona (al respecto ver Rambán a Devarim / Deuteronomio 6:4).

Milenios antes, y con una Sabiduría superior, hallamos este mensaje en la perfecta Torá de Israel, pues le enseña a los judíos, y a través de ellos a los gentiles, que cuando actuamos movidos por el verdadero amor, finalmente llegamos a obtener diversas bendiciones espirituales y materiales, tal como está dicho:

"Y será que por haber obedecido estos decretos,
por guardarlos y ponerlos por obra,
el Eterno tu Elokim guardará para contigo el pacto y la misericordia que juró a tus padres.
Él te amará, te bendecirá y te multiplicará…
Así comerás y te saciarás.
"
(Devarim / Deuteronomio 7:12-13; 11:15)

El compendio de Hillel el anciano
El sabio Hillel resumió todo esto que hemos visto en una breve sentencia, digna de ser recordada y llevada a la práctica asiduamente:

"Sé uno de los alumnos de Aarón,
que ama la paz y la persigue,
ama a las criaturas y las aproxima a la Torá
"
(Avot 1:12)

¿A cuál Torá?
Pues, al judío a la Torá escrita y oral, tal cual es heredad y posesión de Israel desde que Dios la entregara al pueblo judío.
Para el gentil es la Torá noájida, que son los Siete Mandamientos Fundamentales.

Moré Yehuda Ribco

 

Relato

Luego de mucho tiempo de espera, aquel hombre por fin se presento frente a su Rebbe. Estaba esperando recibir una bendición de parte del iluminado varón, para de ese modo transitar mejor por la vida.
Sin embargo, se llevó una sorpresa, pues ni bien estuvo parado ante el maestro, éste le dijo: ‘Moishe, ¿qué haces que aún no te has puesto a enseñar Torá?’
Y él contestó: ‘Pero Rebbe, ¿qué puedo enseñar yo? ¡Si apenas conozco el alef-bet!’
A lo que el Rebbe indicó: ‘Moishe, Moishe. Mientras no avances en tus estudios, si eso es lo que sabes, debes enseñar la bet al que solo conoce la alef’.

Preguntas para meditar y profundizar:

  • ¿Cómo se puede relacionar este relato con el comentario que brindamos de la parashá?

  • El profeta dice: "Le castigaré por sus caminos y le pagaré conforme a sus obras." (Hoshea / Oseas 4:9).
    A partir de esto, ¿podemos reconocer que son las acciones lo que determina la retribución que Dios da a la persona, o acaso son los sentimientos o creencias?