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Resp. 1006 – Dios puede tocarme?

miguelsoy nos consulta:

Soy creyente de Dios, soy practicamente de las leyes de Noé. Sucede que orando a Dios el muchas veces, creo que es el, hace que mueva mi cuerpo, mis brazos y demás, en muchas ocasiones me ha pasado. También la última vez sentí un frio que bajaba en mi y sentí mucho miedo. ¿Eso es obra de Dios? ¿Debo temer o seguir buscandolo?
Miguel Gonzàlez, 27, comerciante, Caacupé, Paraguay

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Descripcion de la realidad ( un poco en sorna)

Esta es la letra de un compositor y músico uruguayo de origen judio, la letra puede sonar algo fuerte pero, ¿ no encontrais similitudes con algunos que conocemos ?

Yo vendo Tranvías, yo vendo buzones,
anuncio ardillitas y entrego ratones.
Yo tengo un buen fato por Pazo Carrazco
secuestro a los gatos y vendo churrascos.
Soy un jodedor, soy un jodedor, soy un jodedor, soy un jodedor.

Yo vendo ilusiones y aquel que me pague
lo dejo solito pensando divagues.
Yo vendo consejos, alquilo confianzas
señora le vendo un avión de Luftansa.
Soy un jodedor, soy un jodedor, soy un jodedor, soy un jodedor.

Yo vendo Obeliscos por torres hermosas
anuncio mariscos y sirvo babosas.
Yo vendo basura por buenos pasteles
anuncio cultura y entrego papeles.
Soy un jodedor, soy un jodedor, soy un jodedor, soy un jodedor.

Yo vendo versículos bien disfrazados
los visto de versos y están colocados.
Yo vendo sermones en trajes de tesis
anuncio canciones y doy catequesis.
Soy un jodedor, soy un jodedor, soy un jodedor, soy un jodedor.

Yo vendo sandías, yo vendo ciruelas
odontología y dolores de muela.
Yo vendo artimañas para hacerse rico,
también las hazañas de Paco y de Pico.
Soy un jodedor, soy un jodedor, soy un jodedor, soy un jodedor.

Yo vengo algún día, prometo promesas
declaro alegrías y enchufo tristezas.
Yo vendo futuros, yo vendo alcancías
yo vendo canguros en Villa García.
Soy un jodedor, soy un jodedor, soy un jodedor, soy un jodedor.

Yo vivo del fraude, yo soy un farsante,
no importa la cosa es marchar pa´delante.
Yo vendo a quien sea, si pagan un peso
por dos yo me vendo a mi mismo y por eso
Soy un jodedor, soy un jodedor, soy un jodedor, soy un jodedor.

Yo vendo trabajo a los desocupados,
y a cambio les saco el salario ganado.
Yo digo que canto los versos del pueblo
y si puedo con la dictadura me areglo.
Soy un jodedor, soy un jodedor, soy un jodedor, soy un jodedor.

Yo digo que rimo todas las estrofas,
y a veces deslizo palabras tramposas.
Yo vendo palabras en vez de las cosas,
palabras que quieren decir esas cosas.
Soy un jodedor, soy un jodedor, soy un jodedor, soy un jodedor.

En vez de palmitos te doy alcauciles
predico la paz y fabrico misiles.
Yo vendo la guerra y compro la ciencia
predico la paz, pero inculco impaciencia.
Soy un jodedor, soy un jodedor, soy un jodedor, soy un jodedor.

Yo vendo espejitos muy lindos, señores,
también tengo mitos de todos colores.
Como el que proclama que el nunca rez
y reza hasta el programa de Trotsky en la mesa.
Soy un jodedor, soy un jodedor, soy un jodedor, soy un jodedor.

Yo vendo Camilos en tren de Camellos
empiezo la guerra y digo que son ellos.
Yo venda gallinas con huevos de oro
das vuelta la esquina y son huevos de toro.
Soy un jodedor, soy un jodedor.

A los militares le vendo civiles,
y a los civilistas napalm y misiles.
A los dictadores les doy carreteras
y luego a sus bancos les vendo carteras.
Soy un jodedor, soy un jodedor, soy un jodedor, soy un jodedor.

Te ofrezco bellesa, vendo cirujías
y te dejo la cara peor que la mia.
(Soy bastante jodedor, soy un poquito jodedor,
soy bastante jodedor.
Yo soy jodedor porque digo que soy
a pesar de no serlo y por eso lo soy.
Que soy un jodón, que soy un jodón,
que soy un jodón, que soy un jodón..

Leo Masliah.

Torá viviente

La Torá judía fue dada por el Eterno a los judíos, por intermedio de Moshé, a partir de un día de Shavuot de hace 3300 años y pico.

Algunos siglos antes, por intermedio de Noaj, Dios entregó a todo el mundo la Torá noájica.

El mundo entero cuenta con un código real, divino, para descubrir la Voluntad del Padre hacia cada uno.
El gentil con su propia Torá, compuesta de Siete Mandamientos Fundamentales, que deben ser cumplidos por cada uno y trasmitidos de una generación a la siguiente.
El judío con la Torá de su nación, que incluye 613 mandamientos que Dios dispuso para los judíos, así como narraciones particulares de la nación judía y algunas claves para compartir saludablemente con los vecinos gentiles.

Sabemos que las naciones del mundo bien pronto dejaron de lado su patrimonio sagrado, a pesar de ser santo, de ser puro, de ser de origen divino, de ser el pacto con Dios, de ser sencillo de cumplir, de ser base para la vida ética, a pesar de no comprometer a grandes esfuerzos ni sacrificios, a pesar de brindar una buena vida aquí y en el reino de los cielos, a pesar de tanta ventaja, a pesar de todo esto, bien pronto las naciones se descarrilaron.
Lo más triste es que aún hoy siguen en la senda de la derrota, del desvío.
Usurpan identidades, se disfrazan, se travisten, se adoctrinan, se hacen religiosos, se fanatizan, hacen de misioneros, matan y mueren por sus dioses, condenan a maldiciones e infiernos a los que consideran herejes e infieles, porque siguen esclavos de sus EGOs, ajenos a Dios, desconectados de su propia esencia sagrada y de su verdadera identidad.
Triste, cierto.
Tienen el bello y simple camino de la perfección al alcance de sus manos, pero corren como desesperados detrás de sus pasiones, de sus rencillas, huyendo de sus miedos, a esconderse en su oscura celdita mental, arrodillados ante su amo: el EGO, que se inviste como algún dios, algún líder, algún poder, algo que les hace sentir fracasados, culpables, indignos, miserables, rastreros, pecadores… pero que al mismo tiempo les brinda una amarga esperanza, promesas borroneadas, palabras de torpe consuelo.
Sí, el EGO, que te lanza al piso y te pisotea, te maltrata, te zarandea, pero te acaricia y te dice palabras bellas y mentirosas.
¿Cómo comprender esta paradoja?
Sí, se puede comprender, es claro el mecanismo que existe detrás, lo hemos desnudado en otras oportunidades.
El EGO se presenta como salvador, como el único camino, el intercesor para alcanzar algo de poder; pero antes te hace sentir una piltrafa, una pútrida gota sin sentido, un macabro engendro lleno de maldad.
Te denigra, te pega, te violenta, te viola, para luego hacerte un mimo y que te creas salvo.
Te condena a mil infiernos y tormentos, te presiona, te culpa, te hace merecedor de la peor maldición, pero te promete salvación si es que te esclavizas a su –inexistente- poder salvífico.
Sí, amigo mío, te suena mucho a lo que las iglesias que siguen al personaje de la cruz te dicen, ¿no es cierto? Pues, porque es precisamente lo que hace el EGO, tal cual, solamente que no le dicen “EGO”, sino cristo, mesías, salvador, Jesús, Yeshua, cordero, etc.
Exactamente lo mismo.
Exactamente la misma terrible pesadilla que se repite y perpetúa generación tras generación.
Es que el EGO es parte intrínseca del ser humano, y se replica, cual virus peligroso. Hace copias de sí mismo, te bloquea el acceso a tu esencia sagrada para que te sientas de lo peor y clames por su –inexistente- salvación milagrosa.

Y ahí, dentro de ti, a tu lado, encima tuya, alrededor, el manto protector del Eterno, el verdadero Uno y Único que espera por ti.
Aguarda a que te quieras y puedas conectar.
Nunca te deja de abrazar, pero tú lo niegas, rechazas sus mandamientos, te desplomas ante los edificios fatales de las religiones en vez de construir shalom con tu espiritualidad.

Eso pasa con los gentiles, que tienen Siete Mandamientos simples, directos, claros, específicos, muy sencillos para cumplir, si es que se acepta la ética divina que los inspira y demanda, pero no… la gente corre detrás de otra conducta, que tiene poco de divina aunque se camufla de tal, el EGO.

El EGO también agrede a los judíos, no están libres por supuesto de él.
Sin embargo, ¡qué gran diferencia!
El pueblo judío, minúsculo, débil, desarraigado, perseguido, desamparado, asesinado, exterminado, expulsado, pisoteado, negado, vejado, burlado, ese mismo pueblo es el que se ha mantenido fiel a su legado sagrado.
Teniendo 606 mandamientos más que sus hermanos gentiles, es decir muchísima más carga, peso, sacrificio, privaciones, limitaciones, exigencia, a pesar de ello –o gracias a ello- supieron no abandonar como pueblo la responsabilidad de conocer, contemplar, cumplir y transmitir a sus hijos su Torá.
Pareciera que no, pero sí.
Aquel que estuvo y está mucho más atribulado y recargado ha sido aquel que ha sobrevivido y sido fiel a su patrimonio espiritual, y de paso por si fuera poco, guardado el recuerdo y herencia de sus hermanos gentiles (la Torá noájica con sus Siete Mandamientos dados por Dios a las naciones).

Más de 3000 años de relacionare los judíos con la Torá, es muchísimo tiempo, ¡tantos imperios dominaron y desaparecieron en este lapso!
Los poderosos marcaron su presencia, extendieron sus tentáculos, impusieron sus marcas, pero ahora no son más que ruinas, despojos, recuerdos vagos, idiomas muertos, nombres confusos.
Pero el pueblo judío, vive y existe, vital, activo, dinámico, promisorio, de vida.
Por supuesto que con altibajos.
Es evidente que no todos los hijos de Israel se han mantenido dentro de la ruta prevista.
Es claro que son muchos los que se perdieron y pierden detrás de las prisiones del EGO.
Es cierto que muchos son “religiosos”, se empalagan con exigencias inexistentes y reprobables, se alejan del camino aunque dicen ser los únicos representantes del mismo.
Es verdad, no todo está bien dentro del pueblo judío.
Pero… ¿qué otro pueblo puede decir con palabra verdadera que se ha mantenido fiel a su identidad espiritual?
Ninguno, solamente el judío.
Con la misma Torá, la milenaria Torá, la repetida y reiterada una y otra vez Torá. Cinco tomos, un rollo, la palabra de Dios escrita por Moshé y preservada, encarnada y transmitida por el pueblo judío.

Siendo así, uno podría suponer con facilidad que ya está agotada la relación, que nada novedoso puede surgir de la Torá.
Son tres mil años y trescientos y pico… es mucho tiempo.
Tantas cosas han cambiado desde aquellos páramos del Medio Oriente… la sociedad ha avanzado al punto de hacer aparecer el mensaje del Eterno como anticuado, propio para los vagabundos del desierto, recién escapados de la esclavitud egipcia, que eran los antepasados de los actuales judío; pero que no es un mensaje vital y vibrante para los actuales.
Claro que se puede decir algo así, y de hecho hay más de uno que lo dice y lo publica.

Sin embargo, en verdad cada año que pasa la Torá va descubriendo que su fuerza está intacta, y que las palabras que resonaron por primera vez en Sinai hace milenios, aún poseen poder y sabiduría.
Tomemos un sólo ejemplo, de innumerables, que la Torá nos provee, por ejemplo cuando está ordenado a los judíos:

«No torcerás el derecho del forastero o del huérfano, ni tomarás en garantía la ropa de la viuda.»
(Devarim / Deuteronomio 24:17)

Tres eran los tipos de persona socialmente desprotegidos en la época de Moshé:

  • El extranjero, o el que es diferente, por ejemplo una minoría, o el pobre.
  • El huérfano, o el que no tiene lazos estables con la sociedad.
  • La viuda, o la que no cuenta con recursos como para sobrellevar las circunstancias de la vida diaria.

Tres mil años han pasado, ¿acaso estos tres tipos han variado en algo?
Veamos nuestras sociedad tan modernas y tecnológicas.
Veamos lo que acontece a nuestro lado, o a nosotros mismos.
¿Es el extranjero pobre y desplazado tratado con igualdad por la mayoría?
¿Tiende a ser marginado el joven pobre, con poca educación y sin vínculos importantes?
¿Es la persona débil e indefensa ante los requerimientos sociales protegida y promovida a superarse?

La Torá, la vieja Torá judía, es muy vigente y actual.
Su mensaje aún golpetea entre las arenas del Sinai, porque busca convertirse en una Torá de vida, una Torá vivida.

La Torá no son cuentos fantásticos, ni mitología, ni alabanzas a personajes o lugares, ni un cúmulo de enseñanzas teológicas, ni siquiera un manual de leyes y buenas costumbres.
La Torá es una guía de caminos, la mejor indicación para comportarnos del mejor modo posible para convertir al mundo en un paraíso bajo el reinado del Eterno.
Es cuestión de que aprendamos a vivir la Torá a diario.

Tú también querido amigo noájida, tú también tienes tu parte.
Eres socio en la construcción de Shalom.
Pero no al hacerte pasar por judío, ni por soñar en convertirte en uno, ni por usurpar sus mandamientos para ti, ni por disfrazarte de “religioso” judío.
Tú también tienes tu sagrada parte y misión: cumplir con tus Siete Mandamientos.
Eso es lo que Dios te ha dado como pacto, como señal, como instrucción, como vida.
Eso es lo que te da vida aquí y en la eternidad.
Puedes hacer de tu Torá una Torá de vida y recrear aquí y ahora el Edén.
Puedes vivir de acuerdo a la ética divina, o puedes hacer caso de tu EGO y desmoronarte ante tus fantasías.
Yo creo que es mejor que escojas la Torá, aquella que por derecho sagrado te pertenece, aquella que Dios te ha dado, aquella que le habla a tu esencia.

No tienes porque penar ni soñar por ser lo que no eres, sino simplemente ser quien eres.
Eso es maravilloso.
Romper las cadenas del EGO, salir de tu celdita mental, dejar de jugar al religioso para ser sagrado y  espiritual al fin.

Yo veo apesadumbrado a diario gentiles en Facebook, por ejemplo, que no dejan de poner mensajes que pretenden judaicos, con pasajes del Tanaj –el mal llamado Antiguo Testamento-, que dicen escuchar música “judía” (como si la música europea oriental, o arábica, tocada por judíos fuera “música judía”), que dicen shalom haverim yom tov a cada rato, que se la pasan hablando de su “jashem”, y sus cosas tan presuntamente judaicas, que se hacen amigos de instituciones judías y rabinos y barbados que se hacen pasar por tales, que ponen mensajes y pins a favor del rehén Shalit o a favor de Israel, que ponen “el mensaje del rabino” como salutación pública, y ni siquiera son mesiánicos que andan queriendo meter gato por liebre, etc. y quizás se piensan que con ello llenan su vida de espiritualidad…
Tristeza al comprobar que es religión, es EGO, son buenas intenciones carentes de sentido, es mucho “dios” pero poca santidad en sus vidas.

La Torá, la verdadera Torá, la que corresponde a cada uno, no tiene que ver con disfraces, ni con usar barbas y gorritos, ni con vestirse como europeo del siglo XVIII, ni con hablar en un mix de hebreo, ni siquiera con repetir supuestas perlas de sabiduría támudica en boca de gentiles.
La Torá, la verdadera, la que Dios te ha dado como gentil es el vivir como constructor de Shalom, haciendo el bien, haciendo lo justo, siendo una gran persona a cada momento y no solamente cuando te conviene, te están mirando o crees obtener algún rédito.
La Torá, la tuya, te demanda que seas amistoso, ordenado en tus cosas, atento hacia el prójimo, y no que corras detrás de cualquier barbado hombre con flecos para hacerlo tu “moreh”, ni que cantes Carlebaj, ni que seas un músico klezmer, ni que te sepas el nombre de las sefirot cabalísticas, ni que festejes cosas judías…
La Torá, la tuya, es la que te dice que vivas de verdad, con amor hacia el prójimo, especialmente los de tu casa: cónyuge, hijos, padres, hermanos, etc. Que seas un ejemplo de vecino, de trabajador, de profesional. La Torá, la tuya que cuenta con los Siete Mandamientos que Dios mismo te ha dictado, es tu camino, tu verdad, tu luz, tu vida, tu salvación, tu sentido, tu destino… eso o seguirás bajo la presión y prisión del EGO.

Probablemente pase lo último. Seguirás siendo presa del EGO. Encontrarás la justificación para seguir disfrazado de lo que no eres, para seguir barruntando presuntas conversiones al judaísmo, para seguir mixturando lo que supones es judaísmo contigo, o para seguir alelado en tu religión, sea cual fuera ella.

Como sea, la Torá sigue vive y así seguirá, puedes tú estar dentro de ella o no.

Relato a propósito del comentario

Llegó el rico turista a la casa de joyas y antigüedades en el barrio judío de la ciudad vieja de Ierushalaim.
Husmeó un rato entre los variados objetos, palpó algunas piezas, revisó esto y aquello.
Un tanto cauteloso se aproximó al anciano vendedor, lo miro apenas, y con ansia preguntó: Buen hombre, ¿qué es lo más valioso que tiene para ofrecerme como recuerdo de la santa ciudad de Jerusalén ?
El anciano lo contempló por largos segundos, para finalmente responder: Que nos sentemos a conversar compartiendo una taza de té.

 

(Estudio dedicado a la memoria de nuestro querido abuelo de FULVIDA, Don Jaime Benítez del Salvador, que marcho a su mundo el 12 de Av, 5771 (12/8/11)).

Aparenta ser lo más veloz…

Querido amigo noájida, como es costumbre en nuestro sagrado HOGAR FULVIDA comparto contigo alguna de las enseñanzas apropiadas para ti que podemos encontrar en la parashá –lectura de la Torá judía- semanal.
Recuerda, la Torá judía es exactamente eso: la Torá del pueblo judío y para el pueblo judío.
Sin embargo, cuando se cuenta con la guía certera y experta es posible hallar buenos manjares espirituales que nutran exquisitamente a la vida del noájida, sin usurpar, sin mentir, sin estafar, sin confundir.

Esta semana corresponde a los hijos del pueblo judío leer la parashá llamada Ki Tetzé ("Cuando salieres") que es la sexta del quinto tomo de la Torá, el sefer Devarim, conocido en español como "Deuteronomio".

Una cadena de tres eslabones oscuros

En su comienzo se encadenan tres temas, en apariencia desconectados: la de bello aspecto, el hijo de la aborrecida, y el hijo rebelde y contumaz.
Que son:

  1. La atracción de un varón judío hacia una hermosa mujer gentil, a la que ha conocido como cautiva de guerra.
    Queda establecido que luego de algunos procedimientos la puede tomar por esposa. Previamente ella deberá convertirse formal y legalmente al judaísmo, pero no antes de pasar por un determinado proceso específico para esta situación particular: la mujer capturada en guerra y sometida como presa, a la cual se le respeta su dignidad y no se abusa de ella, a diferencia de lo que era tan corriente en aquella época e incluso actualmente cuando la faceta salvaje del hombre se aprovecha de la circunstancia de la guerra para denigrar y mancillar a los indefensos.

  2. Un sujeto que tiene una esposa amada y otra odiada (recordemos que en la antigüedad los judíos tenían permitido desposar a más de una mujer al mismo tiempo, según era costumbre también en otras naciones y algunas hasta hoy así siguen haciendo.) 
    La despreciada es madre de su primogénito al que debe privilegiar en su herencia sobre los demás hijos, aunque el padre no quiera hacerlo por la aversión a la madre.

  3. El tercer tema refiere a unos padres que tienen un hijo rebelde y adicto, el cual les es imposible de educar, y que anda constantemente por el camino de lo criminal e inmoral. Parecía una historia fantástica hace siglos, pero tristemente hoy es una realidad en muchas sociedades, a raíz de la pudrición a causa de las adicciones, especialmente las drogas.

Si les pusiéramos títulos bien podrían ser:

  1. La pasión arrobadora.

  2. El desencanto que se perpetúa.

  3. El sufrimiento inconsolable.

Rashi, un famoso comentarista de la edad media, en su explicación al versículo Devarim / Deuteronomio 21:11 (a partir del Talmud), nos esclarece la relación entre los tres temas:

"Lo que la Torá expone aquí es a causa del ietzer haráinstinto a lo negativo, una manifestación del EGO-.
Si el Eterno no le diera algún modo de desposar a la hermosa cautiva extranjera, el varón lo haría igualmente recurriendo a acciones prohibidas.
Como sea, al desposarla, finalmente llegará a aborrecerla…
Y para colmo, tendrá con ella un hijo rebelde, adicto y extraviado.
Es por esto que los temas están expuestos consecutivamente.
"
(Es una traducción libre).

Enamoramiento es algo distinto al amor
Pongamos la notable enseñanza del excelso Rashi en una perspectiva más amplia.
¿Qué es probable que acontezca cuando el elemento que determina la elección conyugal radica en la belleza física, en la atracción por las apariencias, en la fascinación por lo superficial y pasajero?
La respuesta de Rashi (en realidad de la Torá) sería: 
muy probablemente un intenso enamoramiento de esta índole desembocará en odio.

Tal como ya lo dejaron enseñado nuestros Sabios:

"Todo amor que depende de algo material,
cuando se termina lo material,
termina el amor.
Todo amor que no depende de nada,
se perpetúa.
El primer tipo es el de Amnón por Tamar
(2 Shemuel / II Samuel 13);
el segundo, el de David por Iehonatán
(1 Shemuel / I Samuel 18)."
(Avot 5:18)

El enamoramiento
que se basa en la pasión,
que se construye como mera búsqueda de la satisfacción de necesidades personales,
y que tiene su anclaje en lo que es perecedero… finalmente perece.
Y al perecer, emergen sentimientos negativos, acciones que provocan o acrecientan el dolor que se hallaba ya escondido en las entrañas de esa relación.
Es que el amor, el verdadero amor, tal como dijera Mark Twain: "… aparenta ser lo más veloz, pero en verdad es lo más lento en madurar. Ningún hombre o mujer conoce qué es el perfecto amor hasta que no han estado casados un cuarto de siglo." (Notebook, 1894; en traducción libre).
Entonces, el soldado que ha caído bajo el influjo del enamoramiento hacia la belleza física de la extranjera cautiva, ¿acaso ha hallado el verdadero amor o solamente un fugaz espejismo de entusiasmo?
En un caso así, el dulce sabor de la pasión deja pronto el lugar a la amargura, a una vivencia de fricciones y descontentos que suelen irse intensificando con el paso de los días.

Un triste final tras un extasiado principio
Como resultado del vínculo conyugal abatido,
por los embates contra la armonía familiar,
por el disenso en las metas e ideales,
por la falta de un proyecto compartido para realizar,
por la disparidad de criterios respecto a la educación de los hijos,
y por relaciones carentes respeto y verdadero amor,
se llega al tercer tema del comienzo de la parashá:
el hijo adicto, contumaz y rebelde,
que no obedece ni a su padre ni a su madre,
que violenta las normas de la convivencia social,
que descalifica cualquier intento por devolverlo o llevarlo al camino de lo que es bueno.

Ambos desesperados e impotentes padres se ven obligados a presentar su triste caso ante los tribunales de justicia, los cuales, de acuerdo a la legislación, tienen la potestad de condenarlo a la pena capital, acabando con la vida del rebelde y sumiendo en mayores reproches y angustias a los ya atormentados padres.

Es éste un desenlace tan trágico, que en el Talmud queda asentado que nunca se dio un proceso así ni se dará, y que esto no es más que un recurso legal extremo que existe (aunque en realidad se han hallado numerosísimos atenuantes, que limitan el castigo sobre el hijo rebelde), por lo que su principal finalidad principal es de servir como moraleja contra los que se dejan llevar por la pasión y no por fines superiores al momento de realizar su elección conyugal, para que refrenen los llamados del deseo, y presten atención a los consejos de la moderación.

Sin embargo, es preciso acotar que aunque en los hechos es improbable que se llegue al caso extremo que presenta la Torá del hijo totalmente rebelde e irrecuperable siendo condenado a muerte, sí es muy frecuente hallar grados intermedios de personas moral y espiritualmente extraviados, sobre los cuales es posible trabajar para recuperarlos y hacerlos andar por el camino agradable a ojos del Eterno.

El crudo llamado de la Torá a vivir en realidad
Como podemos comprender, la eterna e inmutable Torá nos está dando una fuerte lección de vida, algo que nos puede llegar a incomodar grandemente, pues quizás choca contra lo que la laxa moralidad moderna califica como bueno y aceptable.
O quizás porque se opone a lo que el deseo personal señala como preferible, aunque el deseo jamás mide las postreras consecuencias de los actos.
Al respecto, quisiera mencionar las palabras del Rov:

"El error de los modernos representantes de la religión es que prometen a sus seguidores la solución a todos los problemas de la vida, sin dejar una expectativa que la religión no solucione.
La verdadera espiritualidad, por el contrario, profundiza los problemas, nunca se prepone solucionarlos…
El ideal judío de la personalidad espiritual no es el individuo armonioso, determinado por el principio del equilibrio, sino uno con su alma rasgada y el espíritu quebrado que oscila entre Dios y el mundo.
El hombre verdaderamente espiritual aguanta constante agitación mental, colisión psíquica.
La Kedushá
-consagración, santidad- eleva al hombre, no porque le concede armonía y síntesis, balance y pensamientos mesurados, sino revelándole lo irracional e insoluble del enigma de la existencia.
Kedushá
no es un paraíso, sino una paradoja.
"
(Rav Yosef Dov Soloveitchik, ztz"l, "Sacred and Profane"; en traducción libre)

En síntesis
La Torá nos ayuda a pensar correctamente, es más, nos exige que lo hagamos, pues la Torá/Dios está en el polo opuesto a la narcosis de la fe, ya que rechaza los dulces encantamientos de los mensajeros de la falsa espiritualidad.
Porque, solamente criticando nuestras acciones a la luz de la Verdad podemos caminar con seguridad por esta vida, pues solamente así estamos en condiciones de descubrir que realmente en el paraíso se esconde una serpiente, confusión y malestar.

Moré Yehuda Ribco

 
Relato

Cerrada y oscura era la noche, ni la luna ni las estrellas empalidecían la oscuridad, cuando el incendio comenzó a devorar algunas moradas de madera.
Los habitantes del poblado rápidamente organizaron cadenas humanas, para pasarse los baldes con agua, y de ese modo extinguir eficazmente el fuego.
En poco tiempo las llamas fueron apagadas, sin embargo, el enojo de las personas contra Dios recién se estaba encendiendo.
Unos a otros se decían: ‘¿Cómo Dios que es taaaaan bueno permite que acontezcan tragedias como ésta? ¿Por qué no mandó una lluvia que liquidará milagrosamente el incendio? De hecho, ¿por qué no realizó un milagro para que el incendio no sucediera? Es más, ¿por qué directamente no quitó el poder combustible al fuego, para preservar nuestras propiedades? ¿Qué Dios de justicia es este Dios?’
Y así, unos a otros los pobladores se iban preguntando tontamente, en tanto incrementaban su enojo y tontera.
Hasta que, gritó el que era considerado el más tonto entre todos los tontos habitantes, y dijo: ‘¡Dejen ya de culpar a Dios en aquello que es inocente! ¿O acaso no se dan cuenta que si no hubiéramos tenido el fuego del incendio no hubiéramos podido vernos para pasarnos los baldes con agua y así apagar el incendio?’

Preguntas para meditar y profundizar:

  • El proverbista dijo: "Hijo mío, si tu corazón es sabio, también a mí se me alegrará el corazón." (Mishlei / Proverbios 23:15).
    ¿Por qué dice "también a mí se me alegrará el corazón", si en el verso no dijo nada acerca de alegría del hijo, sino de su sabiduría?

  • El Rav enunció sabiamente: "La espiritualidad no es, en principio, un refugio de compasión y misericordia para el desanimado y desesperado, una corriente encantada para los espíritus machacados, sino un encolerizarse, un torrente clamoroso de la conciencia del hombre, con todas sus crisis, punzadas, y tormentos." (Rav Yosef Dov Soloveitchik, ztz"l; en traducción libre).
    ¿Cuál es la enseñanza práctica de esta frase?

  • ¿Entiendes la enorme diferencia que media entre RELIGIÓN y ESPIRITUALIDAD?
    Comparte con nosotros tus ideas al respecto.

Educación para la justicia

Al crear a la especie humana, Dios nos dio muy pocas instrucciones y reglas; tal como un padre hace con su hijo recién nacido, que va recibiendo educación por medio del vínculo más que por intermedio de palabras y reglas a seguir.

Con el paso del tiempo, el Eterno fue dando unas pocas leyes más, las básicas que permiten establecer una sociedad saludable y constructiva. Como un padre que suma a la educación de su hijo pequeño ciertas reglas fundamentales e indispensables para toda persona de bien.
A los mandamientos básicos para la humanidad se los conoce como Sheva Mitzvot deBenei Noaj – Los Siete Preceptos de los Descendientes de Noé. Son las herramientas esenciales que permiten diferenciar la conducta humana de la de un animal.
Con la aplicación de estos mandamientos y mientras el tiempo seguía transcurriendo, las sociedades humanas iban adquiriendo mayor madurez emocional e intelectual. Esto permitió que en cada sociedad fueran brotando más leyes y normas que aseguraran la vida e integridad de sus integrantes. A diferencia de los preceptos noájidas, estas leyes provenían de la mente humana, por lo que no siempre eran lo más justo y atinado. Tal como cuando niños de 7 u 8 años se reúnen para realizar ciertas actividades en conjunto, por ejemplo jugar, e inventan sus propias reglas que no siempre siguen la normativa dada por sus mayores, y que no siempre son muy coherentes con lo que se entiende por razonable.

Recién cuando la humanidad llegó a un estado de comprensión mayor, algo así como su ingreso a la juventud-madura (su bar/bat mitzvá), pudo ser considerada como responsable, y por lo tanto habilitada para recibir, de parte de Dios, un mayor número de leyes y de metas a cumplir. Tal como un padre y la sociedad hacen con los que dejan de ser niños y comienzan a ser tratados como personas maduras.
Estas leyes maduras que Dios entregó, son las mitzvot, los 613 mandamientos que se hallan en la Torá, y que es responsabilidad de los judíos reconocer y tratar de cumplir.

Los que aceptaron el compromiso, la “aventura” de crecer, los que adoptaron para sí el sistema maduro de legislación fueron los judíos, el pueblo judío en su conjunto.
El resto de las naciones rechazaron en su oportunidad la ocasión que Dios les brindaba para hacerse merecedores de tal estilo de vida arduo y lleno de exigencias.
Pero, ¿qué pasa con aquellos gentiles que tienen el anhelo de llevar una vida más difícil, más poblada de demandas, de severidades, de restricciones?
Para estas personas de entre las naciones hay tres opciones legales y válidas:

  • Reconocer que el sistema de vida noájico es perfecto en sí mismo, porque Dios lo ha dado desde Su Amor y Sabiduría, no queriendo perjudicar en modo alguno a las personas con estas leyes.
  • Sabiendo que los Siete Mandamientos Universales son raíces de los cuales se derivan numerosas normas de vida, costumbres positivas, reglas de crecimiento integral verdadero. Son siete los mandamientos, la exigencia que Dios tiene, pero son decenas, centenas, miles, las conductas maduras, constructivas, desarrolladas que el noájida puede adoptar para sí con amor y disciplina, sin por ello embaucar, ni usurpar el legado santo del judaísmo.
  • Para quien está dispuesto y es firme en su compromiso está entreabierta la puerta a la Familia Judía, exclusivamente a través de una verdadera conversión formal u legal al judaísmo, que implica aceptar el yugo de la Torá y de los 613 mandamientos de por vida. Por supuesto que esas malas parodias de los cristianos que se hacen llamar “judíos mesiánicos”, no tienen ningún valor positivo, no son conversiones al judaísmo, de hecho no tienen nada de judíos. Tampoco son válidas las escenificaciones de la rama “reformista” o sus similares, que no tienen ningún aprecio por la santidad del judaísmo ni por la divinidad de su esencia.

Así pues, tanto judíos como gentiles tienen el camino sagrado dispuesto para llevar una vida de crecimiento integral verdadero, la sacralidad necesaria para desplegar una vida de belleza en este mundo y en la eternidad.

Dios, en su infinita Sabiduría, dio también las instrucciones y utensilios para que cuando se precisara legislar o juzgar sobre lo no expresado en la Torá, se lo hiciera en base a lo que Él considera lo más acertado, y lo más apegado posible a Su Voluntad. Tal como un padre humano amoroso y responsable hace con su hijo ya adulto, al cual educó desde sus primeros momentos, al cual brindó los mecanismos para resolver situaciones personales que no están contempladas por las normas fijas.
Esto Dios lo hizo cuando declaró:

"Cuando te sea difícil decidir en un juicio en tus tribunales… te levantarás y subirás al lugar que el Eterno tu Elokim haya escogido.
Irás a los sacerdotes levitas y al juez que haya en aquellos días y consultarás. Ellos te indicarán la sentencia del juicio.
Harás según la sentencia que te indiquen en aquel lugar que el Eterno haya escogido, y tendrás cuidado de hacer según todo lo que te declaren.
Harás según la Torá [la instrucción] con que ellos te instruyan y según el juicio que pronuncien. No te apartarás de la sentencia que te indiquen, ni a la derecha ni a la izquierda.
"
(Devarim / Deuteronomio 17:8-11)

Esto significa que a partir de la entrega de la Torá, Dios mantiene Su Torá vigente, y permanece como Rey, pero ya no legisla para los humanos, sino que le dio la misión de elaborar leyes a los jueces, rabinos, sacerdotes cultos del pueblo judío.
Tal como un padre espera que su hijo adulto haga, conforme a los reglamentos existentes, a la razón, y al apego a la Ley.

Por lo tanto, desde el momento que Dios entregó a los Sabios de Israel el derecho a legislar; las sentencias y leyes emanadas de ellos tienen el respaldo de Dios, y cuentan con todo el peso legal como para ser consideradas leyes indirectamente ordenadas por Dios. Son leyes para el pueblo judío y para los habitantes gentiles del estado judío, pero no tienen carácter de obligatorio para el gentil que reside fuera del estado judío.
Sin embargo, los gentiles también tienen el mandamiento de legislar, de dictar jurisprudencia, de llevar una vida de justicia, es una de las exigencias que Dios impuso a los gentiles. Esto se consigue estableciendo poderes legislativo y judicial y deteniendo la anarquía y la corrupción que se derivan del EGO.

Toda ley que se presente como venida de Dios y que sea contraria a Su Torá, indudablemente no es de Dios sino de personas que se oponen a Su gobierno.
Toda ley humana que se pretenda como divina y que no haya surgido de la sentencia de los Sabios de Israel, es contraria a lo que el Eterno ha manifestado como Su Voluntad.

Es importante conocer esto, entre otras cosas porque así reconocemos la confianza que Dios deposita en la humanidad: nos tiene tanta confianza que nos da la oportunidad para conducirnos a nosotros mismos, y no ser marionetas en Sus manos, o como animales que son guiados por sus instintos, o como personas inmaduras que son juguetes de sus deseos pasajeros.
Pues Él nos ha dado las herramientas, nos facilita la materia prima, nos muestra la meta a alcanzar, y nos otorga la libertad madura como para convertirnos en trabajadores de nuestra propia edificación personal y colectiva.

Moré Yehuda Ribco

Relato a propósito del comentario

Cuenta el muchacho a sus amigos: "El día que me perdí en el bosque, se venía la noche y yo estaba desesperado porque tenía muchísimo miedo, y no encontraba ninguna pista que me trajera de regreso. Entonces, con todas mis fuerzas hice una tefilá -rezo- pidiendo a Dios que hiciera algo para salvarme y rescatarme de tan difícil situación."

Preguntan sus amigos: "¿Dios te respondió?"

Contesta el joven: "¡No!, ¡Nada de nada!
Ni bien terminé de decir la última palabra de mi tefilá apareció el guardabosques y me llevó inmediatamente al camino correcto…"

La autoridad del líder

El recién coronado rey de Israel, Rejabam hijo de Shelomó, fue puesto ante una difícil situación: el pueblo reclamaba pagar menos impuestos, al tiempo de gozar de mayor libertad civil, o habría una revuelta y secesión.
El rey debía escoger, era su obligación decidir, estaba en la urgencia de brindar una respuesta autorizada y llena de poder, pero no se sentía capacitado para hacerlo… ¿o tal vez no se tenía suficiente confianza?
El hecho es que demostró su inseguridad, su falta de vigor emocional, su incapacidad de liderazgo.
Era rey pero actuaba como niño, en muchos aspectos y en pocos versículos de conocerlo.
Entonces, al menos hizo algo inteligente:

"…el rey Roboam consultó a los ancianos que habían servido a su padre Shelomó [Salomón], cuando aún vivía, y preguntó: -¿Cómo aconsejáis vosotros que yo responda a este pueblo?
Y ellos le respondieron diciendo: -Si te constituyes hoy en servidor de este pueblo y les sirves, y al responderles les hablas buenas palabras, ellos serán tus siervos para siempre."
(1 Melajim / I Reyes 12:6-7)

Es un consejo muy sabio, de gente entendida y experimentada.
Hábiles políticos a cargo, personas con esa ductilidad propia de los que manejan las cuestiones gubernamentales y empresariales.
Un consejo saludable, cuando es aplicado con bondad y justicia; un consejo realmente maquiavélico cuando está motivado por el deseo de manipular y conquistar al otro.
Si quieres ejercer verdadera autoridad sobre otros, y no autoritarismo; si quieres ejercer tu poder y no tu prepotencia, entonces, sé humilde, sé manso, sé servicial con aquellos que quieres que te sigan.
El prócer uruguayo, Don José Artigas, tiene una famosa frase a su haber: “Mi autoridad emana de vosotros y ella cesa ante vuestra presencia soberana”.
Esa es la idea esencial, el verdadero poder del líder no se encuentra en su capacidad de aplastar a los súbditos, ni en reprimir con violencia, ni de censurar injustamente, ni de bloquear las comunicaciones, ni de restringir el crecimiento de los ciudadanos, ni de aprovecharse de las debilidades y falencias, ni de mentir y llevar por sendas de dolor y oscuridad, nada de eso es lo que caracteriza a un verdadero líder.
El líder está para conducir al pueblo con bien y bondad, con justicia y rectitud, con lealtad.
Cuando el que se pone en el lugar de líder abusa de la gente, se aprovecha, fabula para manipular, presiona, amenaza, secretea, usa información privilegiada para esclavizar a los otros, todo ello es síntoma de que no cuenta con la capacidad de liderazgo pero sí con la oscura habilidad del manipulador.
El buen líder habla con palabras bondadosas, incluso cuando debe amonestar o prohibir o castigar.

Sin embargo, tengamos cuidado.
Los hábiles manipuladores, seudo rabinos, pastores, clérigos mesiánicos o seudo noájidos, líderes “adámicos”, fetraficantes de superación personal, cabalisteros, así como otros artistas del engaño y la perdición aprenden bien pronto las técnicas de la venta fraudulenta, de la trampa, de la estafa, de la manipulación emocional. Te dirán cosas bonitas, te harán sentir como en casa, te darán dulces, te ofrecerán su supuesta amistad, te serán consejeros amables, te inventarán paraísos y esperanzas nulas en la realidad, serán buenos contigo, solamente porque quieren que tú seas sus esclavos por siempre. Míralos como se arrastran para conseguir tus ofrendas, tus diezmos… obsérvalos coquetear para obtener el sexo prohibido… atiende a sus gestos perversos, cómo te ordenan repetir lemas, asistir a reuniones, leer libracos, pagar cursos, decir “amén”, levantarte y sentarte, alzar tu mano derecha, cantar lo que no te interesa, bailar como idiotas, comer lo que te asquea… sí, presta atención, ellos están ahí, seguramente ante ti, son tus pastores, tus jefes de congregación, los cabezas de tus células, los que son dueños del garaje o local en donde te congregas para rezar a muertos e inexistentes…
Astutos como su maestro, el serpiente del Edén. Taimados como su maestro, Pablo el falso judío de Tarso. Gente que no te dirá de frente cosas desagradables, pero a solas te hará sentir que eres peor que una inmundicia. Ante la comunidad te afrentará, te echará, amenazará, maldecirá… no tienes derecho a preguntar, a opinar, a pensar, solamente a ser oveja, a reír por sus estúpidos chistes, a repetir sus insulsas palabras poéticas-proféticas sin sentido, a ser uno más de sus peones en sus juegos diabólicos.
Y tú… tú lo haces…
Y te enfadas porque te aviso que estás siendo manipulado. Y te encierras aún más en tu celdita mental, tan pequeñita que ni luz entra ya.
Te aferras a tu pastor, te encadenas más fuerte, rechazas el consejo sabio, te fatigas de solo pensar en vivir de una manera más digna.

Eres cómplice del estafador, porque a sabiendas colaboras con él en su arte de estafarte.
Y te piensas muy vivo, genial, porque vives en tu mundo de fantasías, mediocre, sin sentido, plagado de mentiras, lleno de supersticiones, impotente, postrado, con miedo, inútil.
Dejas marchitar tu potencial sagrado.
Te burlas de los demás y crees que eres más listo que Dios.
Pero no puedes engañar a tu esencia espiritual, ni cambiar la realidad porque imaginas que con secretitos mágicos el mundo se postra a tus pies.
Tendrás que rendir cuentas de tus actos.
No habrá más excusas, ni mentiras, ni tontas justificaciones.
Ahora echas culpas, te haces la víctima, dejas que te manipulen, pero llegado el momento de la verdad… ¿adónde te piensas que te podrás escapar?
Te cavas tu fosa y te introduces de lleno en ella.
Te crees muy vivo, o tan torpe que dejas que el pastor sea quien te controle con su mando a distancia.

Haces caso a la voz corrupta del EGO.
Tienes tanto por des-aprender antes de poder aprender a ser…

No tienes poder, no tienes autoridad, no tienes futuro, a no ser que rompas el yugo oscuro que te has adosado sobre tu cuello.
Rompe ya los lazos tóxicos con ese líder enfermo que te gobierna y con la congregación de desbarrancados que te rodean.
Lava tu alma, remienda tu corazón, acepta tu fracaso de vida, porque cuando lo haces es que puedes comenzar a purificarte, a santificarte, a crecer.

Dios te espera.
Una buena vida te espera.
Pero depende de ti.

Tú tienes la autoridad, el poder, la capacidad.
Solamente si así lo quieres y das los pasos necesarios para hacerlo real.

LA DULCE SEÑORA NELLY. UN «BELLO EJEMPLO»!

«Un Bello Ejemplo«.

Casi al final del seminario acerca de Familia , el expositor  pregunto:

-¿Cuantos de ustedes han perdonado a sus enemigos ?

El 80% Levanto la mano.

El Expositor insistio con la pregunta!

-¿Cuantos de ustedes han perdonado a sus enemigos ?

Todos respondieron esta vez , excepto una pequeña viejita.

-Señora Nelly … ¿No esta dispuesta usted a perdonar a sus enemigos ?.

-Yo no tengo enemigos respondio dulcemente.

-Sra Nelly , eso es muy raro , ¿ Cuantos años tiene usted ?

– 99 , Respondio.

El auditorio entero se levanto y la aplaudio entre vivas y gritos.

-Oh… Sra Nelly que gran y hermoso ejemplo  ¿ Puede pasar al frente y decirnos  , como llega a los 99 años sin tener un solo enemigo ?

La dulce Sra Nelly paso al frente , se dirigio al auditorio y dijo :

«PORQUE ESOS MAL NACIDOS YA MURIERON».

QUE TU ENOJO NO TRASPASE TUS LIMITES. NOAJISMO PURO.

 

 

¿El ABC de la enseñanza?

Lo que aprendemos  traza un camino al hombre cuyo transitar  deja huellas permanentes sobre nuestras vidas, y sobre el mundo  en el que vivimos.      Y nosotros ¿Qué enseñamos?

«Vivamos a pleno nuestra identidad, y seamos trasmisores de verdaderos valores, enmarcados bajo los mandamientos universales, que dio el Eterno a toda la humanidad».

 

¡Es todo lo que necesitamos aprender y lo mejor que podemos enseñar!

¡Un abrazo!

Pregunta desde México

Enrique nos pregunta:

He estado informandome e investigando sobre los noájidas aqui en México pero quisiera recibir orientación sobre Las 7 leyes y que debo hacer para seguirlas o si aca en los cabos hay una escuela o donde puedo acudir. Saludos

Un cordial saludo Enrique. Bienvenido a Fulvida.

1. Es bueno investigar e informase, lo felicito.
2. La orientación sobre las siete leyes la puede conseguir por varias fuentes:

a) Los libros que publicó el Moré Ribco,
b) Instituciones guiadas por Judios experos en «noajismo» y habilitados para ayudarle a comprender los aspectos de Los 7 principios universales.
c) Las diversas publicaciones de éste sitio.
d) Las escuelas noájicas como las de México DF e Izcalli por ejemlplo.
e) Algunas otras fuentes que usted encuentre y que puede verificar como fidedignas solicitando el consejo de gente perita en la materia ó también de los que en este hogar participamos.

3. Para ser simple en el noajismo y vivir apleno este, solamente guarde los 7 principios Universales. Es necesario que acepte cambios en su conciencia relacionados a habitos de comportamiento y que construya cada día su vida en base a estos.

Por su puesto es necesaria la guía experta de peritos en la materia por lo que le aconsejo que tome algunas sesiones de cabalaterapia con el More Ribco vía online, lo cual le ayudará a conocerse a usted mismo y definir cual es el nuevo horizonte de plenitud que lo espera, al cambiar internamente, para en lo cotidiano ser pleno al actuar con los siete principios universales.

3. En su ciudad, Los Cabos, entiendo hasta donde yo se no hay un grupo de estudio o una comunidad noájida.

En ese sentido, lo conveniente es que no espere que aparezca magicamente un lugar de reunión.No condicione a que le resuelvan esta circunstancia. Sea noájida, sea constructor de Shalom e inicie usted reuniones de amigos, sus propios familiares, gente que desee compartir algun día de la semana de las enseñanzas que El Eterno indico adecuadas para el noájida. Organicese y funde usted un grupo de reunión que apuntale en los cinco planos la vida noajica con:

a) Un lugar para reunirse.
b) El abrazo, la comunicación autentica, la hermandad.
c) El estudio apropiado.
d) La practica de los siete.

5. Por supuesto que puede acudir si las circunstancias se lo permiten a las filiales en México DF e Izcalli, será bienvenido.

Finalmente si desea ayuda en cualquira de las acciones que le recomendamos cuente con el apoyo de Fulvida en este sentido.

Pero asuma su tarea personal de vivir los siete y si es posible, en algun momento, construya usted mismo lo conveniente para que más personas en su localidad vivan a pleno los siete.

Un abrazo y que sepamos construir Shalom.

Resp. 1004 – Es normal sentir el fuego de Dios?

Martin1111 nos consulta:

1- Yo era el mas ateo de todos,
2- el mas pecador en todos los sentidos,
3- me converti al cristianismo porque Dios me hablo en un sueño con un numero 1111,
4- despues este numero comenzo a apaercer por muchos lados como coincidencia.
5- Sin embargo, siento un llamado muy fuerte con el Judaismo,
6- no estoy seguro de Jesus como mesías o dios,
7- pero mi espiritu clama a gritos al Dios de Jacob y de Habram,
8-  cuando oro a El siento un fuego que recorre mi ser.
9-  perdon si esto suena raro, inclusive el lenguas muy simila
Martin Thorner, 30 años, Logistica, Distrito Federal, Mexico

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