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Educación para la justicia

Al crear a la especie humana, Dios nos dio muy pocas instrucciones y reglas; tal como un padre hace con su hijo recién nacido, que va recibiendo educación por medio del vínculo más que por intermedio de palabras y reglas a seguir.

Con el paso del tiempo, el Eterno fue dando unas pocas leyes más, las básicas que permiten establecer una sociedad saludable y constructiva. Como un padre que suma a la educación de su hijo pequeño ciertas reglas fundamentales e indispensables para toda persona de bien.
A los mandamientos básicos para la humanidad se los conoce como Sheva Mitzvot deBenei Noaj – Los Siete Preceptos de los Descendientes de Noé. Son las herramientas esenciales que permiten diferenciar la conducta humana de la de un animal.
Con la aplicación de estos mandamientos y mientras el tiempo seguía transcurriendo, las sociedades humanas iban adquiriendo mayor madurez emocional e intelectual. Esto permitió que en cada sociedad fueran brotando más leyes y normas que aseguraran la vida e integridad de sus integrantes. A diferencia de los preceptos noájidas, estas leyes provenían de la mente humana, por lo que no siempre eran lo más justo y atinado. Tal como cuando niños de 7 u 8 años se reúnen para realizar ciertas actividades en conjunto, por ejemplo jugar, e inventan sus propias reglas que no siempre siguen la normativa dada por sus mayores, y que no siempre son muy coherentes con lo que se entiende por razonable.

Recién cuando la humanidad llegó a un estado de comprensión mayor, algo así como su ingreso a la juventud-madura (su bar/bat mitzvá), pudo ser considerada como responsable, y por lo tanto habilitada para recibir, de parte de Dios, un mayor número de leyes y de metas a cumplir. Tal como un padre y la sociedad hacen con los que dejan de ser niños y comienzan a ser tratados como personas maduras.
Estas leyes maduras que Dios entregó, son las mitzvot, los 613 mandamientos que se hallan en la Torá, y que es responsabilidad de los judíos reconocer y tratar de cumplir.

Los que aceptaron el compromiso, la “aventura” de crecer, los que adoptaron para sí el sistema maduro de legislación fueron los judíos, el pueblo judío en su conjunto.
El resto de las naciones rechazaron en su oportunidad la ocasión que Dios les brindaba para hacerse merecedores de tal estilo de vida arduo y lleno de exigencias.
Pero, ¿qué pasa con aquellos gentiles que tienen el anhelo de llevar una vida más difícil, más poblada de demandas, de severidades, de restricciones?
Para estas personas de entre las naciones hay tres opciones legales y válidas:

  • Reconocer que el sistema de vida noájico es perfecto en sí mismo, porque Dios lo ha dado desde Su Amor y Sabiduría, no queriendo perjudicar en modo alguno a las personas con estas leyes.
  • Sabiendo que los Siete Mandamientos Universales son raíces de los cuales se derivan numerosas normas de vida, costumbres positivas, reglas de crecimiento integral verdadero. Son siete los mandamientos, la exigencia que Dios tiene, pero son decenas, centenas, miles, las conductas maduras, constructivas, desarrolladas que el noájida puede adoptar para sí con amor y disciplina, sin por ello embaucar, ni usurpar el legado santo del judaísmo.
  • Para quien está dispuesto y es firme en su compromiso está entreabierta la puerta a la Familia Judía, exclusivamente a través de una verdadera conversión formal u legal al judaísmo, que implica aceptar el yugo de la Torá y de los 613 mandamientos de por vida. Por supuesto que esas malas parodias de los cristianos que se hacen llamar “judíos mesiánicos”, no tienen ningún valor positivo, no son conversiones al judaísmo, de hecho no tienen nada de judíos. Tampoco son válidas las escenificaciones de la rama “reformista” o sus similares, que no tienen ningún aprecio por la santidad del judaísmo ni por la divinidad de su esencia.

Así pues, tanto judíos como gentiles tienen el camino sagrado dispuesto para llevar una vida de crecimiento integral verdadero, la sacralidad necesaria para desplegar una vida de belleza en este mundo y en la eternidad.

Dios, en su infinita Sabiduría, dio también las instrucciones y utensilios para que cuando se precisara legislar o juzgar sobre lo no expresado en la Torá, se lo hiciera en base a lo que Él considera lo más acertado, y lo más apegado posible a Su Voluntad. Tal como un padre humano amoroso y responsable hace con su hijo ya adulto, al cual educó desde sus primeros momentos, al cual brindó los mecanismos para resolver situaciones personales que no están contempladas por las normas fijas.
Esto Dios lo hizo cuando declaró:

"Cuando te sea difícil decidir en un juicio en tus tribunales… te levantarás y subirás al lugar que el Eterno tu Elokim haya escogido.
Irás a los sacerdotes levitas y al juez que haya en aquellos días y consultarás. Ellos te indicarán la sentencia del juicio.
Harás según la sentencia que te indiquen en aquel lugar que el Eterno haya escogido, y tendrás cuidado de hacer según todo lo que te declaren.
Harás según la Torá [la instrucción] con que ellos te instruyan y según el juicio que pronuncien. No te apartarás de la sentencia que te indiquen, ni a la derecha ni a la izquierda.
"
(Devarim / Deuteronomio 17:8-11)

Esto significa que a partir de la entrega de la Torá, Dios mantiene Su Torá vigente, y permanece como Rey, pero ya no legisla para los humanos, sino que le dio la misión de elaborar leyes a los jueces, rabinos, sacerdotes cultos del pueblo judío.
Tal como un padre espera que su hijo adulto haga, conforme a los reglamentos existentes, a la razón, y al apego a la Ley.

Por lo tanto, desde el momento que Dios entregó a los Sabios de Israel el derecho a legislar; las sentencias y leyes emanadas de ellos tienen el respaldo de Dios, y cuentan con todo el peso legal como para ser consideradas leyes indirectamente ordenadas por Dios. Son leyes para el pueblo judío y para los habitantes gentiles del estado judío, pero no tienen carácter de obligatorio para el gentil que reside fuera del estado judío.
Sin embargo, los gentiles también tienen el mandamiento de legislar, de dictar jurisprudencia, de llevar una vida de justicia, es una de las exigencias que Dios impuso a los gentiles. Esto se consigue estableciendo poderes legislativo y judicial y deteniendo la anarquía y la corrupción que se derivan del EGO.

Toda ley que se presente como venida de Dios y que sea contraria a Su Torá, indudablemente no es de Dios sino de personas que se oponen a Su gobierno.
Toda ley humana que se pretenda como divina y que no haya surgido de la sentencia de los Sabios de Israel, es contraria a lo que el Eterno ha manifestado como Su Voluntad.

Es importante conocer esto, entre otras cosas porque así reconocemos la confianza que Dios deposita en la humanidad: nos tiene tanta confianza que nos da la oportunidad para conducirnos a nosotros mismos, y no ser marionetas en Sus manos, o como animales que son guiados por sus instintos, o como personas inmaduras que son juguetes de sus deseos pasajeros.
Pues Él nos ha dado las herramientas, nos facilita la materia prima, nos muestra la meta a alcanzar, y nos otorga la libertad madura como para convertirnos en trabajadores de nuestra propia edificación personal y colectiva.

Moré Yehuda Ribco

Relato a propósito del comentario

Cuenta el muchacho a sus amigos: "El día que me perdí en el bosque, se venía la noche y yo estaba desesperado porque tenía muchísimo miedo, y no encontraba ninguna pista que me trajera de regreso. Entonces, con todas mis fuerzas hice una tefilá -rezo- pidiendo a Dios que hiciera algo para salvarme y rescatarme de tan difícil situación."

Preguntan sus amigos: "¿Dios te respondió?"

Contesta el joven: "¡No!, ¡Nada de nada!
Ni bien terminé de decir la última palabra de mi tefilá apareció el guardabosques y me llevó inmediatamente al camino correcto…"

Solidaridad con nuestros socios judíos en Israel

Fuente: Reuters

Buen día amigos de FULVIDA,

 

El presente comentario es una muestra de solidaridad con nuestros amigos en Israel, que en estos momentos están siendo sujetos a los ataques de organizaciones terroristas que han lanzado centenares de cohetes contra el territorio israelí. Si el imperio musulmán-arábigo, que controla gran cantidad de los medios de comunicación en Occidente, ejerce presión para que se dé parcialidad a favor de los terroristas y se le dé un matiz de culpabilidad e inclusive mala intención por parte de Israel, lo cierto del caso es que sabemos que no es así y por lo tanto tenemos que promover la verdad, después de todo, uno de los tres principios que le permiten al mundo continuar es la verdad. La traducción es empírica y es realizada por el suscrito, cualquier error que encuentren, me disculpo de antemano.

 

“No más disculpas israelíes

“Editorial libre: Frente a la indiferencia mundial, Israel debería atacar el terror sin disculparse.

“Avi Yesawich

 

 

“Mientras cohetes que caían en poblados israelíes y sangre judía inocente era derramada, un debate extraño rugía en el Concejo de Seguridad dela ONU; acerca de si emitir o no condena de los ataques terroristas recientes perpetrados contra civiles israelíes inocentes, incluyendo niños. Sorprendentemente, un miembro actual del Concejo de Seguridad – Líbano – previno que la condena se diera.

 

“Los libaneses exigieron una denuncia con un tono más bajo, más ‘balanceado’ que incluyera mayor crítica de los ataques represivos en Gaza. No importó que las fuerzas de  defensa israelíes respondieran atacando blancos legítimos – los líderes del grupo terrorista que ejecutó los actos, los recintos donde se guardaban las armas, túneles de trasiego y células de cohetes y morteros dirigidos al asesinato indiscriminado de judíos-. No se emitió condena alguna, y nadie pestañeó.

 

“La LigaÁrabe también denunció en una sesión de emergencia la represalia israelí enla Franja.Aparentemente, la muerte de algunos asesinos era un asunto de mucha más relevancia que las miles de bajas en Siria, los disturbios en curso en Yemen y la guerra civil en Libia.

 

“La Autoridad Palestina, como es usual, emitió una displicente reprimenda acerca de la pérdida de vida inocente, mientras se enfocaba en censura punitiva anti-israelí. Se espera que sus líderes lleven a Palestina a la condición de Estado en septiembre, a pesar de la ausencia de inclusive algo que se asemeje a una unidad gubernamental, control adecuado de los grupos terroristas, de las fronteras sin definir, de la corrupción masiva y de la mala administración económica. Aun así, al mundo no parece importarle mucho.

 

“Los egipcios, sin un ápice de evidencia corroborativa, se apresuraron a inculpar a las fuerzas de defensa israelíes – en vez de a los lunáticos fanáticos islámicos – por la muerte de soldados egipcios. Cientos de manifestantes se reunieron en las afueras de la embajada de Israel en el Cairo, exigiendo la abrogación del tratado de paz de 1979. Pareciera ser bastante evidente que lo que muchos egipcios buscaban era una razón para culparnos, aun cuando la culpa era falaz, pero pareciera también haber caído en oídos sordos.

 

“Mientras tanto, horas después del “cese al fuego” que fue intermediado por Egipto y supuestamente aceptado por Hamas y otras facciones, Israel fue golpeado por varios ataques con cohetes. Una vez más, las condenas por parte de la comunidad internacional se mantuvieran evasivas.

 

“¿Y dónde están las ONGs, comentaristas de los medios, políticos y jefes de estado, activistas sociales y proponentes de los derechos humanos? La respuesta a la pregunta es más que todo retórica.

 

“Campaña de Relaciones Públicas agresiva

 

“¿Cuánto más de esta hipocresía descarada podremos soportar? El mundo espera que actuemos con compostura cada vez que nos enfrentamos a la violencia y el odio de nuestros enemigos. Pero cuando los fanáticos islámicos asesinan a civiles israelíes, el silencio de los medios de comunicación a nivel mundial es ensordecedor. Orgullosamente defendemos a nuestro país, responderemos con fuerza a las amenazas contra nosotros, y no nos allanaremos en silencio mientras los enemigos que han jurado nuestra destrucción intentan llevar a cabo su misión de una realidad Palestina sin judíos.

 

“Sobre todo, no nos disculparemos por nuestras acciones.

“Si el fuego del cohete no se detiene por su propia voluntad, nos aseguraremos de su cese a través de las acciones políticas y militares apropiadas. No serán necesarias las disculpas, ya que nuestros enemigos no nos han provisto con ninguna otra opción viable. Cerca de un millón de ciudadanos no serán subyugados a la disrupción permanente de sus vidas. Si tenemos que penetrar en Gaza y desraizar los elementos terroristas a la fuerza, entonces eso será exactamente lo que haremos.

 

“Si nuestros enemigos no quieren engranarse en diálogo o respetar altos al fuego, Israel les hará pagar, caro. Dejen que la comunidad internacional grite, pero debemos de cumplir con nuestras obligaciones nacionales y defender nuestro honor, mientras a los autobuses civiles de los observadores extranjeros no les disparen o cohetes caigan en sus ciudades, sus críticas deberán ser respetuosa, pero severamente, puestas a un lado mientras nos dedicamos a nuestros intereses nacionales. Estamos luchando por nuestras vidas, no las suyas.

 

“La estrategia de campaña defensiva de Relaciones Públicas debe de ser erradicada. Cuando Israel enfrenta estas confrontaciones violentas, debe de iniciar un acercamiento agresivo y proactivo, subrayando la naturaleza atroz de las acciones de nuestros enemigos. Debe de recordarle al mundo que los palestinos no se encuentran unidos y que un estado palestino en este momento no es más que castillos en el aire. Hamas ni siquiera pueda reinar en el terror de su patio de224 kilómetroscuadrados.

 

“Enseñarle al mundo imágenes de cientos de cohetes cayendo sobre nuestras ciudades, autobuses plagados con agujeros de bala e israelíes corriendo por sus vidas, acurrucados en refugios antiaéreos tratando de evadir la muerte.

 

“Cualquiera que sea la acción que decidamos seguir frente a los ataques repetitivos contra nuestros civiles, una cosa es cierta: Inclusive si el mundo exige una disculpa, no significa que la exigencia se halle justificada. Vivimos bajo amenazas diarias de terror y muerte y nos ocuparemos de esos peligros sin disculparnos.

 

“Avi Yesawich es un periodista independiente y comentarista político de la política del Medio Oriente. Obtuvo su título universitario en la Universidad de Cornell y la Universidad de Tel Aviv, es reservista combatiente en las fuerzas de defensa israelíes y contribuidor de la página electrónica activista de las fuerzas de defensa israelíes, www.friendasoldier.com

 

Fuente: YNet News

 

Resp. 1004 – Es normal sentir el fuego de Dios?

Martin1111 nos consulta:

1- Yo era el mas ateo de todos,
2- el mas pecador en todos los sentidos,
3- me converti al cristianismo porque Dios me hablo en un sueño con un numero 1111,
4- despues este numero comenzo a apaercer por muchos lados como coincidencia.
5- Sin embargo, siento un llamado muy fuerte con el Judaismo,
6- no estoy seguro de Jesus como mesías o dios,
7- pero mi espiritu clama a gritos al Dios de Jacob y de Habram,
8-  cuando oro a El siento un fuego que recorre mi ser.
9-  perdon si esto suena raro, inclusive el lenguas muy simila
Martin Thorner, 30 años, Logistica, Distrito Federal, Mexico

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Resp. 993 – Puedo aceptar/portar simbolos judios?

Maria nos consulta:

Estimado Moré Yehuda Ribco:
Shalom!

Muchas gracias por su desinteresado trabajo.

1- Puede un No Judio aceptar un simbolo Judio, en forma de gargantilla, colgantes,collares y demas ?
2- Y puede portarlo ( en caso de que se acepte y no se devuelva posteriormente para no herir los sentimientos de quien lo ha ofrecido)?
3- Que se debe hacer con el objeto, en caso contrario?

Saludos cordiales, Maria.

Mar Suarez. 35, Tecnico. Madrid. España.

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Tienes la capacidad de cambiar al mundo

Como es nuestra costumbre, comparto contigo alguna enseñanza noájica a partir de la lectura semanal pública de la Torá judía. Si bien la Torá es heredad de la congregación de Israel, un patrimonio propio y no transferible, es cierto que se encuentran buenos tesoros que enriquecen sanamente la vida de toda persona, sea judía o noájida. Siempre y cuando esté el pan horneado con la receta justa, de acuerdo a los parámetros que hacen de la “buena intención” una bendición y no meramente una excusa para llevar al error.
Así pues, hermano noájida, te invito a disfrutar juntos de este sabroso plato aderezado para tu crecimiento multidimensional.

He seleccionado para ti de la parashá los siguientes temas:

1. El ser humano encuentra a menudo la oportunidad de elegir entre hacer el bien o no, de elegir lo bueno o no. Recordemos que a cada acción corresponde una reacción.

2. Está prohibido añadir o quitar de los mandamientos que la Torá ha ordenado. Son 613 para los judíos, que se encuentran en la Torá; en tanto que oralmente Dios dictó y establece como pacto perpetuo que sean Siete los Mandamientos Universales para todas las naciones. Ni uno más, pero tampoco ni uno menos.

3. Es muy grave prestar atención a falsos profetas, gente que viene y habla en nombre de Dios pero que su mensaje es contrario a lo que Dios quiere; o a los que profetizan en nombre de dioses, para desviar a la gente del camino del bien y la justicia.

4. Leyes de kashrut, que es la dieta alimentaria que corresponde a los hijos de Israel. La idea fundamental de estas leyes no está en preservar la salud física, sino en fortalecer la identidad espiritual judía, nutrir espiritualmente específicamente a los que son judíos. Las personas gentiles no obtienen ninguna ventaja real por consumir estos alimentos o guardar esta dieta. De hecho, puede llevar a perjudicarlos, al hacerles creer que están haciendo algo “sagrado” y necesario, cuando en realidad es totalmente ajeno al sentido de la espiritualidad noájica. Aunque, puede tener ventajas secundarias para el gentil, pero que realmente no tienen relación directa específica con su identidad espiritual, ni lo que su espíritu precisa para cumplir su misión sagrada en este mundo.

5. Son fundamentos del judaísmo, así como para el noajismo, el ser solidario, generoso, misericordioso, caritativo. Ayudar al prójimo en todas las formas posibles sin que conlleve sacrificio para el que da.

6. Para el miembro de Israel es de gran importancia de mantener vigentes las festividades ordenadas por la Torá, para conectarlo con SU pasado, alegrarle en SU presente y dar sentido a SUS acciones hacia el futuro. Las festividades propias de los judíos tienen algunas ramificaciones que pueden ser compartidas sanamente por los noájidas, siempre y cuando no lleve a confusión, usurpación o errores.

Dice la parashá: “¡Mira! Hoy pongo ante ti la bendición y la maldición” (Devarim / Deuteronomio 11:26)

El Talmud, Kidushin 40, nos enseña que una persona debe considerar que el mundo se encuentra en un estado de equilibrio dinámico, se balancea entre lo meritorio y lo infractor.
Cada acción sirve para inclinar la balanza hacia uno u otro lado. La persona debiera tomar esto en cuenta a la hora de hacer alguna elección. Porque la vida es toma de decisión, aunque no nos demos cuenta, a cada rato tenemos que optar.
Si cumplimos con alguno de los mandamientos que nos corresponde, o si actuamos de manera buena y justa, entonces contribuimos con nuestro grano de arena para favorecer el despliegue del bien; pero si hacemos lo contrario, estamos patrocinando a la oscuridad.

En consecuencia, la Torá enseña a cada uno: "¡Mira!". Hoy, ahora, en este momento puedes escoger la bendición o la maldición, actuar como constructor de Shalom o encarcelarte en el egoísmo.

Parece mucha responsabilidad, pero Dios confía en ti, por eso te da la oportunidad de tomar la decisión.
Dios confía en ti, sabe que tienes la capacidad para ser Su socio en la tarea de hacer de este mundo un paraíso terrenal.

Relato: El camino de la autoestima

Ésta es una vieja historia, de la cual hemos encontrado diversas versiones.
Comparto contigo hoy una de ellas.

Un labrador iba con su hijo a la feria de un pueblo cercano y llevaban un mulo viejo.
Cuando pasaron por una aldea, algunos hombres comentaron lo tonto que resultaba llevar un burro e ir andando, por lo que el labrador le dijo al hijo que se montara inmediatamente al animal, mientras ponía una sonrisa en su rostro y la dirigía a los aldeanos.
Pasaron por su lado unas personas y descalificaron al niño, lo tildaron de desconsiderado por permitir que su veterano padre fuese andando mientras él iba sentado en el cuadrúpedo, ante lo cual el hijo se bajó presuroso y dejó al padre su lugar. Todo esto mientras posaban amablemente ante los criticones.
Al rato, otros hombres comentaron lo injusto que era que fuese el padre subido al burro, cuando era un hombre fuerte y experimentado, en tanto que el hijo era aún muy joven y seguramente terminaría exhausto de la dura caminata.

Por supuesto que veloces decidieron subirse los dos encima del asno, para que unos momentos más tarde unas mujeres criticaran la escena, pues el animal era demasiado viejo para llevar tanto peso.
¿Qué hicieron?
Auparon al burro entre los dos y así marcharon rumbo a la feria, pero se encontraron con un grupo de gente que se burlaba y hacía fiesta por verlos en tan grotesca situación.
El ruido y la extraña postura pusieron nervioso al burro, quien se encabritó y salió corriendo. En su presurosa huida no vio un pozo y allí cayó.

Preguntas para repasar y reflexionar

1. ¿Cuál es la moraleja?

2. ¿Qué simboliza la caída final del burro en el pozo?

3. ¿Por qué actuaban así el anciano y el niño?

4. ¿Cómo relacionas este relato con el contenido de la parashá?

5. ¿Te parece que esta enseñanza tiene alguna relevancia para la vida cotidiana?

6. ¿Conoces algún otro relato o anécdota que tenga similar contenido?

Es el amor… amor profundo

Esta semana corresponde a los hijos del pueblo judío que lean la parashá llamada Ekev ("Como consecuencia").
Es una lectura para los judíos, del libro judío llamado Torá, con preceptos para judíos, con enseñanzas de judíos y para judíos.
Pero, podemos tomar para los noájidas sabias lecciones de vida, que nos lleven a un mejor relacionamiento con el prójimo, proximidad con el familiar, encuentro consigo mismo y fidelidad con el Eterno.
Veamos pues cual es el buen pan que hemos horneado para ti con los sabrosos ingredientes que te harán bien aquí y en la eternidad.

Amar es cumplir
En esta sección se indica reiteradamente que el amor verdadero por Dios se expresa exclusivamente en el cumplimiento de los preceptos que Él nos encomienda. En el caso específico del noájida son los Siete Mandamientos Fundamentales, que no debe el noájida usurpar nada del judaísmo, ni atribuirse mandamientos que no son tales para él. Es bueno tomar normas de conducta positivas, especialmente en lo que refiere al trato bueno y justo, ético con el prójimo, así como todo aquello que potencie el cumplimiento de los Siete sin llevarlo a desnortarse.

Así pues, el amor es un eje central, de acuerdo a lo que esta sección manifiesta.
Tal como comprobamos:

"Amarás al Eterno tu Elokim,
¿cómo?
guardarás Su ordenanza, Sus estatutos, Sus decretos y Sus mandamientos,
¿cuándo?
todos los días.
"
(Devarim / Deuteronomio 11:0)

Cuanto más preceptos se cumplen,
conduciéndose lealmente según su propia identidad espiritual,
entonces,
más alto es el grado de amor que está manifestando la persona,
y mayor el amor que recibe (ver Irmiá / Jeremías 31:2, y TB Ioma 54a).

El amor es…
Ahora bien, es imperioso que quede claro el concepto de "amor".

El amor verdadero no es un torrente de emociones, ni sentimientos que se escapan de control, ni siquiera bellas palabras, o pensamientos obsesivos en torno al amado.
Tampoco es una intensa confesión de fe y fidelidad, pero que carece de materialización.
Ni es una pasión del alma, o una entrega desenfrenada y sin objetivo.
Ni siquiera es alcanzar un vasto conocimiento intelectual del sujeto amado, de sus cualidades y circunstancias.

El verdadero amor queda definido por la Tradición sagrada como: actuar de acuerdo a lo que es de mayor beneficio objetivo para el amado y el amador.

Como Dios no precisa nada de nadie,
ni se beneficia absolutamente en nada como consecuencia de los actos/sentimientos humanos;
entonces,
nuestro amor por Él se halla en actuar conforme a Sus mandamientos eternos que nos corresponden,
ya que es ESO lo que Él nos reclama.
Así pues, para amar a Dios los gentiles deben cumplir lo mejor posible con sus 7 preceptos, en tanto que los judíos deben abocarse a los 613 mandamientos de la Torá (TB Menajot 43b, Rosh Hashaná 4a).
Por su parte, el amor de Dios por Su creación se reconoce por la misma existencia de todo lo creado (Hoshea / Oseas 14:5), ya que nada existe si Dios no lo permite, ni nada hay perfecto y sin tachas, excepto Él.

Tal es la regla del amor que se establece en nuestras relaciones sociales.
Amamos en verdad cuando
nuestras acciones sirven para ayudar a desarrollar las mejores potencialidades de nuestro amado,
y de paso,
sacamos a relucir lo mejor que hay en nuestro interior.
Es decir, en el encuentro con el otro, tal como él es realmente, es cuando comenzamos a esbozar nuestro amor.
Y recién cuando actuamos en provecho del otro, sin esperar nada a cambio, es que le estamos amando.

Al respecto, un famoso psicólogo y pensador judío (instruido en nuestra Tradición, aunque bastante apartado de su cumplimiento) alguna vez escribió: "El amor sólo comienza a desarrollarse cuando amamos a quienes no necesitamos para nuestros fines egoístas." (Erich Fromm, "El arte de amar").
Esta frase es un eco de la antiquísima enseñanza de nuestros Sabios, expresada en Tanna Debe Eliahu 26: "El amor ha de ser perfectamente generoso (no egoísta), y ha de regular todas las relaciones entre las personas".

Otro judío contemporáneo, famoso por su comprensión de los recovecos de la espiritualidad moderna, que suele estar apartada del mensaje de la Torá, dijo alguna vez: "El amor intuye algo que no existe todavía en el otro… intuye las posibilidades personales que todavía no han sido realizadas, posibilidades que todavía están escondidas… y entonces trabaja para realizarlo…" (Viktor Frankl, "Logoterapia y análisis existencial").

El soporte del amor
Por otra parte, es un fundamento muy endeble el amor sin el contrapeso del juicio y la justicia.
Según aprendemos de la enseñanza cabalística, para alcanzar el equilibrio es imprescindible contar con el adecuado balance entre ambos principios.
Ya que el juicio excesivo, conlleva rigidez y temor, lo que dificulta el crecimiento y el desarrollo de las cualidades placenteras de la vida.
Pero el amor sin reglas claras, precisas, objetivas y trascendentes, se convierte en una trampa que engolosina y termina por extraviar.
Para el humano son indispensables los límites al amor, para no transformar una relación trascendente, en algo tóxico, perjudicial.

Así pues, para que tanto el amor como el rigor sean saludables y de bendición, necesariamente deben estar enmarcados por las reglas expuestas por la Torá, sin concesiones extrañas, ni apelar a facilismos que terminan por engañar.

Amor con justicia y justiciero amor.

El placer de amar
Aunque parezca increíble, cuando estamos movidos por la generosidad y pureza de intención, cuando menos nos interesan las ganancias y el gozo egoísta, es cuando más oportunidades tenemos de encontrar satisfacción y felicidad objetiva.

En parte esto es así porque siguiendo la ley de la "acción-reacción" (también conocida como mida kenegued mida, o de la justa compensación) , obtenemos aquello que damos. Si proveemos generosamente, estamos en condiciones de recibir ampliamente.

Otra causa la descubrimos cuando comprendemos que todos somos parte de un gran organismo, de la creación del Eterno, y que provenimos de la misma Fuente.
Cuando nuestro prójimo se beneficia por nuestra acción, en realidad estamos colaborando indirectamente con nuestro bienestar, puesto que el bien de uno es el bien del conjunto (a partir del Sefer Tania, Hisvaadiyus 5745, Vol. 3, p. 1423).

Otra causa, según el mismo Frankl dijera: "La felicidad no se puede buscar nunca directamente. Sólo puede venir como consecuencia de haber entregado lo mejor de nosotros mismos por una causa noble". ("El hombre en busca de sentido").
Es decir, el placer solamente se alcanza cuando no lo está persiguiendo afanosamente, ni cuando el gozo es la única finalidad de la vida.
Sino que el placer real surge como un producto derivado de una acción que es beneficiosa para otra persona, y/o que está en correspondencia con lo que Dios demanda de la persona (al respecto ver Rambán a Devarim / Deuteronomio 6:4).

Milenios antes, y con una Sabiduría superior, hallamos este mensaje en la perfecta Torá de Israel, pues le enseña a los judíos, y a través de ellos a los gentiles, que cuando actuamos movidos por el verdadero amor, finalmente llegamos a obtener diversas bendiciones espirituales y materiales, tal como está dicho:

"Y será que por haber obedecido estos decretos,
por guardarlos y ponerlos por obra,
el Eterno tu Elokim guardará para contigo el pacto y la misericordia que juró a tus padres.
Él te amará, te bendecirá y te multiplicará…
Así comerás y te saciarás.
"
(Devarim / Deuteronomio 7:12-13; 11:15)

El compendio de Hillel el anciano
El sabio Hillel resumió todo esto que hemos visto en una breve sentencia, digna de ser recordada y llevada a la práctica asiduamente:

"Sé uno de los alumnos de Aarón,
que ama la paz y la persigue,
ama a las criaturas y las aproxima a la Torá
"
(Avot 1:12)

¿A cuál Torá?
Pues, al judío a la Torá escrita y oral, tal cual es heredad y posesión de Israel desde que Dios la entregara al pueblo judío.
Para el gentil es la Torá noájida, que son los Siete Mandamientos Fundamentales.

Moré Yehuda Ribco

 

Relato

Luego de mucho tiempo de espera, aquel hombre por fin se presento frente a su Rebbe. Estaba esperando recibir una bendición de parte del iluminado varón, para de ese modo transitar mejor por la vida.
Sin embargo, se llevó una sorpresa, pues ni bien estuvo parado ante el maestro, éste le dijo: ‘Moishe, ¿qué haces que aún no te has puesto a enseñar Torá?’
Y él contestó: ‘Pero Rebbe, ¿qué puedo enseñar yo? ¡Si apenas conozco el alef-bet!’
A lo que el Rebbe indicó: ‘Moishe, Moishe. Mientras no avances en tus estudios, si eso es lo que sabes, debes enseñar la bet al que solo conoce la alef’.

Preguntas para meditar y profundizar:

  • ¿Cómo se puede relacionar este relato con el comentario que brindamos de la parashá?

  • El profeta dice: "Le castigaré por sus caminos y le pagaré conforme a sus obras." (Hoshea / Oseas 4:9).
    A partir de esto, ¿podemos reconocer que son las acciones lo que determina la retribución que Dios da a la persona, o acaso son los sentimientos o creencias?

Dónde estás y qué haces

Hola, buena semana amigo noájida.
Comparto nuevamente contigo del buen pan espiritual que nace en el horno del judaísmo y es compartible con el noájida.
En esta ocasión se trata de la lectura semanal de la porción denominada Ekev, de la cual he seleccionado para compartir contigo los siguientes temas:

1. Nuestras acciones conllevan reacciones. Lo que consideramos un “castigo” de Dios suele ser la necesaria conclusión a lo que hicimos o dejamos de hacer.

2. Es sumamente meritorio agradecer por lo que se obtiene, incluso aunque uno se crea merecedor o que le corresponde. Agradecer a Dios pero también al prójimo. No hay que comportarse como esos religiosos, llenos de rituales y dogmas pero cero de espiritualidad, que se la pasan hablando de su dios y poderes varios, pero desprecian al prójimo y son incapaces de decir “gracias” a quien corresponde.

3. La idolatría está absolutamente prohibida. Son muchas las causas, entre otras porque es engaño, es abrir la puerta a las malas acciones, es justificar el mal, es negar la Autoridad de Dios.

4. Es bueno rezar al Eterno. Pero rezar, no ponerse a dar órdenes a Dios.

5. Israel es la buena tierra que Dios ha dispuesto para que sea hogar del pueblo judío. Por tanto el noájida consciente y activo tiene la tarea de promover el establecimiento pacífico, independiente, seguro, provechoso de la nación judía en su tierra.

6. ¿Cómo se debe evaluar el “éxito”?

Dice la parashá: “No sea que digas en tu corazón: ‘Mi fuerza y el poder de mi mano me han traído esta prosperidad.’ Al contrario, acuérdate del Eterno tu Elokim. Él es el que te da poder para hacer riquezas ” (Devarim / Deuteronomio 8:17-18)

El Ben Ish Jai (Jajam Iosef Jaim de Bagdad, 1832-1909) solía enseñar que: “La gente acostumbra ir en la dirección equivocada. Cuando una persona está valorando sus aspectos materiales, generalmente se compara con otro y piensa ‘esa persona está mejor que yo’, cuando en realidad debería evaluarse en relación con alguien en un peldaño inferior y decir ‘estoy mejor que él, tengo suficiente’.
Cuando está valorando su dimensión espiritual, generalmente busca a uno menos activo y dice ‘yo hago más esto y aquello, etc.’, cuando deberíamos estar buscando a alguien que esté en algún grado superior, para tomarlo como ejemplo y tratar de imitar a esa persona en sus buenas cualidades”.

No se trata de competir con otros, ni de una carrera en la cual se demuestre que uno es mejor que nadie. Sino en tomar el modelo del que ha encontrado un sistema para perfeccionarse, adoptar ese método, adaptarlo para acondicionarlo a las cualidades propias y usarlo para mejorar. Es una relación en la cual no hay perdedores, pero sí ganadores.
Es bueno verse en otros para aprender a verse a uno mismo, saber dónde está ubicado y proponerse una meta posible para alcanzar.

 

Relato: El cuento

Como cada noche la niña compartía con su papá la lectura de algún cuentito antes de ir a dormir.
Ella sabía el dibujito de alguna letra, de a poco las iba reconociendo, quizás si se lo proponía hasta podría leerse algún cuento. Pero ella quería esos minutos únicos en toda la jornada. Era el placer de oír a su papá relatando, de las entonaciones que usaba, ver esos gestos, el sentir la risa compartida, ese momento era mágico. Antes de dormir encontraba lo que en todo el día no tenía. Entonces, dormía feliz, satisfecha, abrazada a su osito, llena de cariño, segura, confiada.

Pero, los grandes no siempre viven al ritmo de los niños.
Tiene cosas “más importantes” (acentuar estas palabras cuando se leen en voz alta), quizás un trabajo que terminar ante la computadora, un programa que ver en la tele, un partido de fútbol por el cual angustiarse durante un rato, charlas de negocios, preocuparse por “cosas de adultos”, en fin, cosas de grandes, que siempre son “más importantes” y que no pueden desperdiciarse en cuentitos para niños…

Entonces el padre compró unos cuentos ilustrados que ya venían con su lujoso CD en el cual artistas de renombre narraban las historias para niños.
Tenían efectos especiales de sonido, eran perfectos desde el punto técnico, llenos de arte y calidad (y así habían costado).
Puse la radio con lector de CD encima de la mesita de luz de su hija, le enseñó que botón presionar, cómo escuchar nuevamente, ir a otro cuento, todo lo necesario.
Le dio el besito de buenas noches sobre la frente, para estar en menos de un minuto nuevamente enfrascado en su “más importante” ocupación.

No pasaron ni tres minutos cuando la niñita se apareció junto a él, el libro en la mano y una carita de ángel pedigüeño, para decir: “¿Me lo lees, por favor?”
“Hija, tengo que hacer esto y aquello, usa el CD, ya sabes cómo” – dijo él, mientras la quitaba de delante de la pantalla, porque ella parecía no darse cuenta de que estaba tapando la película.
“Sí, pero quiero compartirlo contigo” –dijo ella casi en un suspiro.

Preguntas para repasar y reflexionar

1. ¿Cómo crees que sigue este cuento?

2. ¿Cuál es la moraleja del cuento?

3. ¿Cómo relacionas este relato con el contenido de la parashá?

4. ¿Te parece que esta enseñanza tiene alguna relevancia para la vida cotidiana de un noájida?

5. ¿Conoces algún otro relato o anécdota que tenga similar contenido?

El impulso del noájida “bien intencionado”

Comparto contigo una enseñanza judía, para judíos, en contexto judío, al respecto de la Torá y de los 613 mandamientos para los judíos.
NO ES para que te confundas y asumas que la Torá y los 613 son parte del tesoro de las naciones, pues no es así. Tampoco para que te creas en potestad para estudiar Torá como deben los judíos, ni para que te pongas a predicar “la Palabra”, ni para que te impongas limitaciones que Dios no quiere para ti.
Sino que es para que entiendas el mensaje universal que porta, aquel que es provechoso y de bendición para cualquier persona, sea judía o noájida, y a partir del sentido del mensaje puedas fortalecer tu propia identidad, crecer en todos tus planos, afianzarte y desarrollar todos tus potenciales.
Ahora, la enseñanza.

El rabino Gifter (en «Pirkei Torá», traducido libremente por nosotros) nos enseña:

«Dice la Torá:
No añadáis a las palabras que Yo os mando, ni quitéis de ellas, de modo que guardéis los mandamientos del Eterno vuestro Elokim, que Yo os mando.’
(Devarim / Deuteronomio 4:2).
La tendencia natural del hombre es de abstenerse a ser sometido a la voluntad ajena.
Nosotros queremos auto-gobernarnos.
Esta tendencia puede impedir grandemente nuestro servicio a Dios, ya que el verdadero servicio a Dios demanda una completa sumisión al gobierno de la Torá.
Añadir o quitar de los mandamientos -que son la manifestación de nuestro servicio a Dios- está para satisfacer la propia voluntad, pero no la voluntad de nuestro Creador.»

¿La voluntad de quien vas a cumplir?
¿La tuya?
¿La de tu pastor?
¿La de tu seudo rabino?
¿La de tu sociedad?
¿La de tu secta?
¿La de tus amigos?
¿La de tu pareja?
¿La de tus hijos?
¿La de tu patrón?
¿La de tu religión?
¿La de tu partido político?
¿La de aquel o ese otro?
¿La de los dioses?
¿La de DIOS?

El hombre saludable comprende y toma para sí el consejo de los sabios, aunque ni siquiera lo conozca:

“Haz que Su voluntad sea tu voluntad”
(Pirkei Avot 2:4)

Hacer nuestra la voluntad de Dios.
Estar en perfecta armonía con Él.

Esto implica que el noájida debe tomar conciencia de que Dios ha dictado solamente Siete Mandamientos Universales para él, ni más, ni menos.
Comprender que esos siete mandamientos son raíces de los cuales se enarbolan diversas reglas saludables de conducta, buenas para la persona y para la sociedad.
Tales son los mandamientos, no otros, ni más, ni menos.

Cuando el noájida asume mandamientos de los judíos como si fueran propios, está estafando a su ser, mintiendo para afuera, provocando el caos, llevando destrucción al mundo.

Sí, es cierto, hay mandamientos judíos que pueden ser tomados como buenas costumbres por el noájida, tales como rezar, dar caridad, respetar a los padres, amar al prójimo, entre otros, pero en modo alguno el noájida tiene derecho a decir que eso es lo que Dios le ha mandado, pues no es así.
Seguramente que se podría encontrar formas de sintonizar todas estas buenas acciones que son mandamientos para los judíos para que sean reglas de vida –opcionales- para el noájida. A excepción de aquellos mandamientos que expresamente dice la Ley que quedan absolutamente por fuera de los noájidas, tales como el Shabat con sus formalidades, el uso de tzitzit (digamos, el manto ritual, para comprendernos fácilmente), las festividades con sus modismos, el estudio de la Torá (solamente aquellas porciones limitadas que conllevan el reforzamiento de la identidad noájica están permitidas), entre otros que hemos expresado en otras ocasiones.

Así pues, querido hermano noájida, que nadie te lleve a añadir o quitar de tus Siete Mandamientos.
NADIE.
Pues nadie tiene la autoridad de Dios.
Él ha decretado, es Su Voluntad, que sean para ti los siete mandamientos universales, no otra cosa.
Por tanto, cuando algún “iluminado” oscuro te exija celebrar festividades judías como los judíos, actuar como judío, disfrazarte como judío, o hacer cualquier de los mandamientos para los judíos “o te vas al infierno”, debes ponerle un freno a tal persona, no caer en el error, fortalecerte en tu belleza interior y no corromperte detrás de las “buenas intenciones” sin conocimiento que suelen desmoronar al mundo.

Sé humilde, sé sabio, sé bueno, sé justo, al aceptar con alegría tu sagrada porción que se llama “noajismo”.
Que no es sucursal del judaísmo, que no es mala copia del judaísmo, que no es un paso hacia la conversión al judaísmo, que no es el hermano bobo del judaísmo, que no es servil del judaísmo, que no depende del bastón del rabino judío.
Sé feliz con la sagrada herencia que Dios mismo ha diseñado para ti y te la ha regalado.
No pretendas saber más que Dios, no hagas caso a tu EGO que te indica que eres tú el que decide cómo debe ser la realidad.

Sométete a la Voluntad de Dios, en lugar de presumir que eres “religioso” porque te pones algún gorrito, farfullas palabras hebreas, dices predicar en nombre de algún rabino, pones a algún rabino como pretexto para sostener con vida a tu sectita…

Dios no quiere tus disfraces, ni tu palabrería, ni tu jasideismo, ni tu cabalismo, ni tu torpe locución en algo parecido hebreo, ni tu aspiración a ser un ser especial… nada de eso quiere Dios de ti.
Él te ha indicado lo que quiere: que cumplas los Siete Mandamientos.
Que seas humilde, que seas bueno, que seas justo.

Sí, para el que está sometido al EGO estas palabras duelen, porque les obliga a ponerse en su lugar.
Se armarán mil invenciones para mantener al EGO en el poder, para seguir ejerciendo la prostitución de la religión en vez de santificar la vida con espiritualidad.

Ahora, haz tu vida.