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Creencias in-felices

Hay personas que creen
que el ser humano está condenado a NO ser feliz,
destinado a no sentir felicidad,
porque la felicidad es una utopía, algo irreal, inalcanzable, un sueño sin posibilidad de hacerse realidad en este mundo.

Es imposible ser feliz,
y si alguien afirma sentir felicidad,
está enfermo, se equivoca, miente, es víctima de una posesión diabólica, se deja arrastrar por la irracional y ciega pasión,
pone en grave riesgo su vida espiritual.

Así también creen que es pecado aspirar al placer, al deleite, al disfrute,
particularmente si implica lo sensual (sensorial),
¡cuánto más a sentirlo en carne propia!

Creen que lo “material” necesariamente es enfermizo, pecaminoso, infernal, despreciable, satánico
y que las ansias deben ser puestas en un mundo más allá de esta vida,
único lugar de bienestar, de disfrute, de dicha.
Cada bien gozado en esta vida,
equivale a mil bienes desechados en la eternidad.
Cada segundo de felicidad terrenal
cuesta eternas horas de placer espiritual.

Siguen una doctrina que afirma que es bueno ser un desgraciado,
es necesario serlo,
porque si obtenemos algún beneficio,
si disfrutamos de algún placer terrenal,
estamos pecando,
destruyendo nuestra espiritualidad,
desviándonos del buen camino,
restando a nuestra porción de disfrute en el más allá.

Desde esta perspectiva,
santo es el que niega este mundo,
anula sus deseos y pervierte sus necesidades,
es admirable el que tiene fe y vive con ella,
es ejemplar el que abdica a todo disfrute y tiene su vista puesta en otro mundo.
¿Gozar de los bienes materiales?, no, eso es para pecadores.

No interesa si es un bien adquirido lícitamente,
si no se ha incurrido en ninguna violación legal para hacer uso de él,
el solo hecho de sentir placer,
de permitir la chispa de la felicidad,
ya implica pecado, negatividad, fracaso, culpa, perdición.

Vaya uno a saber el motivo, pero creen que estamos condenados a ser pecadores
y que solamente debemos aspirar a una salvación sobrenatural en base a la fe,
o a trabajar infinitamente para restringirnos de los goces.
La vida elogiosa es la del en constante arrepentimiento,
del reconocimiento de nuestra pobreza espiritual,
de admitir nuestras fallas, reales o imaginadas,
de no aspirar a un minuto de calma
ya que somos impíos y merecedores de torturas.

Sí, en permanente angustia por el futuro,
ahogados por el miedo a lo que vendrá,
carcomidos por sentimientos inagotables de culpa,
esperanzados en alguna mágica salvación pero que no es de este mundo, ni en este mundo.

Creen que el sufrimiento redime, libera, exonera.
Creen que la fe es las más poderosa herramienta.
Creen que con rezos se consigue hacer que Dios (o dioses, porque esto se verifica en numerosas religiones) se trasforme en un esclavo todopoderoso, en un genio de la lámpara, listo para realizar toda clase de prodigios a cambio de promesas, oraciones, repetición de salmos y ensalmos, interesada caridad, banales sacrificios, o el magnífico efecto metafísico del “pensamiento positivo”.
Creen que la externalidad (rituales, ropajes, convenciones, adulación, extremismo, superstición, etc.) son la clave sagrada para preservar su forma de vida.
Creen que el rigor es piadoso, la exigencia necesaria.

Entonces,
creen que la felicidad no existe,
y/o es inalcanzable,
y/o es un pecado sentirla,
y/o es para luego de la muerte y con cantidad de requisitos previos,
y/o Dios está para servir a sus deseos, siempre y cuando negocien un buen trato con Él.

Sí, hay gente que cree estas cosas.
¿Tú eres uno de ellos?

Mi grupo, el mejor

Ponte en un grupo, o deja que te digan que perteneces a uno, y bien pronto creerás que eres parte del mejor grupo, del que sobresale, del que se distingue, del que merece el éxito, bienestar, gloria, poder, etc.
Sea un equipo deportivo, un partido político, una religión, un grupo de actividades, poseedores de X o Y aparatito electrónico, o simplemente separarte en el grupo A del grupo B en una competencia entre amigos.
Algo en ti te hará creer en la superioridad de tu equipo, en la necesidad de defenderlo y de paso agredir a los otros.
Lo vemos a menudo, en cosas triviales, increíbles, como los chicos que defienden a Apple y sus juguetitos caros y estilizados ante los que se enarbolan de Android, Samsung, Windows, Nokia, etc. Son ya “clásicas” esas sosas peleas entre “haters” y “fans”. Que este fue primero, que este es mejor, que aquel copia, que ese otro esclaviza en China para obtener beneficios, que ese otro trabaja para la NSA, que… argumentos, excusas, agresiones, ¡para defender las ganancias de empresas multimillonarias!
¿Y qué decir de las revoluciones, matanzas, y etcéteras criminales y terroríficos varios en el nombre de la justicia social, del bienestar popular, de la humanidad?
¿O las barbaridades que se cometen en nombre de dioses del amor, o religiones del amor, o para que el hombre sea “salvo” de improbables infiernos?
¿Y los muertos y heridos a causa del fanatismo deportivo? Aunque los profesionales, que muchas veces cobran suculentos sueldos y otras miserias, un día jueguen en el equipo P y al mes siguiente defiendan los colores de la camiseta C… ¡qué importa! Lo único que parece relevante es saber que eres el mejor, porque eres parte de ese grupo. No es algo que pasa solo a los “barra brava”, a los que se apasionan hasta la locura, pasa, simplemente pasa…
Ni siquiera tienes que conocer al otro grupo, ni saber nada de ellos, con saber que tú perteneces a este grupo y ellos a ese, ya es suficiente.
¿Que no te pasa, dices tú?
¿Estás seguro?

Ayudando a despertar la conciencia espiritual

Transcribo a continuación un fragmento de una conversación que tuve con una amable señora a través de FB.
El texto en color negro es la señora, en azul lo de este servidor.
Edito algunas partes que considero que no son relevantes al tema o que pueden afectar la privacidad de la señora; también añado algunas frases que por la premura de la conversación no fueron escritas.

  • hola soy mama de … y necesito urgentemente su orientación su concejo y enseñanza.
    he sido cristiana evangelica casi toda mi vida y hoy quiero ser yo romper con el peso de negarme y anularme y el temor de ser castigada por dejar al señor
    por favor ayudeme soy miembra activa en mi congregacion y no se como salir

  • Hola, ¿cómo le va?
    Sabe algo, en realidad no ha estado con Dios nunca, aunque El ha estado con usted siempre.
    Mientras tiene a Jesús en el medio, pone un obstáculo para abrazar a Dios.
    Así que, ¿como va a castigarla Dios ahora por querer por fin amarLo y abrazarLo?
    ¡Todo lo contrario!
    Es tiempo de alegría, de encuentro, de descubrimiento, de bendición.
    No está dejando al Señor, sino que finalmente está yendo a Su encuentro.
    Él la ha estado esperando desde que nació, con paciencia a su lado, todo este tiempo. En las buenas y en las malas, allí estuvo Dios. Pero usted lo ignoraba, porque no Lo conocía, porque estaba en ignorancia, porque otros la tenían sometida a la esclavitud de la mentira, de la idolatría.
    Ahora está despertando de una pesadilla, y puede ser que le cueste acostumbrase a la luz, además de encontrar que sus antiguos “amigos” no son tan amistosos, ni tan amantes de la paz. ¿Costará? Puede ser. Pero no por ello dejará a Dios de lado, nuevamente. ¿O sí?
    Entonces, ¡
    bienvenida a la vida, a la verdad!
    Es
    claro que los que están en sombras y sienten que ganan algo con ello no querrán que Ud. los alumbre, así que le harán la vida imposible. Con ello simplemente estarán demostrando lo que tienen en sus corazones, la podredumbre del egoísmo, la miseria de la religión.
    Usted puede dejarse atrapar y volver a las sombras, a sufrir pero mentirse, a ver lo espantoso que hay dentro de esas iglesias pero negarse a admitirlo. O, puede hacer lo que su espíritu quiere que realmente hacer.
    E
    ntonces, Ud. deberá elegir, o Dios o los esclavos del mal…
    ¿S
    eguir en la mentira o amar la verdad y la vida?
    De usted depende y yo le aseguro que usted está capacitada para elegir bien, para salir de la celdita mental y estar en unión sagrada con el Padre Celestial.
    Él la ama por quien es, no le pide cosas extrañas, no la condena a infiernos por su “poca fe”. Por el contrario, el Padre, el verdadero Uno y Único la ama y no desea que sufra mal alguno, mucho menos que se espante con falsos castigos o infiernos que no existen.
    ¿Comprende esto?
    Es importante que entre en su mente y corazón, que sirva para curarla de las muchas heridas que las mentiras repetidas durante años le han causado.

  • es por eso que necesito de su fuerte ensenanza porque ya tome la decisión pero para mi es dificil soltar amarras raices de una vida.
    ayudeme lo necesito es por eso le pedi a mi hijo poder hablar con usted.
    estoy desde mi celu por eso escribo tan mal

  • Se entiende perfecto lo que escribe, no se preocupe.
    Dígame, ¿qué es lo que espera que yo haga por Ud.?
    Con gusto veo en que puedo ayudarle, pero necesito saber lo que está esperando. Es bueno preguntar, no tener preconceptos, así se favorece la comunicación auténtica, por ello cuénteme, por favor, como cree que le puedo ayudar.
    Por otra parte, sepa que yo puedo mostrarle el paisaje, decirle dónde mirar y dónde ir, pero es usted quien debe mirar y andar.
    Sepa también que el milagro ocurre cuando pone sinceramente de su parte, hace el esfuerzo –el sacrificio- y no solamente cuando espera a que pasivamente alguien la rescate. Sepa que así como la viuda recibió aceite y vino en abundancia a través del profeta Elías, antes ella tuvo que sacrificar lo último que tenía para alimentar al profeta. Si no hubiera dado de sí, si no hubiera estado dispuesta a ese sacrificio, finalmente no hubiera recibido el beneficio del milagro. Yo no le pediré nada para mí, gracias a Dios no vivo de “ofrendas” ni “diezmos”, así que no es dándome dinero a mí que se podrá librar del pecado. Pero sí le pediré que entienda que tendrá que hacer su parte, dejar cosas que para usted parecen imprescindibles y que tiene miedo de dejar. Por ejemplo, extirpar de su vida POR SIEMPRE al ídolo de barro, al tal Jesús. Quitarlo por completo, arrancarlo de raíz, que ya no perturbe sus pensamientos. También le pediré que no se enfoque en sus miedos, en sus angustias, sino que trate de poner atención a las necesidades del prójimo, en lo que el otro precisa, para poder darle una mano sincera y generosa. Verá que si quita el temor, si elimina el mal, si deja de repetir automáticamente los hábitos que enferman, y además se pone a aprender nuevos hábitos, a hacer lo bueno y justo, pronto empezarán los grandes milagros en su vida. Milagros verdaderos, no magia, no cosas espectaculares. El milagro de sentirse en paz, de estar agradecida, de dormir tranquila, de estar confiada, de vivir.
    Depende de usted, no de mí, tampoco de Dios.

  • que me de una razon poderosa para esta desicion tan importante porque la verdad esto para mi no es un juego
    es soltar una vida
    que pasara con mi vida
    tengo temor de la ira de Dios

  • Entienda apreciada dama, hasta ahora estaba sin Dios, ¡recién ahora por fin va ir al encuentro de EL!
    Probablemente
    la ira que sentirá será la de esos idólatras manipuladores de la iglesia, esos que dicen hablar en nombre de Dios, pero hablan en nombre de sus propios vicios y deseos. Ellos quizás la persigan, amenacen, presionen, se burlen, humillen, “maldigan”, como si tuvieran algún poder sobre usted. En realidad ellos son impotentes, ciegos, huecos, sordos como su dios, carentes por completo de poder. Pueden aparentar fuerza, usar la violencia en variadas formas, pero poder no tienen. Amor tampoco tienen, solo odio, deseos oscuros, malicia. Tal como su dios son ellos.
    Pero Dios, el Uno y Único, el Padre Celestial, el que es Bueno y Justo, ese Dios la ama y desea que usted se dé cuenta de que es bendita y tiene derecho a disfrutar de la bendición.
    Confíe,
    no tema a Dios, El no es para temer, y menos ahora que Ud. Lo esta buscando.
    Al Eterno se le ama con veneración, esto quiere decir con mucho respeto.
    Él es cercano, como padre y amigo, pero al mismo tiempo es un rey absolutamente poderoso.
    Pero no es para temer, porque donde hay temor no cabe el amor, y Dios nos creó para ser receptores de Su perfecto amor. Es una Luz que viene directamente de Él hacia nuestra esencia sagrada, no precisa de mediadores, ni de ángeles, ni de crucificados, ni de rituales tampoco. Es una Luz sagrada que nos alumbra todo el tiempo y que sería penoso no disfrutarla a causa de ideas falsas, de creencias que no tienen sentido.
    Temer a Dios es negarLo.
    Amar a Dios es lo mejor que le puede pasar, y se Le ama viviendo de acuerdo a como Él quiere que lo haga.
    Ya que usted gentil, el modo de amarLo es respetando lo Siete Mandamientos Universales. Cuando hace así Lo está amando, está haciendo que su vida tenga un verdadero sentido y está adquiriendo más y más placer para la vida luego de este mundo.
    ¿Entiende usted que hasta ahora la que jugó fue usted?
    Estaba en un juego de escondidas con Él, pero ya está, ahora terminó de jugar y lo encontró… ¡no lo vuelva a perder!
    Mejor piense como hacer para corregir lo que ha hecho en el cristianismo y ayudar a otros a salir de la idolatría, del EGO, de ese pozo oscuro, lleno de mal y sin Dios.
    Haga por el prójimo lo que no muchos han hecho por usted, ¡que es ayudarle a ser libre y con Dios!
    En vez de encerrarse a penar por culpas que no tiene o miedos de cosas que no existen, aproveche el único tiempo que tiene, aquí y ahora para construir un paraíso en la tierra.

  • siempre le he buscado con un corazon cincero
    desde muy nina senti la jecesidad de conocer el verdadero camino para llegar a el
    y crei que me habia respondido cuando se lo pedi llegando a los 18 anos a la iglesia pero he vivido muchos sinsavores y desiluciones

  • La iglesia, toda iglesia, toda religión es muerte, es esclavitud, es falsedad, es egoísmo, es falso encuentro con Dios.
    A
    hora, deje de ver el pasado, la muerte y concéntrese en todo lo bueno que tiene la vida.
    ¡L
    a vida!
    Eso es Dios.
    Dios es vida, no penar por culpas del pasado o sufrir por terrores del futuro. Nada de eso es vida.
    La vida es ahora.
    ¿En qué la está ocupando?
    ¿Es algo que beneficia y da placer permitido?
    ¿Mejora su existencia, la del prójimo, la de la sociedad, la del ambiente?
    ¿Está haciendo algo con su vida, o solo deja que el tiempo pase y usted sigue encerrada en preconceptos y creencias?
    ¿Quiere Dios, el verdadero, que esté encerrada en miedos, en esperanzas mentirosas, en doctrinas absurdas, en iglesias y amenazas? ¿Eso le parece que puede querer nuestro Dios?
    O, como Padre que es de todos nosotros, ¿no quiere Él que disfrutemos, que aprendamos cosas positivas, que compartamos, que ayudemos a los otros hermanos que son también Sus hijos? ¡Todos somos hijos de Dios! No solamente un grupete de amigotes que tienen fe en un chico colgado, ni los de tal secta, o los que creen en tal cosa. TODOS somos hijos de Él, por ser personas. Entonces, ¿quiere Él que siga usted atormentándose y temiendo o que se ponga a hacer algo provechoso con su vida?
    ¿Tan pequeñito se imagina a Dios? ¿Tan viejo rencoroso y malvado que no tiene nada mejor que hacer que buscar su destrucción y enviarla a un terrible infierno?
    ¿Ese es el dios en el cual usted cree?
    ¿No le parece que es hora de aprender, pero antes hay que des-aprender?
    No solamente cuestiones intelectuales, no solo conocimiento, no solo pan intelectual, sino que mucho tiene que aprender de lo emocional, pues ahí radica especialmente el poder de las iglesias y religiones, en la manipulación emocional. Ellos hacen un trabajo muy fuerte en esclavizar la mente a través de dominar las emociones de sus fieles. Les perturban la mirada, les nublan el pensamiento, los someten atrapando en redes turbias y confusas los sentimientos. Les hacen creer cosas absurdas para que dejen de pensar, les hacen sentir miedos varios para venderles esperanzas de salvación. Son expertos en estas cuestiones, por ello no suele ser fácil romper el lazo que les atrapa a los que quieren salir y ser libres. Ellos son maestros en el horror y nosotros simples mortales que tratamos de construir shalom. ¿Podemos vencer? ¡Claro que sí! Pero no será de un día para el otro, ni sin sacrificios. Ellos no querrán darle respiro, molestarán, perseguirán, difamarán, harán perder el trabajo y la cordura, lo que sea con tal de seguir en apariencia de autoridad. Sépalo y no se deje enredar más.

  • quero estudiar y aprender lo que usted me pueda ensenar

  • Bien, esto es lo que tiene por delante.
    Deje de pensar en las mentiras,
    des-aprenda,
    despréndase de la mochila llena de piedras
    y sea feliz, porque lo merece.
    Nació para disfrutar de aquello que tiene permitido, de esa manera elogia a Dios y le alaba. Sí, cuando disfruta de lo permitido está alzando la más bella alabanza al Eterno. No es por medio de rituales, ni encerrándose entre cuatro paredes, ni repitiendo sin sentido frases de libros como elogia al Eterno, sino haciendo su vida y demostrando que todo lo que Él hace es bueno, es bello, es santo.
    Sea feliz con lo que tiene, con lo que comparte.
    Aprenda a conocer su poder, ejérzalo, disfrute. Lo que no puede modificar, lo que es imposible que controle, deje que fluya.
    Es tan corto el tiempo terrenal que tiene a disposición, que es una pena malgastarlo en cosas que no tiene sentido ni valor.

  • no sera facil como hago

  • Deje de pensar en lo que hizo o lo que no hizo. Aquello que puede pedir perdón, hágalo, y siempre trate de arreglar lo que ayudo a destruir. Piense positivo para actuar positivamente.

    Deje de ver a Dios como un monstruo malo que la quiere destruir .

    Deje de pensar en ese títere que es Jesús, que no es más que un mito romano inventado para dominar a los judíos, y como no sirvió para nada, se lo recicló para que sirviera al emperador Constantino para someter a los gentiles a su autoridad política. Jesús es tan poderoso como el lobo de Caperucita Roja, tan real como Papá Noel. ¿Qué tiene usted para temerle? Pero, muchos de sus seguidores pueden llegar a hacer locuras en su nombre, es de ellos de quien tiene que tener precaución, de los fanáticos que desprecian a Dios y por tanto a la vida.

    Póngase a ver como hará para ayudar a otros a salir de la mentira, para lo cual, precisara estudiar, para poder des-aprender y luego poder aprender en realidad.
    Pero si sigue pensando en Dios como un viejo loco que quiere hacerle daño y en Jesús como un muchacho lindo que la ama, y en cosas por el estilo, seguirá en caos y dolor.
    ¡Basta ya!
    ¡E
    s hora de vivir!

  • y como hago para desaprender

  • Creo que se lo dije arriba.
    Deje de pensar en Dios como un viejo loco y en Jesús como algo especial en su vida.
    D
    eje de darle vuelta a las cosas.
    Deje de buscar excusas para seguir donde está.
    Ponga su mente en otras cosas, en lo que sirve de algo, estudie en serjudio.com y fulvida.com, pregunte, participe, hable con su hijo que está más avanzado en el conocimiento de vuestra identidad espiritual noájica.
    No se encierre, no se ciegue, no busque voces maravillosas que la guíen por fe, pero sí busque a quien ayudar. Aunque sean cosas pequeñas, incluso lo que no parece importante, como sonreír a una persona, elogiar a alguien por algo bueno, corregir amablemente a alguien que se equivocó, no sé… lo de cualquier día, cualquier hora, todo es santo si uno le confiere santidad.

  • estudiar
    ok necesito descubrirme yo prumeramente creo

  • Sí, es cierto, lo cual muchas veces se consigue ayudando a otros.

Inmortalidad y Alma: Aryeh Kaplan

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Capitulo I ENCONTRAR TU YO VERDADERO

Mira tu mano. ¿Qué ves? Una parte de tu cuerpo, un apéndice hecho de hueso y tendones cubiertos por músculo y piel. Esta ocupado con nervios, vasos sanguíneos y conductos linfáticos que corren a través de ella y la conectan a tu cuerpo, haciéndolo parte de Ti.
Puedes abrir y cerrar tu mano. Ella obedece cada orden que tu mente le envía. Es tuya – una parte de ti. Pero ¿qué eres tú? ¿Qué pasa cuando le dices a tu mano que se abra y se cierre? ¿Cómo hace tu mano para que obedezca sus órdenes? Ahora señálate con un dedo. Si eres una persona promedio, apuntaras hacia tu pecho con un dedo. Piensas de ti mismo como tu cuerpo.
Pero ¿es tu cuerpo realmente tú? No hace mucho, una persona podría considerar su propio cuerpo como una parte integral de si mismo. Tú eras tu cuerpo y tu cuerpo era tú. Pero eso no es mas el caso. Los progresos científicos han modificado completamente el concepto de la personalidad e identidad humana. Los transplantes de corazón son hoy en dia muy comunes. Ya no son noticia.
Una persona puede vivir con el corazón de otro latiendo en su pecho. Si le preguntáramos a esta persona que se señalara a si mismo, apuntaría a su corazón? Es ese corazón transplantado realmente parte de él? ¿Es el corazón que late en tu pecho realmente tú? O es algo más? Los investigadores predicen que en los próximos 10 o 20 años, el trasplante de cerebro será posible. Esto nos forzaría a reevaluar completamente el concepto de la personalidad humana.
Imagine como seria experimentar un transplante de cerebro. Un hombre podría estar sufriendo una enfermedad incurable en su cuerpo, pero aun tener un cerebro sano. El donante, por otro lado, podría haber sufrido un daño cerebral irreversible, pero con un cuerpo sano. El cerebro seria removido del cuerpo enfermo y colocado en el sano. ¿Quién es el nuevo hombre? Tenemos un cerebro viejo con todas sus memorias, rasgos de personalidad y patrones de comportamiento en un nuevo cuerpo. El viejo cuerpo podría estar viejo y enfermo, mientras que el nuevo podría estar joven y lleno de energía.
Preguntémosle a ese hombre que se señale a si mismo. ¿Señalara él su cuerpo? Es su yo real su cuerpo o su cerebro? (En realidad, una pregunta análoga se plantea en el Talmud. Como se sabe, en caso de una muerte no resuelta, se debe traer un sacrificio especial, el Eglah Arufah, de la ciudad mas cercana al cuerpo[1]. La Mishnah plantea dos preguntas. ¿Qué pasa si la cabeza es encontrada en un sitio y el cuerpo en otro?[2]. y si el cuerpo es equidistante de dos ciudades, ¿desde que parte del cuerpo se deben tomar las medidas?[3]. En ambos casos, Rabbi Elietzer declaró que medimos desde el cuerpo, mientras que Rabi Akiba que medimos desde la cabeza. La Halajá sigue a Rabi Akiba[4])
Un transplante de cerebro plantea bastantes preguntas. ¿Qué tal un transplante de memoria? La cibernética ha descubierto muchas semejanzas entre los ordenadores y el cerebro humano. La tecnología de los ordenadores nos permite programar una transferencia de memoria, tomando toda la información que contiene un ordenador y transferirla a otro. Todo lo que pasa de un ordenador a otro es información. ¿Y si esto fuera hecho con el cerebro humano?
Esto puede caer en el reino de la ciencia ficción, pero aun si esto no fuera posible en la práctica, ciertamente si es posible en teoría. Permitámonos visualizar tal transferencia de memoria. Asumamos que tenemos una persona con una enfermedad incurable, y ni su cerebro ni su cuerpo puede ser salvado. Clonamos un cuerpo nuevo para este individuo. La posibilidad de hacer esto es discutida ampliamente en la literatura. Este nuevo cuerpo tiene un cerebro nuevo en blanco, capaz de funcionar, pero sin ninguna memoria o patrones de pensamiento.
Como paso final, efectuamos una transferencia de memoria, pasando toda la información desde la persona enferma al cerebro del cuerpo nuevo. Tenemos ahora una fascinante situación. Si toda la memoria del hombre, patrones de pensamiento y rasgos de personalidad son transferidos a un cuerpo y cerebro nuevos, esta persona existe literalmente en su nuevo cuerpo. Pero nada físico ha sido transferido. Todo lo que a sido colocado en este nuevo cuerpo es información que existía previamente el viejo cerebro.
Sin embargo esta información contiene la suma total de la personalidad de la persona. Pero si esto es cierto, nos ofrece una nueva percepción de nuestra pregunta original: ¿Quién es el verdadero tu? El verdadero tu no es tu cuerpo o cerebro, sino la información que contiene tu cerebro – tus memorias, rasgos de personalidad y patrones de pensamiento. (Los cabalistas filósofos escriben que el mundo espiritual es un reino cuya sustancia es información. Es una foro donde la información puede interactuar sin asociarse o depender de la materia. Así, un ángel, por ejemplo, puede interactuar con otro ángel, aunque no tengan conexión con nada material.
Los Ángeles pueden también interactuar con la información en una persona humana.) ¿Qué pasa entonces cuando una persona muere? Sabemos que el cuerpo deja de funcionar. El cerebro se vuelve inerte y el hombre físico esta muerto. Pero que pasa al verdadero tu – la personalidad humana? ¿Qué pasa con toda esta información – las memorias, patrones de pensamiento y rasgos de personalidad?
Cuando un libro se quema su contenido ya no esta disponible. Cuando se formatea un ordenador su información tampoco será más disponible. ¿Pasa lo mismo cuando un hombre muere? Es la mente y la personalidad irrecuperable? Sabemos que D´s es omnisciente. Él sabe todo y no lo olvida. D´s sabe cada pensamiento y memoria que existe en nuestros cerebros.
No hay un bit de información que se escape a Su Conocimiento. ¿Qué pasa entonces cuando un hombre muere? D´s no olvida, y por lo tanto toda esta información continúa existiendo, por lo menos en la Memoria de D´s. (Una alusión a esto se encuentra en la Kabala. Se dice que el Gan Eden o el Paraíso existen en la sefirá de Biná – el entendimiento divino[5]. Este bien puede ser relacionado con el concepto de memoria.
Las almas, por otro lado, son concebidas en la sefirá de Daat – conocimiento[6]. Uno puede decir que mientras vivimos, existimos en el Conocimiento de D´s (Daat), mientras que después de la muerte existimos en Su Memoria (Biná). Podemos pensar sobre algo que existe solo en la memoria como estático y efectivamente muerto. Pero la memoria de D´s no es una cosa estática.
La suma total de la personalidad humana puede ciertamente existir en la Memoria de D´s, pero puede aun mantener su propia identidad y volición, y permanecer en un estado activo. La suma total de la personalidad humana, existente en la Memoria de D´s, es lo que vive aun después que el hombre muere. (Esto puede ser el porqué los Cabalistas llamaron a Biná – entendimiento, mejor que memoria. Entender es un proceso dinámico, donde la información contenida en una memoria interactúa de una manera activa.
El alma no esta en un estado de memoria pasivo, sino en un estado dinámico de Biná.) El concepto de inmortalidad y de alma bien puede estar fuera del campo de la comprensión humana. “Ningún ojo excepto el de D´s ha visto esto”. Sin embargo, nuestro limitado entendimiento tanto de D´s como del hombre nos puede dar algún grado de percepción sobre nuestro futuro último. (En un sentido Cabalista, estamos hablando acá acerca del nivel mas bajo del alma, el nefesh HaBehemit o “alma animal” [7]. Esto probablemente puede ser identificado con la información contenida en el cerebro humano.
Sin embargo, esta interactúa con las partes mas altas del alma, Néfesh, Rúaj y Neshamá. Hablar de un concepto como es la memoria de D´s es muy difícil. Involucra una discusión profunda del total de la esfera trascendental. Nosotros damos nombres que tienen un significado para nosotros, como es Gan Eden, Paraíso, el Mundo por Venir, el Mundo de las Almas [8], o el vinculo de la vida eterna. Sin embargo, la Biblia habla de la inmortalidad como el retorno a D´s (Eccl. 12:7): …y se torne el polvo (afar) a la tierra que antes era, y retorne a D´s (Elokim) el espíritu (Rúaj) que Él le dio.
[1] Deum. 21:1-9 [2] Sotha 9:3 (45b) [3] Ibid. 9:4 [4] Yad Jazakah, Rotzeaj 9:9 [5] Zaherí Orah 8; Pardes Rimonim 8:9, 23:3 [6] EtzJaim, Shaar MaN U´MaD 4, Shaar HaKlipos 2 [7] Cf. Zohar 2:94b [8] Ver Derej HaShem 1:3:11
Aryeh Kaplan

Abandono: todos tus miedos

Quizás más de una vez no has podido entender los motivos por los cuales una persona sigue al lado de quien la maltrata, ya sea física, emocional, social y/o mentalmente.
Tal vez has tratado de preguntarle, preguntarte: ¿Por qué sigues así?, ¿para qué sigues ahí? 
¿Te convencieron sus respuestas, sus excusas?

Sentías y sabías que como persona tiene el derecho de ser tratada con respeto y consideración y que nadie, nunca, puede abusar de su libertad, nadie tiene el derecho ni el poder de humillar, lesionar ni coartar su libertad.
Y sin embargo, ¡sigue aferrada a esa relación!

Quisiera que me acompañaras a explorar un poco este asunto, veamos qué más se puede descubrir al respecto, espero te sea de beneficio y bendición.

Hemos enseñado en más de una ocasión que todos los miedos se derivan a cinco básicos, y estos a su vez se reducen a uno solo: miedo a la impotencia, al no poder.
Cada uno de los miedos que has experimentado, todos, sin excepción, si te pones a observar con detenimiento reconocerás que no son más que una visión a futuro de padecer de impotencia, falta de control. Mayor o menor. Real o imaginaria. Pero siempre a no poder.
Vamos, piensa en alguno de tus miedos, o de alguna persona que conozcas bien, míralo con cuidado y dime, ¿no es acaso a causa de alguna impotencia?
¿Accidentes? ¿Enfermedades? ¿Muerte? ¿Pobreza? ¿Abandono? ¿Dolor? ¿Miseria? ¿Burla? ¿Fracaso? ¿Divorcio? ¿Locura? ¿Extravío? ¿Animales? ¿Aviones? ¿Ascensores? ¿Demonios? ¿Dios?
Cualquiera de los miedos que menciones, son sospechas de padecer de impotencia a futuro.

El origen se encuentra en el espantoso trauma inicial del nacimiento, hecho que quedó registrado en una capa de tu memoria que no puede ser modificada posteriormente, ya que se inscribe en regiones profundas y primitivas de nuestro sistema nervioso. A diferencia de otros recuerdos, éste es vívido, inalterable (en tanto se preserve físicamente y siga activo), sin conexión a símbolos y por tanto imposible de definir con palabras, imágenes, sonidos, etc., solamente se lo siente, con mayor o menor carga energética. Encuentra canal para expresarse, entre otras cosas, con los miedos.
Cada miedo que sentimos se genera por una expectación de impotencia, en cualquiera de las cinco dimensiones de nuestro ser, que se enlaza con aquella sensación de pesadilla sin solución que fue el trauma inicial.

Comprendamos bien, el miedo actual está a la espera de un evento que aún no ocurre (futuro) y que está conectado al terror inicial marcado en nuestra memoria (pasado).
Entonces, no es extraño encontrar un motivo de miedo consciente que podríamos evaluarlo como relativamente leve, pero que provoca reacciones a la vista desproporcionadas.
Por ejemplo, un perrito faldero se transforma en nuestra imaginación corroída por el miedo en una fiera descontrolada. Una puntada en el pecho en un infarto. Terminar una relación sentimental, que ya está finiquitada hace rato, en una condena a la soledad eterna. Un despido laboral a la miseria total. Unos pasos en la noche a una escena violenta sacada de películas macabras. Un vuelo en avión en una catástrofe de proporciones bíblicas. Invitar a una chica a salir en una tortura de las más espeluznantes. Mil ejemplos, tú recuerdas más de uno.

Concentrémonos ahora en el miedo al abandono, que fue el que dio pie a estas reflexiones.

Para no ser abandonados, y/o para mitigar el miedo a serlo, entonces:

  • Abandonamos nosotros
  • Soportamos cualquier cosa, para seguir “acompañados
  • No nos involucramos en relaciones humanas

Modalidades de éstas:

  • Abandonamos primero
  • No nos permitimos tener intimidad emocional
  • Somos infieles
  • Engañamos
  • Somos agresivos
  • Manipulamos para que no se nos abandone
  • Sometemos al otro
  • Hacemos creer que hemos superado la necesidad de compañía
  • Decimos que nos gusta como se nos maltrata
  • Explicamos que tenemos ciertas obligaciones que nos exigen vivir como lo hacemos
  • Seguimos con el que nos abandona constantemente, que nos hace sufrir horrores la soledad en compañía

Consideramos que el miedo al abandono cuenta con una distinción especial por sobre los otros miedos básicos.
Te explico brevemente.
Como sabemos, en su origen las herramientas activas del EGO sirven para llamar la atención, de forma tal de conseguir resolver las necesidades/impotencias que disparan al EGO.
Necesariamente precisamos que alguien nos atienda, por tanto, el llamar la atención se convierte en (cierta forma) vital.
Vamos formando un hábito con la repetición de la conducta: alguien/algo nos salva cuando hacemos lo suficiente para que se nos preste atención. Como bebes no entendemos qué pasa, solamente nos dejamos llevar por nuestro instinto (el EGO), y se va marcando en nuestra memoria la presencia de ese algo/alguien sin identificar que nos rescata de las peores miserias. No estamos capacitados para reconocer que es mamá, papá, la nana, todos son lo mismo, nadie es un individuo, son cosas que se sienten y no se fijan como identidades en nuestra memoria. Solamente queda la profunda impresión de que de alguna manera algo/alguien nos rescata.
Esto es lo que crea también la imagen de un salvador, real o imaginario. De un dios. De un algo/alguien con poderes más allá de los nuestros que se presenta para sacarnos de problemas.
Si lloramos, gritamos, pataleamos, tarde o temprano surge de las sombras el salvador, nos cuida, nos protege, nos satisface, y luego desaparece nuevamente en las sombras. Eso es lo que iba percibiendo el bebe, lo que fue quedando registrado en su memoria. No es coincidencia que sea la fe de religiosos, supersticiosos y similares .
Sí, así nacen los dioses a imagen y semejanza del EGO y de los que vinieron a darnos una mano estando en necesidad.
Es una diferencia sustancial del Eterno y de la espiritualidad con respecto a las religiones y sus dioses (uno o mucho).

Entonces, también queda rotulada en nuestro inconsciente la creencia de que la soledad es igual a destrucción, a caer en la pesadilla de la impotencia, de que algo/alguien debe rescatarnos o de lo contrario estaremos sometidos a la desgracia.
Siendo así, el abandono podría considerarse como la antesala indiscutida a la tortura, al infierno.
Entonces, ya podemos ir viendo que detrás de estrategias conscientes y beneficios racionales, detrás del miedo al abandono se esconde el miedo a la impotencia (como en todo miedo), al que se suma a la certeza inconsciente de que solos estamos perdidos. O alguien/algo nos rescata, o perecemos en dolores y sufrimiento. O algo/alguien nos salva, o nada podemos.

Es fácil descubrir lo que se esconde detrás de frases como “Sin cristo nada podemos hacer”, “Con dios todo, sin dios nada”, “Separados de mí nada podéis hacer”, “Con Jesús lo tenemos todo, sin él nada”, “Vivir en cristo” y similares. Sea de esta idolatría o de cualquier otra. Sea con religiones organizadas o de aquellas individuales. Sean supersticiones más o menos estrambóticas. Sea gente que pone su fe en la ciencia y los científicos, o en el progreso del hombre, o en cuestiones similarmente ateas o agnósticas, pero que no dejan de tener al EGO como el salvador ilusorio en las sombras. E incluso, con gente que tiene su confianza puesta en el Uno y Único, pero que vive la relación con Él como si fuera un ídolo más, y el judaísmo/noajismo una religión de “salvación”.

Hasta aquí por hoy, espero que te sirva lo que has aprendido. Te pido que me expliques, por favor, lo que has podido comprender y cómo crees que te sirve para llevar una mejor vida, llena de bondad y justicia, construyendo shalom. Me ayudas, ¿por favor? Gracias.

Resp. 1151 – Jesús, arma del imperio

Buena noche Yehuda, Diana desde Guatemala le saludo y le agradezco por su paciencia y por compartir su conocimiento con todos.
1- Quisiera preguntarle algo que muy dentro de mi me hace sentirme cofundida.
2- Ahora que publicó lo de jesucristo…
3- yo he leido y se sobre la historia pero me cuestiono por que razon inventaron todo eso…?
4- Por que Di-s ha permitido eso y otras cosas más…
entiendo que todo lo hacemos nosotros los humanos y que todo es energia…
5- pero detras de todo esto debe haber un por que…?
6- Abraham no cuestiono y solo obedeció…
7-  es duro pero yo si necesito preguntar…
8- tengo días muy buenos… a veces malos…
9- siempre con ganas de aprender y mantener la sanidad mental y paz para mi familia y para mi.
10- Pero hay momentos en donde siento que somos solo titeres…
11- aprecio mucho su comentario y agradezco su tiempo.
Buena noche! Y disculpe mi ignorancia… no quiero aburrirlo pero le digo su lectura me ha hecho aprender muchísimo.
Que El Eterno lo bendiga grandemente

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Cada cabeza es un mundo. Este es parte del mío

En definitiva, todos los hombres somos iguales pero tan diferentes a la vez.

Nuestro pensamiento individual nos hace únicos e irrepetibles. No existirá otra persona en la historia de la humanidad que ocupe mi lugar ni el suyo. Cada visión de la vida es tan personal que dudo mucho que haya dos iguales, aunque se sigan principios idénticos.

Yo he sido de los que piensan que sin religiones los hombres seríamos más humanos y menos irracionales.

Me ha molestado tanto la idea religiosa, que he sido extremista; al punto de no gustarme mucho usar el vocablo “dios” (1).

He considerado que la “limpieza mental”, la “purga de ideas”, o el borro de memoria de las personas que de alguna manera renuncian a las religiones heredadas, debería de incluir incluso de lo que puede ser o significar el vocablo en mención; con el fin de reconstruir una personalidad sana y libre de cualquier prejuicio trasmitido generacionalmente.

Puede el lector tacharme de extremista, irrespetuoso, excomulgado del más allá, o sin porciones a tierras celestiales por mi falta de reverencia hacia lo sagrado y divino. Puede hacerlo si es que ese es su sentimiento.

Y no le culpo, porque la “seguridad de la creencia religiosa” hace nacer en el corazón del hombre esa separación hacia los que no piensan, creen, o sienten lo mismo que da seguridad a la mayoría.

Por otro lado, no me queda muy claro si mi forma de pensar traspasa en algún grado nuestro segundo mandato en el Código Noajida; mas sin embargo confieso que me alivia el hecho de que aun no existe un tribunal objetivo que juzgue mi pensamiento o mi sentimiento (aunque si existen tribunales que juzgan mi conducta).

Y aunque le parezca extraño mi preocupación si sobrelimito un mandamiento o no con mi forma de pensar, he de confesar que he considerado una forma de descubrir la humanidad y la libertad de pensar en la sencilla meditación del loable Código Gentil, leyes de Noe, Codigo Universal, o como se le quiera ver.

He considerado también que preocuparse si se tiene o no alguna conciencia sobre un Creador una vez que se haya abandonado alguna religión heredada, es una pérdida de tiempo muy lamentable; porque en honor a la verdad nadie que haya tenido una vocación religiosa familiar y que la haya abandonado puede saber lo equivocado que estaba o que esta, a pesar de que crea o suponga su total desarraigo.

Porque estar consciente de quien se es no es igual a “cambiar de concepto sobre dios” (2); sino es eso, saber quien se es y no quien le dijo que era.

Bueno sería (y según mi juicio) no fatigarse en descubrir en quien o en que se creé; sino en intentar reconstruir una personalidad bondadosa, libre, que de valor a la vida y que sobre todo vea lo valioso que es tanto el que piensa diferente como el que piensa igual.

 

(1)(2). La finalidad no es faltar al respeto para aquellos amigos lectores que tienen profundas convicciones; ni mucho menos a FULVIDA. Las opiniones escritas son personales y no necesariamente reflejan el punto de vista de la mayoría ni de este sitio. Se puso intencionalmente en minúscula con el fin de intentar quebrar el esquema mental que la religión ha hecho en la mayoría, e intentar hacer crecer el pensamiento critico.

 

El tesoro oculto

Tras muchos años de duro trabajo, un anciano labrador comenzó a notar que sus fuerzas iban mermando cada vez más. Sabía que a sus hijos no les agradaba el campo, veían el esfuerzo pero no los beneficios, preferían la vida de ciudad, en apariencia mucho más cómoda, por lo cual, como no quería que sus tierras fueran abandonadas, quiso enseñarles a apreciar la belleza y bendición que allí crecía.
Les llamó y les anunció: -Queridos hijos, vayan a la viña que con tanto amor llevo cultivando todos estos años y busquen aquello que enterré como tesoro para ustedes.
Pensando que se trataba de algún cofre lleno de riquezas exóticas, corrieron veloces al campo. Cavaron durante horas, hasta que no quedaba ni un solo centímetro de tierra sin remover alrededor de las viñas. Ellos no lo sabían, pero estaban haciendo el trabajo habitual para revitalizar la tierra y permitir a los cultivos obtener más y mejores nutrientes.
A pesar del esfuerzo realizado, no encontraron nada que mereciera la pena vender ni conservar. No había monedas, lingotes, brazaletes, coronas, pagares, nada, solo tierra. Se enojaron un poco por lo que consideraron un engaño del padre, pero lo disculparon a causa de su condición.
Meses después, uno de los hermano pasó por allí y descubrió que todo su trabajo no había sido inútil, ya que la viña estaba llena de apetitosos frutos, con los que pudieron enriquecerse.

Como en este relato, los tesoros pueden estar presentes y al mismo tiempo permanecer ocultos.
Solamente quien abre sus ojos y conoce puede llegar a apreciar la riqueza escondida. 
Esta moraleja se aplica a todas las dimensiones de la vida, no solamente a lo material o económico.

En la parashá encontramos un ejemplo de alguien que pudo destapar las marañas que tapaban un increíble tesoro; déjame que te explique, por favor.
Abraham, el primer patriarca de Israel, desde muy pequeño tuvo la convicción de que las creencias politeístas no tenían sentido, que era imposible que esos dioses tuvieran existencia o poder. Razonaba, o creía, que debía de haber algo superior, quizás una deidad suprema por sobre los dioses, o tal vez un solo dios, único, fuente y motivo de todo.
Pero no tenía como demostrarlo, ni visiones proféticas, ni libros revelados, ni una tradición al respecto, ni una cultura, ni siquiera una familia que le instruyera en la senda de esa creencia. Era él contra el mundo. Sus argumentos podían ser muy lógicos, pero faltos de evidencia práctica. Por lo cual, era una creencia individual y extraña que nadaba contra la corriente poderosa y llena de rituales. Además, en su juventud aún no era experto en comunicarse, por lo que a veces recurría a acciones un poco atropelladas, o palabras faltas de tacto. Por supuesto que esto no le conseguía adherentes ni apoyo, sino oposición y respuestas hoscas.
Tenía mucho por aprender, y mucho también por des-aprender, pero cada cosa a su tiempo.
Así pues, su prédica no hallaba mucho eco favorable. Por el contrario, desde el rey hasta el más humilde de los hombres lo trataban como rebelde, loco, fuera de lo normal. ¿Cómo se atrevía a discutir la autoridad del monarca? ¿Cómo se oponía a la ley, puesto que el rey decretó y era obligatorio creer que él era verdadero dios hijo de un dios?
¿Cómo una persona en sus cabales podía siquiera dudar de que los dioses eran los que controlaban el mundo hasta en sus mínimos detalles? ¡Ninguna persona sana pensaba, sentía o decía cosas parecidas!
Para todos era verdad incuestionable que los dioses existían, que competían entre ellos, que tenían necesidades materiales, que dependían en varios sentidos de sus fieles, que parecían hechos a imagen y semejanza de los hombres. Así era la creencia general y por tanto lo normal. Y, si alguien creía diferente, ¡bien callado se quedaba! El miedo era grande de no contradecir al rey, quien no tenía inconveniente en usar todo tipo de violencia y presión para mantener su dictadura casi global.

Como sabemos, Abraham no fue el primer monoteísta. Adam lo fue, así como Caín y Ebel, Set, muchos de los posteriores y por supuesto que Noaj.
Éste aún vivía cuando el futuro primer patriarca hebreo daba vueltas con sus juveniles ideas revolucionarias, era su antepasado más viejo y aún con vida.
Ambos personajes tuvieron oportunidad de encontrarse, el anciano contaba aquellas historias que parecían fabulosas, de una civilización arrasada por el desastre que ellos provocaron desequilibrando la naturaleza. Del reinicio de la humanidad, del pacto de los benei Noaj, de las posteriores zozobras, de cómo el mundo fue olvidando nuevamente a Dios para arrastrase en supersticiones. De todo esto relataba Noaj a su descendiente, quien bebía las palabras y confirmaba que no estaba loco, que no imaginaba cosas raras, sino que había reencontrado la Luz que había sido opacada por las tinieblas de la ignorancia y el egoísmo.
También tuvo ocasión de compartir y aprender de Shem (que recibió en algún momento el título y apodo de Malkitzedek), el hijo de Noaj del cual provienen los semitas.
Por lo visto, había otros monoteístas que permanecían ocultos, resguardándose de las hordas del terrible rey Nimrod, el cual impuso con mano dura su imperio, que dependía en gran medida de la mitología idolátrica para sostenerse.

Abraham recibió esa confirmación oral, de testigos presenciales del Eterno y Sus obras en la realidad, sin embargo, por muchas décadas no tuvo una revelación directa del Eterno.
A pesar de ello, siguió siendo leal a este camino que había iniciado, a pesar de costarle beneficios materiales, comodidad, relaciones sociales, sumarse problemas, sin embargo, nada de ello retuvo a Abraham de seguir avanzando en esta senda de virtud. Su camino no solo era de creencias diferentes, ni de inconformidad con la cultura general, sino que incluía una gran cantidad de acciones de bien hacia el prójimo, sin pedir retribución, sin esperar nada egoísta a cambio, eras actos de simple y pura bondad.
Por ello en la tradición es identificado Abraham como modelo de bondad, JESED, no solo como el que promovió activamente el monoteísmo en una época peligrosa para hacerlo.
Porque, los monoteístas anteriores estaban escondidos, temerosos, no hablaban de sus creencias ni manifestaban su desacuerdo con el relato obligado desde el poder. Pero él, sí.
Abraham removió la tierra, no sabía bien qué iba a encontrar, pero sabía que había un tesoro oculto. Lo sabía porque su neshamá (espíritu) gritaba silenciosamente en su interior, señalándole la salida para dejar de lado la tiranía de idolatría y abrazar al Eterno.
Finalmente, comenzó a brotar para él aquello que estaba aguardando a ser des-tapado, nuestra relación sagrada con Dios. Y con esto, la bendición, la plenitud, el Shalom.

Nosotros tenemos algunas ventajas sobre el primer patriarca, aunque no nos hable directamente Dios a través de profecía, ni Noaj o Shem puedan darnos testimonio directo de sus diálogos con el Eterno.
Pero, contamos con siglos de tradición ininterrumpida y fiel, contamos con la certificación de todo el pueblo quien presenció la entrega de la Torá al pie del monte Sinaí, transportamos con nosotros la Torá desde hace más de tres milenios, estudiamos el Naj, compartimos Torá oral, somos unos cuantos más que el solitario patriarca, la idea del monoteísmo se ha extendido y alcanzado remotos lugares, entre otras cosas. Sí, tenemos a nuestro favor varias ventajas con respecto a nuestro primer patriarca.
Y, de manera similar a él, todos tenemos tesoros ocultos por revelar, en todos los planos de nuestra existencia.

Pero, vale hacernos una pregunta: ¿Lo que hacemos nos lleva a lo que deseamos? 
Porque una cosa es desear, o incluso manifestar tal deseo, y otra muy diferente poner manos a la obra para alcanzar nuestras aspiraciones.

Si bien la teoría es importante, el pensamiento por sí solo no concreta. El pensamiento forma nuestra percepción sensorial, nos sirve para construir nuestra realidad, pero sin acción resulta estéril.
Solamente cuando nos comprometemos con actos es que transformamos el mundo, contribuimos a hacer realidad nuestros deseos.
Pero, la comodidad, el miedo, la inseguridad, la ignorancia, la duda vacía llevan a la rutina, que es otra forma de la parálisis.
No avanzamos, nos quedamos quietos, sin cambios.
Quizás con grandes ideas, llenos de proyectos, incluso sabiendo a la perfección qué es lo que podemos hacer, pero sin hacerlo.
Surgen las excusas, nos justificamos, o guardamos silencio mientras miramos hacia otro lado para hacer de cuenta que todo quedará en el olvido.
Cuando lo cierto es que dando un pequeño paso, avanzando aunque sea un poquito, remando en dirección a nuestra meta, ya iniciamos un proceso que probablemente nos realice.
Como remover la tierra, buscando tesoros ocultos, algo tenemos que hacer para que surja la bendición que espera por nosotros.

(Publicado originalmente en SERJUDIO.com, compartido aquí)

Un aporte personal para la Construcción de la Conciencia

En reciente ensayo (1) me llamó la atención lo que le ocurría al Autor al escuchar una canción setentera. Compartía que al escucharla le evocaba recuerdos de un antiguo programa televisivo y, tal vez, indirectamente antiguos recuerdos de épocas pasadas.

Y nos contaba como el tema canción no tiene relación objetiva con sus recuerdos, ya que una cosa era su letra y otra el objeto del recuerdo, pero extrañamente su conciencia los correlacionaba.

Digo que me llamó la atención esa sensación, porque de alguna forma curiosa a mi me pasa lo mismo; y no solamente con música comercial que se utilizo de fondo de programas, sino que también con lugares, que no tienen ninguna relación directa con la asociación mental, más de la que existe en mi memoria o conciencia.

Del artículo, se nos propuso un ejercicio; un análisis de nuestras asociaciones mentales.

“¿Será un recuerdo de un hecho real?.. ¿Te aporta en algo a tu crecimiento multidimensional, especialmente en tu espiritualidad?..”

Debo confesar que de primera mano no entendía muy bien como una “asociación extraña que existe solo en mi mundo” podría ser motivo para aprender algo sobre mí mismo, para el propio crecimiento personal; y más importante aún, para el crecimiento de otros.

Y en los comentarios, se me amplificó la idea; se me abrió un poco más el entendimiento.

A la gran mayoría, y desde niños, se nos inculcó directa o indirectamente la idea religiosa; la conciencia de Dios, o al menos de cierto “mundo de niños angelicales zoomórficos con alas en la espalda; mundo gobernado por un gigante de túnica y barbas blancas” (o algo lo más parecido).

Inconscientemente los mayores inculcaron la idea religiosa muchas veces para que el menor aprendiera mediante ritos o actos a ganarse el favor del gigante, calmar su ira o bien tenerlo contento. Como fuese, lo cierto es que lo hicieron para “calmar” en cierto grado el Gran Pavor del Hombre: El existencialismo humano (de donde vengo, quien soy, para que estoy, para donde voy).

Al menos, para los que tenemos descendencia cristiana (aunque tal vez no eclesiástica, o religiosa oficial), la idea de que un humano-dios, quien junto al gigante dios, nos aseguraría una vida terrenal segura, junto con vida después de morir, fue un narcótico placentero que dio mucha seguridad ante la Gran Impotencia, la falta de poder o de control, el gran dilema del porque estamos viviendo en el planeta, o sencillamente ante no tener respuesta ante las circunstancias de la vida.

Como fuese, esas engañosas ideas o bobos supuestos que se creían sobre dios o lo divino, nos dios seguridad; seguridad ante la impotencia.

Lo cierto es que algunos en cierto punto de nuestra jornada de vida nos emancipamos; nos revelamos ante la conciencia religiosa trasmitida generación tras generación, por el motivo que fuese. Vimos lo irracional que era la fe en seres no visibles, hombres muertos por romanos y cuanta historieta o cuento fantástico nos hicieron creer de buena voluntad.

Pero el daño estaba hecho. La semilla de la conciencia religiosa hecho raíces y ramas, y por más que negásemos o reusásemos conscientemente las ideas acerca de la religión, las nociones sobre la divinidad están presentes.

Y a prueba un botón:

¿Qué se imagina el lector cuando escucha el vocablo “dios”?¿En qué piensa cuando escucha una canción en hebreo?¿Que siente cuando lee que el autor del post es Yehuda Ribco? ¿Qué cree cuando camina por las calles de Pavas (en el caso de mi país), y de pronto ve pasar a una persona con barba y gorrito en la cabeza saliendo de hacer compras en Kosher Center?

¿No es cierto que siente esa sensación de “seguridad, control, verdad, correcto”?

Díganme si me equivoco: ¿No es cierto que se siente tener cierto grado de “salvación”, o bien, dominio, o control por estar “noajidamente” en la “verdad”?

Al igual que la asociación mental que nos trae esa canción que tanto gusta, o ese lugar que evoca recuerdos, la conciencia religiosa que está programada en nuestro “chip” de memoria hace que veamos o sintamos “divinidad” donde tal vez no la haya.

No quiero negar la existencia de un posible sentimiento divino verdadero; o que me mal entiendan en que niego la posible “firma de Dios” en la grata gente israelí; solamente quiero poner énfasis en esas extrañas inclinaciones mentales que tenemos algunos de estar asociando subjetivamente ideas fantasiosas que no son otra cosa que idolátricas ideas. Así de simple.

Pero, ¿qué hacer entonces?

Negar la relación vista puede ser una salida. Porque es muy difícil aceptar con sinceridad lo que nos pasa. Mucho menos hacerlo público; máxime para un ateo resentido y recalcitrante como lo he sido.

Puede el lector negar su pasado, o el de sus descendientes, y sostener su falta de interés en temas religiosos por ello, y por ende fundamentar su desprecio por la idolatría. Eso es una salida. Al fin de al cabo, el olvido es una herramienta humana también.

Pero la verdad es otra. Procedemos de idolatras, tal vez sin malas intenciones, y tenemos una conciencia colectiva tan contaminada de ideas acerca de la divinidad, que terminamos en un caos de confusiones tras confusiones.

Bien, esa fue y es una realidad. Pero también cierto es que se puede construir otra realidad, y también heredarla (para los que son padres o piensan serlo).

Lo bueno es que, mientras se respire y haya aliento de vida, existe la oportunidad de enfocar la propia vida, hacia un propósito superior a las creencias propias. Ser alguien normal, que intente lo bueno y justo según los parámetros de la ideología del Código Noajida. Sin complicaciones teológicas o ideas pueriles sobre la posible existencia de la Eternidad.

Como lo dijo el amigo de todos los que visitamos este sitio:

 “…Pero, cuando se ingresa al campo de las acciones materiales, se establece lo que es norma: Hombre, ya que existes…cumple la función para la cual has sido creado…has todo lo que puedas por ser quien puedes llegar a ser…constrúyete a cada instante, no te abandones en la indolencia o el pesimismo o el vacío idealismo, porque si así hicieras…es mejor que no hubieras sido creado…”  Yehuda Ribco, en

http://serjudio.com/dnoam/rap83.htm

 

(1)   http://fulvida.com/id-noajica/identidad/pararararam-parara-param-param

Mashiaj: profundización y repaso

  1. ¿Cómo saber que X persona es realmente el Mashiaj?
  2. ¿Por qué solamente la nación judía tiene derecho a decidir acerca de lo que atiene al Mashiaj?
  3. ¿Cuáles eventos históricos ocurridos durante la vida del profeta Ieshaiá/Isaías dan luz a algunas de sus profecías mesiánicas más famosas?
  4. ¿Qué llevó a la gente a la errónea creencia de que el Mashiaj es un ser supernatural, una especie de dios, semidios, o superhéroe?
  5. ¿Cómo se explica que la gente siga a falsos mesías?
  6. ¿Cómo se explica que la gente enfrentada a las evidencias que demuestran la falsedad de un postulante a mesías, igualmente se aferran a esa creencia?
  7. ¿Por qué en el judaísmo es un principio básico el creer que el Mashiaj vendrá?
  8. ¿Dónde deberá ejercer el Mashiaj? ¿Por qué?
  9. ¿Cómo se vincula al Mashiaj con la profecía? Cinco respuestas.
  10. ¿Cómo crees que cambiaría tu vida con el Mashiaj?
  11. ¿Qué cosas te parece que deberían suceder para que el mundo acepte al verdadero Mashiaj?
  12. ¿Cómo sabemos que aún no ha venido el Mashiaj profetizado?
  13. David haMelej fue Mashiaj. Esto es verdadero o falso. Argumenta.
  14. Vincula Meguilat Rut con Mashiaj.
  15. Vincula Shofar con Mashiaj.
  16. Vincula Sidur con Mashiaj.
  17. Vincula Israel con Mashiaj.
  18. Vincula Dios con Mashiaj.
  19. Vincula Pesaj con Mashiaj.
  20. Vincula Iom haAtzmaut con Mashiaj.
  21. ¿Cómo se compuso el personaje ficticio de “Jesús/Ieshu/Ieshúa”?
  22. ¿Por qué no debiéramos decir “Antes/Después de Cristo”?
  23. ¿Cómo sabemos que no todo falso Mesías fue una persona perversa o con malas intenciones?
  24. ¿Hay que tener FE en el Mashiaj?
  25. ¿Hay que CREER en el Mashiaj?
  26. ¿Qué papel juega la fe en el tema del Mashiaj?
  27. Si alguna persona es postulada como Mashiaj, ¿qué se debe cotejar para resolver la cuestión?
  28. Si una persona que se postula como Mashiaj fallece antes de cumplir con todas las verdaderas profecías mesiánicas, ¿qué podemos concluir?
  29. ¿Cuáles son las desgracias que provocaron, voluntariamente o no, los falsos mesías?
  30. ¿Todas las profecías mesiánicas tienen el mismo valor de confirmar la idoneidad del Mashiaj?