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Mitzvot entre la persona y “haMakom”

Mitzvot son preceptos, mandamientos, ordenanzas que el Eterno dispuso que la persona cumpliera.
A las naciones del mundo Él entregó siete mandamientos, cada gentil individualmente debe cumplir cabalmente con cada una de ellas.
Como es notorio, y esclarecimos en más de una oportunidad, estos siete mandamientos universales en realidad pueden considerarse como raíces de las cuales se desarrollan numerosos reglamentos.
Así pues, cada uno de los siete mandamientos universales es una obligación divina para el gentil, pero que se edifica con variadas reglas de vida derivadas (que no son mandamientos, ni son obligatorias por orden de Dios).

En tanto que a los judíos el Eterno encomendó un sistema complejo de 613 mandamientos, que no son todos ellos para ser cumplidos por el individuo, sino que el sistema de 613 es responsabilidad del conjunto del pueblo judío, siempre y cuando las circunstancias posibiliten su cumplimiento.
En la práctica, actualmente, el judío individual tiene a su alcance bastante menos de los 613 para cumplir. 
Existen infinidad de normas que pautan el correcto cumplimiento de tales preceptos, son las halajot, reglas que determinan la expresión de los mandamientos.
Algunas halajot provienen originalmente de la Revelación que Dios hiciera a Israel a través de Moshé; en tanto que otras son estipulaciones legales debidamente decretadas por la autoridad rabínica competente para tal fin.
Así pues, no alcanza con conocer los 613 mandamientos, sino que es menester tener en cuenta la abundante legislación halájica, a la par de las decisiones puntuales que en cada época los sabios acuerdan como necesarias.

Hay varias formas de categorizar a las mitzvot, una de las más habituales es clasificarlas como:

  • Bein Adam Lajeveró –preceptos que marcan la relación entre las personas- y
  • Bein Adam Lamakom –preceptos que leyes que tienen que ver con la relación del hombre con Dios.

Sobre esta última, debemos hacer una precisión idiomática.
Se entiende “haMakom” como una manera tradicional para referirse a Dios, pues Él es el makom –lugar- del universo, pero el universo no tiene lugar que pudiera contenerlo (Midrash Tehilim 90).
Como expresara el sabio Salomón:

"Pero, ¿es verdad que Elokim ha de habitar sobre la tierra?
He aquí, los cielos y los cielos de los cielos no Te pueden contener.
¡Cuánto menos este templo que he edificado!"
(1 Melajim / I Reyes 8:27)

¿Y por qué “haMakom”?
Una respuesta se basa en el significado de estas palabras:

"Iaacov [Jacob] despertó de su sueño y dijo: -¡Ciertamente el Eterno está presente en este lugar, y yo no lo sabía!
Él tuvo miedo y dijo: -¡Cuán imponente es este lugar! No es otra cosa que casa de Elokim y puerta del cielo."
(Bereshit / Génesis 28:16-17)

Así pues, no se debe comprender “haMakom” como una descripción material, en un espacio acotado, sino como el punto y tiempo de encuentro del hombre con la infinitud de Dios.
Encuentro que estremece hasta lo más hondo del ser.
Es decir, en todo momento que una persona experimenta un acercamiento profundo e intenso con la divinidad, por medio de una VERDADERA revelación, o más habitualmente cuando se cumple cabalmente y con sinceridad algún mandamiento, entonces Dios está presente en ese lugar (makom).
HaMakom no es un "lugar" en el sentido físico particular (hogares, sinagogas,  comercios, en medio naturaleza, el Muro de los Lamentos, el Templo de Salomón, etc.), sino que es un símbolo de todos los lugares donde judíos y noájidas buscan experimentar genuinamente la presencia de Dios a través de la espiritualidad verdadera.
Los preceptos entre el hombre y haMakom incitan a explorar el judaísmo (para los judíos) y el noajismo (para los gentiles) como un camino espiritual que nos ofrece la mayor conexión con nuestros propios corazones y almas, el uno al otro, a la tradición espiritual propia y la conciencia de la Presencia de Dios en el mundo y en nuestras vidas.
Tal como los mandamientos que reglan la relación con el prójimo nos habilitan a la empatía, al encuentro intenso con el prójimo, a sensibilizarnos y actuar con bondad y justicia; así los mandamientos entre la persona y “haMakom” están para elevarnos por sobre lo cotidiano y permitirnos hacer de lo más común y corriente una partícula de eternidad.

Existen personas que consideran lo “ritual” como antiguo, que debiera quedar relegado al pasado, al olvido, o a ocasiones de ceremonias sin sentido y mucho barullo.
Pero, cuando se reconoce el esplendor que reviste el cumplimiento de los preceptos entre el hombre y “haMakom”, no podemos dejar de admitir que tienen un valor supremo, su propia razón de ser, que no se pierde con el paso del tiempo o la cultura que nos aloje.

Amar al prójimo es una base.
Amar a Dios es la otra.
Ambas son necesarias e indispensables.
Y, como hemos enseñado en muchas ocasiones, el amor no se reduce al sentimiento, a la buena onda, al deseo, a la búsqueda de la autocomplacencia, sino al servicio, al compromiso, a la responsabilidad, a la dedicación, al encuentro intenso con el amado.

Tienes tu herencia espiritual por conocer y vivir, a pleno.

Las mitzvot y el mundo: de magia, cabalistería, astrología o racional apego a Dios

De acuerdo al punto de vista es como vivimos.
En esta ocasión te presento dos puntos de vista acerca del mundo y por consiguiente acerca del valor de las mitzvot (los preceptos).
Espero que con estos datos que te aportaré podamos vislumbrar nuestra propia forma de vislumbrar y actuar en la realidad.

Para Rambán (Rabí Moshé bar Najman, o Najmánides) nuestro mundo no es de materia finamente ordenada y coordinada por leyes “naturales”, leyes que son producto de la Mano de Dios y condicionan la realidad. No hay lugar para la ciencia, ni el estudio de la realidad por medio del intelecto, puesto que no hay leyes físicas invariables, no hay un orden establecido desde lo Alto y mantenido rigurosamente por el Creador.
El mundo está sujeto a un directo control de entidades espirituales que gobiernan los diferentes aspectos de la realidad.
Tales entidades rectoras tienen la potestad de variar lo que es en apariencia el orden habitual de las cosas, de modificar el mundo según normas místicas ocultas.
Así pues, el orden habitual de las cosas es solamente aparente, lo natural es contingente a la voluntad de las fuerzas rectoras de los elementos, quienes a su vez son subordinados del Eterno.
Lo natural no trabaja de acuerdo a reglas naturales definidas a priori por el Creador, sino que la creación se mantiene en un orden aparente, en un estado de constante milagro oculto.
Que el mundo gire, que haya gravedad, que el agua moje, que el corazón lata, que respiremos, etc. todo es parte de redes infinitas de milagros ocultos.
Entendamos bien este aspecto. Rambán es de la creencia de que nuestro mundo está plagado de espíritus, algunos de los cuales gobiernan directamente sobre los elementos de la naturaleza (vivos e inanimados), también considera pertinente la creencia que existe efectivamente la magia,  y que estos factores (espíritus y magia) deben ser manipulados y aprovechados para que el hombre no sea sacudido por eventos más allá de su control.
¿Cómo se lograría esto?
Él es de la idea de que la Torá enseña al hombre a alejarse del vano deseo de controlar a la naturaleza caprichosa y mágica, para arrojarse a la misericordia de Dios.
Las Mitzvot tienen un significado intrínseco, místico, y por lo tanto interfieren con el designio mágico de las cosas, pues tienen el poder para desviar la influencia nefasta de las fuerzas sobrenaturales.
Al centrarse la persona en el Eterno y anular la propia voluntad para servir la Divina Voluntad, al aceptar de todo corazón que todo viene de Él, al arrojarse en brazos del Eterno, se queda a la espera de Su misericordia.
Entonces, como respuesta a esa sumisión completa, a ese cumplimiento de los preceptos por parte de la persona, es que el Eterno dicta que las huestes espirituales que dominan a la naturaleza protejan a esa persona en particular.
Si hay sequía, aquel que se entrega por completo al cumplimiento de los preceptos recibe lluvia.
Si hay hambruna, el siervo del Eterno recibe provisión milagrosamente.
Si el terror recorre las sendas, el ensalmo del hombre de fe borra a los perseguidores y espectros malignos.
Todo es posible por medio de la fe, del dejarse abrazar por Dios y esperar que Él opere el milagro salvador.
Dentro de esta economía espiritual, algunos actos están prohibidos por mandamientos debido a que interfieren con el buen funcionamiento de estas fuerzas espirituales rectoras de los elementos.
Así pues, cumplir preceptos para obtener control sobre los seres espirituales que dominan el mundo, y abstenerse de ciertos actos para no perjudicar el poder de tales entidades.

Debemos consignar que en su contexto histórico no resultaba una voz discordante la del Rambán, pues en la Edad Media era ampliamente aceptada la existencia de la magia, los actos que por efectos de simpatías procuraban el control de los elementos, etc..
De hecho, aún en la actualidad existen individuos y colectivos que conscientemente o no, abiertamente o no, siguen viviendo a partir de un punto de vista similar. Los hay también entre aquellos que se identifican plenamente con el judaísmo y con la ortodoxia (específicamente entre los jaredim), sin encontrar motivos para reformularse sus creencias o su estilo de captar la realidad. Siguen apartados del racionalismo, incómodos por la ciencia, fervientes devotos de las palabras de sus líderes religiosos, quienes dictan lo apto de lo inapto, lo que está bien y lo que no lo está. Dentro de ese marco de pensamiento/acción, es notorio que no todas las personas tienen idéntico derecho y factibilidad de contactarse con el Eterno, pues dependiendo del grado de altura espiritual es el poder para el apego con Él. Por lo cual, las personas menos meritorias dependen de los de mayor jerarquía para obtener bendiciones, recibir consejos, ser escuchados por Dios, decidir acerca de las cuestiones prácticas de la vida diaria, tomar decisiones fundamentales, recibir el perdón por pecados, ser absuelto de crímenes, condenar personas y objetos, excluir tajantemente lecturas o exponentes, etc..
Se afianza entonces un sistema en el cual los de la cúspide de la pirámide se convierten en representantes de Dios, en personas con plena autoridad, en personas a las que se considera infalibles, en canales entre este mundo y el venidero, en redentores, etc..
Se despliegan lazos para sostener este sistema, se incentiva el uso de uniformes, se refuerzan las propias doctrinas en tanto se condenan a los ajenos, se vilipendia a los que salen de la norma establecida por el líder, etc..

Rambán, y los que leales al Eterno que están dentro de similar perspectiva, son personas de valor, maestros leales, faros de Torá, recursos genuinos para el aprecio al Eterno y Sus mitzvot.Pero, esta perspectiva no es solamente mantenida por gente sincera y de buena fe, gente de corazón amistoso hacia lo sobrenatural; por desgracia está perspectiva es abusada por todo tipo de charlatanes, mercachifles, traficantes de la fe, vendedores de baratijas supersticiosas, cabalisteros, supuestos gurúes jasídicos, “rabinos mesiánicos”, ambiciosos de poder y renombre, gente que hábilmente manipulan las mentes y corazones de los que no están entrenados en el conocimiento y el entendimiento, y que buscan salidas fáciles, soluciones instantáneas, recetas mágicas, fórmulas o plegarias milagrosas, medallas de la suerte, etc., y que con la pátina de “seriedad religiosa” adquieren cualquier esperpento y sufren de continuos timos, siempre excusados por uno u otro argumento falaz pero lleno de palabrería complicada y hueca.
Esos niños en cuerpos de mayores, que añoran mundos de fantasías, en donde el pensamiento propio es mágico, en donde el mundo gira en torno al propio ombligo, buena gente inocentona, que se aferran a los gurúes que venden religión, que se enriquecen con pantomimas enfermizas. que hacen de la superstición y el engaño su lucrativo comercio.
Abundan en el mundo “offline”, pero son innumerables en el mundo “online”.
Estamos rodeados de gente con blogs, twiters, feisbucs, emails, que propagan las creencias simplonas, el sometimiento a los líderes todopoderosos, las recetas sobrenaturales, el letargo de murmurar sin ton ni son los mantrams pergeñados por sus “maestros o rabíes”.
Y a veces, los inescrupulosos, se defienden señalando a grandes como Rambán, o lo que ellos suponen que dice el Zohar, o este o aquel rabino (si es que en verdad es rabino), procurando así dar una cara de respetabilidad a sus mugrientos negocios, a sus oscuras cárceles del alma.
Como siempre, no faltan los malandrines que se disfrazan de santos para obtener dinero, poder, fama, bienes materiales, placeres, etc..

Rambam (Rabí Moshé bar Maimón, o Maimónides) por otra parte entiende el mundo de manera diferente.
El Eterno no necesita intermediarios para ejecutar Su gobierno sobre el mundo.
Él es omnisciente y omnipotente, en Su amor y Su sabiduría perfectos creó un mundo regulado y reglado, marcado por leyes “naturales”, que ordenan y que se ejecuta sin la necesidad de la intervención constante de fuerzas rectoras místicas.
Hay leyes, hay orden, hay regularidad, hay un Amo que creó y sostiene con lealtad Su creación, hay un Rey que gobierna y que no opera modificaciones de acuerdo a los deseos o anhelos del corazón de cada hombre.
Dios es el Rey de un reino ordenado y (a Su vista) perfecto, en tanto que nosotros somos hijos y siervos, que no tenemos la habilidad para que Él cambie según nuestra necesidad del momento. (Por supuesto que Maimónides explicó los milagros y sucesos sobrenaturales, y sus enseñanzas cuadran perfectamente dentro de su perspectiva. No ahondaremos en esta ocasión al respecto.)
El hombre puede manipular la naturaleza, Dios le ha conferido ese enorme poder, pero no a través de la magia o de la pasiva espera del milagro, sino por medio de las acciones concretas, que modelan y varían la realidad.
Si no hay lluvia en un área, debe buscar y acarrear las aguas desde lejos, construir canales y trabajar la tierra de tal forma que sea productiva.
Si hay hambruna, habrá que redistribuir la riqueza, encontrar otros canales de abastecimiento, reformular la tecnología, emigrar, etc..
Si hay terrores, se deberá entrenar para la defensa y la guerra; para el crecimiento personal y el fortalecimiento intelectual y moral.
Ninguna cantidad de mitzvot cumplidas o la oración van a cambiar la realidad física por arte de magia o de favores personalizados de Dios a través de entidades espirituales.
Por supuesto que el rezo tiene efectos positivos, claramente que algo cambia para bien cuando se reza con la profundidad y concentración que son óptimas, de seguro que habrá algo bueno también en este mundo para quien cumple con los preceptos de manera desinteresada (recalco: de manera desinteresada).
Eso no está en la balanza ni en el banquillo de las dudas.
Maimónides nos enseña, junto a otros grandes del conocimiento, que no dependamos de milagros, que no andemos procurando manipular fuerzas (reales o ficticias) místicas, que no seamos niños a la espera de un adulto nos lleve de la mano.
Maimónides nos enseña a ser activos, proactivos, constructores de Shalom a pleno, en cada uno de nuestros planos de existencia.
Cuanto más nos apartemos de fantasías de secretos poderes del pensamiento, más pronto pensaremos con claridad y podremos encaminar nuestros pasos por sendas de luz y verdad.
Cuanto menos ahondemos en supersticiones, poderes mágicos, invocaciones a entidades descarnadas, menos problemas inyectaremos a nuestra existencia.
Cuanto más confiemos en Dios, sin pretender manipularlo, sin ambicionar negociar arteramente con Él, con mayor pureza haremos nuestra parte en la Obra y nos apartaremos del mal.
Sin embargo, no queda el cumplimiento de los mandamientos como una mera obligación decretada por Dios, ni todo a cargo de nuestro accionar sobre el mundo físico.
El hombre también tiene la capacidad de actuar más allá de sus necesidades inmediatas de supervivencia.
También puede tratar de entender cómo sus acciones tienen un efecto a largo plazo, a veces más allá de su propia vida.
Por medio del cumplimiento de los mandamientos que nos corresponden, y con su análisis, se puede tratar de encontrar y descifrar la Voluntad de Dios y participar con Él en la obra constante de la creación.
Aquel que cumple con su parte de manera desinteresada y no se somete a supersticiones o pretensiones autoritarias, tiene abierto el camino para buscar sentido más allá del presente y queda en condiciones para descifrar el significado de su propia existencia.
El hombre en esta búsqueda puede fácilmente perderse en un universo imaginario, fuera de contacto con la realidad, un mundo de fantasía y que puede conducir eventualmente a la idolatría.
Torá y Mitzvot (lo que corresponda a cada cual, sea judío o gentil) es el camino que, si se siguen correctamente, nos impide virar a este mundo de fantasía. También establece las relaciones interpersonales de manera que podamos dedicarnos a crecer en armonía interna y con el prójimo. Nos enseña de la disciplina tanto en las acciones y el pensamiento. Se nos enseña a pensar en Dios en todo momento, primariamente al hacer mitzvot, sin esperar que Él se someta a nuestro deseo.
En resumen, se fortalece el ser, la familia, la sociedad, el apego al Eterno, sin depender de fuerzas externas, sin arrodillarse ante líderes, si dejarse manipular por el EGO enmascarado.

Para finalizar, para emular la grandeza de Maimónides en muchos aspectos, les dejo esta historia.
Si usted va a la Biblioteca Nacional en el campus de Givat Ram en Jerusalén, tal vez coincida con las esporádicas exposiciones de manuscritos de Maimónides.
En uno de ellos, el “Pirush mishnaiot”,  se puede ver, de puño y letra de Rambam, frases tales cosas como: "Pensé que esto era correcto, pero he encontrado un manuscrito más preciso y revisé mi opinión". Otras veces no es que haya encontrado un texto antiguo más preciso que el usado hasta el momento, sino que tras una repetición del análisis, luego de estudiar y repasar y volver a repasar, Rambam no era tímido para decir "me equivoqué", porque su meta era la búsqueda de la verdad, no la gloria, el dinero, el poder sobre el ingenuo o la populachera alabanza.

Existe un pacto valioso

Mediante una comparacion acerca de los dos caminos que ha otorgado Dios a la humanidad, el judio y el noajico, mi intencion es desmitificar que el judio tiene mucho mas por hacer que nosotros por la diferencia en la cantidad de mitzvot, o porque aparentemente sean de mejor calidad para con el Eterno.
En principio 613 vs 7 parece abrumadora la diferencia, pero investigando un poco vemos que en la actualidad y en nuestro contexto, la distancia se achica.
«Según R. Aarón HaLeví, quien viviera en la Edad Media, las que se podían cumplir en sus días suman trescientas sesenta y nueve.
El estudioso moderno Rabino Israel Meir de Radin, comúnmente conocido como el Jafetz Jaim, ha identificado setenta y siete mitzvot de acción y ciento noventa y cuatro mitzvot de abstenerse que pueden observarse fuera de Israel en la actualidad».(Las mitzvot, Y. Ribco)

Sumandolas, tenemos el numero total de 271.
Recordando que las mitzvot de Israel son cumplidas como pueblo, podemos sugerir que individualmente sean menos ya que puede contemplarse la actividad particular de cada persona.
Esto lo hago para comparar individualmente con el noajida ya que si nosotros cumplimos individualmente nuestras mitzvot.
Vemos en Reglamentos de los mandamientos que dice:
«Estos son los 66 mandamientos de la Torá para los judíos que debieran ser tomados como reglamentos por los noájidas.
Sin embargo no se agotan en esta lista.
Pues los noájidas pueden y deben asumir compromisos sociales expuestos en la Torá como mandamientos para los judíos, ser solidarios, ser caritativos, ser conciliadores, amar al prójimo, respetar y honrar a sus mayores, cuidar la naturaleza, dar vida, criar hijos saludables, cuidar la salud, desarrollar el un mundo de paz e integridad, etc.»
Arrancamos de movida con 66 mitzvot derivadas de 7 leyes fundamentales, ademas podemos aplicar un monton de leyes mas, segun nuestro modo de vida, entorno, actividades diversas y leyes en nuestras naciones que no contravienen la ley noajida.
No es la idea hacer una enumeracion exacta de la cantidad de leyes que podemos cumplir, sino saber que, efectivamente, somos verdaderos socios de los judios en la construccion de shalom en el mundo.
Quizas muchos piensen que el judio es mas, que los noajidas no valemos, y buscan ser del pueblo de Israel a cualquier costo y con diversas triquiñuelas. Rebajan al noajismo a un judaismo de la B, pero como veras hay un pacto muy importante y fructifero para quien lo quiera acatar.
Lo demas son excusas para no hacer ni uno ni lo otro, sino ponerse un etiqueta que los deje «dormir tranquilos».

La torre que no se caía

altHace mucho tiempo había una ciudad en Italia en la que construyeron una hermosa torre que era admirada por todos los viajeros. Tan sólo un poco más allá, en una ciudad vecina, habían construido una torre de similar belleza que compartía protagonismo con la anterior.

Sin embargo, los habitantes de esta última ciudad, envidiosos y llenos de orgullo, planearon destruir la torre vecina para que sólo brillase la suya propia, y una oscura noche llegaron hasta la torre con picos y palas y quebrantaron levemente sus cimientos.

A la mañana siguiente, la torre se inclinó un poco, pero nadie pareció darse cuenta, y lo mismo ocurrió durante los días siguientes, hasta que una niña que pasaba por allí, señaló la torre y dijo: "Me parece que se va a caer" y todos los que andaban por allí cerca comprobaron que era verdad.

Los nervios se apoderaron de toda la ciudad. Trataron de hacer mil cosas para retener la torre en su sitio, pero los días pasaban y nada parecía funcionar. Hasta que un día, la misma niña pequeña que había visto inclinarse la torre, se acercó y apoyó su mano en ella para descansar. Entonces sintió que la torre temblaba ligeramente entre ruiditos extraños. Al quitar su mano, cesaron el movimiento y los ruidos, pero al apoyarse de nuevo, volvieron a repetirse. Así estuvo la niña durante un rato, hasta estar completamente segura de su descubrimiento:¡La torre tenía cosquillas!

La niña entonces corrió a buscar algunas flores y hierbas, y las plantó junto a la torre, de forma que en cuanto la torre se inclinaba un poquitín, sentía las cosquillas que las flores le hacían en su base, y volvía a erguirse cuanto podía.

De esta forma la niña consiguió mantener inclinada la torre, que se hizo aún mucho más famosa de lo que ya era, dando una lección a los resentidos del vecino pueblo. Éstos, siempre envidiosos, trataron de copiar la inclinación en su torre, pero no supieron y se les terminó derrumbando sobre el pueblo, quedando no sólo sin torre, sino con gran parte del pueblo destruido.

Una moraleja: por causa de la envidia, muchas personas tratan de opacar a otras, a veces de manera abierta, otras solapadamente Recurren a muchas trampas para dañar, rebajar, amedrentar, presionar, etc. a la persona que envidian.

El EGO sin control es un pésimo líder, y entre sus horribles manifestaciones se encuentra la envidia.

Por ello, no seamos esclavos de nuestro EGO, sino verdaderos líderes de nuestra vida.

Hagamos que nuestros actos nos permitan brillar con luz propia, sin pretender apagar la luz de otros, por sentirnos menos luminosos que ellos.

Pues al final, nuestra luz no crece si dañamos al otro, sino que aumentamos la oscuridad.

 

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Preguntas para reflexionar

1. ¿Alguna vez te has sentido preocupado o molesto por haber llegado a la conclusión de que lo malo que te sucedió una vez volvería a repetirse?

2. ¿Qué es lo peor que podría suceder si decidieras cambiar aquello que te hace mal?

3. ¿Qué cualidades consideras fundamentales en un líder?

4. ¿Qué envidias?

Comercial censurado

Este es el comercial que queria compartir con ustedes, ya que habian tocado el tema anteriormente de la mision que tenemos tambien con nuestro planeta y el daño permanente que le hacemos y que es mucho mas evidente en ciertas partes.

Nosotros los colombianos estamos realmente conmovidos por eso , no se si ha sido publicado anteriormente en Fulvida , espero que no para no redundar en el tema, pero como les comentaba estamos supremamente tristes de ver la realidad censurada. Como en nuestro pais existen este tipo de cosas y es algo que no solo afecta mi territorio , esto afecta el planeta que habitamos y del que todos hacemos parte.

Es un compromiso constante el que tenemos con el cuidado de la tierra. hasta en los mas pequeños detalles. y hasta para eso se ve la ambicion, el egoismo y la corrupcion que contamina el corazon y la conciencia de tantos.

Mi pais el de ustedes tambien querida familia, tienes cosas maravillosas por mostrar , por conocer y en conclusion es un pais lleno de maravillas y cosas fascinantes, pero esas cosas buenas muchas veces las opaca este tipo de cosas.

Que estamos haciendo nosotros para el cuidado del planeta  que habitamos? Estamos censurando? o hacemos parte de quienes lo cuidamos lo respetamos y lo amamos.

Salvarlo es un compromiso de Todos.

El Valor de lo Tuyo

Leyendo el diario en la sección de interes personal, me encontre con una frase de un chamamecero argentino, que ante su reclamo por defender la música del chamamé, pues las personas actualmente olvidan sus raices criollas (por lo menos aqui en Argentina), dejan de lado su tradición nacional para entregarse a la moda o al caminar de la vaga sociedad por lo del otro, por ello este hombre Juan Genaro “Cacho” González Vedoya anunció:

“Somos dueños de cosas que no sabemos valorar. Miramos por encima del muro y nos gusta más lo que tiene el vecino”…

Más allá del tema del Chamamé, resalto esas palabras, pues ellas se pueden aplicar y dirigirse hacia aquellos noajudios o simplemente tambien hacia aquellos que desvalorizan el Noajismo por nada, a los que cambian el oro por dinero falso.

El Noajismo es muy valioso, medir su valor es darle poco valor. Mi querido lector, acepta tu porción, pule tu identidad para sacarle el mejor brillo, limpia tu jardin, dale el cuidado que se merece, siembra bondades, vive como Dios desde antaño quiere de ti y se feliz.

Concentra tu atención en tu campo, y en cuanto a la porcion del vecino, dejalo, no creas que su porción es mejor aunque su campo tenga más hectareas de siembra, no hay diferencia por ello, lo importante es el esfuerzo que pones en tu campo, en tu identidad, en sacarle el brillo, en quererla, amarla y amarte.

Tu identidad es valiosa, no la desvalorices porque aun asi no perdera su valor, sino que se perdera la oportunidad de no haber valorado y disfrutado, de lo verdaderamente valioso.

El Leal a Dios es Noajida.

«Si aún no eres parte de la comunidad de fieles a Dios, eres la pieza del rompecabezas que falta.»

Tu mundo, tu casa

En el midrash, obra de pensamiento fundamental en el judaísmo (fuente y canal de transmisión para jurisprudencia, legislación, tradiciones y creencias), más precisamente en el “Kohelet Rabba” (cap. 7), encontramos:

‘“Considera la obra de Dios: porque ¿quién puede enderezar lo que él (el hombre) ha torcido?” (Kohelet / Eclesiastés7:13)
Cuando el Santo Uno, bendito sea Dios, creó al primer humano, Él lo tomó y lo condujo alrededor de todos los árboles del Huerto del Edén, y le dijo: “Contempla mi obra, cuan bella y admirable es. Todo esto que he creado, para tu beneficio lo he creado. Pon mucho cuidado no sea que corrompas y destruyas mi universo, porque si lo corrompes, no hay nadie que lo pueda reparar luego de ti”.’

Una interpretación clásica es que la persona tenga cuidado en su comportamiento, que viva de modo ético, en sintonía con su esencia espiritual, siendo fiel a los mandamientos que le corresponde, desplegando una existencia de constructor de Shalom; pues, luego de su muerte, ¿quién podrá modificar lo que haya sembrado para su vida en la eternidad?
Cosechará y gozará (o padecerá) aquello que haya sembrado en su vida terrenal.
Es decir, vive a pleno de Este Mundo, disfruta de lo permitido, pero apártate de lo prohibido, para que tu vida sea radiante aquí y plácida allá.

En palabras del Ramjal:

“En resumen, el hombre no fue creado para su  existencia en este mundo, sino para la del Mundo Venidero, ya que su vida aquí es sólo un medio hacia su objetivo final.
Existen numerosas máximas similares de nuestros Maestros asemejando este mundo al lugar y tiempo de preparación y al Mundo por Venir como consecuencia de lo anterior, como el lugar de descanso y disfrute.”

Otra interpretación, también clásica, no se concentra en el individuo, sino en la relación entre el hombre y el ambiente.
El mensaje nos alienta a considerar la belleza de la creación, a hacer uso de ella, a ejercer nuestro dominio sobre lo creado (tal y como nos indica Dios en Bereshit / Génesis 1:28), pero procurando que nuestras acciones no corrompan el mundo, ni tuerzan lo que debe ser recto.
Es decir, se reconoce en el ser humano un inmenso poder constructivo, pero a la par uno destructivo.
Un poder otorgado por Dios, que reposa en la conciencia y voluntad del hombre cómo lo administrará en áreas tan relevantes como el aire y la contaminación acústica, contaminación del agua, el reciclaje de residuos, sustancias peligrosas, la protección de la fauna y la vegetación, el uso de los recursos naturales, la distribución de la riqueza, la siembra de transgénicos, experimentación genética, el establecimiento de reservas naturales, entre otros fundamentales aspectos.

El que se niega a reconocer el papel “redentor” o “devastador” del ser humano en la creación, porque de forma mágico-infantil considera que solamente Dios hace o deshace, se puede decir que está utilizando la religión como una póliza de seguro para seguir haciendo lo que quiere hacer, como una excusa para inflar su EGO.
En otras palabras, cree o supone que las acciones del hombre son tan débiles y sin potencia que no pueden tener efectos perjudiciales permanentes.
A partir de esto, se podría considerar que el hombre es libre para consumir tanto como le sea posible, sin límites, sin cuidado, sin consideración por el equilibrio del ambiente, sin atención al destino de los residuos, etc.; ya que, el hombre en nada puede afectar a lo creado. No hay poder real sobre lo creado, y por lo tanto, el hombre no tiene sentido de responsabilidad hacia ella.
Curiosamente, esto también abre un peligroso camino en las políticas públicas; por ejemplo, el dejar con entera autonomía a la sociedad y el individuo en manos del libre mercado. Por ejemplo, la creencia de que el comportamiento humano siempre se resolverá en beneficio de todos. Por ejemplo, que la naturaleza cuenta con sus propios mecanismos para restablecer el equilibrio, restaurar lo dañado, mantener el ritmo de producción estable, etc..
Entonces, se reduce el papel del gobierno a no intervenir, no encuadrar, no limitar, no orientar, sino meramente acompañar y admitir y recaudar impuestos.
Se puede consumir tanto como se quiera y asumir que el universo funciona de tal forma que es imposible el daño permanente.
Aunque parezca infantil, tonto, irracional, es lamentablemente una realidad patente, que así se comportan numerosos gobiernos que hacen caso omiso a los llamados de atención para corregir los daños que se van provocando por la acción productiva del hombre.

Recordemos, tenemos derecho al dominio de la tierra, pero también que rendir cuentas, pues Dios ha declarado:

Mía es toda la tierra
(Shemot / Éxodo 19:5)

Somos inquilinos, con muchos derechos, pero no la plenitud de la potestad, ya que debemos someternos a la inspección y al justo balance ejecutado por el Dueño, según se desprende del texto:

El Eterno, el Dios, tomó al hombre y lo puso en el huerto del Edén para que lo trabajara y lo cuidara.”
(Bereshit / Génesis 2:15)

Por tanto, tenemos el poder, y la libertad, pero la consiguiente responsabilidad por el resultado de nuestros actos.
Vivir de modo despreocupado, consumiendo insaciablemente, deteriorando el ambiente, provocando calamidades sin cesar, no es admisible, no es racional, no es provechoso, no es “espiritual”.

Resulta interesante que sepamos lo que el Ramban comenta en el versículo de Bereshit 1:28, que aludimos más arriba.
Según Najmánides, el comando divino de “tener dominio sobre" debe entenderse como que al hombre se le dio el poder sobre la tierra para hacer lo que sea su voluntad con el resto de las criaturas, para construir, arrancar raíces, plantar, aprovechar las minas de metal y similares. La frase, por lo tanto, se refiere a la conquista del hombre del desierto y sus esfuerzos constructivos para civilizar y habitar el mundo, aprovechar las fuerzas de la naturaleza para su propio bien y explotar la riqueza mineral a su alrededor.
Es decir, convertirse en un dínamo en la construcción de un mejor mundo para vivir, en hacer de este mundo una morada para la Divina Presencia.
En síntesis, ser un constante constructor de Shalom.
Orden dada ya desde el comienzo.
Así pues, no es un permiso para devastar el mundo para enriquecerse y engrosar el EGO, sino un poder para mejorar la creación, para llevarla a un nivel más alto, en donde lo espiritual resplandece en lo material.

Es en esta línea que el genio del siglo pasado, el Rav Kook, enseñó:

"No puede caber ninguna duda para cualquier persona iluminada o reflexiva, que el ‘dominio’ mencionados en la Biblia en la frase: ‘y tenga dominio sobre los peces del mar, y sobre las aves del cielo, y sobre todo ser viviente que se arrastra sobre la tierra’, no es el dominio de un tirano que trata con dureza a su pueblo y los funcionarios a fin de lograr sus propios deseos y caprichos personales. Sería impensable que Dios ordenara una ley tan repugnante de sometimiento y que fuera estipulado para siempre en el mundo de Dios, porque Él es bueno para todos y cuya misericordia se extiende a todo lo que Él ha creado, como está escrito, ‘la tierra se basa en la misericordia’ (Tehilim / Salmos 89:3). "

Así pues, un dominio para ser ejercido con sabiduría, con mesura, con bondad, tal como Él actúa para con Su creación.
Así como Él establece Shalom en las alturas (Ieshaiá / Isaías 45:7), que seamos nosotros constructores de Shalom aquí debajo.

Tenemos pues que no hay destino más alto para el hombre que vivir constantemente como un constructor de Shalom, actuando con bondad y justicia, en lealtad hacia el Eterno.
Esto incluye, por supuesto, el ejercicio de un dominio saludable sobre la naturaleza, una responsabilidad ineludible.

Como siempre, el trabajo comienza por dominar el EGO, canalizar su potencia hacia fines positivos.
Al dejar de lado el engorde egoísta, se posibilita la toma de conciencia del prójimo, el respeto por el ambiente, el anhelo por llevar una vida mesurada y en equilibrio.
No es meramente reclamar por leyes ambientalistas, sino provocar una revolución, o quizás evolución, en el centro de vida de miles de millones de congéneres, quienes se encuentran esclavizados por el EGO, supeditados a religiones y creencias que los infantilizan, los vejan, los esclavizan, para que unos cuantos sean beneficiados con poder material, renombre, dinero, imperio.

El trabajo por reformar el mundo, corregirlo, perfeccionarlo no puede ser evitado, no hay tiempo para más excusas.
El tiempo urge, el daño que la humanidad ha provocado al mundo, al entorno, al prójimo, es cada vez más evidente.
El descalabro social, la violencia constante, el malestar de la cultura nos agobian.
En tanto las religiones siguen adoctrinando, siguen sometiendo, siguen emparentadas con los malos políticos y peores ciudadanos que engañan y usurpan para obtener réditos materiales.

Kohelet Rabá, así como decenas de fuentes de la Tradición, nos enseña que tenemos poder, uno que puede destruir la creación. La conciencia de nuestro poder nos obliga a limitarnos y adquirir humildad, para ejercer cabalmente el papel de custodios, tanto en términos de física del planeta, así como en términos de formulación de políticas. Tenemos el poder de destruir la sociedad, por lo que la gente, directamente como a través de sus funcionarios electos tienen que permanecer vigilantes en la supervisión y el equilibrio de las diversas fuerzas en el juego.

Depende de cada uno y de todos.
Para finalizar, un relato del Talmud (Bava Kama 50b), espero que comprendas la moraleja:

“Érase una vez, un agricultor que estaba limpiando su terreno, tirando piedras de su campo a la carretera pública. Un hombre piadoso que pasaba lo reprendió: ‘Loco: ¿Por qué tiras piedras de la propiedad que no es tuya a tu propiedad?’.
El agricultor se burló de estas palabras (¿Cómo que no era su propiedad, si era su campo el que estaba limpiando de las molestas piedras?)
Algún tiempo después, obligado por deudas tuvo que vender su campo.
Una noche, al pasar junto a su antiguo campo, tropezó y cayó sobre una de las piedras que había arrojado allí. Tendido en la agonía, se dio cuenta de cuán cierto había sido las palabras del hombre piadoso.”

Y la moraleja es…

La manipulación de las religiones

Hace algunos años publicamos algunos textos acerca de las maneras que tienen las religiones, particularmente las misioneras tales como evangélicos, mesiánicos, entre otros, para dominar y propagar su oscuro poder. En la base de lo cual se encuentra la manipulación emocional, afincada en lo siguientes pilares:

  1. atemorizar con ideas constantes de que cada acto realizado y pensamiento de la persona es pecado,
  2. que la persona es merecedora siempre de castigo eterno en el infierno,
  3. incluso por le mero hecho de haber nacido ya se es culpable sin escape,
  4. de que no hay acción humana que pueda liberar de tal destino terrible,
  5. que la única salvación mágica del infierno es exclusivamente por medio de la fe en los dogmas de esa religión
  6. y por el sostener económicamente a los líderes de la religión y sus instituciones de propagación ideológica;
  7. y que el líder no se equivoca, nunca, sino que es perfecto,
  8. y que se llega a dios a través del líder y su prédica, por lo que tener al líder contento es una forma de lograr el favor del dios,
  9. y que si el líder se equivocó, es que uno no ha comprendido al líder, pues no llega a conocer su altura, o porque los caminos de dios son misteriosos.
  10. y que si las cosas no marchan como uno quiere, es porque uno no tiene suficiente fe, o no ha dado suficiente dinero, o es pecador oculto, o hay otra respuesta pero en el “reino de los cielos”.,
  11. y siempre, siempre, siempre, “la oveja” es tonta y necia, pero el pastor es un iluminado profeta al cual hay que admirar, venerar y admitir cualquier estrafalaria idea, o de lo contrario, uno se va derecho al infierno sin derecho a pataleo.

Así funcionan las religiones, especialmente las cristianas en sus miles de denominaciones y apariencias, pero también el resto de ellas. (Recordemos que ni noajismo ni judaísmo son religiones, aunque comparten ciertas características externas con ellas. Y recordemos que hay personas que vivencian al judaísmo y al noajismo como religiones y copian en poco u mucho los parámetros de acción manipuladora de las religiones.)

Triunfan y se extienden porque saben como sembrar el odio, la confusión, la ignorancia, la indiferencia, la ceguera de la fe, el miedo constante, el perpetuo sentimiento de culpa, la esperanza en una “salvación” mágica que solo viene a través de esa iglesia; a la par que ejercen presiones de todo tipo, que van desde enajenar al disidente, insultarlo, exilarlo, expulsarlo, someterlo a humillaciones, castigarlo físicamente o psicológicamente y por supuesto que tampoco dejan de lado el crimen de personas y colectivos.
Lo vemos a diario con las manipulaciones que hacen familiares, ex amigos, pastores, terroristas, clérigos, fetraficantes, que no paran de conquistar tierras, poblaciones, corazones por medio de estas herramientas de opresión y manipulación.

En estos días, entre las variadas lecturas que frecuento, me topé con un texto interesante del lingüista Noam Chomsky, quien elaboró la lista de las diez estrategias de manipulación a través de los medios masivos de comunicación.
No pude menos que reconocer que esta lista tiene enormes similitudes con lo retratado acerca de la manipulación de las religiones.
Te comparto ahora el texto del lingüista:

1. La estrategia de la distracción
El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las elites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes. La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y la cibernética.
“Mantener la Atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar; de vuelta a granja como los otros animales (cita del texto ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.

2. Crear problemas y después ofrecer soluciones
Este método también es llamado “problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el mandante de las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad. O también: crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos.

3. La estrategia de la gradualidad
Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos. Es de esa manera que condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas (neoliberalismo) fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990: Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que hubieran provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas de una sola vez.

4. La estrategia de diferir
Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no es empleado inmediatamente. Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá mejorar mañana” y que el sacrificio exigido podrá ser evitado. Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento.

5. Dirigirse al público como criaturas de poca edad
La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes y entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más se intente buscar engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantilizante. Por qué? “Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos de edad (ver “Armas silenciosas para guerras tranquilas”)”.

6. Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión
Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito en el análisis racional, y finalmente al sentido critico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos…

7. Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad
Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud. “La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposibles de alcanzar para las clases inferiores (ver ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.

8. Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad
Promover al público a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto…

9. Reforzar la autoculpabilidad
Hacer creer al individuo que es solamente él el culpable por su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se autodesvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción. Y, sin acción, no hay revolución!

10. Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen
En el transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos poseídas y utilizados por las elites dominantes. Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como psicológicamente. El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de los individuos sobre sí mismos.

Hasta aquí el texto del experto en lengua y su vinculación con la ideología.

Ahora te pido que por favor nos brindes dos tipos de comentarios:

  • Anécdotas personales que corroboren lo explicado en este texto.
  • Tu punto de vista personal que amplíe o rectifique lo que hemos expuesto.

Para finalizar, te solicito que difundas estas ideas, que divulgues nuestra existencia, que colabores con nuestra difusión, que participes activamente, pues depende de ello que las religiones sigan imperando con todo su maquinaria maligna, o que finalmente abramos una brecha a la libertad y la lealtad.

Un abrazo sincero.

Paz Perfecta

Un rey ofreció un gran premio a aquel artista que pudiera captar en una pintura la paz perfecta.

Muchos artistas se sintieron motivados a participar de aquella convocatoria.
(En un aparte, amable lector, debemos advertir que era un invitación honestamente engañosa, pues dependía del parecer y la creencia del monarca en lo que respecta a “la paz perfecta”; pero los concursantes no advirtieron tal situación, deslumbrados por la promesa de renombre, prestigio y dinero. Continuemos con el relato.)

El rey observó y admiró todas las pinturas, pero solamente hubo dos que realmente le llamaron la atención por sobre el resto.

La primera retrataba un lago muy tranquilo. Parecía un espejo perfecto donde se reflejaban unas plácidas montañas que lo rodeaban. Sobre éstas se encontraba un cielo muy azul con tenues nubes blancas. Todos quienes tuvieron la oportunidad de contemplar esta pintura admitieron que era un reflejo real de la paz perfecta, casi se podía percibir en el corazón los arrullos pacíficos y seductores que fluían desde el lienzo. ¿Cómo no sentirse plácido en un entorno armonioso, lleno de tranquilidad y orden?

La segunda pintura también tenía montañas. Pero éstas eran escabrosas y áridas. Sobre ellas había un cielo furioso del cual caía un impetuoso aguacero, en un caos cruzado por rayos y vientos. Montaña abajo, parecía retumbar una espumosa cascada de agua.
Era la imagen de la agitación y la falta de mesura.
Pero allí, en una saliente rocosa detrás de la cascada, apenas visible, se distinguía un pequeño nido, en el cual descansaba plácidamente un pajarito.
Era difícil percatarse de ese detallito, insignificante a primera vista, inadvertido ante el tremendo retrato del descontrol circundante.

Como es previsible, pues este es un cuento con moraleja, el rey escogió la segunda.

El rey explicó: "Paz no significa estar en un lugar sin ruidos, sin problemas, sin trabajo duro o sin dolor. Paz significa que a pesar de estar inmersos en todo tipo de circunstancias adversas y problemas que surgen de imprevisto, nuestro corazón permanezca en calma y prevalezca en nosotros la confianza interior. Paz es poder hallar ese instante de intimidad y encuentro con lo significativo, aunque el mundo alrededor se caiga a pedazos.
Éste es para mí el verdadero significado de la paz”.

 

Preguntas para reflexionar

1. ¿Sabes transformar en oportunidades los problemas que se te presentan a diario?

2. ¿Qué te motiva a actuar?

3. ¿Te desmoralizan los obstáculos que se te presentan?

4. ¿Cómo te preparas para superar los eventuales obstáculos que se te puedan presentar?