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Una sencilla pero básica enseñanza

Te voy a pedir que mires y analices la foto que te presentaré a continuación y que te tomes tu tiempo para regalarnos las respuestas a las siguientes preguntas:

  1. ¿Qué es lo que ves?
  2. ¿Qué es lo que te parece que nos enseña esta imagen?
  3. ¿Cómo se relaciona contigo?
  4. ¿Qué podrías cambiar a partir de la moraleja de esta imagen?

Déjanos tus respuestas y comentarios en la sección destinada a tal fin, aquí debajo.
Muchas gracias por participar en la tarea de construcción de shalom.

Volver la vista al Eterno: Oportunidad para la vida

Una de las cuestiones que más preocupan a los noajidas de hoy y al abandonar la idolatría es el bienestar general que en sus vidas estara presente después de este gran paso. Si nos preguntamos. ¿Cual es el deseo particular de cada quien sobre estar bien? Nos podriamos encontrar con una lista de solicitudes diversas tal al estilo de los practicantes de escribir cartas al Santa Claus o cualquier figura de la idolatria (Prohibido por D-s)

En relación a esto habría que recordar: ¿Que es el bien-estar?

Para resonder a esta pregunta, tenemos que recordar algunos aspectos:

Primeramente el proposito de la creación, en palabras mas o menos simples es:

a) » …Uno de los propositos por el cual este mundo fue creado es que nuestro D-s, el Santo Bendito sea, decidio tener una morada en nuestro plano fisico»….

En segundo termino hay que recordar el proposito de nuestras naciones ó mision del Benei Noaj, en palabras mas o menos simples es:

b) «…mejorar nuestros planos mientras se trae una mejora al entorno, haciendo esto por gusto y/o amor y a través de siete principios universales…»

Dos pilares para meditar sobre nuestra vida:

El primero es «Quién morará» en el plano físico (D-s) y el segundo es «a través «de quién» morará el Eterno en este mundo (cada uno de nosotros).

Así «Bien-estar» tiene dos partes la que trae el «Bien» (Eterno) y la que va a «estar» (la persona) dispuesta a asociarse para traer una mejora al planeta con el cumpliemiento de los siete principios universales.

Esto quiere decir que nuestra existencia adquiere Bien-estar y vida cuando tornamos nuestros planos al Eterno comenzando por nuesro plano físico. Y la forma de tornar nuestro plano físico al Eterno es a través del cumplimiento de los siete principios universales (en el caso de los noajidas):

a) Pierna derecha: No idolatría
b) Pierna izquierda : No blasfemia
c) Brazo derecho : No relaciones sexuales ilicitas
d) Brazo izquierdo: No matar
e) Plexo solar: No robar
f) Organos reproductivos: No ingerir parte de animal con vida
g) Boca: establecimiento de cortes y leyes de justicia.

Es de esta forma que nos volvemos hacia el Eterno. Es de esta forma que nos asociamos con la construcción de una morada para el Eterno en este plano y nuestra vida adquiere «lo necesario» para crear la morada de D-s en la tierra.

Tal como nuestro Moré Yehuda Ribco nos lo recuerda en su libro «Luz para la vida» :

«Si tu sentido de vida personal (labor cotidiana, empleo, etc) esta en armonia con tu sentido de vida trascendente(Asociarte con el Eterno a traer una mejora al mundo a través de los siete), hallaras que tu vida es satisfactoria en todo momento…»

Recuerdalo: No es el Eterno quien esta para servir a nuestros caprichos o desconsideraciones. El Eterno no es persona no se le puede considerar como hacerdor de caprichos.

Somos nosotros los noajidas quienes debemos tornar nuestra vida al proposito de la creación y de esta forma seremos conectados con el flujo de la vida que naturalmente opera en el universo, así seremos alumbrados por la prescencia del Eterno que encontrara una morada en nuestra existencia y la llenara de vida.

Asi que cuando tengas un problema preguntate:

¿Que debo cambiar o hacer para asociarme con el Eterno y crear una morada para la vida en mi existencia?

Esa es la forma de terminar con lo que llamamos, nuestros problemas, nuestras calamidades, nuestros egoismos, nuestra falta de vida, nuestra falta de volver la vista al Eterno.

Pero solo quien este dispuesto a «tomar la oportunidad « estara dispuesto a VOLVER LA VISTA AL ETERNO.

Saludos y que sepamos construir Shalom

Los esperamos a todos en el Simposium Fulvida México,

Estas épocas navideñas…

En estas épocas decembrinas nos vemos invadidos por villancicos, papanoeles, pesebres, cancioncitas varias, arbolitos, lucecitas, comiditas, promociones, propagandas, salutaciones, festejos, reuniones de compañeros de trabajo y amigos, programas de televisión, artículos en diarios y revistas, buenos deseos, compras y más compras y un etcétera largo y variado.

Nosotros, como judíos o noájidas, no tenemos parte en estas festividades.
No tenemos nada para celebrar, ni para festejar (de hecho, en la historia la “Nittel Nacht” es famosa por ser oscura y de terrible terror para los judíos de buena parte de Europa, pero no es el sentir y actuar actualmente de nuestros vecinos y hermanos cristianos en su inmensa mayoría).
No debemos tampoco celebrar, pues pertenece a una creencia que no es la nuestra y que contraría fundamentos básicos de nuestra espiritualidad.

La navidad es una celebración cristiana, tal como hoy en día se la conoce (no nos interesa ahondar ahora en orígenes probables del mito del nacimiento de Jesús, ni del uso del arbolito, ni etc., no es la finalidad de este texto).
El “año nuevo”, si bien tiene una evidente conexión directa con el cristianismo, también es fácil reconocerle como inicio del año civil, sin otras implicancias.

Así pues, podemos respetar a nuestro hermano y vecino cristiano que celebra, aunque no compartamos ni un milímetro su creencia en un hombre que no es otra cosa que eso: un hombre muy común y muy corriente, aunque le adornen con mil y un cuento fabuloso.
Podemos ser amables con nuestro hermano y vecino cristiano, y desearle “Felicidades”, “Que tenga una feliz fiesta”, “Que la pase bonito en su celebración”, etc. (aunque no debemos decir “Feliz Navidad” o similar que implique reconocimiento del mito y su tremenda idolatría).

La cuestión no radica en ser rudo con quien es amable y gentil (cortés, educado, atento, simpático), sino en ser igualmente amables y gentiles.
No compartimos, ni deseamos hacerlo, su teología que consideramos ajena a nuestra esencia y santa Tradición (noájica y judía), pero no por ello dejamos de apreciar el alma pura que anida en el seno de toda persona.
Sepamos que lo cortés con el prójimo (extraviado o no) no tiene porqué quitar lo leal a nuestra identidad y a Dios.

Así pues, no actúes como fanático, pues quien está seguro de su identidad no precisa hacerlo.
Toma ejemplo de mi pequeña hijita, de recién cumplidos seis años.
Al salir del supermercado la cajera nos dijo: “Gracias por su compra, feliz navidad”.
Nuestra hijita, bien rápida y segura le sonrió a la señora y le respondió: “Gracias, pero no festejamos la navidad. Que pase usted muy bien su fiesta”.
El ánimo de la cajera no era ofender (no es lo que sentimos por su actitud, aunque otros sí hacen cosas aparentemente “bonitas” con la intención de molestar), por tanto estuvo impecable mi hija en agradecer el buen deseo de la señora. Estuvo brillante al admitir que nosotros tenemos una identidad diferente, un camino que no alterna con la navidad, pero que respetamos a la gente, aunque deploremos hasta el final las cuestiones que son erradas.

Sé amable, es un buen consejo; pero que tus buenas intenciones no te lleven a resbalar.

Así pues, amigos cristianos que acostumbran pasar por aquí, les deseo que pasen muy lindas fiestas, y deseo de todo corazón que el año que viene podamos juntos brindar en celebraciones y ocasiones que sean de luz y verdad para todas las personas, en plenitud de lealtad a nuestra herencias sagradas (noájica y judía).
Y a mis amigos noájidas y judíos, les deseo que tengamos un excelente ánimo para construir Shalom siempre.

Protejamos nuestra vida

El espléndido salmista nos enseña:
«Venid, oh hijos, escuchadme; el reverente respeto al Eterno os enseñaré:
¿Quién es el hombre que desea vida?
¿Quién anhela años para ver el bien?
Guarda tu lengua del mal, y tus labios de hablar engaño.
Apártate del mal y haz el bien; busca la paz y síguela.»

(Tehilim / Salmos 34:12-15)
Dijo el Rabí Janán Bar Rabá:
«Todo el mundo sabe qué una novia ingresa bajo el palio nupcial para casarse (y mantener relaciones íntimas),
pero si alguien pervierte su habla para mencionarlo
(a los actos íntimos),
provoca que, aunque [la corte celestial] le haya decretado 70 años de bienestar,
la buena sentencia se revierta
y el decreto sea de mal para él.
»
(Shabat 33a)
salmos david talmud noajida judio habla lashon haraSi cuidamos nuestra lengua, protegemos nuestro presente y nuestro porvenir.
Mira con atención la primera cita y compárala con la segunda.
En el texto del salmista se menciona a aquel que habla maldad, engaña, tuerce sus palabras para provocar el daño.
En la frase talmúdica se refiere a una persona que usa su habla para la burla chabacana, para las obscenidades, para mencionar lo que es un acto lícito pero que debe permanecer bajo el manto de la modestia y del recato.
Son copiosas las reglas al respecto del cuidado de la palabra, para aprender qué decir, cómo decir, a quién, etc. No haremos siquiera un pequeño resumen al respecto, pues otros ya lo han hecho mucho mejor.
Simplemente queremos reiterar la idea, cuidemos nuestra vida, al no abusar de nuestra capacidad de hablar.
Te recuerdo ahora cuatro pilares que sostienen la Comunicación Auténtica ((Si te interesa, usa el buscador integrado al sitio y encontrarás decenas de artículos al respecto de la «Comunicación Auténtica».)), por medio de la cual uno se preserva de detruirse a causa de sus dichos al tiempo que edifica una relación de mayor armonía con sus semejantes.
Los pilares son:
  1. Sé sincero, pero ubicado en lo qué dirás.
  2. No des nada por sentado, es mejor preguntar que suponer.
  3. Respeta a tu interlocutor, aunque no aceptes ni compartas ni una letra de lo que te dice.
  4. No admitas que se te falta el respeto, ni siquiera un poquito.

Protege tu vida, porque si no lo haces, ¿quién lo hará por ti?

Un viejo secreto para la buena vida

Muchos veneran a Miguel de Cervantes, aunque no sé cuántos lo han leído y comprendido.
Una de sus frases celebres reza así:

“El que larga vida vive, 
mucho mal ha de pasar. “

A primera vista, resulta deprimente… ¿o es solo mi parecer?
Te daré uno de mis motivos.
Si el que larga vida vive mucho mal ha de pasar,
significa que el “mal pasar” es una constante, o al menos una muy frecuente visitante,
por lo cual,
quien más vive, más sufre.
El sufrimiento está aquí, no hay escapatoria… mejor vive poco, así sufrirás menos… ese podría ser el corolario del pensamiento del Manco de Lepanto…
¿Estas de acuerdo con que así es la vida?
¿O quizás para Miguel era así, pues en su vida padeció mucho, o tal vez no supo disfrutar de lo bueno que tenía?
No lo sabemos…
Pero lo que sí puedes saber es si estás de acuerdo con que la vida es una hilera incesante de dolores y dramas…
(Yo no lo estoy, aunque a veces pareciera ser cierto. Me gustaría oír tu comentario al respecto).

Por su parte, Jean de La Bruyère nos regaló esta idea:

“No hay nada que los hombres más 
deseen conservar y menos cuiden 
que su propia vida.“

Resulta de cierta manera antagónica con la frase previamente citada.
Para el español aparentemente la vida es dolor y pena, para el francés aparentemente es un gran tesoro, anhelado y deseado.
Sin embargo, a nuestro entender tienen un punto en común: la tragedia. Para uno es la norma, lo que conlleva el vivir; para el otro es producto de la desidia, del olvido, de la desgana, de las conductas erróneas.
Si fuera Cervantes el acertado, estamos condenados a sufrir.
Pero si fuera de la Bruyère, tenemos a nuestro alcance la oportunidad de enfocarnos en lo positivo y conservar con cuidado el tesoro de la vida.
¿Tu qué crees?
¿Con cuál de los autores te afilias para debatir al respecto?

Ahora llamamos a un tercero para que opine, a Benjamin Disraeli quien nos dice:

“La vida es demasiado corta 
para que la hagamos mezquina.”

Bueno, tenemos un destino: la vida es demasiado corta; y tenemos la libertad de elegir: vivirla de manera mezquina o altruista.
Interesante el aporte del inteligente hombre inglés.

Ya que estamos con grandes muchachos de la vieja Europa, te presento a Leonardo da Vinci, a quien no se le ocurrió otra cosa que decirnos:

“El que no aprecia la vida 
no la merece.”

Quisiera extenderme en comentarios que tan condensada frase me motivan, pero prefiero abstenerme y darte tiempo y espacio a ti para que pienses, participes, aportes, evalúes tu propia vida.
¿Aceptas mi invitación?
Espero que sí…

Podríamos seguir recopilando citas por toda la internet, pero no te quiero aburrir, ni hacer el trabajo que tú también puedes hacer si te lo propones; por lo cual, te daré un mensaje más de parte de una celebridad.
Para variar, es una mujer la que tiene la última palabra en casa, Simone de Beauvoir:

“La longevidad es la recompensa de la virtud.”

Pero, señora mía, doña Simone, no quiero parecer malintencionado, pero o no le tradujeron bien la frase, o no la entendí en su esencia, o usted dijo algo como que no es así… ¡cuánta gente buena, pero buena de verdad, se ha muerto joven!
¿Usted cree realmente, doña Simone, que no hay tipos malos, pero realmente malos, que viven largas vidas y hasta llenas de riquezas, salud, placeres, etc.?
Porque, doña Simone, usted no dice (a no ser que no la hayan traducido correctamente) “La buena vida es la recompensa a la virtud”, usted dice “La LONGEVIDAD”, es decir, la larga vida.
Como que no cierra esta frase con lo que cualquier hijo de vecino, como quien esto escribe, se puede encontrar cada día.
En verdad, me encantaría que algún entendido (o entendida, por supuesto) tengan la amabilidad de darnos una luz al respecto de lo dicho por la sabia señora, a la que respetamos y valoramos, pero que en esta ocasión no comprendemos su cita.

Pero por ahí, otro hijo de vecino tiene algo para contarnos.
Hace un año y poco fallecía a los 113 años de edad el hombre europeo más longevo con vida (en el 2009), se llamaba Henry Allingham.
En alguna entrevista que le hicieron dijo algunas cosillas interesantes acerca de su secreto para su longevidad.
Atendamos a sus palabras:

“Consultado sobre el secreto de su larga vida, el hombre en silla de ruedas dijo:
"No lo sé, pero te diría que trates de ser tan bueno como sea posible". ”

Ok, parece que este hombre fue el ejemplo literal de las palabras de la inteligente dama francesa.
El dice que vivió más de un siglo gracias a la nobleza de carácter, encare positivo, bonhomía, el ser tan bueno como le fuera posible.
Así que, aquí está la virtud que le dio larga vida a este buen señor (que en paz descanse, junto a los otros citados hasta ahora en este artículo).

Pero, don Henry tenía un datito más reservado bajo la manga:

‘A la pregunta sobre su receta para llegar a tan avanzada edad,  Allingham respondió una vez con un guiño:
"Tabaco, whisky y mujeres muy salvajes".
Después añadió, más serio:
"Hay que cuidarse y conocer  los límites propios".’ 

Bueno… esté… cómo seguimos ahora…

Creo que lo dejamos en “hay que cuidarse y conocer los límites propios”… ¿te parece bien así?

Mr. Henry llegó a vivir 113 años, hasta su último suspiro lleno de vitalidad, gusto por la vida y lucidez.
No era Don Perfecto, pero tampoco lo contrario.
Era una persona, común, como todos, porque hasta las celebridades y gente de poder somos comunes, pero en distintos roles.
Esto deberíamos recordarlo cada día, sea siguiendo a don Cervantes o a don de la Bruyère: puedes parecer importante, detentar una posición de preeminencia, ser admirado, ser elogiado, ser mimado, ser un conquistador con tus dotes y carisma, gozar de privilegios, pero no eres más que una persona común y corriente.
Son tus actos los que te ennoblecen o degradan.

Por lo cual, sería bueno tomar nota y no acostumbrar avergonzar al prójimo, sea persona de preeminencia o del llano.
Poner las cosas en su sitio, está muy bien.
Denunciar al estafador, no permitir que el perverso se apropie de lo que no le pertenece, clamar por justicia, poner límites, desenmascarar al prófugo de la Verdad, todo eso es correcto y no debe omitirse de realizarse, pero sin avergonzar al prójimo.
(De acuerdo a la halajá, la normativa judía, es lícito burlarse de la idolatría, así como señalar pública y claramente a aquellos que obran maldad y pueden causar daños a los que andan desprevenidos. Sin embargo, mejor es actuar con prudencia y moderación.)

Ten presente que si haces sonrojar a tus padres, a tus maestros, a los ancianos, a tus menores, a tu cónyuge, o a cualquier otro semejante, a cualquier persona inocente, no solamente estás procurando el mal sobre ella, sino que estás preparando un caldero de agua hirviente sobre tu cabeza, que en cualquier momento se derrama y te despelleja vivo…

Así que te aconsejo que te dediques a estudiar (y a aplicar) los principios de cómo relacionarte efectivamente con tus semejantes.
Cuando estés ante una persona simple de entendimiento, buscaba resaltar un pensamiento en común para que les sirva de encuentro y motivo de vinculación.
Si estás ante alguien más experto, calla, pregunta con humildad para aprender y aprovecha para aprender.
Cuando estés con un amigo, que te sea doblemente valioso su honor y el tuyo.
Si estás con tu cónyuge, valórala (valóralo) más que a ti mismo, pero sin desmerecerte en lo más mínimo.

Sé virtuoso, sé bueno, sé justo, conoce tus límites, se leal… entonces no sé si vivirás mucho o poco, pero cada día será una vida, de placer, de bendición, de santidad, de plenitud ((Vivir es nacer a cada instante.
Erich Fromm
Cada día es una pequeña vida.
Horacio
Sólo vive el que sabe.
Baltasar Gracián)).

Nunca olvidemos, que la maldad que provocamos contra otra persona termina retornando como un bumerang, y a veces duplicada o multiplicada en sus daños.
Si tratas con honra al prójimo, aunque sea tu adversario, encontrarás el camino para una buena vida…