«He aquí que he de traer las aguas del diluvio sobre la tierra para destruir toda la carne en la que hay aliento de vida bajo los cielos» (6:17).
El profeta Yeshaiahu (Isaías) se refiere al diluvio como «las aguas de Noaj», lo cual implica que Noaj fue resposable, al menos en parte, por el diluvio.Porque si Noaj le hubiera enseñado a su generación a que conocieran a D-os, instruyéndoles a emular las midot (rasgos de carácter) de D-os ciertamente se hubiesen arrepentido.
El Rambán (Maimonides) una vez mantuvo una disputa con un filósofo, con respecto a si el comportamiento de los animales se rige por el instinto o por el entrenamiento conductista. El filósofo sostenía que el animal puede ser entrenado de un modo tan absoluto que se puede hacer que haga prácticamente cualquier cosa. Y para demostrarlo, entrenó largo tiempo una cantidad de gatos, para que anduvieran erguidos, sostuvieran bandejas en las patas y actuaran de mozos. Los vistió de camisa blanca y moño negro, y condujo un banquete en el que los mozos eran gatos. Justo cuando estos mozos felinos estaban sirviendo la sopa, el Ramban, que había sido invitado al banquete, soltó un ratón. El salón se transformo en un pandemonio de bandejas poor el suelo, sopa derramada, platos rotos, y montones de gatos enloquecidos persiguiendo en cuatro patas al ratón.
Sin entrenamiento, los instintos y los deseos del individio lo arrastran en cuatro patas. Sin embargo, el ser humano es diferente de los animales, porque puede perfeccionar su carácter para que controle sus bajos instintos. El que nunca trabajó para perfeccionar su caracter, igual que el gato entrenado, solamente puede poner en escena un «show» de disciplina, pero siempre y cuando no se le crucen «ratones»por el camino.
Recién cuando la persona cultivó buenos rasgos de carácter, la Torá puede residir dentro de él. Unicamente la Torá puede llevar el carácter a la máxima perfeccíón, pero donde no hay una base sólida de las midot, la adquisición de la Torá resulta imposible.
Tomado de : http://ohr.edu/jud/5760/bereshit/noaj.htm Autor: Rabí Zev Leff en Shiurei Biná