Bienvenida y gracias por enviarnos su interesante misiva.

El espíritu, tal como los otros planos de la persona, deben ser nutridos con el alimento saludable y correspondiente.
El espíritu de la persona gentil, como lo es usted, se nutre a través del cumplimiento de los Siete Mandamientos Fundamentales (y sus derivados legales), que el Eterno ha decretado para ustedes.
Mientras su espíritu padezca de hambre, por no saciarlo correctamente, estará intranquila a la búsqueda de un “algo” que quizás no pueda nombrar ni precisar con claridad, pero que sabe que precisa.
Tristemente algunas personas se narcotizan para escapar al sentimiento de esta hambre. Muchas son las drogas que emplean: alcohol, relaciones enfermizas, depravación, obsesiones, fidelidad a las religiones, entre otras conductas nocivas.
Otros gentiles, que no saben o comprenden la importancia de los Siete Mandamientos Fundamentales, suponen (erróneamente) que en el judaísmo encontrarán esa “algo” que les falta. Y así, con una falsa asunción pretenden convertirse, y algunas personas les incentivan esta senda, sin antes abrirles el campo de lo que corresponde a sus identidades espirituales: el noajísmo.

Así pues, apreciada Margarita, le aconsejo que profundice en lo que por derecho divino le corresponde, que es el ejercicio de su identidad espiritual noájica.
Si se compenetra de la misma, si cumple cabalmente con los mandamientos que el Eterno le ha dado (como obligación y nutrición), ya n o sentirá esa incertidumbre y ansia.

Espero que continúe visitando nuestro sitio, su sitio, FULVIDA.com, que es el lugar que hemos diseñado especialmente para la construcción y bendición de los noájidas.

Y si luego de unos años de intensiva vida noájica sigue queriendo la conversión formal al judaísmo, tendrá la puerta entreabierta para hacerlo. Llegado su momento y cumpliendo con las condiciones necesarias.
Lea el extenso material que tenemos publicado al respecto en SERJUDIO.com.

Si le quedan dudas pertinentes, hágalas llegar.

Dios te bendiga, y que podamos ser constructores de Shalom.

Su apoyo constante nos permite seguir trabajando