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La torre que no se caía

altHace mucho tiempo había una ciudad en Italia en la que construyeron una hermosa torre que era admirada por todos los viajeros. Tan sólo un poco más allá, en una ciudad vecina, habían construido una torre de similar belleza que compartía protagonismo con la anterior.

Sin embargo, los habitantes de esta última ciudad, envidiosos y llenos de orgullo, planearon destruir la torre vecina para que sólo brillase la suya propia, y una oscura noche llegaron hasta la torre con picos y palas y quebrantaron levemente sus cimientos.

A la mañana siguiente, la torre se inclinó un poco, pero nadie pareció darse cuenta, y lo mismo ocurrió durante los días siguientes, hasta que una niña que pasaba por allí, señaló la torre y dijo: "Me parece que se va a caer" y todos los que andaban por allí cerca comprobaron que era verdad.

Los nervios se apoderaron de toda la ciudad. Trataron de hacer mil cosas para retener la torre en su sitio, pero los días pasaban y nada parecía funcionar. Hasta que un día, la misma niña pequeña que había visto inclinarse la torre, se acercó y apoyó su mano en ella para descansar. Entonces sintió que la torre temblaba ligeramente entre ruiditos extraños. Al quitar su mano, cesaron el movimiento y los ruidos, pero al apoyarse de nuevo, volvieron a repetirse. Así estuvo la niña durante un rato, hasta estar completamente segura de su descubrimiento:¡La torre tenía cosquillas!

La niña entonces corrió a buscar algunas flores y hierbas, y las plantó junto a la torre, de forma que en cuanto la torre se inclinaba un poquitín, sentía las cosquillas que las flores le hacían en su base, y volvía a erguirse cuanto podía.

De esta forma la niña consiguió mantener inclinada la torre, que se hizo aún mucho más famosa de lo que ya era, dando una lección a los resentidos del vecino pueblo. Éstos, siempre envidiosos, trataron de copiar la inclinación en su torre, pero no supieron y se les terminó derrumbando sobre el pueblo, quedando no sólo sin torre, sino con gran parte del pueblo destruido.

Una moraleja: por causa de la envidia, muchas personas tratan de opacar a otras, a veces de manera abierta, otras solapadamente Recurren a muchas trampas para dañar, rebajar, amedrentar, presionar, etc. a la persona que envidian.

El EGO sin control es un pésimo líder, y entre sus horribles manifestaciones se encuentra la envidia.

Por ello, no seamos esclavos de nuestro EGO, sino verdaderos líderes de nuestra vida.

Hagamos que nuestros actos nos permitan brillar con luz propia, sin pretender apagar la luz de otros, por sentirnos menos luminosos que ellos.

Pues al final, nuestra luz no crece si dañamos al otro, sino que aumentamos la oscuridad.

 

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Preguntas para reflexionar

1. ¿Alguna vez te has sentido preocupado o molesto por haber llegado a la conclusión de que lo malo que te sucedió una vez volvería a repetirse?

2. ¿Qué es lo peor que podría suceder si decidieras cambiar aquello que te hace mal?

3. ¿Qué cualidades consideras fundamentales en un líder?

4. ¿Qué envidias?

Tu mundo, tu casa

En el midrash, obra de pensamiento fundamental en el judaísmo (fuente y canal de transmisión para jurisprudencia, legislación, tradiciones y creencias), más precisamente en el “Kohelet Rabba” (cap. 7), encontramos:

‘“Considera la obra de Dios: porque ¿quién puede enderezar lo que él (el hombre) ha torcido?” (Kohelet / Eclesiastés7:13)
Cuando el Santo Uno, bendito sea Dios, creó al primer humano, Él lo tomó y lo condujo alrededor de todos los árboles del Huerto del Edén, y le dijo: “Contempla mi obra, cuan bella y admirable es. Todo esto que he creado, para tu beneficio lo he creado. Pon mucho cuidado no sea que corrompas y destruyas mi universo, porque si lo corrompes, no hay nadie que lo pueda reparar luego de ti”.’

Una interpretación clásica es que la persona tenga cuidado en su comportamiento, que viva de modo ético, en sintonía con su esencia espiritual, siendo fiel a los mandamientos que le corresponde, desplegando una existencia de constructor de Shalom; pues, luego de su muerte, ¿quién podrá modificar lo que haya sembrado para su vida en la eternidad?
Cosechará y gozará (o padecerá) aquello que haya sembrado en su vida terrenal.
Es decir, vive a pleno de Este Mundo, disfruta de lo permitido, pero apártate de lo prohibido, para que tu vida sea radiante aquí y plácida allá.

En palabras del Ramjal:

“En resumen, el hombre no fue creado para su  existencia en este mundo, sino para la del Mundo Venidero, ya que su vida aquí es sólo un medio hacia su objetivo final.
Existen numerosas máximas similares de nuestros Maestros asemejando este mundo al lugar y tiempo de preparación y al Mundo por Venir como consecuencia de lo anterior, como el lugar de descanso y disfrute.”

Otra interpretación, también clásica, no se concentra en el individuo, sino en la relación entre el hombre y el ambiente.
El mensaje nos alienta a considerar la belleza de la creación, a hacer uso de ella, a ejercer nuestro dominio sobre lo creado (tal y como nos indica Dios en Bereshit / Génesis 1:28), pero procurando que nuestras acciones no corrompan el mundo, ni tuerzan lo que debe ser recto.
Es decir, se reconoce en el ser humano un inmenso poder constructivo, pero a la par uno destructivo.
Un poder otorgado por Dios, que reposa en la conciencia y voluntad del hombre cómo lo administrará en áreas tan relevantes como el aire y la contaminación acústica, contaminación del agua, el reciclaje de residuos, sustancias peligrosas, la protección de la fauna y la vegetación, el uso de los recursos naturales, la distribución de la riqueza, la siembra de transgénicos, experimentación genética, el establecimiento de reservas naturales, entre otros fundamentales aspectos.

El que se niega a reconocer el papel “redentor” o “devastador” del ser humano en la creación, porque de forma mágico-infantil considera que solamente Dios hace o deshace, se puede decir que está utilizando la religión como una póliza de seguro para seguir haciendo lo que quiere hacer, como una excusa para inflar su EGO.
En otras palabras, cree o supone que las acciones del hombre son tan débiles y sin potencia que no pueden tener efectos perjudiciales permanentes.
A partir de esto, se podría considerar que el hombre es libre para consumir tanto como le sea posible, sin límites, sin cuidado, sin consideración por el equilibrio del ambiente, sin atención al destino de los residuos, etc.; ya que, el hombre en nada puede afectar a lo creado. No hay poder real sobre lo creado, y por lo tanto, el hombre no tiene sentido de responsabilidad hacia ella.
Curiosamente, esto también abre un peligroso camino en las políticas públicas; por ejemplo, el dejar con entera autonomía a la sociedad y el individuo en manos del libre mercado. Por ejemplo, la creencia de que el comportamiento humano siempre se resolverá en beneficio de todos. Por ejemplo, que la naturaleza cuenta con sus propios mecanismos para restablecer el equilibrio, restaurar lo dañado, mantener el ritmo de producción estable, etc..
Entonces, se reduce el papel del gobierno a no intervenir, no encuadrar, no limitar, no orientar, sino meramente acompañar y admitir y recaudar impuestos.
Se puede consumir tanto como se quiera y asumir que el universo funciona de tal forma que es imposible el daño permanente.
Aunque parezca infantil, tonto, irracional, es lamentablemente una realidad patente, que así se comportan numerosos gobiernos que hacen caso omiso a los llamados de atención para corregir los daños que se van provocando por la acción productiva del hombre.

Recordemos, tenemos derecho al dominio de la tierra, pero también que rendir cuentas, pues Dios ha declarado:

Mía es toda la tierra
(Shemot / Éxodo 19:5)

Somos inquilinos, con muchos derechos, pero no la plenitud de la potestad, ya que debemos someternos a la inspección y al justo balance ejecutado por el Dueño, según se desprende del texto:

El Eterno, el Dios, tomó al hombre y lo puso en el huerto del Edén para que lo trabajara y lo cuidara.”
(Bereshit / Génesis 2:15)

Por tanto, tenemos el poder, y la libertad, pero la consiguiente responsabilidad por el resultado de nuestros actos.
Vivir de modo despreocupado, consumiendo insaciablemente, deteriorando el ambiente, provocando calamidades sin cesar, no es admisible, no es racional, no es provechoso, no es “espiritual”.

Resulta interesante que sepamos lo que el Ramban comenta en el versículo de Bereshit 1:28, que aludimos más arriba.
Según Najmánides, el comando divino de “tener dominio sobre" debe entenderse como que al hombre se le dio el poder sobre la tierra para hacer lo que sea su voluntad con el resto de las criaturas, para construir, arrancar raíces, plantar, aprovechar las minas de metal y similares. La frase, por lo tanto, se refiere a la conquista del hombre del desierto y sus esfuerzos constructivos para civilizar y habitar el mundo, aprovechar las fuerzas de la naturaleza para su propio bien y explotar la riqueza mineral a su alrededor.
Es decir, convertirse en un dínamo en la construcción de un mejor mundo para vivir, en hacer de este mundo una morada para la Divina Presencia.
En síntesis, ser un constante constructor de Shalom.
Orden dada ya desde el comienzo.
Así pues, no es un permiso para devastar el mundo para enriquecerse y engrosar el EGO, sino un poder para mejorar la creación, para llevarla a un nivel más alto, en donde lo espiritual resplandece en lo material.

Es en esta línea que el genio del siglo pasado, el Rav Kook, enseñó:

"No puede caber ninguna duda para cualquier persona iluminada o reflexiva, que el ‘dominio’ mencionados en la Biblia en la frase: ‘y tenga dominio sobre los peces del mar, y sobre las aves del cielo, y sobre todo ser viviente que se arrastra sobre la tierra’, no es el dominio de un tirano que trata con dureza a su pueblo y los funcionarios a fin de lograr sus propios deseos y caprichos personales. Sería impensable que Dios ordenara una ley tan repugnante de sometimiento y que fuera estipulado para siempre en el mundo de Dios, porque Él es bueno para todos y cuya misericordia se extiende a todo lo que Él ha creado, como está escrito, ‘la tierra se basa en la misericordia’ (Tehilim / Salmos 89:3). "

Así pues, un dominio para ser ejercido con sabiduría, con mesura, con bondad, tal como Él actúa para con Su creación.
Así como Él establece Shalom en las alturas (Ieshaiá / Isaías 45:7), que seamos nosotros constructores de Shalom aquí debajo.

Tenemos pues que no hay destino más alto para el hombre que vivir constantemente como un constructor de Shalom, actuando con bondad y justicia, en lealtad hacia el Eterno.
Esto incluye, por supuesto, el ejercicio de un dominio saludable sobre la naturaleza, una responsabilidad ineludible.

Como siempre, el trabajo comienza por dominar el EGO, canalizar su potencia hacia fines positivos.
Al dejar de lado el engorde egoísta, se posibilita la toma de conciencia del prójimo, el respeto por el ambiente, el anhelo por llevar una vida mesurada y en equilibrio.
No es meramente reclamar por leyes ambientalistas, sino provocar una revolución, o quizás evolución, en el centro de vida de miles de millones de congéneres, quienes se encuentran esclavizados por el EGO, supeditados a religiones y creencias que los infantilizan, los vejan, los esclavizan, para que unos cuantos sean beneficiados con poder material, renombre, dinero, imperio.

El trabajo por reformar el mundo, corregirlo, perfeccionarlo no puede ser evitado, no hay tiempo para más excusas.
El tiempo urge, el daño que la humanidad ha provocado al mundo, al entorno, al prójimo, es cada vez más evidente.
El descalabro social, la violencia constante, el malestar de la cultura nos agobian.
En tanto las religiones siguen adoctrinando, siguen sometiendo, siguen emparentadas con los malos políticos y peores ciudadanos que engañan y usurpan para obtener réditos materiales.

Kohelet Rabá, así como decenas de fuentes de la Tradición, nos enseña que tenemos poder, uno que puede destruir la creación. La conciencia de nuestro poder nos obliga a limitarnos y adquirir humildad, para ejercer cabalmente el papel de custodios, tanto en términos de física del planeta, así como en términos de formulación de políticas. Tenemos el poder de destruir la sociedad, por lo que la gente, directamente como a través de sus funcionarios electos tienen que permanecer vigilantes en la supervisión y el equilibrio de las diversas fuerzas en el juego.

Depende de cada uno y de todos.
Para finalizar, un relato del Talmud (Bava Kama 50b), espero que comprendas la moraleja:

“Érase una vez, un agricultor que estaba limpiando su terreno, tirando piedras de su campo a la carretera pública. Un hombre piadoso que pasaba lo reprendió: ‘Loco: ¿Por qué tiras piedras de la propiedad que no es tuya a tu propiedad?’.
El agricultor se burló de estas palabras (¿Cómo que no era su propiedad, si era su campo el que estaba limpiando de las molestas piedras?)
Algún tiempo después, obligado por deudas tuvo que vender su campo.
Una noche, al pasar junto a su antiguo campo, tropezó y cayó sobre una de las piedras que había arrojado allí. Tendido en la agonía, se dio cuenta de cuán cierto había sido las palabras del hombre piadoso.”

Y la moraleja es…

El ascenso de los charlatanes religiosos

Vale la pena hacer el esfuerzo para traducir, leer, comprender y asimilar el valioso mensaje de este texto.
Buen provecho, mucha bendición.

 

imageRabbi Shmuley Boteach

Rabbi and writer

Rise of the Religious Charlatans

Oh G-d no. Not another Bible codes book. And this one launched in a full page ad in the New York Times highlighting how in May 2008 Oprah Winfrey sent a Bible code to Barack Obama that he would become President.

Surely I, as an orthodox Jew, ought to applaud a book that proves that the Torah has encoded prophecy, thereby proving its authenticity. But aside from the question of whether President Obama is G-d’s anointed, I have serious objections to the Bible codes.

First, there is the fact that you can take nearly any lengthy book, put it through a computer, and pull out prophecy. Professor Brendan McKay of Australian National University found 13 predicted assassinations of public figures encoded in Moby Dick, including several presidents and prime ministers. McKay also found an encoded phrase in Moby Dick that predicted "Drosnin (the author of the codes series) will be murdered by Eli Rips (the Israeli scholar who first discovered the codes) in Athens." Other scholars found results that were as statistically impressive as Rips in a Hebrew copy of War and Peace.

Next, associated with the codes there is the usual apocalyptic bunkum that has so tarnished religion. The codes apparently predicted an atomic Holocaust in 1986 and, if that didn’t happen, that the world would end again in 2006. (It’s worth noting my cardinal rule about the difference between a real religion and a cult: religion teaches you to revere life while a cult teaches you to fear death). The codes predicted a world war in the year 2000 and that Israel would be destroyed in a global cataclysm (let’s hope Ahmadinejad isn’t reading the book). The book further predicted a comet would strike earth and obliterate much of it in 2006.
What makes an even greater mockery of the codes is that the Torah today is somewhat imprecise in that some of the letters of the Hebrew alphabet can be replaced by vowels and we are not certain whether the vowel, or the letter itself, should be in certain passages. Insert a few of these missing letters and the codes become gibberish.
But none of this has stopped a few Jewish outreach organizations, most notably Aish HaTorah, from employing the codes as a principal tool by which to attract young Jews to their tradition. Little do they realize that Christian missionaries are now putting the New Testament through computers to demonstrate, through their own codes, that Jesus is the foretold Messiah.
But my personal objection to the codes is something else entirely and has to do with the rise of Judaism as magic and Rabbis as soothsayers. Over the past twenty years we have witnessed a slew of mostly fraudulent Cabbalists and questionable mystics running around the world and telling gullible Jews their future. Many are Rabbis who even claim illustrious pedigrees. The majority employ a classic ‘cold reading’ — where without even realizing it, you end up supplying the information to the ‘seer’ who can really only see your wallet — and are about as capable of telling the future as I am of playing in the NBA.

You receive a private audience with these much sought-after Rabbis and they immediately wish you a speedy recovery for your ailing back. They tell you they know you’re having tension with one of your children and that your dead mother has forgiven you for the time you forgot her birthday. They offer sop and comfort, but ask them anything truly useful, like when will the next bomb go off in Jerusalem so as to save innocents from dying — and they stealthily change the subject. But that hasn’t stopped wealthy, educated, and sophisticated Jews all over America from lining up around the block to line these charlatans pockets and get business and personal advice.
We are living in an age that desperately needs religion. Modernity is only a blessing so long as its technological advances are governed by values. Wealth in the West has ended poverty but has brought in its wake soullessness and materialism. Putting the professional before the personal has lead to the decimation of romantic relationships and the neglect family and children.
This is why the Bible is more relevant than ever before. Western men and women need to read of a wealthy nobleman named Abraham who personally sat outside his tent to welcome wayfarers. Politicians who eviscerate each other in attack ads need to read of Moses who brought Pharaoh to his knees yet remained ‘the most humble man who walked the earth.’ Brothers and sisters who haven’t spoken in years need to read of Joseph who became the most powerful man alive but forgave his siblings their attempt at fratricide. Men who cheat on their wives must read of King David who engaged in the most severe penance after his affair with Bathsheba.
But religion as pious sorcery threatens to undermine its moral dimension. The Bible codes and mystical, magical Judaism tell us it’s not the inspirational guidance and wisdom for life which makes the Bible special, but it’s hidden numerology and nascent predictions. You turn to the Bible not to learn how to be close to G-d but to predict the next property surge.
So let me be clear. I couldn’t give a damn if the Bible can predict the next president and I don’t need the Torah to forewarn me that I’m about to become nuclear melba toast. Rather, I turn to Judaism to discover the values by which I should lead my life and maximize my human potential. I seek not to discern the future but master the here-and-now. Religion is a road map not to some underlying codes hidden in the Bible but my underlying G-dly nature that sits beneath my ambition, selfishness, and egocentrism and strives to come out.
If you want a vulgar forgery of faith there are any number of religious charlatans who, for a couple of bucks, are ready to read your palm. But if you’re an adult then you’re ready for religion as something that attunes you to G-d and humanity’s needs rather than focusing exclusively on your own.

Rabbi Shmuley Boteach, "America’s Rabbi," is founder of This World: The Values Network which seeks to use universal Jewish values to heal America. His newest book is Renewal: A Guide to the Values-Filled Life" (Basic Books). Follow him on Twitter @RabbiShmuley.

http://www.huffingtonpost.com/rabbi-shmuley-boteach/rise-of-the-religious-cha_b_774306.html

La manipulación de las religiones

Hace algunos años publicamos algunos textos acerca de las maneras que tienen las religiones, particularmente las misioneras tales como evangélicos, mesiánicos, entre otros, para dominar y propagar su oscuro poder. En la base de lo cual se encuentra la manipulación emocional, afincada en lo siguientes pilares:

  1. atemorizar con ideas constantes de que cada acto realizado y pensamiento de la persona es pecado,
  2. que la persona es merecedora siempre de castigo eterno en el infierno,
  3. incluso por le mero hecho de haber nacido ya se es culpable sin escape,
  4. de que no hay acción humana que pueda liberar de tal destino terrible,
  5. que la única salvación mágica del infierno es exclusivamente por medio de la fe en los dogmas de esa religión
  6. y por el sostener económicamente a los líderes de la religión y sus instituciones de propagación ideológica;
  7. y que el líder no se equivoca, nunca, sino que es perfecto,
  8. y que se llega a dios a través del líder y su prédica, por lo que tener al líder contento es una forma de lograr el favor del dios,
  9. y que si el líder se equivocó, es que uno no ha comprendido al líder, pues no llega a conocer su altura, o porque los caminos de dios son misteriosos.
  10. y que si las cosas no marchan como uno quiere, es porque uno no tiene suficiente fe, o no ha dado suficiente dinero, o es pecador oculto, o hay otra respuesta pero en el “reino de los cielos”.,
  11. y siempre, siempre, siempre, “la oveja” es tonta y necia, pero el pastor es un iluminado profeta al cual hay que admirar, venerar y admitir cualquier estrafalaria idea, o de lo contrario, uno se va derecho al infierno sin derecho a pataleo.

Así funcionan las religiones, especialmente las cristianas en sus miles de denominaciones y apariencias, pero también el resto de ellas. (Recordemos que ni noajismo ni judaísmo son religiones, aunque comparten ciertas características externas con ellas. Y recordemos que hay personas que vivencian al judaísmo y al noajismo como religiones y copian en poco u mucho los parámetros de acción manipuladora de las religiones.)

Triunfan y se extienden porque saben como sembrar el odio, la confusión, la ignorancia, la indiferencia, la ceguera de la fe, el miedo constante, el perpetuo sentimiento de culpa, la esperanza en una “salvación” mágica que solo viene a través de esa iglesia; a la par que ejercen presiones de todo tipo, que van desde enajenar al disidente, insultarlo, exilarlo, expulsarlo, someterlo a humillaciones, castigarlo físicamente o psicológicamente y por supuesto que tampoco dejan de lado el crimen de personas y colectivos.
Lo vemos a diario con las manipulaciones que hacen familiares, ex amigos, pastores, terroristas, clérigos, fetraficantes, que no paran de conquistar tierras, poblaciones, corazones por medio de estas herramientas de opresión y manipulación.

En estos días, entre las variadas lecturas que frecuento, me topé con un texto interesante del lingüista Noam Chomsky, quien elaboró la lista de las diez estrategias de manipulación a través de los medios masivos de comunicación.
No pude menos que reconocer que esta lista tiene enormes similitudes con lo retratado acerca de la manipulación de las religiones.
Te comparto ahora el texto del lingüista:

1. La estrategia de la distracción
El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las elites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes. La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y la cibernética.
“Mantener la Atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar; de vuelta a granja como los otros animales (cita del texto ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.

2. Crear problemas y después ofrecer soluciones
Este método también es llamado “problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el mandante de las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad. O también: crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos.

3. La estrategia de la gradualidad
Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos. Es de esa manera que condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas (neoliberalismo) fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990: Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que hubieran provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas de una sola vez.

4. La estrategia de diferir
Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no es empleado inmediatamente. Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá mejorar mañana” y que el sacrificio exigido podrá ser evitado. Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento.

5. Dirigirse al público como criaturas de poca edad
La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes y entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más se intente buscar engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantilizante. Por qué? “Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos de edad (ver “Armas silenciosas para guerras tranquilas”)”.

6. Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión
Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito en el análisis racional, y finalmente al sentido critico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos…

7. Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad
Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud. “La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposibles de alcanzar para las clases inferiores (ver ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.

8. Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad
Promover al público a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto…

9. Reforzar la autoculpabilidad
Hacer creer al individuo que es solamente él el culpable por su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se autodesvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción. Y, sin acción, no hay revolución!

10. Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen
En el transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos poseídas y utilizados por las elites dominantes. Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como psicológicamente. El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de los individuos sobre sí mismos.

Hasta aquí el texto del experto en lengua y su vinculación con la ideología.

Ahora te pido que por favor nos brindes dos tipos de comentarios:

  • Anécdotas personales que corroboren lo explicado en este texto.
  • Tu punto de vista personal que amplíe o rectifique lo que hemos expuesto.

Para finalizar, te solicito que difundas estas ideas, que divulgues nuestra existencia, que colabores con nuestra difusión, que participes activamente, pues depende de ello que las religiones sigan imperando con todo su maquinaria maligna, o que finalmente abramos una brecha a la libertad y la lealtad.

Un abrazo sincero.

Paz Perfecta

Un rey ofreció un gran premio a aquel artista que pudiera captar en una pintura la paz perfecta.

Muchos artistas se sintieron motivados a participar de aquella convocatoria.
(En un aparte, amable lector, debemos advertir que era un invitación honestamente engañosa, pues dependía del parecer y la creencia del monarca en lo que respecta a “la paz perfecta”; pero los concursantes no advirtieron tal situación, deslumbrados por la promesa de renombre, prestigio y dinero. Continuemos con el relato.)

El rey observó y admiró todas las pinturas, pero solamente hubo dos que realmente le llamaron la atención por sobre el resto.

La primera retrataba un lago muy tranquilo. Parecía un espejo perfecto donde se reflejaban unas plácidas montañas que lo rodeaban. Sobre éstas se encontraba un cielo muy azul con tenues nubes blancas. Todos quienes tuvieron la oportunidad de contemplar esta pintura admitieron que era un reflejo real de la paz perfecta, casi se podía percibir en el corazón los arrullos pacíficos y seductores que fluían desde el lienzo. ¿Cómo no sentirse plácido en un entorno armonioso, lleno de tranquilidad y orden?

La segunda pintura también tenía montañas. Pero éstas eran escabrosas y áridas. Sobre ellas había un cielo furioso del cual caía un impetuoso aguacero, en un caos cruzado por rayos y vientos. Montaña abajo, parecía retumbar una espumosa cascada de agua.
Era la imagen de la agitación y la falta de mesura.
Pero allí, en una saliente rocosa detrás de la cascada, apenas visible, se distinguía un pequeño nido, en el cual descansaba plácidamente un pajarito.
Era difícil percatarse de ese detallito, insignificante a primera vista, inadvertido ante el tremendo retrato del descontrol circundante.

Como es previsible, pues este es un cuento con moraleja, el rey escogió la segunda.

El rey explicó: "Paz no significa estar en un lugar sin ruidos, sin problemas, sin trabajo duro o sin dolor. Paz significa que a pesar de estar inmersos en todo tipo de circunstancias adversas y problemas que surgen de imprevisto, nuestro corazón permanezca en calma y prevalezca en nosotros la confianza interior. Paz es poder hallar ese instante de intimidad y encuentro con lo significativo, aunque el mundo alrededor se caiga a pedazos.
Éste es para mí el verdadero significado de la paz”.

 

Preguntas para reflexionar

1. ¿Sabes transformar en oportunidades los problemas que se te presentan a diario?

2. ¿Qué te motiva a actuar?

3. ¿Te desmoralizan los obstáculos que se te presentan?

4. ¿Cómo te preparas para superar los eventuales obstáculos que se te puedan presentar?

Resp. 903 – Tora Noajida y ambientalismo

NirvanaAngel nos consulta:

Ya que Dios es todo, y hoy en día estamos contaminando mucho su creación, sea en el plano espiritual y físico.
Mi pregunta se dirige a la físico
1- ¿no tendría que haber algun tipo de «mandamiento» el de no contaminar, no ensuciar o corromper nuestro hogar o sea el planeta Tierra?
2- ¿No hay nada escrito respecto de esto?
3- Ya que prontamente eso tendría que ser Ley divina, o ya implicitamente lo es?
Disculpe si esto ya fue respondido con anterioridad.
Muchas gracias,
Laura.
Laura Barbagallo, 31, Empleada, Quilmes, Argentina

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Papá, ¿cuánto ganas?

noajismo familiaPapá, ¿cuanto ganas por hora? – con voz timida y ojo de admiracion, un pequeño recibïo asi a su padre al termino de su trabajo.

El padre dirigió un gesto severo al niño y repuso : – Mira hijo, esos informes ni tu madre los conoce. No me moleste estoy cansado !

– Pero papa -insistió- dime por favor, ¿cuanto ganas por hora?

-La reacción del padre fue menos severa.  Solo contesto : 200 pesos la hora.

– Papa, ¿me podrías prestar cien pesos? – pregunto el pequeño.

El padre, lleno de cólera y tratando con brusquedad al niño, dijo : – Así que esa era la razón de saber lo que gano. Vete a dormir y no me molestes, muchacho aprovechado !

Había caído la noche .
El padre medito sobre lo sucedido y se sintió culpable.
Tal vez su hijo quería comprar algo.
Para descargar su conciencia dolida, se asomo al cuarto de su hijo.
Con voz baja pregunto al pequeño :

– ¿Duermes, hijo ?

– Dime papa- respondió entre sueños.

– Aquí tienes el dinero que me pediste – respondió el padre.

– Gracias, papa- contesto el pequeño.

Y metiendo su mano bajo la almohada, saco unos billetes.

– ¿Ahora ya complete, papa! Tengo 200 pesos.  ¿Podrías venderme una hora de tu tiempo?