Archivo de la categoría: Creencias erroneas

El universo te ayuda a ser feliz…

Están compartiendo una frase atribuida a Louise Hay:

“Para cambiar tu vida por fuera debes cambiar tú por dentro. En el momento en que te dispones a cambiar, es asombroso cómo el Universo comienza a ayudarte, y te trae lo que necesitas.”

Humildemente, yo no sé si el universo se entera de la existencia de cada uno, ni si está al tanto de nuestros dramas y aspiraciones.
Modestamente considero que es bastante dudoso de que el universo siquiera tenga algún tipo de conciencia individual, a la que podamos identificar como “conciencia universal”. De tenerla, es altamente improbable que te quiera ayudar, sea que estás en disposición de cambiar (para bien o mal), sea que te dejes llevar por la inercia o la pasividad.
El universo no es un dios, ni un ente, ni una fuerza.
El universo es la sumatorio de todo lo que lo compone, que incluye por supuesto lo que las personas consideramos  bueno, también lo malo así como lo indiferente. De hecho, tengo la fuerte impresión de que lo indiferente es más del 99% del mismo en su relación con el hombre y con cada miembro de nuestra especie.

Así pues, esta bonita frase, muy inspiradora y positiva, a la hora de la hora no deja de ser una bella fantasía, irreal y hasta quizás en cierto modo peligrosa.
Te hace tener esperanzas en algo improbable. Te afirma que cuentas con un poder ilimitado, el cual en realidad no existe. Te promete un auxilio que difícilmente te llegará.
Como todas las cosas bien intencionadas pero poco sustentadas en conocimiento, suelen acarrear más dramas que bendiciones.

De por sí los consejos de auto-ayuda, que en buena medida popularizo la Sra. Hay, son riesgosos.
Se constituyen en una nueva fe, en una religión, que incluyen rituales, plegarias, invocaciones fuerzas misteriosas y por supuesto, siempre habrá alguno que otro con baldes listos para recoger el dinero que los “fieles” dejarán caer a rolete, con la esperanza de obtener la bendición de parte del autor de moda del mundillo de la auto-estima, de la ineficaz seudo ciencia del crecimiento integral basado en misterios y supersticiones.

Ahora, lo que humildemente encuentro bastante acertado es el comienzo de la frase de la Sra. Hay.

Cuando uno cambia favorablemente, (desde el mismo momento en que se dispone a cambiar y se compromete a hacerlo, de hecho ya está cambiando), uno encuentra recursos en sí mismo que habían pasado inadvertidos, que estaban tapados por “noes”, por mandatos, por censuras, por la ceguera impuesta por el EGO.
Al encaminarse por la senda de la superación real, sin fantasías, sin falsas metas, sin ideales imposibles, sino pasos seguros hacia el cambio, entonces quedan a disposición recursos que parecían imposibles, insospechados en uno mismo. Son potenciales ya existentes, en el interior de cada uno o al alcance de la mano en el entorno, que favorecen y fortalecen el crecer.

No nos confundamos, no es un dios misterioso que está haciendo magia, no se están obrando milagros, no hay una confabulación universal coelhiana para favorecerte, no hay un “secreto” que se alía a tu deseo.
Nada de eso es real, nada de eso existe, a no ser en la imaginación de los que lo inventaron y de los que lo creen.

Pero sí hay un mundo a disposición para aquel que está dispuesto a tomar lo que está a su alcance.
Vivimos sometidos a una negación constante de nuestra identidad, nos sumergimos en identidades falsas, somos prisioneros de nuestro impotente EGO (al que consideramos todopoderoso).
Vivimos huyendo, fracasando, hundiéndonos en dolores y quejas, en amarguras y quebrantamientos.
Porque tenemos miedo, porque preferimos la comodidad, porque nos desconocemos en nuestro potencial.

Cuando nos embarcamos en la aventura de conocernos, a nosotros y no a nuestras máscaras, estamos cambiando y encontramos que sorprendentemente la vida es más bella de lo que nos creímos hasta entonces.
Hay más luz, más bondad, más poder, más posibilidades, pero no a causa de un genio bondadoso que nos apadrina, sino porque encontramos el poder que existe en nuestro interior y el lazo que nos conecta en verdad al universo.

Por lo cual, dispongámonos a cambiar, hagámoslo, construyamos Shalom desde el interior y hacia las capas externas y luego hasta el infinito.
Encontraremos mucho bueno, aunque no siempre sea fácil, no siempre logremos nuestras metas, no siempre seamos victoriosos… pero siempre seremos exitosos.

La felicidad es posible, el bienestar, la bendición, la plenitud, a la medida de nuestra posibilidades.

Cuando derrotamos al EGO, cuando le despojamos de su terrorífico poder, cuando dejamos de escaparnos para refugiarnos en nuestra celdita mental, estamos preparados para disfrutar de una vida plena.

Es un mensaje propicio para la festividad de Sucot que está por comenzar, muy atinado para tal ocasión.
¿Sabes por qué?

(Gracias Jackie)

La Fe del EGO

Intentaremos ver en este artículo la vacuidad y ceguera de la persona de fe.

Imagina que estás colgado en el aire, atrapado dentro de una red de pescador.
Mira en tu mente cómo tratas desesperadamente por zafar, como sacas un dedo, una mano, pero igualmente estás apresado.
Observa como te contorneas, haces giros, procuras eludir la soga mortal que te aprisiona, que te esclaviza, pero no haces más que dar vueltas, una y otra vez encarcelado por esas finas mallas que te cercan, que te niegan tu libertad.
Atiende bien a esa imagen, observa como eres impotente para salir, para construir otra realidad, porque estás atrapado, eres esclavo de la red.
Por más que tratas, nada puedes.
Te cansas, te agotas, te desanimas, pierdes la esperanzas, se te escapan las energías, todo parece ya perdido, a pesar de que estás casi al contacto con la libertad, sigues preso y sin poder salir.

Una imagen verídica de la fe, es la red de pescador que te atrapa, te inmoviliza y termina por provocarte la muerte; mientras insensiblemente miras sin ver el mundo allí al lado, tan cercano y vital, pero tan (aparentemente) imposible de alcanzar y de vivir.
Envuelto por la red de fe, el hombre de fe es indiferente al mundo, que supone que le es indiferente.
La red te rodea por todos lados, te hace sentir su opresión, te inmoviliza, te niega la posibilidad de ser libre, te atrapa, te lleva a la muerte.
La red, tan sutil y delicada, tan llena de espacios vacíos, pero al mismo tiempo tan fuerte en su misión de prohibirte ser tú mismo.

Esa imagen tormentosa, esa pesadilla terrible, es como podemos visualizar el poder que la fe tiene sobre la persona.
Sí, muchos consideran a la fe como algo positivo, un valor loable, un motor de vida, pero cuando nos detenemos un instante a pensar seriamente y con fundamentos, terminamos por reconocer que la fe es una densa red, que esclaviza, que niega la vida.

Veamos juntos cómo entenderlo.

Fe es suspensión de la razón.
Fe es desarticular la propia voluntad para depender de imaginarios poderes superiores.
Fe es admitir el absurdo aún a costa del sacrificio innecesario.

¿Por qué es así?
¿Por qué la costumbre de repetir la verdad de otros?
¿Por qué la necesidad de hallar sentimientos de seguridad en aquello que es mortal?
¿Por qué permitir hundirse en el vacío del sin sentido, teniendo la capacidad potencial de construir un mundo con sentidos?

Para comprender el poder negativo de la fe, tienes que advertir que sus raíces se sumergen en la oscuridad de los más primitivo del ser humano.
Allí, en nuestro origen a la vida en este mundo, en el momento del nacimiento, nos vemos sometidos a una espantosa tortura sensorial, somos víctimas impotentes de la avalancha de sensaciones desconocidas y desagradables, imposibilitados de reaccionar de cualquier forma asertiva, incapaces de dar sentido a las cosas, impedidos de organizar esa espantosa pesadilla caótica que es nuestro ingreso a este mundo.
Si bien la memoria “evolucionada” del hombre no está formada, sí contamos con otro tipo de memoria, pues en las bases más rudimentarias del cerebro primario, e incluso en la memoria somática, queda impreso el terror original, el sometimiento a la más fantástica vivencia de pavor impotente que podamos jamás volver a revivir.
Es ese momento espantoso el trauma original que marca el resto de la existencia.
Cada uno de los miedos, de las dudas, de las fantasías de esperanza, se vinculan con el terror primordial, con la impotencia original.
Así como también se reiteran los mecanismos originales de supervivencia: llanto, grito, pataleo, escape de la realidad. Todos ellos inconscientes, sin premeditación, involuntarios, pero programados en nuestro ser, en nuestro instinto de supervivencia.
Son estas herramientas primitivas las que dan origen a nuestro EGO, a nuestra forma de ser en el mundo.
A partir de allí nos vamos llenando de cáscaras y máscaras, vivimos de tal manera que creemos ser una o más personas, cuando en realidad estamos llamando “yo” a lo que es un personaje que nos sirve para ir sobreviviendo.

Para el recién nacido no hay orden, ni experiencias, ni lenguaje, ni historia, ni futuro, ni tiempo, ni recuerdos, ni otros, ni yo.
Hay dolor, puro dolor, dolor multidimensional.
Y hay recursos muy limitados, pobrísimos, pero que sirven al propósito de mantenerlo con vida al llamar la atención de algún otro que lo provea. Sin saberlo debe manipular a otro para no perderse en esa pesadilla que ni siquiera puede registrar o valorar o mitigar con “esperanza” o “fe”.

Allí nace el EGO, a lo que llamamos yo.
Allí nace la creencia en una deidad salvadora, a la cual someterse, a la cual esclavizarse, porque de no hacerlo, de tratar de vivir libre, entonces se volvería al abismo del dolor sin razón, a la muerte espantosa en vida.
Todas las religiones son subproductos del EGO.
Todas las religiones hacen suya y propia esa imagen interna de un dios salvador, del EGO que rescata de la impotencia torturante del comienzo. Cada dios, cada santo, cada mediador, cada ángel guardián, no es más que una representación externa y cultural de ese dios interno, de ese salvador mítico, del EGO al que se siente como el que ha rescatado al hombre de la impotencia, del infierno.

Por supuesto que Dios, el Uno y Único, NO es una de esas imágenes externas del EGO.
Pero, los que son religiosos se las arreglan para vestir sus creencias de EGO.
Son religiosos porque no son espirituales en su vida.

Entonces, toda religión, toda creencia religiosa, todo ateísmo religioso, tiene su base en el terror original, en la impotencia traumática del nacimiento, y en el EGO que aparece como salvador sin el cual la vida es imposible.
El EGO, con sus menoscabadas herramientas: llorar, gritar, patalear, escapar de la realidad. Con el paso del tiempo y las experiencias varía estas formas, pero no las abandona ni se aparta demasiado de ellas.
Entonces, no es extraño que en las religiones (deístas, teístas, ateístas, poli o monoteístas) se manipule a la gente, se pretenda modificar la realidad de acuerdo a las propias creencias, se violente, se amenace, se presione, se prometa infiernos a los pecadores y salvación especial a los que se someten al poder del dios salvador.

La religión hará cualquier cosa para seguir manteniendo la ilusión de poder, tal como el EGO hace desde el interior del ser.
Ni la religión ni el EGO salvan.
Ni uno ni otro tienen real poder, pero les damos poder al someternos a sus manipulaciones.
Ambos son impotentes, solamente capaces de reaccionas primarias, fácilmente eludibles por una persona organizada y equilibrada, pero sin embargo siguen prevaleciendo.
La mente se nubla, el corazón trastabilla, la palabra enmudece, el hombre es derrotado por sus dioses, por esos falsos dioses que no le permiten entrar en contacto con su esencia sagrada ni en conocimiento de que mantiene un vínculo constante con el Eterno.
La religión bloquea al hombre de reconocer su vínculo con Dios.
El EGO bloquea al hombre de reconocer su Yo Auténtico.

No te pido que me creas, menos que tomes mis palabras como verdaderas, pero te pido que tomes tu tiempo para reflexionar con seriedad, para releer, para evaluar estas palabras con lo que puedes constatar en los hechos.
Si ves que me equivoco, si te das cuenta de que acaso te quiero manipular, dímelo, lo aceptaré si es que lo demuestras con evidencias concretas.
Pero, si te das cuenta de que te estoy describiendo hechos, si te estoy alumbrando lo que sucede, también dímelo, y juntos veamos qué podríamos hacer para mejorar y mejorar a nuestro mundo.
¿Te animas a reflexionar ahora y a no seguir adelante hasta llegar a una idea más acabada a partir de lo que te estoy describiendo?
Gracias.
Porque no somos una secta, porque no nos interesa ser religiosos, porque no pretendemos dominarte, porque no queremos nada de ti para nosotros, es que somos libres de ponernos en el sitio de los que deben ser juzgados, para que aceptes porque compartes y no porque te sometes porque te estamos manipulando.

Ahora, sigamos.

La oscuridad, la falsedad, la ilusión es el campo de la fe.
Ya lo había advertido el profeta hace como 2500 años atrás: "¡Ay de los que se esconden del Eterno en lo profundo, encubriendo los planes! Realizan sus obras en las tinieblas, diciendo: »¿Quién nos ve?» y »¿Quién nos conoce?»" (Ieshaiá / Isaías 29:15).
Esos son los forjadores de la fe y sus esclavos.

A partir de estas raíces, la fe emplea los recursos más elementales y menos espirituales para proveerse de energías y herramientas de dominio.
Desde esa elementalidad salvaje despliega sus ramas, extiende sus hojas, se reproduce y domina.
Y promete, y hace creer, y se rebusca para afirmar que las necesidades primitivas están siendo mágica (milagrosamente) y omnipotentemente satisfechas.
El hombre de fe siente que su vida es plena, siendo que su plenitud radica en su imaginación y no en lo que los hechos demuestran. Siente que su hambre (de alimentos, o de espiritualidad) es saciada, pero es sólo un sentir vacío de contenido. (Aquí tienes el vacío de la fe: promesas e imaginación, nada más. Carencia de pensamiento pensante, de contenido trascendente, de respuestas coherentes, de preguntas adecuadas. Vacío de vida, de emotividad surgida del ser, de amor por el prójimo, de estima por uno mismo. Vacía de posibilidades, de alternativas, de descubrimientos, de acciones constructivas y renovadores.).

Paradójicamente siente que su natural hambre de Dios es saciada, pues la fe le impone falsos alimentos espirituales, le da ilusiones de santidad, le llena la vida de imágenes de lo sagrado, cantos de alabanza, rituales de purificación, señales para identificar a la hermandad de fieles, promesas de paraísos, relatos de milagros y amenazas de infiernos…
Con estas golosinas para el espíritu, el hambre de Dios es engañada, y el hombre de fe se siente satisfecho, repleto de gozo sagrado; y pobre… está tan desfalleciente de hambre que ni se percata de su situación mortal…
En tanto, algunos hombres de fe fanatizados o aprovechadores se encargan de silenciar brutalmente las voces que pueden despertar la conciencia del dolor, de la angustia, del vacío, de la soledad, de estar siendo abusados…
(Es cuestión de mirar a nuestro alrededor, la historia, quizás a nosotros y nuestros vecinos, y veremos -si podemos- tanto dolor que emerge de la fe…)

Es precaria la situación de la fe, ya que se sostiene en lo primitivo, y se apoya en las distracciones y máscaras.
Por lo cual, cuando surge alguna disensión, algo que pueda señalar la falsedad fáctica de la fe, ésta responde con un movimiento agresor que intenta extirpar aquello que demuestra su condición miserable.
Recuerda: el grito, el pataleo, la agresión pasiva, la huida de la realidad son sus herramientas básicas, así como las conductas perniciosas que se derivan de ellas.
Así verás que para tener fe es imprescindible amortiguar la reflexión, silenciar la duda, sepultar el raciocinio, acostumbrarse a andar hacia donde otro u otros señalan, mantenerse dentro de los marcos de la unidad de grupo, eliminar a lo distinto y distintivo, expulsar la idea de superación.

Evidentemente que hay personas intelectualmente brillantes que están sumergidos en la fe, en la idolatría, pero resulta que la superioridad intelectual no aplicada a criticar la propia fe, es un desperdicio de talento divino. Los que cultivan el intelecto así como la verdadera espiritualidad no temen en preguntar, cuestionar, dudar, criticar duramente. Te pido que leas cualquier página del Talmud, y comprueba si no encuentras alguna pregunta en esa página. El Talmud, que es fundamental en el judaísmo, se construyó con preguntas que respondían a otras preguntas, y así hasta llegar al límite de la capacidad humana para preguntar-respondiendo. Otro ejemplo lo tienes con Avraham, que fue el primer opositor a la fe; quien no hesitó en confrontar personalmente a Dios, en defensa de lo que él consideraba justo.

La fe es quietud, petrificación, la tranquilidad del cementerio.
La sonrisa inmutable de la estatua, el gesto inamovible del ídolo.
La fe es idolatría, pues es asumir que lo pasajero es eterno, y que lo falso suple con creces a la Verdad.
La fe habla el lenguaje de la culpa, pues aquel que no está con ella, es acusado de cargar un estigma que lo condena, que lo expulsa.
La fe habla el lenguaje de la falsa esperanza, de la ilusión, de la salvación mágica.
La fe habla el lenguaje de la amenaza, del infierno, del escarnio, de la presión, de la manipulación.

Piensa unos momentos en personas de mucha fe, esos que son fieles irrestrictos de alguna religión, secta, tendencia política, etc. ¿Son capaces de manifestar dudas acerca de las doctrinas de su fe? ¿Se atreven a plantear críticas a lo que es sostenido religiosamente como verdad? ¿Indagan por los motivos y finalidades de sus dogmas? ¿Se atreven a romper con la costumbre establecida? ¿Aceptan las divergencias? ¿Confrontan sus verdades con sus propios oídos, propios ojos, propios pensamientos, propias inseguridades? ¿Prometen la salvación eterna para los fieles y la total destrucción para los que no lo son?
Obsérvalos por favor, y verás que realmente están ciegos a todo lo que es ajeno a su fe, y ciegos ante su enorme ceguera.

Una cosa es la fe, que es ciega, que admite el absurdo, que manipula;
otra muy distinta es la creencia, el entrenamiento hasta alcanzar la convicción, el pensamiento balanceado por la emoción, el reconocimiento de las propias limitaciones, la aceptación del misterio que rodea a la divinidad.
Pero cuidado, que no se confunda fe con creencia.

Veamos un ejemplo en la Torá acerca de personas de mucha fe:

"Toda la tierra tenía un solo idioma y las mismas palabras.

Y dijeron: »Venid, edifiquémonos una ciudad y una torre cuya cúspide llegue al cielo. Hagámonos un nombre, no sea que nos dispersemos sobre la faz de toda la tierra.»
"
(Bereshit / Génesis 11:1, 4)

Un mismo pensamiento.
Un mismo lema.
Un mismo motivo.
Un mismo cometido.
Unidad sin disputa.
Y, el miedo a desaparecer.
Y el miedo a dejar de ser.
Y el miedo que los mueve a actuar, a atacar.
Es la impotencia que está detrás de todo esto.
Es el EGO que se presenta como el único salvador.
Es el EGO que se hace religión.
Por lo cual, quieren elevarse por sobre su miedo construyendo una torre.
Una que sea tan poderosa y alta que les sirva de recuerdo, de lazo, de pegamento.
Una que alcance los cielos y desplace lo que allí tiene su lugar (en el pensamiento primitivo/infantil/alegórico el cielo es morada de Dios).
Una torre que se afiance en la tierra, en lo más bajo y erradique lo que es trascendente, superior.
En lugar de escribir libros, de promover la cultura, de entrenar personas en los caminos de la corrección; se recurrió al expediente de elevar piedras a los cielos, de erigir catedrales, de aquietar la vitalidad…
En lugar de atraer el Cielo a la tierra (elevándola, sublimándola, santificándola), se quiso conquistar los cielos y poblarlos con tierra…

En este breve relato encontramos a lo que la fe más teme, y desea hacer desaparecer de las conciencias: a Dios y por consiguiente a la espiritualidad, que es la búsqueda humana de Dios.
La espiritualidad es el polo opuesto a la fe, ya que la energía de la espiritualidad proviene de los más altos planos humanos, de aquello que lo conecta directamente con la eternidad.
¿Y qué es esto?
Pues, digamos que son tres elementos (que los podemos aprender del primer capítulo de Bereshit/Génesis):

  • Libre albedrío.

  • Creatividad.

  • Control y sublimación de los aspectos primitivos interiores.

El libre albedrío es el fundamento de toda duda, pues sólo aquel que tiene opción de elegir libremente entre lo bueno y lo malo, puede dudar. (Un perro salvaje no duda en robar un pedazo de carne, en comerse un niño. No duda, pues no está capacitado para elegir, ni ha sido condicionado para temer las consecuencias de sus acciones. Por su parte, el humano nace dotado con el potencial de elegir libremente, sólo que es común que la tenaz cultura lo entrene en acodarse tranquilamente en los establos de la fe.)
Al haber espacio para la duda, hay lugar para la creación, ya no es la reiteración la única respuesta.
Aquel que duda, crea.
Y cuando crea (o re-crea) está dominando su dimensión animal, y elevándola hacia el plano de lo espiritual. En lugar de que lo primitivo domine a la persona, enmascarándose como superioridad de la fe; lo trascendente eleva a lo inferior hacia más desarrolladas dimensiones. Cuando no es la fe la que conduce a la persona, lo primitivo es usado como combustible que eleva y perfecciona. Esto precisamente es trascender, hacer que lo inferior sea elevado, superar lo natural para pasar a un estrato más allá, estar a la búsqueda del Eterno en cada acto y situación.

Estas tres son facetas de una misma realidad, la espiritual, que es conectar nuestra esencia con la Voluntad de Dios.
Es hacer emerger la esencia espiritual que somos en cada acto de nuestra vida.
No son ritos ni lemas, no son palabras gastadas e incomprensibles, no son acciones carentes de razón, sino que es la manifestación de lo más sagrado que somos y que nos enlaza constantemente con Dios.

Para ayudarnos en la tarea de limar nuestras rudezas y construirnos como personas, el Eterno nos ha provisto de una guía insuperable denominada Torá (una para judíos y otra para gentiles), y de unos utensilios refinados denominados mandamientos (7 para los gentiles y otros 613 para el pueblo judío).
Y es nuestro deber ser fieles a la Torá, a la que nos compete sea como gentiles o judíos, así como ser cumplidores de los preceptos que Dios nos ha marcado como propios.

Pero, el mismo Dios que nos exige obediencia, nos ha otorgado libertad, y nos permite dudar, y nos insta a elegir razonadamente y no guiados por la confusión de la fe. Presta atención:

"Llamo hoy por testigos contra vosotros a los cielos y a la tierra, de que he puesto delante de vosotros la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Escoge, pues, la vida para que vivas, tú y tus descendientes, amando al Eterno tu Elokim, escuchando Su voz y siéndoLe fiel…"
(Devarim / Deuteronomio 30:19-20)

Dios ha puesto como testigos tanto lo más bajo como lo más alto, lo material y lo espiritual.
Y Dios ha puesto ante nosotros dos caminos, el correcto y el que no lo es.
Y Dios nos ha puesto a nosotros en la disyuntiva, ¿por dónde ir?
Y Dios nos exige que escojamos, que no nos aferremos a lo preconcebido, que no seamos ciegos y vacíos, sino atentos y constructores de sentido.
Y la preferencia de Dios es que escojamos el bien, que lo escojamos, no que lo heredemos y lo continuemos insensiblemente (pues la insensibilidad al bien, es indiferencia al mal).
Cuando escogemos correctamente, y cuando nos esforzamos para hacer prevalecer la bendición, estamos dando vida a la creencia, que en hebreo es emuná. Emuná es una palabra asociada a entrenamiento, crianza, perfeccionamiento a base del esfuerzo y dedicación.

Incluso el hombre de fe debe escoger, sólo que escoge pasivamente, elige sin elegir el ser llevado por la corriente, por la opinión de otros. Y entonces reza palabras de otros, canta cantos de otros, ama amores de otros, vive una vida ajena.
Y al final, tanto el hombre de fe como el creyente son enfrentados al Supremo Tribunal, y cada acto recibe su correspondiente retribución, de cada semilla se cosecha su fruto.
¿Cuál crees que será la cosecha del hombre de fe?
¿Cuál crees que será la declaración que su espíritu impoluto dará cuando el divino Juez la pida?

Ahora puedes apreciar cuán diferentes son la fe de piedra a la creencia constructora.
La creencia, como habrás captado, si bien suele ser confundida con la fe, realmente es su antítesis; pues una es la estatua y la otra la persona.
Una se mueve en el plano de las necesidades y la culpa; la otra se mueve en el plano de la trascendencia y la responsabilidad.
Una promete seguridad y mata por conseguirla; la otra es ejercicio de la libertad, y por lo tanto es campo para la inseguridad creativa.

Hemos explicado en otra oportunidad que por comodidad del lenguaje, o por no captar profundamente la esencia de los conceptos, a veces personas sabias en judaísmo utilizan como sinónimo fe y creencia. Es mejor no confundirlas. Tristemente algunos judíos caen ellos también en el equívoco de la fe, incluso en nombre de la Torá, de las mitzvot, de Hashem, Otros en nombre del progreso, la moda, la evolución. El judaísmo no está en esas corrientes corrientes. El judaísmo se expresa en el respeto y la oposición, en la solidaridad del individuo, en las preguntas que forman nuevas preguntas. La creencia está en la pureza de la búsqueda, en la convicción del sembrar, en la dialéctica que corre entre Tradición y Desarrollo.

Ser una persona completa, integral, plena, es algo más que cumplir mandamientos, que vivir una vida prefabricada y ritualista; es más bien construir Shalom.
Hacer que la Voluntad de Dios sea nuestra voluntad.
Extirpar al EGO para que brille la Luz del Eterno.
Erradicar la religión para que prospere la espiritualidad.

Ya lo enseña el salmista:

"¿Por qué han de decir las naciones: »¿Dónde está su Elokim?»
¡Nuestro Elokim está en los cielos! ¡Ha hecho todo lo que ha querido!
Los ídolos de ellos son de plata y oro, obra de manos de hombres.
Tienen boca, pero no hablan; tienen ojos, pero no ven; tienen orejas, pero no oyen; tienen nariz, pero no huelen; tienen manos, pero no palpan; tienen pies, pero no andan; no emiten sonido con sus gargantas.
Como ellos, son los que los hacen y todos los que en ellos tienen fe.
¡Oh Israel, confía en el Eterno! Él es su ayuda y su escudo.
"
(Tehilim / Salmos 115:2-9)

Cuando el hombre de fe (sea la fe del ateo, del pagano, del que se cree monoteísta, del científico, del agnóstico de cualquier hombre de fe) te increpa: ‘¿Dónde está tu Dios?
Tú, ¿qué le respondes?

Algunas reflexiones legales sobre delitos que cometen los estafadores de la fe

                  La mayoría de las constituciones de corte occidental se rigen dentro del Estado secular, es decir, donde no medie la intervención de ninguna religión. Es interesante pero el principio del conocimiento de ley, o sea, que nadie puede alegar el desconocimiento de la misma en su propia defensa, supone que las personas tienen un minimo raciocinio que les permite ver lo que está bien y lo que no lo está, esto según el análisis realizado por el profesor de Derecho Civil, el reconocido Luis Diez-Picaso.

Este post que hoy realizamos, cae bajo el principio de doctrina y para el ajeno a la profesión legal, quizás resulte un tanto confuso, debido a que contiene una redacción un tanto legal y sobre todo terminología profesional. Con posterioridad presentaremos un nuevo post, dirigido a las personas que no tengan conocimiento legal.

El propósito de este comentario que hoy publicamos tanto en su fondo como en su forma, es el de comenzar a concientizar a las personas acerca de la importancia de que conozcan la figura penal de la estafa, que es un delito contra el patrimonio de las personas y que, supone el empobrecimiento injusto de una persona y el correlativo enriquecimiento ilícito de la otra.

Tambien con posterioridad, realizaremos un análisis de la figura penal de la estafa en otros países, sin embargo hoy recurriremos a la legislación de la República de Costa Rica para definir, desde un punto de vista profesional, la estafa. De antemano me disculpo por la longitud de este comentario, pero debido a su propósito y la sensibilidad del tema, es necesario que se acote y aporte todo aquello necesario para poder dar sustento doctrinal y legal a lo aquí descrito.

Consideraciones acerca de la estafa.

Dentro del Derecho Penal Especial, que es aquella parte de la disciplina del Derecho Penal que estudia los tipos de hechos delictivos de forma individualizada y específica, encontramos los delitos contra el patrimonio que van desde el hurto, el robo, entre otros, que incluye la estafa y que se les conoce también como formas defraudatorias.

Cada pueblo, con base a su forma de autodeterminación y de organización, considerará la figura de la estafa de forma distinta y le ubicará dentro de un ámbito contextual delictivo que en nada menoscabará la sustancia del mismo. En el caso de la legislación costarricense, el delito de estafa está contemplado en el artículo 216 del Código Penal y menciona que:

“ARTÍCULO 216.-

Quien induciendo a error a otra persona o manteniéndola en él, por medio de la simulación de hechos falsos o por medio de la deformación o el ocultamiento de hechos verdaderos, utilizándolos para obtener un beneficio patrimonial antijurídico para sí o para un tercero, lesione el patrimonio ajeno, será sancionado en la siguiente forma:

  1. 1.        Con prisión de dos meses a tres años, si el monto de lo defraudado no excediere de diez

veces el salario base (*).

  1. 2.        Con prisión de seis meses a diez años, si el monto de lo defraudado excediere de diez

veces el salario base.

Las penas precedentes se elevarán en un tercio cuando los hechos señalados los realice quien sea apoderado o administrador de una empresa que obtenga, total o parcialmente, sus recursos del ahorro del público, o por quien, personalmente o por medio de una entidad inscrita o no inscrita, de cualquier naturaleza, haya obtenido sus recursos, total o parcialmente del ahorro del público. ( Así reformado por el artículo 1º de la ley Nº 7337 de 5 de mayo de 1993. (*) Sobre la interpretación del término «salario base», véanse las observaciones a la ley ).”

Debemos de decir que el mundo jurídico se rige por dos principios de suma importancia y que obedecen al dualismo mental y material que conforman nuestra realidad. Así también la noción se adopta para describir al mundo jurídico y al mundo físico, donde el primero es el producto de la ficción, es decir, no podemos ir y sentarnos a almorzar con un ente que se denomine derecho a la propiedad, sin embargo, el que se apodera ilegítimamente de una cosa y el afectado, están conscientes de que existe la posibilidad de acudir a los tribunales, uno lo hace como acusado y el otro como victimizado.

Desde antaño se ha considerado que la persona puede tomar decisiones que podrían afectar su status quo y que, en ocasiones, esas decisiones no se apegan a la realidad material y circunstancial que les rodea. Se ha hablado de los llamados vicios de la voluntad, que son considerados por la mayoría de los ordenamientos jurídicos como causantes de nulidad o de anulabilidad de un hecho jurídico.

Así pues y, según Creus, el delito de estafa y sus derivados, requieren de la intervención de la víctima para poder llevarse a cabo, de manera tal que existe un vicio a su voluntad, causada por un agente externo que, de forma dolosa, busca procurarse un incremento injusto en su acervo patrimonial con un correlativo empobrecimiento ilícito por parte de la víctima.

Es por ello que la política criminal de los Estados, se ha visto en la necesidad de criminalizar aquellas conductas que busquen a través de un viciamiento consciente de la voluntad de una persona, obtener beneficio patrimonial injusto. De hecho Roxin, en su célebre obra de Derecho Penal, Parte General, menciona que la pena y medida son el punto de referencia común a todos los preceptos jurídicopenales donde la pena presupone culpabilidad del sujeto cuando cometió un hecho en el pasado mientras que la medida de seguridad, busca que el sujeto no cometa un hecho delictivo en el futuro. Para entender estos argumentos procederemos a recurrir a la ilustración de los mismos basándonos en que, la pena se da porque el sujeto cometió un hecho delictivo y, estaba en pleno conocimiento de su mal actuar mientras que la medida de seguridad se da principalmente en aquellos casos donde el sujeto no se encuentra en todas sus facultades y, por lo tanto, no está consciente de su actuar.

Para poder condenarse a alguna persona a que sufra o sea sujeto de una sanción penal, es necesario que se pueda subsumir su actuar dentro de una concatenación de elementos que buscan dar seguridad jurídica al imputado asi como a la victima. Es por ello que el Derecho Penal debe de partir desde el principio de que no existe pena sin ley previa, nullum crimen nulla poena sine praevia lege así como desde el principio procesal de que no se puede imponer una sanción penal a aquél que no haya sido sujeto a ser escuchado, es decir, nulla poena sine praevio iudicio.

Tal y como lo mencionara Marshall en el caso Marbury v. Madison, piedra angular del Derecho Constitucional norteamericano, el gobierno debe de ser uno de leyes y no de hombres, por lo que la sanción penal que se le imponga al imputado debe de ir acompañada de un debido proceso que garantice los derechos minimos del victimizante y el victimizado para asegurar la convivencia entre los hombres.

Castillo Blanco, en su tesis de doctorado, citaba a Roxin mencionando el principio de no ser condenado sin antes ser escuchado y, dentro de ese escuchar que se da en el contradictorio y a través de todo el proceso penal, se encuentra la adherencia a la teoría del delito. En primer lugar, es necesario mencionar cuáles son los elementos que conforman esta teoría.

El tipo penal busca dar seguridad jurídica al imputado para que, a través de la confluencia de ciertos aspectos y sólo a través de esta confluencia, se pueda determinar si el sujeto cometió o no el ilícito penal. Si el sujeto comete una accion que la legislación penal haya considerado como típica, entendiéndose que dicha norma legal ha cumplido con todas las solemnidades correspondientes, entonces se avanza al siguiente elemento que es el que analiza la antijuricidad del hecho. En cuanto a la tipicidad, que es el primer elemento a analizar dentro de la teoría del delito, Zaffaroni menciona que la única fuente productora de la ley penal en el sistema argentino  son los órganos constitucionalmente habilitados y la única ley penal es la que ellos hayan dictado con apego a la Constitución.

En el caso de la legislación costarricense sucede lo mismo, ya que nuestro sistema constitucional se adhiere a un criterio tripartito de pesos y contrapesos y ni la doctrina, la jurisprudencia ni la costumbre puedan dar lugar al ejercicio del Poder Punitivo o, como lo denomina Luzón-Peña, el ius puniendi. Cabe acotar que la libertad de culto es un principio constitucional de los más importantes, tal y como mencionara Ulpiano “cogitationis poenam nemo partitur”, es decir, no se pena el pensamiento, por lo que la tipicidad, antijuricidad, culpabilidad y juicio de reproche que serealice contra un individuo, debe de obedecer a acciones externadas en el tiempo y en el espacio que hayan ido más allá del pensamiento.

Recurriendo a Zaffaroni nuevamente y, parafraseando lo que en su obra de Manual de Derecho Penal, Parte General, dijera, no habría racionalidad republicana en aquella pretensión que busque darle lugar al poder punitivo, si la acción realizada no genera conflicto alguno y que no puede ser cualquier tipo de conflicto sino solamente aquél que inflija lesión o pone en peligro de forma importante un bien jurídico ajeno, en el análisis que nos ocupa, este bien jurídico es el patrimonio de las personas.

Es aquí donde entra en juego el segundo elemento de la teoría del delito y que tiene que ver con la antijuricidad, es decir, con la adecuación de la acción al tipo penal y que no puede ser descriptivo sino también valorativo. En el sistema de Lizst-Beling de 1906, se esbozó la teoría de los elementos objetivos del tipo que hasta este momento implica la tipicidad y la antijuricidad del hecho bajo escrutinio.

Ahora bien, el análisis de la conducta típica, es decir, aquélla que se encuentra prevista en la norma legal y antijurídica, o sea, la que ha sido valorada como tal, deja de lado el factor de cognición que es necesario para poder dar paso al tercer elemento de la teoría del delito que tiene que ver con la culpabilidad. Entiendase el concepto de culpabilidad no desde el punto de vista civilista que sólo incluye la negligencia sino que, desde un punto de vista penal, incluye también el dolo. Dependiendo de la intención del agente, así será el juicio de reproche que se realice.

El problema con la teoría de los elementos objetivos por sí sola es que da lugar a absurdos como el que un animal sea considerado como imputado por cometer un hecho delictivo, cuando es conocido que el animal no posee libre albedrío. Se hablaría de un sistema que no vincula al ser humano con el principio de acción y reacción que surge de la comisión de una acción u omisión.

Así tenemos que el tercer elemento de la teoría del delito tiene que ver con la capacidad psíquica de acción que puede obedecer a factores meramente mentales así como físicos y puede verse viciada en cualquier momento por estos factores. Existen tres vicios a la voluntad que comprenden la violencia física, la violencia psíquica y el engaño.

Es deber del juzgador entonces ponderar estos tres elementos de manera tal que de darse una subsunción del hecho delictivo dentro de este esquema, se podría hablar de la responsabilidad del imputado y por lo tanto achacársele dicha forma de actuar de manera tal que se le deba de imponer una sanción penal.

Hasta aquí hemos cubierto conceptos generales del Derecho Penal para dar sustento a la tesis de marras. Es necesario hacer mención a la teoría final de la accion en el Derecho Penal que menciona que mediante su anticipación mental y la correspondiente selección de medios, el hombre controla el curso causal dirigiéndolo hacia un determinado objetivo que Roxin ha denominado como “supradeterminación del modo final.” El dolo supone conocimiento y voluntad y, por ende, se sujeta a la dirección causal de manera tal que automáticamente  en ciertos tipos penales se considera como parte de los mismos, tal y como lo es el caso de la estafa.

De acuerdo con Creus el estafar, es una manera específica de defraudar, según la legislación argentina, la legislación costarricense lo incluye dentro de los delitos contra el patrimonio. De acuerdo a la doctrina argentina, la defraudación es “toda lesión patrimonial en que el desplazamiento del bien se produce por la actividad del propio sujeto pasivo, es decir, la víctima, o por circunstancias ajenas a la voluntad del agente, es decir, el victimizante, que provoca aquélla o se aprovecha de ellas.”

El tipo penal de la estafa

Carmigiani ha creado una decisión pentapartita y concatenada de los elementos necesarios que deben de concurrir para que se subsuma la acción dentro del tipo penal de la estafa. La severidad de la pena radica en que, usualmente, el estafador deberá de recurrir a la buena fe para poder completar su cometido. En primer lugar debe de darse un ardid, es decir, una maniobra defraudatoria mediante la cual el sujeto activo echa mano de un procedimiento o de una acción para llevar a la víctima al engaño.En segundo lugar debe de existir un engaño en el sujeto pasivo que motiva a la víctima a que realice la prestacion perjudicadora de su propio patrimonio o del de un tercero ya que, en tercer lugar, produce un error y, producto de esa acción ardidosa del sujeto, creyendo el hecho falso que le dijo el sujeto activo y, basada en ella, toma una decisión patrimonial. En cuarto lugar, esa decisión patrimonial es la disposición de los bienes que, en quinto lugar, llevan al sujeto pasivo a obtener un beneficio.

Como se puede ver, se da una cadena de circunstancias que llevan al sujeto pasivo a la a un empobrecimiento ilícito y que, debido a la naturaleza de esas circunstancias, el legislador a considerado que es necesario el penal dicha conducta. Esas características de la estafa, llevan a que mediante el empleo de ésta, el sujeto activo atente contra la competividad del patrimonio del estafado por el error provocado en una persona que dispone del bien detrayéndolo del patrimonio afectado ya que actúa con base a la buena fe que el sujeto activo aparenta. Se castiga el defraudar por medio de ardid o engaño.

En primer lugar se da un detrimento patrimonial visto como un ataque a la propiedad vista desde el ángulo del Derecho Penal, que difiere de la concepción civilista de propiedad. Debido a este detrimento patrimonial, el sujeto afectado sufre un perjuicio, que debe de ser ejecutivo y actual, es decir, que afecte aquí y ahora el patrimonio de la víctima.

El medio para lograr la disposición patrimonial es mediante el fraude, que supone acciones que buscan simular hechos falsos, disimular los verdaderos, o falsear de cualquier modo la verdad, dirigidas al sujeto o sujetos que se pretende engañar con ellas. Se da una diferencia entre el ardid y el engaño, donde el primero es la utilización de maniobras o artificios destinados a engañar, mientras que en el segundo, basta solamente la afirmación o negación contraria a la verdad.

Debe de existir entonces una relación necesaria entre acción y reacción, es decir, un nexo de causalidad que permita determinar que la acción cometida de forma ardidosa o engañosa resultó en el detrimento patrimonial del afectado. Es el error en el que incurre la víctima a través del sujeto activo, el que tiene que determinar la disposición patrimonial de aquélla.

Es interesante acotar que dentro de los ardides específicos y que son relevantes para el caso que nos ocupa se encuentra el de calidad simulada que es una atribución actualmente falsa que puede obedecer a una simulación total, como el que invoca un cargo que no posee, esto induce a la víctima al error que le lleva a la disposición patrimonial, títulos falsos que pueden ser aquéllos entregados por el Estado, por instituciones educativas o por la costumbre (por ej., nobleza, rabinato, etc.). Se da también la influencia mentida que es un poder o valimiento que se tiene entre personas, grupos o componentes de una institución y es mentida cuando el agente no la posee válidamente. Esto lleva también a un abuso de confianza que supone fraude.

Para el caso que nos ocupa, es menester mencionar el caso de las apariencias engañosas que se da cuando alguien muestra algo que no es tal como lo muestra, puesto que está simulando algo. Cuando la víctima realiza la disposición patrimonial sin importar si benefició al sujeto activo o a un tercero y efectivamente se dispuso de ese patrimonio y se dio un detrimento en el patrimonio de la víctima.

Análisis del delito a la luz de casos concretos

Como hemos visto, el delito de la estafa supone la pena que se aplica por utilizar el ardid o el engaño para que el sujeto activo o un tercero obtenga beneficio patrimonial de forma injusta. Es así como a la luz de la teoría del delito junto con los elementos de la estafa, procederemos a analizar dos casos hipotéticos.

Caso 1:

                A es un gentil, es decir, un no judío que no ha sido circuncidado ni ha cumplido con su bar mitzvah, dice tener autorización por escrito del rabinato local para enseñar las Siete Leyes Universales y abre una casa de estudio donde se solicitan contribuciones para “dar caridad” a los más necesitados. Resulta ser que A, a través de su supuesta autorización, le dice a las personas que él tiene ciertos negocios y tiendas y que esas tiendas dan cierto porcentaje para caridad. Las personas acuden a su “casa de estudio” y contribuyen para dicha caridad, desembolsando dinero (disposición patrimonial) para contribuir a la causa ya que, en sus mentes consideran que A, legítimamente posee autorización para enseñar las Siete Leyes Universales. En realidad A no posee tal autorización y no se encuentra legitimado por la costumbre rabínica para dar tal autorización, sin embargo y, a sabiendas de ello, aun asi, A pretende ser un líder espiritual y capta fondos del público, de cuya parte sí da un porcentaje para caridad aunque se deja otra parte para “las operaciones diarias del centro de estudio.”

Análisis del caso: Con base a la teoría del delito tenemos en primer lugar que A está solicitando fondos del público para dar caridad, es decir, beneficiar a terceros, aunque en realidad también se está beneficiando a sí mismo puesto que se deja parte de los fondos para mejorar la casa de estudio pero utiliza un ardid que es el falso título para lograr su cometido. En primer lugar y, debido a esa accion ardidosa, A está cometiendo una acción típica que, debido a su naturaleza es antijurídica, como ya mencionamos anteriormente, el dolo viene inserto en el tipo penal y, por lo tanto cabe determinar el juicio de reproche. En el caso de marras, A ha cometido una estafa de acuerdo a los parámetros doctrinales y legales del artículo 216 del Código Penal costarricense.

Caso B:

                X es un gentil no circuncidado que, por ende, no ha hecho su bar mitzvah y por lo tanto no es considerado como judío, sin embargo, dice haber estudiado en una yeshivá fundada por gentiles quienes a su vez no fueron autorizados para tal efecto. Debido a esto, él establece una sinagoga y se hace llamar rabino. Para poder mantener dicha sinagoga él recurre a la captación de fondos del público que contribuye para tales efectos.

Análisis del caso: X también está cometiendo el delito de estafa puesto que se hace llamar rabino a sabiendas de no serlo y, recurre a la captación de fondos del público para beneficio propio y de terceros.

Caso C: Calvo Aguilar, Chaves Mora et al. v. Víctimas de Radio María

Este es un caso real que ocurrió en Costa Rica:

“(…)Para los Jueces de Juicio han concurrido en la especie los elementos del tipo objetivo de estafa, a saber, (1) la maniobra engañosa, (2) la inducción del error, (3) la disposición patrimonial y, en consecuencia, el (4) perjuicio o lesión patrimonial propios de esta figura; de igual manera, los juzgadores estiman que ha concurrido en el caso el tipo subjetivo (dolo) en tanto los autores, actuaron con conocimiento y voluntad de realizar los elementos descriptivos y normativos del tipo objetivo. La Sala de mayoría, una vez analizados los hechos y los fundamentos del fallo, coincide con lo expuesto por el a quo en cuanto a la adecuación típica de los hechos acusados y considera que su decisión debe confirmarse, por las razones que de seguido se exponen. En cuanto al punto (1) la maniobra engañosa, los jueces sentenciadores,  de manera motivada, expresan en su resolución cómo Omar Chaves Mora y Minor Calvo Aguilar entraron en negociaciones para que el primero financiara, y el segundo dirigiera, las transmisiones de Radio María de Guadalupe, empresa de comunicación que se presentaba al público creyente, de fe católica, como un medio de evangelización, consejería y ayuda a los necesitados. El engaño comenzó a evidenciarse, según se desprende del fallo bajo estudio,  cuando Chaves Mora realiza una serie de maniobras para no figurar él, personalmente, como propietario de la empresa, utilizando a terceros o “testaferros” que disimularan la participación suya -mero hombre de negocios-, lo cual no convenía a la apariencia de una iniciativa religiosa, caritativa y altruista. Con esto se pretendía disimular lo que realmente estaba detrás del negocio ilícito. He aquí, según lo aprecia la mayoría de esta Sala y lo determina bien el Tribunal de sentencia, el primer momento del engaño perpetrado por los acusados Chaves y Calvo. Pero además, hay un segundo hecho engañoso que también ha sido perfectamente establecido en la sentencia que se analiza: presentar a Radio María como un medio de fines espirituales y nobles, puesto que se llamaba al público creyente a entregar dinero para financiar campañas de evangelización, consejería a matrimonios y personas, así como ayuda alimentaria a familias pobres, cuando, con el tiempo, fue evidente que sólo una pequeña parte –la indispensable para mantener las apariencias y, por tanto, el error- se utilizaba en aquellas finalidades, en tanto que Chaves Mora y Calvo Aguilar, con los dineros recaudados, por una parte, compensaban la inversión económica hecha por el primero y, además, permitían al segundo adquirir un status de vida para sí y para un reducido núcleo de allegados, que disfrutaban de préstamos, viajes vacacionales, cotidianas visitas a hoteles y restaurantes, así como otras adquisiciones de bienes y servicios alejados de las promesas ofrecidas. No le cabe duda a esta Sala de mayoría que las actuaciones descritas constituyen maniobras que presentan hechos falsos como ciertos y que ocultan o disimulan la verdad de otros hechos, todo lo cual perfecciona uno de los elementos fundamentales del tipo objetivo de la figura de estafa. Un tercer hecho engañoso, desarrollado correctamente por el Tribunal sentenciador, consistió en que Minor Calvo Aguilar abrió varias cuentas corrientes, supuestamente propiedad de una “sociedad” de nombre “Radio María”, que nunca llegó a existir, dado que el verdadero cuentacorrentista era el propio Calvo Aguilar, quien tenía estos instrumentos bancarios a su nombre y disponía libremente de los fondos recaudados. Tampoco cabe duda alguna a esta Sala de mayoría, que se conforma aquí, otro elemento descriptivo del tipo objetivo de la estafa, puesto que se hizo creer a la gente que depositaba su dinero en cuentas corrientes y cajas recaudadoras de una sociedad lícita, cuando en realidad se trataba de un negocio irregular que personalmente controlaban los imputados. Por último, como hecho fraudulento relevante, el Tribunal analiza cómo, una vez cuestionada la empresa ilícita montada por los acusados, se perpetró la simulación de una venta mediante la cual Chaves Mora recuperó formalmente su inversión, apropiándose de todos los activos de “Radio María”, entre otros, de las frecuencias de transmisión, los equipos y los edificios donde operaban. De esta suerte, se perfeccionó el segundo de los elementos propios de la figura prevista en el numeral 216 del Código vigente, a saber, (2)la inducción a engaño.  En efecto, en el elenco de hechos probados y en la consiguiente fundamentación de la sentencia, el a quo, analiza correctamente cómo, todas las maniobras defraudadoras anteriormente descritas,  llevaron a una cantidad indeterminada, pero muy numerosa, de fieles católicos, a entregar dineros que como se dijo líneas atrás sólo en una pequeña parte iban destinados a la evangelización, asesoría espiritual y ayuda a los más necesitados; lo que a su vez (3) concretó la disposición patrimonial en cada caso y las consiguientes (4) lesiones patrimoniales. Lo anterior nos lleva al segundo de los argumentos levantados por la defensa de los imputados en el sentido de que, al no haberse contado con el testimonio de alguno de los contribuyentes a las campañas de recaudación de fondos, el error no ha sido demostrado y, en consecuencia, la tipificación de la conducta no es posible. Pero, contrario a esta apreciación, esta Sala de mayoría, estima que los miembros del Tribunal juzgador han dicho, en primer lugar y con todo acierto, que se ha aceptado doctrinaria y jurisprudencialmente que, en casos como el que se analiza, se perfecciona la estafa con el simple hecho de que “…el disponente conoce que a cambio de su prestación no obtiene ninguna contraprestación que compense económicamente esa pérdida, por lo que en términos estrictamente económicos hay una disminución patrimonial…”. (folio 1697). Tal afirmación es acompañada en sentencia por una larga lista de referencias bibliográficas que los recurrentes no entran a desvirtuar o a contradecir. Esta conclusión también es apoyada por un precedente de esta Sala (Voto 454-2004, de las 12:40 horas del 7 de mayo de 2004), donde ya se había dejado en claro que no puede desconocerse el hecho de que, es autor de estafa quien, aprovechándose de las creencias religiosas de una persona, logra inducirla en error, engañándola para obtener beneficios patrimoniales antijurídicos. Esta es una cuestión, que va unida a otra reflexión, universalmente estudiada y establecida, que consideramos pertinente mencionar aquí. En el derecho anglosajón se ha desarrollado el concepto de “affinity fraud” (fraude por afinidad) [ver dirección electrónica htt://www.sec.gov/investor/pubs/affinity.hfm o también la siguiente direcciónhttp://,www.pueblo.gsa.gov/cic_text/money/spaffinityfraud/spaffinityfraud.pdf] donde precisamente se señala que el autor del fraude se aprovecha de la comunión de ideales, creencias o metas de las víctimas para obtener con mayor facilidad ventajas patrimoniales de quienes le otorgan autoridad social, política o religiosa. Los juzgadores, en este caso, y para lo que al imputado Calvo Aguilar corresponde, de conformidad con el plan delictivo preconcebido, han evidenciado las cualidades de oratoria que despliega, precisamente como un medio efectivo de convencimiento sobre la base de la adhesión religiosa del público a que se dirigía, medios que resultaron idóneos para perpetrar el fraude bajo análisis.  Con un sustento probatorio también muy amplio, el a quo, señala que debe tenerse por cierto que  Radio María de Guadalupe, comenzó a transmitir por medio de la frecuencia 100.3 Mhz. y  enlace en 923.5 Mhz,   dirigida por el imputado Calvo Aguilar a partir del 1° de marzo de 1999, proponiendo como objetivos de su actividad: “evangelizar, comunicar mensajes de paz, impartir el don de amor a los matrimonios, orientar a los jóvenes, servir a los pobres y dar consejo a quien lo necesitara”. Agrega el Tribunal sentenciador que ligado a estos objetivos, se exhortó a la audiencia católica a entregar dinero y hasta el diezmo bíblico pues, según la misma propaganda radial y escrita, era la única fuente de financiamiento para lograr aquellos propósitos supuestamente nobles. De nuevo la sentencia da una amplia referencia de prueba testimonial y documental, -tampoco rebatida ni contradicha por el recurrente-, que apoya esta forma de actuación por parte de Calvo Aguilar. Y de igual manera, la sentencia subraya cómo, todas las entregas de dinero entraron a cuentas bancarias a nombre personal de Minor Calvo Aguilar –aunque solicitadas a favor de una inexistente “Asociación Radio María”- y a cajas recaudadoras ubicadas en el edificio Patterson en el centro de San José, sede de la estación radial. Es así como queda establecido fehacientemente en el fallo, que la audiencia de esta radioemisora fue inducida a error para que entregara sumas de dinero que supuestamente iban a ser destinadas a unos propósitos que, en la práctica y mayoritariamente, se utilizaron en otras actividades y gastos, tanto personales de Calvo Aguilar, de un grupo reducido de familiares y amigos suyos, así como del coimputado Chaves Mora. Los jueces de sentencia basan esta conclusión esencial en las declaraciones de los testigos González Bonilla, Jiménez González, Ramírez Sánchez, Esquivel Araya, Durán Porras, Hidalgo Agüero, Solano Fernández e Hidalgo Díaz (folios 1699 a 1704), y no se ve, de los alegatos de la defensa, que puedan ser desvirtuadas o descalificadas de manera alguna. Para esta Sala de mayoría está más que expresado en sentencia la concurrencia del elemento objetivo del tipo penal en cuestión, consistente en el “error” a que fue inducida una gran cantidad de personas que dispusieron de su dinero, entregándolo a las cuentas corrientes y cajas recaudadoras que controlaba Calvo Aguilar, con el supuesto propósito de contribuir a evangelizar, ayudar espiritual y materialmente a personas necesitadas y que, en realidad, tales fines sólo se cumplieron de manera mínima, siendo desviada la mayor parte de lo recaudado al aprovechamiento personal o de terceros, totalmente distintos de los prometidos. Queda también evidenciado en la sentencia examinada que, desde un primer momento, Chaves Mora y Calvo Aguilar planearon un negocio ilícito muy rentable, utilizando la fe y caridad de personas, en su mayoría humildes y confiadas, para hacer acopio de sumas millonarias que no fueron destinadas a los propósitos enunciados. Para los magistrados que suscriben mayoritariamente esta resolución, lo fundamental, en cuanto al alegato de la ausencia personal de las víctimas particulares,  no es, en el plano psicológico, “sentirse engañado” o  denunciar personalmente el hecho;  por el contrario, lo relevante  es que, en este tipo de fraude, por sus características y naturaleza (mensaje engañoso dirigido a un indeterminado número de personas en razón de afinidades religiosas) y ante los hechos investigados, por tratarse de delito de acción pública, el juzgador pueda apreciar cómo una cantidad no establecida con precisión de personas, fueron inducidas a error para, mediante engaño, hacer disposición de su patrimonio a favor de quienes despliegan el ardid defraudatorio. Pretender exigir que la persona directamente engañada sea siempre y en todos los casos quien exprese ese sentimiento y presente la denuncia, nos llevaría al absurdo de no perseguir una estafa o fraude perpetrado contra persona desaparecida o muerta, aunque hubiera suficientes elementos de juicio para establecer la concurrencia del tipo penal bajo investigación. Bien hicieron los juzgadores en su sentencia en recordar que, de conformidad con los numerales 16 del Código Procesal Penal y 2 de la Ley Orgánica del Ministerio Público, esta entidad está en la obligación de ejercer la acción penal en delitos de acción pública, sin perjuicio de la participación directa de la víctima o ciudadano ofendido. De igual manera, resulta pertinente recordar aquí, según una de las voces doctrinarias más autorizadas de nuestro medio que: “Especialmente cuando el estafador utiliza la caridad ajena como modo de defraudar normalmente no hay acusación, porque las víctimas, la mayoría de las veces, ignoran que han sido timadas, o porque cuando se dan cuenta de ello, la pequeñez de los desembolsos los inhibe a involucrarse en un proceso, con la pérdida de recursos y tiempo que ello significa. Sin embargo, en determinados casos, tomando en cuenta el número de víctimas y la importancia de los aportes, una estafa de contribuciones o limosnas puede alcanzar sumas enormes.” (Ver Castillo González, F.; El delito de Estafa; Editorial Juritexto, año 2001, p. 204). Precisamente estos son los supuestos del hecho que se ha conocido y resuelto en la presente causa, razón de más para entender correctamente fundamentado el fallo en cuestión. Resulta en consecuencia intrascendente -como a contrario lo pretende la defensa de Calvo Aguilar en su tercer argumento de importancia-, que en sentencia se pudiera identificar los programas que en específico se llamó a hacer entregas de dineros y se utilizaron las maniobras engañosas que indujeron a error a los seguidores que dispusieron de ellos, puesto que el Tribunal sentenciador ha expuesto, ampliamente, que se trató de un montaje único, que desde el primer momento y hasta su cierre, durante los veintiséis meses que señala la propia Defensa, en Radio María se llamó a los escuchas de manera sistemática, a través de campañas permanentes, durante todo el día, a entregar dinero para unos determinados fines que fueron cumplidos mínimamente. Por otra parte, debe señalarse que si bien no es técnicamente exacto que estemos ante un caso de afectación de “bienes jurídicos difusos”, según lo apreció el Tribunal, tal inexactitud no afecta lo sustancial de lo resuelto. Para esta Sala de mayoría, como quedó dicho, estamos más bien frente a un asunto en que la acción defraudatoria se dirige y se facilita gracias a que un sector indeterminado de la sociedad, en razón de afinidades, en este caso religiosas, se convierte en un destinatario particularmente vulnerable, del que se aprovechan los autores de la estafa. De esta manera, la imprecisión técnica en que incurre el a quo en nada desmerece el razonamiento de fondo para estimar que ha habido un desplazamiento patrimonial con fraude en virtud de esas condiciones particulares en que se encontraron los sujetos activos de la conducta prohibida y los sujetos pasivos que finalmente resultaron perjudicados en su conjunto. Por otro lado, el hecho de que hubiera algún testigo, caso de la señora Hidalgo Agüero, que manifestara, a posteriori, que no se sentía perjudicada con el destino que Calvo Aguilar hubiera dado a su dinero, no desmiente la maniobra inicial de que la solicitud de bienes, dineros y servicios fuera en principio con una finalidad espiritual o social; así como tampoco desvirtúa que una gran cantidad de personas tuvieran esa misma motivación que fue finalmente burlada por los autores de la estafa aquí analizada. En un argumento de defensa más, el cuarto, el Licenciado Rodrigo Araya Solano, señala que la sentencia debió establecer con precisión si todos los fondos que manejó la empresa “Radio María” provenían de las entregas hechas por el público, además, según su criterio, debió establecerse los montos que fueron utilizados en los giros normales y administrativos de la empresa y, por el contrario, los que, según el Tribunal, fueron indebidamente utilizados en restaurantes, boletos de avión para el grupo de allegados a Calvo Aguilar y lo que fue destinado a retribuir el aporte de Chaves Mora. El alegato no puede aceptarse dado que, conforme la relación de hechos probados y la motivación de la sentencia lo respalda, queda claro que la única fuente de ingresos con que contaba Radio María de Guadalupe para todas sus actividades consistía en las recaudaciones que,  por entregas de dinero, hacían los radioescuchas. Esto fue así tanto para la fundación de la empresa, puesto que se puso en evidencia que Chaves Mora intervino como socio que aportó el capital, dado que Calvo Aguilar no contaba con recursos propios para  financiarse, como por los mensajes que constantemente se dirigieron al público, insistiendo que aquella obra, supuestamente religiosa,  sólo era viable si los fieles contribuían con su sostenimiento. Así que resulta una mera especulación plantear que podía haber fondos de distinto origen. Además, también el a quo ha explicado que parte de la situación que enfrentaba Radio María era su desorden contable, propiciado por el mismo Calvo Aguilar, para no dar cuentas claras en el momento requerido, cuestión que se reflejó en su renuencia a fundar una sociedad y mantener, por el contrario, el manejo de la radioemisora como un negocio personal, junto con Chaves Mora, con un control absoluto de todos sus ingresos.  El Tribunal de Sentencia admite que hubo gastos dirigidos al giro normal de la empresa radiofónica, e incluso a los fines formalmente programados, pero inmediatamente advierte que tales erogaciones fueron las menos e ilustra cómo los fondos fueron utilizados para despropósitos como préstamos personales a allegados de confianza de Calvo Aguilar, boletos de avión para viajes vacacionales, compras en locales comerciales, gastos en hoteles y restaurantes, así como pagos hechos a Chaves Mora a través  de intermediarios. De todos estos extremos los jueces señalan sumas específicas e ilustran su distracción para finalidades distintas a las propuestas. Tal como le fuera claro al Tribunal de Sentencia, para esta Sala de mayoría esas especificaciones son suficientes para establecer las maniobras engañosas que concretaron las disposiciones patrimoniales y el daño patrimonial configurativos de la estafa bajo estudio (ver folios 1722 y siguiente). Respecto del alegato de que Chaves Mora no debe ser tenido por autor del delito de Estafa, en virtud de que nunca se le demostró que fuera socio, administrador o miembro del grupo de allegados  al coencartado Calvo Aguilar en el manejo de Radio María de Guadalupe, esta Sala de mayoría debe  indicar, en primer lugar, que esas no son las modalidades de participación acusadas a Chaves Mora como constitutivas de estafa y, por el contrario, lo que  fue requerido y confirmado en el fallo, es que este autor entró en colusión con Calvo Aguilar para montar un negocio ilícito que suponía la financiación del alquiler de una frecuencia radial, donde Omar Chaves Mora era quien hacía el aporte financiero, en tanto Minor Calvo Aguilar figuraría como administrador y líder religioso que llamaría a realizar aportes económicos a una masa  de personas creyentes. Esta primera maniobra fue acompañada de otras, tendientes a que terceros “testaferros” encubrieran la participación de Chaves Mora, apareciendo como quienes poseían la frecuencia radial, los equipos y las instalaciones, así como quienes percibían las transacciones de dinero con las que Chaves Mora terminó resarciéndose de sus aportes de capital y obteniendo ganancias del negocio ilícito, según el plan delictivo previamente trazado. Para culminar, está demostrado, según también se acusó, que la acción delictiva fue debidamente agotada cuando, mediante actos simulados, Omar Chaves Mora recuperó la propiedad y control sobre todos los bienes de Radio María, recuperación que fue parte de las ventajas patrimoniales que se obtuvieron por medio de todo el despliegue fraudulento que fuera perpetrado. De manera que, las actuaciones de Chaves Mora, que lo hacen coautor del delito de Estafa Mayor Agravada, están debidamente descritas y analizadas por los jueces de sentencia y no resulta de recibo este alegato de la defensa. Por otra parte, ya en sentencia (folio 1714), los juzgadores aclararon que en ningún momento se ha dicho que la Iglesia Católica, como institución, fuera parte ofendida en esta causa. Lo que se ha establecido por los juzgadores es que numerosas personas católicas, fueron engañadas por Calvo Aguilar quien, utilizando sus credenciales de sacerdote, les hizo creer que su actividad radiofónica y el producto de los dineros que les solicitaba, iban a ser empleados en programas de evangelización y ayuda católicas, cosa que no fue cierta. De igual manera, resulta irrelevante que la sentencia en algún momento hable de “fieles” y no de “radioescuchas” para referirse a los destinatarios de la propaganda de Calvo Aguilar, ya que tal uso más o menos libre del leguaje, no afecta para nada lo esencial de lo que se discute y de la calidad de las personas que fueron defraudadas. En este apartado del reclamo de la Defensa, es oportuno también recordar que el Tribunal de Sentencia insiste en que estamos frente a una figura penal de acción pública, que el artículo 18 del Código Procesal Penal no la incluye dentro de los delitos de instancia privada y que por tanto, el hecho de que no se presentaran a demandar o bien a declarar en juicio, no inhibe a los juzgadores de poder establecer la concurrencia de los elementos objetivos y subjetivos del tipo penal de estafa. Tómese nota de que también los juzgadores (folio 1715) señalan que no sólo es válida la iniciación de la investigación por parte del Ministerio Público, dada la naturaleza de los hechos bajo análisis, sino que además, la individualización de los perjudicados ofrece especial dificultad, entre otras razones por la complejidad de los hechos, la calidad de las personas involucradas (adhesión personal al líder religioso en condición de creyentes), los montos de dinero entregados relativamente bajos, entre otros aspectos relevantes. Esta parte del fallo es respaldada, a criterio de esta Sala de mayoría, por referencias doctrinarias contundentes, tanto del autor español Gallego Soler como del nacional Castillo González (ver citas de folios 1721 y 1722). El primero aporta el concepto de “frustración del fin” para casos como el presente, donde quien entrega el dinero no tiene ninguna expectativa de contraprestación y el perjuicio se concreta cuando esa prestación no se destina al fin propuesto, es decir, tal y como bien lo trascribe el  a quo: “…existe perjuicio patrimonial cuando se frustra la finalidad pretendida con el acto…”. Esta referencia doctrinaria le permite al Tribunal señalar la razón principal por la que los disponentes no se presentan a denunciar, a saber, la inexistencia, en este tipo de fraude, de una expectativa de contraprestación desde un inicio, a lo que hay que unir el monto y la motivación que han tenido, constituidos por sus creencias religiosas y su afán caritativo. Resulta también de mucho peso el criterio trascrito por los juzgadores de lo expuesto por el Doctor Francisco Castillo González quien sobre el particular, en la obra ya citada, expresa que:“especialmente cuando el estafador utiliza la caridad ajena como modo de defraudar normalmente no hay acusación, porque las víctimas, la mayoría de las veces, ignora que han sido timadas o porque cuando se dan cuenta de ello la pequeñez de los desembolsos los inhibe a involucrarse en un proceso, con la pérdida de recursos y tiempo que ello significa. Sin embargo, en determinados casos, tomando en cuenta el número de víctimas y la importancia de los aportes, una estafa de contribuciones o limosnas puede alcanzar sumas enormes.” (Castillo, op.cit. página 204) Véase cómo, en casos como el que nos ocupa, el autor también señala cómo en situaciones donde la caridad ajena ha sido el medio para estafar, los perjudicados no se presentan a denunciar, dado que en innumerables casos las víctimas ignoran que han sido timadas, o bien, percatándose de ello, estiman insignificante el monto que han aportado. Todo lo anterior, en criterio de esta Sala de mayoría conforma una sólida plataforma fáctica y jurídica que permite sostener la decisión que fue tomada por el Tribunal de Heredia. En conclusión, respecto de la alegada falta de fundamentación y de fundamentación contradictoria, con efecto en la no-correlación entre acusación y sentencia, esta Sala de mayoría estima que los recurrente se limitan a cuestionar y tener un criterio diverso al expresado por el a quo,  mas no demuestran que en efecto tal falta de fundamentación se dé o bien que  se haya violentado la necesaria correlación entre lo acusado y lo tenido por demostrado en sentencia. El Tribunal sustentó adecuadamente el elenco de hechos probados, con un acertado análisis crítico de la prueba sometida a su conocimiento. De igual manera, con la corrección que esta Sala de mayoría estima necesario hacer, hay en nuestro criterio una debida fundamentación jurídica en el fallo que conduce a su convalidación en esta instancia. Asimismo, la utilización del término “donación” que hacen los juzgadores en algún momento de su exposición, para esta Sala está claro que ha sido utilizado en su sentido ordinario, no técnico, de manera que no puede desvirtuarse lo que una lectura integral del fallo permite percibir, a saber, que la sentencia señala como abiertamente ilícita la solicitud de recursos y servicios que supuestamente tenían una motivación religiosa y caritativa, para luego ser en su mayor parte destinada al aprovechamiento personal, familiar o de un reducido grupo de amigos. Ya se dijo, páginas atrás, que lo determinado por el Tribunal sentenciador fue una serie de hechos en los que los disponentes, sin esperar contraprestación alguna por la naturaleza de este tipo de fraude, afectan sus patrimonios en virtud de motivaciones que posteriormente se demuestran fallidas, gracias a la acción de los coautores.(…)”

Conclusiones

Del estudio jurídico aquí realizado cabe mencionar que la figura de la estafa también aplica para los fetraficantes como rabinos mesiánicos, pastores cristianos, sacerdotes católicos, disque-morés noájidas y demás elenco de malandrines que captan dinero del público y lo utilizan para fines distintos al solicitado.

Es loable la actitud de los Magistrados de la Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia de la República de Costa Rica que, mediante sentencia 2008-00872 de reciente transcripción, condenaron a un par de fetraficantes por malversar dinero captado del público para beneficio propio.

Como vemos ni Gallego Soler ni Castillo González estaban muy lejos de Creus que claramente mencionaba que un tipo de ardid es el de falso título o acaso el de un abuso de confianza y un engaño estafatorio que lo que busca es lucrar de manera injusta mediante el engaño a las personas.

Llamado a los noájidas

No sabemos cuántas personas hayan llegado al final de este comentario, sin embargo les instamos a que indaguen acerca de los destinos de sus contribuciones puesto que, las mismas podrían estar siendo malversadas o utilizadas para fines distintos para los que fueron solicitados.

Esto comienza desde las colectas de los pastores, pseudo-rabinos no ordenados por una yeshivá autorizada, pseudo morés nojudas y demás elenco de estafadores que captan dinero del público para beneficiarse ellos mismos.

Si desean saber más acerca de la legalidad de los actos de estas comuníquense con las autoridades locales y la oficina de procuraduría estatal más cercana. En el caso de los costarricenses, dichas investigaciones son manejadas por el Ministerio Público adscrito al Poder Judicial.

Nota legal: La información aquí proporcionada posee motivos educativos solamente y no debe de ser considerada como consejo legal, el cual debe de ser dado con base a hechos y circunstancias envueltos en una situación dada. FULVIDA internacional y/o sus subsidiarias y el comentarista no se hacen responsables de la información aquí contenida ni aseguran su completividad o exactitud. 

Isaías 29:13

¿A qué y a quién se refiere el profeta Ieshaiau/Isaías 29:13?

Es sabido que los pérfidos misioneros, (mesiánicos, netzaritas, ebionitas, falsos judíos, caraítas, falsos sefaradíes, supuestos descendientes de tribus perdidas, evangélicos, cualquier otra denominación cristiana similar), entre otros impostores de la fe, andan usando este versículo como un vehículo para promover sus mentiras, confundir, sembrar el caos, corromper, hacer propaganda de la religión rebelde, burlarse de los leales de Dios, entre otras maldades terribles.
Ya desde las páginas del profano “nuevo testamento”, en el evangelio atribuido al poco santo Mateo, se pretende hacer creer que este verso es un ataque profético en contra de los Sabios de la Torá Oral.
¿Será cierto que es una denuncia en contra de los verdaderos Sabios del Talmud, los conocidos como “fariseos”?
¿Será que el profeta de la Verdad, Isaías, realmente amonesta a los Sabios de la Torá y los declara ignorantes, perversos, herejes?

¡Por supuesto que NO!
Es evidente que el profeta Isaías NO está violentando a los Depositarios de la Torá, a los Maestros de la Luz, a los Líderes del Conocimiento Sagrado, a los Guardianes de la Tradición.
¡Nada más lejano a la voluntad del profeta, enviado por Dios, que perturbar el legado de Israel con ataques fantasiosos y poco santos!

Cuando usamos nuestro intelecto (y no la fe de los religiosos vacíos de espiritualidad),
y nos apoyamos en el conocimiento (y no en la vanidad de los idólatras),
y mantenemos nuestro corazón humilde ante la evidencia real (y no inventamos realidades alternativas, de acuerdo a nuestro deseo, como los traficantes de la fe),
y tenemos amor y respeto por Dios (y no hipocresía en todas las dimensiones, como misioneros),
rápidamente comprendemos el significado real y profundo de lo que el profeta quiere enseñarnos en este pasaje.

Ante todo, recordemos que el versículo debe ser entendido en su contexto, tanto literario, como histórico, cultural, temporal, etc.
Por tanto, no es bueno tomar un solo versículo, fuera de todo marco, y con ello pretender elaborar doctrinas, leyes o “teología”. Ese procedimiento aberrante, falto de honestidad, es el que acostumbran a emplear los misioneros, pero no podemos nosotros hacer como esos perversos. ¡Dios no permita!

En su contexto el profeta está hablando de falsos entendidos, de gente que no sabe leer, que no sabe comprender, que no cuenta con la clave para decodificar los mensajes, que son ajenos a la cadena de la sagrada Tradición.
Así pues, no es de los Sabios que el profeta está hablando, sino precisamente de los FALSOS sabios. Gente que son de la patota malquistada de los pastores de iglesia, supuestos rabinos mesiánicos, ilustrados necios que saben manipular los corazones pero carecen de entendimiento sagrado, gente hábil para el negocio de ser pedigüeños y obtener diezmos y otras prebendas pero son incapaces de servir con lealtad a Dios.
El profeta claramente está denunciando a esos religiosos, llenos de ritos, aleluyas, reclamos de diezmos y tributos, ejercitados en levantar la mano derecha y “clamar a Dios”, gente hueca pero astutamente preparada para el negocio de la religión. Gente que es esclava del EGO y por ello ausentes de lealtad a Dios y Sus mandamientos.
Esos que no tienen empacho en hacerse llamar “rabino”, “haham”, pastor, profeta, hombre del Señor, pero que no son más que pobres diablos, con sus almas opacas, sus espíritus encerrados detrás de los ardientes barrotes de las celditas creadas por sus EGOs.
Tal cual dice el profeta:

"Toda la visión será como las palabras de un libro sellado. Cuando lo dan al que sabe leer y le dicen: ‘Por favor, lee esto’, él dice: ‘No puedo, porque está sellado.’
Y cuando dan el libro al que no sabe leer y le dicen: ‘Por favor, lee esto’, él dice: ‘No sé leer.’"
(Ieshaiá / Isaías 29:11-12)

Tú que has pasado por iglesias, que aún estás en alguna de ellas, aunque la llames sinagoga, sabes de qué te estoy hablando.
Ese pastor tuyo, aunque le digas ahora rabino, es exactamente uno de los que está describiendo el profeta.
Es así, gente inculta, obtusa, ciega, carente de toda vitalidad espiritual, faltos de las claves sagradas para conectarse con el texto sagrado, miserables llenos de pecados y orgullo.
Y tú, sí tú, si eres misionero, si eres mesiánico, si eres oveja de esta gente, no eres mucho mejor en lo que a lealtad a Dios y respeto se refieren.
Me da pena decirlo, me molesta sonarte agresivo, pero prefiero parecerlo y no ser cómplice de la maldad, el odio, la rebelión, el caos.
Porque de gente así es de la que está hablando el profeta.
Sean judíos, que se llenan de “jumrot” innecesarias, claramente antagónicas con el espíritu y letra de la halajá.
O sean falsos judíos, esos mesiánicos o similares, que se inventan su propia religión.
O sean los seguidores de falsas deidades, pero que se hacen pasar por personas de Dios.
A todos ellos está señalando el profeta Isaías cuando está denunciando en estos versículos.
A los que no saben leer, porque son ignorantes… cosa que es mala, pero que se empeora al hacerse pasar por entendidos y revelados por Dios.
A los que saben leer, pero carecen de la capacidad de penetrar en el sentido real del texto, porque para ellos permanece cerrado, sellado… cosa que es mala, pero que se empeora cuando se hacen pasar por líderes espirituales, por personas dedicadas al crecimiento integral pero no son más que mezquinos holgazanes muy entrenados en el negocio de estafar con religión a los que les prestan atención.

Lee las palabras del profeta que te he citado. No creas en lo que te digo. No preciso que me creas, sino que leas, entiendas, analices, preguntes, indagues.
Está muy claro.
Es muy sencillo de ver, si es que no tienes tus ojos tapados y tu corazón cegado y tu cerebro entumecido.
Claramente el profeta NO está hablando de verdaderos Sabios, puesto que ellos saben leer, ellos saben penetrar en los sentidos de lo que está expresado.
¡Por algo son verdaderos Sabios!
No lo serían si fueran mediocres pedantes que se dedicaran a mandar a los demás bajo la excusa de que son “grandes”, “pontífices”, “predicadores” y por ello, solamente por sus “titulitos” deben ser admirados y aprobados.
¡Justamente es contra eso que se está levantando el profeta Isaías!
Contra los “doctores en teología” que te vienen a predicar “la palabra”, pero no son más que mentiras, engaños, falsedades, lemas podridos de religión que no tienen un gramo de espiritualidad.
Porque los verdaderos sabios no precisan esconderse detrás de “titulitos”, ni someter a la gente por miedo, ni presionar, ni amenazar, ni silenciar a los que están en divergencia, ni maldecir a los que piensan diferente, ni tratar de “hijos de serpiente” a los que no les dicen “amén” a todas sus estupideces.
Compara a los verdaderos Sabios con gente como el adorado falso dios de la cruz.
Éste maldijo, insultó, agredió, a los que cometieron el “pecado” de pensar diferente a sus payasescas fantasías. Condenó a muerte a los que no siguieran como borregos sus prédicas llenas de vicio y mentira.
Y de acuerdo a ese deplorable modelo han vivido durante dos mil años sus seguidores.
Demuéstrame que es mentira lo que te digo, o por el contrario pon argumentos que lo confirmen. Te invito a hacerlo. No me creas, estudia, analiza, sé leal contigo mismo y con Dios. ¿Eres capaz de dejar de repetir lemas y doctrinas y comenzar a pensar y hacer brillar tu luz espiritual?
¿Eres capaz?
Espero, realmente, que sí… pero el EGO es tan fuerte (en apariencia). Las doctrinas se te han implantado tan profundo. Te han sometido a tanta manipulación emocional y vejamen, que en el fondo dudo que puedas salir a la libertad, romper las cadenas con la religión, ser libre para ser obediente para con Dios.

Entonces, llega el profeta al verso que nos convoca y dice:

"Dice el Señor: ‘Por cuanto se aproximó este pueblo, con su boca y con sus labios Me honró, pero su corazón se alejó de Mí; y su reverencia a Mí es un precepto de personas, tal como han sido entrenados."
(Ieshaiá / Isaías 29:13)

¿No es exactamente lo que te describí líneas más arriba?
Gente que se llena la boca de aleluyas y amén.
Dicen la palabra “dios” cada dos palabras.
Repiten con fidelidad estéreo pasajes de la “biblia”.
Saben de memoria todas las respuestas prefabricadas que demuestran “la verdad” de su religión.
Cumplen con religiosa precisión los ritos de sus dogmas.
Son incapaces de dudar, puesto que si dudan se van al infierno.
Son paralíticos a la hora de caminar por un camino propio, sino que marchan lisiados por donde su pastor les marque… al ritmo del pastor.
Sí, sus bocas están llenas de clamores e invocaciones, de versículos y “tejilim”, pero en lo profundo están secos.
La religión mató al espíritu.
El EGO marchito la conexión con Dios.
Sus corazones no están con Dios, aunque hablen de Dios a cada rato.
Sus dogmas no son puras, aunque digan que son “bíblicas”.
Su fidelidad a sus líderes no es lealtad a Dios, sino a hombres.
Sus enseñanzas parecen muy bellas, muy beneficiosas, muy espirituales, pero solamente son apariencias.
Ellos no aman a Dios, no lo respetan, sino solamente viven tal y como les enseñaron.
Son entrenados y así viven.
Son amaestrados y amancebados y así continúan.
No analizan, no cuestionan, no critican, no piensan, no razonan, solo cumplen lo que sus pastores les dicen, lo que en sus casas les enseñaron.
Tienen fe, para ellos es suficiente.
Y eso es absolutamente lamentable.
Su fe es una ofensa.
Sus dogmas rebelión.
Su religión es la pornografía de los sacro.
Corrupción abunda en sus negociaciones.
Aunque hagan cosas buenas, no las hacen por bondad, sino porque eso les han inculcado, temen romper el molde, temen las consecuencias, se dejan llevar por temor.
Son cáscaras, máscaras de cara bondadosa, pero dentro es un oscuro hogar lo que impera (ver aquí).

Por supuesto que para aquellos que conocen a los Sabios les es evidente que es imposible que el profeta se refiriera a ellos con estos términos.
Nadie llegó al grado de Sabio de la Torá por ser hipócrita, por ser religioso, por ser de doble cara, por ser un holgazán astuto en comerciar y manipular.

Los verdaderos Sabios, los “fariseos”, eran maestros de Torá por mérito propio, adquirido y sostenido con estudio, esfuerzo, dedicación, lealtad total a Dios, cumplimiento dedicado de Sus mandamientos, honestidad, integridad, capacidad de interrogar y responder, entre otros atributos que hacen de una persona que sea admirable realmente.

Concluyamos con las palabras del excelente Malbin:

"Dice el Señor: ‘Por cuanto se aproximó este pueblo", ellos piensan que con tales afirmaciones se aproximan a Mí y se acercan a Dios, a causa de que magnifican y adoran la Palabra de Dios que está más allá del alcance de cualquier ser humano, pero en realidad "sólo su boca y sus labios me respetan", precisamente con esto es que ellos distancian su corazón de Mí.
Porque creen que haciendo esto están cumpliendo con el mandamiento de Dios y Sus enseñanzas, como si todo fueran actos externos sin pensamiento ni intención. En su opinión son cuestiones materiales sin nada más, no hay intelecto ni ciencia en ellos.
Así ocurre que "su reverencia a Mí” es meramente “un precepto de personas", que es resultado del "ser entrenados así" y están acostumbrados, esto es que se han acostumbrados desde su infancia y es su costumbre sin intención y sin pensamiento. Saben que son los mandamientos de Dios, pero no los hacen porque los ordenó Dios, sino porque así les inculcaron sus padres y sus antepasados, y hacen sin saber el sentido sino porque así fueron entrenados a practicar. Por medio de estas acusaciones el profeta pretende que el hombre no solamente cumpla con los mandamientos, sino que también estudie y comprenda el sentido de ellos, profundice intelectualmente en sus acciones.

Pasión deportiva

Confieso, no soy fanático de ver deportes, aunque sí de dedicar bastante tiempo al ejercicio físico (integral).
Alguna que otra vez fui a partidos de fútbol, también de básquet, creo que no más… ¿algún tramo de Fórmula 1 por TV?… sí, en un par de ocasiones concurrí al espectáculo de los Harlem Globetrotters.
Me resulta insufrible ver partidos de fútbol en la TV, cuando en los noticieros se pasan minutos y más minutos con los deportes me duermo…
En fin… creo que se comprende el punto.

A mí me cuesta bastante ponerme en el lugar de los que están sumergidos en ver partidos de fútbol, cada canal deportivo, revistas, suplementos de diarios, programas radiales, controversias en bares, apuestas, me cuesta bastante…
Ese fanatismo, esa dedicación, esa inmersión por completo en la pantalla constantemente verde de sus televisores, los relatos afónicos de partidos de países desconocidos, cuadros ignorados, nombres imposibles de pronunciar…
Se saben quién, en cuál cancha, de tantos goles, la delantera y la mejor defensa, el DT, etc., y me cuesta tanto entenderlo…

Navegan por la Red buscando goles, resultados, tarjetas, expulsados, contratados. Goles en Youtube, pases extraños, anécdotas, viejas glorias, golpizas, llantos, sublevaciones, victorias heroicas, pasan días y días y días consumiendo con pasión eso que para ellos, los fanáticos, es tan importante, incluso pareciera más que la vida, que su familia, que sus tareas, que cualquier otra cosa.

¿Eres tú uno de ellos?
¿Es alguno de tu familia o amigos?
¿Los conoces?
¿Los padeces?
¿Los disfrutas?

Esos simpáticos, o insoportables, Homeros Simpson, que se la pasan consumiendo deporte a la par de cervezas, bocaditos, golosinas, sofás, tiempo que desaparece en la nada misma…

Alguna vez le dije a alguno de estos consumidores deportivos que llegado el momento, cuando pasase a mejor vida, que no estaría picado y molesto por no saber quien ganaría el próximo mundial, ni sería relevante quién jugó en la delantera de Peñarol del ‘66, ni el nombre de la abuela de Cascarilla Morales. Tristemente me equivoqué… pues uno de aquellos fanáticos murió a muy joven edad, de una terrible enfermedad, y en su lecho agonizante aún conversaba con pasión –la escasa que su cuerpo consumido le permitía- de viejas historias y anécdotas de fútbol…
Se fue, al próximo mundo (o a la nada, según él), se fue y en su corazón aún ardía la llama –para él sagrada- del fútbol…
¿Cómo entenderlo?

Por otro lado, están los que durante 3 días se desconectaron por completo de estas distracciones banales.
Desde un poco antes de la puesta del sol que daba fin al año 5771 hasta la aparición de las tres primeras estrellas medias del sábado siguiente, por Rosh HaShaná y el Shabbat subsiguiente, no se conectaron a internet, no vieron TV, no leyeron diarios, no escucharon radios, no fueron a bares, no fueron al trabajo, no fueron a canchas, nada de eso.
Como si el mundo se hubiera convertido en un lugar lejano, al mismo tiempo que pleno.
Se dejó de lado todo lo que no fuera la santidad de estos días, el momento del juicio, cuando se presentan balances, cuando se proponen objetivos, cuando se decreta en lo Alto acerca del año que comienza.
Si las bombas no caen sobre uno, podría haber empezado la Guerra Mundial Final, pero ni se enterarían.
Fue el Iom HaDin, el Día del Juicio, ¿qué le importaba al inmerso en su significado si Nacional ganó o sigue de mala racha, si el Barcelona contrató a Forlán o no, etc?
Son días tremendos, llenos de plenitud para el que está interiorizado en ellos: la vida o la muerte, la pobreza o la riqueza, la salud o enfermedad, el sosiego o la ruina, cosas en verdad fundamentales son las que están en “juego” en el día del Juicio, es lo que se estaba decidiendo, ¿quién puede tener tiempo o energía para pensar acerca de una pelota y unos tipos correteando detrás?
De hecho, no importaba, cuando usted realmente piensa que el fútbol es una tontería, es un juego que en realidad no tiene ningún valor intrínseco.
Aunque los enfermos por la afición me contradigan, aunque con un pie en la tumba sigan aferrados a su ídolo querido, aunque la FIFA y sus similares sigan siendo multinacionales súper poderosas, en los hechos, eso es nada, aire, sobras, sombras, falsedad…

Si, como aquel amigo mío creía, al morir volvemos a la tierra y no existe de nosotros más nada: ¿de qué valió el tiempo y energías consumidos por la pasión?
Si en verdad vamos a otro mundo, uno en el cual impera la verdad: ¿cuál es el valor del tiempo y energía desperdiciados en esta pasión?

Claro que si lo tomamos como pasatiempo, si nos ayuda a relajarnos y aliviar un poco la tensión, entonces está bien, es positivo, está en función de un objetivo final elevado y trascendente.
Si somos nosotros los que practicamos el deporte, excelente, es bueno para la salud multidimensional.
Si lo hacemos para compartir con otros, de manera divertida, respetuosa, etc., bienvenido sea.
Si es un hobby que no nos consume en vida, perfecto.
Pero cuando se enajena la vida por esta pasión, cuando se vuelve importante en sí mismo, creo que es hora de respirar profundo y tomarse un descanso.
Evaluar qué es lo que estamos haciendo, y que nos estamos perdiendo.
Cuántos desperdiciamos en esta pasión y qué cosas realmente valiosas estamos degradando por ella.

Es muy fácil dejarse atrapar por el deporte profesional y es un negocio que mueve miles de millones de dólares, por lo que los “dueños” lo toman muy en serio.
Sabemos que hay personas que, literalmente, viven y son capaces de morir y matar por sus equipos.
Es una poderosa industria, que crea sus recursos para continuar enviciando a más y más, para de esa forma seguir generando millones en dividendos por segundo.

¿No sería muy bueno tomarse tres días para desconectarse de estas pasiones?
¿Tú qué crees?

¿Tú mandas en tu mente?

Imagina a un elefante rosado con un hombre ebrio encima.
Visualízalo bien, con detalles.
Repite mientras lo haces: “Veo un elefante rosado con un hombre ebrio encima”.
Velo pero favor, encuentra los detalles de esa imagen.
Hazlo hasta que lo tengas definido claramente en tu mente, luego continúa leyendo.
Gracias.

Ahora, tómate un par de minutos de descanso, haz otra cosa, no sigas leyendo esto, ocúpate en algo, solo un par de minutos y luego continúa leyendo lo siguiente.

Siéntate en algún sitio tranquilo ten a mano papel y lápiz.
Ordénate que por los siguientes cinco minutos por tu mente no cruce la imagen de un elefante rosado con un hombre ebrio encima.
Quédate ahí sentado, sin hacer nada, solamente viendo el reloj hasta que pasen los cinco minutos que te he pedido.
Recuerda, no pienses en el elefante rosado con un hombre ebrio encima.
Si pasa por tu mente, aunque solo sea fugazmente, haz una marca con tu lápiz en el papel que tienes a mano.
Con que aparezca alguno de los elementos de la imagen, o alguna de las palabras asociadas directamente, ya es suficiente para rayar una marca en el papel.
Gracias.

Ahora, ya han pasado los cinco minutos.
Quisiera que contaras cuantas veces pasó por tu mente la imagen que debías no recordar, no visualizar.
¿Puedes hacerlo y luego compartir con nosotros el número? Aquí debajo, en la zona de comentarios, tienes para hacerlo. Gracias.

Supongo, pues es lo que los estudios científicos (Wegner et al., 1987) indican, que tienes más de una marca en tu papel.
¿No es así?
Sí, seguramente que sí, son pocos los que logran expulsar de su mente la imagen que debe ser bloqueada.
Pero… ¿cómo puede ser, cómo se atrevió a aparecer ese oso payaso en tu hogar si te ordenaste no pensar en ello?
Qué… ¿acaso no eres el dueño de tu mente, de ti mismo, que no puedes poner un poco de orden en tus pensamientos por cinco minutitos?
Vamos… intenta dar justificaciones… por favor, déjate llevar por tu impulso “natural” de elaborar alguna excusa. Está bien, quisiera que la compartieras como comentarios aquí debajo. Vamos… justifica que el intruso cruzó por tu mente, fugaz o persistentemente, y tú no tenías poder para someterlo a tus órdenes.

Si eres de los pocos, poquísimos, afortunados que REALMENTE expulsaron la imagen intrusa de su mente, te pido que por favor también nos lo compartas y si quieres nos dices cómo lo lograste, qué método o técnica usaste para ello. Gracias.

Ahora, dejemos a un costado esta experiencia y veamos juntos un poquito qué puede haber sucedido y de paso responder a sí eres tú quien manda en tu mente.
Acompáñame.

Es frecuente que quieras despejar tu mente de ciertos recuerdos o pensamientos, por ejemplo cuando giras en tu cama sin poder dormir porque aparecen una y otra vez pensamientos intrusos. O cuando no te puedes despegar de ciertas imágenes que te desagradan, aunque haces el esfuerzo para borrarlas de tu pantalla mental. O aquellas veces que te salta la duda de si apagaste la cocina, cerraste la puerta, dejaste todo limpio, etc. y no puedes relajarte y enfocarte en otra cosa hasta que vas y compruebas una y otra vez lo que te pone dudoso. O tal vez sean esas creencias que desde muy pequeño te han inculcado, sobre dioses, salvadores, infiernos, maldiciones, moralina, etc., que ahora vez claramente que no son más que un cuento espantoso y manipulador, pero que sin embargo te siguen persiguiendo y acosando como si fueran poderosos y reales. O cuando te propones hacer tal o cual dieta para bajar de peso, y no paras de suspirar por esos postres, anhelar esas golosinas, soñar despierto por aquellos bocadillos, te invaden los pensamientos y deseos por comida, justo ahora que estás en medio de una simpática dieta para dejar de ser gordo.

Esta disputa mental, entre pretender bloquear un contenido y su insurgencia, no es un hecho trivial, inocuo, sino que puede incluso emporar la situación que se intenta evitar recordar, pensar, fantasear, etc.
En parte por la ansiedad y/o angustia de vernos sometidos a la impotencia de ni siquiera tener el mando sobre nuestra mente, sobre nosotros mismos.
En parte por desgastarnos en combates que resultan en fracasos, que consumen energía, recursos, que podrían ser empleados en direcciones más beneficiosas.
En parte porque el motivo que nos llevó a querer bloquear esa imagen sigue latente, operando, vigente, trayendo a la mente contenido que nos resulta ingrato, el cual tememos o repudiamos o simplemente queremos mantener por fuera de nuestra vida.
Todas estas, entre otras causas, son las que van engrosando el sentimiento de fatiga, de falta de éxito, de pesar, etc.

Resulta paradójico quizás, pero las personas que no hicieron esfuerzos para evitar las imágenes, fueron atravesados por ellas en menos oportunidades, con menos rigor e intensidad.
Es como si la batalla por suprimirlas hiciera que se fortalecieran.
De hecho, así lo indican los estudios científicos al respecto.
Cuanto más luchas por ocultarlos, por hacerlos invisibles, más poder tienen, con más frecuencia se introducen, más difícil es alcanzar el “control”.

Profundizando más, se constata que son las imágenes cargadas emocionalmente las que más empujan por sobresalir a los intentos por bloquearlas mentalmente.
Como si en la batalla de emociones censuradas y pensamientos censuradores, éstos últimos tuvieran las de perder.
Podría parecer sorprendente, pero luego de tantos años de compartir juntos nuestros conocimiento de CabalaTerapia, no lo es tanto.
Las emociones son el motor, el pensamiento el timonel.
Pensamiento sin emoción, es quietud de muerte, petrificarse, rigidez, actitud estática, silencio de sepulcro.
Emoción sin pensamiento, es caos, movimiento sin dirección, agitación, barullo, una multicolor feria desordenada.
Necesariamente la persona debe encontrar la armonía entre sus dimensiones, dejar de luchar entre sí, descubrir que es imposible controlar todo y que al desesperarse por controlar todo más se hunde en el descontrol. Ni una punta, ni la otra, la armonización, el aceptar el surgimiento de recuerdos o imágenes molestas o pesarosas sin desmoronarse por ello, aceptando, fluyendo con la corriente que pasa y no puede ser detenida.

La buena noticia es que cuanto más se consigue evitar enredarse con los pensamientos intrusos, cuanto menos se pelea, cuanto más uno se entrena a “dejar ser” sin ponerse en pie de guerra para evitarlo, entonces resulta que la imagen intruso se va descolorando, se va desvaneciendo, va quedando en el olvido (Trinder y Salkovskis, 1994).

¿Extraño?
Cuanto más te esfuerzas por vencer, más energía gastas en taparlo debajo de la alfombra, entonces menos triunfas.
Cuanto menos energía le dedicas a negar su existencia, sino simplemente lo ves, lo pones en su cajoncito, sigues en lo tuyo, entonces más triunfas en evaporar lo que te hace daño desde dentro.

Vamos, si dejas la basura tirada en el piso, te tropiezas con ella a cada instante.
Si la metes debajo de la alfombra, allí abulta y no la puedes perder de vista, y te tropiezas con ella nuevamente.
Si sueñas con ordenar tu casa, fantaseas con un hogar pulcro, prometes que el lunes harás la limpieza general, pero no te quedas más que en palabras vacías, la mugre seguirá acosándote.
Pero si te tomas el mínimo esfuerzo de barrerla y colocarla en el tacho de desperdicios, deja de ser un problema palpitante y se diluye.
Un mínimo de energía constructivamente empleada es lo que se requiere para que el monstruo deje de entrometerse sin permiso y deje de provocar desbarajustes cada vez peores.
Es decir, no luches, no te concentres en olvidar, no huyas de reconocer que allí está, porque no consigues perderlo en el camino si haces cualquiera de estas cosas. Date cuenta, ubícalo en su cajoncito, dedícate a vivir, listo.

Entonces, si quieres dejar de fumar, no te impongas el no pensar en cigarro, está demostrado que eso aumenta el deseo de fumar (Salkovkis & Reynolds, 1994).
Piensa en fumar, si eso te viene a la mente, no luches contra la idea, no te sientas culpable por el surgimiento de tal idea, reconoce que allí está y que es normal (eres un adicto en proceso de recuperación), simplemente no lo hagas (no fumes).
Lo mismo para la dieta para adelgazar, seguro te vendrá a la cabeza comida, comida, comida. No luches, no te desesperes, no dejes todo por un pensamiento o dos o mil que no te dejan en paz, simplemente tenlo en cuenta, sabe que eres un gordito que está en tratamiento de reducción de peso, ve a la imagen cruzar tu mente, pero no comas de más y sigue tu plan de ejercicios saludables.

Otra cosa, pon las ideas en positivo, no en negativo.
Más arriba, adrede había dicho del que quiere mantener su diera para no ser gordo, recién dije para adelgazar, pero también se podría decir “para estar en buen peso y saludable”.
¿Cuál te parece que es la expresión que más ayuda a tener el control apropiado (en lo que puedes) en tu pensamiento?

A partir de las pautas anteriores:

  • no luchar,
  • prestar atención un momentito y luego guardar en el cajoncito,
  • proponer en positivo,

agregamos:

  • enfócate en otras actividades.

Si te quedas ocioso o en lucha interna contra un recuerdo/pensamiento insurgente, entonces estás dejando a disposición del enemigo mucha energía que se revertirá en tu contra.
Pero cuidado, que no sea una trampa al solitario.
Si uno trata de distraerse intencionadamente de un pensamiento intrusivo, para lo cual se llena conscientemente de otros pensamientos, está escondiendo la mugre bajo la alfombra.
Esto provoca que el proceso inconsciente sea estar alerta, con un ojo puesto a ver si el método es efectivo o no, por lo cual, se está aguardando constantemente a que el pensamiento evitado reaparezca, por lo cual, aparece.

Por ello, no es bueno para la meta deseada el negar la presencia de lo que está y no se desea que esté.
Por más que hundamos con fuerza el pensamiento intrusivo, éste hará la fuerza para emerger más fuerte que antes.

No luchemos, no protestemos, no nos amarguemos, no neguemos, no nos hagamos los distraídos.

Entonces, tú que estás en camino de recuperación, de salir de la idolatría, de la droga, de la infidelidad, de la mentira, de la pereza, de lo que fuera, no pretendas ignorar las ideas que aparecen.
Volverá a tu mente cosas como “en el nombre de Jesús”, te estremecerás al recordar tus tiempos en la congregación de idólatras, volverán a surgir cosas que no son positivas, no te desanimes, no te dejes caer en la desesperación, no regreses a la cueva de los ladrones de la fe, no te sientas infiel a Dios, no te creas malo, no pelees contra esos malos recuerdos… déjalos ser, ellos están ahí, y no sabemos cuánto tiempo seguirán estando. Lo que sí sabemos es que obtienen fuerza de tus esfuerzos por quitarlos de en medio. No luches, no les des energía.

Espero tus comentarios, todo mi cariño para ti.
A construir shalom siempre…

¿Quien siembra Odio?

Shalom, Amigos y Feliz 5772 para todos, quiera El Eterno bendecir este año sus vidas y la obra de sus manos con abundancia de bienestar.

  Me he topado en internet con una serie de comentarios llenos de odio y descalificacion en contra de nosotros los Noajidas y de los Judios, a los noajidas nos llaman secta (Incluso vi algunos terminos peyorativos en contra de Moré y estas paginas) y a los Judios los agreden tambien, no repetire esos comentarios ya que no vale la pena y seria muy ofensivo el colocarlos aqui, pero si pretendo hacer un corto analisis de estas actitudes sin fundamento y basadas en apreciaciones equivocas, ¿Quien Siembra y a sembrado odio desde siempre? ¿A quien hemos visto en la prensa y la television generando odio y rencor? ¿al pueblo Judio?, ¿A los Noajidas conscientes de su identidad?, ¿A Moré o a algun Rabí Verdadero? NOOOOOOO y NOOOOOO, pero si he visto a bastantes representantes de iglesias cristianas de diversas denominaciones vociferando en TV en contra de Judios y «Religiones judaisantes» (asi llaman al Noajismo) y por supuesto he visto a representantes extremistas arabes no solo vociferando sino llevando a cabo masacres en nombre de diversas «causas» incluida la de palestina, donde por cierto Israel lo unico que ha hecho es defenderse de las agresiones y muchas veces ni eso por causa de la presion internacional Hipocrita, es facil acusarnos de sembrar odio porque aqui decimos la verdad sin temor y sin disfraces, pero no dicen que la peor siembra de odio es mantener a miles de personas en el mundo engañadas y adormecidas con el veneno de la religion y la fe mercantilizada, es peor siembra de odio enseñar a seguir a un dios falso para hacer ir a la persona en contra de si misma, pues ya basta, aqui decimos las verdades sin disfraces y lo seguiremos haciendo, Dios no es y esta muy lejos de parecerse a toda esa basura e inmundicia pestilente que promulgan las religiones creadas por el hombre especialmente las cristianas y mesianicas, Dios no necesita que mates a nadie ni a ti mismo para serle fiel, Dios no necesita que tu como Noajida te involucres con rituales o hagas señas extrañas para que le demuestres tu lealtad, Dios solo quiere de ti como Noajida que vivas una vida plena, honesta, respetando las 7 y sembrando Shalom, esa es nuestra mision y nuestro cometido aqui, eso si pero siempre sin temor a la verdad.

Como ganarse El cielo. Solo para malversadores.

Uno de los problemas que encontramos en las obras que son producto del plagio es que son hechas por hombres que  no respetan la propiedad del autor. Es el caso de una fabula literaria que ha perjudicado a grandes multitudes durante cientos de generaciones, generación tras generación en todos los pueblos, se trata del mal llamado nuevo testamento. Con muy mala calidad literaria y peor intención, en sus páginas se mezclan medias verdades con mentiras puras, con tono de solemnidad de iglesia, al final todo resulta ser un veneno falaz pero muy efectivo, aplicado con el rigor de la espada del imperio que sustenta esa mentira. Pero como picardía siempre sale, y es para delatar al que sin permiso se apropia de lo ajeno, uno de los supuestos autores de esta obra macabra devela la verdadera calidad de los hombres detrás del escenario. Así podemos encontrar el siguiente pasaje: Lucas 16: Parábola del mayordomo infiel:  1 Dijo también a sus discípulos: Había un hombre rico que tenía un mayordomo, y éste fue acusado ante él como disipador de sus bienes.  2 Entonces le llamó, y le dijo: ¿Qué es esto que oigo acerca de ti? Da cuenta de tu mayordomía, porque ya no podrás más ser mayordomo. 3 Entonces el mayordomo dijo para sí: ¿Qué haré? Porque mi amo me quita la mayordomía. Cavar, no puedo; mendigar, me da vergüenza.    4 Ya sé lo que haré para que cuando se me quite de la mayordomía, me reciban en sus casas.    5 Y llamando a cada uno de los deudores de su amo, dijo al primero: ¿Cuánto debes a mi amo?     6 Él dijo: Cien barriles de aceite. Y le dijo: Toma tu cuenta, siéntate pronto, y escribe cincuenta.     7 Después dijo a otro: Y tú, ¿cuánto debes? Y él dijo: Cien medidas de trigo. Él le dijo: Toma tu cuenta, y escribe ochenta.     8 Y alabó el amo al Mayordomo malo por haber hecho sagazmente; porque los hijos de este siglo son más sagaces en el trato con sus semejantes que los hijos de luz.     9 Y yo os digo: Ganad amigos por medio de las riquezas injustas, para que cuando éstas falten, os reciban en las moradas eternas.     10 El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto.     11 Pues si en las riquezas injustas no fuisteis fieles, ¿quién os confiará lo verdadero?     12 Y si en lo ajeno no fuisteis fieles, ¿quién os dará lo que es vuestro?.

En verdad que es fácil entender por que son tan populares entre algunos políticos estos escritos, y por que estan dispuestos a todo por defenderlos. Es así que he encontrado, desde mi óptica personal, una explicación a la longanimidad de los Estados que hacen aportes generosos a esta religión, en todas sus ramificaciones. De manera que cuando un administrador del erario público quiere ser fiel en las riquezas injustas (producto del robo) da una buena tajada al tesoro y al bolsillo del jefe de la congregación para ganarse su ingreso a las moradas eternas. Imagino que debe ser un problema para los teólogos desentrañar el sentido oculto de estas expresiones tan profundas; pero deberían consultar con las almas acostumbradas a los profanos quehaceres, para ellos la respuesta es clara: Cuando robes comparte, y el que parte y comparte se queda con la mayor parte, de paso se hace de buenos amigos que tienen influencias allá arriba y aquí abajo también. A buen entendedor pocas palabras.     

 

 

 

 

 

 

 

38 años con el brazo levantado

El sujeto de la imagen abandonó su vida social-material en 1970. Recunció a su empleo, a su familia y a sus amistades para rendirle culto a su dios, o más bien a su idea de lo que según él es dios.

Ha mantenido su brazo levantado como señal de fidelidad a su deidad. Es triste ver esto, pero es más triste ver cómo algunos lo han interpretado:

Algunos afirman que se trata de personificar un estandarte de paz y disciplina, mientras que otros aseguran que el acto de inmovilizar su brazo representa una tajante separación de los placeres mortales.

Está demas decir que el brazo de este hombre no es sino un trozo de hueso y carne inservible.

Es una pena que la religión sea capaz de dañar a la corona de la creación volviendolo inservible. No dista mucho de la gran falta de uso de cerebro por parte de aquellos gentiles que andan en pos de Torá, Cabalá, Hebreo o Conversión.

Por un noajismo puro.

Resp. 1023 – ¿Ladron que roba a ladron?

Pakirri nos consulta:

1- ¿Seria valido desde la perspectiva de las 7 leyes, cobrarse lo que le hayan robado a uno, cuando no es posible acudir a un tribunal?
2- ¿Es valido engañar a una persona que te puede robar?
3- ¿Engañar a una persona que te esta engañando?
4- ¿Y si la persona, potencia ladron, resulta un familiar?

Disculpe si ya se ha tratado el tema antes, pero creo que se merece tratar a mas profundidad.
Pako Moreno, 33, Vendedor, Monterrey, Mexico.

Seguir leyendo Resp. 1023 – ¿Ladron que roba a ladron?