Archivo de la categoría: Despertando al projimo

¿Cree que podrá vivir así?

Alejarse del mal

y no hacerlo

y pedir consejo a quien pueda dárselo

y estudiar lo que le corresponde y añade

y hacer el bien

y disfrutar de lo permitido

y no atormentarse con ideas que no sirven de nada

y destruir las creencias erróneas

y compartir con la gente que quiere

y poner limites coherentes a sus niños

y ayudarlos a crecer

y darles tareas para hacerlos responsables al tiempo que se sienten poderosos

y ser compasivo

y ser creativo

y tratar de no dar excusas

y emplear la Comunicación Auténtica

y no permitir que el malvado se aproveche de usted

y no ser misericordioso con el malvado

y hacer TESHUVÁ

y conversar con el Padre Celestial directamente, con franqueza, usando la Comunicación Auténtica

y ser agradecido

y no reaccionar desde el EGO

y hacer que la gente que está a su alrededor se sienta respetada y apreciada

y respetarse, cuidarse, amarse

y hacer su parte en la tarea que tiene asignada;

¿cree que podrá vivir así?

A ti que te gusta tanto la religión

La religión NO es camino espiritual, sino una construcción social basada en el EGO.
Está diseñada para mantener al hombre en estado de impotencia, sometido, esclavizado, atontado, engañado, aparentando la vida espiritual y por eso apartado de ella.
Cuantas más limitaciones absurdas, más prohibiciones agobiantes, mayores amenazas terribles, más miedo y represión, es como mejor sirven a su finalidad esclavista. Aunque parezca extraño, los acólitos son más fanáticos y leales cuanto más enajenadas y prohibitivas sean las imposiciones religiosas.
Esto lo conocen, o intuyen, los clérigos de todas las religiones, por lo cual hacen uso y abuso de las herramientas del EGO para seguir ostentando su falso poder por medio de enajenar el poder de sus rebaños.
A veces el engaño es más complejo, porque otorgan libertades extremas, dejan libre al ser para que se desate a gusto pero al final siempre habrá tropiezo, impotencia, desesperación, angustia, culpa y por tanto caerá todo el peso del EGO para entrampar a su víctima.
La religión, cualquiera de ellas, es una trampa.

Noajismo y judaísmo NO SON religión, sino modos de vivir la identidad espiritual que corresponde por Voluntad Divina de cada uno.
Pero, tristemente hay multitud de personas que confundidas llevan a esta conexión sagrada los modismos, rituales, lenguaje, pensamiento, doctrinas propias de religiosos. Entonces, verás masas de gente que hace del judaísmo y/o del noajismo una feria religiosa, con todas las cadenas abusivas, restricciones fuera de contexto, palabrería, misticismo, ritualismo, legalismo impropio a la Ley, fanatismo, irracionalidad, promesas mentirosas, fantasías de súper control, e incluso hacer del Eterno un dios más, un monigote como si fuera una deidad falsa.

Porque, el EGO en su escasa potencia igualmente se las ingenia para ser poderoso.
¿Qué mejor manera de adoctrinar que hacerse pasar por santo?
Entonces, vemos gente disfrazada de lo que no es ni debe ser, predicando con apariencia de santidad doctrinas que son absurdas, prometiendo la magia universal a cambio de ciertos pactos, insistiendo que la fe es la clave para la salvación, promoviendo ideas y vivencias que se presentan como sagradas y en verdad son mentira y estafa.
Y sin embargo, prosperan y se extienden como un rápido cáncer.
La gente los aplaude y elogia, compran sus libros y comparten sus clases, crecen en poder y son aprobados por doquier.
Cuando, en verdad, en la triste verdad, solamente comercian y abusan; confunden y van liquidando de a poco el poder y la eternidad de aquellos que les siguen.
Y esto no es algo reciente, no tiene la culpa la New Age y sus tonteras absolutamente peligrosas.

Por ello, tenlo bien en claro: NO a la religión, en todas sus caras y caretas. Tanto la politeísta como la monoteísta, la endulzada como la monástica, la bochinchera como la silenciosa, la que usa simbología judía como la plagada de paganismo. De todas ellas apártate ya.
De esa manera, estarás preservando tu vida del mal.

Pero, SÍ a la espiritualidad, como ella es en verdad. Es decir, conocimiento de los mandamientos que aplican a cada uno, conducta adecuada a ellos, en lo que pudiera resumirse como una constante construcción de Shalom por medio de acciones de bondad y justicia.
El resto, el bailoteo, memorizar versos, repetir como lelo palabras de “sabios”, congregarse a aplaudir como descerebrado, dar dinero a mansalva a gente disfrazada, estudiar textos “religiosos” que Dios no solicita (y dudosamente apruebe), sumergirte en rituales que no te pertenecen, obligarte a acciones que no son parte de tu diera espiritual, entre otras conductas deben ser evitadas por completo.
¿Es lo que yo, un humilde maestro, enseño?
¿Es una idea revolucionaria de este modesto maestro?

Los profetas de la Verdad, aquellos del TANAJ (el mal llamado “Antiguo Testamento”) no se cansaban de decirlo, una y otra vez. Similar mensaje, casi idéntico.
Permíteme que en esta oportunidad te cite a Irmiá, en una parte de uno de sus capítulos:

«La palabra del Eterno que vino a Irmiá [Jeremías], diciendo:
(2) ‘Ponte de pie junto a la puerta de la casa del Eterno y proclama allí esta palabra. Diles: Oíd la palabra del Eterno, todos los de Yehudá [Judá] que entráis por estas puertas para arrodillaros ante el Eterno.
(3) Así ha dicho el Eterno de los Ejércitos, Elohim de Israel: Corregid vuestros caminos y vuestras obras, y os dejaré habitar en este lugar.
(4) No confiéis en palabras de mentira que dicen: ‘¡Templo del Eterno, templo del Eterno! ¡Éste es el templo del Eterno!’
(5) Porque si realmente corregís vuestros caminos y vuestras obras, si realmente practicáis lo justo entre el hombre y su prójimo,
(6) si no oprimís al forastero, al huérfano y a la viuda, si no derramáis sangre inocente en este lugar, y si no vais tras dioses ajenos para vuestro propio mal,
(7) entonces os dejaré habitar en este lugar, en la tierra que desde siempre y para siempre di a vuestros padres.
(8) ‘He aquí que vosotros estáis confiando en palabras de mentira que no aprovechan.
(9) Después de robar, de matar, de cometer adulterio, de proferir falso testimonio, de ofrecer incienso a Baal y de ir tras dioses ajenos que no conocisteis,
(10) ¿vendréis para estar delante de mí en este templo que es llamado por Mi nombre y para decir: ‘Somos libres’ [para seguir haciendo todas estas abominaciones]?»
(Irmiá / Jeremías 7:1-10)

A tantos se aplican en la actualidad estas palabras.
Los vemos abundar en nuestro entorno, por las redes sociales, tal vez incluso en el espejo.

Por ello, vive como constructor de SHALOM, con una actitud y conducta constante llena de pensamientos/palabras/acciones de bondad y justicia.
Cumple tu parte, la que te corresponde.
Sé feliz.

Apuros que matan

Si la mujer (Eva) hubiese esperado un poquito, la humanidad hubiera obtenido el derecho a comer del árbol del conocimiento, del bien y del mal.
Pero la mujer se dejó llevar por buenas intenciones, se apuró, provocó que el otro tropezara y listo… para afuera del huerto del Edén y a soportar todo tipo de dramas.
Sin tan solo hubiese tenido paciencia y acatado el orden, pero no…

Sarai y Avram tenían la promesa directa de parte de Dios de que serían padres y muchos descendientes provendrían de su estirpe.
Pero, Sarai se apuró y ofreció a su marido que tuviera hijos con su criada, la egipcia.
Da esa relación surgió Ishmael, del cual proviene la rama revoltosa e incordiosa que agrede, manipula, extorsiona, asesina, decapita, esclaviza, abruma, humilla, compra fidelidades con sus petrodólares, atenta contra la paz, se hace pasar por víctima, demanda respeto sin hacerlo con otros, viola, atormenta, exige que los “infieles” sean eliminados o los fuerza a su religión, conquista, patotea con su imperio…
¡Sarai, sin tan solo hubieses esperado a que se cumpliera la promesa Divina en lugar de inventar trucos para lograrla!
Cuán diferente sería nuestro mundo, ¡cuánto!

Errores que se repiten…

Dios le dice a Avram: «Vete (solo) de tu tierra, de tu patria y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré» (Bereshit / Génesis 12:1), pero resulta que: «Avram [Abram] tomó a Sarai su mujer, a Lot su sobrino y todos los bienes que habían acumulado y al alma que hicieron en Jarán [Harán]; y partieron hacia la tierra de Canaán. Después llegaron a la tierra de Canaán» (Bereshit / Génesis 12:5).
Marchó acompañado por montón de personas, lleno de bienes y con un destino marcado (por sus ideas y pasado), el cual era la tierra de sus antepasados hebreos (la que conocemos como Israel).
Cuando debía ir solo, despojado, confiando únicamente en la brújula del Eterno que le indicaría la tierra en la cual asentarse.
Por ello Dios le dice rigurosamente: «A tu descendencia daré esta tierra.» (Bereshit / Génesis 12:7).
Es decir, la tierra y las promesas del Eterno no era para todos esos seguidores, los “abramistas” que iban con él (noájidas plenos, que llegaron a la conciencia y dedicación gracias a Avram); sino para la nación judía, que nacería siglos más tarde.
De cierta forma le estaba indicando expresamente el Eterno que Avram estaba actuando según su criterio y no de acuerdo a lo que Él estaba ordenando que hiciera, lo cual podría conducir a problemas.

Luego, hay un conflicto territorial entre sus empleados y los de su sobrino Lot.
Avram debiera haber explicado su patrimonio territorial, por derecho Divino, y pedido que Lot fuera a otra tierra, para así evitar el conflicto.
Sin embargo, Avram dice: «Por favor, no haya contiendas entre tú y yo, ni entre mis pastores y tus pastores, porque somos parientes. ¿No está delante de ti toda la tierra? Por favor, sepárate de mí. Si tú vas a la izquierda, yo iré a la derecha; y si tú vas a la derecha, yo iré a la izquierda.» (Bereshit / Génesis 13:8-9).
¿Cuál fue la respuesta del Eterno a esta generosidad innecesaria, y tal vez errónea?
Él dijo al patriarca: «Alza tus ojos y mira desde el lugar donde estás, hacia el norte, el sur, el este y el oeste. Porque toda la tierra que ves te la daré a ti y a tu descendencia, para siempre.» (Bereshit / Génesis 13:14-15).
¿Está claro, o se precisa más?
La tierra de Israel era de Avram y para sus descendientes, para siempre. ¿Cómo iba Avram a alentar para que otro, aunque fuera un pariente, decidiera tomarla en posesión (ilegal) y hacerla suya?
Dios le estaba diciendo clarito que Avram no debía seguir por esa ruta, de entregar la propiedad otorgada por Dios a él y sus descendientes. No era para los parientes de Avram, tampoco para sus leales seguidores espirituales. Era, y es, patrimonio sagrado de los hijos de Israel, quienes somos los judíos.

Es una lección que parece no cala aún en la mente y corazón de todos los descendientes de Abraham, pues sigue habiendo gente dispuesta a regalar lo que no les pertenece a aquellos que no corresponde.
Tal vez, si en lugar de concesiones al malvado se exigiera respeto a las leyes (universales, emanadas del Eterno), entonces viviríamos más armoniosamente, en la Era Mesiánica construida por los propios hombres.

¿Es tan difícil?

Ni el dinero, ni el poder, ni el egoísmo, ni el placer son malos.
Algunos de ellos son instrumentos, que su peso ético depende del uso que les demos, de la finalidad para los cual los destinamos.

El dinero puede servir para adquirir los bienes que nos provean bienestar y ayuden a otros en su satisfacción de necesidades básicas, y otras que no lo son tanto.
O puede ser una obsesión, una enfermedad, un mecanismo de opresión propia y/o ajena.

El poder es siempre necesario, sin poder sencillamente, no podemos. Son los muertos los que nada pueden, en tanto vivimos el poder es básico y esencial.
El problema es cuando nos embarcamos en obtener un poder que nos brinde fantasías de supremacía inhóspita, cuando luchamos para pisotear a otros, cuando nos desesperamos por controlar aquello que no puede ni debe estar bajo nuestro dominio.

El egoísmo, por supuesto que es bueno. Sin egoísmo positivo seríamos felpudos, pisoteados por cualquier vagabundo. Menesterosos de algo de cariño. Despojados, padeciendo de la impotencia pero con una máscara de religiosa y banal aceptación.
Pero existe también el negativo, aquel que niega al otro, para el cual solo estamos nosotros y nuestros delirios de centralidad universal.

El placer, sin dudas es excelente su presencia; ¡un regalo maravilloso del creador!
Disfrutemos del placer sin culpas ni angustias, porque es bueno.
Sin embargo, no hagamos de él el único motivo de nuestra existencia, ni supongamos que su ausencia es el fin del mundo.

Así pues, no son ninguno de estos los que nos está vedado por el Rey del Universo, ni entran en conflicto con la ética/espíritu.
Son herramientas o medios, a veces incluso metas cercanas, pero en modo alguno se deben considerar como repudiables, antagónicos al espíritu, o concesiones a nuestra naturaleza terrenal.
Está en nosotros conocerlos, obtenerlos, emplearlos con bondad y justicia, servirnos de ellos para hacer de este mundo un paraíso terrenal, en preparación a nuestra vivencia en el mundo eterno.

Pero, escondida entre la hierba del huerto placentero se esconde la serpiente.
Es el EGO que nos esclaviza y encontramos nosotros variadas formas para seguir esclavos de él.

El ilusionarnos con fantasías de poder, es una de las maneras de ser esclavo.
El desvivirse por acumular dinero, también.
Llenarnos de deudas por buscar placeres, o por ayudar a gente que no se lo merece, también.
Atragantarnos con alimentos y con atributos que no precisamos, es otro mecanismo para tropezar y padecer la impotencia, lo que nos lleva a permanecer atrapados por el EGO.

Porque, en resumen esa es la estrategia del EGO.
Sumergirnos en sentimientos de impotencia, por vivirla o sentirla, lo cual nos abruma y dispara automáticamente los mecanismos del EGO.
O embarcarnos en aventuras para alcanzar un poder más allá del que nos corresponde, por lo cual también terminamos encadenados a los mecanismos del EGO.
Entonces, se por merma o exceso, al quebrar el límite saludable estamos en el terreno del EGO, en el que somos siempre esclavos.
Encerrados detrás de barrotes invisibles, en la celdita mental.
Acomodados en el sufrimiento, pero temerosos de salir de la zonita de confort.
Impotentes, sin poder.

Entonces, no es Dios (el verdadero) el problema.
Ni las cosas “mundanales”.
El problema somos nosotros, nuestro sometimiento al EGO, adorarlo, preservarlo en un sitial incorrecto desde el cual nos tiene agarrados y amaestrados.

Es hora de descansar de los impulsos por querer dominar todo, o dejarse dominar por todo.
Mejor aprender nuestro real lugar y poder.
Controlar aquello que es plausible.
Disfrutar de lo permitido.
Alejarse de lo prohibido.
Ser solidario, pero también con prudencia.
Ser riguroso, pero son dulzura.
Ser amable, pero estricto.
Ser justo, pero misericordioso.
Amar el mundo, y preservarlo para otros.
Comunicar auténticamente, en vez de cooperar con el enemigo interno o externo.
Erradicar el foco del mal.
Agradecer.
Orar.
Hacer TESHUVÁ, de la sincera y real.
Admitir la impotencia, cuando ésta es real.
Evaporar el EGO.
Despojarse de máscaras que ocultan nuestra cara.
Construir SHALOM.

¿Es tan difícil comprender y vivir así?
Parece que sí…

El seguir las Siete Miztvot no es un juego

El noájida consciente de su identidad, debe de ser un referente moral para la sociedad y para quienes le rodean.

Hay cosas que la Ciencia simplemente en esta fase incipiente no puede explicar, tenemos paradojas con la física cuántica, multiversos y ahora cambios en los genes que pueden permitirle a un paciente recibir un transplante de médula ósea de su propia médula, reduciendo así las posibilidades de rechazo.

Sin embargo, como los seres humanos somos seres multidimensionales, no nos podemos enfocar solo en un aspecto de nuestros planos de inmanencia sino que debemos de enfocarnos en todos a la vez, so pena de parecer como los científicos que se encierran en su propio mundo y no lidian con la realidad, o el hedonista que solo vive para satisfacer sus placeres físicos y nunca se inclina por aprender acerca de la vida.

El embarcarse en el noajismo implica un cambio de vida sustancial, como a mayor conocimiento mayor es la responsabilidad, así el noájida se convierte, no solo en un líder sino también en un referente moral. La responsabilidad que viene aparejada con la libertad, diferencia al noájida de las otras personas en que el noájida no tiene como excusa el desconocimiento de las leyes, pues las leyes son simples, pocas pero contundentes; de seguirse estas leyes al pie de la letra, las tasas de criminalidad disminuirán considerablemente, no habría la cantidad de divorcios que hay, entre otras muchas cosas que suceden y que tienen como origen al EGO.

Así es, ese sentimiento instintivo que nos lleva a gritar, lloriquear, patalear y, eventualmente, cuando estos mecanismos fallan para atraer la atención deseada o los fines perseguidos, la desconexión de la realidad. Algunos tienden a confundir la libertad con el libertinaje, y no comprenden que la libertad va de la mano con la responsabilidad, quien es realmente libre, es también realmente responsable, no pone excusas para no hacer las cosas, reconoce los errores pasados, asume el compromiso de corregirlos y de no volver a errar.

El efecto resorte que tiene el EGO, es decir, que las personas tratan de suprimir los impulsos primitivos en vez de dejarlos ir, es lo que lleva a que muchas personas terminen cayendo en los mismos errores del pasado, que es precisamente lo mismo que pasa cuando uno encoge un resorte e intenta sostenerlo por cierto tiempo; eventualmente nos cansaremos de sostener el resorte encogido, y cuando lo soltemos, el resorte se estirará violentamente y volverá a su posición original, o inclusive se podría estirar más.

Quien escoge seguir las reglas del noajismo, debe de comprender que lo aprendido en las doctrinas religiosas no le va a servir a la hora de controlar al EGO, pues las religiones enseñan a suprimir los instintos en vez de dejarlos ir poco a poco. Es el resultado de la cultura del microondas donde queremos las cosas ya, para realmente lograr un cambio profundo y duradero se ocupa de la consistencia y del tiempo; no se logra con dietas milagrosas ni con soluciones esotéricas exprés. Por eso, quien desee aprender la belleza del noajismo, debe de tener en cuenta que está asumiendo una gran responsabilidad, y que debe de actuar con toda la probidad del caso, pero para ello, debe también dejar ir esos resabios que en algún momento aprendió de las religiones y de las formas erróneas en que éstas tratan de regular el comportamiento humano.
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Mecanismo para ser feliz

Nos sometemos al EGO y por tanto vivimos en un mundo de engaños, donde tomamos la apariencia como realidad.
En nuestro interior ruge el caos, el cual a veces percibimos, o tal vez llegamos a intuir; pero pronto retornamos a la anestesia, nos adormecemos, volvemos a la rutina y el pensamiento prefabricado que repetimos sin parar que nos brindan cierta tranquilidad, la que es propia de la inconsciencia. Nos sumergimos en lemas edulcorados, o en ácidos autocastigos, cualquier cosa que nos sirva para olvidar nuestra real identidad y mantenernos apartados de nuestro ser espiritual. Nos sirve la religión, la política, las adicciones, el entretenimiento, el trabajo, cualquier cosa viene bien a la hora de autoproclamar nuestro mentiroso orden que nos exilia del Orden.
El nuestro es un mundo interno caótico, y sin embargo, hemos ido armando un aparente orden, encajamos a la fuerza pieza sobre pieza hasta darle una especie de sentido a la esclavitud de nuestro existir. Así pasamos horas, días, meses, años, hasta que retornamos al polvo, a ser nada… y en la eternidad tenemos un escaso patrimonio del cual cosechar para disfrutar.

Precisamos las crisis para someternos al estremecimiento que nos obligue a despertar.
No pensemos que una crisis es un acontecimiento catastrófico o dramático, no es necesario ni muertes, ni enfermedades, ni despidos, ni divorcios, ni guerras, ni apocalipsis para vivir una crisis. Basta con atender a las preguntas efectivas, demoledoras, aquellas que quiebran la muralla que el EGO interpone a nuestra conciencia. Preguntas que nos conecten y nos impulsen a salir de la comodidad de la respuesta precocida que tenemos en el frízer siempre lista para ofrecer.
Crisis que invitan, por las buenas o no tanto, a dejar el sillón de la autocomplacencia, y avanzar pasitos fuera de la zonita de confort. Abriendo la puerta de la celdita mental y así suspirar en espacio de libertad.
Preguntas que nos movilicen a dejar fuera las creencias, a no tomar por válidas nuestras opiniones, a descorrer las manchas que cubren la LUZ de la NESHAMÁ.

Salir del orden aparente para entrar al conocimiento del caos, y entonces estar en posición de crear un verdadero sentido a la vida, con Orden.

Por supuesto, no todos están preparados para esto en cualquier momento, hay que ser pacientes, atentos, inteligentes para reconocer el punto adecuado a cada uno.
Es necesario ser cautelosos, porque para muchos el quedar fuera de la celdita mental no es una invitación a la libertad, sino motivo de desesperación fatal, es hundirse en el espanto y por tanto aferrarse con vehemencia suicida al EGO y sus primitivos instrumentos de dominación.

Pero, cuando el tiempo es oportuno, habrá que aprovecharlo para salir del Egipto personal y encaminarse rumbo a la Tierra Prometida.
En el trayecto no olvides ser solidario, porque el construir SHALOM es siempre un excelente tónico.
Y sigue estudiando aquello que alimenta el espíritu, pero también todas las otras dimensiones del humano.

TESHUVÁ de vida

Deseo peguntar sobre el pasaje de Bereishis 3:22 Continua el tema del arbol de la vida. Parece que Adam es unico en poder obtener la inmortalidad a pesar de que comio del arbol del bien y del mal. Entiendo que por eso Hashem manda a protéger el arbol de vida . Favor de ampliar un poco sobre el primer ser humano y su capacidad de alcanzar la inmortalidad. Shalom Ubrajot !!!!!!!
Eduardo T.
(Enviada a SERJUDIO.com y republicada aquí por contener enseñanzas oportunas para la espiritualidad noájica)

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Puedes sobre tu miedo a lo desconocido

El miedo básico, raíz de todos los otros miedos, es al no poder.
Simplemente, sencillamente, sin más rebusques.
Cada uno de todos los otros miedos que te atormentan son derivados de éste, formas de no poder.

Existe el miedo a lo desconocido, supongo que lo has experimentado.
Es el miedo a no poder controlar lo que no se conoce, a verte superado, a estar indefenso ante eso nuevo y misterioso.
Por ello, con gran sabiduría, existe un antiguo dicho que enseña: “el saber es poder”.
Quien sabe, de cierta forma puede.

Entonces, ¿qué te parece si te permites abrirte a lo desconocido?
No es aventurarse tontamente, sin precaución, pero sí es permitirte avanzar un pasito más allá de tu zonita de confort, atreverte a salir de la celdita mental que te retiene y no te permite ser pleno y feliz.
Rompe el orden que has establecido, y que probablemente no es más que una careta mal diseñada para tapar el caos que te está consumiendo.
Luego de esa necesaria crisis, cuando el caos surja como tal, tendrás la posibilidad saludable de reorganizarlo para ser creativo, sano, beneficioso.
¿Te atreves?

Quiebra los preconceptos, no te condenes por prejuicios.
Anímate a desafiar tu miedo a lo desconocido, lánzate a preguntar aunque creas que no sabes ni puedes. Escucha el silencio y luego las posibles respuestas. Después, podrás y deberás animarte a repreguntar a romper el nuevo orden para que sea verdadero y te permita disfrutar de la LUZ de la NESHAMÁ.

Puedes sobre tu miedo.

Tiempo plenamente presente

Si no dejas de estar pendiente del pasado,
¿cómo esperas atender y aprovechar las oportunidades del presente?

Si tus brazos cargan con culpas e iras del pasado,
¿cómo quieres abrazar las bendiciones y beneficios que están lloviendo para ti en el presente?

Si tu corazón se angustia por fantasías del futuro,
¿cómo pretendes tener calma y satisfacción en este sagrado e irrepetible aquí y ahora?

Si no es ahora,
¿cuándo?