(publicado originalmente en SERJUDIO.com)
Profetas en este tiempo
(publicado originalmente en SERJUDIO.com)
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Soy de la ciudad de Puno, Perú Edad 23 años estudiante de ingeniería civil conocí del noajismo hace 6 meses.
Mis buenos Saludos a Ful Vida
1- Yo asistía a una iglesia evangélica en busca de la verdad,
2- ahí me enseñaron que para Dios
3- pecado es pecado
4- y que solo aceptando a cristo tienes gracia en Dios;
5- también me enseñaron que los judíos eran radicales
6- y el que cometía un pecado tenia un castigo brutal.
7- Mi pregunta es ¿ En las leyes noajidas se aplica el concepto de pecado es pecado?
8- osea para Dios ¿Golpear es lo mismo que matar?
9- ¿Robar un pan es lo mismo que robar un banco?.
William David (desde FULVIDA.com)
Hace unos días escribí y publiqué el texto llamado: “Del caos al orden”, el cual contiene el siguiente pasaje:
“Observemos que el día séptimo, Shabbat del Eterno, es el período que estamos transitando actualmente.
La Era Mesiánica implica el comienzo de una nueva “semana”, un nuevo orden de la realidad, más perfeccionada.”
Recién un querido amigo me preguntó: “Según el párrafo, ¿toda la historia de la humanidad esta dentro de un período de tiempo que se entienda como un «gran día sétimo»?”.
La respuesta es un claro y rotunda SÍ.
Cada uno de los seis “días” anteriores, que como dijimos son períodos indeterminados de tiempo extensamente largo, finaliza con una misma fórmula: “baiehi erev baiehi boker”, que se traduce habitualmente como “fue el anochecer y fue la mañana”, pero que nosotros aprendimos que es más correcto comprenderlo como “fue el caos y fue el discernimiento”.
Pero, del día séptimo no encontramos tal fórmula.
Por tanto, estamos en el proceso que va del caos al orden que corresponden a este tramo de la evolución de la creación.
Aún no hemos finalizado este día séptimo.
Cuando lo hagamos, el nuevo tiempo será la Era Mesiánica.
Esto que te estoy comentando ahora no es una mera opinión personal, sino que el propio texto santo de la Torá lo expresa negro sobre blanco:
«Así fueron terminados los cielos y la tierra y todos sus ocupantes.
Finalizó Elohim en el séptimo día la obra que había estado haciendo, y cesó en el séptimo día de toda la obra que había hecho.
Y Elohim bendijo y santificó el séptimo día, porque en él cesó de toda Su obra, que Elokim creó para hacerse.»
(Bereshit / Génesis 2:1-3)
El Eterno cesó de crear, pero dejó la obra creada para hacerse.
Es decir, tenemos nosotros que tomar la posta y continuar el proceso de creación.
Hay todo un mundo por desarrollar a partir de lo que Él nos ha otorgado.
Porque Él, está “descansando”, es decir, se abstiene de realizar obra creativa.
Nos dejó a cargo, tal como los gentiles pueden realizar “melajá” en Shabat (día séptimo, de no labor creativa por parte de los judíos), pero los judíos deben abstenerse de realizarla.
Nosotros estamos encomendados por Él para continuar la tarea, completarla, llevar al mundo –en aquello que está a nuestro alcance- desde el caos al orden, en la faceta que corresponde a este período de la creación.
Cuando el día séptimo finalice, cuando el “sol caiga” y esté comenzado la noche del día siguiente, estaremos listos para comprobar si hemos hecho nuestra tarea, o si entraremos a la nueva semana en falta.
El Socio evaluará y entonces veremos si comenzamos la Era Mesiánica de modo apacible, por haber hecho nuestra parte en la Obra; o seremos zarandeados por las circunstancias, que deberán acomodar la realidad a la nueva Realidad.
Si somos atentos, estamos ya en el ocaso del séptimo día, la semana está finalizando.
El retorno de los hijos de Israel a su patria es una gran señal, así como un Estado fuerte e independiente augura el comienzo de la nueva etapa.
Los que están trastornados por sus EGOs, los que creen poder oponerse a Dios (que también es su Dios), harán lo posible para mantener el caos, para que el nuevo día no comience.
Pero, es imposible detener el proceso.
Podemos ser parte constructora de SHALOM, o entorpecerlo, sea como sea, habrá SHALOM.
Aprovechemos el séptimo día universal que está finalizando, para completar humildemente nuestra tarea: construir SHALOM con acciones concretas de bondad Y justicia.
Estimado profesor Ribco:
Este es un comentario, seguido por la solicitud de su opinión, por lo que no estoy seguro de si éste es el canal apropiado para presentarlo, en todo caso aquí va:
Recientemente, una conclusión asombrosa y al mismo tiempo simple, me sorprendió al reflexionar sobre los sacrificios y las fechas del calendario judío.
Cada sacrificio requería un animal sin defectos. Durante algunas fechas, en cada día podían darse unos 30 sacrificios de novillos, macho cabríos y corderos, todos cuidadosamente seleccionados. Esto hace unos 210 animales propicios en una semana.
Me pregunté cómo hacían para obtener tanto ganado en condiciones físicas apropiadas, y la respuesta lógica es: tenían que tener un sistema agroalimentario regido por altísimos estándares de calidad, tanto para los animales como para los vegetales utilizados para la alimentación de éstos.
Entonces, por lógica, tenían una ganadería y unos cultivos de calidad que constituían la prosperidad del pueblo.
Conclusión sorprendente!: Con el objetivo de mantener el estándar requerido para las ofrendas a D-s, el pueblo se comprometía con un sistema de trabajo que necesariamente generaba riqueza y prosperidad. Así, sin magia ni milagros, el servicio honesto y comprometido a D-s, obliga a un trabajo cuidadoso que eleva la calidad de vida de las personas. Lo interesante es que se invierte el paradigma al cual uno está acostumbrado: las religiones con su pensamiento mágico: llevan a esperar el milagro que genere el bienestar con la prosperidad incluída… mientras que el pueblo Judío, usaba la vía contraria, creaba prosperidad y un éxito diferenciado de los otros pueblos, casi «accidentalmente» al tratar de mantener los estándares en el camino hacia el servicio a D-s.
¿Es correcta esta apreciación?
Muchas gracias por su opinión.
Un saludo cordial.
Gerardo Lacouture.
Fuí evángelica, ya no lo soy, ellos
hacen que las personas pacten a D_os Dinero para recibir milagros económicos, mi pregunta es por que lo he visto
Si ellos pactan y dicen que dios, les contesta es el mismo D-Os de Israel que le contesta ó es algún demonio que les contesta.las peticiones, por que conozco, a varias personas de la tal iglesia evangelio de la prosperidad , a la que pertenecí , gracias a D_os ya no lo soy , que en verdad han conseguido según ellos después que pactan, carro casa. etc, a veces cuando veo esto me confundo
Graciela Ford (en FULVIDA.com)
Un par de interesantes enseñanzas a partir de este versículo:
«Los días que reinó Shelomó [Salomón] en Ierushalaim [Jerusalén] sobre todo Israel fue de 40 años.»
(1 Melajim / I Reyes 11:42)
¿Días o período?
Al principio del verso nos encontramos que en el hebreo original dice HAIAMIM, que literalmente se traduce por “los días”.
Leyendo y comprendiendo correctamente podemos advertir que en el hebreo del TANAJ días no significa necesariamente un período de tiempo entre dos noches, una jornada, algo así como 24 horas; sino también un “lapso de tiempo” de cualquier extensión.
Queda en claro que el uso que hace la Torá de “IOM” – “día”, cuando relata la Creación, no está necesariamente indicando una jornada concreta, días de la semana, el hecho astronómico diario; más bien, señala al pasaje de tiempo que fue entre determinada situación caótica, confusa, poco organizada hasta la aparición del orden correspondiente, organización, claridad.
De allí el uso de los términos que emplea la Torá para enmarcar este lapso: “EREV” y “BOKER”, los cuales regularmente traducimos como “anochecer” y “mañana”; pero que están directamente asociados con “mezcolanza y caos” y con “claridad y discernimiento”.
Cada uno de los “siete días” de la Creación es por tanto posiblemente un tiempo milenario, de miles de millones de años. No tenemos como saber con precisión cuando un “día” dio paso al siguiente. Pero sí entendemos que con cada “día” se comenzó un nuevo desarrollo, que partía de un estado caótico y se iba perfeccionando según el Plan Divino hasta llegar a la concreción de ese plan.
Observemos que el día séptimo, Shabbat del Eterno, es el período que estamos transitando actualmente.
La Era Mesiánica implica el comienzo de una nueva “semana”, un nuevo orden de la realidad, más perfeccionada.
Sobre todo
¿Era necesario que el verso mencionara que el rey Shelomó gobernó sobre todo Israel?
¿No es esto evidente?
El rey gobierno sobre su país, entonces, ¿para que detallar que fue rey sobre TODO Israel?
Cuando el TANAJ menciona idénticos datos acerca de su padre, dice:
«El tiempo que David reinó sobre Israel fue de 40 años. En Hebrón reinó 7 años, y en Ierushalaim [Jerusalén] reinó 33 años.»
(1 Melajim / I Reyes 2:11)
Acá no hay mención alguna al TODO Israel, como debe ser lógico.
Podemos dar tres posibles respuestas:
a- Sirve para indicarnos que Shelomó fue el último rey del país completo, pues luego de su fallecimiento ocurrió la división del reino.
b- Alude, sin decirlo directamente, al descontento de gran parte del pueblo con su mandato; quienes se mantenían sometidos a su gobierno pero ansiando que otro lo remplazara. Esto efectivamente ocurrió tras su muerte.
c- Nos aclara que su reino fue sobre todo Israel, a diferencia de su padre que gobernó siete años sobre la tribu de Yehudá y recién el resto de los 33 años sobre todas las tribus.
¿Qué aprendemos de esto?
1- Que en el detalle suele estar la clave.
2- Que un mismo dato puede ser interpretado de modos diversos.
3- Que es necesario contar con la guía directa y precisa de un maestro judío conocedor del TANAJ para no tropezar con interpretaciones alocadas y que desvían de la senda del conocimiento. Pero, incluso así es imprescindible mantener una posición crítica, luminosa, aplicada para no aferrarse a ideas que no prosperan.
4- Que incluso en pasajes “anodinos y sin gracia” podemos encontrar tesoros de sabiduría y provechosos para mejorar en nuestra vida cotidiana.
5- Que estamos en el camino que lleva del caos al orden, podemos caminarlo, podemos fluir, podemos tratar de oponernos y ser conspiradores en nuestra infelicidad.
Hace pocos días, a principios de julio, recordamos otro aniversario de aquel hecho heroico y milagroso, el rescate en Entebbe.
A fines de junio de 1976, terroristas musulmanes, de los apodados palestinos, junto a otros camaradas del horror, habían secuestrado un vuelo comercial, lo desviaron al aeropuerto cercano a la capital de Uganda.
En instalaciones del aeropuerto retuvieron a los más de cien rehenes y demandaban la liberación de asesinos terroristas presos.
Un comando de la Saieret Matkal fue la encargada de realizar la “Operación Trueno”, en un vertiginoso trabajo profesional y cuidadoso lograron rescatar a las víctimas y herir al feroz enemigo, no solamente en su orgullo.
Una de las películas inspiradas en este incidente, “Raid on Entebbe” (1977) cierra con un emotivo reencuentro de los secuestrados y de los heroicos combatientes, de fondo suena una versión de la famosa “Hine ma tov umanahim” – “Cuan bueno y cuan agradable es el encuentro entre los hermanos”, palabras del inspirado salmista (Tehilim/Salmos 133:1), quien también supiera ser un valiente soldado y defensor de los débiles, el rey David.
También suena antes en la película, cuando el avión los está llevando rumbo a la operación, como un llamado de atención, de despertar la conciencia.
No estaban destinados para matar, ni para destruir, ni para hacer daño; aunque tuvieran la preparación y el entrenamiento.
Por el contrario, su misión era de rescate, de vida, de libertad.
Su tarea era permitir al inocente retornar al hogar, que la paz se estableciera en la tierra como en los cielos.
Porque se entrenan muy duramente para alcanzar la paz, y por ello tienen el poder para controlarse y no usar sus armas de destrucción perfectamente adiestradas y practicadas. El uso de las armas, de la fuerza destructiva, es un paso posterior, cuando no queda otra alternativa posible. En eso consiste el entrenamiento intenso de los maestros en las artes marciales, en las ciencias de la guerra. En usar el poder para encontrar el autocontrol, el propio dominio, vencer a las bajas pasiones sin dejarse arrastrar por soluciones facilistas. Sí, también son expertos en instrumentos de daño y muerte, pero no es para hacer uso de ellas que se ejercitan con tanta paciencia y esfuerzo.
Los héroes de la Saieret Matkal debían hacer su parte para equilibrar lo que el malvado estaba trastornando.
Y, si por desgracia para lograrlo debían matar, destruir o dañar al corrupto y culpable, pues lo harían.
Porque es el diálogo, la Comunicación Auténtica, la mejor manera de negociar, de compartir, de componer los asuntos. Sin embargo, hay personas que no están dispuestas, que solamente pretenden arrasar con los demás, sin tener consideración alguna a nada. Solamente quieren tener la razón, ser los que dominen, los que quedan al final del cuento. Gente que no está dispuesta a comunicarse ni a pactar sinceramente. Entonces, como mecanismo necesario de defensa, el entrenamiento en batallas de los combatientes de la paz entra en funcionamiento es su modo agresivo.
Algo así ocurrió hace milenios con otro héroe de la nación judía, con Pinjás el Cohén.
Debió realizar un acto violento, el cual habitualmente rechazaría, pero que fue necesario para poner las cosas en su lugar.
Lo movía el amor a Israel y a Dios, no el odio, resentimiento, egoísmo o alguna maldad.
Su deseo era que hubiera SHALOM y al no poder obtenerla por medios pacíficos, tuvo que recurrir a lo que tuvo para lograrlo.
Para asegurar que esa infracción de la conducta habitual no se hiciera típica, para que no se repitiera sin motivo el acto violento, es que Dios selló con él un BRIT SHALOM, una alianza de paz.
Que sus motivos sean el SHALOM y sus modos también lo sean.
Que solamente recurra a la parte agresiva de su entrenamiento cuando no tiene otra alternativa.
Así todos nosotros, si queremos ser constructores de SHALOM, actuar con bondad y justicia en todo momento.
A veces el balance se debe correr hacia el lado de la bondad, a veces del rigor; siempre manteniendo la meta del SHALOM.
(Publicado originalmente en SERJUDIO.com)
1- tengo una duda bastante importante de judaismo,
2a- imaginemos que un hombre quees ignorante y no sabe bien la Tanakh, y no se sabe bien los mandamientos de Moshé
2b- ni las leyes de Noaj,
3- y un dia, una sola vez en su vida, la única blasfemia que le hace al creador es él diciendo «te lo juro por d**s que no miento»( pero si miente)
4- pero tiempo más tarde aprende bien la Tanakh,
5- y ama a al creador sobre todas las cosas,
6- y después recuerda ese pecado que hizo y se arrepiente demasiado y quiere ser perdonado( por su puesto no lo volverá a hacer)
7- ¿en este caso el Creador puede perdonar a este hombre ignorante si se arrepiente mucho de corazón
8- y dejarlo entrar al paraíso?
9- gracias,
10 – yo sé que ustedes siempre tiene respuestas correctas. :)
Moshé Rafael
Sentirse vacío, es algo tan frecuente.
Una de las razones, si no es LA razón, es la desconexión que sentimos con nuestro Yo Esencial, que es nuestra identidad, la cual podemos denominar NESHAMÁ.
Mucha atención, a no confundirse.
Somos perpetuamente esa NESHAMÁ, y por tanto es imposible estar desconectados de ella; pero, al haber barreras que nos interrumpen advertirla, reconocerla, ser consiente de ella, entonces es como si no hubiera desconexión.
Dicho de otra forma, la LUZ de la NESHAMÁ no se apaga, no se reduce, no se afecta en lo más mínimo por nuestra conducta; pero, si no abrimos los ojos, o ponemos cortinas que impidan su paso, entonces no la percibiremos, sentiremos como que no está, y hasta llegaremos a creer que ni siquiera existe.
Es extraño, ¿no?
Aquello que “más” somos, suele ser lo que más velado y oculto permanece.
Nos aferramos a máscaras, a retazos de información, a construcciones sociales, a derivados del EGO, a los fragmentos que arman ese puzle que llamamos Yo Vivido.
Sí, por supuesto que también somos Yo Vivido, pero no es todo lo que somos. De hecho, es lo más superficial y pasajero de nuestra identidad.
Y sin embargo, es lo que tomamos como valioso, lo que defendemos como si fuera irremplazable; cuando en verdad, suele ser una distorsión de la real personalidad, un pálido reflejo, un personaje que recubre a la persona.
Pero bueno, eso es lo que estamos siendo en esta vida, eso es lo que conocemos de nosotros mismos.
Porque, no llegamos a conocer, ni a entender, ni a ser conscientes de ese Yo mucho más intenso, trascendente, unificado, saludable, integrador, perpetuo, que nos conecta con el prójimo, con todo lo creado y con el Eterno.
Entonces, de alguna manera sentimos que estamos vacíos, que algo nos está faltando aunque tal vez tengamos todo lo material e incluso por demás.
Pero, percibimos la falta, la incompletud, el estar siendo alguien que probablemente no somos.
Lo sospechamos con algún órgano intelectual que no alcanza a poner en evidencia nuestra desconexión sentida con el Yo Esencial.
Así, caemos en consumismo, materialismo, dependencias, adicciones, religión, superstición, manipulación, angustia, relaciones tóxicas todo lo que de alguna forma brinde algún tipo de respuesta o de anestesia a ese preguntar constante: ¿quién soy, qué soy, para qué soy, adónde pertenezco, cómo hacer para estar en paz?
Buscamos con desespero, conscientemente o no, sentido, pertenencia, reposo, seguridad, amor, ser alguien para alguien.
Y la respuesta no está afuera.
Tampoco adentro.
Está en un lugar sin espacio, en un tiempo sin medida, en una realidad sin comprensión, esto es la NESHAMÁ. En esa supra racionalidad, en ese estado de existencia del cual provenimos, somos y seguiremos formando.
Pero, la gente no entiende, no entendemos.
Es más fácil el dolor de lo conocido, de lo que está a nuestro alcance aunque nunca lo lleguemos a alcanzar.
Entonces, nos conformamos con pan y circo. A veces más circo que pan.
Circo religioso, político, cultural, ritual, intelectualoide, sentimental, deportivo, el circo que sea, mientras entre-tenga, mientras haga olvidar por un rato nuestra sensación de soledad, de vacío, de falta de propósito, de impotencia.
Esto encamina a la sociedad al derrumbe.
Pareciera que la reflexión es imposible, y aunque se intelectualizara y pobláramos de lemas filosofales las mentes, tampoco es esa la respuesta.
El camino es el AMOR, la vida unificada de nuestras dimensiones, el orientarnos con la guía ética que proviene de la NESHAMÁ, y solo de ella. Lo que nos lleva, necesariamente, a la construcción del SHALOM a cada instante, con obras concretas de bondad y justicia.
Así habrá sentido, bienestar, armonía, felicidad, prosperidad.
(Gracias Luis Diego por inspirar este texto).
Tienes a un hombre destacado como el rey David, con muchísima experiencia de vida, con estudios acumulados en varias áreas, con inspiración divina fluyendo por él, que te dice:
«Venid, oh hijos, escuchadme; la reverencia al Eterno os enseñaré”
(Tehilim / Salmos 34:12)
¿Cuál te imaginas que será su enseñanza?
Te propongo que hagas ahora una pequeña lista con lo que tú supones, escríbela, por favor.
No vale buscar el salmo y copiarlo, ni leer unas líneas más abajo este post, ni recurrir a la memoria si es que te lo sabes.
Vamos, ahora haz por favor el ejercicio que te propuse.
Gracias.
Antes de continuar con la respuesta, veamos brevemente que podemos entender por “irhat Hashem”, la reverencia/temor al Eterno.
Con tu permiso, cito un viejo texto de mi autoría:
“…irhat Shamaim no significa paralizarse por el miedo, ni vivir petrificado sin disfrutar de lo bueno que la vida provee.
Todo lo contrario, el que es verdaderamente un irhe Shamaim (temeroso de Dios), goza de cada ocasión para el gozo, y aprovecha la vida hasta su última gota, en tanto se aparta de todo lo erróneo, perverso, extraviado y falso.
Para resumir, irhat Shamaim sería mejor traducido como «reverencia a Dios», que significa ser fieles a Dios, y estar conscientes de que cada acto (público o privado) tiene consecuencias. “
http://serjudio.com/rap1501_1550/rap1515.htm
Creo que con este párrafo ya vamos encaminados a saber cual podría haber sido la continuación de la lección que ofreció el rey David unos renglones más arriba. ¿No?
¿Te vas haciendo una idea?
¿Se parece a lo que anotaste unos minutos atrás?
Quizás una lección del rey Salomón, hijo de David, te oriente aún más:
«La conclusión de todo el discurso oído es ésta: Teme a Elokim y guarda Sus mandamientos, pues esto es el todo del hombre.
Porque Elokim traerá a juicio toda acción junto con todo lo escondido, sea bueno o sea malo.»
(Kohelet / Predicador 12:13-14).
Leyendo y captando la esencia de las frases de Salomón, encuentro que es algo que se vincula con el cumplir Sus mandamientos, aquellos que te corresponde cumplir.
Es algo que te hace persona, que te distingue del resto de los seres vivos.
Pero, todavía quizás no está del todo definido, por lo cual leeremos las palabras del salmista:
«¿Quién es el hombre que desea vida? ¿Quién anhela años para ver el bien?
Guarda tu lengua del mal y tus labios de hablar engaño.
Apártate del mal y haz el bien; busca la paz y síguela.»
(Tehilim / Salmos 34:13-15)
Por lo visto no está mencionando ningún ritual, ningún rezo, ninguna ideología, nada de frases de rabinos para compartir por Facebook, ninguna impostura religiosa, ni celebración congregacional.
Ni indica tampoco observancia de preceptos dirigidos a adorar al Eterno, ni cosas vinculadas al Templo. Menos aún algo así como “fe”.
Es extraño, pero está expresado con definitiva claridad.
La irhat Hashem se compone de cuidar el habla, para no murmurar, ni calumniar, ni agredir, ni engañar, ni ventilar lo que debiera ser oculto. Es decir, el rey David está indirectamente diciendo que la Comunicación Auténtica es un elemento clave para todo aquel que desea ser reverente del Eterno.
Y además, la irhat Hashem se sustenta en la construcción de SHALOM, con acciones concretas de bondad y justicia. Apartarse del mal para hacer el bien. Construir SHALOM. Buscarla en donde se encuentra, fabricarla cuando falta.
Pero, además nos dice cual es el resultado de vivir de esta manera: una buena vida, prolongada, agradable.
¿Será casualidad que con estos principios trabaja sustancialmente la CABALATERAPIA, esa que con tanta insistencia venimos elaborando y enseñando desde hace unos cuantos años?
Ten presente al Eterno, vive de acuerdo a Su Voluntad, expresa tu identidad espiritual por medio del camino que Él ha diseñado para ella.
Toma conciencia de tu presencia en el mundo, del valor de tus acciones y de tus omisiones.
Guárdate de romper tu pacto, el noájico para los gentiles y el judaico para los judíos.
Admite tu limitación en tanto te haces una idea superficial de lo insospechado que es el infinito poder del Eterno.
Entonces, vivirás de verdad.