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Portar Vida como obligación directa de la Prohibicion del Asesinato

El siguiente texto, es tomado por completo del Articulo publicado en SerJudio.com, bajo el tículo: «Parashat Itró 5760«, escrito en su totalidad por Yehuda Ribco.

 

Compartir las cargas

«Así aliviarás la carga que hay sobre ti, haciendo que otros la compartan contigo.» (She. 18:22)

«Rabi Bunem escuchó el elogio de un hombre que amaba la soledad y comentó:

_ A veces un hombre ama la soledad, y se dirige al bosque para estar solo, pero desde allí echa una mirada entre las ramas para ver si no hay alguien que lo mira desde lejos admirado».

A veces conocemos personas (amigos, familiares, conocidos, etc.) que sufren y se apartan de nosotros, y a veces dan el pretexto: «solo estoy mejor».

Puede ser que sus palabras sean sinceras (no como el personaje del relato).

Puede ser que sus sentimientos, su deseo de soledad, sea puro.

Pero, en general, muy íntimamente desde el bosque de la soledad están esperando la mirada de otro significativo, la palabra de otro; o mejor: el oído abierto de otro, el corazón sensible de otro.

Porque la Torá nos lo dice claramente hoy: las cargas personales se alivian si se comparten.

Así pues, si conocemos a alguien que sufre, acompañándolo, prestándole atención, expresando con nuestras palabras o actos o silencios que lo reconocemos como un ser importante para nosotros, entonces, su sufrimiento se aliviará.

Seguramente que no lograremos evitar padecimientos reales (heridas, enfermedades, muertes, pobreza, etc.), pero el pensamiento y el espíritu pueden alcanzar pequeños «milagros» dispuestos a nuestro alrededor para nosotros. Si sabemos cómo alcanzarlos, si sabemos cómo compartirlos…383402_577891805565351_446084109_n

(Fotografía tomada del perfil de Facebook «Amazing Photos in the World»)

Dos pilares

En el judaísmo hay dos mandamientos (para judíos, obviamente) que son como columnas que sostienen al resto de los mandamientos y reglas:
amar al Eterno y amar al prójimo.

Si bien ninguno de los dos son mandamientos para los noájidas, podemos reconocer que ambos son principios fundamentales que están sosteniendo al código noájico y sus derivados. No son mandamientos, pero se los percibe claramente como pilares sustanciales para la forma de vida espiritual y plena de los gentiles.

Ahora, quisiera proponerte un ejercicio  de reflexión y crecimiento.

Si por una de esas cosas de la vida una persona estuviera obligada a escoger entre ambos principios, y solamente se puede escoger uno de los dos, para desarrollar la vida en función a ese único principio (del cual se derivarían múltiples normas y costumbres):

  1. ¿Cuál de los dos te parece que sería el que Dios aprobaría que escogieras?
  2. Fundamenta tu parecer.

La única condición para este ejercicio es no repetir mecánicamente versículos, dogmas o frases hechas. Sino hacer un ejercicio reflexivo, por el cual te conectas a ti y al Eterno, y desde lo más auténtico expresas libremente tu opinión.
Gracias.

Láser espiritual

En la parashá Behaalotejá encontramos que el Eterno indica a Moshé que le ordene a Aarón (y tras él a la casta de cohanim):

"Cuando asciendas las lámparas, las siete lámparas deberán alumbrar hacia la parte delantera de la menorá (candelabro)"
(Bemidbar / Números 8:2)

La ascensión de las llamas de la menorá en el recinto del Templo debía hacerse de tal modo que todas alumbraran al unísono, lideradas por la llama puntera.
Siete lámparas, cada una diferente a la otra, pero que en su conjunto armonizaban y dotaban de mayor poder y luminosidad.
Tal como rayo láser, que no es más que luz y sin embargo tiene, por ejemplo, la fuerza para penetrar duros elementos, dibujar con detalles nanométricos, permanecer unida cuando la luz “común” se dispersa.
El “secreto” de láser está en que los haces de luz son coherentes, se armonizan, se acoplan, suman sus cualidades para generar una condición particular de poder. En lugar de dispersarse, de cada uno hacer su parte sin orden, en vez de armar un caos de “buenas intenciones” desprovistas de conocimiento, el láser enfoca, concentra, potencia lo que se tiene y lo lleva a un mayor nivel. (Por supuesto no uso lenguaje técnico, no soy físico ni pretendo pasar por uno. Quien quiera más información, con gusto invito a que busque libros o en internet y descubrirá la genialidad y usos de estos maravillosos inventos del hombre).

Un láser antiguo y espiritual debía ser la menorá del Templo.
Con cada una de sus llamas representando una virtud diferente, pero que se conjugaban todas bajo la dirección de la luz principal.

El famoso sabio Meiri, tal como otros de los Rishonim enseñaban que la menorá con sus siete luces representa las siete líneas de la sabiduría.
Según su clasificación:

  1. Comprensión: evaluar y deducir.
  2. Conocimiento de las ciencias naturales (física, química).
  3. Conocimiento del “alma” humana, psicología, relaciones humanas.
  4. Conocimiento de las ciencias biológicas.
  5. Música.
  6. Filosofía.
  7. Conocimiento de Torá, que es la rama principal y que debe liderar a las otras.

Podemos estar de acuerdo o no con esta clasificación de las sabidurías, tal vez quisiéramos añadir o quitar alguna, como sea, lo interesante es que aquellos sabios de hace mas de mil años atrás se percataron de que la sabiduría, al igual que el ser humano, es multidimensional.
No alcanza con saber de Torá, ni de artes, o reflexionar, o ser astuto, o entendedor de ciertas áreas específicas.
Como seres multidimensionales es necesario que investiguemos, analicemos, estudiemos, indaguemos, comentemos, profundicemos acerca de los conocimientos de cada dimensión, física/material – emocional – social – mental – espiritual, de modo tal de conocernos, comunicarnos, nutrirnos, querernos, respetarnos, armonizar, unificarnos y vivir como constructores de Shalom.
Cada dimensión en equilibrio dinámico, nutrida, enlazada en el sistema para fortalecernos, para hacer que irradie con poder lo mejor de nosotros mismos.

Koraj 5773

El tema central de la parashá es la famosa rebelión de Koraj y sus cómplices en contra de las autoridades constituidas en Israel.
Atacaban directamente en el plano ritual la autoridad de Aarón haCohén e indirectamente iban tras el poder político/espiritual de Moshé Rabeinu.
Los revoltosos decían disputar en nombre de la santidad del pueblo, a favor del beneficio de los anónimos israelitas, con la finalidad de servir mejor al Eterno. Tal era su discurso y así se presentaban, como defensores del desposeído, como hombres anhelantes de Dios.
Obviamente que no querían dejar a la vista que su real afán era recibir honores, ejercer el mando sobre los demás, obtener aquello que no tenían y soñaban con que les daría satisfacción a sus anhelos. Eran movidos por orgullo y codicia, no por altruismo y nobleza.
Dinero, tenían en abundancia, posición social también, podrían haberse dado por satisfechos, pero ¡no! Algo muy oscuro en el interior de sus corazones les torturaba. Ellos tenían que sobresalir en todo, absolutamente en todo. Estar por encima de cualquier otro, sin importar cuánto se perdiera en conseguirlo. Para ellos, el fin justifica los medios.
A causa de esta ceguera, de sus trampas y manipulaciones, de su deseo desmedido y enfermo, en vez de subir a puestos más elevados y llevar una vida plácida y benéfica, terminaron perdiendo todo, hundidos en abismos terribles de los cuales no pudieron salir.

Quisiera compartir contigo la siguiente versión de una fábula (de Esopo), espero que la vincules con nuestro comentario a la parashá:

Había una vez una zorra que, llevada por su sed, cayó en un profundo pozo del cual no podía salir.
Apareció en la boca del pozo un joven chivo deseoso de agua de calidad jamás probada. Cuando vio a la zorra en el fondo del pozo, quiso conocer cuál era la calidad de aquella agua. La zorra le dijo, que era la mejor que había probado, además le invitó a bajar para compartirla juntos.
Seducido por la invitación, fue a unirse con ella y tras beber unos buches del agua que tanto deseaba, se dio cuenta que era imposible salir de allí.
No te preocupes -dijo la zorra- conozco una manera de salir de este pozo. Para conseguirlo, debes dejarme que yo trepe por tu cuerpo y cuando esté arriba, yo te ayudaré a salir de aquí.
El chivo nuevamente creyó las palabras de la zorra y así hicieron. Desgraciadamente para él, cuando la zorra se vio libre de su infelicidad, se alejó del lugar haciéndose la sorda a los gritos de auxilio del doblemente engañado.

1- ¿Quién sería la zorra en el relato de Koraj? ¿Cómo opera?

2- ¿Quién el chivo? ¿Por qué es engañado con tanta facilidad?

3- ¿Cuál el pozo en el caso de Koraj? ¿Por qué caen allí los que caen?

4- ¿Qué representa en Koraj el agua de la fábula de Esopo?

5- ¿Cuál sería la enseñanza para nuestra vida cotidiana?

Para finalizar, los Sabios (Kohelet Rabba 1) enseñan: “Nadie deja este mundo con siquiera la mitad de sus deseos cumplidos”:

6- ¿Puedes encontrar el vínculo con lo que sabes de Koraj y su pandilla?

7- ¿Podrías hacer un auto análisis y ver si hasta el momento se aplica a tu vida?

8- ¿Qué te parece podrías hacer para superar esa condición de vivir deseando indefinidamente y estar en decepción constante?

Aquí debajo me encantará encontrar tus respuestas, a modo de comentario que amplia el contenido de este mensaje.

Que pases un Shabbat Shalom UMevoraj, con todo lo bueno.
Moré Yehuda Ribco

Con todo

Hemos enseñado en muchas ocasiones que el ser humano es una construcción compleja, compuesto de múltiples dimensiones: física, emocional, social, mental y espiritual.
Que todas y cada una de ellas estén nutridas y armonizadas, en sí mismas y en relación a las otras, es un factor necesario para la salud, el bienestar, el goce, el desarrollo de las potencialidades, el usufructuar la bendición que constantemente recibimos de Arriba.

Es bueno cuando cada dimensión está accionando en su respectiva función, nutrida con su correspondiente alimento, sin perturbar la función, nutrición o equilibrio de las otras o del sistema en su conjunto.

Desde cada una de ellas es posible encontrar el modo de conectarse realmente con el Eterno.

La dimensión espiritual es la que permanece en conexión constante, por su misma naturaleza, sin necesidad de acción de nuestra parte, sin que pongamos ninguna voluntad o deseo, nuestro Yo Esencial esta enlazado al Eterno y a la creación sin pausas. El problema es que no tenemos conciencia ni percepción directa de ello, pero no es tema de este encuentro.

La dimensión física/material es con la cual actuamos para llevar a cabo aquello que pensamos, sentimos o estamos mandatados socialmente o por el Eterno a hacer. Así en la antigüedad se hacían sacrificios de animales o vegetales y líquidos con el deseo de conectar con el Eterno, peregrinaciones al Templo en Ierushalaim, entre otras acciones concretas. Entonces como ahora, a través del cuerpo es que hacemos el resto de los preceptos que nos corresponden realizar, o nos abstenemos de actuar de acuerdo a los preceptos que nos prohíben determinadas acciones. Acciones corporales, palabras, lo que ponga en funcionamiento (o retenga) el cuerpo o bienes materiales. Para los judíos, por ejemplo: ponerse tefilín, revestirse con el Talit, colgar la mezuzá, estudiar Torá, no realizar tarea creativa en Shabat, redimir al primogénito, dar dinero al necesitado, no vengarse, devolver lo extraviado, enunciar la unidad y unicidad del Eterno, hacer justicia, tratar bien al converso, honrar a los padres, enterrar difuntos, desposar mediante documento, divorciarse mediante documento, no robar, no engañar, no mentir, enseñar Torá a los hijos, no difamar, entre otros varios. Siempre, en todos ellos es necesaria alguna acción concreta, o abstenerse de realizar alguna. No se quedan en el plano de la meditación, del deseo, de la buena voluntad, de la idea, sino que necesariamente implican alguna acción, para hacerse o para no hacerse.

De los 613 mandamientos que corresponden al pueblo judío, son muy contados los que refieren exclusivamente a la dimensión mental:

  • Saber que existe el Eterno

  • No creer en dioses ajenos

  • No desear la esposa del prójimo o alguna de sus pertenencias

Curiosamente, o no tanto cuando se está en conocimiento del texto y contexto de la Torá, no hay ningún mandamiento de “creer" en Dios, o de “tener fe”. Como así tampoco encuentro ningún mandamiento que sea estrictamente de la dimensión emocional. Ni siquiera son del plano estrictamente emocional: “No guardar rencor” o “Amar al prójimo” o “Amar a Dios” o “No se endurezca el corazón ante el pobre “ o “Estar alegre en los regalim”, puesto que requieren acciones o abstenerse de tales.
Como siempre te digo, no confíes en mi palabra (ni en la de nadie), tómate tu tiempo para estudiar los 613 mandamientos de los judíos (recuerda, esos son de los judíos y no de los gentiles) y quizás puedas descubrir alguno que se me haya pasado en la enumeración. Pero, si te parece haber encontrado alguno, no te dejes llevar por tus impresiones, sino que revisa lo que los Sabios han enseñado al respecto, porque con falta de conocimiento puedes creer que estás ante mandatos de fe o de sentimiento, y cuando estudias como corresponde te das cuenta de que son acciones concretas las que se establecen (o prohíben). Vamos, por favor, hazlo, ayúdame a encontrar si en algo me he equivocado al enseñarte o si por algún oscuro e incomprensible motivo estoy falseando adrede las instrucciones del Eterno para Israel. Vamos, estudia, indaga, analiza y luego me cuentas.

Tenemos pues que de los 613 mandamientos para el pueblo judío, no encontramos ninguno que refiera estrictamente al plano emocional, como tampoco entre los Siete Mandamientos para las Naciones. En este último caso, es evidente cuando tienes claro el código:

  1. No servir dioses que no son el Eterno.
  2. No blasfemar, que es maldecir a Dios.
  3. No asesinar al inocente.
  4. No mantener relaciones sexuales prohibidas.
  5. No robar.
  6. No comer parte de animal con vida.
  7. Establecer cortes de justicia.

Es absolutamente claro que el código noájico establece límites para determinadas acciones negativas, así como demanda que cada noájida sea partícipe en la construcción de una sociedad en la cual, al menos, se viva en justicia y orden.

No adivinamos, no suponemos, no creemos que Dios ha pautado acciones o las ha restringido, y que es en ese plano en el cual se pueden concretar las aspiraciones espirituales de cada persona. Es en el plano físico/material en el cual el resto de los planos encuentran su realización, su realidad.

Así pues, por más que pudiera parecernos que en los códigos espirituales debiera estar legislado que la persona sienta, se emocione, derrame lágrimas de pasión por el Eterno, se estremezca con fervor, transpire a causa de su amor sentimental hacia Dios y el prójimo, el hecho es que no lo está.
El Eterno no te manda que sientas, sino que hagas (o dejes de hacer).

Sin embargo, y como mencionamos al principio, somos seres multidimensionales y el plano emocional no puede ni debe quedar exiliado de nuestro sistema, sino que allí está y debiera ejercer su función y estar balanceado.
Porque, no es lo mismo elevar una plegaria al Eterno de forma mecánica, sin un compromiso emocional verdadero; que hacerlo desde las profundidades del ser, con toda la emoción enfocada a establecer esa comunicación sagrada y única con el Padre. En ambas situaciones se ha cumplido con el reglamento, pero solo en la segunda el rezo tiene sentido, trascendencia.
(Recordemos que rezar es uno de los 613 mandamientos para los judíos, al tiempo que es una acción correcta y noble por parte de los noájidas aunque no estén obligados por Ley).
No es lo mismo honrar a los padres porque así debe ser hecho, de acuerdo a la letra de la Ley; que hacerlo con cariño, ternura, verdadero sentido del afecto filial. En ambos se cumple con la ley, pero por supuesto que el segundo contiene un mayor grado de relevancia y plenitud.
Y podemos seguir ejemplificando, pero creo que se entiende la idea: como seres multidimensionales, hemos de actuar plenamente.
En palabras del Eterno en Su Torá (judía):

"con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas."
(Devarim / Deuteronomio 6:5)

No con una dimensión, o dos o tres, sino con todo, pero cada cosa en su adecuado grado y función.
Podemos ejemplificarlo con un arco.
La emoción es un motor, no un timón.
La mente es un navegante en el océano de la vida, no un remero.
Lo social es la tripulación y los pasajeros, no el capitán.
El cuerpo es la nave, no el puerto.
Y el espíritu es el comandante, no un pordiosero que va de polizón.

Así pues, si una persona tiene un poderoso sentimiento, un deseo, una idea no demasiado razonada, de algo que fuera positivo, ¡qué bueno que así sea!
Pero, que no se quede en eso, sino que lo concrete.
De poco, o nada, sirve la buena intención, la bondad sentida, la idea genial encerrada en la mente, cuando no se hace lo posible para llevarla a la práctica.
Atiende:

"Di a los Hijos de Israel que tomen para Mí una ofrenda; de todo hombre cuyo corazón le mueva a hacerlo tomaréis Mi ofrenda."
(Shemot / Éxodo 25:2)

Es maravilloso que la persona tenga buenos sentimientos, una gran bondad en el corazón, pensamientos nobles, pero ¡que los realice! Que no se quede en las ganas, porque con ello no construye shalom ni mejora su existencia o la de otros.

Como se canta al recibir al Shabat:

“El fin es la acción, pero el pensamiento está antes”

Porque somos multidimensionales y todo lo nuestro tiene que estar al servicio de la tarea a cumplir, según la Torá afirma:

"Ahora pues, Israel, ¿qué pide el Eterno tu Elokim de ti?
Sólo que reverencies al Eterno tu Elokim,
que andes en todos Sus caminos,
que ames y sirvas al Eterno tu Elokim con todo tu corazón y con toda tu alma,
y que guardes los mandamientos del Eterno y Sus estatutos que yo te prescribo hoy, para tu bien."
(Devarim / Deuteronomio 10:12-13)

Tener al Eterno presente, actuar como Él hace, que es con bondad y justicia, de esa manera servimos y amamos a Dios. Porque guardamos fielmente los mandamientos, no los desechamos por religiosidad o doctrinas esotéricas, no nos llenamos de ideas ajenas que confunden la claridad de la senda, sino que tenemos conocimiento de los mandamientos que nos corresponden y los cumplimos. No por fe, sino por conducta. No con fe, sino con la confianza que surge de una conducta que es habitual.
De esa forma, con todo nuestro ser, con todo lo que somos. No atomizados ni divididos, sino en unidad y armonía, construyendo shalom internamente para hacerla con el prójimo.

El problema es que muchas personas piensan que con sentimentalismo ya es suficiente.
Porque predican que sienten a Dios,
se sienten en relación,
sienten que están haciendo lo suficiente con un llanto o un rezo o alguna palabra que aprendieron y repiten de memoria y sin sentido,
sienten que la fe mueve montañas,
sienten, sienten, sienten…
Tienen fe, mucha fe, vacía fe, no admiten la crítica ni el análisis, ¿porque temen descubrir que están parados en un pantano y hundiéndose?
Afirman que a Dios le agrada la fe, que lo que Él quiere es más fe y menos acciones. Las acciones son secundarias, porque lo principal es el corazón contrito, el lamento, el llanto, el sentimentalismo, la lealtad fanática a algún líder, secta o libro religioso.
Está en la fe y en el sentimiento desprovisto de razón su fundamento religioso.
Pero, ¿es esto lo que Dios quiere realmente?

Veamos muy brevemente en las Sagradas Escrituras.

Cuando el profeta Ioná/Jonás debía salvar de la condenación a los gentiles de la vil ciudad de Nínive, en el reino Arameo/Asirio, ¿cuál fue su requerimiento? ¿Qué quería Dios de aquellos gentiles para que no fueran condenados?
Veamos:

"’¡De aquí a cuarenta días Nínive será destruida!’"
(Ioná / Jonás 3:4)

Fue el rey gentil, adoctrinado en idolatría y sin conocimiento del Eterno y Sus cosas, quien decretó lo siguiente para él y su pueblo:

"’¡Que hombres y animales, ganado vacuno y ovejas, no coman cosa alguna! ¡No se les dé alimento, ni beban agua!
Cúbranse de cilicio tanto hombres como animales. Invoquen a Elohim con fuerza, y vuélvase cada uno de su mal camino y de la violencia que hay en sus manos.
¿Quién sabe si Elohim desiste y cambia de parecer, y se aparta del furor de su ira, y así no pereceremos?’”
(Ioná / Jonás 3:7-9)

Ayuno, actitud de duelo, rezo (¿a Dios o a los dioses?) y que cada uno se arrepintiera de lo malo y violento que haya cometido.
¿Y cuál fue la respuesta del Eterno?

"Elokim vio lo que hicieron,
que se volvieron de su mal camino,
y desistió del mal que había determinado hacerles, y no lo hizo."
(Ioná / Jonás 3:10)

Él retuvo la destrucción que se avecinaba sobre ese reino, a causa de…
Relee por favor.
Veamos si dice que:
¿se convirtieron en judíos,
estudiaron Torá,
compraron objetos religiosos judíos,
aprendieron hebreo,
tuvieron fe,
repetían dichos del rebe tal o cual,
se vestían como lo que la gente cree que representa al judaísmo,
tenían cosas judías o israelíes en su muro del Facebook,
se congregaban para cantar salmos,
tenían fe en Jesús,
memorizaron la Biblia,
ponían versos de los Salmos en Twitter,
eliminaron las creencias en dioses ajenos,
festejaban fiestas judías,
sacrificaron animales en honor al Eterno,
daban dinero a rabinos,
fundaron congregaciones mesiánicas, jasideas, seudo noájicas,
patrocinaban fundaciones culturales seudo hebreas,
fueron sentimentales?

¡NO!
Nada de ello.
Pero nada de ello. Ni por casualidad.
Y es DIOS el que está hablando, no un humilde maestro, no un grupo de rabinos, no un fraudulento por internet, ni es algo que adivinamos.
Es lo que Dios mismo dice.
Cuando vio lo que ellos habían hecho, que se volvieron del mal camino, que se arrepintieron, que dejaron la senda del mal y la violencia.

ESO fue su salvación.
Repito, no es lo que me parece, no es lo que invento, no es lo que adivino, es lo que está dicho por el profeta como boca de Dios.
En este caso fue la TESHUVÁ, el sincero y completo arrepentimiento.

¿Te parece que si Dios hubiera querido fe, sentimientos, plegarias, sacrificios, adoración, bailes, conversión al judaísmo, adulación de líderes religiosos, o cualquier otra cosa, Él mismo no lo hubiera dicho con claridad?
Pero Él dice que quiere otra cosa.

Mira ahora este ejemplo, quizás pareciera contradecir lo que te estoy explicando ahora:

"En aquellos días Jizkiá [Ezequías] cayó enfermo de muerte. Entonces el profeta Isaías hijo de Amoz fue a él y le dijo: -Así ha dicho el Eterno: ‘Pon en orden tu casa, porque vas a morir y no vivirás.’
Entonces él volvió su cara hacia la pared y oró al Eterno diciendo: ‘Oh Eterno, acuérdate, por favor, de que he andado delante de ti en verdad y con corazón íntegro, y que he hecho lo bueno ante tus ojos.’
Jizkiá [Ezequías] lloró con gran llanto.
Y sucedió que antes que Isaías saliese del patio central, le vino la palabra del Eterno, diciendo: ‘Vuelve y di a Jizkiá [Ezequías], el soberano de mi pueblo: ‘Así ha dicho el Eterno, Elokim de tu padre David: He oído tu oración y he visto tus lágrimas. He aquí, te voy a sanar; al tercer día subirás a la casa del Eterno.’"
(2 Melajim / II Reyes 20:1-5)

Pareciera como que el llanto y el rezo, por sí mismos, como manifestación sentimental, fueran suficiente.
Ahora no te explicaré con detalle todo el asunto, puesto que ya lo he hecho y te invito a que leas, estudies, analices, preguntes, critiques, comentes el texto que se abre haciendo clic aquí y lo intitulé “El rezo cabalístico”.
Te daré solo un breve resumen.
Este rey era un excelente cumplidor de los preceptos del Eterno, se esforzaba por ser leal a Él a través de seguir atentamente Sus preceptos.
Pero el profeta le susurró que todas sus buenas obras no eran tan “perfectas”, porque en el fondo tenía intención de obtener beneficios a cambio de ellas y además, les faltaba sentimiento. Como dijimos más arriba, el legalismo en sí mismo es suficiente, pero no completo. Todas las cosas hechas por el rey carecían de “todo corazón, con toda tu alma y todas tus fuerzas”, porque les faltaban ese cariño, el ingrediente que proviene del plano emocional y no busca la manipulación.
En su caso sí era necesario que derramara alguna lágrima y elevara un amargo ruego al Cielo, porque precisamente era esto lo que le había estado faltando. Buenas obras, tenía; bondad y justicia, tenía; fidelidad al Eterno, tenía; pero le faltaba esa entrega emocional ante Dios. Aún no lo servía con todo lo que él era y tenía, y este rey debía alcanzar esa integridad ya que su altura espiritual lo habilitaba a ello. Según cuenta la Tradición, el rey Jizquiá estaba llamado a ser EL mashiaj tan esperado, pues tenía casi todas las condiciones personales y las colectivas para serlo. Así pues, para él era necesario ser un hombre íntegro en todo, que todas sus dimensiones estuvieran equilibradas y accionando para alcanzar la meta de servir a Dios.

Así pues, en concreto, por supuesto que el plano emocional debe estar involucrado, pero no es el principal, no es el requerido, no es el que explicitan los mandamientos como fundamento.
A pesar de esto, debe estar presente.
Cuando des dinero al pobre, hazlo con palabras de aliento y una sonrisa fraternal.
Cuando te sientas ofendido, no procedas desde el EGO, sino usando la Comunicación Auténtica.
Cuando desees charlar con tu Padre, hazlo, pero con todo tu ser, no solo con los labios, o con lo litúrgico, o copiando costumbres de otros, o para mendigar provocativamente.
Así en todo, con todo tu ser.

De esta manera se siente una cercanía REAL con el Eterno y con el prójimo, y no la pantomima superficial que emana del EGO.
No es sentimiento vacío de contenido, sino sincero, pleno, trascendente, multidimensional.

Para aquel que todavía no ha podido integrar sus dimensiones y fue enseñado a sentir, a tener fe, a adorar como pagano, a bailotear en busca de afecto celestial, ¿qué podemos decir? Que siga des-aprendiendo para poder ir aprendiendo cada vez más y mejor. Que vaya integrando todas sus dimensiones, a su paso, a su ritmo, con respeto, con paciencia, pero con firmeza y constancia.
Que no se quede en los espejismos del sentimiento, sino que aboque todo su ser a la sagrada tarea que esté haciendo en ese momento, porque toda tarea es sagrada si se hace involucrando efectivamente la dimensión espiritual.

Para finalizar, quiero citar a un gran maestro contemporáneo, el Rav Kook, en su “Orot HaKodesh”:

El fundamento de la alegría es: amar la verdad con el pensamiento, amar la rectitud con la conducta cotidiana, amar la belleza con el sentimiento, amar el bien con la acción. Y con todos los valores, con todos, cada hombre construye para sí verdad, rectitud, belleza y bien, para sí mismo y según sus cualidades”.

¿Cómo sabemos quien fue nuestro Bisabuelo o Tatarabuelo?

Hace unos días, en un post recientemente publicado, se generó un tema interesante en el apartado para los comentarios.

(http://fulvida.com/id-noajica/identidad/usted-es-nojida)

El tema básicamente era si se podían diferenciar el Código Noájida y la identidad del No-Judío de los cuentos y mitos de las religiones conocidas. Digo esto porque, directamente, en los comentarios no se cuestionó si el código Noájida era un invento; sino que el planteamiento directo era sobre la existencia real de Noé, y esto, indirectamente apuntaba, a que si Noé no existió, podría pensarse que el pacto Noájida y la identidad Noájida tampoco.

De hecho, el comentario 5.1.2 hace una pregunta bien directa: “¿…como sabe que esto que le estoy explicando y usted ha comentado por fin es LA VERDAD y no otro cuento mas de alguna religión o secta?”

Como personas pensantes, Noájidas consientes, defensora de nuestra identidad, constructoras de shalom, estudiosos de Las Leyes Universales, no aceptamos NADA NI NINGUNA VERDAD por “fe ciega”. Nos cuidamos y vemos con lupa nuestras sensaciones de impotencia, porque son en ellas donde el EGO del ser humano entra como narcótico para aminorar nuestro dolor ante la falta de control, poder o de respuesta ante lo que desconocemos.

Ante la falta de poder o control de algo que desconocemos, NO damos como respuesta la “fe” en creer por creer, o aceptar por aceptar lo que otro dice como supuesto hecho verídico aunque sea irracionalmente ilógico; ya si lo hacemos, nos convertiríamos en “ególatras”, que es lo mismo que la idolatría, pues estaríamos adorando al placentero narcótico- EGO-, pero sin personalizarlo en ninguna imagen. Le estaríamos rindiendo culto a la Fe del Ego, porque en lugar de pensar o racionalizar o buscar una explicación lógica, se decidió aceptar, por la simple creencia, lo que es desconocido, desconectándose de la realidad para entrar a vivir al mundo de lo irreal, del cuento mágico, es decir, de la fe de las religiones.

Así pues, cuando tenemos alguna duda sobre la veracidad de algún hecho que se nos intente imponer como “verdad absoluta”, NO asumimos una posición pasiva de aceptación; todo lo contario: analizamos, cuestionamos, investigamos, estudiamos, pensamos, racionalizamos, preguntamos, pedimos ayuda a los que saben y entienden, todo con el fin de acercarnos lo más que se pueda, a la Verdad Real de los Hechos, cuya finalidad y objetivo siempre va a ser desaprender para aprender a ser mejores personas sin prejuicios de ningún tipo y gozando de la libertad que gratuitamente se nos regaló.

Así las cosas, como les comentaba, un buen socio de este sitio, en su libertad como Noájida consiente,  expuso un argumento personal muy valedero y fundamentado en que tanto el diluvio universal como el personaje “Noé” podrían perfectamente catalogarse como mitóticos debido al conocimiento científico que hoy día se maneja. Apuntaba que si bien es cierto se pudiera pensar en posibles inundaciones mesopotámicas, científicamente era imposible que fuera global. También, comparaba al personaje Noé con un mito como cualquier otro, ya que en otras culturas, ajenas a las judías, existía también la historia del diluvio; y todo esto para afirmar que no existe modo de saber si la condición Noájida (o bien, la identidad del gentil y a su vez, el Código Noájida) son la “verdad absoluta” (Comentario 8).

Sus puntos de vista, valederos como de cualquier persona consciente y valientemente desarraigada de la religión, me conquistaron una opinión personal también a mí; un juicio de valor en que argumentar alguna posición propia. Usted mi querido lector puede hacer lo mismo, porque no estamos para convencer a nadie, sino para desarrollar lo nuestro, lo propio, lo que por derecho nos pertenece: nuestra real identidad; y no la que impone el religioso de turno.

¿Cómo sabemos quien fue nuestro Bisabuelo?

Les voy a contar lo que se del mío por línea paterna, por ser la familia más cercana que tuve. El en vida se llamo Ricardo Pérez (que en paz descanse). Físicamente se que era un hombre muy fornido, que usaba un pequeño bigote bien recortado, y un pelo crespo con un peinado de línea a un lado. He llegado a saber también que le gustaba andar siempre de corbata, y bien presentado. Por la información que he obtenido de una fuente confiable (mi abuela y suegra del señor Pérez), que el señor era Maquinista de tren para la Compañía Bananera cuando estaba en Costa Rica. Le gustaba andar una “smitan hueso” siempre cargada, en la pretina de su pantalón por si alguien se quería pasar de listo en no pagar el pasaje.

Cuenta la abuela, que su carácter no era muy dulce. Era un hombre “bravo”, enojón, de carácter duro y violento, de mano dura y poco paciente lo que lo hizo meterse en problemas cuando había convulsión política en mi pais; y que todo contrastaba con su especial afición al beisbol, a la música de la orquesta nacional, al respeto que merecía la cena familiar, al sentido de responsabilidad, y a su tremendo orden que mantenía en casa.

También he llegado a saber que en sus años mozos, se convirtió en un habilidoso mecánico de la Compañía Bananera, lo que aprovecho para cuando emigró hacia San José, incursionar en su propio taller mecánico, resaltando su trabajo y siendo reconocido por su sus colegas.

Falleció en San José, alrededor de 40 años antes de mi nacimiento. No lo llegue a conocer personalmente. La información que sé de él ha sido suplica oralmente y EN SU TOTALIDAD por mi abuela y mi papa, quienes conocieron personalmente al señor Pérez.

El hecho de no haberlo conocido, no quiere decir que no haya existido por cuanto yo estoy acá y ustedes me están leyendo. Lo cierto es que provengo de él porque estoy aquí en este tiempo y espacio. Mi bisabuelo contribuyo con la vida mi abuelo; mi abuelo con la vida mi padre, y mi padre con mi vida y por eso estoy acá.

De no ser por el testimonio de ellos, no tendría información de mi descendiente. De mi bisabuelo no existe mayor información que no sea la trasmitida oral y tradicionalmente,  por la escasez de prueba que pudiera constar en las instituciones públicas civiles; pero sé que existió porque mi abuela y mi papa me contaron de él (que sí lo conocieron) y porque yo estoy acá escribiendo. Siguiendo esa línea, eso quiere decir que yo provengo de una persona (mi bisabuelo) de la cual no conocí y de la cual no hay mayor información que la recibida por los testimonios de mi papa y mi abuela. Pero sé que existió físicamente porque yo existo físicamente. Es decir, yo mismo soy el testimonio vivo de la existencia del señor Pérez.

Es casi imposible corroborar su existencia a través de otros medios, debido al precario control de la población que existía en mi país, lo que hacía que incluso en los actos jurídicos en los que involucraban personas con cosas, no fueran públicos, ni el Estado supiera de ellos. En ocasión pasada, algo les había comentado en este artículo:

http://fulvida.com/varios/de-usuarios/el-error-de-la-especulacion-mesianica-cristiana

Pero desmeritar por falta de prueba científica la existencia de mi bisabuelo, o subestimar el testimonio de los mayores y reducirlos al grado de mito, sería afirmar que yo no existo tampoco; cosa que no es cierta, porque me están leyendo.

En mi propio caso, desconfiar de la veracidad al grado de la mitología de un antepasado es muy aventurado, y hasta cierto grado poco científico o metodológico; cuando no se obtiene pruebas directas de su vida; pues a través de otros elementos perfectamente se puede reconstruir su existencia en su tiempo y espacio. Tal y como en algún momento indique en el artículo anterior, en los años 1.700 en mi país; la población era censada con altos márgenes de errores pues no existían registros oficiales. Solamente vía testimonial o por declaración de parte se confiaba en que X era hijo de Y. Sin embargo esas declaraciones o testimonios eran tomados en cuenta para filiar persona a persona.

Por otro lado, hasta algunos héroes nacionales se sabe de ellos por esa vía, pues quedaron pocos registros de ellos. Caso en particular fue el señor Juan Santamaría, del cual se sabe de él por un testimonio de un sobreviviente de la campaña nacional de 1856 y por una pensión de guerra que se le otorgó a su señora madre, del cual quedo registrada documentalmente. Pero de su niñez, adolescencia y vida en general se sabe poco (hasta donde yo conozco).

En fin, para el caso, la confianza de TODA la prueba indiciaria (testimonial o tradicional vía oral) ayuda al investigador a reconstruir una verdad.

¿Qué pasa entonces con la Identidad del Noájida o el Código Noájida?

Exactamente lo mismo. Sabemos que las Leyes Universales están presentes, existen, son. No dependen de nada más que de ellas mismas para saber que ellas son y que el hombre tiene que ajustar su comportamiento a ellas.

Cualquier suceso pasado, presente o futuro, es perfectamente analizable a través de las Leyes Universales, pues no son leyes arcaicas o desactualizadas; regulan la conducta humana cotidiana y en cualquier espacio y tiempo, en relación con un límite necesario, para hacer del Humano un ser más allá de un animal instintivo. Son como la Declaración de los Derechos Humanos, que no varía ni cambia ni se disminuyen, que se reconocen solo por tener la condición humana.

El hecho de que no hayamos conocido sobre la existencia de Noé por los medios científicos tradicionales o actuales, ni que se haya descubierto prueba física contundente respeto al Diluvio Universal, no quiere decir que las Leyes Universales sean mito o que la identidad del gentil no sea, porque se estaría contraviniendo con la condición humana misma, reduciendo al humano a un animal más del reino animal sin límites mas que los que dicta el instinto natural; cosa imposible porque en estos momentos están haciendo uso de la comprensión de lectura a través de la vista, lo que en estos momentos está generando pensamiento en cada lector.

Nuestra capacidad de pensamiento, de raciocinio, de análisis, de no aceptar por “fe” lo que dictan los religiosos de turno, es prueba suficiente para demostrar nuestra propia identidad; nuestros límites de lo bueno y malo, nuestros frenos inhibitorios hacia algunas conductas por considerarlas NO BUENAS apuntan por si mismos al Código Noájida. ¿Qué persona, tribu, nación, familia, estado, etc ve como bueno el robo, el asesinato, el maltrato animal, el adulterio, la blasfemia o el politeísmo? Hasta el más desentendido de su identidad ve como MALAS esas conductas, aunque dicha persona profese religión o sea parte de cualquier tribu; porque no son normas impuestas socialmente o culturalmente, sino concienzudamente.

Ahora, negar la Identidad Noájida basándose en la inexistencia de Noé o del Diluvio Universal por falta de prueba científica, es exactamente como negar al bisabuelo por no tener prueba científica de su existencia. Si supeditamos la falta de existencia de La identidad Noájida y el Código Noájida a la falta prueba científica de existencia real de Noé o del Diluvio Universal, estaríamos afirmando que el hombre es un animal instintivo sin moral ni ética; cosa que no es cierta pues somos “Homo sapiens” con conciencia de estar vivos, y no “Homo erectus” cuya finalidad en la vida era únicamente sobrevivir.

Ahora, respecto de Noé y el Diluvio, como Noájidas conscientes, tenemos la libertad de elegir si confiamos en lo dicho por los mayores (los sabios judíos) respecto a su existencia, tal y como confiamos en nuestros mayores respecto de nuestros antepasados que no conocimos. O bien, podemos no confiar en sus nuestros mayores (los sabios judíos) respeto a su “versión de los hechos” respeto de Noé y el Diluvio; pero lo cierto es que desacreditar la Identidad Noájida y el Código Noájida por falta de prueba científica es un error, pues la sola conciencia del hombre de lo que es bueno y lo que no lo es, su capacidad analítica y racional, su espíritu de aventura  por la descubrir el Mundo, es prueba suficiente de su identidad única, no prejuiciada por la dictada por la religión, sino esa identidad “divina” que lo une a algo más que a materia y energía.

 

Sin título  (Descansa en paz bisabuelito. Sin haberte conocido yo te amo)

Soberano del mundo, si necesitas de mí…

Hace un rato, una buena persona en Facebook puso la siguiente frase: “Soberano del Mundo: Si necesitas una lágrima más, que esta sea la lágrima. Si te hace falta un rezo más, que este sea el rezo.”
Es una linda frase, que si no me equivoco es de la pluma del rabino Shlomo Karlebaj, pintoresco maestro y músico que ganó renombre allá por las psicodélicas eras del auge hippie. Su influencia musical e ideológica sigue impregnando a buenos sectores de la familia judía. De hecho, muchas melodías que se toman como antiguas y tradicionales son de su autoría, han calado hondo y son entonadas con fervor. Grande fue su prédica en torno al amor al prójimo judío, al efusivo cariño hacia el diferente.

Bien, ante esa bella frase yo comenté en el muro de esta buena persona en la Red Social: “Lindo, pero… ¿para qué quiere Dios una lágrima o un rezo? ¿Para qué las puede precisar? ¿No es mejor construir shalom con acciones concretar y positivas que beneficien al mundo, tal y como ÉL mandó en SU Torá y es un eco permanente en los profetas?”.

Si te tomas el tiempo y te dedicas a recorrer el Tanaj de una punta a la otra, difícilmente encuentres que a Dios agrada, o Él necesita, o te pide, que derrames alguna lágrima por/para Él, o que le dediques rezos como si de un dios pagano se tratara.
Por el contrario, estarás viendo que de forma incesante el pedido se repite: actuar con bondad y justicia, siendo leales a Él.

Es una temática que ya hemos trabajado en numerosas oportunidades, abundamos en citas y ejemplos, te pido que busques aquí mismo y encontrarás mucho y gratuito para leer y crecer.
Por supuesto que la Torá Oral sigue ese mismo patrón, sin desviarlo.

Entonces, simplemente preguntemos: ¿qué agrada realmente más al Padre: que sus hijos lagrimeen y recen, o que sus hijos se comporten de forma noble, construyendo shalom, beneficiando generosamente uno al otro? ¿Cómo se alegra el buen Padre, con zalamería y quejidos lastimosos, o al ver a sus hijos felices y saludables, que crecen a través de actos de solidaridad, en un mundo que potencia la comunión de lo espiritual con lo terrenal?
Solo preguntemos y veamos cual serían las mejores respuestas.

Para finalizar, quiero citar a una persona que no hablaba de su corazón e ideas, sino como boca de Dios:

"(4) Entonces vino a mí la palabra del Eterno de los Ejércitos, diciendo:
(5) ‘Habla a todo el pueblo de la tierra y a los sacerdotes, diciendo: ‘Cuando ayunabais y hacíais duelo en los meses quinto y séptimo durante estos setenta años, ¿acaso ayunabais para Mí?
(6) Y cuando coméis y bebéis, ¿acaso no coméis y bebéis para vosotros mismos?
(7) ¿No son éstas las palabras que ha dado a conocer el Eterno por medio de los antiguos profetas, cuando Ierushalaim [Jerusalén] estaba habitada y en paz, y estaban habitadas las ciudades en sus alrededores, y en el Néguev y en la Sefela?’
(8) Vino la palabra del Eterno a Zacarías, diciendo:
(9) ‘Así ha dicho el Eterno de los Ejércitos: ‘Juzgad conforme a la verdad; practicad la bondad y la misericordia, cada uno con su hermano.
(10) No extorsionéis a la viuda, al huérfano, al extranjero y al pobre; ni ninguno piense en su corazón el mal contra su hermano.’
(11) Pero no quisieron escuchar. Más bien, se encogieron de hombros rebeldemente y taparon sus oídos para no oír.
(12) Y endurecieron su corazón como un diamante para no oír la Torá ni las palabras que el Eterno de los Ejércitos enviaba por su espíritu, por medio de los antiguos profetas. Por tanto, se desencadenó la gran ira del Eterno de los Ejércitos.
(13) Aconteció que como llamé y ellos no escucharon, así ellos llamaron y Yo no escuché, dice el Eterno de los Ejércitos.
(14) Más bien, los esparcí con vendaval por todas las naciones que no conocían, y tras ellos la tierra fue desolada hasta no quedar quien fuese ni viniese. Así convirtieron la tierra de las delicias en desolación.’"
(Zejariá / Zacarías 7:4-14)

¿Te ayuda el profeta a entender que “satisface” realmente a Dios?

 

 


imagen: http://www.raquelbarnatan.com/p/es/obra/lagrimas/cara-picassiana-con-lagrimas-ii.php

¿Dios te exige pertenecer a una religión?

Una señora esclavizada por la idolatría, en este caso de los Testigos de “jehová”, manipulaba a una apreciada señora noájida, conocida mía, diciéndole (entre una sarta impresionante de tergiversaciones, falsas profecías y citas del perverso libro idolátrico): “en cuanto a tus apreciaciones de que dios no tiene religion me da pena decirte que te equivocas josue 24: 14 dice que jehova exigia y ponia condiciones a su pueblo ¿es necesario pertenecer a una religión?”.

Veamos qué dice ese párrafo y comprobemos cómo la señora religiosa manipula, engaña, de paso blasfema e incita a la aberrante idolatría.

"Ahora pues, reverenciad al Eterno.
Servidle con integridad y con fidelidad.
Quitad de en medio los dioses a los cuales sirvieron vuestros padres al otro lado del río y en Egipto, y servid al Eterno."
(Ieoshúa / Josué 24:14)

Este párrafo no es un islote en medio de un océano lleno de elementos ajenos, sino que está dentro de un contexto general: el de la Tradición judía.
Es una frase dicha por un judío, para el pueblo judío y referente a cuestiones netamente judías.
No es una prédica aislada, sino que es un eco de otras que ya conocemos, anteriores y posteriores.

Veamos por ejemplo lo que enseñó quien fuera el maestro directo de Josué durante cuarenta años, su rabino, su líder, aquel que le delegó el poder y la autoridad, el inigualable entre los profetas, Moshé, quien nos trajo la Palabra del Eterno:

"(13) Al Eterno tu Elokim temerás y a él servirás, y por su nombre jurarás.
(14) No iréis tras dioses ajenos, tras los dioses de los pueblos que están a vuestro alrededor;
(15) porque el Eterno tu Elokim es un Elokim celoso que está en medio de ti. No sea que se encienda el furor del Eterno tu Elokim contra ti, y te destruya de la faz de la tierra.
(16) ‘No pondréis a prueba al Eterno vuestro Elokim, como lo hicisteis en Masá [‘Tentación’].
(17) Guardad cuidadosamente los mandamientos del Eterno vuestro Elokim y sus testimonios y leyes que te ha mandado.
(18) Harás lo recto y bueno ante los ojos del Eterno, a fin de que te vaya bien, y entres y tomes posesión de la buena tierra que el Eterno juró a tus padres;
(19) para que él eche a todos tus enemigos de delante de ti, como el Eterno ha prometido."
(Devarim / Deuteronomio 6:13-19)

Otro eco, esta vez posterior, de otro profeta de una estatura espiritual impresionante, aquel que fuera comparado casi al nivel profético de Moshé, el gran Samuel predicó:

"(3) Entonces Shemuel [Samuel] habló a toda la casa de Israel, diciendo: -Si de todo vuestro corazón os volvéis al Eterno, quitad de vuestro interior a los dioses extraños y las Astartes, y preparad vuestro corazón para el Eterno. Servidle sólo a él, y él os librará de mano de los filisteos.
(4) Entonces los Hijos de Israel quitaron los Baales y las Astartes, y sirvieron sólo al Eterno."
(1 Shemuel / I Samuel 7:3-4)

Pero esta tradición de eliminar a los falsos dioses, a sus estatuas, a todo lo que los representara, para tener una relación DIRECTA con el Eterno tiene una larguísima presencia en la Familia Judía, incluso de siglos anteriores a la Entrega de la Torá:

"(2) Entonces Iaacov [Jacob] dijo a su familia y a todos los que le acompañaban: -Quitad los dioses extraños que hay en vosotros, purificaos y cambiad vuestros vestidos.
(3) Levantémonos y subamos a Betel; allí haré un altar a Elokim, que me respondió en el día de mi angustia y ha estado conmigo en el camino que he andado.
(4) Así entregaron a Iaacov [Jacob] todos los dioses extraños que tenían en su poder, y los aretes de sus orejas, y Iaacov [Jacob] los escondió al pie de la encina que había junto a Siquem."
(Bereshit / Génesis 35:2-4)

Podríamos seguir buscando esta voz que resuena una y otra vez: fidelidad al Eterno, quitar los falsos dioses, para vivir en una relación directa e íntegra con Él, de acuerdo a como Él quiere que vivamos.
Para no cansar con la repetición, un eco más cercano en el tiempo:

"(23) ¿Acaso quiero Yo la muerte del impío?, dice el Señor Elokim. ¿No vivirá él, si se aparta de sus caminos?
(24) Pero si el justo se aparta de su justicia y comete maldad, conforme a todas las abominaciones que hace el impío, ¿vivirá él? Ninguna de las acciones justas que hizo vendrán a la memoria; por la infidelidad que cometió y por el pecado que cometió, por ellos morirá.
(25) ‘Sin embargo, decís: ‘No es correcto el camino del Señor.’ Oíd, oh casa de Israel: ¿No es correcto mi camino? ¿No son, más bien, vuestros caminos los incorrectos?
(26) Si el justo se aparta de su justicia y hace injusticia, por ello morirá; por la injusticia que hizo morirá.
(27) Y si el impío se aparta de la maldad que hizo, y practica la justicia y la bondad, hará vivir su alma.
(28) Por cuanto mira y se aparta de todas las transgresiones que cometió, ciertamente vivirá; no morirá.
(29) ‘Sin embargo, la casa de Israel dice: ‘No es correcto el camino del Señor.’ ¿Acaso mis caminos son incorrectos, oh casa de Israel? ¿No son, más bien, vuestros caminos los incorrectos?
(30) Por tanto, yo os juzgaré a cada uno según sus caminos, oh casa de Israel, dice el Señor Elokim. Arrepentíos y volved de todas vuestras transgresiones, para que la iniquidad no os sea causa de tropiezo.
(31) Echad de vosotros todas vuestras transgresiones que habéis cometido, y adquirid un corazón nuevo y un espíritu nuevo. ¿Por qué habréis de morir, oh casa de Israel?
(32) Ciertamente, yo no quiero la muerte del que muere, dice el Señor Elokim. ¡Arrepentíos y vivid!"
(Iejezkel / Ezequiel 18:23-32)

¿En todos estos pasajes, que como vimos son ecos que retumban una y otra vez, pide Dios religión?
¿Pide fe?
¿Habla algo de Jesús, sangre derramada, un hijo sacrificado para salvación de los pecadores, congregarse en iglesias, aprenderse párrafos de memoria de viejos libros idolátricos, algún ritual?
¡Ciertamente no!

Por el contario, el eco resuena junto a este otro mensaje, desde el principio de los eones sagrado y reiterado por los verdaderos hombres y mujeres de Dios:

"(17) Entonces el Eterno dijo: -¿He de encubrir a Avraham [Abraham] lo que voy a hacer,
(18) habiendo de ser Avraham [Abraham] una nación grande y poderosa, y que en él han de ser benditas todas las naciones de la tierra?
(19) Porque yo le he escogido y sé que mandará a sus hijos y a su casa después de él que guarden el camino del Eterno, practicando la justicia y la bondad, para que el Eterno haga venir sobre Avraham [Abraham] lo que ha hablado acerca de él."
(Bereshit / Génesis 18:17-19)

La fidelidad al Eterno está en caminar por las sendas que Él ha marcado: noajismo para los gentiles, judaísmo para los judíos.
Sendas que se basan en tres pilares: acciones concretas de bondad y justicia, con lealtad hacia Él.

Nada de fe, nada de Jesús, nada de bautismos, nada de iglesias, nada de palabras en hebreo, nada de congregaciones, nada de diezmos, nada de plegarias a dioses paganos, nada de adoración, nada de lo que se considera “religión”.
Lo que Dios pide es claro, es simple, es real, es cierto: ser buenos, ser justos, ser leales a Él.
Este tema lo hemos explicado ya decenas de veces, si no más, con pasajes “bíblicos”, sin tergiversaciones, sin manipulaciones, sin ocultamientos, sin desviar las palabras según algún oscuro interés.
Una y otra vez nos hacemos repetidores del sagrado eco que se escucha en nuestra alma desde el comienzo de la humanidad: construir shalom.
No religión, pero sí espiritualidad pura.
Por ejemplo, puedes leer:

Http://fulvida.com/varios/temas-frecuentes/lo-que-el-eterno-pide-del-gentil
Http://fulvida.com/id-noajica/identidad/jess-y-nuestra-sagrada-relacin-con-el-padre
Http://fulvida.com/id-noajica/identidad/jess-el-mediador
Http://fulvida.com/id-noajica/identidad/clientela-religiosa

Son unos poquitos links de los cientos que tenemos aquí.
Puedes comprobar las citas, revisar cada una en su contexto, evaluarlas con criterio, preguntar y preguntarte, no manipules ni te dejes manipular.
Verás que el eco no es un invento judío, ni de este pobre maestro de Torá, no de alguna secta en particular, sino que es el sagrado eco que reverbera desde el comienzo del tiempo y que cada profeta ha repetido sin pausa.

Bondad, justicia con lealtad al Eterno.
Esa lealtad no significa fe, ni rituales, ni malabarismos emocionales para convencer a la gente de cosas absurdos, sino que la lealtad se limita a no adorar otros dioses, dioses que los judíos no vieron en la Revelación de Sinaí. Por supuesto que entre esos falsos dioses se encuentra Jesús.
Porque, cuando Dios se reveló en “persona” ante TODO el pueblo judío, 3.000.000 de personas, TODO un pueblo, no había nadie ni nada, sino DIOS.
¿Vieron los judíos a Jesús?
¡NO!
¿Adoraron a un hombre?
¡NO!
¿Dios les hablo de "su hijo" que era Él mismo y que algún día sería cárnico?
¡NO!
¿Menciona algo de pecado original?
¡NO!
¿Dice algo del sacrificio del “hijo” para salvación?
¡NO!
No dice nada de eso. Nada de nada. Pero nada.
Y que no vengan los misioneros con cuentos de que hay sombras de Jesús aquí y allá, alusiones, imágenes escondidas.
Cada verso es claro:

"(8) ‘He aquí que vosotros estáis confiando en palabras de mentira que no aprovechan.
(9) Después de robar, de matar, de cometer adulterio, de proferir falso testimonio, de ofrecer incienso a Baal y de ir tras dioses ajenos que no conocisteis,
(10) ¿vendréis para estar delante de Mí en este templo que es llamado por Mi nombre y para decir: ‘Somos libres’ [para seguir haciendo todas estas abominaciones]?
(11) ¿Acaso este templo, que es llamado por Mi nombre, es ante vuestros ojos una cueva de ladrones? He aquí que Yo también lo he visto, dice el Eterno."
(Irmiá / Jeremías 7:8-11)

Es un retrato de lo que hacen todos esos que dicen hablar en nombre de Dios, congregarse en Su templo, ser sus “testigos”, ser su pueblo (el Israel espiritual, un chiste muy traicionero), gente que anda por el mundo difundiendo el mal pero dicen que lo hacen por amor a Dios.
Pero Dios los detesta en grado sumo… es claro…

Se debe quitar a todos los dioses y dejar solo al que liberó a los judíos de Egipto.
¿Era Jesús nacido? ¿Estaba Jesús a la cabeza del pueblo? ¿Lo vieron? ¿Alguien lo mencionó en la Torá? ¿Moshé les dijo algo de él a los judíos? ¿Dice alguna cosita la Torá de ese muchacho y de la idolatría que le concierne?
Nada de nada

Comprobamos que el propio verso que quiso usar la misionera para engañar y llevar a la maldición, cuando se lo lee con las gafas de la santidad, cuando se lo contrasta con el resto de su contexto, echa por tierra cualquier idiotez religiosa respecto a Jesús y cualquier otra religión.
El verso es claro, dice echar fuera la idolatría, entre ella a Jesús en estos días, y servir a dios con fidelidad  e integridad.

Qué no pase:

"Y el Eterno dijo a Moshé [Moisés]: ‘He aquí que tú vas a reposar con tus padres, pero este pueblo se levantará y se prostituirá tras los dioses extraños de la tierra hacia la cual va… hombres impíos de en medio de ti han descarriado a los habitantes de su ciudad, diciendo: ‘Vamos y sirvamos a dioses ajenos’ -que vosotros no conocisteis-…"
(Devarim / Deuteronomio 31:16; 13:14)

Dioses que los judíos no conocieron, que no son el Eterno, como no lo conocieron a Jesús.
Que no tienen relación con aquello que percibieron en santidad y pureza en la Revelación en Sinaí.
Dioses falsos, como por ejemplo esos dioses nacidos de vírgenes al comienzo de la estación invernal, dioses que murieron y renacieron, que eran hijos de un dios luminoso, que eran salvadores de los pecadores, nacidos en pesebres, crucificados, esos dioses nunca fueron parte de la cultura y tradición de la Familia Judía, ni lo serán.
Son dioses extraños, que prostituyen a la persona, que lo apartan de Dios.
Dioses falsos, salvadores falsos, como el tal Jesús.
Mira este enlace, por si no sabías cuantos dioses (falsos) igualitos existieron mucho antes del tal Jesús, el cual fue una evidente mala copia de todos ellos: http://fulvida.com/fortalecimiento/pensamiento/de-los-16-salvadores-crucificados-del-mundo

Jesús es un cuerpo extraño al judaísmo, de hecho, una intrusión lesiva a la santidad que debe preservar todo humano.
Seguir la senda de Jesús es de engaño, maldición y muerte.
Lamento tener que ser tan drástico en mis palabras, pero no se puede ser “tibio” con aquello que provoca un daño aquí y en la eternidad, un daño inmenso, terrible, para judíos y gentiles.

Hagamos lo que Dios nos pide, pues así se sirve a Dios: al cumplir los mandamientos que compete a cada cual.
Los que corresponden de los 613 de la Torá a la persona judía.
Así como los Siete Mandamientos para cada uno de los gentiles.
En su núcleo se encuentra lo que ya mencionamos: bondad y justicia, bondad y justicia, con lealtad.
Como te dije, es un tema muy repetido por lo que te aconsejo que mires aquí: http://serjudio.com/personas/etica/imitatio-dei-actuar-como-dios , que es uno de los cientos, sino miles, de textos que ya hemos escrito explicando esto.

Antes de terminar, una advertencia.
Vendrán los misioneros con falsas profecías, con párrafos confusos y absurdos de su compilación imperialista, fantasiosa y fanática que llaman “Nuevo Testamento” (absurdamente algunos le dicen “brit hadashah”).
Sabemos a ciencia cierta de su terrible distorsión y falsedad, pero déjame mencionarte una pequeña cosa, solo una.
Es fácil escribir falsas profecías diciendo que el supuesto dios/profeta/mesías dijo tal y cual cosa cuando ya pasaron varios años del supuesto suceso que supuestamente está profetizando.
Eso no es profecía, ni historia, es inventar para acomodar las cosas a lo que los que inventaron el Nuevo Testamento querían.
¿Entiendes? Creo que un ejemplo será más claro.
Es como si un misionero del dios/profeta/mesías X te dijera hoy, ahora (mayo 2013): “Mira tú, mi dios es verdadero, es un profeta, porque el santo X dijo en 1984 que habría un presidente de raza negra en Estados Unidos hacia el año 2010 y que gobernaría dos periodos.”
Te lo dice hoy. No hay pruebas de que alguien lo dijera con precisión en 1984, y de haberlo dicho dudoso que sea con todo detalle.
¿Eso es una profecía? ¿Tiene alguna validez? ¿Demuestra algo¨?
Es un invento, una estafa, más EGO, más manipulación, más de la misma nada que lleva a la muerte.
Es lo que hacen constantemente los misioneros, que siguen ofreciendo pan podrido que adornan como si fuera de vida y exquisito.
Tú n debes comerlo, ni aceptarlo, ni siquiera respetarlo.
Porque tú no comes veneno, ni lo aceptas en tu despensa ni lo respetas para tenerlo al alcance de tus niños.

Está claro entonces que a Dios no le complace la religión, sino que acatemos Sus mandamientos para vivir con bondad y justicia y lealtad.

Tienes ya publicados miles de textos que te ayudan a des-aprender para que puedas aprender, en fulvida.com y en serjudio.com
¿Por qué no buscas?
Están aquí.
Léelos por favor. No me pidas que te los busque yo ni que te los escriba de vuelta.
¿Lo harás?
Y al hacerlo, coméntalos, compártelos, difúndelos. Demos vida al que agoniza, ojos al ciego, sanidad al enfermo, al Padre a todos.
¿Me ayudas?
Gracias, hasta luego.

Profetas y profecía

Toda persona en su esencia más pura, en su neshamá, está constantemente conectado con el Eterno y con toda la creación.
Pero, ese Yo Esencial se encuentra amurallado detrás de capas y más capas que el EGO y las experiencias vitales han ido poniendo a su alrededor.
Además, nuestros cinco sentidos no están capacitados para percibir esa tenue voz que desde nuestro interior nos comunica verdades y sabiduría, bondad y armonía.
Entreverados con el abundante torrente de percepciones y estímulos, la vocecita sagrada de nuestro Yo Esencial, el canal conectivo con el Padre, permanece oculto, como en silencio, perdido, como si no tuviera existencia.
Sin embargo, ahí está, todo el tiempo disponible para nosotros, a nuestro alcance, sin necesidad de rituales, sin adherirse a doctrinas místicas, sin seguir a líderes religiosos, sin ningún aspaviento, allí en nuestro interior está la Palabra de Dios disponible para darnos vida, sentido, trascendencia.
Como en la propia Torá Dios se encarga de explicitarnos:

"Ciertamente este mandamiento que te mando hoy no es demasiado difícil para ti, ni está lejos.
No está en el cielo, para que digas: ‘¿Quién subirá por nosotros al cielo y lo tomará para nosotros, y nos lo hará oír, a fin de que lo cumplamos?’
Tampoco está al otro lado del mar, para que digas: ‘¿Quién cruzará el mar por nosotros y lo tomará para nosotros, y nos lo hará oír, a fin de que lo cumplamos?’
Ciertamente muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas.
"
(Devarim / Deuteronomio 30:11-14)

Si aprendemos a doblegar al EGO (también conocido como Ietzer haRá o Satán), si des-aprendemos una cuantiosa cantidad de doctrinas y creencias nefarias, si reforzamos nuestras potencias multidimensionales, si dejamos de lado el querer controlar aquello que no está bajo nuestro dominio, ciertamente tendríamos ocasión de vislumbrar alguna percepción “extrasensorial”, que se aproximase a lo que fuera en su momento las revelaciones proféticas.
Dije “tendríamos ocasión”, que no es lo mismo que “tendríamos profecías”.
Déjame que te explique.

La profecía es recibir mensajes de parte del Eterno.
Cuando la persona tiene algún grado de percepción de contenidos, mensajes entrantes, que transitan por la conexión que el Yo Esencial mantiene con el Eterno.
La conexión es constante, propia del ser humano; pero la percepción de los mensajes que vienen a través de ella es circunstancial, que puede extenderse más o menos en el tiempo, y que puede variar de índole o categoría.
Es decir, un profeta no lo es todo el tiempo; y no todo lo que percibe es profecía de idéntico peso profético.
El único que mantuvo con firmeza su superior estatura profética fue Moshé, quien por divina Voluntad alcanzó y se sostuvo casi invariablemente en ese nivel, mientras fungió como profeta y líder del pueblo.

Así pues, la profecía es la capacidad de percibir mensajes entrantes que provienen a través de la conexión espiritual.
Como ya te mencione, todos tenemos esa capacidad de forma innata, aunque no fuera aprovechada.
Tampoco lo era por la mayoría de las personas en el pasado, cuando el canal de profecía estaba abierto. Hace unos 2500 años que el Eterno cerró el canal de la profecía para el ser humano. Desde ese entonces, ya no hay más profetas ni profecía en el mundo. (Por supuesto que todos los que desde entonces se autodenominan profetas y comercian con la “fe”, lejos están de la santidad, de la divinidad, o de guiar por la senda de la vida. Mucho cuidado con los lobos disfrazados de pastores o de ovejas.)
Sin embargo, la capacidad natural está en nosotros, tenemos formas de perfeccionarnos para ir alcanzando cada vez mayor grado de apreciación de la Luz interna y estar menos sometidos al EGO, pero, por Voluntad Divina estamos imposibilitados por ahora de traspasar el umbral hacia la profecía clara y precisa.
Aunque, tenemos la fiel promesa de que volveremos a recibir la información que fluye por ese sagrado canal, eventualmente, en la Era Mesiánica. Como leemos:

“Así­­ sabréis que Yo estoy en medio de Israel, que Yo soy el Eterno vuestro Elokim y que no hay otro.
Y nunca más será avergonzado Mi pueblo.
Y sucederá después de esto que derramaré Mi soplo sobre toda carne. Vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán. Vuestros ancianos tendrán sueños; y vuestros jóvenes, visiones.“
(Ioel / Joel 2:27 – 3:1)

(Supongo que te habrás preguntado el motivo por el cual Dios restringió este canal tan provechoso de información sagrada. Quizás más adelante te brinde alguna idea al respecto, quizás no.)

En el Talmud se mencionan cuatro aspectos imprescindibles de todo profeta:

“el Eterno no hace posar Su Presencia sino en una persona que sea fuerte, rico, sabio y humilde”
(Nedarim 38a)

¿Cómo ha de interpretarse cada una de estas cuatro cualidades?
En otro sitio, el propio Talmud nos brinda una importante clave:

“¿Quién es sabio?
Aquel que aprende de toda persona.

¿Quién es fuerte?
Aquel que conquista a su Ietzer (EGO).

¿Quién es rico?
Aquel que se contenta con lo que tiene.

¿Quién merece la honra?
Aquel que muestra honra por las criaturas de Dios.”
(Pirkei Avot 4:1)

En este pasaje no está definida la humildad, sino que en su lugar se tipifica al merecedor de honra. Igualmente nos sirve para darnos cuenta que en la concepción judía tradicional, la humildad es contar con la correcta autoestima, saber valorarse adecuadamente, tanto en aquello que es una carencia como aquello que es una virtud. El humilde se evalúa sin rebajarse pero tampoco sin enorgullecerse en vano. Esta condición le permite valorar al prójimo adecuadamente, no hostigar, no agredir, no manipular, sino aceptar al otro, valorarlo, respetarlo, ayudarlo a corregir lo negativo, promoverlo a fomentar lo positivo, denunciar con firmeza lo torcido para enderezarlo. Tal es la humildad.

En este sentido, es interesante hacer notar que es fundamental el ánimo pacífico, armonioso, carente de agresión, sin enojo, sin esclavitud al EGO. Tal como leemos:

“… así también es con el enojo, que es un rasgo extremadamente destructivo, y es necesario que uno se distancie lo más posible de él, y se entrene para no enojarse, incluso en aquello que pareciera apropiado estar enojado… Los Sabios (Pesajim 66b) establecieron que aquel que está enojado es como uno que practica la idolatría. Además especificaron que cualquiera que está enojado, si es sabio pierde su conocimiento, si es profeta pierde su don profético…”
(Maimónides, en las “Leyes sobre Creencias”, Deot 2:3)

El mismo maestro, en Shemoná Perakim capítulo 7, explica que en particular es el desarrollo del plano mental con todas su potencialidades la llave hacia la profecía, y que es necesario completarlas con cualidades personales positivas, pero que no se las precisa a todas ellas. Así menciona a profetas que tenían ciertas dificultades emocionales, como el miedo, el enojo, el deseo, y a pesar de ello igualmente alcanzaron algún grado profético.
Aunque en el “Moré Nebujim” (Segundo tomo, capítulo 32) presenta para que analicemos otras perspectivas un tanto diferentes:

  1. La popular, también sostenida por algunos sabios de Torá: Dios elige a quien quiere, sin considerar las cualidades o dotes de la persona.
  2. La filosófica: la persona que alcanza un estado de integridad mental y moral, potencia su imaginación por medio de la cual profetiza sin más, sin intervención divina, sin elección, solamente por haber alcanzado un grado de desarrollo personal.
  3. La tradicional judía, fundamentada en nuestra cultura: es un proceso natural pero que precisa el factor de la intervención divina, puesto que Él puede bloquear el acceso a la profecía incluso a una persona que ha llevado al máximo sus potencialidades, con predominancia de la facultad imaginativa que forma parte de la dimensión mental.

Si relees lo que hemos escrito unos párrafos más arriba, podrías corroborar cual de estas opciones es la que nos representa mejor.

Pero además, y según explica Rabí Yehuda haLevi en el Cuzari (en base a Ialkut Shimoni, Shir haShirim 8:994), son necesarias dos condiciones más:

  1. Desde la entrega de la Torá la profecía se centro exclusivamente en miembros del pueblo judío.
    Antes hubo profeta entre las naciones, algunos vivieron y profetizaron luego de la entrega de la Torá, pero al morir ya no hubo renuevo profético entre los gentiles.
  2. La profecía se produce en la tierra de Israel exclusivamente, o fuera de ella cuando la cuestión atañe a su bienestar.

A esto sumemos que el Talmud (Sotá 48b) indica que la profecía requiere también de una época que la habilite, que abone a su recepción por parte del individuo apropiado.

Entonces, nos damos cuenta que para la formación de un profeta se precisa una combinación compleja de elementos: el profeta es una persona judía que ha logrado desarrollar sus capacidades multidimensionales, al punto de vivir en un estado de armonía interna y externa. Así quita el yugo del EGO sobre sí, por lo cual sintoniza su Yo Vivido a su Yo Esencial, lo que le permite disfrutar la irradiación de la Luz del Eterno, que repose en él la Shejiná (Divina Presencia). Claro, si esa es la Voluntad de Dios, si su generación es meritoria y si está en el territorio de Israel o laborando por el bienestar del pueblo judío en la tierra judía.

Como comprendes, el alcanzar grados de profecía depende de variados factores que deben combinarse, por lo cual los resultados no siempre será idénticos. Por ello, el gran Maimónides enumera once grados de profecía.
Los expondré ahora (muy brevemente), advirtiéndole antes que los dos primeros niveles no son propiamente proféticos, sino próximos a la profecía.

  1. Ayuda divina que incita y anima a realizar acciones buenas, grandes y relevantes. Ej.: Shofetim/Jueces 2:18.

  2. Una fuerza que impulsa a hablar con profunda sabiduría, divinas alabanzas, saludables admoniciones, o temas relativos a política o metafísica; más allá de las posibilidades naturales del que así procede.
    De este nivel son los textos inspirados que encontramos en la tercera sección del Tanaj, como por ejemplo Salmos, Proverbios o el libro de Daniel.
    No son profecías reales, pues ni siquiera el que las percibe las considera como mensajes que provienen directamente de Dios; sino que son inspiraciones de orden divino o sueños valorados como importantes.
    Tal es el caso específico de Daniel, que tomaba sus videncias como sueños y no como profecías.
    Tenemos aquí el nivel de la videncia de origen divino.
    Ej.: Daniel 7:2; 1 Melajim/Reyes I 3:15.

  3. Parábola percibida en sueños junto con su interpretación correcta y reconocida como mensaje del Eterno. Ej.: Zejariá/Zacarías 4:2.

  4. Percepción en sueños de palabras claras y distinguibles, sin ver al que las profiere. Ej.: 1 Shemuel/Samuel I 3:7.

  5. Un personaje revela algo en sueño profético y es tomada como revelación divina. Ej.: Iejezkel/Ezequiel 40:4.

  6. Es el más frecuente entre los profetas, y es cuando un ángel habla en sueño profético, y su palabra es tomada como revelación divina. Ej.: Bereshit/Génesis 31:11.

  7. Es cuando parece que en sueño profético es Dios mismo el que se comunica. Ej.: Ieshaiá/Isaías 6:1-8.

  8. Es cuando se perciben parábolas en una revelación profética en estado de vigilia. Ej.: Bereshit/Génesis 15:17.

  9. Cuando se oyen palabras de origen divino en estado de vigilia. Ej.: Bereshit/Génesis 15:4.

  10. Se ve en visión profética un personaje que le habla. Ej.: Iehoshúa/Josué 5:13.

  11. Es cuando en visión profética se percibe un ángel que le habla e interactúa con él. Ej.: Bereshit/Génesis 22:11.

Moshé es el único que superó este grado, pues de él está escrito:

"Frente a frente hablo Yo con él"
(Bemidbar/Números 12:8)

"Entonces el Eterno hablaba a Moshé [Moisés] cara a cara, como habla un hombre con su amigo"
(Shemot / Éxodo 33:11)

Todos los que perciben visiones y sueños deben apoyarse en su facultad imaginativa para comprenderlos y desentrañarlos, en tanto que Moshé lo que hacía era atestiguar la Palabra que le era revelada. En palabras de los Sabios:

“Todos los profetas veían en una pantalla no nítida, Moshé Rabeinu veía una pantalla nítida”
(Iebamot 49b)

Otra diferencia, es que Moshé es el único que toleró consciente la revelación de Dios, pues los otros profetas o recibían sus mensajes en sueños, o caían en sopor si la revelación se sostenía un cierto tiempo (mira el ejemplo de Avraham en Bereshit / Génesis 15). 
El  sistema nervioso humano es incapaz de tolerar la potencia energética de la conexión directa del Yo Esencial con el Infinito, por ello en buena medida el EGO también cumple una función protectora en el ser humano.
Al momento de la profecía, el profeta podía caer al piso con desmayos, o presentar signos de locura o alteraciones espacio/temporales, sufrir convulsiones o espasmos musculares involuntarios que podrían confundirse con ataques de epilepsia.
Así pues, la misericordia divina hacía que fuera en sueños la mayor parte de las profecías, para cuidar y proteger el sistema nervioso y la salud en general del profeta.
Al despertar, sentía el sabor poderoso del mensaje en su mente, percibía las imágenes (no solo visuales) con una precisión que la distinguía de los sueños corrientes, luego debía poner a funcionar su imaginación, su inteligencia, su intuición para alcanzar alguna claridad en el mensaje a reportar.

A todo esto, ¿la gente se preparaba para ser profeta o un buen día despertaba en ellos este don?

Sabemos que hubo algún período en el cual existieron gremios de profetas, los “benei hanebihim”, quienes estudiaban diversas materias y realizaban variados ejercicios para llegar a alterar sus estados de conciencia y alcanzar de esa forma alguna revelación celestial. Empleaban la música y probablemente movimientos corporales para sumirse en estados de éxtasis, de modo similar que ocurría con “profetas” en otras culturas, quienes buscan ofuscar su conciencia para tener supuestas visiones metafísicas.
Queremos creer que procuraban reducir los efectos del EGO en sus vidas, para de esa forma captar la suave voz del Eterno hablando desde su Yo Esencial. Pero, según parece la efectividad de tales academias y entrenamientos no rindieron abundantes frutos, no contamos con muchas profecías plasmadas en el Tanaj de discípulos de tales academias. Por más que araran el terreno, hicieran surcos, regaran, era el Eterno quien debía depositar allí la semilla para que germinara y creciera la profecía en ellos.

El Talmud enumera 55 profetas cuyo mensaje tiene significado para todas las generaciones, sus palabras han quedado registradas en el Tanaj.
Sin embargo, hubo varios otros, anónimos, puntuales, con acciones necesarias para tu tiempo y lugar sin intención de perpetuarse para las generaciones (ejemplo: 1 Melajim / I Reyes 13).
De acuerdo a la Tradición, cada miembro del pueblo judío fue profeta al momento de la Revelación de la Torá en Sinaí, condición que se evaporó para la mayoría tras el pecado con el becerro de oro. Éste fue un hecho único e irrepetible, la profecía al unísono de todo un pueblo, tal cual determina Maimónides, de una naturaleza difícil de comprender.

Hasta aquí hicimos un rápido bosquejo de las cualidades y condiciones para el profeta y la profecía, seguramente encontrarás mucha más información en nuestro sitio (serjudio.com y fulvida.com), porque hace varios años que trabajamos educando y difundiendo, son miles y miles los textos gratuitos a tu disposición. Aprovéchalos.

Ahora quisiera concentrarme un poquito en los mensajes, en esa información que se adquiere vía la red que conecta a nuestro Yo Esencial con el Padre y con el todo.
En la percepción general, e incluso académica, se asume que el profeta es una especie de vidente del futuro, que sirve para predecir eventos y avisar acerca de ellos.
Mira por ejemplo:

Diccionario de la lengua española © 2005 Espasa-Calpe:

profecía
  1. f. Don sobrenatural de origen divino que permite el conocimiento de hechos futuros.
  2. Predicción hecha por un profeta.
  3. Conjetura basada en indicios o señales

¿Será esta realmente la función y finalidad de la profecía, de la verdadera, de la que proviene del Eterno, de la que tomamos como un cierto grado de manifestación de Su Voluntad?

Si hacemos un relevamiento detallado y metódico veremos que no es así.
Si bien hay mensajes que traen imágenes del futuro, esto no es la finalidad ni el sentido de la profecía.

En ocasiones en la profecía se brindan imágenes de un probable futuro:

  1. para llevar a la reflexión que conduzca a la teshuvá (arrepentimiento total y sincero) (ejemplos: Ioel/Joel 2 y el libro de Mijá/Miqueas);
  2. o para calmar el alma apenada por las tragedias y de esa forma no dar al EGO oportunidad de seguir haciendo caer a la persona y la sociedad en el error/pecado (ejemplos: Ieshaiá/Isaías 40 y 52).

Pero, la visión del futuro en sí misma no tiene ningún valor. Sino que una y otra vez el mensaje de los profetas es despertar la conciencia de su audiencia, de aquellos a los que les dirigen el mensaje del Eterno.
Que esa iluminación multidimensional los lleve a una vida de construcción de Shalom, plena de actos de bondad y justicia, con lealtad a los mandamientos del Padre Celestial.
Esa es la finalidad, comprobada en cada participación profética.
Así fue desde el comienzo de la humanidad, una y otra vez la misma exhortación de parte del Padre.

De aquí sabemos algunas pistas (Mishné Torá, Iesodé Torá 10:1) para reconocer a un falso profeta:

  1. Propone mandamientos “con profecía de parte del Eterno” que no han sido declarados previamente en la Torá, o los dictados oralmente a Noaj y sus descendientes para los gentiles.
  2. Anula de forma permanente algún mandamiento “con profecía de parte del Eterno”.
  3. Propone adorar/servir a dioses que no son Dios, o antepone intermediarios en nuestra relación con Él.
  4. Su profecía es en nombre de alguna deidad que no es el Dios que se revelara a la nación judía en Sinaí.
  5. Su finalidad no es la construcción de shalom, por medio de la bondad, la justicia y la lealtad al Eterno y Sus mandamientos. (A veces para construir shalom es necesario recurrir a la destrucción, son muy escasas las oportunidades, pero existen. Ejemplo: (1 Shemuel / I Samuel 15).
  6. Que lo que dice respecto sucesos positivos del futuro NO se cumplen en todos sus detalles.
  7. Puede que ocurran eventos asombrosos, algo que parece milagros, curaciones y sanaciones, espectáculos sorprendentes. Pero nada de esto tiene ningún valor espiritual ni de conexión con Dios, si va en contra de los mandamientos del Eterno o es para adorar dioses que no son el Padre Celestial.

Lo vemos en el propio texto de la Torá:

"Tendréis cuidado de hacer todo lo que Yo os mando; no añadiréis a ello, ni quitaréis de ello.
‘Cuando se levantará en medio de ti profeta o soñador de sueños, y te dé una señal o un prodigio, y se cumple la señal o el prodigio que él te predijo al decirte: ‘Vayamos en pos de dioses ajenos’ -que tú no conociste- ‘y sirvámoslos’, no escuches las palabras de tal profeta ni de tal soñador de sueños; porque el Eterno vuestro Elokim os estará probando, para saber si amáis al Eterno vuestro Elokim con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma.
En pos del Eterno vuestro Elokim andaréis, y a Él temeréis. Guardaréis Sus mandamientos y escucharéis Su voz. A Él serviréis y a Él os adheriréis.
Pero tal profeta o tal soñador de sueños ha de ser muerto, porque predicó la rebelión contra el Eterno vuestro Elokim que te sacó de la tierra de Egipto y te rescató de la casa de esclavitud. Él trató de desviarte del camino por el que el Eterno tu Elokim te mandó andar. Así eliminarás el mal de en medio de ti."
(Devarim / Deuteronomio 13:1-6)

Y en el profeta:

"Así ha dicho el Señor Elokim: ¡Ay de los profetas insensatos que andan tras su propio espíritu, y que nada han visto!

Ellos ven vanidad y adivinación mentirosa. Dicen: ‘Así dice el Eterno’, pero el Eterno no los ha enviado. ¡Con todo, esperan que Él confirme las palabras de ellos!
"
(Iejezkel / Ezequiel 13:3-6)

¿Y cómo comprobamos si alguien es realmente un profeta (en la época y lugar en la que había)?

  1. Que sea una persona con lealtad a la Torá.
  2. Que sea cumplidor cabal de los mandamientos que le corresponden de la Torá.
  3. Que diga hablar en nombre del Eterno y su fama le precede como persona de bien, honesta, cultivada emocionalmente.
  4. Que lo que dice respecto sucesos positivos del futuro necesariamente DEBEN cumplirse perfectamente, con todos sus detalles.
  5. Que lo que dice respecto a sucesos negativos del futuro, eventualmente se cumplen, si es que las personas no rectificaron su conducta y se apartaron del mal camino que el profeta vino a denunciar.
  6. No tiene necesidad de presentar pruebas milagrosas, pero si lo hace, con que fuera una única vez es suficiente.

Una imagen que da el profeta acerca del sacerdote del Eterno retrata en buena forma al profeta verdadero:

"Mi pacto con él fue de vida y de paz. Estas cosas le di, y él Me temía y guardaba reverencia ante Mi nombre.
La Torá verdadera estuvo en su boca, y por eso: en sus labios no se halló malicia, en paz y en justicia anduvo Conmigo y a muchos apartó del pecado.
Porque los labios del sacerdote han de guardar el conocimiento, y de su boca han de buscar la Torá, pues él es un mensajero del Eterno de los Ejércitos."
(Malaji / Malaquías 2:5-7)

Te invito a que hagas un test para corroborar tus conocimientos: http://serjudio.com/tests/test012.htm y gracias por leer hasta aquí este largo texto, que es casi una recopilación de material que desde hace varios años tenemos publicado en nuestros sitios. Visita los links que te hemos ido ofreciendo, son muchos, son extensos algunos de los textos, pero es una pequeña colección de lo que tienes para ti gratuitamente aquí.
Y recuerda, si quieres colaborar con nuestra tarea de educación y difusión de valores verdaderamente basados en la Torá, para judíos y gentiles, te estaremos muy agradecidos.

Di lo que quieras

Con gran conocimiento y experiencia el sabio proverbista nos enseña:

"La suave respuesta quita la ira, pero la palabra áspera aumenta el furor.
La lengua de los sabios embellece el conocimiento, pero la boca de los necios expresa insensatez.

La lengua apacible es árbol de vida, pero la perversidad en ella es quebrantamiento de espíritu."
(Mishlei / Proverbios 15:1-4)

Cuando empleas la Comunicación Auténtica, si en verdad lo haces, probablemente alumbres con un rayo luminoso el corazón del otro. 
Es muy probable que su conciencia esté amurallada y resulte difícil alcanzarle, pero allí está, siempre viva y atenta la neshamá, su Yo Esencial.
A su alrededor se ha ido formando capas que la recubren, que reducen el volumen de su constante voz, pero ella sigue hablando con verdad, con amor, con santidad, con vida.
Allí está su tenue voz, que es la del Señor.

Como Él le quiso enseñar al profeta Eliahu/Elías:

"Y he aquí que el Eterno pasaba. Un grande y poderoso viento destrozaba las montañas y rompía las peñas delante del Eterno, pero el Eterno no estaba en el viento. Después del viento hubo un terremoto, pero el Eterno no estaba en el terremoto.
Después del terremoto hubo un fuego, pero el Eterno no estaba en el fuego. Después del fuego hubo un sonido de silencio fino.
Y sucedió que al oírlo Elías, cubrió su cara con su manto"
(1 Melajim / I Reyes 19:11-13)

La voz de tu neshamá no está en clamores ni estruendos, ni en voces chillones que te enloquecen.
Es una voz silenciosa, apenas perceptible.
Es necesario dejar de prestar atención al griterío de tornados, terremotos e incendios que te azotan en tu interior, para concentrarse en la fina voz de la neshamá.

Por lo cual, para comunicarte contigo mismo, para unificarte, para estar en paz, es bueno que te entrenes en no correr al son de las pasiones, ni dispares respuestas según dictan tus deseos.
Más bien atiende, comprende, deja fluir aquello que no tienes que retener en ti.
Cuando te ejercitas en esto, aprendes también el delicado arte de conectarte con la otra persona, a comunicarte auténticamente.

Cuando entablas un lazo de neshamá a neshamá no usas la manipulación en ninguna de sus formas.
No hay violencia, ni agresiones, ni te burlas del inocente, ni rebajas el honor del otro.
¿Cómo habrías de despreciar a alguien inocente, si tú estás en armonía interna y construyes shalom con los demás?

Pero, si es el EGO el señor de tu reino, entonces seguramente que la manipulación está a flor de piel.
No hay comunicación, no hay compromiso, solo engaños, golpes, desprecios, malicia.
Probablemente el hacer lo malo no sea tu anhelo, porque todos somos esa neshamá pura que solamente quiere seguir alumbrando desde la Fuente de todo Bien.
Pero, al estar dominados por el EGO, al estar en ignorancia de nuestra verdadera identidad sagrada, entonces algo está quebrado en nosotros.
En palabras de algunos cabalistas, es “la rotura de las vasijas”.
Estamos rotos por dentro, por lo cual amurallamos nuestra esencia sagrada, la dejamos encerrada y así estamos encarcelados a nuestro EGO.

Por otra parte, si no encontraste aún la clave para construir shalom interno, igualmente puedes intentar el camino inverso.
Comenzar “actuando” en el afuera la paz, trabajar en ella, hacer lo posible para construir shalom a pesar de que interiormente te sientas muy limitado.
Atención, no significa mentir ni engañar, menos aún pretender ser alguien que no se es.
Sino que es construir shalom en la relación con el prójimo siendo que aún no se ha conseguido hacerlo con uno mismo.

Que NO sea así:

"le halagaban con la boca, y con su lengua le mentían."
(Tehilim / Salmos 78:36)

Sino que tu boca exprese amabilidad, sin buscar con ello el engaño ni la victoria sobre el otro.

Al principio puede parecer forzado, y creo que no solo lo parecerá, sino que efectivamente será un hecho "actuado”.
Es un ejercicio correcto y oportuno, en tanto te ejercites en la construcción de Shalom, y muy importante es que no lo hagas como una máscara ni para manipular, sino en verdad como un ejercicio por conectarte con el otro y así perfeccionarte a ti mismo.
Como dicen los Sabios:

mitoj sheló lishmá, va lishmá” – “aunque no lo hace con la intención correcta, finalmente surge la intención correcta”
(Sanhedrín 105b)

Si empleas tu palabra con amabilidad, comprensión, paciencia, conocimiento, suavidad, pacíficamente, como constructor de shalom, servirás como un árbol de vida. Darás alimento, resguardo, seguridad, firmeza a aquel que anda desamparado y atemorizado, apresado por su EGO.
Esto repercutirá positivamente en ti.
También estarás aprendiendo a ser amable, comprensivo, no juzgador, sensible, suave, construir shalom en tu interior, de ti para ti.

Al mismo tiempo, sabemos que la vida es como un espejo, con un efecto bumerang.
Nos devuelven aquello que proyectamos.
Midá kemegued midá” , en el concepto de la Tradición:

“bemida sheadam moded, ba modedim lo” -  “con la vara que mides eres medido”
(Mishná Sotá 1:7)

Las palabras duras seguramente producen reacciones duras, sea que se expresen por parte del otro, o que queden afincadas en él. Allí está la agresión, devuelta en ese momento, o silenciada pero guardada para el momento de “la venganza”.
El EGO produce EGO.
Mira el ejemplo que brinda el salmista:

"Ellos afilan sus lenguas como espadas, y disponen palabras amargas como flechas, para tirarlas a escondidas contra el inocente. De repente tiran contra él, y no temen.
Se alientan unos a otros en perverso designio, y planean esconder trampas. Dicen: ‘¿Quién nos ha de ver?’
Traman maldad, hacen un minucioso complot, hasta el íntimo pensamiento de cada uno de ellos y lo profundo del corazón.
Pero Elokim los herirá con sus propias flechas. De repente les sobrevendrán sus heridas.
Los hará caer por sus propias lenguas; todos los que los vean moverán la cabeza."
(Tehilim / Salmos 64:4-9)

Así es, el efecto bumerang.
Lo que das, te vuelve.
Para bien, también para mal.
Das al necesitado, de pronto recibes un bono, o ganas la lotería, o consigues un mejor salario, algo positivo.
Cierras tu mano y no ayudas al prójimo, y sientes la escases, el malestar te rodea.
No es magia, tampoco es una fórmula misteriosa para manipular a Dios, o el “destino”, es simplemente cómo están relacionados los factores del mundo entre sí.
Es un sistema que tiene sus propios códigos.

Entonces, palabras necias, maliciosas, dañinas, destructivas, atizadas por el EGO, provocan reaccionas desde el EGO y para el sufrimiento.

Sin embargo, las palabras suaves generan actitudes amables.
Por supuesto, cuando la persona está sometida al EGO, no sabemos cómo reaccionará, pero ciertamente una palabra amable, una actitud positiva, el apoyo más que el juicio, engendra una situación mullida que reduce el nivel EGO y permite raspar un poco la cortina que oscurece al Yo Esencial.
¿Entiendes esto?

Las palabras, ah, las palabras.
¡Si solo aprendiéramos a usarlas para el bien!

" La lengua apacible es árbol de vida, pero la perversidad en ella es quebrantamiento de espíritu."
(Mishlei / Proverbios 15:4)

Las palabras son como cuchillos, se pueden usar para el bien o para el mal.
Como el fuego, para fines constructivos o solo para destruir.
El poder de la palabra es creador y de vida, o puede llevar a la muerte.
Conectan o destrozan oportunidades.
Son vehículos para la alegría o transportan enzimas del dolor.

Piensa en cómo sueles usar las palabras.
No vayas muy lejos, mira lo que pasó hace un rato, hoy, ayer.
No busques grandes eventos, mira lo cotidiano, especialmente en eso a lo que no le prestas tanta atención.
Vamos, haz el ejercicio de recordar cómo hablaste hoy cónyuge, tus padres, o con tus hijos.

¿Están dirigidas a construir shalom, o provienen del EGO?
¿Se basan en la bondad y la justicia, o sirvieron para prevalecer, imponerte, manipular, atacar, procurar dominar lo que no está bajo tu dominio?
¿Fueron misiles o armas, o son firmes baldosas que fortalecen el camino de la comprensión?

Si recibes agresiones, debes defenderte.
Uno de los mejores escudos es rechazar la agresión valorándola según le corresponde.
¿Vale la pena responder a un insulto con otro?
¿Mereces sufrir cuando te lanzan flechas envenenadas en forma de agresiones verbales, cuando no valen ni dos pesos ni tienen ninguna realidad?
¿Tienes que tener la última palabra y ganar las discusiones, sino te sientes impotente y fracasado?

Amigo mío, mejor es valorar las cosas en su justo valor y no entrar en los juegos del EGO.
No eres más valiente, ni sabio, ni exitoso, ni inteligente, ni poderoso, ni “espiritual”, ni nada de lo que el EGO te haga creer si insultas a quien te insulta.
Por supuesto que tu palabra y tu accionar deberá incluir la justicia, no solo la mansedumbre o la bondad.
Pero la construcción de shalom no se sirve del EGO y sus instrumentos.
Así pues, debes dejar de lado el llanto, el grito, el golpe, la desconexión de la realidad y todas las conductas que se derivan de estos.
Te agreden, deja fluir o da una respuesta desde el AMOR, aunque seas severo si es necesario.
Te enojaste porque dijeron una mentira de ti o lo que haces, si hay inocentes en peligro de caer en las trampas de los maliciosos, haz lo necesario para establecer la virtud públicamente.
No permitas que te manipulen.
No dejes que el EGO te encierre en tu celdita mental.
Usa las palabras para construir shalom, aunque tengas que ser estricto, aunque debas cortar lazos, aunque tengas que decir cosas que el otro quizás no quiera oír.
Pero, como constructor de shalom.
¿Se entiende?

No esperes que el “espíritu santo” haga el trabajo que te corresponde a ti.
No pidas que sea el Todopoderoso quien te controle tus emociones.
Eres tú el encargado de que reine la neshamá en tu reino y no el usurpador, alias EGO.
Eres tú quien fue dotado por el Padre para tomar las riendas de tus reacciones, entonces no pretendas que sea algo mágico o milagroso, sino tú mismo el que aprende a vivir como constructor de shalom.
Para lo cual, todas las tediosas y largas lecciones del EGO que venimos dando son instrumentos esenciales, son mecanismos para ayudarte a ser libre y feliz. Son regalos que te doy para que te conectes con el Padre Celestial, de acuerdo a tu propia identidad. Sin misticismo barato, sin venderte nada, sin pedirte lealtad de ninguna especie, sin cobrar por mi “berajá”, sin conminarte a ser seguidor de alguna secta. Todo te lo doy para que te sea de beneficio y puedas a tu vez beneficiar a otros.
Eso es construir shalom, es hacer una verdadera revolución en el mundo.

Esa es una diferencia más entre espíritu y religión.
Tu fuente de poder es Dios, tú eres Su sagrado instrumento. Cuando construyes shalom estás haciendo a Dios presente en tu vida y en el mundo.
En cambio, en las religiones a los dioses (entre los que incluyen al Uno) se los manipula con ritos, con sacrificios, con fe, con pactos místicos. Se usa a los dioses para obtener favores. Es el EGO en camisa de deidad.

Así pues, permite que sea el AMOR tu guía.
Está en ti, aunque quizás no te habías dado cuenta.
Es el lazo que aún antes de nacer te unía al Padre y a toda la creación.
De echo, es lo que eres en tu esencia más pura. Es tu neshamá, tu espíritu, tu identidad espiritual.
Permite que sea tu neshamá la que controle tus palabras y actos.

Recuerda:

"La suave respuesta quita la ira, pero la palabra áspera aumenta el furor."
(Mishlei / Proverbios 15:1)